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Agrociencia

versión On-line ISSN 2521-9766versión impresa ISSN 1405-3195

Agrociencia vol.45 no.6 Texcoco ago./sep. 2011

 

Socioeconomía

 

Vulnerabilidad del mercado nacional de maíz (Zea mays L.) ante cambios exógenos internacionales

 

Vulnerability of the corn (Zea mays L.) domestic market facing international exogenous changes

 

Karina González–Rojas1, José A. García–Salazar1*, Jaime A. Matus–Gardea1, Tomás Martínez–Saldaña2

 

1 Economía, Campus Montecillo, Colegio de Postgraduados. 56230. Km. 36.5 Carretera México–Texcoco. Montecillo, Estado de México.

2 Desarrollo Rural, Campus Montecillo, Colegio de Postgraduados. 56230. Km. 36.5 Carretera México–Texcoco. Montecillo, Estado de México. *Autor responsable: jsalazar@colpos.mx.

 

Recibido: mayo, 2010.
Aprobado: julio, 2011.

 

Resumen

El aumento de las importaciones de maíz (Zea mays L.), la liberación comercial y la crisis energética global, ponen en situación de vulnerabilidad al mercado nacional del grano. Para medir los efectos que cambios exógenos mundiales tienen sobre el mercado de maíz en México, se formuló un modelo Armington para el período 2004/2006. El análisis de los resultados indica que una reducción en 10 % en la superficie de maíz en EE.UU. aumentaría el precio de importación en México en 8.7 %, en relación a las observadas en 2004/2006. Un aumento de 10 % en el precio del petróleo aumentaría la demanda mundial de maíz, elevando el precio en 20.4 %. Se recomienda aplicar políticas que protejan el mercado nacional; por ejemplo, políticas para elevar los rendimientos de maíz en México en 15 % permitirían reducir las importaciones en 1493 miles de t y ahorrar $2282 millones de pesos en divisas.

Palabras clave: oferta y demanda mundiales, importaciones, precios, modelo Armington.

 

Abstract

The increase in imports of corn (Zea mays L.), the trade liberalization and the global energy crisis put in a vulnerable situation the domestic market of the grain. To measure the effects that global exogenous changes have on the corn market in México, an Armington model was formulated for the period 2004/2006. Analysis of the results indicates that a 10 % reduction in the corn planted acres in the U.S. would increase the import price in México by 8.7 % compared to those observed in 2004/2006. A 10 % increase in oil prices would increase world demand for corn, raising the price by 20.4 %. Application of policies that protect the domestic market is recommended; for example, policies to increase yields of corn in México by 15 % would reduce imports in 1493 thousands t and save $2282 million pesos in foreign exchange.

Key words: global supply and demand, imports, prices, Armington model.

 

INTRODUCCIÓN

Con un consumo per cápita promedio de 349 g d–1, sólo superado por Lesotho y Malawi (FAO, 2009), el maíz (Zea mays L.) es el alimento más importante en México. En el periodo 2000–2005, la población del país gastó, en promedio, $19 142 millones de pesos anuales en la compra de cereales, de los cuales 52 % correspondió a productos derivados del maíz; dentro de estos, 43 % se destinó a la compra de tortilla (SIAP, 2007). Además, el maíz se utiliza como insumo en la producción de ganado, almidones, féculas, botanas, etc., por lo cual los aumentos en su precio impactan en la inflación de productos pecuarios e industriales.

Con una producción anual de 20.02 millones t, México fue el cuarto productor mundial en el periodo 1998–2007 (FAO, 2009); sin embargo, la producción sólo cubrió la demanda de maíz blanco, en tanto que el consumo de maíz amarillo fue abastecido con importaciones. Después del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), las importaciones de maíz aumentaron a más de siete millones t en 2007 (FAO, 2009), siendo México el tercer importador mundial. Esto propició un incremento en el índice de dependencia alimentaria, de 18 % en 1985 a 33 % en 2008 (Chauvet y González, 2009).

