Introducción
La medicina se ha entrelazado con las artes desde su origen, como parte del amplio campo de las humanidades que incluyen a la historia, la ética y la filosofía, esta relación ha permitido enseñar a través de sus manifestaciones las actividades que realiza el médico en la clínica, o en las lecciones de medicina plasmadas en diversas obras a lo largo de la historia. Otro motivo artístico ha sido documentar la historia de la medicina, de hecho, una parte importante del conocimiento que se tiene actualmente de la historia de la medicina es gracias a las obras de arte que tienen como tema la medicina y su evolución.
De acuerdo con el doctor Ricardo Topolansky, muchas de las imágenes, petroglifos o pictogramas que aparecen en la profundidad de cuevas, que tal vez fueron sagradas,1 fueron hechas por los chamanes, es decir, por los primeros médicos. De esta forma la relación entre la medicina y el arte es mucho más estrecha y antigua de lo que podríamos imaginar y no es ocioso pensar que esta relación ha influido en la forma de expresión de una y otra a lo largo del tiempo. Los acontecimientos médicos y de la vida diaria fueron plasmados en distintas épocas de la prehistoria y la historia, y sus artistas se convirtieron en los cronistas de los sucesos importantes o más llamativos que acontecían en determinado lugar. Por ejemplo, pequeñas estatuas de jade o marfil les servían a las mujeres chinas para indicar al médico la región “enferma”, sin tener que mostrar su propio cuerpo. Una vasija de fines del siglo VI a. C. muestra a Esténelo vendándole un dedo a Diomedes en la guerra de Troya, de acuerdo con el relato de Homero (Figura 1).
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Fuente: https://wellcomeimages.org/indexplus/image/V0015940.html Wellcome Collection gallery (2018-04-03) Imagen de dominio público
Figura 1 Estéleno vendando el dedo herido de Diomedes. Dibujo a tinta en ánfora de cuello calcídica c. 550 a. C.
Algunas estatuas de bronce representaban enfermos, como la de un giboso en el siglo I d. C., y en un muro de Pompeya se puede ver un médico extrayendo una punta de flecha de la pierna de Eneas (Siglo I d. C).2
Así, a lo largo del tiempo las representaciones de temas médicos en la pintura han reflejado los cambios que se presentan en las épocas en las que fueron plasmadas. Entre 1475 y 1506 Hieronymus Bosch pinta la Extracción de la piedra de la locura, en el siglo XVII Rembrandt pinta Lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp en 1632 y Lección de anatomía del doctor Deijman, en 1656. Pierre Brouillet, a fines del siglo XIX pintó Lección clínica en la Salpetrière, donde se muestra un servicio de enfermedades neurológicas y en el siglo XX, aparecen representaciones de enfermedades y sufrimiento físico como La columna rota de Frida Kahlo de 1944.
Breve historia de los hospitales
Los hospitales en occidente surgen en la Edad Media, inicialmente en Italia y en Francia. Un grabado en madera del siglo XIV muestra una sala del Hôtel Dieu de París (Museo de la Asistencia Pública y los Hospitales de París) en el que se pueden apreciar artísticas columnas con esculturas, imágenes y vitrales. En 1440 se encomienda a dos pintores de Siena la decoración pictórica de la sala principal del Ospedale di Santa Maria della Scala di Siena, el cual se construyó entre los siglos XIII y XIV, siguiendo el modelo del Hôtel Dieu de París (Figura 2); cuenta con salas largas y estrechas, arcos y columnas, la luz ingresa por los altos ventanales. Es novedoso para la época el carácter no religioso de las pinturas, las cuales muestran el funcionamiento habitual de la atención a los pobres y desvalidos en el hospital, como La distribución de la limosna (Sala del Pelegrinado) y La cura y gobierno de los enfermos. Quienes concurrían al Ospedale, podían ver en los murales la atención que allí podían recibir. También hay obras religiosas, en las capillas y sacristías del Ospedale, como La Madona del manto.
