Introducción
Uno de los valores fundamentales de la biodiversidad vegetal para los humanos es el suministro de alimento y seguridad nutricional (León-Lobos et al., 2022); no obstante, en la actualidad la inseguridad alimentaria y la malnutrición afecta gran parte de la población mundial (Godfray et al., 2010). Esta crisis alimentaria ha intensificado la búsqueda de alternativas a la agricultura industrializada (Woodhouse, 2010), como un modelo que genera una serie de problemas ambientales, médicos, sociales y económicos (Angelo, 2017).
A lo largo del tiempo, se ha llevado a cabo la recolección de plantas silvestres como recurso alternativo en las dietas de los pueblos originarios y rurales; la recolección de estos alimentos no cultivados lleva consigo un conocimiento en muchos casos ancestral, que es parte del patrimonio cultural de los habitantes de una región, ya que para la obtención de dichas plantas el recolector debe tener conocimiento básico del lugar en el que crecen, las temporadas y los modos de preparación (Molina et al., 2009; Pardo de Santayana & Gómez-Pellón, 2003).
En algunos sitios del mundo, las plantas silvestres comestibles tienen un rol importante en garantizar la seguridad alimentaria y de subsistencia de familias y comunidades (Khan et al., 2017). Y en México, pese a que en la actualidad los hábitos alimenticios han cambiado drásticamente, no siempre de forma positiva; las plantas comestibles del país continúan utilizándose ampliamente, en especial en localidades rurales, pero incluso en las grandes ciudades se pueden encontrar muchas plantas comestibles no siempre cultivadas (Mapes & Basurto, 2016).
Sin embargo, actualmente la sociedad muestra desinterés general por muchas de las antiguas tradiciones, lo que ha ocasionado la pérdida de estos conocimientos que se han transmitido por generaciones (Molina et al., 2009). Lo anterior, sumado al proceso de modernización y globalización, ha uniformado muchas de las costumbres y modos de vida de los pueblos, provocando el olvido de buena parte de la riqueza y diversidad cultural (Pardo de Santayana & Gómez-Pellón, 2003), por lo que es necesario documentar el saber tradicional sobre el uso de la flora, especialmente de las plantas comestibles. Por otro lado, los inventarios de plantas silvestres comestibles son una herramienta útil para la selección de especies prioritarias de aprovechamiento, nuevos cultivos potenciales o implementar políticas para la conservación de recursos fitogenéticos (Pío-León, Delgado-Vargas, León-de la Luz, et al., 2017; Pío-León, Delgado-Vargas, Murillo-Amador, et al., 2017).
En Aguascalientes existen algunos trabajos acerca de la flora útil, principalmente de uso medicinal (García-Regalado, 1989b, 1989a, 2014), un par en alguna zona determinada dentro del estado como la región semiárida (Barba-Ávila et al., 2003) y en Sierra del Laurel (Mares-Guerrero & Ocampo-Acosta, 2018) y uno sobre una familia en particular (Sandoval-Ortega & Siqueiros-Delgado, 2019), pero no se había realizado un estudio enfocado en la flora silvestre comestible, por lo que es necesario documentar el conocimiento popular de las plantas utilizadas con este uso, la manera en la que se consumen y si representan una fuente de ingresos para las personas de comunidades rurales.
El objetivo del presente estudio fue generar un listado de las especies de plantas silvestres comestibles utilizadas en el estado de Aguascalientes. Así como identificar las principales estructuras utilizadas, la forma de consumo y nivel de aprovechamiento (autoconsumo o comercialización).
Materiales y métodos
Área de estudio. Aguascalientes se encuentra ubicado en la zona centro-norte de la República Mexicana, posee una extensión de 5680 km2 (CONABIO, 2008) y cuenta con 11 municipios (Fig. 1). En general, el clima del estado es de tipo semiseco (BS) (García, 1964) y hay tres principales tipos de vegetación: la xerofítica, ubicada en la porción central, la templada ubicada en la región montañosa al oeste del estado y la subtropical, en suroeste de la entidad (Siqueiros-Delgado et al., 2016). Dentro de su territorio se extienden tres provincias biogeográficas: Sierra Madre Occidental, Desierto Chihuahuense y Tierras bajas del Pacífico (Morrone et al., 2017).
