Introducción
Los meliponinos son un tipo de abejas eusociales que se caracterizan por la ausencia de aguijón y pequeño tamaño, se encuentran ampliamente distribuidos en las regiones tropicales (Quezada-Euán, 2005). En México, los indígenas criaban a los meliponinos desde antes de la llegada de los españoles, actualmente las especies más utilizadas para la producción de miel son: Melipona becheii y Scaptotrigona mexicana, la primera en el área maya y la segunda en el área nahua (Ayala, 2010). A diferencia de la miel de Apis mellifera, la de las abejas meliponas no ha tenido muchos estudios e incluso no se han elaborado estándares de calidad para estas mieles, por lo que con frecuencia se basan en los de A. mellifera (Vit et al., 2006). En nuestro país, a pesar de que se tiene una gran variedad de especies de abejas sin aguijón (Ayala, 2010; Arnold et al. 2018); además, de la importancia que tienen estos insectos como polinizadores de la flora silvestre y de los cultivos, así como del uso medicinal que se le da a la miel que producen (Cahuich et al., 2015; Bonet-Ferrer, 2016; Biluca et al., 2017), el número de trabajos sobre la miel de meliponinos son escasos respecto a otros países de Latinoamérica (Mendieta, 2002; Vit et al., 2006; Gutiérrez et al., 2008; Vit et al., 2009; Flores y Sánchez, 2010; Fonte, et al., 2012; Rodríguez, 2014; Vit et al., 2016). Para México los trabajos melisopalinológicos sobre abejas sin aguijón se concentran en algunas regiones del país; entre ellos se cuenta el de Martínez-Hernández et al., (1994), que determinaron el forrajeo de cuatro especies de meliponinos de dos localidades de Chiapas, México. Villanueva (2005) investigó los recursos nectaríferos utilizados por M. beecheii en el Corredor Biológico Mesoamericano. Ramírez-Arriaga y Martínez-Hernández (2007) analizaron la miel de Scaptotrigona mexicana y Apis mellifera de diez localidades del norte del estado de Puebla obteniendo para S. mexicana altos índices de diversidad, así como grandes cantidades de granos de polen por gramo de miel. Reyes-González (2011) presentó un trabajo acerca de las abejas meliponas del municipio de Nocupétaro, Michoacán, en su estudio incluyó el análisis fisicoquímico de la miel de Scaptotrigona hellwegeri y de Frieseomelitta nigra y las comparó con la norma europea para A. mellifera. Grajales-Conesa et al. (2018) analizaron mieles de distintas especies de meliponinos (Melipona beecheii, M. solani, Scaptotrigona mexicana, S. pectoralis, Tetragonisca angustula y Plebeia sp.) del sur de Chiapas. López-Roblero, et al. (2021) determinaron los recursos florales colectados por cuatro especies de abejas nativas de Chiapas, encontrando mieles monoflorales y multiflorales. El interés por realizar más trabajos sobre abejas silvestres ha aumentado en los últimos años, por lo que el propósito de este trabajo es evaluar la composición botánica y las características físicas y químicas de la miel de meliponinos de la región de Teocelo, Veracruz, México, que no cuenta con estudios previos, por medio de un análisis melisopalinológico y pruebas fisicoquímicas y de color.
Materiales y métodos
Área de estudio
El estado de Veracruz se localiza en las costas del Golfo de México y de acuerdo con el Prontuario de Información Geográfica Municipal de los Estados Unidos Mexicanos (2009) del INEGI, Teocelo se encuentra en la zona montañosa del estado, entre los paralelos 19°20’ y 19° 24’ latitud norte y los meridianos 96°50’ y 97°02’ longitud oeste a una altitud entre los 500 y 1420 msnm (Fig. 1). El clima de la región es semicálido húmedo con lluvias todo el año (ACf) (62%), semicálido húmedo con abundantes lluvias en verano (ACm) (29%) y cálido subhúmedo con lluvias en verano (A (w)) (9%). La temperatura media anual es de 18 °C a 24 °C y el rango de precipitación es de 1400 a 2100 mm. El tipo de vegetación dominante en la región es el Bosque Tropical Caducifolio, Bosque Mesófilo de Montaña y Pastizales.
Mieles de abejas sin aguijón
Se realizaron dos salidas al municipio de Teocelo, Veracruz en marzo y agosto de 2019, en cada salida se visitó a los meliponicultores de la zona y se colectó material vegetal de la zona de estudio. Las muestras de miel, 100 ml de cada una, se obtuvieron con los productores locales que comercializan las mieles en el municipio de Teocelo, Veracruz. Se analizaron seis muestras, de la 1 a la 3, de Melipona beecheii y de la 4 a la 6, de Scaptotrigona mexicana. Las muestras 1 a 5, se obtuvieron en 2019 en diferentes épocas del año. En marzo una, esta miel corresponde a la temporada de primavera y en agosto cuatro mieles que cubren la época de verano; mientras que la muestra 6 se colectó en el año 2013.