La dependencia por importaciones de maíz coloca a México en una posición desfavorable ante el escenario internacional actual. La producción de etanol a base de maíz en EE.UU. se ha incrementado; en 2009/2010 fue 116.0 millones t y será 140.3 millones t en 2020/2021 (USDA, 2011). Basado en la demanda industrial y producción de etanol, el USDA (2011) proyecta un descenso anual en los inventarios en 2.9 % de 2009/2010 a 2017/2018, lo que se traduce en una menor disponibilidad de maíz, situación que podría reflejarse en el aumento del precio. Un aumento en la producción de etanol en los EE.UU. y otras regiones del mundo se requeriría ante un escenario de aumentos en los precios internacionales del petróleo; así, el aumento en la producción del bio–combustible incrementaría la demanda mundial de maíz y, en consecuencia, los precios internacionales del grano.

Además de los precios internacionales del petróleo, otros factores globales que afectarán el mercado de maíz serán el cambio climático y el desarrollo demográfico y económico de los países del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). La evidencia empírica señala que los efectos de un cambio climático en los rendimientos de maíz de temporal en México serían negativos, con acortamientos en la estación de crecimiento, particularmente en la fase de llenado de grano, y que un aumento en la precipitación de 20 % implicaría una disminución en los rendimientos como consecuencia del lavado de nutrientes del suelo (Conde etal., 2000). Esta disminución en la productividad y niveles de producción tendría efectos significativos en el aumento de precios. La alta concentración demográfica y el crecimiento del ingreso per cápita de los países del grupo BRICS aumentarán la demanda mundial de maíz, ejerciendo presión sobre los precios internacionales y, en consecuencia, sobre los precios domésticos del grano.

La necesidad de EE.UU. por combustibles alternativos y la ausencia de acciones de política económica que fortalezcan la cadena productiva nacional del maíz colocan a México en una situación vulnerable. Ante la dependencia alimentaria de México se espera que cambios exógenos internacionales impacten las variables del mercado nacional. La tendencia de la producción y el consumo, y las políticas aplicadas en el comercio mundial tendrán efectos significativos en México.

Debido a la importancia del maíz para la sociedad mexicana el objetivo de este estudio fue determinar la vulnerabilidad del mercado nacional ante cambios exógenos internacionales, así como analizar la forma en que podría reducirse la dependencia alimentaria.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Para analizar los efectos que cambios exógenos externos pudieran tener en el mercado nacional de maíz se construyó una estructura Armington, la cual considera la diferenciación de mercancías como bienes (sorgo y maíz), y de productos de acuerdo con su origen (maíz mexicano vs. maíz estadounidense). Los modelos Armington se usan para el análisis del comercio internacional entre países (Xu, 2002; Gallaway et al., 2003; Saito, 2004).

La selección de un modelo Armington para determinar la vulnerabilidad del mercado nacional de maíz ante cambios exógenos internaciones se basa en que: 1) permite la desagregación de los productos de acuerdo con su origen, y analizar los impactos de políticas sobre las corrientes comerciales internacionales (importaciones y exportaciones); 2) permite considerar todos los países productores y consumidores del mercado mundial, y regionalizar el mundo de acuerdo con los objetivos que se pretenden alcanzar con el modelo, en este caso se consideró a México y los EE.UU. separadamente por la relevancia de estos países en los objetivos de la investigación; 3) la información requerida por el modelo, como elasticidades, cantidades, etc., se pueden obtener de fuentes secundarias; 4) la información necesaria para obtener la solución del modelo es sensiblemente menor que en otros modelos, por ejemplo, los modelos de equilibrio espacial necesitan una gran cantidad de información mundial lo cual complica obtener un modelo base.