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Figura 2 Grabado que representa la vida cotidiana en el Hôtel-Dieu en el siglo XVI. Expuesta en el Museo de la Asistencia Pública de París
En México, los primeros hospitales tienen su origen en la época colonial. Cortés funda el Hospital de la Concepción de nuestra Señora conocido como de la Inmaculada Concepción (actual Hospital de Jesús) en 1524. Se establecen en la ciudad de México el Hospital Real de San José de los Naturales (Hospital Real de Indios) “para los pobres indígenas”; el Hospital del Amor de Dios para los enfermos de sífilis y en el siglo XVIII se crea el Hospital de San Andrés para atender a los enfermos de la epidemia de viruela de 1779 una vez que termina la emergencia este hospital permanece con carácter de “general” en México. Estos son solo tres ejemplos de los numerosos hospitales que se fundaron en durante el virreinato.
A medida que se fundaban nuevas ciudades fueron naciendo más hospitales con características similares, que regresaron poco a poco a manos del clero. El último hospital construido en México en el periodo novohispano fue el de San Sebastián, en la ciudad de Veracruz en 1799, que funcionó como tal hasta el año 1986.3 En estos hospitales, por ser administrados por religiosos, las imágenes que existían en ellos eran de ese carácter, representando la caridad y las actividades virtuosas de los santos.
Después de la Revolución mexicana y durante la primera mitad del siglo XX, la mayoría de los hospitales en México seguían teniendo las características de los nosocomios de los siglos anteriores. El Hospital General de México, el más moderno de tipo público e inaugurado en 1905, había sido edificado siguiendo el modelo de finales del siglo XIX de los hospitales europeos construidos con pabellones para aislamiento.
En las décadas de 1930 y 1940 se inicia el modelo de construcción hospitalaria que prácticamente seguiría durante el resto del siglo XX. Se construyen en esta época el Instituto Nacional de Cardiología, el Hospital Infantil y el Hospital “Manuel Gea González”. El gran desarrollo del Instituto Mexicano del Seguro Social propició los nuevos proyectos para hospitales y sentó las bases de la escuela de arquitectura hospitalaria, teniendo en su momento los hospitales más modernos pasando del concepto de “hospital general” al de “centro médico” que se caracteriza por agrupar los servicios de salud y contar con especialidades médicas, esta figura se desarrolló sobre todo en la Ciudad de México y tienen la cualidad de ser nacionales.
Origen y desarrollo del movimiento muralista
Mientras se implementaban los cambios en la estructura hospitalaria, el arte se encontraba también en un proceso de cambio, gracias a las ideas de José Vasconcelos (1882-1959), quien estructuró todo un programa para la educación y la cultura que incluía fomentar una nueva corriente artística: el muralismo, que pudiera representar la historia y los valores nacionales, por un lado, y educar el gusto del público, por otro.
Para ello llamó a los mejores pintores que tenía México en ese momento, incluyendo a Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Roberto Montenegro, Ramón Alva de la Canal, Fermín Revueltas, Fernando Leal y Jean Charlot. Vasconcelos les expuso sus ideas acerca de la educación y de la filosofía que debían inspirar sus obras, persiguiendo varios objetivos: educar el gusto, trasmitir ideas de patriotismo y de orgullo por lo estrictamente mexicano, fomentar la igualdad social, llegar al fondo del alma del espectador para transformarlo.4
Así, la pintura mural en México surgió como una necesidad de los artistas de crear un estilo propio que los alejara de la pintura europea, deseaban construir una estética nacionalista con la intención de identificar a los mexicanos como tales dentro y fuera del país, la meta del movimiento muralista mexicano era enfatizar la rica tradición cultural de México, reflejar los cambios sociales, los avances técnicos y científicos que se gestaban en México y hacer llegar el arte a toda la población, de esta forma los artistas realizaron sus obras en diferentes recintos públicos.5
Mientras que los hospitales se convirtieron en sitios cruciales para la producción de conocimiento científico y médico, sus estructuras se convirtieron en lienzos en los que los artistas plasmaban su visión de México. La primera obra de estas características es La maternidad y la asistencia social (1946), mural encargado a Pablo O’Higgins y Leopoldo Méndez para la Maternidad Número uno, hoy Hospital General Regional Número uno Dr. Carlos MacGregor Sánchez Navarro. Este es el primer mural que se realiza en una construcción hospitalaria nueva. A partir de entonces muchos artistas realizaron obras en edificios hospitalarios, de los cuales algunos sobresalen por su mensaje social y su trascendencia a lolargo del tiempo.
Mural Historia de la Cardiología
En 1944 el doctor Ignacio Chávez pensó en Diego Rivera para decorar el vestíbulo del auditorio del recién construido Instituto Nacional de Cardiología de la Ciudad de México (Figura 3).
