SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.43 número3Medición de la evolución económica del sector agrario mediante indicadores sintéticos en Castilla-La Mancha índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Agrociencia

versión On-line ISSN 2521-9766versión impresa ISSN 1405-3195

Agrociencia vol.43 no.3 Texcoco abr./may. 2009

 

Socioeconomía

 

Sostenibilidad y estrategia en agroecosistemas campesinos de los valles centrales de Oaxaca

 

Sustainability and the strategy used in smallholding farming agroecosystems in Oaxaca valles centrales

 

Ricardo Casas–Cázares*, Félix V. González–Cossío, Tomas Martínez–Saldaña, Edmundo García–Moya, Benjamín V. Peña–Olvera

 

Campus Montecillo, Colegio de Postgraduados, Km 35.5 Carretera Federal México–Texcoco 56230. Montecillo, Texcoco, México. *Autor responsable: (rcasas@colpos.mx).

 

Recibido: Enero, 2008.
Aprobado: Noviembre, 2008.

 

Resumen

A pesar del consenso mundial para lograr la sostenibilidad no existe acuerdo en la forma de cuantificarla para tomar decisiones prácticas que encaucen el desarrollo sostenible. En este estudio se generó y aplicó el Índice Relativo de Sostenibilidad (IRS) para evaluar la sostenibilidad en tres agroecosistemas de los Valles Centrales, Oaxaca, México. Los valores para cada agroecosistema y para la región se obtienen con la selección, ponderación y calificación de un listado general de variables, que se reducen mediante funciones discriminantes y se asocian a una propuesta para promover la sostenibilidad. Los agroecosistemas evaluados muestran diferencias en la contribución de sus dimensiones (α = 0.0001) y en la sostenibilidad. La sostenibilidad de los Valles Centrales se califica como muy baja y la poca contribución de la dimensión económica es su principal limitación. La fertilidad y la densidad aparente del suelo, la venta de ganado mayor y la posibilidad de empoderamiento de la mujer en la función pública comunitaria y en la generación de ingresos, son algunas variables a considerar en una propuesta para promover la sostenibilidad regional.

Palabras clave: Agroecosistemas, estrategia, evaluación, Oaxaca, sostenibilidad.

 

Abstract

Despite the world consensus over the importance of reaching sustainability, there is no agreement on the way to quantify it in order to make practical decisions that may channel sustainable development. In this study, the Sustainability Relative Index (IRS, its Spanish acronym) was developed and applied to evaluate sustainability in three agroecosystems of the Valles Centrales of the state of Oaxaca, México. The values for each agroecosystem and the region are obtained through the selection, weight and qualification of a general list of variables which are reduced by applying discriminant functions and are associated with a proposal to promote sustainability. The agroecosystems evaluated show differences in the contribution of their dimensions (α=0.0001) and their sustainability. The sustainability of the Valles Centrales is qualified as very low and its major limitation is its poor economic dimension. Soil fertility and bulk density, livestock sale and the possibility of women's empowerment in community public positions and their generation of income are some of the variables to be considered in a proposal to promote regional sustainability.

Key words: Agroecosystems, strategy, evaluation, Oaxaca, sustainability.

 

INTRODUCCIÓN

El desarrollo sostenible (DS) se ha propuesto como un paradigma que requiere transformaciones sociales, económicas y ambientales profundas al modelo de capitalismo neoliberal, de tal manera que conserve el capital natural para el usufructo y bienestar de las generaciones presentes y futuras. Hay consenso mundial por alcanzar el DS (Adams, 2006; Parris, 2003) y una demanda de desarrollo del enfoque en problemas relacionados al cambio climático, los energéticos, los alimentos y el crecimiento la población, junto con el desarrollo de sistemas de producción múltiple y la conservaciones de bienes y servicios ecosistémicos (Bennett y Balvanera, 2007; MacDonald, 2008). La diversidad de métodos, índices y listados de indicadores para evaluar la sostenibilidad en el ámbito mundial, nacional, regional, municipal, sistema agrícola y cultivo (Müller, 1996; Masera et al, 1999; Pintér y Hansen, 2008; United Kingdom, 2004), refleja la diversidad de su conceptualización. No hay acuerdo en el número y tipo de indicadores o variables, ni en los niveles en que estas variables sean sostenibles. Se han propuesto metodologías e índices para diseñar y evaluar el DS en distintos ámbitos, pero no se ha cuantificado en el agroecosistema y hay poca integración de las dimensiones sociales, económicas y ecológicas del DS (Casas et al., 2001).