Las características de los modelos Armington se pueden resumir así: 1) calculan los efectos de cambios en variables económicas y de política después de un ajuste completo pero no dan la ruta de ajuste en el tiempo, esto significa que son estáticos y no dinámicos; 2) consideran la dimensión espacial y proporcionan información sobre los flujos de mercancías entre países, es decir, los importadores distinguen las mercancías por su origen; 3) son multi–producto y multi–región, o sea, se pueden considerar todos los productos y regiones que el análisis requiera; 4) examinan las relaciones dentro de un sector (la agricultura, por ejemplo) y no examinan las relaciones entre sectores (agricultura vs. industria), lo cual significa que son modelos de equilibrio parcial ya que el precio de los factores y otras condiciones de equilibrio general se asumen fijas en el modelo; 5) los parámetros de un modelo Armington (elasticidades y coeficientes técnicos) no son estimados con la estructura Armington, sino que se obtienen de la literatura o son estimados econométricamente; 6) están orientados hacia políticas pues permiten analizar las implicaciones económicas de cambios de política sobre las principales variables de un mercado; 7) pueden ser manejados en hojas de cálculo (Excel).

El marco teórico que sustenta a los modelos Armington se puede explicar de la siguiente manera. La decisión de importar de varios orígenes se puede tratar en dos etapas (Haniotis, 1990). En la primera, la distribución del ingreso en n bienes importados se determina por la maximización de utilidad de los importadores, sujeta a una restricción de ingreso. La demanda de importaciones es de la forma Xh = Xh (P1, P2,..., Pn,Y), donde Xh y Ph son la cantidad y el índice de precios para el bien h, y Fes el ingreso. En la segunda, el gasto en cada bien (Yh) se distribuye entre las m regiones productoras. Esta distribución es la solución al problema de minimización de costos al comprar el bien h, con la función de demanda de importaciones de la forma Xhi = Xhi (Ph1, Ph2,..., Phm,Yh) Minimizando el costo para obtener el índice de cantidad Xhk sujeto a Xh, y considerando las condiciones de primer orden, se obtiene la función de demanda de importación, expresada en forma parcial para el producto importado (X¡k,) de la región i a la región k (Sarris, 1980; Haniotis,1990).

donde, α¡k es la participación del k–ésimo exportador en el i–ési–mo mercado; σk es el valor absoluto de la elasticidad de sustitución entre las importaciones de varios orígenes en la región k; P¡k es el precio de Xik; Pk es el índice de precios para los i productos de Xk en la región k.

Con base en Sarris (1983) y Haniotis (1990), y suponiendo i regiones productoras, k regiones consumidoras y m productos, el cambio porcentual en la demanda D¡k se expresa así:

donde, las tildes (~) denotan cambios porcentuales; ¡k es la demanda del maíz del país k proveniente del país i; ε¡¡k es la elasticidad de demanda en k, que mide el cambio en la cantidad demandada por maíz proveniente de i ante un cambio en el precio en el país i; ik es el precio al consumidor en k del maíz proveniente de i; εj¡k es la elasticidad de demanda en k que mide el cambio en la cantidad demandada por maíz proveniente de i respecto al cambio en el precio en el país j; jk es el precio al consumidor en k, del maíz proveniente de j; θk es la elasticidad ingreso de la demanda del maíz en k; k es el ingreso en k; δk es la elasticidad precio del petróleo con respecto a la demanda de maíz para producir etanol; k es el precio del petróleo en k.

Con base en Alston y Scobbie (1987) y Haniotis (1990), las elasticidades ε¡¡k y ese calculan así:

donde, S¡k es la participación del valor del consumo proveniente de i en el valor del consumo total de k; σk es el valor absoluto de la elasticidad de sustitución entre las importaciones de maíz de diferentes orígenes en k; εk es la elasticidad precio de la demanda del producto en k.

La ecuación (2) representa la demanda e indica que el consumo de k está en función del ingreso de k, del precio al consumidor del maíz en i, del precio al consumidor del maíz importado del país j(i ≠ j), y del precio del petróleo de k.

De acuerdo con Sarris (1983), la ecuación (4) representa la oferta y establece que la producción está en función del precio que reciben los productores en el país i:

donde, ¡ es la cantidad ofrecida de maíz; β¡ es la elasticidad precio de la oferta en i; ¡ es el precio al productor del maíz en i; Øi es una tendencia constante; Δt es un cambio externo en la oferta.

