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Boletín de la Sociedad Botánica de México

versión impresa ISSN 0366-2128

Bol. Soc. Bot. Méx  no.86 México jun. 2010

 

In memoriam

 

Reinhard Weber Göbel

( 2 de Junio de 1938 – 13 de Agosto de 2009)

 

 

El Dr. Reinhard Weber, investigador del Instituto de Geología de la UNAM y uno de los grandes profesores de la Facultad de Ciencias de esta universidad, falleció el pasado 13 de agosto del 2009. Nació en Münster, Alemania, y obtuvo su doctorado en 1967 en la Universidad Tübingen dirigido por el famoso botánico Karl Mägdefrau con la tesis "La flora fósil de las capas de transición entre el Riático y Liásico de Bayreuth (Franconia Alta) con enfoque especial en la sinecología", por la cual se le otorgó la calificación honorífica Magna cum laude.

Unos meses después de doctorarse, el Dr. Weber llegó a México con un grupo de jóvenes investigadores alemanes para trabajar en un proyecto binacional multidisciplinario conocido como Proyecto Puebla/ Tlaxcala. Fue tal el interés que despertó en él la vegetación de nuestro país que decidió buscar aquí una oportunidad de desarrollo profesional como botánico. Según comentarios de él, sus primeros contactos en aquel entonces fueron José Sarukhán Kérmez y Jerzy Rzedowski Rotter, quienes lo convencieron de que se incorporara al Instituto de Geología de la UNAM como investigador en Paleobotánica, ya que el país carecía de especialistas en plantas fósiles. El Dr. Weber ingresó a este instituto en agosto de 1970 y pasó el resto de su vida descubriendo y enseñando magistralmente la diversidad e importancia de plantas fósiles de México, un área muy poco conocida hasta antes de su contribución pionera.

La actividad del Dr. Weber se enfocó principalmente en las tafofloras de la Formación Olmos, Coahuila (Cretácico Tardío), la Formación Santa Clara, Sonora (Triásico Tardío), la Formación Matzitzi, Puebla (Paleozoico Tardío), los estromatolitos de Caborca, Sonora (Precámbrico Tardío) y los depósitos de diatomita de Tlaxcala y Michoacán. Dio a conocer cinco géneros nuevos para la ciencia: Dorfiella (helecho acuático), Sonoraphyllum (incertae sedis), Asinisetum (Equisetaceae), Laurozamites (Bennettitaceae) y Dictyotrichia (cícada), así como siete nuevas especies: Salvinia coahuilenses (helecho acuático), Aechenia knoblochi (conífera), Scoresbya dentata, S. pinnata, Macropterygium mexicanum y M. truncatum (cícadas) y Equisetites aequecaliginosus (Equisetaceae). En su revisión del género Macropterygium propuso dos nuevas combinaciones de los subgéneros Glandulozamites e Indozamites, asi como de la especie Macropterygium regersianum. Como un reconocimiento a sus contribuciones, al Dr. Weber le fueron dedicados los taxa: Coniopteris weberi Delevoryas y Reinweberia ornithopoides Magallón–Puebla & Cevallos–Ferriz.

El Dr. Weber era un convencido de que su agradecimiento al país que lo alojó sería mejor si publicaba su trabajo en revistas mexicanas y de preferencia en español, lo cual no siempre fue posible. Publicó 31 trabajos, la mayoría de ellos en la Revista del Instituto de Geología de la UNAM, el Boletín de la Asociación Latinoamericana de Paleobotánica y Palinología y en el Boletín de la Sociedad Geológica Mexicana; en menor medida en revistas internacionales como Review of Paleobotany and Palinology y Palaeontographica, entre otras. Sus últimos trabajos sobre plantas triásicas y jurásicas de México son del año 2008 y se encuentran en el volumen 115 del Boletín del Instituto de Geología de la UNAM.

El Dr. Weber fue el primer vicepresidente de la Asociación Latinoamericana de Paleobotánica y Palinología, la cual surgió de su iniciativa junto con otros investigadores reunidos en el I Congreso Latinoamericano de Botánica celebrado en México en 1972. También fue miembro fundador, secretario y presidente de la International Association for Angiosperm Paleobotany y representante de México del International Geological Correlation Program de la UNESCO. Participó activamente en diversos cuerpos colegiados como las comisiones dictaminadoras del Instituto de Biología y de la Facultad de Ciencias de la UNAM, el comité editorial de la revista Palaeobotanica et Palynologica, fue evaluador de proyectos de la Comisión para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad de México (CONABIO), del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México (CONACYT) y de la Agencia Nacional de Ciencia y Tecnología de Argentina.