La consideración de la sostenibilidad como un paradigma permite aceptarlo como una eficiente interpretación de un proceso complejo (Casas y Velásquez, 1995) para desarrollar un marco teórico que reconoce las tendencias sociales, económicas y ambientales de un sistema. Se requiere evolucionar del marco discursivo hacia el cuantitativo y operativo, para conducir el desarrollo sostenible de manera precisa, con base en el conocimiento de las variables que induzcan las transformaciones sociales, económicas y ambientales requeridas. Según Kates et al. (2001), la ciencia de la sostenibilidad no es de naturaleza disciplinaria, ni de ciencias sociales, ni naturales, es integradora y transdisciplinaria y los métodos, enfoques y conceptos están en elaboración. Así, hay que inventar nuevos esquemas y unidades para constituir la sostenibilidad alrededor de las dimensiones ambientales, sociales y económicas (Spencer y Swift, 1992; Carabias, 1995; Van Hauwermeiren, 1998); se debe desarrollar una estructura determinada para presentar su investigación (Masera et al., 1999) o ajustarla a los formatos existentes.

Por tanto, el objetivo del presente estudio fue evaluar la sostenibilidad y promover una estrategia en tres agroecosistemas campesinos de los Valles Centrales Oaxaca, usando el Índice Relativo de Sostenibilidad (IRS). La hipótesis fue que hay diferencias entre las comunidades evaluadas por la diferente contribución que aportan las dimensiones y las variables sociales, económicas y ambientales que la integran.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Se generó el IRS como un modelo teórico para evaluar sostenibilidad y se cotejó evaluándola en tres agroecosistemas campesinos de los Valles Centrales Oaxaca, México. El producto final del IRS es la propuesta de una estrategia para lograr la sostenibilidad con base a un reducido número de variables. La metodología del IRS surge de la definición del concepto y de varios supuestos; fue descrita por Casas et al. (2008) pero es conveniente delinearla.

La visión y definición de la sostenibilidad

La sostenibilidad se define como la capacidad del sistema ecológico para proveer de bienes y servicios que satisfagan las necesidades humanas actuales sin comprometer su aprovisionamiento futuro (IUCN; UNEP; WWF; 1991). Entonces, la capacidad de un sistema ecológico está en función de las relaciones que los humanos establecen entre sí (dimensión social), de la interacción ser humano–naturaleza y de la transformación hecha en la naturaleza con los instrumentos y tecnología (dimensión económica), y de la capacidad de la naturaleza para desarrollarse y recuperarse de la acción humana (dimensión ambiental). Así la sostenibilidad puede expresarse como una función del crecimiento y desarrollo de sus dimensiones: S = f (Da, Ds, De), donde S = sostenibilidad; Da, Ds y De = las dimensiones ambiental, social y económica.

Con el supuesto de que el desarrollo sostenible es un proceso en el tiempo y espacio, la valoración asignada es un valor puntual relativo. Por tanto, se propone evaluar la sostenibilidad con el índice IRS que incluye los componentes de la sostenibilidad, IRS = f Da, Ds, De). Se enfatiza que el sistema es o no sostenible, no sus componentes, per se la sostenibilidad es indivisible. Un complemento a la definición del desarrollo sostenible de la WCED (1987) de que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad para satisfacer las de las generaciones futuras, es asociarlo con la búsqueda y ejecución de estrategias racionales para tal propósito (Gutiérrez, 1997). Esta adición relaciona el concepto de sostenibilidad con un proceso de diseño, operación y evaluación de una estrategia, que actualmente opera en la UE (Castroviejo, 2006).