Entrevistas. De enero 2019 a octubre 2021 se entrevistó un total de 103 personas, 60 mujeres y 43 hombres, con un rango de edad de 32 a 95 años, en 26 poblados del estado (Cuadro 1), de los cuales 11 son urbanos (>2500 habitantes) y 15 rurales (<2500 habitantes) (INEGI, 2021). El método utilizado para la obtención de datos fue por mediante entrevistas abiertas y semiestructuradas con base en Babbie (1988) y Díaz-Bravo et al. (2013), así como observación participante. Se seleccionaron informantes clave, considerando los siguientes criterios: personas adultas que han habitado la mayor parte de su vida en el poblado y con conocimiento acerca de la flora local, principalmente dedicadas a la agricultora y/o ganadería, así como amas de casa. Adicionalmente, se visitaron tianguis y mercados de todas las capitales municipales del estado para identificar las especies comercializadas.
Municipios de Aguascalientes |
Población | No. Informantes | Rango de Edad (años) | F | M |
---|---|---|---|---|---|
Aguascalientes | **Cd. de Aguascalientes | 8 | 37-92 | 5 | 3 |
*La Lumbrera | 2 | 47 | 0 | 2 | |
*El Ocote | 3 | 50-86 | 2 | 1 | |
*Villa Lic. Jesús Terán | 4 | 40-75 | 3 | 1 | |
Asientos | **Real de Asientos | 4 | 45-76 | 3 | 1 |
*Las Negritas | 3 | 36-62 | 1 | 2 | |
Calvillo | **Calvillo | 5 | 37-68 | 4 | 1 |
*El Terrero de la Labor | 6 | 60-86 | 4 | 2 | |
*Palo Alto | 2 | 58-71 | 1 | 1 | |
*Puerta de Fraguas | 2 | 62-67 | 0 | 2 | |
*San Tadeo | 5 | 50-83 | 4 | 1 | |
*Fraccionamiento Popular Valle de Huejúcar | 2 | 80-86 | 2 | 0 | |
*Piedras Chinas | 3 | 56-69 | 1 | 2 | |
Cosío | **Cosío | 4 | 47-79 | 3 | 1 |
El Llano | **Palo Alto | 5 | 53-81 | 2 | 3 |
Jesús María | **Jesús María | 4 | 32-71 | 2 | 2 |
*General Ignacio Zaragoza | 4 | 42-85 | 3 | 1 | |
*Gracias a Dios | 4 | 45-95 | 3 | 1 | |
Pabellón de Arteaga | **Pabellón de Arteaga | 5 | 40-80 | 1 | 4 |
Rincón de Romos | **Rincón de Romos | 5 | 30-91 | 3 | 2 |
San Francisco de los Romo | *Escaleras | 4 | 62-74 | 2 | 2 |
**San Francisco de los Romo | 5 | 52-84 | 2 | 3 | |
San José de Gracia | **San José de Gracia | 5 | 58-70 | 3 | 2 |
*La Congoja | 3 | 43-87 | 2 | 1 | |
Tepezalá | **Tepezalá | 3 | 50-85 | 3 | 0 |
*Mesillas | 3 | 37-76 | 1 | 2 |
Las estructuras comestibles mencionadas para cada especie se clasificaron en cinco categorías: V= estructuras vegetativas aéreas como tallos y hojas, R= estructuras vegetativas subterráneas como raíces, tubérculos y bulbos, F= flores, C= frutos y S= semillas.
Para la identificación taxonómica, se adquirió una muestra de aquellas especies que se encontraron a la venta o se pidió la compañía de los informantes para localizar en campo las plantas mencionadas durante la entrevista, las cuales fueron colectadas siguiendo la metodología propuesta por Engelmann (1986). Las muestras obtenidas fueron identificadas en el Herbario de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (HUAA), con el apoyo de bibliografía especializada (Flora of North America Editorial Committee, 1993+; Calderón y Rzedowski, 2005) y cotejadas con material depositado en el mismo. Cuando no fue posible adquirir una muestra de la planta mencionada, se mostró a los entrevistados una fotografía de las posibles especies con base en el nombre común, la descripción morfológica proporcionada por el informante y la localidad. Para la consulta de fotografías se utilizaron las plataformas SEINet (2019) y la Red de Herbarios de Noroeste de México (Sánchez-Escalante & Gilbert, 2018).
