Introducción
El actual modelo médico de “enfermedad mental” intenta hacer de la locura un objeto de estudio e investigación puramente médica que puede llegar a reducirse en exclusiva a explicaciones científicas sobre un determinado cuadro clínico (Rosa-Dávila y Mercado-Sierra, 2020) . El hecho de tener un diagnóstico de trastorno bipolar, esquizofrenia o trastorno límite de la personalidad, por ejemplo, esconde detrás diferentes vidas, también diversas narrativas e historias (Netchitailova, 2022) . Pese a esto, la visión de la locura como algo que debe ser explicado y racionalizado comenzó durante la era de la razón, en la Ilustración. Más tarde fue Michel Foucault, en 1967, quien abrió la senda de investigaciones en torno a la locura en el ámbito de las ciencias sociales. A este respecto Foucault manifestó que la forma en que vemos la locura está definida por las construcciones sociales de un momento dado (Foucault, 1967).
En cuanto al movimiento y concepto de antipsiquiatría, como respuesta al modelo biomédico, cobró fuerza en la década de 1960. El movimiento emergió como una corriente política y contracultural durante una época que se define por la sensibilidad y la resistencia ante diversas manifestaciones de opresión y dominación social de la locura (Pérez-Soto, 2012) . Para Castel (1984) , la antipsiquiatría emergió junto a nuevas formas de análisis críticos de las instituciones, de las relaciones de poder y violencia, y también frente a los procesos de etiquetado y estigma de la salud mental.
Por otra parte, cabe destacar que inicialmente el cuestionamiento de la antipsiquiatría se centró en las prácticas de encierro y el manicomio. Aunque más tarde, el auge neoliberalista en el ámbito de la salud mental impulsó el predominio del mercado de la industria farmacéutica, a través del denominado manicomio químico (Cipriano, 2017) . De esta forma el enfoque de atención se caracterizó por el incremento exponencial de consumo de psicofármacos en las sociedades capitalistas avanzadas (Cea-Madrid y Castillo-Parada, 2018; Whitaker, 2015) .
En respuesta al contexto que acaba de ser descrito, comenzaron a surgir movimientos compuestos por personas locas, también por activistas y profesionales del sector social y sanitario que adoptaron enfoques críticos y que abogaron por la defensa de los derechos humanos (Clay, 2005; Hoffman, 2019; McKeown et al., 2014) . Entre estos grupos destacan elmovimiento de expacientes o supervivientes de la psiquiatría, originado en Estados Unidos; el movimiento de escuchadores de voces, que surgió en Países Bajos; o el orgullo loco, que tuvo su origen en Canadá. Existen asimismo movimientos que fueron creados y liderados por profesionales, como la revolución delirante, en España; el movimiento de psiquiatría democrática, que se inició en Italia; o enfoques como el de diálogo abierto, promovido inicialmente en Finlandia. El movimiento de supervivientes de la psiquiatría es el más antiguo y surgió de la ola de movimientos de derechos civiles a finales de la década de 1960 y principios de la de 1970. Movimiento, este último, que se centra en la difusión de historias personales que narran el abuso psiquiátrico experimentado.
Por otro lado, otros movimientos mencionados como las personas escuchadoras de voces también buscan despatologizar la experiencia de escuchar voces, normalizándolas y reconociendo que la audición de voces puede existir (Huertas, 2021) . De esta forma se busca transformar la relación de las personas que escuchan voces con sus voces, en lugar de buscar eliminarlas por completo (Morrison et al., 2004; Schrader et al., 2013) . Las diferentes acciones aludidas comparten temas comunes, que se sustentan en tratar de rebatir el poder de la psiquiatría, cuestionar la psiquiatría hegemónica como sistema experto, así como proteger y defender los derechos o velar por la promoción de la autodeterminación personal (Beresford, 2020) .
Tras lo comentado, y mediante el movimiento, se estima que las personas que han experimentado la locura pueden llegar a apoyarse mutuamente en un entorno de vivencias comunes. De esta forma se busca desarrollar un sistema de apoyo sin la supervisión de profesionales de salud mental (Chamberlin, 1998; Clay, 2005) . Cabe tener presente que aunque el activismo loco puede reflejar cierta identidad colectiva los puntos de vista pueden diferir considerablemente. Esto se debe a que no existe una característica uniforme en las experiencias relacionadas con la locura, a excepción, en algunos casos, de la angustia o el estigma vivenciado (Rowland, 2015) .
