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Boletín de la Sociedad Botánica de México
versión impresa ISSN 0366-2128
Bol. Soc. Bot. Méx no.85 México dic. 2009
In memoriam
Luis Alfredo Pérez Jiménez
(12 de enero de 1942 27 de marzo de 2009)
Luis Alfredo Pérez Jiménez fue un pionero en la fundación y el desarrollo de la Estación de Biología Chamela de la UNAM que dejó huella en todos los rincones de la Estación y de la zona en los alrededores de Chamela, en la costa de Jalisco. Siendo Investigador Titular del Instituto de Biología, UNAM, sirvió durante muchos años como Jefe de la Estación, sin desanimarse en los primeros años de operación, cuando se trabajaba en condiciones difíciles, muy precarias, inciertas y de aislamiento geográfico y de telecomunicaciones. Llegó incluso a vivir en tiendas de campaña. En buena medida, el que la Estación se haya convertido en un importante centro de referencia para estudios sobre selva baja caducifolia a nivel internacional, se debe a la tenacidad y al sacrificio personal de gente que, como Alfredo, dedicaron un enorme esfuerzo y tiempo (personal y familiar) a los tediosos y complicados aspectos relacionados con la administración de una Estación de Campo.
Apasionado botánico, describió en 1982 una especie arborescente endémica de la zona, Jatropha chamelensis, y en 1990 publicó junto con Josefina Barajas Morales, el Manual de Identificación de Arboles de Selva Baja Mediante Cortezas. Colaboró en numerosos estudios ecológicos, particularmente como parte del "Proyecto Cuencas" un estudio ecosistémico de largo plazo sobre la estructura y funcionamiento de las selvas bajas. Además de su contribución significativa en lo concerniente a aspectos taxonómicos de la flora de la región, uno de sus legados científicos más importante lo constituye una base de datos única, de más de 25 años, sobre crecimiento de árboles en parcelas permanentes. Alfredo diseñó y montó un sistema de medición que, de manera sistemática, le permitió dar seguimiento, año con año, del crecimiento diametral en más de 3,500 individuos de 100 especies de árboles de selva baja caducifolia y subcaducifolia de Chamela. No son comunes estos esfuerzos de monitoreo sostenidos por décadas, a pesar de que son la base para entender procesos que operan a grandes escalas espaciales y temporales y que han cobrado gran relevancia internacional, pues se enmarcan en el contexto de los estudios relacionados con el cambio global.
Sus recolectas herborizadas formaron la base del conocimiento de la flora de la Estación. Alfredo generosamente se dedicó a la identificación de cientos de paquetes de ejemplares de respaldo estériles que resultaron de los estudios de la ecología vegetal de la región de Chamela, a los cuales siempre aportaba su experiencia profunda con la flora. Transmitió a muchas generaciones de estudiantes y colegas el gusto de conocer íntimamente a la selva. Por medio de su entusiasmo y fino sentido del humor, su compañía alentadora, hizo parecer un juego algo que hubiera podido ser un estudio pesado, árido y difícil. Ayudó a los principiantes a aprender a ver y distinguir a las especies dentro de la diversidad impactante de la flora de Chamela, aún durante la larga temporada de sequía y sin hojas. Todas aquellas indicaciones de identidad de los árboles eran secretos que compartió con la apariencia de conspirador. Alfredo, calmado, analítico y reflexivo, en el campo se avivaba, chiflaba, tendía bromas, contaba chistes. Inventaba nombres pseudolatinos risibles para plantas cuya identidad de momento no conocía, y los estudiantes los apuntaban con mucha seriedad. Después, se daban cuenta de que era un engaño, pero se acordarían para siempre de la planta y de sus características.
Manuel Maass
Centro de Investigaciones en Ecosistemas UNAM
Emily J. Lott
Asociada, Plant Resources Center (TEX), University of Texas at Austin
Angelina Martínez Yrizar
Instituto de Ecología UNAM