Análisis palinológico
Las muestras de miel se trasladaron al Laboratorio de Palinología de Escuela Nacional de Ciencias Biológicas y se mantuvieron en refrigeración a -4 ℃ hasta el momento de su preparación. De cada muestra de miel se tomaron 10 g y se diluyeron con agua caliente a las que se les adicionó de tres a cinco gotas de ácido clorhídrico para posteriormente ser tratadas con la técnica de acetólisis de (Erdtman, 1960). A cada una de las muestras se le agregó una pastilla de esporas de Lycopodium clavatum para determinar la cantidad absoluta de polen por gramo de miel de acuerdo con el método de Stockmarr, (1971). Se elaboraron tres laminillas por muestra, montadas en gelatina glicerinada, unas sin colorante y otras con fucsina básica. La identificación de los tipos polínicos se realizó por medio de claves especializadas (Kapp, 1969; Huang, 1972; Palacios et al., 1991; Roubik y Moreno, 1991) y por comparación con la colección de referencia de la zona que se elaboró con el material vegetal colectado en las salidas, así como con la colección de polen del estado de Veracruz depositada en la Palinoteca del Laboratorio de Palinología de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional. Para obtener las frecuencias porcentuales de cada tipo polínico determinado se realizó un conteo de entre 300-500 granos de polen por muestra. Los taxones identificados se clasificaron de acuerdo a las categorías propuestas por Louveaux, Maurizio, y Vorwohl (1978) en donde el polen dominante (D) representa más del 45% de los granos de polen contados, el polen secundario (S) del 16-45%, polen de importancia menor (I) es de 3-15% y el polen menor (M) representa menos del 3%. Se designaron a las mieles como monoflorales cuando en su composición predominó una especie botánica con porcentaje de polen igual o mayor a 45% y multifloral cuando dos o más especies se presentaron con porcentajes iguales o mayores al 10% (Lieux, 1972).Se analizó la calidad de la miel registrando la presencia de esporas de Lycopodium clavatum en las laminillas y con estos datos se obtuvieron las categorías de Maurizio (1949), clase I, <20,000 granos de polen en 10 g de miel, clase II, 20,000-100,000, clase III, 100,000-500,000, clase IV, 500,000-1,000,000 y clase V, > 1,000,000.
Con el paquete estadístico PAST se determinó para cada muestra el índice de diversidad de Shannon-Weaver (H´) y el índice de equidad de Pielou (J´) para establecer la uniformidad del forrajeo de las abejas.
Los análisis fisicoquímicos se determinaron para cada muestra, de acuerdo con los siguientes métodos: la humedad, se calculó con un refractómetro, para esto se colocaron dos gotas de miel hasta cubrir el prisma del aparato para obtener la lectura. Para determinar el contenido de cenizas, primero se midió la conductividad eléctrica por medio de un conductímetro, utilizando 12 g de miel diluida en 30 mL de agua inyectable PISA; una vez obtenidas las lecturas del conductímetro se calculó el porcentaje de ceniza. El pH se midió con un potenciómetro de mesa en una solución de miel al 10%, empleando un electrodo calibrado con solución buffer de pH 4 y 7 ( ).
El análisis de color se realizó por medio de un espectofotómetro UV/Vis/Nir marca Perkin Elmerm modelo Lambda 19 con esfera de integración. Se utilizó como referencia la escala CIE 1976 L* a* b*, en donde L* está en un intervalo de 0 a 100, así L* > 50 son mieles claras y L*< 50 mieles oscuras; a* y b* indican la colorimetría, mostrando los pigmentos presentes en la miel, de esta forma a* > 0 tiende a tonalidades de rojo, a* < 0 mostrará tonalidades verdes; b* > 0 indica tonalidades amarillas y b* < 0 tonalidades azules (Delmoro et al., 2010).
Resultados
Se identificaron 81 tipos polínicos en las muestras analizadas. De estos 13 se determinaron a nivel especie, 40 a nivel de género, 14 a nivel de familia y a 14 se le asignó un tipo morfológico. Los taxones determinados se listan en el Cuadro 1, así como su frecuencia porcentual y la categoría a la que corresponde de acuerdo con Louveaux, Maurizio, & Vorwohl (1978). Se resaltan la categoría dominante (D), secundario (S) y de importancia menor (I) que muestran una frecuencia igual o mayor al 3%.