Los precios al consumidor son encadenados a los precios al productor mediante la ecuación (5), en la que se introducen los cambios externos mediante la variable ik.

donde, E¡k, es la elasticidad de transmisión de precios que mide el cambio en el precio en k respecto a cambios en el precio en i; r¡k es la tasa de cambio entre los países i y k; ik es el cambio exógeno establecido por k a importaciones provenientes de i.

La elasticidad de transmisión de precios es igual a uno bajo el modelo clásico de libre comercio con cero costos de transporte, y donde los precios internos y externos son iguales. Con costos de transporte diferentes de cero se tendrá una elasticidad de transmisión de precios menor a uno (Bredahl et al., 1979).

El modelo se cierra a través de la ecuación (6) que indica que la oferta del país i es igual a las exportaciones realizadas por i a los destinos k, esto es:

donde, Hij es la participación de las exportaciones enviadas al país k en la oferta total del país i.

Si todas las regiones exportaran e importaran el bien, las ecuaciones constituirán un sistema de 2m2 + 2m ecuaciones simultaneas, donde ¡k , i, ik y i, son las variables endógenas y k, ik, Ø¡ y k las variables exógenas. El sistema permite determinar cambios en porciento en las variables endógenas ante cambios en porciento en las variables exógenas.

El modelo se expresa en forma matricial así:

donde, Y representa el vector solución para las variables endógenas; A y B son las matrices de parámetros asociados a las variables endógenas y exógenas; X es el vector de variables exógenas. La solución del vector Y se obtiene así:

Para definir regiones productoras y consumidoras se consideró lo siguiente: 1) países excedentarios con exportaciones de maíz y producción de biocombustibles; 2) países deficitarios que realizan importaciones; 3) países que abastecen su demanda con producción interna sin excedentes de exportación. El mundo fue dividido en ocho regiones: 1) EE.UU.; 2) México; 3) Argentina y Brasil; 4) China; 5) el sudeste asiático (Japón, Corea y Taiwán); 6) Unión Europea (UE); 7) resto de Asia, Oceanía y África; 8) resto de América.

Los escenarios fueron los siguientes: 1) reducción de la superficie cosechada de maíz en los EE.UU. en 10 y 20 %; 2) aumento en los precios del petróleo en 10 y 20 %; 3) aplicación de un arancel ad valorem de 25 y 50 %, impuesto por México a las importaciones provenientes de EE.UU.; 4) aumento de los rendimientos de maíz en México en 15 y 30 %. Los dos primeros escenarios tratan de medir la vulnerabilidad del mercado doméstico ante cambios exógenos internacionales que aumenten el precio internacional; dicho incremento puede venir de una contracción en la oferta o por un aumento en la demanda. El primer escenario considera una contracción en la oferta por la disminución en la superficie en los EE.UU., principal productor de maíz. El segundo escenario analiza cómo aumenta el precio del maíz en el mercado doméstico debido a un aumento en la demanda mundial vía aumento en el precio del petróleo. Aumentos en el precio del petróleo inducen un mayor consumo de etanol (producto sustituto) y, en consecuencia, aumenta la demanda de maíz para producir etanol. Los escenarios tres y cuatro analizan algunos mecanismos que se podrían implementar para reducir la soberanía alimentaria y, en consecuencia, la vulnerabilidad del mercado doméstico ante cambios exógenos internacionales.

Para mayor representatividad la información usada se refiere al promedio del 2004, 2005 y 2006 (año promedio 20042006). Los datos por país provinieron de las siguientes fuentes: la producción de maíz se obtuvo de FAO (2009); y las exportaciones e importaciones, por país de origen y destino, de ITC (2008). Sumando la producción, más las importaciones, menos las exportaciones se obtuvo el consumo aparente.

Para México, las elasticidades precio de la oferta y demanda se obtuvieron en su mayoría del FAPRI (2009). Para EE.UU. y resto de América se obtuvieron de Sullivan et al. (1989). Con base en Haniotis (1990) y usando datos de 1990 a 2005, la elasticidad de sustitución constante para México se estimó aplicando un modelo igual al expresado en (1). La información provino del SNIIM (2003), Tlapa–Rangel (2005)[3], y de USDA (2008). Se consideró una variable dummy para captar el TLCAN. Con un R2 de 0.81, la estimación indica una elasticidad de sustitución de 1.96.

