ANTECEDENTES
La pubertad es una etapa que se caracteriza por la aparición de caracteres sexuales secundarios gracias a la activación del eje hipotálamo-hipófisis-gónadas. Desde el punto de vista fisiológico se inicia entre los 8 y 13 años, controlado por factores genéticos, neuroendocrinos y metabólicos. El primer indicio es la aparición del botón mamario telarca seguido del crecimiento del vello púbico y axilar pubarca y finalmente la primera menstruación menarquia.1 Si bien la menarquia ocurre 1 a 2 años después de la telarca, se considera un rasgo fiable para evaluar y comparar el desarrollo sexual en poblaciones porque la edad a la que se inicia puede representar el estado de salud y comportarse como indicador global del mismo.2,3,4 Se han identificado diversos factores asociados con la edad al inicio de la menarquia, de los que destacan la exposición prenatal al estrés, la nutrición, el nivel de actividad fisica, el sobrepeso-obesidad, el acceso a servicios de salud pública y los factores genéticos, entre otros.5-8 Es por esta variación de factores por poblaciones que se han logrado explicar diferencias signficativas en la edad a la menarquia al comparar entre distintos países; en México se reporta una edad promedio de inicio a los 11.9 años.9 También está descrita una diferencia no solo entre poblaciones, si no entre la misma población a distintos periodos. En 1962, Tanner y colaboradores reportaron en su población una disminución en la edad para el inicio de la menarquia de aproximadamente cuatro meses por década.10,11 En un informe publicado en 2020 por el Centro Nacional de Salud y el Centro de Control y Prevención de Enfermedades CDC, la edad promedio a la menarquia en Estados Unidos disminuyó de 12.5 años a 11.9 entre 1995 y 2013-2017.12 Por lo anterior, el objetivo del estudio fue: determinar si la edad al inicio de la menarquia en mujeres mexicanas ha disminuido a lo largo de las décadas.
MATERIALES Y MÉTODOS
Estudio observacional, retrospectivo y multicéntrico efectuado en pacientes atendidas entre 1977-2021 en el Instituto Nacional de Perinatología Isidro Espinosa de los Reyes y 2022-2023 en el Centro Especializado para la Atención de la Mujer. Criterios de inclusión: pacientes con nacionalidad mexicana con historia clínica completa. Criterios de exclusión: pacientes que consultaron por: amenorrea primaria, con diagnóstico de pubertad precoz telarca menos de 8 años o menarquia antes de los 9 años o pubertad tardía menarquia hasta los 17 años, con datos incompletos en el expediente electrónico, expedientes duplicados y nacionalidad extranjera. El dato de la edad al inicio de la menarquia de las pacientes se obtuvo de la historia clínica. Para fines de estudio las participantes se dividieron en cinco grupos según la década de nacimiento A: 1920-1969, B: 1970-1979, C: 1980-1989, D: 1990-1999, E: 2000-2009. Se decidió unir a las pacientes nacidas entre 1920-1960 por la limitada cantidad de participantes de estas décadas.
Para la comparación de las variables se utilizaron las pruebas t de Student y exacta de Fisher. Los criterios de normalidad se evaluaron con la prueba de Kolmogórov-Smirnov y con Kruskal-Wallis para entre grupos. Para evaluar las diferencias en la tendencia de la edad al inicio de la menarquia se hizo un análisis de regresión lineal simple mediante ANOVA: la década de nacimiento se consideró variable explicativa. El análisis estadístico se procesó en el programa SPSS IBM, New York, NY, el valor de p < 0.05 se consideró significativo.