Taxones | Melipona beecheii | Scaptotrigona mexicana | ||||
---|---|---|---|---|---|---|
M- 1 | M- 2 | M-3 | M-4 | M- 5 | M- 6 | |
Acanthaceae | M, 0.19 | |||||
Amaranthaceae | M, 0.30 | |||||
Anacardiaceae | ||||||
Comocladia engleriana Loes. | I, 5.75 | M, 2.25 | I, 3.17 | M, 2.41 | ||
Comocladia sp. | M, 0.17 | M, 0.75 | M, 0.37 | |||
Rhus sp. 1 | I, 4.27 | I, 5.36 | I, 3.54 | I, 4.63 | M, 1.98 | |
Rhus sp. 2 | M, 0.19 | M, 0.52 | M, 0.37 | M, 0.19 | ||
Rhus sp. 3 | M, 1.11 | M, 0.35 | M, 0.19 | |||
Rhus sp. 4 | M, 0.19 | M, 2.42 | M, 2.05 | M, 0.19 | M, 0.36 | |
Spondias sp. | M, 0.30 | I, 12.99 | I, 13.32 | I, 5.60 | I, 7.22 | M, 2.23 |
Anacardiaceae sp. 1 | M, 0.15 | |||||
Anacardiaceae sp. 2 | M, 0.18 | |||||
Aquifoliaceae | ||||||
Ilex sp. | M, 0.36 | |||||
Araceae | ||||||
Anthurium sp. | M, 0.35 | M, 0.56 | M, 0.37 | |||
Arecaceae | ||||||
Arecaceae sp. 1 | M, 2.11 | |||||
Arecaceae sp. 2 | M, 0.19 | M, 0.17 | ||||
Asteraceae | ||||||
Calea sp. | M, 0.17 | M, 0.37 | M, 0.37 | |||
aff. Eupatorium sp. | M, 0.93 | M, 0.52 | M, 0.19 | |||
Jaegeria hirta (Lag.) Less. | M, 0.17 | M, 0.19 | M, 0.19 | I, 3.24 | ||
Verbesina sp. | M, 1.96 | M, 0.19 | M, 0.18 | |||
Asteraceae sp. 1 | M, 0.15 | M, 0.19 | ||||
Bignoniaceae | M, 1.36 | |||||
Tabebuia sp. | M, 0.30 | |||||
Burseraceae | M, 0.15 | |||||
Bursera simaruba (L.) Sarg. | M, 1.86 | M, 1.21 | M, 0.37 | M, 0.37 | ||
Clethraceae | ||||||
Clethra sp. | I, 6.49 | M, 1.21 | M, 1.68 | M, 2.04 | M, 0.18 | |
Combretaceae | ||||||
Combretum sp. | M, 0.19 | |||||
Commelinaceae | ||||||
Commelina sp. | M, 0.19 | |||||
Tipo Commelina | M, 0.17 | |||||
Convolvulaceae | ||||||
aff. Operculina | M, 0.18 | |||||
Cf. Dilleniaceae | M, 0.74 | M, 0.35 | M, 0.37 | M, 0.19 | ||
Euphorbiaceae | ||||||
Alchornea latifolia Sw. | M, 0.74 | M, 1.56 | M, 0.56 | M, 1.48 | ||
Sapium sp. | M, 0.17 | |||||
Fabaceae | ||||||
Acacia farnesiana (L.) Willd. | M, 0.69 | M, 0.93 | M, 0.37 | |||
Crotalaria sp. | M, 0.56 | M, 0.35 | ||||
Desmodium sp. | M, 0.37 | M, 0.52 | ||||
Fabaceae sp. 1 | M, 0.74 | M, 1.38 | M, 0.19 | M, 0.74 | ||
Fabaceae sp. | M, 0.36 | |||||
Fabaceae poliada 1 | M, 0.56 | M, 0.37 | ||||
Fabaceae poliada 2 | M, 0.18 | |||||
Mimosa albida Willd. | M, 0.74 | M, 0.52 | M, 0.37 | M, 1.48 | M, 1.44 | |
Papilionoideae | M, 0.19 | M, 0.37 | ||||
Senna sp. 1 | M, 1.31 | M, 1.11 | ||||
Senna sp. 2 | M, 0.37 | |||||
Fagaceae | ||||||
Quercus sp. 1 | M, 0.75 | M, 0.19 | M, 0.35 | M, 0.19 | ||
Quercus sp. 2 | M, 1.20 | |||||
Quercus sp. 3 | M, 0.17 | |||||
Juglandaceae | ||||||
Juglans pyriformis Liebm. | M, 0.30 | |||||
Malvaceae | ||||||
Heliocarpus appendiculatus Turcz. | M, 1.36 | I, 5.94 | I, 6.40 | I, 3.37 | I, 5.37 | D, 85.19 |
Heliocarpus sp. | M, 0.15 | I, 6.12 | I, 15.22 | I, 6.16 | I, 7.22 | |
Melastomataceae | ||||||
Miconia sp. | S, 17.32 | |||||
Myrtaceae | ||||||
Psidium guajava L. | M, 0.15 | I, 4.45 | M, 1.38 | M, 1.49 | M, 1.85 | M, 2.34 |
Syzygium sp. | M, 2.86 | |||||
Nyctaginaceae | M, 0.15 | |||||
Piperaceae | ||||||