Las elasticidades de sustitución de la UE, resto de América y resto de Asia, África y Oceanía se obtuvieron de Haniotis (1990); las elasticidades de EE.UU., China, Argentina y Brasil, y Sudeste Asiático fueron tomadas de Liapis et al. (1992). Con datos de 1990 a 2005 se realizó una regresión del precio al mayoreo del maíz mexicano en función del precio internacional, resultando una elasticidad de transición de precios de 0.7. Para las otras regiones se supuso una elasticidad de 1. Las participaciones S¡k y Hík se calcularon con datos del ITC (2008) y FAO (2009).

Para medir el efecto de cambios en el precio del petróleo en los mercados mundial y nacional de maíz, se estimó un modelo donde la demanda de maíz para producir etanol fue la variable dependiente, y los precios del petróleo y etanol las variables independientes. El consumo de maíz para producir etanol provino del USDA (2006) y de FAPRI (2009), los precios del petróleo se obtuvieron del USDE (2009), y el precio de etanol de la Oficina de Energía de Nebraska (NEO, 2009). Con una R2 de 0.89, el coeficiente estimado indica una elasticidad precio del petróleo de la demanda de maíz de 2.77.

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

De acuerdo con datos de la FAO (2009) y del ITC (2008), en 2004–2006 la producción mundial de maíz, igual al consumo, fue 677 millones t; EE.UU. aportó 41 %, China 21 %, resto de Asia y África 13 %, Argentina y Brasil 9 %, UE 9 %, México 3 %, y resto de América 3 %. EE.UU. fue el principal consumidor mundial (35 %), seguido de China (20 %), resto de Asia y África (15.5 %), UE (9.4 %), Argentina y Brasil (7 %), sudeste asiático (4 %), resto de América (4.2 %) y México (4 %).

En el mismo periodo la cantidad comercializada mundial de maíz fue 65 millones t; EE.UU. concentró 68 % de las exportaciones mundiales, seguido de Argentina y Brasil con 28 %. El principal importador fue el sudeste asiático con 43 % de las importaciones totales. Durante 2004/2006 las importaciones promedio de México provenientes de EE.UU. fueron 6.4 millones t, lo que indica que el mercado nacional es vulnerable al comportamiento del mercado internacional. Cambios en la oferta y la demanda mundiales del maíz tienen efecto en todo el mundo, y particularmente en México. Aunque el modelo determina los efectos en todas las regiones, en el Cuadro 1 sólo se presentan los efectos sobre el mercado nacional.

Una disminución en la oferta mundial de maíz derivada de una reducción de 10 % en la superficie cosechada en EE.UU. tiene efectos negativos para México. La contracción de la oferta aumentaría los precios en EE.UU. y en el resto del mundo. En México, la contracción de la oferta de EE.UU. elevaría el precio del maíz importado de EE.UU. en 8.7 %, en relación al observado en 2004/2006; por el aumento en el precio, las importaciones disminuirían en 7.5 %, equivalente a 486 mil t. Efectos similares de mayor magnitud se observarían ante una disminución de 20 % en la superficie (Cuadro 1).

Los cambios en el precio internacional y cantidad importada afectarían las divisas gastadas por México para comprar maíz importado. Antes del cambio en la superficie en EE.UU. el valor de las importaciones ascendía a $9683 millones de pesos y después del cambio sería $9734 millones de pesos, lo que indica un aumento de $51 millones de pesos.

Efectos similares se observarían ante cambios en la demanda de maíz en EE.UU. Un aumento de 10 % en el precio del petróleo incrementaría la demanda de maíz para producir etanol incrementando los precios del grano en EE.UU. y el resto del mundo. El aumento de la demanda estadounidense elevaría el precio del maíz importado por México en 20.4 %, en relación al nivel de 2004/2006, bajando las importaciones en 17.6 % (1134 mil t).