RESULTADOS
Se revisaron 22,100 expedientes, de los que se excluyeron 244 de pacientes con amenorrea primaria, 620 expedientes incompletos, 115 de nacionalidad extranjera y 406 duplicados. En el análisis final se incluyeron 20,715 pacientes. La edad media global de inicio de la menarquia fue de 12.0 años ± 1.62. Al hacer la comparación entre grupos se observó una diferencia estadísticamente significativa entre la edad media a la menarquia entre los grupos de décadas p = 0.0001 Cuadro 1. Mediante regresión lineal simple se observó una tendencia estadísticamente significativa en la disminución de la edad conforme transcurren las décadas, con una disminución de 0.135 años 1.35 meses por cada década transcurrida p < 0.000. Figura 1
Grupo | Década de nacimiento | n % | Media DE en años |
---|---|---|---|
A | 1920-1969 | 1,070 5.1% | 13.16 ±1.60 |
B | 1970- 1979 | 3,154 15.2% | 12.49 ±1.61 |
C | 1980- 1989 | 7,715 37.2% | 12.49 ±1.64 |
D | 1990- 1999 | 6,710 32.3% | 12.45 ±1.63 |
E | 2000- 2009 | 2,066 9.9% | 11.94 ±1.43 |
- | Total / p | 20,715 | p<0.0001 |
DISCUSIÓN
Si bien la menarquia es una etapa tardía en el desarrollo puberal es uno de sus signos más característicos. El estudio confirma que existe una disminución progresiva en la edad para el inicio de las menstruaciones, con una media de 13.16 años en el grupo A 1920-1960 y 11.94 años en el grupo E 2000-2009, lo que claramente muestra una disminución lineal, progresiva y estadísticamente significativa.13,14
Esta disminución ya ha sido mencionada en estudios más pequeños,10-14 en parte debida al decremento de la mortalidad infantil secundaria a la mejoría de los servicios de salud mundiales. También existe evidencia de que su inicio es por demás sensible a señales endógenas y exógenas influidas por factores ambientales, como la alimentacion y el estado nutricional causantes de obesidad y desnutrición, la exposición a “disruptores” endocrinos pesticidas y compuestos inorgánicos en la dieta, al estrés y a la actividad física excesiva. Todos estos factores pueden afectar la funcionalidad del eje hipotálamo-hipófisis-gonadal.15
La importancia de esta tendencia secular radica en la menarquia como un indicador de salud.16 La menarquia temprana tiene consecuencias importantes a corto y largo plazo. A corto plazo, las niñas que experimentan una menarquia temprana pueden enfrentar desafíos emocionales y psicosociales, como la falta de preparación para los cambios corporales y la posible diferencia con sus pares, lo que puede afectar su autoestima y bienestar emocional.17,18,19 A largo plazo, una menarquia temprana se ha asociado con mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas en la adultez: obesidad, diabetes mellitus tipo 2, cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer, como el de mama.20,21,22 Estas asociaciones se deben, en parte, a la prolongada exposición a las hormonas sexuales. Asimismo, la menarquia temprana puede estar relacionada con un inicio más temprano de la vida sexual y, en consecuencia, con mayor riesgo de embarazos no planificados y enfermedades de trasmisión sexual.23,24,25 Por lo tanto, es decisivo entender los factores que influyen en la edad para la menarquia y sus implicaciones en la salud pública y el bienestar individual.
En relación con las fortalezas del estudio, sin duda está la inclusión de más de 20,000 pacientes, cantidad que proporciona una muestra fiable para un análisis estadístico robusto. A su vez, a diferencia de los estudios previos, es el primero que incluye a una cohorte reciente de mujeres que nacieron después del año 2000. Entre las limitaciones están las propias del diseño retrospectivo. A su vez, el solo hecho de incluir dos centros de la Ciudad de México, la muestra no puede considerarse representativa de todo el país. No se descarta el sesgo del recuerdo porque la edad a la primera menstruación fue proporcionada por las pacientes al momento de la consulta. Por último, la edad a la menarquia se asocia con ciertos determinantes genéticos, nutrición, ejercicio y estrés, entre otros.
CONCLUSIONES
Se encontró una disminución significativa en la edad al inicio de la menarquia a lo largo de las décadas de 1.35 meses por cada década transcurrida p < 0.000. Este cambio podría tener diversas implicaciones en la salud pública y la atención médica ginecológica. Los resultados resaltan la necesidad de emprender estudios futuros que investiguen las causas específicas de esta tendencia y sus posibles consecuencias a largo plazo.