INTRODUCCIÓN
La nutria de río (Lontra longicaudis annectens, Olfers, 1818) tiene una amplia distribución en el Continente Americano, desde el noroeste de México hasta el norte de Argentina (Larivière, 1999, Gallo-Reynoso, 2013, Rheingantz et al., 2017). En México se reporta una distribución amplia y continua (Gallo-Reynoso, 1997; Aranda, 2000; Gallo-Reynoso, 2013). Se encuentra en ríos grandes y medianos, en planicies costeras y arroyos de montaña (Gallo-Reynoso, 1997; Villa & Cervantes, 2003; Gallo-Reynoso, 2013), aunque soporta cambios en el ambiente e incluso puede ocupar zonas contiguas donde se realizan actividades humanas (Larivière, 1999; Mayagoitia-González et al., 2013, Santiago-Plata et al., 2013). Su distribución varía en función del tipo de hábitat, disponibilidad de alimento, comportamiento y necesidades de la especie (Morrison et al., 1998; Larivière, 1999).
Para el estado de Veracruz, se reportan nutrias neotropicales en los ríos Pescados y Actopan (Macías-Sánchez, 2003; Arellano-Nicolas et al., 2012); también se han observado en el lago de Catemaco (González-Christen et al., 2013) y en la zona costera de Tuxpan (Grajales-García et al., 2019). Es muy difícil estimar el tamaño de sus poblaciones debido a que su comportamiento hace poco probable la observación de nutrias en su hábitat, lo que ha significado un obstáculo para estimaciones directas de la cantidad de especímenes. Por ello, se ha recurrido a realizar muestreos indirectos con base en excretas, huellas o madrigueras a partir de lo cual se han hecho estimaciones de su abundancia (Gallo-Reynoso, 1996; Gallo-Reynoso, 1997; Macías-Sánchez & Aranda, 1999; Sielfed & Castilla, 1999, Botello et al., 2006, Casariego-Modorell et al., 2006).
La abundancia de nutrias en México frecuentemente se ha estimado utilizando las metodologías propuestas por Gallo-Reynoso (1996) y por Macías-Sánchez (2003). Estas metodologías hacen una estimación de la abundancia relativa de las nutrias utilizando las excretas observadas para hacer el cálculo. De esta manera, se han hecho estimaciones de abundancia para el Río Yaqui, Sonora (0.34 nutrias/km; Gallo-Reynoso, 1996), La Vega Escondida, Tamaulipas (0.69 nutrias/km; Mayagoitia-González et al., 2013), zona costera de Tuxpan, Veracruz (0.94 nutrias/km - 0.14 nutrias/km; Grajales-García et al., 2019), Lago de Catemaco, Veracruz (0.97 nutrias/km - 0.49 nutrias/km; González-Christen et al., 2013), ríos Actopan y Los Pescados, Veracruz (3.10 nutrias/km - 1.2 nutrias/km; Macías-Sánchez, 2003), Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán, Oaxaca (0.689 nutrias/km; Duque-Dávila et al., 2013), Río Zimatán, Oaxaca (0.95 nutrias/km; Briones-Salas et al., 2008), y Laguna de Términos, Campeche (0.86 ± 0.472 rastros/km; Santiago-Plata et al., 2013). La desventaja de estos cálculos es que no se puede saber el coeficiente de variación de las estimaciones y, por lo tanto, no se tiene certeza sobre el número de nutrias en los sitios estudiados.
Las poblaciones de nutrias han decrecido por la cacería, pérdida del hábitat y contaminación del agua (Gallo-Reynoso, 1986; Alho et al., 1988; Sierra & Vargas, 2002). Por ello, están catalogadas como “casi amenazada” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN, 2021) y como amenazada por parte del gobierno de México de acuerdo con la NOM-059-2010 (SEMARNAT, 2010).
Los estudios de la nutria neotropical en el Estado de Veracruz son escasos y, cuando se han llevado a cabo, las estimaciones de abundancia han sido realizadas con métodos indirectos (Ruiz-Betancourt, 1992; Macías-Sánchez & Aranda, 1999; González-Christen, 2013; Grajales-García et al., 2019). Por lo anterior, el presente trabajo utiliza muestreos directos en un sistema fluvial navegable a partir de lo cual se pretende determinar la abundancia, densidad y distribución espacial de la nutria de río neotropical en el Sistema Lagunar de Alvarado, Veracruz.
MATERIALES Y MÉTODOS
Área de estudio
El Sistema Lagunar de Alvarado (SLA) es una planicie de inundación que abarca desde las coordenadas 18º 53’00” N; 95º34’00” O, hasta 18º25’00” N; 96º08’00” O, con una extensión aproximada de 51,960.52 hectáreas (INEGI, 2010). Se ubica en el centro del estado de Veracruz y comprende lagunas costeras salobres tales como la laguna de Alvarado, Buen País y Camaronera; lagunas interiores como la de Tlalixcoyan, Popuyeca y Las Pintas, y varios ríos como el Papaloapan, Acula, Blanco y Limón (Portilla-Ochoa, 2003). El SLA, fue declarado sitio Ramsar en 2004 (Ramsar, 2022).