En este punto se pasa a poner el foco en el mad pride u orgullo loco, tema central del trabajo. El orgullo loco se trata de un movimiento masivo, a nivel internacional, formado por personas que hacen uso de servicios de salud mental , antiguas personas usuarias, así como también por personas aliadas. El movimiento defiende de esta manera que las personas locas deben estar orgullosas de su identidad. Al respecto, las personas activistas del orgullo loco buscan recuperar términos como “loco/a” desterrándolos de su uso peyorativo y transformándolos en términos positivos. El movimiento, que se formó en 1993 en Toronto, lleva desde entonces, excepto en 1996, realizándose en eventos anuales de visibilización en las calles de esa y de muchas otras ciudades (Reaume, 2008) .
Fue así, a partir de la década de 1990, con el surgimiento del Orgullo Loco cuando se comenzó a observar una militancia más crítica en el ámbito de la salud mental. Militancia que se ha caracterizado desde entonces por ser liderada por personas con experiencia personal en el tema, de manera similar a lo que ha sucedido con el movimiento de vida independiente, promovido por personas con discapacidad (Guzmán-Martínez et al., 2021) . Este nuevo enfoque de promoción de derechos empezó a generar, de esta forma, significados para la disidencia y la politización de la locura en primera persona. Es además importante tener presente la participación en este proceso de militantes feministas como Judi Chamberlin o Kate Millett. El papel de estas autoras ha sido determinante para que se aplicase la identidad política de “mujeres supervivientes de la psiquiatría” o de “mujer loca” como forma de resistencia feminista (Guzmán-Martínez et al., 2021).
Adicionalmente, el orgullo loco es un paradigma que valora y celebra los rasgos, experiencias, características, pensamientos, estados y sentimientos que, sin embargo, son clasificados como enfermedades mentales en el DSM, manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. A este respecto, el movimiento sostiene que las experiencias de locura se manifiestan a lo largo de todo el espectro de la diversidad humana (Mind Freedom International, 2019). Siguiendo los pasos de los movimientos del orgullo negro o el orgullo LGTBIAQ+, los grupos de orgullo loco realizan acciones como la organización de desfiles y mítines. Mediante este tipo de acciones se busca el reconocimiento de su identidad, y se promueve la no patologización de la diversidad mental, destacando la necesidad de respeto, aprecio y validación en la comunidad (Lewis, 2006) .
A su vez, el movimiento orgullo loco subraya la fortaleza, creatividad y relevancia de los grupos que defienden el derecho a la locura en la actualidad. Además, este movimiento ha trabajado en ampliar su visibilidad sin excluir la colaboración de profesionales críticos, considerándolos como posibles personas aliadas en la construcción de una propuesta colectiva (Cea-Madrid y Castillo-Parada, 2018; McKeown et al., 2014) . De este modo, el movimiento orgullo loco avanza hacia lo que Engler y Engler (2022) denominan la creación de un ecosistema que favorezca la promoción del cambio.
Las personas que participan del orgullo loco también pueden contribuir al avance del campo de la salud mental pública sirviendo como fuente única, valiosa y experta. A través de sus experiencias, pueden hablar sobre la locura y la opresión psiquiátrica dentro del sistema de salud mental (Hoffman, 2019) . La formación activa de una identidad grupal va más allá del bienestar individual, ya que también impulsa la crítica política y el cambio social (Friedman y McAdam, 1992; Schrader et al., 2013; Simon et al., 2008) . A este respecto, el movimiento abraza el eslogan “nada sobre nosotros/as sin nosotros/as”; sobre esto se presenta el necesario compromiso de involucrar a las personas protagonistas. Tal y como se establece en informes como “Hacia la Justicia Loca y la Reparación” (Vásquez et al., 2023) , es crucial identificar y superar las barreras que se pueden encontrar al ejercer los derechos de las personas locas. Para lograrlo, es imprescindible disponer de herramientas que recopilen información de manera más precisa sobre la propia situación de locura. Esto no sólo implica realizar más investigaciones y estudios, sino también involucrar activamente a las propias personas en la actualización de dichos instrumentos (Vásquez et al., 2023). De esta manera se podrá garantizar su participación efectiva en la planificación, implementación y seguimiento de servicios de salud mental, servicios de salud y servicios sociales (Hoffman, 2019). Por último, cabe mencionar que la recuperación activa y la redefinición de la locura por aquellos que se definen a sí mismos como locos podría ser un acto políticamente poderoso (Rowland, 2015) .
Las redes sociales como comunidad y espacio del orgullo loco
Partiendo en primer lugar de la premisa de que “lo personal es colectivo” (Guzmán-Martínez et al., 2021) , se enfatiza la necesaria identificación de estructuras políticas de opresión y de resistencia colectiva. Sin embargo, esta afirmación también hace referencia a la necesaria reciprocidad y promoción de la experiencia colectiva de manera continua (Plaza, 2021) . Respecto al orgullo loco, este considera que ningún asunto, como el malestar psíquico, el delirio, o las conductas de maltrato dentro del sistema de salud mental se han de experimentar de forma aislada y desconectada de otras experiencias similares. Es decir, es deseable partir de la comunicación y de conocimientos expertos que provengan de la propia experiencia personal de la locura (Guzmán-Martínez et al., 2021).
Debido a lo previamente comentado, no se debe pasar por alto el potencial de los espacios de encuentro y de empoderamiento que proporciona el propio orgullo loco. Para entender el valor de dichos espacios se alude a la capacidad del capital social, que Bourdieu (1986) definió como el conjunto de recursos, actuales o potenciales, que se vinculan a las redes sociales y relaciones interpersonales que una persona o grupo genera. Esta concepción de capital social se fundamenta en la premisa de que las personas no sólo cuentan con capital económico o cultural, sino también disponen de recursos sociales que se originan en sus vínculos sociales o en sus interacciones en diversas comunidades y colectivos.
Este capital social al mismo tiempo se puede dividir en “puente”, y se refiere a conexiones entre grupos diversos, o en capital social “vinculante” que se relaciona con la cohesión en comunidades cercanas. De esta manera, el capital social “puente” permite acceder a mayor diversidad de información, estar expuesto/a a nuevas ideas y estar dispuesto/a a probar cosas nuevas. Mientras tanto, el capital social “vinculante” fomenta el flujo de información y nuevas ideas dentro de grupos de personas con creencias y opiniones similares, como el caso del orgullo loco (Castillo-de-Mesa y Gómez-Jacinto, 2022; Putnam, 2000) .
En la actualidad, las redes sociales digitales también son consideradas como espacio de encuentro social, pudiendo formar parte del capital social. Por lo tanto, las redes sociales digitales pueden servir así de “puente” o “vinculante” social. Además, dichas herramientas digitales pueden propiciar que las personas participen en sus propios procesos de cambio de manera práctica y directa, llegando a propiciar acciones constructivas de sus propios derechos sociales. Así, la información generada a partir de espacios digitales de encuentro podría llegar a servir para diseñar políticas sociales preventivas a todos los niveles, aportando un debate crítico para mejorar el sistema, en este caso para mejorar el sistema de salud mental (García-Castilla et al., 2019; Hidalgo-Lavié y Lima- Fernandez, 2018; Ruiz-Mora et al., 2021) .
A partir de las interacciones digitales que realizan las personas que pertenecen al orgullo loco, éstas pueden empoderarse individualmente, en grupos y dentro de comunidades virtuales. Al mismo tiempo, las redes sociales permiten brindar la posibilidad de proponer estrategias, realizar denuncias o visibilizar sus condiciones ante entidades que también hagan uso de estas plataformas digitales. De esta forma se pueden llegar a generar y propiciar dinámicas de empoderamiento en el contexto de las redes sociales (García-Castilla et al., 2019; Johansson et al., 2021) . Aunque en este trabajo se realizará un análisis de las interacciones que se producen en la red social X —hasta julio de 2023 denominada Twitter—, se ha de considerar que la realidad tecnológica y digital se reinterpreta día a día. Este contexto provoca que la utilización de las distintas redes sociales sea cambiante, o que también se produzca una rápida obsolescencia de la información. Este ritmo frenético en las tendencias de uso de las redes sociales también propicia inconvenientes, ya que se puede traducir en diferencias sociales, generando una brecha digital generacional o debido a la limitación de recursos económicos (García-Castilla et al., 2019; Reamer, 2013). Por tanto, estos rápidos cambios también pueden excluir a personas que no pueden acceder a los medios digitales, así como a aquellas personas que acceden a contenidos menos rigurosos o más superficiales (García-Castilla et al., 2019; López-Peláez y Segado, 2015) .
Tras el encuadre teórico realizado se presenta el objetivo de investigación del estudio. Con este trabajo se espera ahondar en la utilización de X por parte del movimiento del orgullo loco. En concreto, se aspira a analizar el orgullo loco como movimiento social de visibilización y empoderamiento en la red social X. Para esto se realiza un estudio de tipo descriptivo, a partir de la observación estructurada y sistemática del orgullo loco en la red social X.
Metodología
El estudio se centra en el análisis de opiniones y publicaciones en la plataforma X. En concreto, esta red social se centra en el microblogueo, es decir, se realizan pequeñas bitácoras que permiten a las personas usuarias enviar y publicar mensajes breves que se comparten como tweets. Cabe indicar que cada tweet, generalmente, no supera los 280 caracteres de texto y que puede contener texto, fotos, GIF o videos.
Procedimiento
Para el análisis de datos, el estudio se ha centrado en el análisis de hashtags de la red social X, por ser estos una herramienta que alienta una doble comunicación. Cuando las comunidades digitales generan la publicación de un tweet, este puede ser fácilmente encontrado por personas que tengan interés sobre la temática del #hashtag, al mismo tiempo cuando se alcanza cierto nivel de difusión tienen la capacidad de incorporar un determinado tema en la agenda de discusión digital. En este caso, los #hashtags analizados fueron #orgulloloco, en español y #madpride, en inglés. A partir del proceso de búsqueda en estos dos idiomas, que tienen un uso ampliamente extendido en la red, se ha tratado de llegar a un extenso número de publicaciones internacionales.
La extracción de los tweets se realizó mediante el software estadístico R, concretamente mediante el uso del paquete twitteR. El uso del software permitió al equipo investigador agrupar el contenido de tweets generados durante un año. Los doce meses que se correspondieron con el procedimiento de recogida de datos abarcaron desde febrero de 2022 hasta febrero de 2023, tratando de recoger un relato amplio que comprendiese la realización del orgullo loco en diferentes lugares alrededor del mundo. La extracción de los tweets fue resuelta entre el 1 y 3 de marzo de 2023.
Análisis de los datos
Tras el procedimiento previamente descrito, se ejecutó el posterior volcado y análisis de contenido de los tweets, que fue realizado con el programa informático Atlas.ti v.22. El enfoque empírico que se llevó a cabo cumplió con los criterios de objetividad en investigaciones de naturaleza cualitativa. Las transcripciones fueron examinadas a través de un análisis temático de carácter inductivo. Dicho proceso consistió en reconocer, examinar y extraer patrones o temas presentes en un grupo de datos (Braun y Clarke, 2021) . De esta forma, el análisis temático ofreció una perspectiva de investigación versátil y valiosa, posibilitando la creación de temas "semánticos" a partir de la descripción minuciosa de la información proporcionada a partir de los hashtags analizados (Braun y Clarke, 2021; Javadi y Zarea, 2016; Verd-Pericás, 2005) . El equipo de codificación estuvo formado por dos personas investigadoras con publicaciones científicas en el campo de la salud mental. El equipo llevó a cabo una codificación temática de los tweets, que utilizó categorías previas y que también generó categorías emergentes.
Al inicio del análisis de datos se eliminaron los tweets duplicados que derivaban de un “retweet” y que reproducían exactamente el mismo contenido. Tras este proceso, el número de tweets alcanzado fue de 403, este tamaño de muestra es consistente con análisis cualitativos temáticos realizados con anterioridad en trabajos que analizaban datos a partir de hashtags de Twitter, como es el caso de Bogen et al. (2022) .
Cabe indicar que los datos de los hashtags sólo pudieron ser recopilados en los casos en los que los perfiles de la red social estaban configurados como públicos. Para garantizar el anonimato, toda potencial información de identificación fue eliminada del conjunto de datos recogidos. Adicionalmente, y debido al contenido sensible de algunos de los relatos, el equipo investigador consideró oportuno tomar medidas adicionales para proteger la confidencialidad. Ante una posible búsqueda inversa a partir de los relatos de los tweets, se estimó parafrasear o sintetizar el contenido de los tweets en lugar de reproducir literalmente su contenido.
Resultados
A partir de los datos surgieron cuatro categorías temáticas principales, que incluyen: 1) Visibilización y activismo; 2) Recursos y apoyo; 3) Denuncias; y 4) Perspectiva profesional. De las cuatro categorías primarias surgieron 11 subtemas emergentes. Tal y como se puede ver en la tabla 1,1 el mayor porcentaje de subtemas identificados se correspondió con publicaciones sobre manifestaciones y visibilización de actividades en el espacio público (31,8%); con la categoría de desahogo y apoyo (18,6%); seguida del subtema de promoción de actividades artísticas y creativas, con un porcentaje de 11,2%.
Visibilización y activismo
El análisis de contenido en esta primera categoría principal, que se centra en la visibilización y activismo, ha permitido identificar tres categorías secundarias: manifestaciones y visibilización de actividades en el espacio público, reconceptualización del concepto de locura y promoción de actividades artísticas y creativas.
Manifestaciones y visibilización de actividades en el espacio público
Las publicaciones que hacen referencia a las manifestaciones y actividades en el espacio del orgullo loco suponen el mayor porcentaje de difusión a través del uso de hashtags. Cabe destacar que los tweets no inciden exclusivamente en anunciar las manifestaciones que se prevén realizar, sino que a su vez se promocionan actividades con un impacto divulgativo para la sociedad en general. Como se puede ver a continuación adicionalmente se realizan campañas y acciones que transcienden la visibilización de la locura. De esta forma, el movimiento aguarda incidir de forma transversal sobre, por ejemplo, el medio ambiente a través de acciones como la recogida de residuos.
Este 2022 el #DiaDelOrgulloLoco en Asturias se fue al bosque para realizar una campaña festiva de recogida de #BasuraCuerdista y exploración, desde el #OrgulloLoco y la #DignidadEnfermental, de soluciones de reciclaje para tanta polución del medio ambiente (1:100).
Por otra parte, como forma de visibilización se proponen acciones reivindicativas que pretenden mostrar visualmente diferentes fármacos que se prescriben y que son consumidos a diario por las personas psiquiatrizadas.
MANIFESTACIÓN LOCA […] Trae tus cajas de medicamentos, blisters, prospectos, etc... (1:114).
De igual manera, mediante los tweets se anima a que posibles personas aliadas se unan al movimiento, a través de afirmaciones como: “en la manifestación del orgullo loco, que el privilegio no te nuble la empatía” (1:107).
Reconceptualización del concepto de locura
El movimiento orgullo loco se esfuerza por rescatar términos como “loco/a” de su connotación negativa y convertirlos en expresiones con connotaciones positivas. Este aspecto, que constituye una faceta fundamental del movimiento, se ha manifestado de manera evidente en el análisis realizado.
Me encanta esto porque me recuerda a la recuperación del término "loco" en los espacios de salud mental […] especialmente el #madpride se trata (en mi opinión) de reclamar conceptos como el de locura… (1:12).
En relación con la categoría secundaria que se enfoca en la resignificación de conceptos vinculados a la locura, se reflexiona sobre la utilización de conceptos diferentes al de "recuperación". Al respecto, se han formulado consideraciones como las que se exponen a continuación.
Detesto el término "recuperación", a pesar de que yo mismo lo uso a menudo. Parece la forma global de obligarnos a los locos a entrar en cajas perfectamente formadas y productivas. Es como si no fuéramos lo suficientemente buenos hasta que podamos prosperar y contribuir a la economía (1:25).
Promoción de actividades artísticas y creativas
La propia organización de desfiles y manifestaciones en lugares públicos constituye un acto que puede catalizar la generación y promoción de iniciativas creativas de alcance global. En el contexto del orgullo loco, las actividades en la vía pública suelen incorporar exhibiciones públicas, como se ha constatado en el análisis de los resultados, dando lugar a eventos que incluyen la representación de personas sometidas a restricciones mecánicas o que se encuentran atadas a camillas. Además, otras acciones están intrínsecamente relacionadas con la expresión artística en sus diversas formas, tales como la música, la poesía, la narrativa o la expresión visual. En este sentido, tanto las organizaciones como las personas involucradas definen al orgullo loco como un espacio que estimula la creatividad.
#MadPride es un evento gratuito dirigido por jóvenes que celebra la sabiduría, la capacidad y los logros creativos, y que trabaja para derribar el estigma y las barreras asociadas con la salud mental (1:40).
En lo que respecta a la producción creativa, de manera más específica, cabe destacar actividades creativas tales como la concepción y realización de un videoclip denominado "Manicomio Universal". Asimismo, otra iniciativa del movimiento consiste en impulsar y hacer un llamamiento a la creación artística desde una perspectiva que incorpora elementos relacionados con la locura, con el fin de, posteriormente, exhibir las obras resultantes.
Hemos compuesto, creado y parido este homenaje a todos los locos... para el día del #Orgulloloco #manicomiouniversal se estrena el 20 de mayo… (1:116).
Todos ustedes, artistas, activistas, creadores de cambios, soñadores y cazadores de gatos. La fecha límite para esto es el jueves y la aplicación es súper simple. Aplicar. #Madlove #Madpride #CAMHS (1:81).
Recursos y apoyos
En esta segunda categoría principal, se lleva a cabo un análisis de las respuestas de desahogo y apoyo que se generan en la plataforma X. Por otro lado, también se presenta la labor de defensa y promoción de derechos que se impulsa desde el propio movimiento de orgullo loco.
Desahogo y apoyo
Un porcentaje significativo, concretamente 18,6%, de los hashtags analizados se enfoca en el papel de apoyo y desahogo que proporciona la utilización de redes sociales. La accesibilidad, así como el anonimato que favorecen las redes sociales, propicia un ambiente amable en el que las personas autodenominadas locas puedan sentir alivio al compartir vivencias comunes. A continuación se presentan algunas muestras de esta categoría secundaria.
Sé lo que es vivir en los márgenes. De tercero a sexto grado fue un infierno para mí (1:4).
Las personas locas suelen ser vistas como débiles y frágiles. Esta es una falacia. Somos las personas más fuertes que conozco. Tenemos que luchar todos los días para mostrar una apariencia de vida normal (1:23).
Adicionalmente, se hace hincapié en la relevancia y valor de poder contar con apoyo entre pares o personas que comparten vivencias similares.
¡Recuerda que estamos aquí para brindar apoyo entre pares! (1:9).
No puedo expresar el amor que tengo por las comunidades #madpride #madtwt #bipolarclub y #neisvoid. Es tan agradable no sentirse solo (1:84).
Ser más conscientes de los problemas relacionados con la supervivencia psiquiátrica puede salvar vidas y mejorar a la comunidad loca (1:42).
Defensa y promoción de derechos
Como parte de los recursos que proporciona el diálogo y las publicaciones a través de redes sociales se encuentra la promoción y defensa de los derechos de las personas locas. La promoción de relatos como los que se exponen favorece visibilizar la vulneración y violación de derechos a los que, como personas locas, cotidianamente se enfrentan.
No es enfermedad es violencia estructural. No es depresión es explotación. No hay agua pa tanta pastilla. No es ansiedad es precariedad (1:111).
La dignidad humana se ve amenazada por una búsqueda idealista del desempeño perfecto. Se necesita un nuevo rumbo donde lo significativo también deba acomodar lo falible, lo vulnerable… (1:35).
Denuncias
La tercera categoría principal se centra en denuncias de discriminación por razón de locura. Específicamente, esta categoría se divide en cuatro categorías secundarias: anticuerdismo; exclusión económica, capitalismo y locura; quejas de atención profesional; y otras formas de discriminación vivenciadas.
Anticuerdismo
A partir de esta categoría secundaria, se expresa una oposición al cuerdismo, como “forma de opresión estructural que consiste en un conjunto de prácticas e ideología que presuponen la superioridad de los pensamientos, prácticas y experiencias de las personas cuerdas sobre las de las personas locas” (Antropóloga Trastornada, 2020).
La neurodiversidad no es una enfermedad (1:10).
La Psiquiatría no hace más que perpetuar un sistema que interesa mantener a unos pocos, anulando a las que se salen de sus pautas. #OrgulloLoco (1:120).
Exclusión económica, capitalismo y locura
Para presentar esta subcategoría es de relevancia tener presente que la desigualdad derivada de la locura puede favorecer la extrema exclusión económica de las personas locas. Las personas que integran el movimiento también manifiestan, desde un enfoque crítico, verse inmersas en un sistema capitalista que las apresa y que termina expulsándolas hacia los márgenes de la sociedad normativa.
Las personas que están locas tienen un problema con el dinero. ¿O es el dinero lo que está "loco"? (1:80).
Parece la forma de obligarnos a los locos a entrar en cajas productivas. Es como si no fuéramos lo suficientemente buenos hasta que podamos prosperar y contribuir financieramente a la economía (1:26).
Quejas de atención profesional
En lo que respecta a las quejas derivadas de la atención profesional, las denuncias más recurrentes se han centrado en aspectos como los internamientos involuntarios, la sobremedicación, el uso de terapias electroconvulsivas y las contenciones mecánicas.
En México los hospitales psiquiátricos son campos de concentración. No a los encierros involuntarios a personas en situación de calle (1:105).
El electroshock tiene alternativas: salud comunitaria y locura colectiva (1:109).
Perspectiva profesional
Por último, se ha revelado una categoría que se enfoca en el orgullo loco desde una perspectiva profesional y aliada del movimiento del orgullo loco. Concretamente, se han identificado dos categorías secundarias, una que reflexiona sobre la propia práctica profesional, y otra que se centra en la divulgación e investigación profesional del movimiento del orgullo loco.
Práctica profesional
Respecto a la práctica profesional, algunas personas reflexionan sobre la necesidad de incorporar el movimiento desde un paradigma que reconozca y aprecie los atributos, vivencias, particularidades, ideas, estados y emociones de las personas que se perciben como locas. Algunas de las reflexiones que recogen y sintetizan la idea descrita se presentan a continuación.
Recurrir a la retroalimentación crítica que estos movimientos sociales tienen para las profesiones de la salud mental puede ayudar a los consejeros a reparar rupturas y fortalecer el trabajo terapéutico (1:89).
Ser psicoanalista también debe implicar defender el derecho a la locura (1:6).
Divulgación e investigación
Por último, cabe hacer mención al interés sobre la divulgación e investigación sobre el movimiento del orgullo loco. A pesar de esto, es importante señalar que el interés académico por el orgullo loco ha sido un proceso reciente y gradual. Asimismo, en la plataforma de redes sociales X, se han identificado publicaciones con el propósito de reclutar participantes para estudios o iniciativas relacionadas con este movimiento.
¿Toma antipsicóticos y experimenta efectos secundarios como cansancio, sedación o sueño excesivo? ¿Le interesaría hablar conmigo sobre esto en una entrevista de investigación? (1:44).
Se busca a alguien que tenga experiencia clínica trabajando con personas que están locas/o tienen una enfermedad mental, y que apoyan una perspectiva de #MadPride. Es para un capítulo de un próximo libro sobre sexualidad y discapacidad (1:31).
Discusión
Este estudio ha permitido contar con relatos en primera persona de personas que participan del movimiento del orgullo loco. En cuanto al objetivo del trabajo, se ha podido constatar que el orgullo loco es un movimiento social de visibilización y empoderamiento, que en la red social X cuenta con un flujo de publicaciones frecuentes. A partir de los hashtags #madpride y #orgulloloco, y en un periodo total de 12 meses, se han identificado un total de 403 publicaciones relacionadas con el movimiento.
En lo que concierne a la visibilización y al activismo dentro del movimiento del orgullo loco, se ha constatado que la red social X desempeña un papel destacado como plataforma de difusión para la convocatoria de diversos eventos, desfiles y manifestaciones. Es relevante señalar que este tipo de publicaciones constituyeron el porcentaje más alto, representando 31,8% del total de publicaciones. A través de la utilización de hashtags relacionados con el orgullo loco, resulta sencillo localizar convocatorias de encuentros y acciones de protesta, lo que puede convertir a la plataforma X en una herramienta de apoyo y difusión para las personas que experimentan la locura. Estos hallazgos están en consonancia con el estudio realizado por Correa-Urquiza et al. (2020) , el cual analizó mensajes en Twitter durante el Día del Orgullo Loco y concluyó que las redes sociales funcionan como un espacio para difundir y amplificar mensajes que luego se proyectan en las calles a través de pancartas, carteles y megáfonos.
En cuanto a la categoría secundaria que se centra en la resignificación de la palabra “loco/a”, y que se ha tratado en 3% de los hashtags de análisis, indicar que esta categoría ha sido una cuestión abordada desde los inicios del movimiento. En la actualidad, en redes sociales continúa ocupando un espacio de debate. Además, a partir de estos resultados se ha notado la necesidad de debatir no sólo el término “loco/a”, sino también la utilización de conceptos como “recuperación”. Sobre ello, Beresford (2020) subraya la importancia de reconocer que el movimiento del orgullo loco ha utilizado el lenguaje desde sus comienzos como una herramienta para desafiar el vocabulario psiquiátrico.
Otra de las oportunidades que se han evidenciado a partir de los resultados identificados en la red X ha sido la categoría de promoción y difusión de actividades artísticas y creativas. Estas actividades se mostraron ampliamente arraigadas y relacionadas con el movimiento del orgullo loco. Los resultados centrados en actividades artísticas, como el mencionado videoclip “Manicomio Universal”, y el impulso de la creación desde una perspectiva de la locura, ejemplifican un espacio que puede ser movilizador y estimulante. En este contexto, el estudio de Netchitailova (2022) destaca que la locura debe permitir la expresión de diversas perspectivas, lo cual incluye la exploración de lo desconocido a través del arte y el humor en torno a la locura, así como la presentación de narrativas diversas sobre este tema. El mundo artístico tiene el potencial de acercarnos a diversas condiciones psicológicas, que la Medicina a menudo intenta categorizar y explicar de manera simplificada.
Respecto a la categoría primaria de los recursos de apoyo que pueden surgir en las redes sociales, el desahogo de manera anónima es una de las ventajas principales que ofrece la comunicación a través de hashtags específicos, los cuales representaron 22,6% del total. En relación con este tema, la obra de referencia de Chamberlin (2023) , titulada "Por nuestra cuenta. Alternativas autogestionadas frente al sistema de salud mental", enfatiza la importancia de considerar las posibilidades y limitaciones de la autogestión de la salud mental en contraposición al disciplinamiento impuesto por multinacionales, administraciones, así como también por parte de personas consideradas “expertas” vinculadas a la salud, la psicología o los servicios sociales. Autogestión que se fundamenta en el respeto, la autonomía y el apoyo mutuo.
En cuanto a la categoría que se centra en los espacios de apoyo, se ha identificado la promoción de derechos como un componente importante. Sin embargo, a partir del análisis realizado se ha observado una falta de interseccionalidad a este respecto. Específicamente, se ha notado una ausencia de resultados directos que aborden los derechos sexuales, así como la falta de una perspectiva feminista que se centre en la promoción de los derechos de las mujeres dentro del movimiento del orgullo loco, o una perspectiva racializada del orgullo loco. Esta carencia ha sido reconocida por autores como Beresford (2020) , quien cuestiona cómo se pasan por alto las preocupaciones de las comunidades negras y étnicas minoritarias. Mayoritariamente, el orgullo loco se ha contemplado desde una perspectiva del norte global o desde un enfoque eurocentrista, sin incluir o involucrar adecuadamente al sur global (Guzmán-Martínez, 2021) .
La utilización de las redes sociales como espacio accesible y anticuerdista de denuncia ha de ser puesto en valor. Los resultados revelan que la red social X también se configura como un espacio para la crítica cuerdista, la denuncia de la exclusión económica y las quejas sobre discriminación y atención profesional, que representaron en total 22,5% de los hashtags analizados. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la brecha digital entre la población que, por ejemplo, accede a servicios sociales, es todavía un problema frecuente, tal y como señala el estudio de Múñoz-Moreno et al. (2023) .
En este sentido, la brecha digital también puede estar relacionada con la exclusión económica y el capitalismo en el contexto del movimiento del orgullo loco. Sobre esto, autorías como Spandler y Poursanidou (2019) argumentan que es crucial mantener la atención en las diversas formas de exclusión que van más allá de las perspectivas psiquiátricas. Acerca de esta cuestión, es importante destacar que muchas de estas acciones consideran la intersección con otros movimientos y disidencias de distintos campos, como el anticapitalismo, como se señala en el trabajo de Castillo (2021) . Esto subraya la importancia de abordar la locura desde una perspectiva multidisciplinaria e interseccional que tenga en cuenta una variedad de factores sociales, económicos y políticos.
A partir de los resultados obtenidos, se estima fundamental que la práctica profesional, especialmente en el ámbito de la salud mental, adopte una reflexión crítica. De esta forma los/as profesionales deben cuestionar sus propias prácticas, incluyendo las acciones relacionadas con internamientos involuntarios, sobremedicación, terapias como las electroconvulsivas y contenciones mecánicas, entre otras. Se estima así necesario adoptar un enfoque interseccional y antiopresivo que valore y se base en los conocimientos cotidianos de las personas involucradas en el movimiento del orgullo loco. Además, es importante fomentar acciones que transformen la diversidad en una oportunidad para la convivencia, el apoyo mutuo y la interacción grupal, como sugieren Wilson y Beresford (2000) .
Por último, si se centra la atención en la divulgación e investigación científica sobre el orgullo loco, es esencial debatir desde qué perspectivas se desarrollan estos estudios. Al respecto, Beresford y Carr (2018) cuestionan que la mayoría de los estudios sobre el orgullo loco pueden volverse elitistas, ya que a menudo son realizados por académicos/as o estudiantes de doctorado. Por otro lado, se ha de tratar de poner en valor las experiencias e iniciativas especializadas que impulsan el estudio del orgullo loco.
En cuanto a la categoría secundaria de divulgación e investigación, se ha de poner en valor los enfoques que respeten y valoren la diversidad de experiencias y perspectivas de las personas locas y de las experiencias psíquicas fuera de la norma. Los estudios locos que fueron definidos en 2008 por Ingram (2021) se centran en poder ser altavoz para las personas que han sido estigmatizadas o marginadas debido a su locura y en cuestionar las estructuras de poder en la atención de la salud mental (Ingram, 2021). Igualmente, es importante destacar y poner en valor iniciativas como el Centro de Estudios Locos de Chile, un grupo de investigación que lleva a cabo investigaciones militantes en el campo de la locura, adoptando un enfoque alternativo al paradigma biologicista. Estas iniciativas contribuyen a enriquecer el campo de estudio y a promover una comprensión más amplia de la locura.
Conclusión
Este estudio ha facilitado la aproximación a las narrativas del orgullo loco a través de la red social X. El orgullo loco, en tanto movimiento de visibilización y empoderamiento colectivo, desempeña un papel fundamental en la acción política y en la crítica a la perspectiva biologicista de la salud mental y la psiquiatría. La relevancia de este movimiento colectivo debe ser tenida en cuenta en el ámbito profesional, dado que los estudios de la locura y el movimiento de orgullo loco conforman un proyecto sumamente enriquecedor, diverso y desafiante, aun cuando no es sorprendente que surjan tensiones y dificultades entre el ámbito de la psiquiatría y el movimiento del orgullo loco.
A pesar de que las categorías principales de análisis se han centrado en aspectos como la visibilización, el activismo, los recursos de apoyo y las denuncias de violaciones de derechos, no se ha de perder de vista que este movimiento es intrínsecamente cambiante. Por lo tanto, no existen respuestas sencillas para comprender las cambiantes dinámicas de divulgación y socialización que se producen a través de redes sociales como X. Sin embargo, se sugiere que es más adecuado reconocer estas tensiones y mantener un espacio abierto para ellas en lugar de tratar de resolverlas de manera prematura y definitiva. En última instancia, cualesquiera que sean los estudios locos o lo que lleguen a ser, y cualesquiera que sean las personas que incluyan o excluyan, coincidimos en la importancia de intentar fomentar contraculturas alternativas de investigación crítica, apoyo y solidaridad. La voz de la locura merece atención, al igual que el estudio de la locura y la psiquiatrización.