Resultados
Se identificaron 67 especies de plantas silvestres comestibles en el estado de Aguascalientes (Cuadro 2), pertenecientes a 26 familias y 54 géneros, la mayoría (91%) nativas. Las familias Cactaceae y Amaranthaceae fueron las mejor representadas (Fig. 2), con cerca del 18% y 10% respectivamente, seguidas por Asteraceae (9%), Solanaceae (9%) y Fabaceae (7%). Los géneros con mayor número de especies utilizadas fueron Opuntia (6 spp.) Amaranthus (3 spp.) y Solanum (3 spp.).
Especie | Estructura Comestible |
Forma de consumo | Comercializada |
---|---|---|---|
ANACARDIACEAE | |||
*Schinus molle L. | S | Bebida | No |
AMARANTHACEAE | |||
Amaranthus hybridus L. | V | Cocida | Si |
Amaranthus palmeri S. Watson | V | Cocida | Si |
Amaranthus powellii S. Watson | V | Cocida | Si |
*Chenopodiastrum murale (L.) S. Fuentes-B., Uotila & Borsch | V | Cocida | Si |
Chenopodium album L. | V | Cocida | No |
Chenopodium berlandieri Moq. | V | Cocida | No |
Dysphania ambrosioides (L.) Mosyakin & Clemants | V | Condimento | Si |
AMARYLLIDACEAE | |||
Allium glandulosum Link & Otto | R | Cruda, cocida | No |
APOCYNACEAE | |||
Cynanchum ligulatum (Benth.) Woodson | C | Cruda | No |
ASPARAGACEAE | |||
Agave salmiana Otto ex Salm-Dyck | V | Cocida, bebida, dulce | Si |
Dasylirion acrotrichum (Schiede) Zucc. | F | Cocida | No |
Milla biflora Cav. | F | Cruda | No |
Yucca filifera Chabaud | F, C | Cruda, cocida | No |
ASTERACEAE | |||
Artemisia ludoviciana Nutt. | V | Bebida | Si |
Brickellia veronicifolia (Kunth) A. Gray | V | Bebida | No |
Dahlia coccinea Cav. | F, R | Cruda | No |
Porophyllum macrocephalum DC. | V | Cruda | Si |
Tagetes micrantha Cav. | V | Bebida | No |
*Taraxacum officinale F.H. Wigg. | V, F | Cruda | No |
BRASSICACEAE | |||
*Nasturtium officinale W.T.Aiton | V | Cruda, cocida | No |
CACTACEAE | |||
Cylindropuntia imbricata (Haw.) F.M. Knuth | C | Cruda | No |
Ferocactus histrix (DC.) G.E. Linds. | V, C | Dulce | Si |
Mammillaria craigii G.E. Linds. | C | Cruda | No |
Myrtillocactus geometrizans (Mart. ex Pfeiff.) Console | C | Cruda, dulce | Si |
Opuntia hyptiacantha F.A.C. Weber | V, C | Cruda, cocida | Si |
Opuntia jaliscana Bravo | V, C | Cruda, cocida | Si |
Opuntia joconostle F.A.C. Weber ex Diguet | V, C | Cruda, cocida | Si |
Opuntia leucotricha DC. | V, C | Cruda, cocida | Si |
Opuntia robusta H.L. Wendl. ex Pfeiff. | V, C | Cocida, cruda | No |
Opuntia streptacantha Lem. | V, C | Cocida, cruda, dulce, bebida | Si |
Pachycereus marginatus (DC.) Britton & Rose | C | Cruda | No |
Stenocereus queretaroensis (F.A.C. Weber) Buxb. | C | Cruda | Si |
CYPERACEAE | |||
*Cyperus esculentus L. | R | Cruda | No |
CANNABACEAE | |||
Celtis pallida Torr. | C | Cruda | No |
CONVOLVULACEAE | |||
Ipomoea murucoides Roem. & Schult. | F | Néctar | No |
Ipomoea capillacea (Kunth) G. Don | R | Cruda | No |
CRASSULACEAE | |||
Sedum praealtum A. DC. | V | Cruda | No |
CUCURBITACEAE | |||
Apodanthera undulata A. Gray | S | Tostada | No |
ERICACEAE | |||
Arctostaphylos pungens Kunth | C | Cruda, bebida | Si |