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Mural Historia de la Cardiología de Diego Rivera, 1944. Instituto Nacional de Cardiología. Ciudad de México. México.
Figura 3 Detalle del Mural Historia de la Cardiología
El doctor Chávez quería ilustrar “los momentos culminantes de la creación científica, los descubrimientos más fecundos, los hombres de radiación mayor” e inmediatamente estuvo seguro de que el mejor modo de conseguirlo era mediante dos grandes murales.6 Le presentó la idea a Diego Rivera quien revisó las notas que le hizo llegar el Dr. Ignacio Chávez y presentó el boceto. Los murales se realizaron entre 1943 y 1944 con la técnica al fresco sobre bastidores metálicos y constan de dos tableros que incluyen en la parte inferior cuatro grisallas (dos en cada uno) que representan la medicina de la antigüedad y por arriba de ellas las representaciones de personajes y momentos clave en el desarrollo de la cardiología.7. El primer mural presenta los personajes de que formaron parte en el desarrollo de la cardiología en los campos de la fisiología, la anatomía, la patología y la clínica. El segundo mural contiene personajes que estuvieron involucrados en el desarrollo de instrumentos de diagnóstico como la radiología y de medios de laboratorio y farmacológicos. El centro de ambos murales está ocupado por pinturas de famosos médicos y cardiólogos de diversos orígenes examinando enfermos, y además compartiendo con colegas y alumnos, ilustrando el carácter eminentemente práctico y colectivo del estudio y el aprendizaje de la medicina.8
Murales del Hospital La Raza
En 1945, el arquitecto Enrique Yáñez, ganador de la convocatoria del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para la construcción de su primer hospital de zona que se ubicaría frente al monumento a La Raza, integró a su propuesta murales de Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. El 5 de julio de 1951 Siqueiros presentó presupuesto, maqueta y bocetos para la obra que se ubicaría en el vestíbulo del auditorio, a la que tituló Por una seguridad social completa y para todos los mexicanos. El tiempo fijado para la terminación de la obra, con una superficie aproximada de 310 metros cuadrados, fue de ocho meses a partir del 8 de noviembre de 1951.9 El muralista desarrolló el trabajo a un ritmo lento debido a problemas como la escasez de material pictórico. No obstante, a causa de la conclusión del sexenio de Miguel Alemán, el edificio y el mural fueron inaugurados simbólicamente el 12 de octubre de 1952.10. Rivera por su parte concluyó en 1953 el mural El pueblo en demanda de salud que se encuentra en el vestíbulo principal del cuerpo central del mismo hospital donde representa la medicina prehispánica y la del virreinato hasta llegar a la medicina contemporánea, a través de la secuencia que busca enaltecer los avances científicos y tecnológicos acaecidos en la nación.11
Mural Apología de la futura victoria de la ciencia médica contra el cáncer
Unos años después de completar el mural en el Hospital de La Raza, Siqueiros aceptó otra comisión del IMSS esta vez en el Centro Médico Nacional, donde el tema solicitado fue el cáncer. Construido entre 1954 y 1961 el Centro Médico incluía laboratorios, farmacia, banco de sangre, área de enfermería, enseñanza, oficina de gobierno, local para ambulancias y siete hospitales especializados.12 Hoy en día este hospital sigue siendo el centro hospitalario más importante de México, incluso después del terremoto de 1985 que forzó la demolición de edificios enteros. El mural de Siqueiros ubicado en el ala oncológica del hospital se divide en prehistoria, historia, presente y futuro: “la era de la ciencia”: la humanidad triunfante, al ver el espectro del cáncer, que huye derrotado ante el avance de la ciencia médica.
Conclusión
Los hospitales se revelan como espacios que pueden incorporar a trabajadores de la salud, pacientes y visitantes al mismo tiempo, los murales transmiten un significado colectivo y ofrecen una narrativa contrastante de la enfermedad, la salud y la evolución de la ciencia y la tecnología, temáticas médicas que lejos de la posibilidades decorativas se convierten en expresiones de los cambios que ocurren en una época, los murales llevan el arte a los pacientes, a los médicos y a todos los que por algún motivo tengan que asistir al hospital y proporcionan un acercamiento de la expresión artística a la comunidad en un lugar que por su naturaleza se relaciona con dolor y angustia. Los murales en los hospitales acercan la historia de la medicina al espectador.