Supuestos

El IRS parte del supuesto de que el DS sólo se logra desde un cierto nivel de desarrollo e integración de sus dimensiones social, económica y ambiental. Idealmente el área de la sostenibilidad en un triángulo ocurre cuando hay integración de las dimensiones y sus valores son > 0.5 en una escala de 0 a 1 (área achurada, Figura 1). Valores <0.5 denotan ausencia de sostenibilidad (Figura 2), y ausencia de la contribución de sus dimensiones (Figura 3) según la escala propuesta.

El listado, la reducción y selección de variables

El listado de variables en el IRS deberá considerar las propuestas en diversos listados, las sugeridas en una encuesta a investigadores relacionados con el desarrollo agrícola y rural regional, así como las variables locales que son importantes según los participantes en la evaluación. El listado no debe ser un simple agregado de las ciencias disciplinarias, ya que requiere reflexión y seleccionar las variables de manera inter y multidisciplinaria. La información recolectada es la base de datos de las variables y se divide en dos grupos: 1) Incluye las variables con promedios semejantes entre las comunidades o sistemas a evaluar, seleccionando cualitativamente aquellas que por su valor inhiben el DS regional; 2) incluye las variables con promedios diferentes, y cuantitativamente se reducen y seleccionan con base en su máxima varianza para diferenciar a las comunidades en términos sociales, económicos y ambientales mediante funciones discriminantes las cuales permiten, mediante el proceso de estandarización, comparar variables de distinta naturaleza y unidades (Johnson, 2000) . Así, cada variable se mantiene como tal según su variación ecológica, económica y social, sin transformaciones. Este procedimiento de discriminación implica que las dimensiones y sus variables tienen la misma ponderación.

Calificación y estandarización de las variables

La calificación de cada variable se relaciona con su tendencia hacia la sostenibilidad y la ubicación de los valores promedio reales en un intervalo, el cual se establece en una escala propuesta por el evaluador, por ejemplo, de –5 a +5 y sus límites están definidos por el intervalo proporcional (Xp), el valor promedio mínimo y el máximo absoluto que toma la variable entre las comunidades. En el Cuadro 1 se precisa el proceso y criterio de calificación de las variables, de acuerdo al comportamiento (positivo o negativo) del valor promedio entre las comunidades.

La tendencia a la sostenibilidad entre las variables se asocia con sus valores crecientes o decrecientes y se relaciona con los símbolos > o <. Su tendencia también puede ser neutral, dependiendo de la naturaleza de la variable. La calificación de la sostenibilidad con base en su tendencia se justifica, porque no hay una definición de los niveles técnicos óptimos de variables que conduzcan al desarrollo sostenible. Sin embargo, la tendencia relativa a un comportamiento deseado de una variable permite por aproximaciones llegar a un nivel deseado, sin definir su valor óptimo y el criterio de su tendencia se base en el sentido común y el conocimiento básico de las ciencias naturales, económicas y sociales de los evaluadores. La contribución de las dimensiones a la sostenibilidad entre los sistemas de interés se determina mediante un proceso de estandarización que homogeniza la naturaleza de las variables (ambiental, social y económica) y sus mediciones a una escala de 0 a 1, con las ecuaciones:

donde, Ckt = la contribución de la dimensión o atributo k–ésimo al IRS en el tiempo t–ésimo; Ikt = número de variables o indicadores de las k dimensiones o atributos en el tiempo t; Vkt = valor del i–ésimo indicador en la escala de Likert, en el i = 1,2,3 ... Ikt, k = 1,2,3... Kt y, t = 1,2,3 ... T; e = valor máximo absoluto de la escala Likert de los Ikt, e IRSt = IRS en el tiempo t. La escala Likert es una de evaluación discreta que propone el evaluador para convertir los valores naturales en clases. Estas clases son números naturales de acuerdo con una escala propuesta por el investigador. Por ejemplo de –5, –4, –3, –2, –1 a +1, +2, +3, +4 +5, como en el presente estudio.

