Introducción
La preeclampsia con datos de severidad (PS) es una enfermedad multisistémica caracterizada por vasoespasmo, hipoperfusión multiorgánica y daño endotelial1,2. Un elevado porcentaje de pacientes con PS son candidatas a operación cesárea (OC), para lo cual la anestesia espinal (AE) se considera una técnica segura3-6; siendo la bupivacaína hiperbárica el anestésico local más utilizado de forma individual o combinado con un opioide7-9. La hipotensión después de la AE (aunque menos común en las pacientes con PS que en las pacientes sanas10-14) tiene que ser prevenida para mantener el flujo uteroplacentario15,16.
La monitorización materna durante la AE en hospitales del sector público en México incluye parámetros básicos como la frecuencia cardíaca (FC), presión arterial, oximetría de pulso y uresis. En algunos casos se utiliza una línea arterial y un catéter venoso central. Es conocido que la presión venosa central (PVC) con frecuencia no correlaciona con la presión de la arteria pulmonar en cuña, la cual en turno podría no reflejar el trabajo del ventrículo izquierdo. En pacientes con PS, el uso del catéter venoso central está indicado en algunas pacientes con edema pulmonar, enfermedad renal severa y/o cuando se anticipa un manejo de líquidos difícil en el periparto5.
Las metas de los parámetros macrohemodinámicos podrían no estar adecuadamente definidos considerando la oxigenación tisular, global y regional17. En la PS, la ya existente hipoperfusión multiorgánica podría empeorar debido a los cambios hemodinámicos que ocurren durante la AE. Si una de las metas de la circulación sanguínea es asegurar el aporte de oxígeno a los órganos y tejidos, la saturación venosa central de oxígeno (SvcO2) como un sustituto de la saturación venosa mixta de oxígeno (SvO2) podría ser un indicador útil de la oxigenación tisular global18.
La SvO2 refleja una relación entre el aporte de oxígeno (DO) y el consumo de oxígeno (VO). Los determinantes del DO son el gasto cardíaco (CO) y el contenido arterial de oxígeno (CaO). La tasa extracción tisular de oxígeno (ETO2) depende de la demanda de oxígeno, pero también de la habilidad para la extracción de oxígeno17.
En la mayoría de las condiciones fisiológicas, una disminución en la DO se compensa inicialmente por un aumento en la ETO2. En la PS, la hipoxia es una característica que afecta la unidad uteroplacentaria y al tejido materno19. En la PS se ha demostrado una disminución del DO debido a la menor afinidad de la Hb con el oxígeno20, Se ha informado que DO, VO, diferencia arteriovenosa de oxígeno y ETO2 son significativamente menores que los valores vistos en mujeres embarazadas sanas; la ETO2 es anormalmente baja y fija para el embarazo, considerando los bajos niveles de DO y el VO fue dependiente del DO en las pacientes con PS21; y estos índices se han considerado similares a los observados en el shock distributivo19.
El SvcO2, como un sustituto de la oxigenación tisular global, se puede medir de forma intermitente a partir de una muestra de sangre tomada de un catéter venoso central, cuya punta debe estar cerca de la aurícula derecha para evitar una gran sobreestimación de la SvO222-24. Se ha reportado una buena correlación entre SvO2 y SvcO2, y una tendencia similar en la evolución temporal. SvcO2 es consistentemente más alto que SvO2, ya que no se mezcla con la sangre venosa del seno coronario17. La SvcO2 se considera un factor de pronóstico adecuado en muchas situaciones clínicas en pacientes críticamente enfermos. La campaña de sepsis sobreviviente sugirió incluir SvcO2 > 70% como meta de manejo18,25,26. El primer objetivo de este estudio fue describir los cambios en SvcO2 durante AE de pacientes con PS sometidas a OC. El objetivo secundario fue establecer si hay una relación entre SvcO2 y la presión arterial media (PAM) durante AE.