En cuanto a su actividad docente, el Dr. Weber fue un profesor con gran influencia formativa en muchos botánicos y otro tipo de profesionales de la biología en México. Fue profesor en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional de 1972 a 1974. En la Facultad de Ciencias de la UNAM impartió cátedra de licenciatura y posgrado de 1972 a 1994, entre sus cursos destacan los de Botánica III, Paleobotánica, Paleontología, Paleobiología, Morfología de las Plantas, Biología Vegetal y Biologías de Campo, así como varios cursos de actualización para profesores de Botánica. Como un signo de su interés por la mejor formación de los estudiantes de Botánica III, encabezó un grupo de profesores que tradujeron junto con él una serie de artículos científicos, publicados en una Antología de las Plantas Arquegoniadas. Dirigió varias tesis de licenciatura y posgrado, destacando las de Sergio Cevallos Ferriz, Socorro Lozano García, Ángel Zambrano García, Susana Magallón Puebla y Genaro Hernández Castillo.

Es importante señalar que fue trascendental el papel que desempeñó el Dr. Weber en la reactivación del Museo de Paleontología de la Facultad de Ciencias de la UNAM, ya que éste se encontraba totalmente abandonado hacia fines de 1987, y en esta fecha, el director de la Facultad, el Dr. Francisco Ramos, le encomendó dicho cargo. Para tal fin el Dr. Weber convocó a cuatro de sus estudiantes, cuyas actividades se enfocaron principalmente a fortalecer su propia preparación académica, a reactivar la colección de fósiles y a formar un acervo bibliográfico. El Dr. Weber coordinó las actividades de dicho museo hasta fines de 1991, cuando parte del personal ya tenía contratos de tiempo completo, para él dedicarse totalmente a sus labores de investigación en el Instituto de Geología. Así, se tiene la certeza de que sin la participación del Dr. Weber, dicho museo simplemente no existiría.

El Dr. Weber fue sin duda un gran profesor pero también un gran ser humano porque sus enseñanzas trascendían el salón de clases, pues su presencia no estuvo únicamente marcada por la práctica académica. A pesar de su origen germánico, se integró completamente a la cultura mexicana sin renunciar a su férrea disciplina profesional ni a su carracterrrrístico acento alemán. Cómo no señalar su constante interés por compartirnos su afición por artistas como Paul Klee, Remedios Varo o Max Ernst entre otros; y que decir de su gusto por la música clásica, el jazz y la literatura mexicana, por lo que no era raro encontrarlo en las diferentes librerías buscando algunas novedades literarias y musicales; su buen gusto culinario, alrededor del cual nos congregó, departiendo los alimentos preparados por él, siempre acompañados abundantemente con el vino adecuado. Su presencia en dichas reuniones les imprimió un ambiente de camaradería en el que se mezclaban su calidez con el buen sentido del humor. Por ello fue muy natural que a su alrededor se gestara la solidaridad de un grupo de exestudiantes con trayectorias diversas que le acompañó en algunos momentos difíciles y cuya consecuencia fue la consolidación de amistades para siempre, llegando a ser querido, respetado y extrañado por muchos de nosotros.

Su ejemplo, enseñanzas y amistad permanecerán impregnados en nuestra memoria, como la materia orgánica en las rocas, tal vez hasta fosilizarse.

 

Agradecimiento

Hacemos explícito nuestro agradecimiento al doctor Sergio Cevallos Ferriz, por proporcionarnos valiosa información que mejoró de manera importante el presente texto.

Ernesto Velázquez Montes
Facultad de Ciencias, UNAM

Ángel Zambrano García
Instituto Mexicano del Petróleo

Francisco Sour Tovar
Facultad de Ciencias, UNAM.

Sara A. Quiroz Barroso
Facultad de Ciencias, UNAM.

Graciela Zamudio Varela
Facultad de Ciencias, UNAM.

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