La primera ecuación estima la contribución de las dimensiones (Ckt) para la región y por comunidad en una escala de 0 a 1, mientras que la segunda y tercera estiman el IRS de sostenibilidad para la región y las comunidades entre –1 y 1. En términos prácticos, los valores de sostenibilidad oscilan entre 0 y 1, ya que valores negativos implican sistemas que no sustentan sociedades humanas. La cuantificación del IRS se logra con la modificación a la matriz propuesta de Müller (1996) y a las ecuaciones de Gutiérrez (1997). Las Figuras 2 y 3 ilustran la escala de evaluación propuesta para las dimensiones y del IRS.

Calificación y prioridad de la sostenibilidad

Para auxiliar a quienes toman decisiones sobre la prioridad de atención a los programas de desarrollo rural sostenible, se propone una calificación de prioridad de atención a los sistemas evaluados en una escala de 1 a 10. Asimismo, se ordena la cuantificación de la contribución de las dimensiones al desarrollo sostenible y del IRS en quintiles, de acuerdo con su contribución y sostenibilidad (Cuadro 2). Para transformar la escala de sostenibilidad de 0–1 a 0–100 %, se resta 0.5 a los valores de calificación obtenidos en la dimensión y en el IRS; este producto se toma como un valor absoluto que se multiplica por una constante de 200.

El cotejo del modelo:

El área, la unidad y las variables de evaluación

El área

Se seleccionaron tres comunidades de la región de los Valles Centrales, ubicada en el centro del estado de Oaxaca al sur de México, con climas de templado a seco. La agricultura es minifundista, de temporal, poca irrigación, bajo nivel de producción y productividad; las comunidades corresponden a tres sistemas terrestres que cubren poco más de 50 % de la superficie de laderas y de planicie donde se practica la agricultura y la ganadería en los Valles Centrales.

La unidad

El agroecosistema es la unidad mínima para diseño y evaluación de sostenibilidad, acorde con su visión y definición. Es el área biofísica donde se establecen relaciones socioeconómicas entre las personas para transformar a la naturaleza y a sí mismos, con el fin de obtener productos, subproductos y otros satisfactores para la permanencia de las generaciones en la misma área.

Las variables

Según la información disponible en las tres comunidades se genero el listado de variables considerando las propuestas de listados existentes, las sugeridas en una encuesta a investigadores del desarrollo agrícola y rural regional y aquellas consideradas de interés acorde al concepto de sostenibilidad. La evaluación se inicio en 2001 con una base de datos sociales, económicos y ambientales de 91 variables: 28 tuvieron un promedio similar entre comunidades; 63 tuvieron promedios diferentes entre las comunidades (27, 20 y 16 variables de tipo ambiental, social y económico), de las cuales se seleccionaron a 18 (6 de cada dimensión) con base en su varianza derivada del proceso de funciones discriminantes usando SAS (1985). Con el conjunto de estas 18 variables (Cuadro 3) se califica y se cuantifica la sostenibilidad y mediante funciones discriminantes se reduce y se seleccionan las variables asociadas con una estrategia para la región, con base en la máxima varianza social, económica y ambiental entre las comunidades. Las variables se observaron en la unidad familiar campesina y se homogeneizaron por miembro de la familia, por hectárea o por familia según el tipo de variable. El tamaño de la muestra fue 55 determinado con un muestreo simple al azar con una precisión de 90 %.