Material y métodos
Se realizó un ensayo clínico prospectivo no controlado de una muestra a conveniencia que incluyó 25 pacientes embarazadas con PS sometidas a OC bajo AE. Todo ello en las instalaciones de la Unidad de Toco-Cirugía de la Unidad Médica de Alta Especialidad, Hospital de Ginecología y Obstetricia Núm. 3 del Centro Médico Nacional «La Raza», Instituto Mexicano del Seguro Social situado en la Ciudad de México, México. Los criterios de inclusión fueron los siguientes: 1. Pacientes hospitalizadas al momento de realizar el estudio en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). 2. Pacientes con diagnóstico de PS. El diagnóstico de PS se estableció acorde a los criterios recomendados por el Colegio Americano de Ginecólogos y Obstetras (ACOG) de los Estados Unidos de Norteamérica y la Guía de Práctica Clínica Mexicana de la Preeclampsia27-29. La preeclampsia se consideró severa si la presión arterial sistólica al ingreso superaba los 160 mmHg y/o la presión arterial diastólica superaba los 110 mmHg, obtenidos en al menos dos ocasiones diferentes, o si la paciente tenía síntomas de eclampsia inminente (a saber, cefalea severa, alteración visual, dolor epigástrico, hiperreflexia, mareos y desmayos, o vómitos) y proteinuria en la tira reactiva de orina fue 3+ o peor. Las pacientes con hemólisis, enzimas hepáticas elevadas y síndrome de plaquetas bajas (HELLP) fueron elegibles para su inclusión si el recuento de plaquetas superaba los 80 × 109/l. 3. Pacientes con programación de OC por indicación materna o fetal hecha por el equipo obstétrico independiente de los investigadores. 4. Pacientes con catéter venoso central indicado e instalado previo a la OC por el equipo médico de la UCI siguiendo el protocolo institucional. 5. La posición de la punta del catéter venoso central dentro de la vena cava superior en la entrada de la aurícula derecha fue corroborada acorde al protocolo del hospital. 6. Pacientes con perfil de coagulación normal. Las pacientes con AE fallida y/o aquellas con dificultad para obtener muestra sanguínea del catéter venoso central o para hacer el análisis gasométrico, fueron excluidas. Este estudio fue aprobado con la autorización No. 3504 del Comité Local de Ética, Investigación y Educación en Salud de la Unidad Médica de Alta Especialidad Hospital de Ginecología y Obstetricia Núm. 3 del Centro Médico Nacional «La Raza» del Instituto Mexicano del Seguro Social, en la Ciudad de México. El consentimiento informado para la participación en este estudio, que sigue las instrucciones del Comité de Ética Institucional fue obtenido de cada paciente incluida.
La técnica anestésica se realizó acorde a la recomendación de la Norma Oficial Mexicana para el ejercicio de la Anestesiología (NOM 006-SSA3-2011)30.
En la sala de quirófano, la paciente se colocó en posición de decúbito supino con el útero lateralizado hacia la izquierda para evitar la compresión aorto-cava. Se colocó un catéter nasal para la administración de oxígeno a dosis de 3 litros por minuto; se estableció la monitorización y se registró una medición basal de la frecuencia cardíaca (FC), presión arterial sistólica (PAS), diastólica (PAD) y media (PAM) y la PVC. Del catéter venoso central se tomó una muestra de 2 cm3 de sangre para su análisis gasométrico cuyo reporte incluyó la determinación basal de la SvcO2. Se utilizó un gasómetro marca GEM® PREMIER™ 3500 fabricado por Instrumentation Laboratory Co. Bedford MA 01730 2443 (USA).
El aporte de fluidos endovenosos transanestésicos siguió el criterio del anestesiólogo tratante, ajeno a la investigación. Para la instalación del bloqueo espinal se colocó a la paciente en posición decúbito lateral izquierdo con las extremidades flexionadas sobre el eje de su cuerpo; previa asepsia y antisepsia de la región dorso-lumbar y colocación de campos estériles se localizó el espacio intervertebral L2-L3 y se infiltró localmente 5 cm3 de lidocaína en concentración del 1%. A continuación, se introdujo una aguja de Tuohy #17 con abordaje medio y se localizó el espacio peridural con la técnica de pérdida de la resistencia descrita por Pitkin; a través de la aguja de Tuohy se pasó una aguja espinal tipo Whitacre #27 larga para localizar el espacio subaracnoideo. Se obtuvo líquido cefalorraquídeo con aspecto de agua de roca y se depositó bupivacaína hiperbárica 0.5% 10 mg con morfina 100 μg premezcladas a una velocidad 0.2 ml/seg para lograr el bloqueo anestésico; se registró el tiempo de administración de los fármacos a nivel espinal. Se retiró la aguja de Whitacre y se colocó un catéter en el espacio peridural quedando inerte como una medida precautoria en el caso de prolongarse el tiempo quirúrgico, se retiró la aguja de Tuohy y se fijó el catéter a la piel. Posteriormente, se restituyó la posición de la paciente al decúbito supino lateralizando el útero hacia el lado izquierdo. Cuando se corroboró la difusión del bloqueo anestésico a nivel de T4, se continuó con los cuidados anestésicos transquirúrgico habituales.
