ANTECEDENTES
La inducción del parto es el procedimiento dirigido a desencadenar las contracciones uterinas de pacientes con dificultad para producirlas espontáneamente y cuya vía de finalización del embarazo es mediante parto. De acuerdo con diversos autores, entre 20-30% de las mujeres requiere inducción del trabajo de parto.1,2
La maduración cervical es el proceso que comprende los cambios de forma, posición, consistencia y ampliación del conducto endocervical, imprescindibles para que se produzca el parto, y que puede acelerarse mediante distintos métodos.1,3
Entre los métodos de maduración cervical efectivos están los dilatadores cervicales mecánicos y la administración de prostaglandinas E1 (PGE1) y E2 (PGE2). Los métodos mecánicos tienen la finalidad de disminuir la tasa de cesáreas4 y pueden utilizarse en pacientes con antecedente de cesárea previa o cirugía uterina mayor.5
En México, la inducción del trabajo de parto suele ser una práctica común; sin embargo, la inducción mediante métodos mecánicos es poco convencional.
Un estudio australiano sugiere que los métodos mecánicos muestran eficacia clínica similar a las prostaglandinas.6 Las ventajas de la sonda Foley incluyen: bajo costo comparado con las prostaglandinas, estabilización a temperatura ambiente y reducción del riesgo de taquisistolia uterina, con o sin cambios en la frecuencia cardiaca fetal.4
El objetivo de este estudio consistió en determinar la efectividad de la inducción del trabajo de parto con sonda Foley en pacientes con embarazo a término, con antecedente de cesárea previa.
MATERIALES Y MÉTODOS
Ensayo clínico, no controlado, efectuado en pacientes con embarazo de término, que acudieron al servicio de Tococirugía del Hospital General Regional 1 (IMSS) de Ciudad Obregón, Sonora, entre enero y agosto de 2017. Previa autorización por el comité nacional de ética en investigación, las pacientes firmaron el consentimiento informado para llevar a cabo el estudio. El muestreo fue no probabilístico, por casos consecutivos. Se eliminó del estudio a las pacientes que por indicación obstétrica se decidió la interrupción de la inducción mediante sonda Foley antes de cumplir las 6 h.
Al ingresar a las pacientes al área de tococirugía se realizó la estimación inicial (basal) de las condiciones cervicales mediante la escala de Bishop modificada; en quienes tuvieron puntaje menor de 6 se procedió a la colocación de la sonda Foley (≥ 16 French) intracervical, con previa verificación de la integridad del globo-balón e instilación de 30 cc de solución. Para el procedimiento se aseó el área genitoperineal y vaginal con jabón prequirúrgico y técnica aséptica; posteriormente se introdujo la punta de la sonda Foley manualmente, procurando el paso del globo desinflado a través del orificio cervical interno, después se llenó el globo con 30-40 cc de solución y se ejerció tracción constante y lenta mediante una solución graduada de 1000 cc, que se anudó al extremo libre de la sonda Foley. Se estimó el tiempo de inicio de la inducción y se vigiló constantemente la frecuencia cardiaca fetal y las constantes vitales de la madre. Se revaloró la escala de Bishop a las 6 horas o a la expulsión de la sonda.
Se consideró exitosa la inducción del trabajo de parto al obtener un puntaje en la escala de Bishop modificada ≥ 6.
Las pacientes en quienes se logró mejorar la puntuación de la escala de Bishop ≥6, mediante la inducción con la sonda Foley, continuaron en vigilancia del trabajo de parto y si lo requerían se procedió a la conducción y prueba de trabajo de parto, según las recomendaciones del médico tratante en cada caso particular.
Para variables cuantitativas y frecuencias se utilizó estadística descriptiva, con medidas de tendencia central y dispersión. La búsqueda de asociación entre la efectividad de la prueba con las variables categóricas se analizó con la χ2.
RESULTADOS
Se estudiaron 36 pacientes, con media de edad de 26.31 años y edad gestacional de 39.79 semanas. Cuadro 1
Variable | Mínimo | Máximo | Media | Moda | DE |
Edad | 16 | 39 | 26.31 | 25 | 5.95 |
Semanas de embarazo | 37.0 | 42.3 | 39.79 | 41 | 1.56 |
Embarazos | 1 | 5 | 2.08 | 1 | 1.07 |
Tiempo de inducción (min) | 1 | 100 | 25.78 | 35 | 21.88 |
Índice de masa corporal | 17.9 | 48.5 | 32.38 | 31.2 | 6.32 |
DE: desviación estándar.
En cuanto a paridad, 13 de 36 pacientes eran primigestas. Respecto del estado nutricional, se registraron 28/36 casos con sobrepeso. Para la estimación del tiempo de inducción con sonda Foley se dividió a las pacientes en grupos 1: igual o menor de 35 min (29/36 casos) y grupo 2: mayor de 36 min (7/36 casos). Cuadro 2
Variable | n | (%) | |
Embarazos | 1 | 13 | 36 |
2 | 12 | 33 | |
3 | 7 | 20 | |
4 | 3 | 8 | |
5 | 1 | 3 | |
IMC | Peso normal | 2 | 6 |
Sobrepeso | 28 | 77 | |
Obesidad | 6 | 17 | |
Tiempo de inducción | < 35 min | 29 | 81 |
> 35 min | 7 | 19 |
Peso normal (IMC: 8.5 a 24.9), sobrepeso (IMC: 25 a 29.9), obesidad (IMC: > 30)
La inducción con sonda Foley fue exitosa en 34 de 36 pacientes, con vía de finalización del embarazo mediante parto en 24/36 y cesárea en 12/36 mujeres. Del total de participantes, 10 de 36 tenían antecedente de cesárea previa, culminando 6/10 por parto y 4/10 por cesárea. Cuadro 3y4
Variable | n | (%) | |
Efectividad de la inducción | Efectiva | 34 | 94 |
No efectiva | 2 | 6 | |
Vía de finalización del embarazo | Parto | 24 | 67 |
Cesárea | 12 | 33 | |
Cesárea previa | Sí | 10 | 28 |
No | 26 | 72 | |
Indicación de cesárea | Arresto en descenso | 2 | 17 |
DCP | 1 | 8 | |
FPTDP | 3 | 25 | |
EFNT | 6 | 50 |
DCP: desproporción cefalo-pélvica; FPTDP: falta de progresión del trabajo de parto; EFNT: estado fetal no tranquilizante.
