Introducción
El cambio climático es uno de los principales problemas ambientales del siglo XXI, a consecuencia del incremento de la concentración de gases de efecto invernadero. Este problema es ocasionado por la quema de combustible fósiles y otras actividades antropogénicas. Como resultado se da el aumento del dióxido de carbono (CO2) que empezó a presentar significancia a mediados del siglo XIX a causa del desarrollo industrial (Garreaud, 2011). Sobre el cambio del clima en la superficie terrestre, se estimó un incremento aproximado de 0.7 °C de temperatura, registrada en el último siglo (IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change), 2007). Para mitigar efectos negativos del cambio climático están los ecosistemas forestales que cumplen funciones importantes en beneficio del ambiente.
Una de las principales funciones que presentan los ecosistemas forestales es capturar y almacenar carbono en la biomasa mediante la fotosíntesis. El ciclo natural del carbono se articula la atmósfera y biósfera, y varía dentro de los bosques según la composición florística, edad y estructura (Pan et al., 2011). Por ejemplo, las selvas en crecimiento en edades tempranas o intermedias tienen mayor potencial de capturar de carbono cuya capacidad está relacionada a la edad. Es decir, con forme aumenta la edad la captación disminuye (Ajit et al., 2013; Fonseca et al., 2011). Por lo contrario, cuando los bosques son más maduros tienen mayor capacidad de retención mediante el almacenamiento de carbono. El almacenamiento o captura de carbono ha sido calculado en bosques naturales a través de la biomasa forestal.
La cuantificación y monitoreo continuo de la biomasa forestal, a de más de la estimación del carbono, se articula con las valoraciones técnicas sobre los bosques y su contribución funcional en la mitigación al cambio climático (Houghton et al., 2015). Para la estimación de la biomasa existe un método indirecto, que consiste en la utilización de ecuaciones alométricas, las cuales utilizan variables independientes fáciles de medir en los árboles del bosque, como el diámetro, altura y densidad de la madera (Picard et al., 2012). Estas ecuaciones han sido desarrolladas para diferentes bosques tropicales (Brown et al., 1989; Cairns et al., 2003; Návar, 2009; Rodríguez-Laguna et al., 2008).
Bajo los antecedentes mencionados se desarrolló la presente investigación, cuyo objetivo del estudio fue caracterizar la estructura horizontal, determinar la composición de especies leñosas, estimar la biomasa aérea y el contenido de carbono en tres áreas: aguada, área de regeneración y área de conservación, en la selva mediana perennifolia, con el propósito de generar conocimiento para ayudar a conocer las cantidades de carbono y su relación con diferentes parámetros en el ecosistema.
Materiales y métodos
El estudio se realizó en el rancho “San Miguel” ubicado en el municipio de Tizimín, Yucatán, México, bajo las coordenadas geográficas 21°20’01.75” N y 87°46’28.77’ O (Fig. 1). El área de estudio registra, una altitud promedio de 20 msnm. La vegetación dominante del predio es de tipo selva mediana perennifolia y plantación de teca (Tectona grandis). El clima presente es caliente subhúmedo con lluvias en verano (Aw), con una precipitación anual promedio de 1,167 mm y temperatura media anual de 25.4 °C (INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), 2009).
El rancho tiene una superficie de 1,181.62 ha, con diferentes usos de la tierra: 1) la aguada con 12 ha, en donde se forman cuerpos de agua temporales por geoformas especificas disponiendo de una mayor humedad; 2) área de regeneración de 39 ha, con 30 años de abandono, las actividades que se realizaban anteriormente era ganadería extensiva y la extracción de madera y; 3) área de conservación con 53 ha, sin evidencia de uso previo.
Para evaluar las áreas se realizaron 26 unidades de muestreo en la aguada, 33 en el área de regeneración y 29 en el área de conservación, en total 88 unidades de muestreo rectangulares de 20 x 50 metros con una superficie de 1,000 m2, la distribución se estableció de forma sistemática, es decir, distancias iguales entre los puntos centrales de las unidades, se obtuvo mediante la raíz cuadrada del resultado de la división de la superficie entre el número de unidades. En estas unidades experimentales se midió el diámetro normal, altura total y diámetro de copa (norte-sur) (este-oeste), considerando todos los individuos con DAP ≥ a 2.5 cm.