A partir de la administración de los fármacos a nivel espinal se realizó la medición de la FC, PAS, PAD y PAM cada tres minutos durante los 30 minutos siguientes y a partir del minuto 30, los parámetros se registraron cada 10 minutos hasta el término del tiempo anestésico. Se registró la medición de la PVC y la SvcO2 en dos momentos adicionales: al minuto 12 de la administración de fármacos a nivel espinal y al final de la anestesia.
Como datos generales de interés se registró la edad materna, índice de masa corporal, edad gestacional, número de fármacos antihipertensivos administrados previo a la cirugía, los resultados del laboratorio clínico prequirúrgico, el intervalo de tiempo entre la dosis espinal y el inicio de la cirugía, el sangrado intraparto estimado, el peso de los recién nacidos y su calificación de Apgar al minuto uno y cinco del nacimiento.
El análisis utilizó estadística descriptiva (media, desviación estándar, mediana, mínimo, máximo y rango intercuartil). Se utilizó la prueba de Shapiro-Wilk para el análisis de la normalidad. En el análisis estadístico inferencial se utilizaron los datos «basal», obtenidos previo a la instalación de la anestesia espinal; «minuto 12», obtenidos al minuto 12 después de la administración de los fármacos a nivel espinal; y «final», obtenidos al término de la anestesia para las variables PAM, PAS, PAD, FC y la SvcO2. Para la comparación de muestras con distribución normal se utilizó la prueba de t de Student, y para las muestras con distribución no normal la prueba de los rangos con signo de Wilcoxon, para la comparación de proporciones la prueba de McNemar. La prueba de correlación de Spearman se utilizó para determinar la existencia de una relación lineal entre la SvcO2 y otras variables como edad, peso, semanas de gestación, Hb, FC y PAM. El nivel de significancia estadístico fue p < 0.05.
Resultados
Este ensayo clínico fue realizado en el período comprendido entre noviembre del 2015 a noviembre del 2017; 32 pacientes fueron incluidas en el estudio, se excluyeron siete debido a que no fue posible hacer el análisis gasométrico por falta de disponibilidad de tiempo y de equipo gasométrico.
La media ± DE de la edad materna fue 32.2 ± 6.8 años (rango 20 a 43), índice de masa corporal 30.8 ± 5.6 (rango 17.6 a 43.4) y edad gestacional 32.7 ± 3.8 semanas (rango 26 a 39).
El 57.69% (15 casos) tuvo un embarazo ≤ 34 semanas y el 80.76% (21 casos) < 37 semanas. La mediana (rango) del número de fármacos antihipertensivos prescritos previo a la cirugía fue 2 (rango 1 a 3). La media ± DE de los laboratorios prequirúrgicos fue hemoglobina 12.7 ± 1.1 g/dL (rango 10.5 a 14.5), cuenta plaquetaria 185,740 ± 69,080 plaquetas/μL (rango 82,000 a 350,000), deshidrogenasa láctica 507 ± 264.8 U/L (rango 84 a 974), aspartato aminotransferasa 116.7 ± 131.4 U/L (rango 9 a 455), alanino aminotransferasa 121 ± 118.3 U/L (15 a 403) y creatinina sérica 0.8 ± 0.4 mg/dL (rango 0.5 a 2.3).
El tiempo entre la administración de la dosis anestésica espinal y el inicio de la cirugía fue 21.3 ± 4.9 minutos (rango 15 a 30) y la duración de la anestesia 104.8 ± 18.6 minutos (rango 70 a 145). La muerte fetal intrauterina fue diagnosticada en dos casos antes del procedimiento anestésico. La calificación de Apgar al minuto uno fue 6.9 ± 1.6 (2 a 8); al minuto cinco fue 8.3 ± 1.4 (3 a 9). La media ± DE (rango) del sangrado intraparto estimado fue 456 ± 147.42 cm3 (rango 200 a 900) y de la uresis transanestésica 1.31 ± 1.15 cm3/K/hora (rango 0.31 a 4.29). La media ± DE (rango) de los fluidos endovenosos administrados fue 1,870 ± 597.21 cm3 (rango 900 a 3,300). El uso del diurético furosemida, se limitó a 16% (4 pacientes). Posterior al alumbramiento, a todas las enfermas se les administró 20 UI de oxitocina en la siguiente solución cristaloide programada para ocho horas y en 76% (19 casos) se indicó adicionalmente la aplicación de carbetocina en dosis única de 100 μg vía endovenosa intraquirúrgico.