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En el Cuadro 4 se observa la transformación y calificación de las variables seleccionadas por su tendencia para promover o inhibir la sostenibilidad en la escala ordinaria de 1 a 5, de acuerdo al proceso de transformación y los criterios de calificación propuestos del Cuadro 1.

Los valores negativos del saldo en el campo se explica por la transferencia de valores de la ciudad al campo, que es compensada con una disminución de la calidad de vida de los habitantes del campo y un deterioro de sus recursos naturales (Palerm, 1998).

La evaluación de la sostenibilidad y la contribución de las dimensiones

La contribución de las dimensiones al DS, su cuantificación, calificación y prioridad de atención a las comunidades evaluadas de acuerdo a la aplicación de ecuaciones y criterios de los cuadros 2 y 3, se presenta en el Cuadro 5.

En general, la evaluación indica una muy baja sostenibilidad para los Valles Centrales Oaxaca, con un IRS de 0.51, es decir hay sólo 3.7 % de sostenibilidad. La contribución de las dimensiones a la sostenibilidad es diferente para la región y entre las comunidades. En la región la dimensión económica contribuye 0.36 a la sostenibilidad y presenta un bajo crecimiento; por tanto, se considera que inhibe el DS en los Valles Centrales. Las comunidades El Trapiche y San Juan de Dios presentan un muy bajo y bajo nivel de sostenibilidad con un IRS de 0.52 y 0.68, mientras que en El Cuajilote hay ausencia de sostenibilidad (IRS 0.34).

La sostenibilidad en El Trapiche y la región de los Valles Centrales Oaxaca con una contribución de la dimensión económica menor a 0.5, indica la posibilidad de integración con el desarrollo de dos de las dimensiones, aunque una tercera esté en crecimiento o con escasa contribución. La muy baja sostenibilidad en la región refleja el persistente descuido del sector agrícola y la ausencia de políticas apropiadas para esta población rural y agrícola (Malassis, 1973; Casas et al 2007). Pero obliga a plantear una estrategia para mejorar la sostenibilidad; así, las actividades inherentes a la selección y a elevar o reducir su promedio, según la tendencia de estas variables para promover el DS, son elementos claves con el supuesto de un efecto positivo sobre las demás variables.

La selección de variables para la estrategia

El análisis estadístico de funciones discriminantes en las 18 variables muestra diferencias estadísticas ambientales, sociales y económicas entre las comunidades (p< 0.0001), tanto en la distancia cuadrada de Mahalanobis como en las pruebas de estadística multivariada de lambda de Wilks, la traza de Pillai, la traza de Lowly–Hotelling y la raíz máxima de Roy, así como la prueba de razón y verosimilitud para las funciones discriminantes uno y dos (FD1 y FD2). Con la integración de las dimensiones, la primer función discriminante explica 71.96 % de la varianza y la segunda función 28.04 %, lo que indica que el modelo usado fue apropiado.

Según la selección de variables por el mayor valor de los coeficientes canónicos dentro de clases (Cuadro 6), se seleccionaron las variables superficie fertilizada (X5), capacidad de intercambio catiónico (X10), empoderamiento de las mujeres en cargos públicos de la comunidad (Y 18), proporción del suelo abonado químicamente (Z4), y venta de ganado mayor (Z8). Dada la semejanza de acciones que representan las variables de la superficie de suelo fertilizado por miembro de la familia y su proporción en relación al total de tierra (X5 y Z4), se incluye una variable ambiental (la densidad aparente). Para la dimensión social se complementa el listado con la participación de la mujer en el trabajo que genera ingresos (Y6). La selección de estas variables adicionales se hace con base en el coeficiente de mayor valor que sigue dentro de la dimensión, considerando las dos funciones discriminantes (Cuadro 6).

