Introducción
En México el uso tradicional de las plantas se ha preservado y ha sido importante en la cultura, idiosincrasia y modo de subsistencia de comunidades indígenas y mestizas (Solano et al., 2010). Particularmente, las orquídeas son uno de los recursos florísticos con mayor riqueza de especies y elevado valor cultural y económico que en México han sido utilizadas desde tiempos precolombinos por varios grupos mesoamericanos para satisfacer necesidades sociales de importancia médica, ceremonial, alimenticia y como fuente de ingreso (Hernández, 1959; Sahagún, 1975; Flores-Palacios y ValenciaDíaz, 2007). La familia Orchidaceae está integrada por aproximadamente 25 000 especies que representan cerca del 10% de la diversidad florística de todo el planeta (Atwood, 1986). En México la familia incluye 168 géneros y 1 254 especies (Soto-Arenas et al., 2007), de las cuales 300 son de tipo endémico (Espejo-Serna et al., 1998b).
Durante el México precolombino, el uso más notable de las orquídeas fue en los géneros Laelia, Prosthechea y Bletia para la obtención de un “pegamento o engrudo”, conocido en náhuatl como tzauhtli o tzacutli. Este mucílago, extraído de los pseudobulbos, era usado como pegamento en el arte plumario y fijador de pigmentos (Hágsater et al., 2005). En la medicina las orquídeas son documentadas por Hernández y Sahagún para curar la disentería, la tos, para “templar el calor” del estómago, para la mala digestión, heridas infectadas, hemorragias, dolor de cabeza, así como desinflamatorio y mitigador de fiebre. De igual forma, Hernández menciona que las flores de Prosthechea citrina (La Llave & Lex.) W.E. Higgins adornaban las coronas, guirnaldas y ramilletes de los indios, y actualmente con L. autumnalis se siguen utilizando en las coronas para los peregrinos que visitan el santuario de Chalma, en el municipio de Malinalco, Estado de México.
Otros usos de las orquídeas han sido para la confección de imágenes religiosas como los “Cristos de caña” (Estrada, 1996), así como para dar consistencia a la masa azucarada, materia prima de algunos dulces de alfeñique, como los de pepita de calabaza, tradicionales en el estado de México, que de acuerdo con Rodríguez (2009) y Pomar (2010) la especie utilizada, de nombre común chautle, era Bletia campanulata La Llave & Lex. Este último uso ha desaparecido de acuerdo con informantes de dulces artesanales en el sur de la entidad, quienes han sustituido al chautle por otros aglutinantes.
En general las flores del género Laelia también se utilizan como adorno en diversas festividades religiosas, es por ello que se les conoce como “flores sagradas”. Desafortunadamente derivado de los múltiples usos a que las orquídeas han sido sujetas, éstas afrontan problemas de disminución de sus poblaciones naturales, por efectos del cambio climático, combinados con el mal manejo de los sistemas en hábitats únicos (Soto-Arenas et al., 2007), actividades agrícolas, sobrecolecta de sus poblaciones, deforestación, comercio ilegal, carencias en la legislación, política ambiental y la falta de esquemas para la participación de las comunidades en actividades de conservación (Menchaca y Moreno, 2011). Además, por su naturaleza epífita y endemismo, son especialmente vulnerables a la extinción (Turner et al., 1994 y Salazar-Rojas et al., 2007). En México, a partir de 1998 se han extinguido más de 20 especies de orquídeas (Hágsater et al., 2005), por ello están catalogadas como el segundo grupo de plantas con más especies protegidas (SEMARNAT, 2010).
En algunas regiones de la república mexicana donde crecen orquídeas, como en el centro de México, se han desarrollado prácticas para su recolección y venta, especialmente para aquellas con valor ornamental. En el Estado de México, aunque no hay fuentes documentadas, en los últimos tres años, en varios municipios del sur, así como en la capital del estado, se observa un incremento de la venta ilegal de especies de orquídeas silvestres utilizadas como plantas de ornato. Es por eso que el objetivo de la presente investigación fue identificar las orquídeas silvestres extraídas, sus usos y comercialización en los mercados locales y tianguis de seis municipios de la región sur del Estado de México.