Estructura horizontal y composición de especies leñosas
La estructura horizontal se realizó con el propósito de evaluar el comportamiento de los individuos y de las especies en una determinada superficie y establecer su importancia ecológica. Se determino el número de árboles por categoría diamétrica y se generaron gráficos para comparar entre los usos de tierra. Con los datos obtenidos en campo para cada especie se determinó los parámetros ecológicos de abundancia relativa (ARi), dominancia relativa (DRi), frecuencia relativa (FRi), así como el índice de valor de importancia (IVI), el cual adquiere valores porcentuales en una escala del 0 al 100 (Mostacedo & Fredericksen, 2000), se estimaron mediante las siguientes ecuaciones:
Abundancia relativa:
donde Ai es abundancia absoluta, ARi la abundancia relativa de la especie i respecto a la abundancia total, Ni es el número de individuos de la especie i, y S la superficie de muestreo (ha).
Dominancia relativa:
donde Di es dominancia absoluta, DRi la dominancia relativa de la especie i respecto a la abundancia total, Abi el área de copa de la especie i, y S la superficie de muestreo (ha).
Frecuencia relativa:
donde Fi es la frecuencia absoluta, FRi la frecuencia relativa de la especie i respecto a la abundancia total, Pi el número de sitios en el que está presente la especie i, y NS número total de sitios de muestreo.
Índice de valor de importancia:
donde IVI es el índice de valor de importancia, ARi es la abundancia relativa, FRi es la frecuencia relativa y DRi es la dominancia relativa.
Biomasa aérea y contenido de carbono
El contenido de carbono se obtuvo de la relación de la biomasa aérea por la concentración de carbono de las especies.
donde: B = biomasa aérea (peso seco de los árboles, kg), CC = concentración de carbono (%).
La concentración de carbono fue obtenida utilizando el factor de conversión de 0.5 recomendado por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change), 2007). A partir de la vegetación identificada, se revisó literatura para identificar y seleccionar ecuaciones alométricas específicas para género o especie (Cairns et al., 2003; Návar, 2009; Rodríguez-Laguna et al., 2008). Se utilizó una ecuación general basada en el tipo de clima (Brown et al., 1989) (Tabla 1 y 2) cuando no existió ecuaciones específicas para género o especie; o mediante la ecuación de volumen general:
donde: b = biomasa aérea; v = volumen del árbol; dm = densidad de la madera (Chave et al., 2006); Fexp= factor de expansión (sin dimensión), relación entre la biomasa total y la biomasa de fuste.
donde: v = volumen del árbol; d = diámetro a la altura de pecho (1.30 m); h = altura del árbol; f = factor de forma o coeficiente mórfico (es la relación que existe entre el volumen real del tronco y el modelo que se toma como referencia, el valor es diferente entre las especies).
Especie | Ecuación |
---|---|
Bauhinia variegata L. | [0.197575]*[DBH^2.34002] |
Dendropanax arboreus (L.) Decne. & Planchon | [0.037241*DBH^2.99585] |
Brosimum alicastrum Swarts. | [0.0336]*[DBH^2]*[TH] |
Eugenia buxifolia (Sw) Willd. | [0.4600]+[[0.0370]*[DBH^2]*TH] |
Pouteria unilocularis Donn. Smith | [0.0465]*[DBH^2]*[TH] |
Spondias mombin L. | Exp(-2.12605 + 0.868 LN(DN2*H) |
Luehea speciosa Willd. | |
Cochlospermum vitifolium (Willd.) Spreng. | [0.0841]*[DBH^2.41] |
DBH, DN = diámetro a altura de pecho (1.30 m); H, TH = altura (m).
Especie | Ecuación |
---|---|
Albizia tomentosa (Micheli) Standl. | exp[-2.4090+0.95522In(D2HS)] |
Astronium graveolens Jacq. | |
Byrsonima bucidifolia Standl. | |
Caesalpinia vesicaria L. | |
Cascabela gaumeri (Hemsl.) Lippold | |
Casimiroa tetrameria Millsp. | |
Cecropia peltata L. | |
Ceiba pentandra (L) Gaertn | |
Chloroleucon mangense (Jacq.) Britton & Rose | |
Chrysophyllum cainito L. | |
Colubrina arborescens (Mill.) Sarg. | |
Cordia alliodora (Ruíz &Pavón) Oken | |
Cordia dodecandra A. DC. | |
Diphysa carthagenensis Jacq. | |
Drypetes lateriflora (Sw.) Krug. & Urb. | |
Enterolobium cyclocarpum (Jacq.) Griseb. | |
Guettarda combsii Urb. | |
Gymnanthes lucida Sw. | |
Hamelia patens Jacq. | |
Indigofera indica L. | |
Krugiodendron ferreum (Vahl) Urb. | |
Leucaena shannonii Donn. Sm. | |
Nectandra coriacea (Sw.) Griseb. | |
Rehdera trinervis (S.F. Blake) Moldenke | |
Sebastiania adenophora Pax & K. Hoffm. | |
Senna pallida (Vahl) H. S. Irwin & Barneby | |
Senna racemosa (Mill.) H.S. Irwin & Barneby | |
Sideroxylon foetidissimum Jacq. | |
Simarouba glauca DC. | |
Swartzia cubensis (Britt. & Wils.) Standl. | |
Zuelania guidonia (Sw.) Britton & Millsp. |
D= diámetro a altura de pecho (1.30 m), H= altura (m), S= densidad de madera.