El monto de divisas gastadas para comprar las importaciones por el incremento del precio sería $9606 millones de pesos, y el volumen importado sería menor en 17.6 %. Efectos similares de mayor magnitud se presentarían por un incremento de 20 % en los precios del petróleo (Cuadro 1).

Los escenarios anteriores indican que el mercado nacional de maíz es vulnerable a los cambios exógenos internacionales y una medida que México podría adoptar para evitar los efectos negativos sería implementar un arancel ad valorem. Es importante mencionar que el escenario actual caracterizado por el libre comercio y el retiro gradual del Gobierno de los mercados agropecuarios impiden recomendar el establecimiento del arancel como medida para lograr la autosuficiencia alimentaria. Sin embargo, el escenario actual podría cambiar en un futuro, de ahí la importancia de cuantificar cómo reaccionaría el mercado doméstico de maíz ante diferentes tasas arancelarias establecidas.

La aplicación de un arancel de 25 % por México a las importaciones provenientes de EE.UU. elevaría el precio de importación en la misma proporción, en relación al observado en 2004/2006, provocando una reducción de las importaciones en 21.5 %, equivalente a 1386 miles de t. Considerando sólo la reducción de las compras externas, el nuevo valor de las importaciones se reduciría a $7602 millones de pesos. Las divisas gastadas por importaciones se reducirían en $2082 millones de pesos. La aplicación del arancel incrementaría la producción y el consumo de maíz nacional en 3.7 y 3.8 % (Cuadro 2).

Efectos similares pero mucho más significativos se observarían ante un incremento del arancel de 50 % a las importaciones provenientes de EE.UU.

El aumento de la productividad sería otro factor que podría mejorar la producción doméstica del maíz, y así disminuir el monto de importaciones provenientes de los EE.UU. Con la finalidad de lograr la autosuficiencia alimentaria, y enfrentar los riesgos de probables aumentos en el precio internacional de maíz, recientemente el Gobierno Federal anunció la implementación del Programa de Modernización Sustentable de Agricultura Tradicional (MASAGRO). El Programa, dirigido por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y la SAGARPA está destinado a pequeños agricultores y se concentra en prácticas agronómicas mejoradas y el uso de semilla mejorada de alto rendimiento. Entre los objetivos de MASAGRO se encuentra aumentar la producción de maíz en 13.7 millones t en las áreas de temporal, usando semillas mejoradas.

El aumento en los rendimientos de maíz en México en 15 % elevaría la producción en 2053 miles t, provocando una reducción de las importaciones en 23.2 %, equivalente a 1493 miles t. El valor de las importaciones, por cambio en los precios e importaciones, se reduciría a $7401 millones de pesos. El monto de las divisas gastadas por concepto de importaciones se reduciría en $2282 millones de pesos. Aunado a lo anterior, el aumento de los rendimientos incrementaría el consumo de maíz nacional en 9.4 % (Cuadro 2).

Efectos similares más significativos se observarían ante el incremento en los rendimientos en 30 % y en este caso las importaciones provenientes de los EE.UU. disminuirían en 2987 miles de t (Cuadro 2).

 

CONCLUSIONES


La aplicación de un modelo Armington permite concluir que el mercado nacional de maíz es vulnerable al mercado internacional, pues cambios en la oferta y la demanda mundiales aumentan el precio y el valor de las importaciones.

Políticas encaminadas a mejorar el nivel de rendimiento de maíz en México serían benéficas para el mercado nacional pues permitirían disminuir el valor de las importaciones. La aplicación de políticas nacionales encaminadas a lograr la competitividad de la producción de maíz en el escenario económico actual, caracterizado por el libre comercio, es indispensable para contrarrestar los efectos negativos que cambios exógenos internacionales pudieran tener en el futuro sobre los precios del grano.

 

LITERATURA CITADA

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NOTA

1 Tlapa–Rangel, C. C. 2005. El mercado de sorgo en México, 1977–2003. Tesis de Maestría. Colegio de Postgraduados. Montecillo, México, 101 p.         [ Links ]

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