Métodos
Área de estudio
El estudio se realizó de 2011 a 2013 y comprendió los municipios de Ocuilan, Malinalco, Tenancingo, Villa Guerrero Santiago Tianguistenco y Zumpahuacán, en el sur del Estado de México, dentro de un intervalo altitudinal de 1 900 a 2 500 m s.n.m. (Figura 1). Dicha región se caracteriza por una topografía accidentada y un clima templado y húmedo, con temperatura anual promedio de 18oC y lluvias moderadas a intensas en verano que proporcionan condiciones ecológicas favorables para el desarrollo de diferentes tipos de vegetación, como bosque de pino-encino, bosque de pino, bosque de encino, bosque de oyamel, bosque de táscate, selva baja caducifolia y pastizales (Secretaría del Medio Ambiente, 2010), lo que da como resultado, una alta diversidad biológica.
Estudio etnográfico
Durante un año se realizaron visitas semanales a los mercados locales y tianguis populares de las cabeceras municipales de Malinalco, Tenancingo, Villa Guerrero, Santiago Tianguistenco y Zumpahuacán, que son centros de concentración y comercialización de diferentes bienes de consumo de la región, en los que es común la presencia de vendedores de orquídeas. A dichos comerciantes se aplicaron entrevistas estructuradas con un guion previamente elaborado, y en algunas ocasiones se recurrió a la técnica de entrevista-compra (Bye y Linares, 1983), que permitió dirigirla a los intereses de la investigación (Hammersley y Atkinson, 1994). Todos los vendedores de orquídeas observados, que sumaron 19, accedieron a la entrevista, de las que se obtuvo información sobre nombre común de cada especie comercializada, lugar de colecta, periodo de recolección, participantes en la recolección, especies comercializadas, temporada de venta, reventa, usos, tiempo dedicado a la venta de orquídeas y precio de venta. Además, se registró el número total promedio de ejemplares exhibidos de cada especie para su venta mediante cuantificación visual y con evidencia fotográfica. También se reconocieron aspectos como la presencia de inflorescencia, la organización de las plantas comercializadas en los puntos de venta y otras familias taxonómicas ofertadas.
Identificación taxonómica
De los puntos de venta se adquirieron ejemplares de cada especie para la identificación de su nombre científico mediante el uso de claves taxonómicas y literatura especializada para la región y el estado de México (Nava, 2008; Secretaría del Medio Ambiente, 2010). Además, la identificación se corroboró con especialistas en sistemática de Orchidaceae. En los nombres de géneros, especies y autores se siguió la base de datos W3Tropicos (www.tropicos.org; abril 3, 2012). Para aquellas especies incluidas en la NOM-059-ECOL-2010 (SEMARNAT, 2010) se les asignó su estatus de riesgo.
Revisión documental
Las especies registradas en el comercio para el presente estudio y otras de uso aglutinante se revisaron en documentos históricos como el Códice Florentino y la Historia General de las cosas de Nueva España de Fray Bernardino de Sahagún a partir de sus informantes. El primero contiene dos columnas, una en náhuatl y otra en español, además de ilustraciones elaboradas por los tlacuilos que añaden información al texto escrito; el segundo documento se elaboró a partir del texto en náhuatl del Códice Florentino. Garibay (2006) considera a la primera obra autoría de los indígenas y la segunda de Bernardino de Sahagún. Además se revisó la obra Historia Natural de Nueva España de Francisco Hernández para conocer sus usos durante el siglo XVI (Figura 2). De igual forma, mediante trabajo etnográfico, que consistió en entrevistas semiestructuradas, entrevistas dirigidas a informantes clave y diálogos a profundidad, se obtuvo información sobre los usos que predominan en el presente.
Resultados
Colecta
Las personas entrevistadas señalaron que la recolección de orquídeas la llevan a cabo desde finales de octubre hasta inicios de diciembre, dicha actividad se realiza generalmente en familia, en grupos pequeños en los que de forma general participan el padre e hijos, ya que las madres se dedican a la venta de los productos extraídos. De acuerdo al estudio etnográfico los municipios con más menciones para la recolección de orquídeas fueron Malinalco con 37% y Tenancingo con 26% (Figura 3), en menor grado Villa Guerrero y Ocuilan con 16% cada uno y Zumpahuacán con 5%; éstos municipios se localizan en la región sur del Estado de México, la cual alberga la mayor parte de su diversidad biológica (Secretaría del Medio Ambiente, 2010). De hecho Nava (2008) reporta a Ocuilan como el municipio de mayor diversidad orquideológica en el estado con 144 especies agrupadas en 48 géneros. Para el caso del municipio de Santiago Tianguistenco, éste sólo fue referido como punto de reventa de orquídeas extraídas de los municipios de Malinalco y Ocuilan.