Dentro del área existen comunidades vegetales representativas de la planicie costera como dunas costeras, espartales (Spartina spartinae), popales, diferentes tipos de palmas, encinos (Quercus oleoides, Schltdl & Cham, 1830), selva mediana subperennifolia con vegetación secundaria, selva baja caducifolia, acahuales, pastizales (naturales, inducidos y cultivados), vegetación acuática y subacuática, además de la comunidad de manglar (Portilla-Ochoa, 2003).
El Sistema Lagunar de Alvarado es una comunidad muy diversa, se han descrito 38 especies de moluscos, 26 familias de crustáceos, 44 especies de peces, por lo menos cinco especies de anfibios, 24 especies de reptiles, 346 especies de aves y al menos 15 especies de mamíferos (Portilla-Ochoa, 2003).
Navegaciones
Los muestreos se realizaron en una lancha de fibra de vidrio de 7.6 m de eslora y una manga de 1 1/2 m, impulsada por un motor fuera de borda de 75 hp. El diseño de muestreo se hizo con base en la metodología para diseño de transectos de sistemas complejos propuesto por Thomas et al. (2007) y Buckland et al. (2008). Los muestreos se realizaron por medio de transectos lineales sistemáticos, cubriendo casi la totalidad del área de estudio. Los cálculos de la densidad y la abundancia se elaboraron con el programa Distance v.5 (Thomas et al., 2005).
Los transectos se realizaron a una velocidad aproximada de 10 km / h; se mantuvo la observación continua hacia ambos lados de la embarcación para localizar a los organismos, utilizando un telémetro de caza Bushnell con brújula (precisión ± 0.9 m). Durante la navegación, se anotaron los siguientes datos: fecha, hora de inicio y final del transecto, hora de avistamiento, posición geográfica inicial, posición geográfica final (obtenida de un geoposicionador satelital o GPS (Garmin modelo GPS map 76CSx, precisión ± 3 m), condiciones climatológicas, luminosidad, visibilidad en km y observaciones generales.
Se registró el número de individuos por avistamiento, los movimientos de los animales con respecto a la embarcación, la zona donde se observaron, la distancia a la embarcación y el ángulo (con respecto a la proa de la embarcación) en el cual fueron avistados.
Análisis de los datos
Distribución
Se integraron en un sistema de información geográfica los avistamientos de las nutrias, lo que facilita su localización, la identificación de las áreas donde realizan actividades y distancia recorrida por cada una de las unidades de muestreo (White & Garrott, 1990). Una vez obtenidos los datos, se procesaron las coordenadas y se registraron sobre un mapa digitalizado del área.
Densidad
La determinación de la densidad se calculó a través de la siguiente fórmula:
Este cálculo se realizó con el programa Distance v.5 (Thomas et al., 2005).
Abundancia
La abundancia se estimó utilizando la técnica de muestreo a distancia (Buckland et al., 2008). Mediante esta metodología se logró una estimación de la abundancia basada en avistamientos durante el transecto, a partir de lo cual se obtuvo un coeficiente de variación (el error estándar dividido por la media) de las estimaciones. Los parámetros básicos de la estimación fueron:
Donde:
N |
tamaño total de la población |
D |
densidad (número de animales por unidad de área) |
A |
tamaño del área de estudio |
Con base en lo anterior se obtuvieron distancias perpendiculares a partir de distancias radiales, con sus respectivos ángulos. El modelo que se utilizó para la estimación de la densidad y de la abundancia considera que, a mayor distancia son detectados un menor número de animales. Así, el aumento en la precisión de le estimación del tamaño población pasa por incluir el número de animales que no se observaron durante el transecto mediante una función de detección (Begon, 1989; Buckland et al., 2008). El modelo que se seleccionó para el análisis fue el “Half-Normal/Polynomial” debido a que fue el que mejor se ajustó a nuestros datos. Con esta metodología se pudo calcular un coeficiente de variación para la población estudiada (Buckland et al., 2008). Para la estimación de densidad y abundancia el modelo requiere que, a distancias muy cercanas, la función de detección sea igual a uno (Buckland et al., 2008).
RESULTADOS
Se realizaron un total de 45 navegaciones en el SLA, lo que representa un esfuerzo total de navegación de 332.36 horas con un promedio de 7.38 h. por navegación. Lo anterior representa un total de 959 transectos lineales lo que representó 1,027.63 km recorridos, equivalentes al 92% del área de estudio.
En total se lograron observar 25 nutrias, siendo en el río Limón donde se observó el mayor número de organismos con un total de siete (28%), seguidos por los ríos Blanco y el río Culebrillas, cada uno con tres (12%); siguen en orden de importancia los ríos Martinela, Acula, Papaloapan y las lagunas de Alvarado y Pupuyeca donde se avistaron dos animales (8%) en cada uno; finalmente en las lagunas de Tlalixcoyan y Naranjos se observó un sólo un animal (4%) (Fig. 1).
La abundancia total de organismos, basada en el muestreo a distancia, fue estimada en 934 nutrias (% C.V.=20.45), lo que representa una densidad de 0.179 individuos / km2 (%C.V.=20.45) (Tabla 1).
DISCUSIÓN
En Veracruz, las nutrias han sido observadas en el centro del estado en los ríos Pescados y Actopan (Macías-Sánchez, 2003), así como en el lago de Catemaco (Ruiz-Betancourt, 1992) y en el SLA (Silva-López, 2009). En este estudio se observó que estos animales tienen una distribución desigual en el SLA, percibiéndose con mayor frecuencia en los ríos Limón, Blanco y Culebrillas. Hall (1981) documentó un espécimen de nutria en el río Blanco, mientras que Gallo-Reynoso (1986) reportó pieles de éstas provenientes del río Limón. En este estudio, también se observaron en lagunas interiores como las de Popuyeca y Tlalixcoyan, coincidiendo con lo reportado por Silva-López (2009), quien mencionó que la nutria neotropical ocupa una amplia extensión en el SLA. Las observaciones de nutrias tuvieron lugar en sitios que se caracterizaron por estar alejados de los poblados y en un mejor estado de conservación con respecto a los espacios cercanos a las comunidades rurales. Los sitios donde se observaron con mayor frecuencia, podrían ser lugares con una mayor disponibilidad de alimento (Mason & Mcdonald, 1990) además de que podrían ser áreas con una amplia disponibilidad de refugios para la especie.
Para la zona centro del estado de Veracruz, Macías-Sánchez (2003) estimó una alta densidad de nutrias en los ríos Actopan (3.1 nutrias/km) y Pescados (1.2 nutrias/km). No obstante, estos datos no son comparables con el presente estudio debido a que Macías-Sánchez (2003) utilizó muestreos indirectos, recorriendo a pie 20 km a lo largo de la ribera de cada río, por lo que no se tiene certeza respecto a si existe una sobreestimación o subestimación de las poblaciones de nutria para esos ríos. Lo mismo sucede con las estimaciones elaboradas por Grajales-García et al. (2019) (0.94 nutrias/km - 0.14 nutrias/km) para la zona costera de Tuxpan y por González-Christen et al. (2013) para el Lago de Catemaco (0.97 nutrias/km - 0.49 nutrias/km) quienes también utilizaron métodos indirectos para estimar la abundancia de nutrias, por lo que la incertidumbre de las estimaciones no fue cuantificada y, por tanto, la precisión de la estimación es desconocida.
En la vertiente del Pacífico, Casariego-Madorrell et al. (2006), estimaron una abundancia de 495 nutrias, utilizando métodos indirectos, en un sector de tres ríos en el estado de Oaxaca, que corresponden aproximadamente a 60,000 hectáreas, similar a nuestra área de estudio SLA. De igual forma, las diferencias metodológicas (estimaciones a partir de observación directa vs. observaciones indirectas) impiden hacer una comparación válida entre las áreas.
La técnica de muestreo a distancia (Buckland et al., 2008) resultó de gran utilidad para obtener un estimado de la densidad de las nutrias, así como su abundancia en el SLA. Particularmente, porque permitió hacer estimaciones más precisas y porque posibilitó saber la precisión de los datos. Esta afirmación se apoya en los valores del coeficiente de variación, de la densidad y de la abundancia, que al ser menores al 30% representa un relativamente alto margen de confiabilidad de la información.
Las nutrias son consideradas especies bioindicadoras (Cruz-García et al., 2017), así que los estudios poblacionales de éstas son de suma importancia para conocer el estado de conservación del ecosistema en el que habitan. El SLA es vulnerable pues recibe descargas de desechos industriales, comerciales y de los centros urbanos a lo largo del sistema, lo cual, probablemente, afecta a las poblaciones de la nutria neotropical (Gallo-Reynoso, 1986; Alho et al., 1988; Sierra & Vargas, 2002).
La importancia de este estudio es la precisión con la que se pudo estimar la población de nutrias, lo que permite tener una base sólida para tomar decisiones para el manejo y conservación de la especie en el Sistema Lagunar de Alvarado. Es recomendable seguir estudiando las poblaciones de las nutrias con métodos directos para hacer una prospección del estado de sus poblaciones y determinar un adecuado plan para su conservación y la de los hábitats donde se encuentran.