El análisis estadístico de los datos se efectuó mediante el programa Statistica Advanced. Cuando los datos cumplieron con los criterios de normalidad y homocedasticidad se sometieron a un análisis de varianza ANDEVA (con un nivel de significancia de P≤0.05) completamente aleatorio para determinar si existen efectos significativos en las variables biomasa aérea y contenido de carbono, entre los usos de la tierra, y cuando resultó significancia en la prueba, se procedió a realizar un análisis de comparación de medias a través de la prueba de Tukey (P≤0.05).
Resultados
Estructura horizontal y composición de especies leñosas
El área de conservación presentó mayor número de individuos por hectárea 1,564 ind/ha y con más categorías diamétricas 13, seguida por la aguda con 1,285 ind/ha y 9 categorías, después el área de regeneración con 1,181 ind/ha y 12 categorías. En las tres áreas el mayor número de individuos resulto en las categorías diamétricas 10, 15 y 20 cm. La tendencia de distribución de individuos de estas masas irregulares se asemejó a la “J” invertida, concentrándose dentro de las categorías diamétricas menores donde se realiza la etapa de crecimiento, es decir, se encuentran en fase activa de crecimiento de latizales esto se considera árboles en etapa juvenil con transición a juvenil-adultos (Figs. 2, 3 y 4).
En base a los datos obtenidos se registraron en el área de la aguada 45 especies pertenecientes a 43 géneros y 24 familias. Las familias más representativas fueron: Fabaceae con las especies: Piscidia piscipula, Caesalpinia gaumeri y Lysiloma latisiliquum, seguida de Burseraceae representada por Bursera simaruba y Polygonaceae por Coccoloba cozumelensis. Por otro lado, la especie P. piscipula resultó con el porcentaje mayor de abundancia relativa con 34.24% seguida por C. gaumeri con el 9.26% y B. simaruba con 7.94%. La cobertura de las copas se estimó en 10,562 m2 ha-1, siendo las especies más dominantes P. piscipula con 3,153 m2 ha-1 con 29.86% de dominancia relativa, seguida por L. latisiliquum mostrando 1,404 m2 ha-1 con 13.30% y B. simaruba con 1,038 m2 ha-1 aportando el 9.83%. En la frecuencia relativa 4 especies se registraron en todos los sitios de estudio: B. simaruba, C. cozumelensis, P. piscipula y Vitex gaumeri con una representatividad conjunta de 21.04% (5.26% cada una), le siguieron C. gaumeri y L. latisiliquum mostrando ausencia en un sitio teniendo una representación en conjunto de 9.48% (4.74% para cada una). El índice de valor de importancia reflejó que la especie de mayor peso ecológico es P. piscipula con 23.12%, seguida por L. latisiliquum con 8.42%, posteriormente a B. simaruba con 7.68%. Los valores de abundancia, dominancia y frecuencia relativa se muestran en el Anexo 1.
En el área de regeneración se reconocieron 58 especies correspondientes a 55 géneros y 25 familias. Las familias y especies con los parámetros ecológicos superiores son Fabaceae caracterizada por P. piscipula, Lonchocarpus xuul y C. gaumeri, seguida de Polygonaceae conformada por C. cozumelensis y Gymnopodium floribundum, después Rubiaceae con Machaonia lindeniana y Burceraceae representada por B. simaruba. La especie P. piscipula obtuvo el valor mayor de abundancia relativa con el 21.94%, seguida por L. xuul con el 8.27% y C. cozumelensis con el 7.31%. Se estimó una cobertura de copas de 7,394 m2 ha-1; las especies con altos porcentajes de dominancia relativa fueron P. piscipula con 19.55% significando 1,446 m2 ha-1, seguida por L. latisiliquum con el 10.82% abarcando 800 m2 ha-1 y C. gaumeri presenta 7.47% equivalente a 552 m2 ha-1. Coccoloba cozumelensis y Piscidia piscipula presentaron existencias en cada uno de los sitios muestreados obteniendo en conjunto 9.68% (4.84% cada una) de frecuencia relativa, continuando L. xuul con el 4.72% y con 4.60% B. simaruba. P. piscipula presento mayor valor del IVI con 15.45%; la segunda especie fue L. xuul con un valor de 6.73% y posteriormente Lysiloma latisiliquum con 6.39%. Los valores de abundancia, dominancia y frecuencia relativa se muestran en el Anexo 2.