Elementos de una estrategia para promover la sostenibilidad

Un aumento en la capacidad de intercambio catiónico del suelo se asocia con mayores niveles de materia orgánica y a mayor productividad de los suelos (Brady y Weil, 1999). Lo mismo sucede con el aumento en la adición de abono químico a la superficie agrícola, debido a la condición deficitaria de nutrimentos en los suelos de la región. Sin embargo, un aumento en el uso de abono químico reduce la actividad microbiana del suelo y hacen al cultivo dependiente de nutrimentos químicos externos, lo que afecta negativamente la sostenibilidad; pero debido a la insuficiencia de materia orgánica para cubrir las necesidades agrícolas, se recomienda una mezcla de ambos, para obtener mejores resultados (Rasmussen et al., 1998).

Las variables sociales que deben enfatizarse son la generación general de empleo, el empleo femenino que genere ingresos, y un mayor empoderamiento en puestos públicos comunitarios, debido a la relevancia que adquieren las mujeres ante la migración del varón y su necesario desarrollo de roce institucional para gestionar apoyos. El ganado mayor es importante en las familias de comunidades rurales de los Valles Centrales porque representa su reserva para afrontar eventos inesperados o planeados de naturaleza socio–cultural, dando estabilidad familiar y mayor tendencia a la sostenibilidad. Este ingreso puede aumentar al reducir los costos de alimentación, mejorar la nutrición y la sanidad del ganado. Una alternativa es la promoción y operación de módulos agro–ecológicos comunitarios y asociarlos a proyectos productivos vía microempresas y organización en cooperativas para la compra y venta de insumos y productos.

Las variables que complementan los elementos del Plan Maestro de una estrategia en la región incluyen algunas de las 28 variables con promedios semejantes entre las comunidades, no incluidas en la cuantificación de la sostenibilidad, pero incluidas al seleccionarse por un proceso cualitativo y por considerar que la condición en que están presentes puede afectar positiva o negativamente la sostenibilidad. Se asociaron las variables de la dimensión social: el servicio social (Tequio), la solidaridad (Gueza), la cohesión familiar (Goodland y Daly, 1996), la ausencia de drogadicción, alcoholismo e inseguridad social (delincuencia), la baja incidencia de madres y padres adolescentes, como elementos positivos de la dimensión social en las comunidades de la región. Es decir, que las áreas rurales de los Valles Centrales, Oaxaca son socialmente seguras.

Algunos elementos negativos que inhiben importantemente el desarrollo sostenible en las comunidades, incluyen la falta de apoyos institucionales al campo como crédito, seguro, asistencia técnica, programas de capacitación para el trabajo, maquila para realizar labores de cultivo, equipo apropiado e inversión en infraestructura en sistemas de riego, que se consideran factores claves para los programas de desarrollo agrícola y rural (Todaro, 1977). Entonces, para convertir el campo en un detonador del desarrollo se debe diseñar y promover programas para llevar estos servicios al campo, pero no con esquemas paternalistas, asistenciales o en extremo empresariales que no han tenido los efectos deseados. Una combinación de elementos participativos entre los habitantes de esta área pudiera ser lo más apropiado, canalizando recursos para programas específicos, y seleccionando con esta metodología a los municipios con mayor prioridad para un uso más equitativo de los recursos.

Un programa de desarrollo rural sostenible comunitario implica reconocer sus limitaciones y potencialidades. Los elementos de la estrategia propuesta deben ser analizados, modificados, reestructurados o ratificados por los pobladores de las comunidades y representantes institucionales de la región. Lo trascendente en este proceso es que la gente haga suyo y ejecute su propio programa, sea sujeto y no objeto de su propio desarrollo. Es necesario que la gente tenga conciencia de su capacidad para resolver sus propios problemas y para un mejor futuro.