Variable | Parto | Cesárea | |||
(n) | (%) | (n) | (%) | ||
Cesárea previa | 6 | 60 | 4 | 40 | |
Primigestas | 7 | 54 | 6 | 46 | |
Multigestas | 17 | 74 | 6 | 26 | |
Tiempo de inducción | <35 min | 20 | 69 | 9 | 31 |
>35 min | 4 | 57 | 3 | 43 |
Al analizar la vía de finalización del embarazo de pacientes primigestas, 7/13 culminaron por parto y 6/13 por cesárea. Por su parte, 17/23 pacientes multigestas finalizaron por parto y 6/23 por cesárea. De acuerdo con el tiempo de respuesta de la inducción, finalizaron mediante parto 20 de 29 casos del grupo 1 (igual o menor de 35 min) y 4 de 7 pacientes del grupo 2 (mayor de 36 min). Cuadro 4
La efectividad de la inducción del trabajo de parto en pacientes con cesárea previa se reportó en 8/10 casos y no efectiva 2/10. Todas las pacientes (n = 36) expulsaron la sonda Foley. Cuadro 5
Variable | Efectividad | |||
Efectiva n (%) | No efectiva n (%) | p | ||
Cesárea previa | Sí | 8 (80) | 2 (20) | .019 |
No | 26 (100) | - | ||
Gestas | Primigestas | 13 (100) | - | .274 |
Multigestas | 21 (91) | 2 (9) | ||
IMC | Normal | 2 (100) | - | .739 |
Sobrepeso | 26 (93) | 2 (7) | ||
Obesidad | 6 (100) | - | ||
Tiempo de inducción | < 35 min | 28 (97) | 1 (3) | .261 |
> 35 min | 6 (86) | 1 (14) |
La efectividad de la inducción del trabajo de parto se asoció con el antecedente de embarazos previos en todas las pacientes primigestas y en 20/23 multigestas (p = 0.274). Cuadro 5
DISCUSIÓN
La efectividad de la inducción del trabajo de parto con sonda Foley en pacientes con embarazo a término fue de 94%. En las mujeres que solo tienen una cicatriz uterina, el parto representa una reducción significativa de la morbilidad materna y ofrece mejor pronóstico obstétrico para embarazos posteriores.7 Los agentes mecánicos de maduración cervical parecen causar la producción endógena de prostaglandinas mediante la inducción de alguna fuerza de estiramiento de las células miometriales y el amnios.8
Una revisión de Cochrane asociada con métodos mecánicos de inducción del trabajo de parto, que incluyó 71 ensayos controlados aleatorizados (n = 9722 pacientes), sugiere una eficacia clínica similar a las prostaglandinas (sin diferencias significativas en las tasas de cesárea y parto dentro de las 24 horas de inducción), y tasas más bajas de hiperestimulación con cambios en la frecuencia cardiaca fetal versus la administración de PGE2 vaginal (RR 0.16; IC95% 0.06-0.39) y misoprostol (RR 0.37, IC95%: 0.25-0.54).6,9 Nuestro estudio demuestra que este método es una opción efectiva para llevar a cabo la inducción del trabajo de parto.
Las ventajas relacionadas con la maduración cervical con sonda Foley versus tratamiento farmacológico incluyen: menor costo, tasa de cesárea similar a la inducción del parto con prostaglandinas y disminución de la hiperestimulación, con y sin cambios en la frecuencia cardiaca fetal, comparada con diversas preparaciones de prostaglandinas.1,2,4,8,10
Además, la inducción del trabajo de parto con sonda Foley reportó una tasa de éxito de 90% versus misoprostol y dinoprostona, según lo referido por la OMS.11
Entre las limitantes del estudio se encuentran: práctica reducida en la inducción del trabajo de parto con sonda Foley por el personal de salud y curva de aprendizaje baja. Se requieren estudios que implementen la medición del dolor durante la inducción del trabajo de parto con sonda Foley, aunque subjetivamente se observó menor dolor asociado con la contractilidad uterina versus la administración de prostaglandinas. Es importante estimar el tiempo del procedimiento, desde el inicio de la inducción con sonda Foley hasta la finalización del embarazo.
CONCLUSIONES
La efectividad de la inducción del trabajo de parto con sonda Foley en pacientes con embarazo de término fue de 94%. Este protocolo permite establecer las condiciones idóneas para la inducción del trabajo de parto, en un tiempo promedio de 35 minutos, sin el inconveniente de esperar para la aplicación de prostaglandinas u oxitocina. Es un método útil, económico, seguro y con resultados prometedores.