Piperaceae | I, 9.51 | I, 10.00 | ||||
Piper sp. 1 | D, 46.69 | |||||
Piper sp. 2 | S, 8.18 | I, 14.36 | I, 3.73 | I, 4.44 | M, 0.18 | |
Piper | M, 0.56 | M, 1.11 | ||||
Rosaceae | M, 0.45 | M, 0.19 | ||||
Tipo Prunus | M, 0.19 | M, 0.17 | ||||
Rubiaceae | ||||||
Coffea arabica L. | M, 0.18 | |||||
aff. Exostema mexicanum A. Gray. | M, 0.15 | |||||
Rutaceae | ||||||
aff. Citrus | M, 0.19 | M, 0.18 | ||||
Salicaceae | ||||||
Salix aff. humboldtiana Willd. | M, 0.56 | M, 2.41 | ||||
Salix sp. | I, 12.99 | I, 7.79 | I, 8.96 | I, 9.26 | M, 0.36 | |
Xylosma sp. 1 | M, 1.20 | |||||
Xylosma sp. 2 | I, 12.80 | M, 0.74 | ||||
Sapindaceae | ||||||
Paullinia sp. | M, 0.15 | M, 0.19 | M, 0.37 | M, 0.19 | ||
Scrophulariaceae | I, 7.53 | |||||
Smilacaceae | ||||||
aff. Smilax sp. | M, 0.17 | |||||
Ulmaceae | ||||||
Trema micrantha (L.) Blume | M, 0.37 | M, 0.52 | M, 0.37 | M, 0.56 | ||
Urticaceae | ||||||
Cecropia sp. 1 | I, 5.57 | I, 12.63 | S, 30.41 | S, 25.19 | ||
Cecropia sp. 2 | I, 5.94 | I, 6.40 | I, 8.58 | I, 5.19 | ||
Tipo Cecropia | M, 0.56 | M, 1.67 | ||||
Morfotipo 1 | M, 0.56 | M, 0.17 | M, 0.37 | M, 0.19 | ||
Morfotipo 2 | M, 0.17 | |||||
Morfotipo 3 | M,0.17 | |||||
Morfotipo 4 | M, 0.19 | |||||
Morfotipo 5 | M, 0.19 | |||||
Morfotipo 6 | M, 0.19 | |||||
Morfotipo 7 | M, 0.19 | |||||
Morfotipo 8 | M, 0.19 | |||||
Morfotipo 9 | M, 0.18 | |||||
Número de granos de polen contados por muestra | 664 | 539 | 578 | 536 | 540 | 555 |
Tipos polínicos > 10 % | 3 | 2 | 3 | 1 | 2 | 1 |
De las muestras analizadas dos resultaron monoflorales una para Melipona beecheii, con el 46.69% de Piper sp. 1 y otra de Scaptotrigona mexicana, con el 85.19% de Heliocarpus appendiculatus; el resto de las muestras resultaron multiflorales (Cuadro 1 y 2). Los principales tipos polínicos se observan en la Lámina I.
Muestra | Tipo de miel |
---|---|
1(marzo 2019) | Monofloral |
2 (agosto 2019) | Multifloral |
3 (agosto 2019) | Multifloral |
4 (agosto 2019) | Multifloral |
5 (agosto 2019) | Multifloral |
6 (2013) | Monofloral |
La calidad de las mieles en función del número de granos de polen en 10 g de miel, permitió determinar que la muestra de miel 3 de Melipona beecheii y las muestras 4 a 6 de Scaptotrigona mexicana, corresponden a la clase V de Maurizio (1949) con > 1,000,000 de granos de polen. En las muestras 1 y 2 de M. beecheii no se pudo determinar esta característica ya que no se encontraron esporas de Lycopodium en las preparaciones analizadas, por lo que no se pudo realizar el cálculo de la cantidad absoluta de granos de polen en las mieles.
En el Cuadro 3 se registra el número de taxones determinados en las muestras de miel, en las de Scaptotrigona mexicana se encontró el índice de diversidad más alto (2.73), así como el menor (0.74). En cuanto al índice de equidad, en las muestras 2 a 5 de las dos especies, se observa un aprovechamiento de las especies vegetales uniforme, mientras que en las muestras 1 y 6 la utilización de recursos es heterogénea (0.56 y 0.25 respectivamente).