Arbutus arizonica (A. Gray) Sarg. | C | Cruda | No |
Comarostaphylis polifolia (Kunth) Zucc. ex Klotzsch | C | Cruda | No |
EUPHORBIACEAE | |||
Ditaxis heterantha Zucc. | S | Condimento | Si |
FABACEAE | |||
Leucaena esculenta (DC.) Benth. | V, C | Cocida, cruda | Si |
Lysiloma acapulcense (Kunth) Benth. | V, F | Cocida | Si |
Macroptilium gibbosifolium (Ortega) A. Delgado | R | Cruda | No |
Pithecellobium dulce (Roxb.) Benth. | F | Cruda | Si |
Prosopis laevigata (Humb. & Bonpl. ex Willd.) M.C. Johnst. | C | Cruda, harina | No |
LAURACEAE | |||
Litsea glaucescens Kunth | V | Condimento | Si |
MALPIGHIACEAE | |||
Mascagnia macroptera (Moc. & Sessé ex DC.) Nied. | S | Cruda | No |
MALVACEAE | |||
Ceiba aesculifolia (Kunth) Britten & Baker f. | S | Cruda, tostada | No |
*Malva parviflora L. | V, C | Cocida, cruda | No |
MARTYNIACEAE | |||
Proboscidea louisiana (Mill.) Thell. | S, C | Cruda | No |
MORACEAE | |||
Ficus petiolaris Kunth | C | Cruda | No |
Casimiroa edulis La Llave | C | Cruda | No |
OXALIDACEAE | |||
Oxalis hernandezii DC. | R | Cruda | No |
Oxalis latifolia Kunth | R | Cruda | |
PORTULACACEAE | |||
Portulaca oleracea L. | V | Cocida | Si |
ROSACEAE | |||
Fragaria vesca L. | C | Cruda | No |
Prunus serotina Ehrh. | C | Cruda | No |
SOLANACEAE | |||
Jaltomata procumbens (Cav.) J.L. Gentry | C | Cruda | No |
Physalis chenopodifolia Lam. | C | Cocida | Si |
Physalis philadelphica Lam. | C | Cocida | Si |
Solanum ehrenbergii Rydb. | R | Cocida | No |
Solanum stoloniferum Schltdl. | R | Cocida | No |
Solanum lycopersicum L. | C | Cruda, cocida | Si |
XIMENIACEAE | |||
Ximenia parviflora Benth. | C | Cruda | N |
Las principales estructuras aprovechadas son los frutos (31 spp), seguidos por tallos y hojas (27 spp), mientras que las menos utilizadas son las estructuras subterráneas vegetativas (9 spp), flores (8 spp) y semillas (6 spp) (Fig. 3).
Entre las especies aprovechadas por sus hojas y tallos se encuentran los nopales (Opuntia spp.) que, según los informantes, son de mejor sabor que los cultivados, especialmente el nopal chaveño (O. hyptiacantha) y el duraznillo (O. leucotricha). También se consumen las verdolagas (Portulaca oleracea), los quelites (Amaranthus spp.), la malvita (Malva parviflora), el quelite de perro (Chenopodiastrum murale) y el quelite cenizo (Chenopodium album y C. berlandieri), que aparecen como arvenses en la milpa y se recolectan durante el deshierbe.
Por otro lado, son pocas especies con raíces, tubérculos o bulbos reconocidas como comestibles en el estado, entre estas se encuentra Dahlia coccinea, localmente conocida como jícama, ya que su raíz se consume de la misma manera, como ocurre con las campicholas o jicamitas, como se les llama a las raíces de Macroptilium gibbosifolium y la raíz de Ipomoea capillacea, que también se conoce como jícama.
Las únicas especies registradas con bulbo comestible son las cebollitas (Allium glandulosum), que son utilizadas como las cebollas cultivadas y los jocoyoles (Oxalis hernandezii y Oxalis latifolia), que se consumen frescos y de forma directa.
En cuanto a tubérculos, se identificaron dos especies de papita silvestre (S. ehrenbergii y S. stoloniferum), que se obtienen principalmente al arar los terrenos de cultivo, también son cosechadas principalmente para autoconsumo; además, de los coquitos (tubérculos de Cyperus esculentus) que también se colectan para autoconsumo, se comen frescos y de forma directa.
Las flores de pocas especies son aprovechadas en el estado, entre las que se encuentran las estrellitas (Milla biflora), que se consumen frescas mientras se “anda” en el campo; las flores de la palma yuca (Yucca filifera), que se preparan de manera similar a los nopales y pueden guisarse de distintas maneras. Algunos informantes de los municipios de Asientos y El Llano mencionaron que las flores del sotol (Dasylirion acrotrichum) pueden prepararse y comerse igual que las flores de la palma yuca. Por otro lado, los pétalos de Dahlia coccinea son consumidos de manera directa y de las flores del palo bobo (Ipomoea murucoides) se consume únicamente el néctar.
Respecto a frutos, es la familia Cactaceae la que incluye la mayor cantidad de especies con frutos comestibles, entre ellas el cardenche (Cylindropuntia imbricataFig, 4A), cuyo fruto es de sabor amargo y puede comerse fresco después de retirar la piel y que, según algunos informantes, anteriormente eran ofrecidos como botana en las cantinas acompañados con sal, también son empleados para dar sabor a los caldos, al igual que el joconostle (Opuntia joconostle, Fig. 4C) como otro fruto de sabor amargo que puede comerse fresco después de retirar la piel y condimentado con sal y chile, pero su principal uso es para dar sabor a los caldos.
A= Cardenche (Cylindropuntia imbricata), B= Pitayas (Stenocereus queretaroensis), C= Joconostle (Opuntia joconostle), D= Garambullos (Myrtillocactus geometrizans), E= Tunas de nopal duraznillo (Opuntia leucotricha) sin exocarpo, F= Chilitos (Mammillaria craigii), G= Tunas taponas (Opuntia robusta), H= Talayote (Cynanchum ligulatum), I= Dátiles de palma yuca (Yucca filifera), J= Jaltomates (Jaltomata procumbens), K= Granjeno (Celtis pallida), L= Mezquites (Prosopis laevigata).
Para el género Opuntia se registró también el uso de la tuna cardona (O. streptacantha), que es uno de los frutos silvestres más conocidos en el estado y del que se consume el endocarpo dulce. Las tunas de otros nopales como el chamacuero (O. jaliscana), el chaveño (O. hyptiacantha), el duraznillo (O. leucotricha, Fig. 4E) y el tapón (O. robusta, Fig. 4G) son también comestibles y se consumen principalmente frescas después de retirar la cobertura.
También de la familia Cactaceae y de endocarpo comestible de sabor dulce, son las pitayas (frutos de Stenocereus queretaroensis, 4B), que son apreciadas en el suroeste del estado, al igual que los garambullos (Myrtillocactus geometrizans) y los chilitos (Mammillaria craigii, 3F) que se consumen directamente sin necesidad de remover la piel.
Otros frutos aprovechados en el estado son los jaltomates (Jaltomata procumbens), los jitomates silvestres (Solanum lycopersicum), el granjeno (Celtis pallida), la ciruelilla (Ximenia parviflora), los mezquites (Prosopis laevigata), y la manzanita o pingüica (Arctostaphylos pungens) que pueden consumirse de manera directa cuando están maduros, al igual que los frutos del zalate (Ficus petiolaris) y los dátiles, como se les conoce a los frutos de la palma yuca (Yucca filifera, Fig. 4 ), aunque la forma más popular de comer estos últimos es cocidos con piloncillo. En cambio, el talayote (fruto de Cynanchum ligulatum, Fig. 4H) se colecta antes de que madure por completo, ya que lo que se consume son las semillas inmaduras.
De acuerdo con pobladores de Asientos, los frutos del pirúl (Schinus molle), se utilizan para preparar una bebida con la que se acompañaban los alimentos en tiempos de escases; estos se colocan en un cántaro con agua, se tapan y se agitan hasta extraer todo el sabor, después se cuela y se ingiere como una bebida refrescante que puede ser endulzada con azúcar. Otras especies que también son utilizadas para preparar bebidas que se consumen solo por su sabor y no por fines medicinales, son el istafiate o estafiate (Artemisia ludoviciana), el pesitón o mejorana de campo (Brickellia veronicifolia) y el anisillo (Tagetes micrantha), con las que se preparan infusiones que pueden beberse frías o calientes.
Entre las especies cuyas semillas se consumen se encuentra el azafrancillo o falso azafrán (Ditaxis heterantha), que es utilizada como condimento en distintos platillos, como un sustituto del azafrán y se le puede encontrar en huertos de traspatio. Por otro lado, las semillas de la gallinita (Mascagnia macroptera) se comen frescas y sin ningún tipo de preparación, al igual que las del torito (Proboscidea louisianica) y la pochota (Ceiba aesculifolia).
En cambio, las semillas de Apodanthera undulata, conocidas como “gualaistas”, necesitan una preparación previa para su consumo, deben de remojarse en cal por 2 a 3 días, después enjuagarse y remojarse en sal para después ser tostadas. Las gualaistas son reconocidas como comestibles en todos los municipios del estado.
Se registraron 25 especies silvestres comestibles que son comercializadas, que representan cerca del 37% (Fig. 6, Cuadro 2), entre las que destacan los nopales (tallos de Opuntia spp.), de los cuales se comercializan los brotes tiernos (Fig. 6A) y el centro carnoso de las pencas maduras, conocido como corazón, que se consume como verdura y se utilizan para preparar distintos platillos. El nopal chaveño (O. hyptiacantha), el duraznillo (O. leucotricha) y el cardón (O. streptacantha) se encuentran entre las especies más utilizadas e incluso se les puede encontrar en huertos de traspatio, pero la mayoría de los vendedores ambulantes manifestaron que los colectan de poblaciones silvestres. Las únicas dos especies silvestres de Opuntia cuyos frutos son comercializados son el joconostle y el cardón (Fig.6I).
La verdolaga (Portulaca oleracea) es otra planta silvestre ampliamente comercializada en el estado y se le puede encontrar a la venta principalmente en tianguis y mercados (Fig. 6C) aunque también es colectada para autoconsumo.
Los guamúchiles (Pithecelobium dulce) se pueden encontrar a la venta en tianguis del municipio Calvillo (Fig. 6H), se consume de manera directa cuando las vainas han abierto y el arilo blanquecino es de sabor dulce.
Las pitayas (frutos de Stenocereus queretaroensis), también se comercializan, desde finales de mayo a principios de julio, antes de las lluvias de verano. Son colectadas temprano por la mañana, se colocan en canastos o cubetas y son cubiertas con ramas y hojas de sauce para protegerlos del sol e insectos. Cuando es temporada en el municipio Calvillo, los recolectores ofrecen estos frutos a los compradores a las afueras del mercado y en la plaza principal.
Varias plantas principalmente de la familia Cactaceae, son utilizadas para elaborar productos para la venta o autoconsumo. Como lo son las tunas, en especial la cardona, usada para elaborar melcocha o queso de tuna (Fig. 7A), un dulce tradicional de la región que se elabora y comercializa en el estado. Según informantes de los municipios Aguascalientes, Rincón de Romos, Jesús María y El Llano, la tuna cardona también es empleada para preparar una bebida fermentada llamada “colonche”, que es cada vez más difícil de encontrar en el estado, pero, que aún se elabora en algunas comunidades como Calvillito, en donde se ofrece a la venta en pulquerías.
Otro dulce tradicional hecho con una cactácea nativa es el acitrón (Fig. 7C), para el que se utiliza el tallo de la biznaga de barril (Ferocactus histrix), una especie protegida según la NOM-O59-SEMARNAT-2010. Pese a que su extracción del medio silvestre está penalizada, la biznaga de barril aún es utilizada para elaborar acitrón en los municipios Asientos, Tepezalá, El Llano y San José de Gracia. En comunidades de Calvillo, los frutos de F. histrix, que son conocidos como pitajayas o jocoquillas son aprovechados para elaborar mermeladas caseras (Fig. 7B), principalmente para autoconsumo.
Los garambullos se encuentran entre los frutos silvestres más utilizados para elaborar productos como mermeladas y helados (Fig. 7D), que se pueden encontrar a la venta en establecimientos de la cabecera municipal de Calvillo.
En el municipio San José de Gracia, los chilitos (frutos de Mammillaria craigii) son utilizados para elaborar mermeladas, helados y para dar el color a la masa de maíz con la que se elaboran tortillas y tamales; pero el uso de este fruto silvestre es solo para autoconsumo, ya que, de acuerdo con los informantes, es difícil colectarlos en las cantidades necesarias para elaborar dichos productos.
Los tallos de algunas especies de nopales como el duraznillo (O. leucotricha), se emplean para hacer encurtidos artesanales (Fig. 7E), se pueden encontrar a la venta en tianguis y mercados de la ciudad de Aguascalientes, Rincón de Romos, Jesús María y Pabellón de Arteaga. Según los informantes, esta especie de nopal es de las mejores para elaborar encurtidos debido a su sabor y textura proporcionada por la pubescencia de las pencas.
El quiote, nombre que recibe el escapo floral del agave pulquero (Agave salmiana), después de dos noches y un día de hornearse bajo tierra, es cortado en rebanadas y vendido en puestos ambulantes junto con el aguamiel (en Aguascalientes se extrae de la misma especie). Aunque es común observar quioteros (personas que se dedican a la venta de quiote) en las ciudades del estado, la mayoría es originario de estados vecinos como Zacatecas y San Luis Potosí; solo se encontró un vendedor originario de Aguascalientes en el municipio San José de Gracia, quien manifestó extraer y elaborar sus productos en su comunidad (Fig. 7F), también mencionó que este oficio es cada vez menos frecuente en el estado.
En el municipio Tepezalá, el aguamiel de Agave salmiana se obtiene de poblaciones locales no cultivadas y se utiliza para elaborar miel de maguey durante la Semana Santa, mediante un proceso cocción que dura alrededor de nueve horas (Fig. 8B). Además, según los testimonios de personas de la comunidad de Calvillito en el municipio Aguascalientes, anteriormente en el estado se cultivaba el Agave salmiana para obtener aguamiel y hacer pulque. Aunque todavía se puede encontrar esta bebida fermentada en esta comunidad, actualmente se elabora con aguamiel proveniente del estado de Zacatecas (Fig. 8A).
Otra planta que también fue muy utilizada en décadas pasadas, es el mezquite (Prosopis laevigata), cuyos frutos, además de consumirse de forma directa, eran puestos a secar para después molerse y ser convertidos en harina. Aunque actualmente es posible encontrar productos elaborados con harina de mezquite en el estado, su uso ya no es tan común según las personas entrevistadas, anteriormente se empleaba para rendir la harina de maíz y se utilizaba para hacer tortillas, galletas, pan y tamales.
Discusión
Los estudios realizados anteriormente reportaban alrededor de 30 especies de uso comestible en Aguascalientes (Barba-Ávila et al., 2003; García-Regalado, 2014; Mares-Guerrero & Ocampo-Acosta, 2018; Sandoval-Ortega & Siqueiros-Delgado, 2019), por lo que con el presente estudio incrementa más del doble el número de registros de especies utilizadas con este fin en el estado. No obstante, el total de plantas silvestres comestibles hasta ahora registradas para Aguascalientes representan solo el 3% de las 2,168 especies (tanto cultivadas como silvestres) reportadas con este uso en el país (Mapes & Basurto, 2016), lo que podría indicar que varias especies comestibles distribuidas en la entidad no son aprovechadas o que su uso no ha sido registrado.
Varias de las plantas silvestres comestibles utilizadas en Aguascalientes son consideradas malezas (Villaseñor & Espinosa-García, 1998) y de acuerdo con los informantes, se obtienen de los terrenos de cultivo, como es el caso de las verdolagas (Portulaca oleracea) y los quelites (Amaranthus spp.), que se comercializan en tianguis y mercados y representan una fuente de ingreso extra para los agricultores. Sin embargo, esta riqueza de especies arvenses comestibles se ve amenazada debido a la transición de la agricultura tradicional a la industrializada, donde se impulsa a los monocultivos y se aplican herbicidas (García-Hilario et al., 2016; Grundy et al., 2011; Mascorro-de Loera et al., 2019).
A nivel global, el consumo de plantas silvestres es una opción alimentaria que podría ser mejor aprovechada, aunque para lograrlo es necesario integrar estudios nutricionales por especie, ya que la principal limitante para la explotación de estas es su contenido de principios antinutrientes y tóxicos (Guil et al., 1997). Así mismo, algunas plantas señaladas como comestibles pueden resultar tóxicas si no se preparan de la manera correcta o si son confundidas con otras, como podría ser el caso de Ipomoea orizabensis, que se ha registrado con uso comestible en Aguascalientes (Mares-Guerrero & Ocampo-Acosta, 2018), pero que es de efecto purgante y es utilizada tradicionalmente en otros sitios del país para eliminar parásitos intestinales (Díaz-Potones, 2009; Hernández-Carlos et al., 1999), por lo que su consumo debe evitarse.
No obstante, otras especies del género Ipomoea son comestibles, como I. capillacea, que ya se había registrado con este uso en el estado (Mares-Guerrero & Ocampo-Acosta, 2018) y que también se consume en otras regiones como Michoacán (Carranza González, 2008). Este es un ejemplo de que no todas las especies de un mismo grupo son comestibles, por tanto, es necesario saber identificarlas correctamente antes de consumirlas.
Algunos miembros de la familia Amaranthaceae, como Chenopodiastrum murale y Chenopodium album, son una buena fuente de vitamina C y su contenido de proteína cruda es relativamente alto, aunque también contienen principios tóxicos como el ácido oxálico, en un nivel similar a algunos vegetales cultivados como los betabeles y las espinacas, por lo que se consideran de baja toxicidad para los humanos (Guil et al., 1997; Guil & Torija, 2002). Aunque C. murale y C. album sí se consumen en el estado, también se distribuyen otras especies de esta misma familia que se aprovechan como verdura en otros estados de México, y otros países, tales como Amaranthus viridis y A. spinosus, aunque no son utilizadas en el estado (Sandoval-Ortega & Siqueiros-Delgado, 2019).
Además de los ejemplos anteriores, en Aguascalientes se pueden encontrar otros taxones comestibles que no se aprovechan o que su uso por pobladores no ha sido registrado hasta el momento, aunque son aprovechados en otras regiones del país, como es el caso de Jarilla heterophylla, conocida como granadilla, cuyo fruto se consume y comercializa en Jalisco (Díaz-Luna & Lomelí-Sencion, 1992). No obstante, es una especie poco frecuente en Aguascalientes (Sandoval-Ortega & Siqueiros-Delgado, 2020), lo que podría explicar que no fue mencionada por los informantes. Algo similar podría ocurrir con Nymphaea gracilis, cuyo tubérculo se consume en Jalisco, Estado de México y Guanajuato (Zepeda-Gómez, 2017), pero en Aguascalientes es una especie poco común (Sandoval-Ortega, 2020) y su uso comestible no ha sido registrado.
Conclusiones
En Aguascalientes existen por lo menos 67 especies de plantas silvestres comestibles, principalmente pertenecientes a las familias Cactaceae y Amaranthaceae. El 37% de estas especies son comercializadas y el resto se colectan para autoconsumo. Las estructuras más aprovechadas son los frutos, así como tallos y hojas.
La flora silvestre comestible es un recurso económico y alimenticio representativo para la población de Aguascalientes, algunas especies se utilizan en platillos o dulces típicos y son parte de las tradiciones y herencia cultural del estado. Estos conocimientos continúan, en su mayoría, vivos y dinámicos a pesar de la dieta mixta con productos industriales; no obstante, algunas prácticas relacionadas al consumo de plantas silvestres están en peligro de desaparecer. Por lo que es necesario realizar estudios a profundidad para documentar y difundir el uso responsable de las especies de plantas autóctonas, para asegurar la existencia futura tanto de la biodiversidad como de las tradiciones ligadas a ella.