Especies identificadas
Se identificaron seis especies de orquídeas comercializadas, Laelia autumnalis (La Llave & Lex.) Lindl., Trichocentrum pachyphyllum (Hook.) R. Jiménez & Carnevali, Prosthechea squalida (key & Lex.), Prosthechea karwinskii Mart, Oncidium unguiculatum Lindl., y Stanhopea hernandezii Bateman ex Lindl. (Figura. 4), todas ellas comercializadas en los tianguis de las cabeceras de los municipios de Tenancingo, Malinalco, Villa Guerrero, Zumpahuacán y Santiago Tianguistenco. Solamente una orquídea, O. unguiculatum, está incluida en alguna categoría de riesgo en la NOM-059-SEMARNAT-2010, como especie amenazada.
Intensidad de colecta
El mayor número de vendedores se concentró en el municipio de Tenancingo con 11; Malinalco y Santiago Tianguistenco con tres cada uno; y Villa Guerrero y Zumpahuacán con uno para cada municipalidad. La especie L. autumnalis fue mencionada por los vendedores como la más colectada en los municipios bajo estudio (Cuadro 1), seguida de P. squalida. De las otras especies registradas, no hicieron mención de su colecta, posiblemente por que representaron volúmenes mucho menores que las referidas anteriormente.
Comercialización
Es importante resaltar que durante la colecta las personas pueden obtener plantas completas o bien sólo una parte de ella. Las plantas completas de acuerdo a la especie y su edad varían en número de pseudobulbos que van desde cifras menores a 10 hasta más de 100. De igual manera, su comercialización puede ser de planta completa o en fracción; de este último caso, con la finalidad de estandarizar el precio y el tamaño de la porción en venta, la planta completa se divide en ejemplares (Figura 5), con promedios de número de pseudobulbos que de acuerdo a la especie son de 10 para L autumnalis y S. hernandezii, 25 para P. squalida y cinco para O. unguiculatum y P. karwinskii. La especie T. pachyphyllum al tener pseudobulbos muy abreviados, la comercialización de sus ejemplares es en simpodio que incluye de dos a cinco tallos con sus respectivas hojas.
Tenancingo fue el municipio con mayor número de especies y ejemplares de orquídeas comercializadas, con valores promedio de seis veces más que Malinalco y Santiago Tianguistenco, municipios que le sucedieron (Cuadro 2). Villa Guerrero y Zumpahuacán presentaron valores muy bajos en ejemplares en venta que no rebasaron el 5% del total cuantificado. La especie L. autumnalis, presente en los puntos de venta de los cinco municipios, fue la especie más comercializada al representar el 44% del total de ejemplares ofertados por día (Cuadro 2). La segunda especie más vendida fue P. squalida, la cual del total representó casi el 30%. Las otras especies constituyeron el 26% restante.
Especie | Número de ejemplares/municipio | Total/día | ||||
---|---|---|---|---|---|---|
Tenancingo | Malinalco | Tianguistenco | V. Guerrero | Zumpahuacán | ||
L. autumnalis | 114 | 18 | 18 | 5 | 4 | 159 |
P. squalida | 77 | 15 | 12 | 3 | 0 | 107 |
T. pachyphyllum | 70 | 0 | 0 | 0 | 0 | 70 |
P. karwinskii | 0 | 11 | 0 | 0 | 0 | 11 |
O. unguiculatum | 0 | 0 | 8 | 0 | 0 | 8 |
S. hernandezii | 4 | 0 | 0 | 0 | 0 | 4 |
Total/día | 265 | 44 | 38 | 8 | 4 | 359 |
Los datos anteriores sugieren una mayor intensidad de extracción para L. autumnalis, posiblemente debido a su mayor número de formas de uso, tamaño (Figura 6) y vistosidad de sus flores, estas últimas casi siempre presentes en su comercialización. Contrariamente, durante la venta de P. squalida, T. pachyphyllum, S. hernandezii, O. unguiculatum y P. karwinskii los ejemplares, casi siempre, estuvieron provistos únicamente de hojas y pseudobulbos.