 

CONCLUSIONES

El IRS indica que la sostenibilidad en los Valles Centrales de Oaxaca es muy baja, con diferencias entre los agroecosistemas y en la contribución de las dimensiones a la sostenibilidad. La contribución de la dimensión económica es limitativa e inhibe el desarrollo sostenible de la región. El agroecosistema San Juan de Dios presenta una relativa mayor sostenibilidad, El Trapiche intermedia y en El Cuajilote no hay. La fertilidad del suelo, la densidad aparente, la participación de la mujer en la generación de ingresos por trabajo y su empoderamiento en la función pública comunitaria, el ingreso por la venta de ganado mayor son las variables seleccionadas con base al IRS para promover el desarrollo sostenible en la región.

 

LITERATURA CITADA

Adams, W. M. 2006. El futuro de la sostenibilidad: Repensando el medio ambiente y el desarrollo en el siglo veintiuno. Reporte de la reunión de pensadores. Zurich. Unión Mundial para la Naturaleza (IUCN). 17 p.        [ Links ]

Bennett, E. M., and Patricia Balvanera. 2007. The future of production systems in a globalized world. Frontiers Ecol. Environ. 5(4): 191–198.        [ Links ]

Brady, N. C., and R. R. Weil. 1999. The Nature and Properties of Soils. Twelfth Edition. Prentice Hall. New Jersey, USA. 881 p.        [ Links ]

Carabias L., J. 1995. El desarrollo sustentable, única opción para la conservación. In: González J., L., V. de la Cruz I., J. Aguilar, M. Virginia G., D. Delgado V., y Á. Vargas N. (eds). 2o Seminario Internacional de Agroecología y Desarrollo Sustentable. Universidad Autónoma Chapingo, México. pp: 7–14.        [ Links ]

Casas D. E., y M. de los A. Velásquez H. 1995. Agroecología: Desarrollo sustentable y educación agricultura sustentable. In: Anaya M. G., y Felipe Díaz C. (eds). IV Curso sobre Desertificación y Desarrollo sustentable en América Latina y el Caribe. PNUMA, FAO y Colegio de Postgraduados. Montecillo, Texcoco, México. pp: 173–180        [ Links ]

Casas C. R., T. Martínez S., F. V. González C., E. García M., B. V. Peña O., F. J. Trujillo A., y T. Castillo P. 2001. Sustentabilidad: Avances, limitaciones y perspectivas de su evaluación. In: Sánchez P. S, M. Vázquez G., E. López A., y S. Carbajal H. (eds). Indicadores de sustentabilidad. CUCBA, Universidad de Guadalajara, Jalisco, México. pp: 27–51        [ Links ]

Casas C. R., T. Martínez S., F. V. González C., y E. García M. 2007. Limitaciones y Perspectivas del Desarrollo Rural Sustentable en México. Textual 40: 67–100.        [ Links ]

Casas C. R., F. V. González C., E. García M., T. Martínez S., y B. V. Peña O. 2008. Contribución de la dimensión ambiental al desarrollo sustentable de tres agroecosistemas campesinos en Oaxaca. Terra Latinoamericana. 26(3): 275–286.        [ Links ]

Castroviejo B., M. 2006. Estrategia de desarrollo sostenible de la Unión Europea: Una nueva esperanza. In: Ambienta, La revista del Ministerio del Medio Ambiente 57: 6–13.        [ Links ]

Goodland, R., and H. Daly. 1996. Environmental sustainability: Universal and non–negotiable. Ecol. Appl. 6(4): 1002–1017.        [ Links ]

Gutiérrez, E. 1997. El índice aproximado de Sostenibilidad: Un instrumento para la evaluación del desempeño nacional en sostenibilidad. In: Taller sobre indicadores de Desarrollo Sostenible. Centro Internacional en Política Económica para el Desarrollo Sostenible. Grupo I. San José Costa Rica. 195 p.        [ Links ]

IUCN/UNEP/WF (The World Conservation Union/ United Nations Environment Programme/ World Wide Fund). 1991. Caring for the Earth. A strategy for sustainable living. Summary. SADAG, Bellegarde, Valserine, Francia. 24 p.        [ Links ]