Análisis estadísticos | Melipona beecheii | Scaptotrigona mexicana | ||||
---|---|---|---|---|---|---|
Muestra 1 marzo |
Muestra 2 agosto |
Muestra 3 agosto |
Muestra 4 agosto |
Muestra 5 agosto |
Muestra 6 | |
Número de taxones | 25 | 33 | 38 | 39 | 39 | 19 |
Shannon-Weaver (H´) | 1.81 | 2.68 | 2.66 | 2.63 | 2.73 | 0.74 |
Equidad de Pielou (J) | 0.56 | 0.76 | 0.73 | 0.71 | 0.74 | 0.25 |
En el Cuadro 4 se observan las características fisicoquímicas y de color de las muestras analizadas, el porcentaje de humedad es semejante en las mieles y solo la muestra 1 presenta un valor más elevado (26.98). La conductividad eléctrica alcanzó un valor de 0.22 mScm-1 en las mieles 1 y 6 y el porcentaje de cenizas en esas mismas muestras fue de 0.0472, valores mayores que en el resto de las mieles analizadas. El pH en las muestras de M. beecheii alcanzaron valores de 3.36 a 3.43, superiores a los de Scaptotrigona mexicana. En cuanto al color, en el rubro de claridad L* es mayor a 50 por lo que las mieles son claras, en el color a* tiene valores menores a 0 por lo que tiende a tonalidades verdosas, excepto la muestra 6 con a* mayor a 0 presenta colores rojizos; en cuanto a b* todos los valores son superiores a 0 mostrando tonalidades amarillas.
Muestra | %Humedad | Conductividad eléctrica (en mScm-1) |
% de cenizas | pH | Color | ||
---|---|---|---|---|---|---|---|
L* | a* | b* | |||||
1 | 26.98 | 0.22 | 0.0472 | 3.43 | 85.25 | -1.97 | 52.12 |
2 | 25.25 | 0.15 | 0.0072 | 3.39 | 87.62 | -5.10 | 46.67 |
3 | 25.25 | 0.15 | 0.0069 | 3.36 | 85.74 | -4.41 | 48.86 |
4 | 25.50 | 0.15 | 0.0061 | 3.20 | 87.63 | -3.70 | 46.05 |
5 | 25.25 | 0.15 | 0.0082 | 3.34 | 88.21 | -4.22 | 45.68 |
6 | 25.50 | 0.22 | 0.0472 | 3.36 | 63.62 | 19.13 | 80.48 |
Discusión
Análisis melisopalinológico
De acuerdo con los resultados obtenidos (Cuadro 1) los taxones con mayor representació en cuanto al polen presente en las muestras para Melipona beecheii son: Piper sp. y Miconia sp.; mientras que para Scaptotrigona mexicana son: Heliocarpus appendiculatus y Cecropia sp., estas plantas se observan en la vegetación de la zona. Rodríguez et al. (2008) mencionan que la familia Piperaceae fue la más visitada por otras especies de meliponinos en un bosque seco tropical en Venezuela. Castellano-Potenciano, et al. (2012) y Martínez-Hernández et al. (1994) citado por Castellano-Potenciano et al. (2012) encontraron que el género Piper es pecoreado por especies como Apis mellifera, Scaptotrigona mexicana y Trigona (Tetragonisca) angustula.López-Roblero, et al. (2021) encuentran que Miconia es un recurso importante para M. beecheii y S. mexicana en el sureste de México con porcentajes superiores al 10 % en varias muestras. Respecto al género Heliocarpus, este se encuentra en bosques tropicales alterados, así como en bosques mesófilos; florece en la época más seca del año durante tres a cinco meses dependiendo de la especie, produce densas panículas con flores de tamaño reducido y abundante polen y néctar por lo que es un recurso importante para las abejas (Villegas et al., 2000; Lagos Burbano y Benavides Arteaga, 2014). Este taxón es abundante en la zona de estudio y como se observa en el Cuadro 1, está presente en todas las muestras analizadas, pero sólo en una es el tipo polínico dominante la cual corresponde a la muestra 6 de S. mexicana. Autores como Fonte et al. (2012) señalan una selectividad en el pecoreo de M. beecheii por Bursera simaruba y Psidium guajava, ambas especies también se encuentran en la zona de estudio, pero no fueron importantes para las especies de abejas consideradas. Respecto a Bursera simaruba es importante mencionar que en el lugar donde se recolectaron las muestras de miel, esta especie ha sido talada de forma intensiva para la introducción de cafetales, lo cual podría explicar el por qué no es un taxón de gran importancia en las muestras. Ramírez-Arriaga y Martínez-Hernández (2007) encontraron que para S. mexicana el polen de Coffea arabica es de importancia; sin embargo, en las mieles analizadas solo se encontró en una muestra de S. mexicana en muy bajo porcentaje, no obstante que hay una gran cantidad de cafetales en la zona que se encontraban en floración, por lo que su presencia podría deberse al transporte de polen por el viento o al manejo que le da el meliponicultor a las mieles como menciona Yuca-Rivas (2017). Arcila (2007) y Jaramillo (2012) citados por Cepeda-Valencia et al. (2014) mencionan que el café es un recurso importante para las abejas, sin embargo, presenta una floración de tres días y sólo el primero es atractivo para estos organismos. Los resultados obtenidos (Cuadro 1) permiten vislumbrar que las abejas sin aguijón visitan un número considerable de taxones. Estas abejas son consideradas como buenos polinizadores, con diferentes tamaños de acuerdo con la especie, por lo que son capaces de polinizar una mayor diversidad de flores con formas y tamaños variados, que además muestran periodos de floración breve (Arnold et al., 2018) y son de importancia nectaro-polinífera (Villegas, 2008).