Para el caso del área de conservación, se identificaron 61 especies, 58 géneros y 28 familias. Las familias y especies más distintivas son: Fabaceae constituyéndose por P. piscipula, C. gaumeri y L. xuul. Le sigue la familia Polygonaceae representada por C. cozumelensis y G. floribundum, después Burseraceae con B. simaruba y Malvaceae con Luehea speciosa. La especie con la abundancia relativa más alta fue P. piscipula con el 19.37% del total. Le siguen las especies, C. gaumeri y B. simaruba con valores de 9% y 7.7% respectivamente. La cobertura de copas total de las especies manifestó ocupar 10,001 m2 ha-1; las especies con mayor dominancia relativa fueron: P. piscipula con 15.27% y 1,527 m2 ha-1, L. latisiliquum con el 10.95% siendo 1,095 m2 ha-1 y C. gaumeri con el 8.81% equivaliendo 882 m2 ha-1. En lo que respecta a las especies importantes en frecuencia relativa fueron: C. cozumelensis y P. piscipula; solo estuvieron ausentes en un sitio dando un total en conjunto del 8.62% (4.31% cada una). Se evidenciaron que tres especies comparten la misma cantidad de existencias faltando en dos sitios siendo estas C. gaumeri, L. xuul y V. gaumeri con 4.14%. En relación con el 100% del IVI, el 12.98% corresponde a P. piscipula, demostrando ser de mayor peso ecológico. La segunda especie resultó ser C. gaumeri con el 7.33% y la tercera B. simaruba con 6.49%. Los valores de abundancia, dominancia y frecuencia relativa se muestran en el Anexo 3.
Biomasa aérea y contenido de carbono
En el área de la aguada, las especies con mayores cantidades de biomasa y carbono almacenado representando el 69% del total son: P. piscipula aportando 47.99 ton ha-1 de biomasa correspondiente a 23.995 ton C ha-1, le sigue L. latisiliquum contribuyendo con 44.75 ton B ha-1 equivalente a 22.375 ton C ha-1 y C. gaumeri con 22.57 ton B ha-1 y 11.285 ton C ha-1 (Anexo 4). Para el área de regeneración los resultados de valores mayores en biomasa y carbono por especie son: L. latisiliquum con 34.87 ton B ha-1 y 17.435 ton C ha-1, seguida de P. piscipula que registró en biomasa 22.75 ton ha-1 y 11.375 ton C ha-1; después C. gaumeri proporcionó 9.20 ton B ha-1 correspondiente a 4.60 ton C ha-1. Estas especies representan el 56% del total estimado y los valores demostraron ser inferiores a los cuantificados en el área de la aguada (Anexo 5). En el área de conservación los contenidos de biomasa y carbono superiores corresponden a cuatros especies que aportan el 53% del total: L. latisiliquum con un valor de 40.57 ton B ha-1 y 20.285 ton ha-1; le sigue P. piscipula con 30.83 ton B ha-1 y 15.415 ton C ha-1, después C. gaumeri con 24.69 ton B ha-1 y 12.345 ton C ha-1 (Anexo 6).
En el área de la aguada, las categorías diamétricas 10, 15, 20 y 25 cm presentaron las mayores cantidades de biomasa siendo estas 34.2, 47.3, 39.9 y 24.6 ton B ha-1, respectivamente, cuyas equivalencias en carbono almacenado son 17.1, 23.6, 20 y 12.3 ton C ha-1, respectivamente. Sin embargo, la categoría 5 contiene los menores con valores 0.04 ton B ha-1 y 0.02 ton C ha-1 (Figura 5). Para el área de regeneración los mayores valores de biomasa se presentaron en las clases diamétricas de 10 y 15 cm en donde se registró 28.4 y 25.7 ton ha-1, respectivamente, lo cual equivale a 14.19 y 12.84 ton ha-1 de carbono retenido (Fig. 6). En el área de conservación dentro de las categorías 10, 15, 20 y 25 cm se registraron los mayores valores de: 39.14, 42.12, 32.13 y 24.21 ton ha-1 en biomasa, lo cual representa 19.57, 21.06, 16.07 y 12.11 ton ha-1 de carbono almacenado, respectivamente (Fig. 7).
La biomasa y carbono almacenado fueron diferentes estadísticamente (ANOVA, Tukey, P≤0.05) entre las tres áreas estudiadas. Los mayores valores fueron para el área de conservación (Tabla 9) y los menores valores sin diferencia significativa fueron para la aguada y el área de conservación.
Área | Media | Desviación estándar de la media | Error estándar de la media | |||
---|---|---|---|---|---|---|
Biomasa | Carbono | Biomasa | Carbono | Biomasa | Carbono | |
Regeneración | 118.78a | 59.39a | 38.38 | 19.19 | 6.15 | 3.07 |
Aguada | 166.50b | 83.25b | 42.81 | 21.40 | 13.54 | 6.77 |
Conservación | 182.58b | 91.29b | 74.95 | 37.48 | 14.70 | 7.35 |
Letras iguales son estadísticamente similares (P ≤ 0.05)
Discusión
La composición de especies pertenecientes a las familias Fabaceae, Burseraceae, Polygonaceae y Rubiaceae, coincide con la de otros trabajos realizados en selvas en Yucatán (Chan, 2010; Gutiérrez-Báez et al., 2011; López-Jiménez et al., 2019; Zamora-Crescencio et al., 2017; Zamora-Crescencio et al., 2008). El número de especies fue menor en el área de la aguada donde las condiciones de disponibilidad de agua y humedad difieren en mayor cantidad con las otras zonas pero que influyen en el establecimiento y desarrollo de la diversidad arbórea. Las especies que se registraron en la mayoría de los sitios de las tres áreas son Piscidia piscipula y Coccoloba cozumelensis.
Los valores obtenidos de abundancia relativa en las tres áreas de estudio indican tener rangos similares a los determinados por Zamora-Crescencio et al. (2008) en una vegetación tipo selva mediana subcaducifolia en el municipio de Tzucacab localizado al sur del estado de Yucatán. Aquí las especies más representativas fueron Bursera simaruba el 13.17%, Croton reflexifolius con 22.01%, Diospyros cuneata el 17.60% y Gymnanthes lucida 43.22%, estos valores son mayores a los descritos en este trabajo. En otro estudio realizado por Zamora-Crescencio et al. (2017) al evaluar los parámetros estructurales de la selva mediana subperennifolia en el ejido Bethania, municipio de Campeche, reportan valores menores, tomando como ejemplo, P. piscipula con 1.40% y C. cozumelensis con 3.50%. Por otra parte, Chan (2010) analizó la estructura en la Reserva de la Biosfera Calakmul cita para la especie P. piscipula porcentajes menores a los reportados en este estudio, para B. simaruba reportan valores superiores. En general se mostró un comportamiento característico de las selvas tropicales en donde unas pocas especies son las más abundantes (Gutiérrez-Báez et al., 2011), la densidad de algunas de estas permite suponer que son de rápido crecimiento (González-Iturbe et al., 2002; Zamora-Crescencio et al., 2008).
De acuerdo con el estudio de Chan (2010) referente a la dominancia relativa en diferentes edades de las especies L. latisiliquum, B. simaruba y P. piscipula, cita valores mayores a los reportados en este estudio. En el trabajo elaborado por Díaz et al. (2002) en la selva baja subperennifolia del ejido La Guadalupe en la Reserva de la Biosfera Calakmul, Campeche, estimaron valores menores a los obtenidos en esta investigación. El área de regeneración presentó menor cobertura de copa lo cual se relaciona con el impacto de las actividades que se realizaban en el pasado (Esparza-Olguín & Martínez-Romero, 2018).
En la investigación de Zamora-Crescencio et al. (2008) reportan que las especies de mayor frecuencia relativa son: L. latisiliquum, P. piscipula y C. reflexifolius con 9.02, 9.89 y 8.15%, respectivamente. Dichos valores son superiores a los calculados en la presente investigación. Al comparar los resultados de las frecuencias del presente trabajo con los de Díaz et al. (2002), los sitios de la aguada y conservación demostraron ser mayores, el de regeneración fue menor.