Nombre común
La extracción de orquídeas está directamente relacionada con sus formas de uso, que en muchos de los casos han dado origen a los nombres comunes e incluso científicos (Figura 7). El nombre en náhuatl de L. autumnalis era chichiltepetzacuxochitl, cuya traducción es flor silvestre roja y pegajosa, se utilizaba como aglutinante y mordiente en la pintura mural. Había otras orquídeas que no se conocían con el nombre de tzauhtli, tal es el caso de S. hernandezii conocida en náhuatl como Coatzontecoxochilt, que se traduce como flor parecida a cabeza de culebra, apreciada por su belleza en huertos y jardines, y que se encuentra pintada en los murales de la bóveda del ex convento de Malinalco, en el estado de México (Figura 8).
A L. autumnalis en el Estado de México y Michoacán se les conoce como ahuaxuchitl, palabra de origen náhuatl que proviene de auatl que significa encino y xochitl que significa flor (Molina, 2004 y Simeón, 2004) traducido como flor de encino (Nava, 2008; Beltrán-Rodríguez et al., 2012). Actualmente, de forma general, a las orquídeas también se les conoce como tecolomeses, sanmiguelitos y catarinas. Estos cambios de la época prehispánica a la actualidad son un reflejo del proceso de evangelización iniciado en el siglo XVI, en el que se modificó la relación de las plantas con la religión prehispánica con el cambio de nombres asociados a la religión católica impuesta por los españoles.
Usos
Los usos prehispánicos identificados en los documentos históricos, para las especies de orquídeas comercializadas, incluyen a L. autumnalis con atributo de aglutinante (Shagún, 1975), y medicinal para atender hemorragias, heridas, disentería, inflamaciones y fiebre (Hernández (1959) . Lib 3. Cap LXXVII. pág 375); y a S. hernandezii con uso medicinal para templar el calor del estómago y uso ornamental en jardines (Hernández, 1959, Lib. 3. Cap. LXXXII. pág 379).
En el área de estudio se han conservado algunos usos tradicionales de las orquídeas, probablemente con ciertas modificaciones, de los cuales el común reportado para todas las especies es el ornamental, particularmente para la decoración de nacimientos navideños mencionada por 69% de los entrevistados. Para el caso de L. autumnalis además de este uso, la coincidencia de su periodo de floración con las celebraciones de Día de Muertos, también permite que su inflorescencia sea utilizada en mayor cantidad para decorar tumbas, altares, santos e iglesias principalmente en Villa Guerrero.
El uso medicinal ocupa el segundo lugar, fue mencionado por un 25% de entrevistados en Tenancingo, Malinalco, Villa Guerrero y Zumpahuacán, quienes puntualizan que L. autumnalis se usa por sus propiedades antihemorrágicas y antiabortivas. Sólo el 6% de entrevistados en el municipio de Tenancingo mencionaron que alguna vez consumieron los pseudobulbos de L. autumnalis, pero en la actualidad dicha práctica ha desaparecido. Actualmente el uso de orquídeas como aglutinante ha desaparecido y con ello en el nombre común de la planta que hacía referencia a dicha propiedad.
Tiempo dedicado a la comercialización de orquídeas
De 19 vendedores entrevistados siete de ellos (36%) mencionaron que llevan de 10 a 20 años dedicándose al comercio de orquídeas, tiempo que resultó ser el mayor periodo destinado a la venta de orquídeas (Figura 9). Los doce vendedores restantes (64%) mencionaron tener ocho años dedicados a esta actividad en las cabeceras municipales de Tenancingo y Tianguistenco, mercados con mayor tradición y actividad económica. Estos resultados sugieren que el aumento en el número de vendedores en los últimos ocho años podría incrementar la tasa de extracción de orquídeas de manera considerable.
Temporada de venta
En los municipios de Tenancingo y Villa Guerrero la venta de orquídeas silvestres se lleva a cabo diariamente durante los primeros veinticinco días del mes de diciembre; en tanto que en Malinalco, Zumpahuacán y Santiago Tianguistenco, sólo se hace en los días de tianguis que es dos veces a la semana dentro del mismo periodo. En Tenancingo L. autumnalis por coincidir con su temporada de floración, gran parte de su comercialización se hace durante el periodo otoñal; sin embargo, ya es común observarla al igual que otras especies aquí reportadas, ofertarse durante todo el año de forma moderada, discreta y dispersa.
Precio
Los precios de venta variaron de acuerdo al número de pseudobulbos en los ejemplares ofertados, a la presencia de inflorescencia y a la especie comercializada. Los más bajos, correspondieron a L. autumnalis, T. pachyphyllum, P. squalida, y P. karwinskii, con valor de entre 5.00 y 15.00 pesos por ejemplar; le siguieron S. hernandezii con precios de entre 15 y 20 pesos por ejemplar; y los precios más caros correspondieron a O. unguiculatum cuyos ejemplares se comercializan en 35 pesos. De plantas completas se observó venderse a S. hernandezii con precio de 80 pesos. La distancia del punto de colecta al de venta o reventa también parece influir en el precio del ejemplar, ya que para el caso de Santiago Tianguistenco que es el punto de venta más distante, los precios de las orquídeas como L. autumnalis y O. unguiculatum se incrementaron en aproximadamente un 25%.
Organización de los vendedores y otras plantas en venta
Los vendedores se encuentran organizados en el kiosco municipal correspondiente, y sólo utilizan un plástico sobre la banqueta en el que exhiben para su venta las orquídeas y otras plantas de Cactaceae, Bromeliaceae, Crassulaceae y Sellagineceae (Figura 10), entre las que destacan el heno (Tillandsia usneoides (L.) L.), musgo (Politrychum spp.) comúnmente llamado “lama”, bromelias (otras especies de Tillandsia spp.), piñas o conos de pinos (Pinus spp.), algunos ejemplares del género Sellaginella, trébol de monte (Didymaea alsinoides (Schltdl. & Cham.) Standl.), suculentas del género Echeveria y cactus del género Mammillaria.
Discusión
De acuerdo al presente estudio, Malinalco fue el municipio en donde se colecta el mayor número de orquídeas registradas en el comercio, posiblemente debido a que al limitar con Ocuilan, municipio reportado como el de mayor diversidad orquideológica del Estado de México (Nava, 2008), comparte ciertos tipos de vegetación como los bosques templados en donde se desarrollan tres cuartas partes de las orquídeas del estado, y de los que destaca el bosque mixto de pino-encino considerado como el de mayor riqueza de orquídeas (Secretaría del Medio Ambiente, 2010). Además un 16% de la superficie total del Malinalco está representada por selva baja caducifolia (López-Patiño et al., 2012), que de acuerdo a la Secretaría del Medio Ambiente (2010) es el segundo tipo de vegetación de mayor riqueza orquideológica. Agregado a ello, parte de la cabecera municipal de Malinalco y la carretera Chalma-Malinalco pertenecen al área natural protegida “Tenancingo-MalinalcoZumpahuacán” en donde se reportaron 86 especies de orquídeas (López-Patiño et al., 2012), área también identificada por los pobladores, quienes mencionaron a dicha región como punto principal de colecta.
En México la extracción de orquídeas silvestres de sus poblaciones naturales para su comercialización en los mercados locales tiene una larga historia (Naranjo et al., 2009). Los municipios en estudio tienen una gran importancia histórica como centros de comercialización de recursos, tan sólo el tianguis de Santiago Tianguistenco tiene sus orígenes en la época prehispánica y hoy en día está considerado como uno de los más importantes y famosos del Estado de México e incluso es un atractivo turístico (Aviña, 2013). No obstante, también es importante considerar que la comercialización de orquídeas se establece de acuerdo a la demanda y abundancia del recurso.
Tenancingo fue el municipio donde se vendió el mayor número de especies y ejemplares de orquídeas en el área de estudio (cuatro especies), lo que sugiere que el lugar de colecta no coincide directamente con el lugar de venta, pues éstos últimos corresponden más bien con su desarrollo urbano e importancia comercial para especies con fines ornamentales (Leszcziñska-Borys et al., 1994), tal es el caso de Tenancingo que al ser históricamente uno de los primeros municipios en establecerse como ciudad en 1878, se ha consolidado desde entonces como centro de importancia comercial en el sur de la entidad (Castro, 2003).
La especie más comercializada fue L. autumnalis, cuyas flores en noviembre se usan como adornos para las celebraciones de Día de Muertos y su follaje en nacimientos navideños. Otras especies como P. squalida y O. unguiculatum florecen en el mismo periodo, pero sólo la primera se observó comercializada con inflorescencias, lo que sugiere connotaciones de tradición y simbolismo diferentes entre especies (Heyden, 1985).
El seccionamiento de las plantas, es diferente de acuerdo a la morfología de las especies y se realiza para estandarizar el precio. En el caso de P. squalida, al ser de pseudobulbos delgados, la planta incluye mayor número de ellos; sin embargo, para el caso de O. unguiculatum con pseudobulbos de tamaño tres veces mayor a los de P. squalida los ejemplares se venden con un menor número de ellos lo que puede estar relacionado con su situación actual dentro de la NOM-059SEMARNAT-2010, que indica pocos individuos en sus poblaciones naturales.
Las poblaciones de L. autumnalis en el área de estudio aún persisten, pero su extracción para el comercio pone en riesgo su viabilidad, ya que la recolección parece ser una actividad guiada por necesidades económicas más que por la colecta racional, pues en la práctica de acuerdo a la dificultad de colecta, la accesibilidad y disponibilidad del recurso, se pueden obtener individuos completos o sólo parte de ellos; en el caso de seccionar una planta completa, se afecta la supervivencia tanto de la parte que queda en el hábitat, como de la que se recolecta, ya que los pseudobulbos son órganos de almacenamiento de agua y nutrientes, y al seccionar el rizoma que los une disminuyen los recursos para crecer, sobrevivir o reproducirse (Zotz, 1999), y en muchas especies limitan la activación de yemas secundarias (Flores-Palacios y Valencia-Díaz, 2007). Por otro lado la colecta de plantas completas, también constituye un factor de importancia ecológica al disminuir el número de individuos en las poblaciones naturales de orquídeas. Por ello el aprovechamiento racional, como el descrito por Beltrán-Rodríguez et al. (2012), en la localidad de El Salto en el sur de Michoacán, donde la colecta únicamente de inflorescencias ya es una práctica común, permitiría la reproducción vegetativa de la planta con mayores posibilidades para la conservación de las poblaciones naturales.
En el área de estudio el uso más común de las orquídeas comercializadas fue el ornamental y medicinal, actividades que han sido descritas desde la época prehispánica y que con la colonia aun prevalecieron, en algunos casos con modificaciones, por influencias de diferentes factores como el religioso. Actualmente L. autumnalis aún conserva su atributo medicinal y junto con S. hernandezii también son utilizadas como ornamentales en festividades religiosas como la decoración de nacimientos navideños, y para adornar tumbas y altares el día de muertos, este último caso solo para L. autumnalis. Resultados similares de usos ornamentales se obtuvieron en estudios de los estados de Oaxaca (Rees, 1976) y Querétaro (Cabrera-Luna et al., 2007), en los cuales citan que las orquídeas son utilizadas porque mantienen su turgencia por largos periodos, suficiente para en el montaje decorativo de la representación de nacimientos navideños.
Conclusiones
Tenancingo es el municipio en donde se comercializa el mayor número de orquídeas, mientras que Malinalco resultó ser el municipio más colectado. El mayor tiempo dedicado a la comercialización de orquídeas silvestres en el área de estudio se presenta en Tenancingo y Santiago Tianguistenco y no necesariamente coincide con la época de floración de las especies, ya que esta práctica se lleva a cabo durante todo el año de forma moderada, discreta y dispersa, con cifras mayores durante periodo otoñal. Laelia autumnalis es la especie más vendida por sus atributos ornamentales y medicinales, usos que actualmente predominan en el sur del estado. Así mismo, las modificaciones en los nombres que les han dado a las diversas especies de orquídeas se relacionan con cambios en procesos como la evangelización, por lo cual una planta que formaba parte de la religiosidad prehispánica, en la actualidad se encuentra como adornos en altares, iglesias y tumbas. Finalmente es importante destacar que la colecta constante de orquídeas afecta directamente la abundancia, estabilidad y disponibilidad del recuso, lo que genera un desequilibrio en los ecosistemas e incluso la desaparición de algunas poblaciones, por ello es importante proponer estrategias participativas con las comunidades rurales que permitan el uso racional de este grupo taxonómico.