Respecto a la caracterización botánica de las mieles (Cuadro 2) se encontró que tanto para M. beecheii como para S. mexicana predominan las mieles multiflorales, en particular en la cosecha de agosto de 2019, con varias especies con porcentajes menores al 10%; resultados semejantes fueron obtenidos por Vit et al. (2006) para M. beecheii, estos autores determinaron una miel multifloral con gran diversidad de tipos polínicos, pero muchos de ellos con bajas frecuencias relativas. Por el contrario, Espinoza-Toledo, y colaboradores (2018) para las mieles del Soconusco, Chiapas caracterizan como mieles monoflorales las de M. beecheii y multiflorales las de S. mexicana. En este trabajo solo se caracterizaron dos mieles como monoflorales (Cuadro 2), la muestra 1 de M. beecheii, con el polen de Piper sp como dominante y la muestra 6 de S. mexicana, con el polen de Heliocarpus appendiculatus como dominante.
En cuanto a la calidad de la miel, las muestras analizadas corresponden a la categoría V de Maurizio, (1949). En estos casos se sospecha que pudieron incluirse en las muestras celdas de almacenamiento de polen o que las abejas recurrieron a fuentes de polen extremadamente ricas. A diferencia de los panales de Apis mellifera, los potes de miel de los meliponinos y los de polen no difieren significativamente lo que implica que, en algunas ocasiones, según la manera en que se coseche, el contenido de ambos se puede mezclar (Arnold et al., 2018) lo que podría explicar en parte la gran cantidad de polen presente en las muestras.
Respecto a los análisis estadísticos, como se observa en el Cuadro 3, el índice de diversidad de Shannon-Weaver (H´) en las mieles analizadas varía de 0.7 a 2.7. La diversidad en las muestras depende del tipo de vegetación y del periodo en el que florecen las plantas. La muestra de marzo corresponde a un periodo seco en donde se tiene un menor número de plantas en floración, de ahí que el índice de diversidad es menor; mientras que las muestras de agosto fueron en un periodo de mayor floración, y es donde los valores de diversidad son mayores. En cuanto a la forma de utilización de los recursos (Indice de Pielou) en el Cuadro 3 se observa que las muestras uno y seis tienen los valores más bajos, lo que indica que al haber menor disponibilidad de plantas que ofrecen polen y néctar las abejas utilizan principalmente uno de esos taxones, por el contrario, al tener más plantas disponibles se realiza un pecoreo más homogéneo, de ahí que en el resto de las muestras no hay un taxón dominante. Los meliponinos forrajean en un intervalo de vuelo corto alrededor de su nido siendo por lo general de 100 m Lindauer y Kerr, 1960; Kerr y Esch, 1965; Oliveira, 1973; Ramalho et al. (1985) citados por Ramírez-Arriaga y Martínez-Hernández, 2007). por lo que las abejas aprovechan las plantas a las que pueden acceder fácilmente y que les proporcionan el polen y/o néctar que requieren.
Análisis fisicoquímico y de color
Humedad
La humedad de la miel es un parámetro que varía por diferentes factores como son la humedad original del néctar, la zona geográfica de donde proceden las mieles, las prácticas de extracción, entre otros (Díaz, 2003 citado por Victoriano, 2019). Las muestras de M. beecheii y S. mexicana presentaron un porcentaje de humedad superior al 25%, al comparar los valores obtenidos en este trabajo con los establecidos en la Norma Mexicana para la miel de Abeja (NMX-F-036-981) y el Codex Alimentarius (CODEX STAN 12-1981) se encontró que sobrepasan los límites permitidos por ambas normas, las cuales señalan como máximo 20 % de humedad para mieles de Apis mellifera. Sin embargo, al contrastar los resultados obtenidos con los de otros autores que analizan mieles de meliponinos, se encuentra que Fonte et al. (2013), para M. beecheii determinó una humedad de 24 %, valor cercano a los registrados en el presente trabajo para la miel de esta especie. Vit (2009), encontró para Scaptotrigona sp. 20.1% de humedad, porcentaje menor a los encontrados para S. mexicana en este estudio. Vit et al. (2004) proponen para mieles de abejas sin aguijón un máximo de 30 % de humedad, por lo que los valores obtenidos para las mieles de Teocelo, Veracruz, estarían dentro de los propuestos por dichos autores. Se ha encontrado que las mieles de meliponinos en general tienen un porcentaje mayor de humedad que las mieles de Apis mellifera, de ahí que la miel de las abejas sin agujón es más líquida y menos viscosa, propiciando una rápida fermentación causada por levaduras osmotolerantes, dándole un sabor amargo (Castro, 2015 citado por Victoriano, 2019).
Conductividad eléctrica y porcentaje de cenizas
La conductividad eléctrica y el porcentaje de cenizas son dos parámetros muy relacionados que están en función de los minerales presentes en la miel, que ayudan a conocer tanto el origen floral como el origen geográfico de ellas (Gamboa, 2014 citado por Victoriano, 2019). Como se observa en el Cuadro 4, el contenido de cenizas en las muestras de miel oscila entre 0.0061 a 0.00472, mientras que la conductividad eléctrica varió de 0.150 a 0.222; al analizar estos datos podemos apreciar que las mieles monoflorales (uno y seis) tienen los valores más altos en cenizas y en conductividad eléctrica, aun cuando fueron colectadas por diferentes especies; en cambio, las mieles multiflorales tienen registros bajos de cenizas que se relacionan también con la baja conductividad encontrada.
Al comparar los resultados obtenidos en el presente trabajo con el de otros autores se observa que la cantidad de cenizas es menor a la reportada para mieles de meliponinos en otras localidades (Dardón y Enríquez, 2008; (Vit, 2009). Sólo se encontraron coincidencias con el dato que da Alarcón e Ibañez (2008) citado en Victoriano (2019) para Melipona beecheii de 0.0467 y el que señalan Vit et al. (2006) de 0.02 para una miel de Guatemala de la misma especie. Sin embargo, cabe hacer notar que los registros de porcentaje de ceniza obtenidos en esta investigación están dentro de los límites que marcan Vit et al. (2004) para Melipona y Scaptotrigona de 0.5 g/100 g como límite máximo para este parámetro. El porcentaje de cenizas también se encuentra en los valores permitidos por el Codex Allimentarius para miel de Apis mellifera (Vit et al., 2004).
Entre los autores que determinaron la conductividad eléctrica, Grajales-Conesa et al. (2018) determinaron valores altos para mieles de M. beecheii (0.5 a 0.66 mS cm-1) y Scaptotrigona mexicana (0.47 a 0.76 mS cm-1) para la región del Soconusco, Chiapas; para esta misma región Espinoza-Toledo, et al. (2018) obtuvieron valores mayores para mieles de M. beecheii (114 y 141 mS/cm) y de S. mexicana (372 a 1211 mS/cm), a diferencia de los de este estudio (Cuadro 4) que presentaron entre 0.15 y 0.22 mS/cm para ambas especies. Estos valores son similares a los resultados obtenidos por Martínez (2016), para M. beecheii de 0.20 y 0.23 mS/cm y para S. mexicana de 0.285 mS/cm, en la Cuenca del Balsas, Michoacán. Se requieren más estudios de este tipo en diferentes estados del país que permitan diferenciar regiones con base a este parámetro y relacionarlo con el origen botánico de las mieles.
pH
El pH es una característica importante en el proceso de extracción y almacenamiento, que ayuda a controlar el desarrollo de microorganismos, además de modificar características físicas, textura y viscosidad de las mieles (Correa, 2015 citado por Victoriano, 2019). Este parámetro varía en función de los ácidos presentes en las mieles como el glucónico, acético, butírico, láctico, entre otros (Rodríguez, 2014 citado por Victoriano, 2019), además del contenido de cenizas presentes. Los valores de pH en las muestras analizada variaron entre 3.20 a 3.43 (Cuadro 4). El registro menor lo presenta una miel de S. mexicana, que también coincide con el valor menor de cenizas; mientras que el valor mayor corresponde a una muestra de M. beecheii y coincide con uno de los registros más altos de % de cenizas. Resultados semejantes los encontraron, en mieles del Soconusco, Chiapas, Grajales-Conesa et al. (2018) que en muestras de S. mexicana reportan pH de 3.65 a 4.05 y para las de M. beecheii de 3.64 a 4.50, aunque en ambas especies los valores son mayores a los determinados en este estudio. Por el contrario, para la misma región, Espinoza-Toledo et al. (2018) para las mieles de S. mexicana señalan un pH mayor (3.5 a 4.86) y para las de M. beecheii números menores (2.81 y 3.27). En el análisis de mieles de Guatemala, Dardón y Enríquez (2008) presentan resultados semejantes a los anteriores, en la miel de S. mexicana registraron un pH de 4.04 y para la de M. beecheii de 3.67. En particular para la miel de M. beecheiiMendieta Carrillo (2002), en Honduras, señala un valor de pH de 3.37, semejante a los obtenidos en este trabajo para la misma especie, a diferencia de Fonte et al. (2013) y Vit et al. (2006) que mencionan datos mayores de pH (3.6 y 4.07 respectivamente). Como se puede ver, los valores de pH obtenidos para las mieles de M. beecheii y S. mexicana por los diferentes autores de diferentes regiones de México y de otros países no muestran marcadas diferencias.
Color
El color de las mieles está relacionado con el origen botánico, siendo de gran relevancia la composición del néctar que liban las abejas; sin embargo, esta característica puede verse modificada por el proceso de obtención de la miel, la temperatura, así como por el tiempo de almacenamiento (Missio et al., 2016 citado por Martínez, 2020). El color de la miel puede presentar variaciones que van desde tonos blancos hasta pardos oscuros, existen mieles rojizas, amarillentas o verdosas, predominando los tonos castaños claros o ambarinos (Marroquín, 2012 citado por Victoriano, 2019). Como se observa en el Cuadro 4, los resultados obtenidos permiten ubicar a las mieles analizadas por su luminosidad (L*) como mieles claras ya que los valores obtenidos son superiores a 50, en particular la muestra 5 de Scaptotrigona mexicana es la más clara (88.21). En cuanto a los valores de a* y b* que indican la colorimetría dada por pigmentos como las antocianinas, carotenoides y xantofilas; en el caso de a* las muestras 1 a la 5 tienden al verde pues muestran valores negativos y sólo la muestra 6 tiende al rojo ya que registra un valor superior a 0. En particular la muestra 6 tiene un valor muy superior al de las muestras restantes, esta miel fue la que tuvo menos tipos polínicos y como dominante a Heliocarpus appendiculatus. De acuerdo con (Szabó et al. (2016) el contenido de polen influye directamente en la coloración de la miel por lo que probablemente sea H. appendiculatus el responsable del color de esta. En cuanto a los resultados de b* al ser mayores a 0 tienden a tonalidades amarillas, nuevamente es la muestra número 6 la que presenta el dato más alto (80.48). Los resultados obtenidos permiten determinar que las mieles analizadas son de origen floral, pues la coloración está dada por compuestos como polifenoles, flavonoides, aminoácidos y el contenido mineral presente en las plantas (Szabó et al., 2016). Aunque el color es un parámetro importante para la caracterización de las mieles y de forma indirecta señalar su origen floral, no se registra en todos los trabajos como ocurre con el de Mendieta (2002); Dardón y Enríquez (2008); Marroquín (2012); Cahuich et al. (2015). En algunos estudios en donde se menciona Rodríguez (2014) (citada en Victoriano, 2019) se calcula con otra escala (Pfund); sin embargo, también concluyen que la miel de M. beecheii es muy clara.
Conclusiones
El análisis polínico muestra la gran diversidad de recursos florales utilizados por Melipona beecheii y Scaptotrigona mexicana, tanto por polen como por néctar, siendo los más importantes Spondias sp. (Anacardiaceae), Heliocarpus appendiculatus (Malvaceae), Piper sp. (Piperaceae) y Salix sp. (Salicaceae). En marzo se tienen mieles monoflorales, mientras que en agosto son multiflorales, lo que se relaciona con la disponibilidad de recursos vegetales. Algunas de las características fisicoquímicas de las muestras de Teocelo no se ajustan a las señalados por la Norma Mexicana para la Miel de Abeja y el Codex Alimentarius para mieles de Apis mellifera; sin embargo, si corresponden a los encontrados por otros autores y las normas propuestas para los meliponinos. El color de las mieles es influenciado por los recursos vegetales utilizados por las abejas. Es necesario realizar estándares propios para las mieles de meliponinos lo cual permitirá darles un valor agregado a estas y por ende beneficiar a los meliponicultores para un comercio de tipo local o regional.