En el estudio de Chan (2010) reporta que las especies con el índice de valor de importancia mayor son: B. simaruba con 9.45% y P. piscipula con 7.06%. En la investigación de Tadeo-Noble et al. (2019) mencionan que B. simaruba obtuvo 16.6%, M. zapota el 11.4% y P. reticulata 13.5% de índice de valor de importancia. Estos porcentajes descritos en comparación con los rangos de valores obtenidos en este trabajo en algunos casos son menores mientras que en otros mayores, se establece que se encuentran en un rango de variabilidad reducida.
Los resultados obtenidos de biomasa por especie son mayores a los reportados por Ramírez-Guardado (2015) en la Reserva Biocultural Kaxil-Kiuic en la Península de Yucatán donde estimó los siguientes valores: L. latisiliquum con 15.38 ton ha-1, C. gaumeri 13.15 ton ha-1 y P. piscipula con 7.45 ton ha-1. En otra investigación realizada por Bautista-Hernández & Torres-Pérez (2003) citan cantidades para las especies Manilkara zapota de 157.95 ton B ha-1 equivalente a 75.64 ton C ha-1, Brosimum alicastrum con 61.07 ton B ha-1 y 27.53 ton C ha-1 y para Swartzia cubensis 47.33 ton B ha-1 con 24.13 ton C ha-1, estas son mayores a las de este trabajo.
Esparza-Olguín & Martínez-Romero (2018) reportaron para la vegetación tipo selva inundable un contenido de biomasa y carbono en la categoría diamétrica >31.5 cm mayor al de este estudio, pero el de las otras son menores. Las estimaciones realizadas por Esparza-Olguín (2019) por categorías diamétricas son menores a las del presente trabajo. En la categoría <2.5 cm estimo de biomasa 0.063 ton ha-1 con 0.030 ton C ha-1, para la clase >2.5 a 5 cm 0.183 ton B ha-1 con 0.086 ton C ha-1 y en >5 a 9 cm 0.563 ton B ha-1 equivaliendo 0.265 ton C ha-1. En el área de la aguada los individuos jóvenes están en etapa de desarrollo, el proceso de creación de biomasa y por ende la retención del elemento C se encuentran en un estado de productividad.
Eaton & Lawrence (2009) realizaron un estudio de contenido de carbono en una selva mediana subperennifolia al sureste de Yucatán en donde reportan 60.9 ton ha-1. Ramírez-Guardado (2015) cita para una selva mediana subcaducifolia en la Península de Yucatán, una biomasa promedio de 106.28 ton ha-1 cuyo equivalente es 57.60 ton ha-1 de carbono almacenado. En otra investigación realizada al sur de la Península de Yucatán en una selva tropical estacionalmente seca con vegetación secundaria por parte de Dai et al. (2014) obtuvieron en promedio una reserva de carbono de 56.6 ton ha-1. Las tres estimaciones de los trabajos mencionados resultan ser menores a las obtenidas para las áreas de conservación y aguada. Sin embargo, son similares a el área de regeneración. Estas realidades pueden atribuirse a que las áreas tuvieron algún tipo de perturbación producto de las actividades humanas. Además, estos resultados coinciden con los escenarios de cambio de uso de suelo en selvas medianas en Yucatán, los cuales indican que las perturbaciones tendrían un efecto mayor en la biomasa que en la riqueza de especies (Dupuy-Rada et al., 2012).
Conclusiones
Se registró para el área de la aguada un total de 45 especies, en el área de regeneración 58 especies mientras que en el área de conservación resultó la de mayor cantidad con 61 especies. Donde la especie más representativa y de mayor importancia ecológica según los parámetros evaluados para las tres áreas de estudio es Piscidia piscipula. En el área de regeneración después de un tiempo de 30 años de no practicar actividades, ha permitido la recuperación de las especies manteniendo su composición en un 90% respecto al área de conservación. Piscidia piscipula, Lysiloma latisiliquum y Caesalpinia gaumeri son las especies de mayor contribución en biomasa y contenido de carbono en las tres áreas. Los contenidos superiores de carbono en las tres áreas de estudio se presentan en los individuos de las categorías intermedias (10 a 25 cm). Las estimaciones de biomasa y carbono almacenado en las áreas de estudio mostraron que la mayor cantidad se encuentra en el área de conservación seguido por el área de la aguada y posteriormente el sitio de regeneración. La recuperación hacia un estado más conservado de la selva toma muchos años, tal como se puede apreciar con el área de regeneración que alcanza un 65% de lo que se tiene de biomasa y carbono en el área conservada.