Jonson, D. E. 2000. Métodos Estadísticos Multivariados Aplicados al Análisis de Datos. Hernán Pérez C. (traductor). International Thomson Editores. México. 566 p.        [ Links ]

Kates, R. W., W. C. Clark, R. Corell, J. M. Hall, C. C. Jaeger, L. Lowe, J. J. Mc Carthy, H. J. Schellnhumber, B. Bolin, N. M. Dickson, S. Faucheux, G. C. Gallopin, A. Grubler, B. Huntley, J. Jager, N. S. Jodha, R. E. Kasperson, A. Mabogunje, P. Patson, H. Mooney, B. Moore II, T. O'Riordam, and U. Svedin. 2001. Sustainability science. Policy forum: Environment and development. Science 292: 641–642.        [ Links ]

Malassis, M. 1973. Agricultura y Proceso de Desarrollo: Ensayo de Orientación Pedagógica. Promoción Cultural, S .A. /UNESCO. Barcelona, España. 308 p.        [ Links ]

McDonald, R. I. 2008. Global urbanization: Can ecologists identify a sustainable way forward. Frontiers Ecol. Environ. 6(2): 99–104.         [ Links ]

Masera O., R., M. Astier, y S. López–Ridaura. 1999. Sustentabilidad y Manejo de Recursos Naturales. El Marco de Evaluación MESMIS. Ed. Grupo Interdisciplinario de Tecnología Rural Apropiada A. C. y Mundi–Prensa México, S. A. de C.V. México. 109 p.         [ Links ]

Müller, S. 1996. ¿Cómo medir sustentabilidad? Una propuesta para el área de la agricultura y de los recursos naturales. Serie Documentos de Discusión sobre Agricultura Sostenible y Recursos Naturales. Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura. Proyecto IICA/GTZ. San José Costa Rica. 55 p.         [ Links ]

Palerm, A. 1998. Antropologia y Marxismo. 2a ed. CIESAS, México.         [ Links ]

Parris, T. M. 2003. Toward sustainability transition. The international consensus. Environment 45(1): 15–22.         [ Links ]

Pintér L., and H. Hansen. 2008. Compendium of sustainable development indicator initiatives: A global directory of comprehensive indicator systems. Environ. and Health Int. 10(1): 3–19.         [ Links ]

Rasmussen, P. E., K. W. T. Goulding, J. R. Brown, P. R. Grace, H. H. Janzen, and M. Körshens. 1998. Long–term agroecosystem experiment: Assessing agricultural sustainability and global change. Science 282: 893–896.        [ Links ]

SAS Institute. 1985. User's Guide: Statistics. Cary, N.C. 956 p.         [ Links ]

Spencer, D. S., and M. J. Swift. 1992. Sustainable agriculture: Definition and measurement. In: Mulongoy, K., M. Gueye, and D.S.C. Spencer (eds). Biological Nitrogen Fixation and Sustainability of Tropical Agriculture. IITA. A Wiley–Sayce. Ibadan, Nigeria. pp: 15–24.         [ Links ]

Todaro, M. 1977. Economics for a Developing World. Longman Group Limited London. Hong Kong. Shec Wah Tong Printing Press. 444 p.        [ Links ]

United Kingdom. 2004. Indicators of Sustainable Development. http://www.sustainable–development.gov.uk/sustainable/quality99/ , http://www.sustainable–development.gov.uk/sustainable/quality99/annex_a.pdf Page last modified: 21 April 2004. Page published: 21 April 2004. Consulta: Noviembre 17, 2007).        [ Links ]

Van Hauwermeiren, S. V. 1998. Manua l de Economía Ecológica. Instituto de Ecología Política. Santiago. Chile. 265 p.        [ Links ]

WCED. (World Commission on Environment and Development). 1987. Our Common Future. Oxford University Press. Great Britain. 400 p.        [ Links ]

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons