ANTECEDENTES
Las infecciones cervicovaginales se manifiestan por leucorrea e inflamación, su principal vía de contagio es por trasmisión sexual y los agentes etiológicos identificados con mayor frecuencia son los virus, bacterias, hongos y protozooarios.1
Estas infecciones representan 20% de la consulta ginecológica, alrededor de 75% de las mujeres padece infección cervicovaginal al menos en una ocasión, entre 40 y 50% manifiesta un segundo episodio y 5 a 5.8% padece cuatro episodios al año.1,2
Las complicaciones asociadas con infecciones vaginales no tratadas pueden ser severas: recurrencia, enfermedad pélvica inflamatoria, infertilidad y predisposición a contraer virus del papiloma humano y virus de inmunodeficiencia humana.3-6
La citología cervicovaginal estudia las células exfoliadas de la unión escamo-columnar del cuello uterino y su objetivo principal es detectar células malignas y también es útil para establecer el diagnóstico de infecciones cervicovaginales. Para la mayoría de las mujeres es una prueba de tamizaje para la detección de displasias. En México, en el año 2012 se alcanzó una cobertura de 45.5%. Por su sensibilidad y especificidad para la detección de microorganismos supone una buena técnica de cribado.7-11
De acuerdo con las normas de salud, la citología cervical debe realizarse a toda mujer con vida sexual activa, entre los 25 y 64 años, o a quien la solicite. El resultado debe entregarse a la paciente después de 30 días de haber efectuado la citología y el expediente clínico debe contener la constancia de entrega de los resultados del estudio. En caso de resultados con procesos inflamatorios o infecciosos, debe contarse con esquemas de tratamiento acordes con la alteración o el diagnóstico de la enfermedad.12-14
El objetivo de este estudio es determinar la incidencia de infecciones cervicovaginales diagnosticadas por citología y no tratadas medicamente.
MATERIALES Y MÉTODOS
Estudio transversal y descriptivo, efectuado en pacientes con diagnóstico de infecciones cervicovaginales reportado mediante citología, atendidas en una unidad médica de la ciudad de Querétaro, Querétaro.
Las pacientes se seleccionaron del censo de citologías cervicovaginales del 2015. Criterios de inclusión: pacientes adscritas a la unidad médica, con reporte de citología cervicovaginal positivo para bacterias, hongos o protozoarios. Criterios de exclusión: pacientes con expediente clínico incompleto. Con la información de las pacientes se consultó el censo de citologías cervicovaginales relacionadas con el proceso infeccioso.
Las variables estudiadas incluyeron características sociodemográficas: edad, estado civil, ocupación y escolaridad; antecedentes ginecoobstétricos: edad de inicio de vida sexual activa, número de embarazos, partos, cesáreas, abortos y método de anticoncepción; antecedente de citologías e infecciones cervicovaginales.
El diagnóstico de infección se estableció con el reporte de citología cervical, emitido por el departamento de Patología, que incluyó la identificación y el número de gérmenes o microorganismos causales (bacterias, hongos, protozoarios).
En cuanto a la prescripción de tratamiento, se revisó el expediente clínico electrónico y al no encontrar indicación farmacológica en los primeros 30 días de la citología cervicovaginal se consideró ausencia del mismo.
El tamaño de la muestra se calculó con la fórmula de porcentajes para una población, con IC95%: Zα = 1.64, hipótesis de una zona de rechazo al 40% (p = 0.40) y precisión de error de 5% (d = 0.05).
La selección de pacientes se efectuó mediante muestreo al azar sistemático y el número se determinó dividiendo el total del marco muestreal entre el tamaño de la muestra; el número obtenido representó la sistematización en la recolección. Para elegir en qué número iniciar, se sorteó entre el 1 y el número elegido previamente (sistematización = 27). Cuando el número seleccionado no cumplió con los criterios de selección, se pasó al inmediato superior hasta encontrar el que reunió los criterios y al identificarlo se prosiguió con la sistematización previamente definida.
El análisis estadístico incluyó promedios, porcentajes e intervalos de confianza. Con la información generada se simuló un escenario para calcular la probabilidad de ocurrencia del evento mediante distribución binomial nCxpxqn-x.
RESULTADOS
De acuerdo con el cálculo de la muestra se registraron 260 pacientes. El promedio de edad fue de 38 años (IC95%: 36.7-39.3); 52.7% vivía en pareja (IC95%: 46.6-58.8), 66.5% tenía un empleo (IC95%: 60.8-72.3) y 55.8% contaba con escolaridad mínima de secundaria (IC95%: 49.8-61.8).
El promedio de edad al inicio de la vida sexual activa fue de 21.2 años (IC95%: 20.5-21.9). El Cuadro 1 muestra los antecedentes ginecoobstétricos de la población.
Características | Promedio | IC95% | |
---|---|---|---|
Inferior | Superior | ||
Inicio de vida sexual activa (edad) | 21.2 | 20.5 | 21.9 |
Embarazos | 2.1 | 1.9 | 2.3 |
Abortos | 0.1 | 0.09 | 0.2 |
Cesáreas | 0.4 | 0.3 | 0.5 |
Partos | 1.5 | 1.8 | 1.7 |
El antecedente de citologías fue de 47.3% (IC95%: 41.2-53.4) y el de infección cervicovaginal de 17.5% (IC 95%: 13.1-23.3).
El 79.2% de las parejas usaba preservativo como método anticonceptivo (IC95%; 74.3-84.1). El Cuadro 2 expone los principales métodos anticonceptivos de las pacientes.
Método anticonceptivo | % | IC95% | |
---|---|---|---|
Inferior | Superior | ||
Preservativo | 79.2 | 74.3 | 84.1 |
Oclusión tubaria bilateral | 14.6 | 10.3 | 18.9 |
Dispositivo intrauterino | 5.4 | 2.7 | 8.1 |
Implante | 0.4 | - | 1.2 |
Hormonal inyectable | 0.4 | - | 1.2 |
El promedio de gérmenes o microorganismos encontrados en cada reporte de citología fue de 1.9 (IC95%: 1.87-1.95) y entre los identificados con mayor frecuencia estuvieron las bacterias en 98.1% (IC95%: 96.4-99.8) de los casos. El Cuadro 3 señala la identificación del resto de los gérmenes aislados en pacientes con infecciones cervicovaginales.
Microorganismos | % | IC95% | |
---|---|---|---|
Inferior | Superior | ||
Bacterias | 98.1 | 96.4 | 99.8 |
Gardnerella | 58.5 | 52.5 | 64.5 |
Hongos | 23.8 | 18.6 | 29 |
Trichomonas | 6.5 | 3.5 | 9.5 |
Actinomyces | 4.6 | 2.1 | 7.1 |
Se entregaron resultados a 18.1% (IC95%: 13.4-22.8) de las pacientes y la incidencia de infecciones diagnosticadas por citología y que recibieron tratamiento fue de 15.1% (IC95%: 10.7-19.5) (Cuadro 4).
Características | Porcentaje | IC95% | |
---|---|---|---|
Inferior | Superior | ||
Entrega de resultados | 18.1 | 13.4 | 22.8 |
Recibió tratamiento | 15.1 | 10.7 | 19.5 |
Seguimiento | 3.1 | 1 | 5.2 |
Recidiva | 1.2 | 0.1 | 2.5 |
De 10 estudios de citología cervicovaginal con resultado de infección, la probabilidad de entregar resultados y otorgar tratamiento a 3 pacientes fue de 17.5 y 13.1%, respectivamente (Cuadro 5).
DISCUSIÓN
La citología es un método de detección y diagnóstico de alteraciones cervicovaginales ampliamente utilizado, incluso es capaz de identificar algunos microorganismos patógenos del conducto genital inferior femenino. Si bien este estudio permite establecer el diagnóstico de infecciones cervicovaginales, la mayoría de las mujeres con citologías positivas no recibe tratamiento oportuno, sobre todo por el desconocimiento de los reportes. Así, cuando aparece leucorrea no se prescribe el fármaco adecuado o específico para los agentes etiológicos, incluso pueden considerarse las manifestaciones o complicaciones como normales e interferir en la calidad de vida de la paciente. La falta de seguimiento de los reportes no es una variable nueva, durante muchos años ha pasado inadvertida la información de citologías relacionadas con microorganismos y, por lo tanto, se desaprovecha este recurso. Además, no existen datos precisos en torno a la notificación de los reportes de citologías cervicovaginales asociadas con la coexistencia o identificación de los microorganismos, de ahí la importancia de exponer este trabajo.
Utilizar la información de los expedientes clínicos electrónicos asegura que los datos identificados reflejen la conducta establecida por el sistema de salud en cuanto al tratamiento de las pacientes a quienes se practica la citología cervicovaginal e identificación de los agentes patógenos; no obstante, debe reconocerse que existen casos cuyas acciones sí se realizan, pero no quedan registradas en el expediente; por lo tanto, ese registro representa el medio oficial más cercano para conocer el tratamiento otorgado a una paciente.
En este estudio se consideró como tratamiento recibido cuando el procedimiento se efectuó en los primeros 30 días de la obtención de la citología. De acuerdo con los manuales de procedimiento y la Norma Oficial Mexicana, los tratamientos indicados después de esa fecha no se consideran oportunos, sino alejados del ideal.
Los gérmenes identificados en la citología cervicovaginal discrepan ampliamente de lo establecido en la bibliografía, quizá por la deficiente discriminación que el estudio efectúa entre la flora normal y la patógena. Su explicación más acertada sugiere que la citología cervicovaginal no es un método específico para la identificación de microorganismos; sin embargo, supone un valor agregado a la prueba.
La elevada prevalencia de Gardnerella vaginalis puede deberse al incremento en el pH vaginal. Desde el punto de vista fisiopatológico, el pH alto representa un ambiente óptimo para el crecimiento de esta bacteria. Así, el cambio del pH está influido, en buena medida, por el estilo de vida de las mujeres, sobre todo la población trabajadora (obreras), que se encuentra en condiciones para ocasionar estos cambios, por ejemplo: tipo de ropa que utilizan en el trabajo y las amplias jornadas laborales.15-17
De acuerdo con la normatividad, 100% de las pacientes que se realizan citologías cervicales deben contar con un expediente médico que avale la entrega de los resultados del estudio y el protocolo de tratamiento establecido, en caso de requerirse; sin embargo, la realidad dista mucho de ello, es decir, se identifican las infecciones, pero no se prescribe tratamiento.11,13) En estas pacientes se desconoce el motivo por el que no se notifica el diagnóstico ni se establece el tratamiento; algunos estudios reportan abandono del proceso por parte de las pacientes, es decir, no acuden por sus resultados.
En este estudio el porcentaje de quienes recibieron el reporte, el diagnóstico y tratamiento fue muy inferior a lo esperado; por tanto, representa un área de oportunidad para los sistemas de salud y de beneficio clínico para la población atendida. En el contexto de economía de salud, donde los recursos son escasos, debe aprovecharse la información proporcionada por la citología cervicovaginal como método de diagnóstico.
No informar a las pacientes los resultados de la citología cervicovaginal implica olvidarse que en el derecho a la salud sexual y reproductiva de las mujeres se incluye el diagnóstico y tratamiento, es decir, se está faltando a este derecho, por no hacerlo de su conocimiento. Aunque gran parte de la población rebasa la demanda de atención de los servicios de salud, es necesaria la implementación de estrategias que garanticen el acceso a la información de estas mujeres y reciban tratamiento oportuno.