La SvcO2 «basal» (expresada en %) tuvo una media de 77.9 (desviación estándar de 7.1), mediana 82 (rango intercuartil de 10), valores comprendidos entre 56 y 86; cuartiles 73, 82, 83, con asimetría negativa (-1.29). Prueba de normalidad Shapiro-Wilk p = 0.003. La SvcO2 «minuto 12» (%) presentó media 78.6 (desviación estándar de 5.3), mediana 79 (rango intercuartil de 7.5), valores comprendidos entre 63 y 87; cuartiles 75, 79, 82.5, con asimetría negativa (-0.98). Prueba de normalidad Shapiro-Wilk p = 0.134. La SvcO2 «final» (%) presentó media 76.5 (desviación estándar de 7.2), mediana 78 (rango intercuartil de 10.5), valores comprendidos entre 59 y 85; cuartiles 72, 78, 82.5, con asimetría negativa (-0.99). Prueba de normalidad Shapiro-Wilk p = 0.010.
La SvcO2 (%) no cambió entre las mediciones efectuadas «basal» (mediana = 82) y «minuto 12» (mediana = 79) (Z = -0.457, p = 0.648); entre las mediciones «basal» y «final» (mediana = 78) (Z = -1.159, p = 0.246); ni entre la medición «minuto 12» y «final» (Z = -1.311, p = 0.190).
La proporción de pacientes con SvcO2 < 70% se incrementó de 8% (dos casos) en la medición «basal» a 20% (cinco casos) en la medición «final», con una diferencia absoluta del 12%, p > 0.05 según la prueba de McNemar. La Tabla 1 muestra las características demográficas de las pacientes con PS y SvcO2 < 70%.
Caso | SvcO2 basal | SvcO2 final | IMC | Hb | Cr | Otro diagnóstico | PVC basal | PAM basal | FC basal | Líquidos IV trans-Qx | Sangrado estimado |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
4 | 73 | 69 | 43.4 | 11.9 | 0.6 | Obesidad | 7 | 116 | 84 | 2,600 | 700 |
5 | 71 | 67 | 42.8 | 11.9 | 0.7 | Diabetes tipo II, obesidad | 8 | 122 | 50 | 1,800 | 500 |
8 | 69 | 72 | 24.2 | 10.7 | 2.3 | IRA | 10 | 81 | 80 | 1,050 | 650 |
10 | 71 | 59 | 27.7 | 10.5 | 0.8 | – | 14 | 124 | 67 | 2,100 | 400 |
18 | 72 | 69 | 37.6 | 12.7 | 0.6 | Obesidad | 10 | 115 | 73 | 2,000 | 600 |
26 | 56 | 61 | 30.8 | 11.8 | 0.6 | Obesidad | 14 | 102 | 66 | 1,200 | 400 |
SvcO2 = Saturación venosa central de oxígeno, IMC = Índice de masa corporal, Hb = Hemoglobina, Cr = Creatinina, PVC = Presión venosa central, PAM = Presión arterial media, FC = Frecuencia cardíaca, IV = Intravenoso; Qx = Quirúrgico.
La PAM «basal» (mmHg) tuvo una media 114.1 (desviación estándar de 13.9), mediana 116 (rango intercuartil de 12), valores comprendidos entre 77 y 141; cuartiles 109, 116, 121, con asimetría negativa (-0.98). Prueba de normalidad Shapiro-Wilk, p = 0.010. La PAM «minuto 12» (mmHg) presentó media 95.5 (desviación estándar de 15.4), mediana 95 (rango intercuartil de 19.5), valores comprendidos entre 70 y 127; cuartiles 84.5, 95, 104, con asimetría positiva (0.19). Prueba de normalidad Shapiro-Wilk, p = 0.687. La PAM «final» (mmHg) media fue 96.1 (desviación estándar de 11.1), mediana 97 (rango intercuartil de 9.5), valores comprendidos entre 72 y 122; cuartiles 93, 97, 102.5, con asimetría negativa (-0.24). Prueba de normalidad Shapiro-Wilk, p = 0.269.
La PAM (mmHg) disminuyó en forma significativa entre las mediciones «basal» (mediana = 116) y «minuto 12» (mediana = 95) (Z = -4.225, p < 0.05); y entre las medición «basal» y «final» (mediana = 97 ) (Z = -4.280, p < 0.05). La PAM no cambió entre las mediciones «minuto 12» (media = 95.5) y «final» (media = 96.1) (t (24) = -0.197, p = 0.845). Se registró descenso de la PAS del 13.7%, de la PAD del 18.6% y de la PAM del 16.3% en comparación con los datos basales. Se presentó hipotensión arterial, descenso de la PAM > 30% en 48% (12 casos). La hipotensión clínicamente relevante y la necesidad de administrar efedrina 5 mg ocurrió en 16% (cuatro casos). La Tabla 2 muestra los parámetros hemodinámicos durante la AE para OC en pacientes con PS. La Figura 1 muestra las tendencias de los parámetros hemodinámicos durante la AE para OC en pacientes con PS.
Mediciones | |||
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Media ± DE (Rango) | |||
Parámetro | Basal | Minuto 12 | Final |
FC | 87.6 ± 24.3 (50-142) | 80.6 ± 14.7 (59-122) | 80.9 ± 17.3 (50-122) |
PAM mmHg | 114.1 ± 13.9 (77-141) | 95.5 ± 15.4 (70-127) | 96.1 ± 11.1 (72-122) |
PAS mmHg | 157.8 ± 20.1 (108-192) | 136.1 ± 23.4 (98-196) | 133.9 ± 14.6 (104-172) |
PAD mmHg | 92.2 ± 13.1 (60-115) | 75.1 ± 12.6 (53-100) | 77.3 ± 10.7 (50-97) |
PVC cm H2O | 11 ± 3.4 (7-18) | 10.8 ± 2.4 (5-15) | 10.8 ± 1.8 (6-14) |
SvcO2 % | 77.92 ± 7.1 (56-86) | 78.64 ± 5.3 (63-87) | 76.52 ± 7.2 (59-85) |
Se muestra media y desviación estándar.
* Cambio estadísticamente significativo con p < 0.05 con respecto al valor basal.
Se encontró una asociación lineal estadísticamente significativa, moderada y directamente proporcional entre el valor de la SvcO2 «basal» y la Hb prequirúrgica (rs = 0.625, p = 0.001), entre la SvcO2 «basal» y la FC «basal» (rs = 0.522, p = 0.007), entre la SvcO2 «basal y la SvcO2» «minuto 12» (rs = 0.532, p = 0.006), y entre la Hb prequirúrgica y la FC «basal» (rs = 0.640, p = 0.001). Se determinó una asociación lineal significativa, positiva, débil entre la SvcO2 «basal» y la SvcO2 «final» (rs = 0.462, p = 0.02). La correlación entre la SvcO2 «basal» y PAM «basal» fue (rs = 0.137, p = 0.513), entre SvcO2 «minuto 12» y PAM «minuto 12» (rs = -0.01, p = 0.960), y entre ScvO2 «final» y PAM «final» (rs = 0.283, p = 0.170).
La Figura 2 muestra la correlación entre la SvcO2 «basal» y la hemoglobina prequirúrgica, y la Figura 3 muestra la correlación entre la SvcO2 «basal» y la frecuencia cardíaca «basal».
Discusión
Este estudio describe por primera vez los valores de la SvcO2 durante la AE para OC en pacientes con PS. Se demostró que la monitorización intermitente de la SvcO2 durante la AE en pacientes con PS es factible, simple y accesible.
Las Guías de Práctica Clínica para manejo de la preeclampsia en México28,29, señalan que la «monitorización hemodinámica del volumen sanguíneo intravascular debe ser vigilado a través de medidas obtenidas por: presión venosa central o presión capilar en cuña» con un grado de evidencia NICE 4. En la práctica, la monitorización invasiva de las pacientes con PS no es frecuente. El uso escaso del catéter venoso central en este grupo de pacientes críticas, explica el largo período de tiempo que fue necesario para reclutar las pacientes incluidas en el estudio.
Las características demográficas como la edad, la presencia de obesidad y la resolución del embarazo pretérmino de las pacientes incluidas, fueron similares a las reportadas en la bibliografía4,11,12. Los datos basales de los parámetros hemodinámicos mostraron un rango muy amplio de presentación, lo que se puede relacionar con el vasto compromiso sistémico por la preeclampsia y con el diferente grado de respuesta al tratamiento y compensación alcanzados previo a la interrupción gestacional.
La media de la SvcO2 en tres momentos del procedimiento anestésico se determinó dentro de los parámetros normales y sin cambios significativos durante el evento anestésico-quirúrgico. Si bien, no hay significancia estadística entre la diferencia de la proporción de pacientes con SvcO2 < 70% en la medición basal versus la medición al final del procedimiento anestésico; el significado clínico puede ser importante.
La medición de la SvcO2 ha sido utilizada como parámetro para la terapéutica guiada por metas en los pacientes con shock séptico y otros críticamente enfermos18,24-26. Se ha recomendado su uso en las pacientes embarazadas con lesión pulmonar aguda como un recurso disponible para optimizar la diuresis y así resolver el edema sin sacrificar el CO31 y en el caso de hemorragia postparto para evaluación de la oxigenación tisular32.
Una SvcO2 < 70% en las pacientes con PS puede indicar una disminución de la SaO2, del CO, del nivel de hemoglobina y/o un incremento del VO17 previo a la anestesia; y un deterioro a consecuencia de los eventos fisiológicos, quirúrgicos y anestésicos que suceden durante la usualmente rápida OC. Se demostró que la hemoglobina prequirúrgica tiene una asociación lineal positiva con la SvcO2 «basal». Esta asociación, aunque moderada, tiene significancia estadística y clínica, de utilidad en el manejo de las pacientes con PS.
El CO en nuestro medio es difícil de estimar debido a la escasa disponibilidad de equipo médico y/o capacitación del personal en su uso; aunque algunos estudios en pacientes con PS han reportado que la preeclampsia severa no complicada usualmente se asocia a un CO de normal a elevado, y durante la AE de pacientes con PS no hay cambio significativo en el CO, excepto por la administración de oxitocina33-35. En el grupo de pacientes críticas evaluado, el CO pudo verse afectado por el manejo de líquidos endovenosos, la administración de doble oxitócico y el uso de diuréticos que, por la naturaleza descriptiva del estudio no fue posible controlar.
La mayoría de los estudios han utilizado la FC y la presión arterial como marcadores sustitutos del CO; sin embargo, en la preeclampsia grave, un aumento de la resistencia vascular sistémica podría hacer que la presión arterial sea un indicador deficiente del CO34, las mediciones de FC y PAM son valiosas para evaluar la seguridad de la técnica anestésica y son usadas de rutina en este hospital. La inducción de la AE, al igual que reportes previos, fue seguida de un descenso estadísticamente significativo de la PAM11,12,36,37. Desde el punto de vista clínico, el escaso uso de vasoconstrictor (efedrina) también confirma los reportes previos15,16; aunque, en teoría la AE puede modificar la hiperactividad simpática presente en la preeclampsia38, se ha observado que la hipotensión inducida por la AE no modifica en gran medida el efecto presor de los fenómenos que conducen a la vasoconstricción generalizada que caracteriza a la preeclampsia, por lo que las enfermas pueden persistir hipertensas una vez instalada la AE39-41.
La correlación significativa demostrada entre la FC «basal» y la SvcO2 «basal», puede explicarse por la relación que tiene la frecuencia cardíaca y el gasto cardíaco (CO = FC * VS), siendo el incremento de la FC el primer mecanismo compensatorio para incrementar el DO. En el presente estudio, no se demostró una relación entre la SvcO2 y la PAM, lo que puede indicar la conveniencia de monitorizar simultáneamente estos dos parámetros. La PAM es un parámetro de seguridad durante la técnica anestésica y la SvcO2 es un parámetro integrador de la perfusión tisular global e indicador de lo adecuado del CO de las pacientes con PS durante la AE.
Este es un estudio novedoso porque no hay reportes de la SvcO2 durante AE en pacientes con PS; sin embargo, el análisis de los hallazgos debe considerar que no se trata de un estudio controlado, ni aleatorizado y que es una muestra pequeña de casos.
Conclusiones
La SvcO2 durante AE para OC en pacientes con PS no presentó diferencias significativas. La identificación de pacientes con SvcO2 < 70% debería alertar a los clínicos sobre un compromiso de la oxigenación tisular. La no correlación entre saturación venosa central de oxígeno y presión arterial media sugiere que los dos parámetros deberían ser medidos e interpretados en forma independiente.