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Agrociencia
versión On-line ISSN 2521-9766versión impresa ISSN 1405-3195
Agrociencia vol.47 no.6 Texcoco ago./sep. 2013
Ciencia animal
Caracterización fenotípica del guajolote autóctono (Meleagris gallopavo) y sistema de producción en la región centro norte de Chiapas, México
Phenotypic characterization of the indigenous turkey (Meleagris gallopavo) and production system in the north-central region of Chiapas, México
Francisco Cigarroa-Vázquez1, José G. Herrera-Haro1*, Benigno Ruiz-Sesma2, Juan M. Cuca-García1, Reyna I. Rojas-Martínez1, Clemente Lemus-Flores3
1 Programa en Ganadería, Colegio de Postgraduados, Montecillo, Estado de México. (haro@colpos.mx). *Autor responsable.
2 Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, UNACH, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
3 Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, UAN, Tepic, Nayarit.
Recibido: septiembre, 2012.
Aprobado: julio, 2013.
Resumen
El guajolote (Meleagris gallopavo) es una especie avícola que forma parte del patrimonio ancestral de México, con genotipos adaptados a diversos climas y sistemas de producción en pequeña escala y con gran aceptación de la población rural. Debido a la escasa información sobre esta especie, se realizó un estudio en la región centro norte del estado de Chiapas para caracterizar el sistema de producción mediante una encuesta en 52 unidades de producción rural (UP) y evaluación morfológica en 212 guajolotes autóctonos (GA). La información incluyó aspectos socioeconómicos de los productores, manejo general del GA, costos y destino de la producción. Las variables para GA fueron peso vivo, color del plumaje y medidas de cuello, cabeza, cuerpo y piernas. El análisis estadístico de los datos incluyó la estimación de estadísticos descriptivos y parámetros multivariados de componentes principales (CP). La edad, experiencia y escolaridad del productor, edad del animal al inicio de postura y producción de huevo permitieron agrupar los sistemas de producción en cuatro CP que explicaron 74.5 % de la variabilidad total, y 74.4 % de la varianza total de las características morfológicas del GA fue explicado por cuatro CP. Las variables para agrupar los tipos de GA fueron altura y peso, largo del dorso y perímetro pectoral, predominando el color negro del plumaje, tanto puro como combinado con blanco y café.
Palabras clave: Meleagris gallopavo, sistema producción y morfometría.
Abstract
The turkey (Meleagris gallopavo) is a poultry species which is part of ancestral heritage of Mexico, with genotypes adapted to different climates and small-scale production systems and wide rural acceptance. Due to the limited information about this species, a study was conducted in the north-central region of the state of Chiapas to characterize the production system through a survey in 52 rural production units (PU) and a morphological evaluation in 212 indigenous turkeys (IT). The information included socio-economic aspects of the producers, IT general management, costs and production destination. The variables for IT were live weight, plumage color and measurements of neck, head, body and legs. Statistical analysis of the data included descriptive statistics estimate and multivariate parameters of principal components (PC). Age, experience and producer education, animal age at onset of lay and egg production allow clustering the production systems in four PC which accounted for 74.5 % of total variability, and 74.4 % of total variance of morphological characteristics of IT was explained by four PC. The variables to cluster the IT types were height and weight, dorsum length and breast perimeter, predominating black plumage color, both pure and combined with white and brown.
Key words: Meleagris gallopavo, production system, morphometrics.
INTRODUCCIÓN
La conservación del guajolote autóctono (GA) debe ser una prioridad porque es la única especie avícola domesticada en el México pre-hispánico (Medrano, 2000). Esta especie se adaptó exitosamente a sistemas de producción en pequeña escala pero sufre un proceso de erosión que reduce drásticamente sus inventarios, debido a la sustitución y el cruzamiento con genotipos de alto rendimiento, pero no apropiados para explotaciones avícolas extensivas (FAO, 1998). El GA se desarrolló en armonía con aves locales de corral, alimentándose con pequeñas cantidades de granos de maíz, desperdicios de cocina, insectos, gusanos y residuos de la alimentación de otras especies (Galván, 1975; Hernández et al., 2005; Trigueros et al., 2003). Su crianza se realiza en un sistema de bajos insumos, pero sostenibles, generando alimentos inocuos y de buena calidad (carne y huevo) para la familia campesina, en la cual la participación de la mujer es fundamental para su éxito (López-Zavala et al., 2008). Su importancia económica, cultural y social se evidencia por su amplio uso en la cocina mexicana, celebraciones religiosas y rituales ancestrales (Galván, 1975; Hernández et al., 2005; Trigueros et al., 2003). Según Canul et al. (2011), en Yucatán la crianza es para autoconsumo, está a cargo de mujeres de origen maya con más de 45 años de edad y escolaridad básica, y la realizan en el traspatio de la casa, proporcionando al GA residuos de cocina, granos de maíz y pequeñas cantidades de alimento comercial. En comunidades rurales de Michoacán, la mujer es la encargada de la cría del GA en el traspatio en parvadas de 7 a 15 hembras, alimentadas con maíz crudo o nixtamalizado, hojas tiernas, semillas, frutos o insectos (López-Zavala et al., 2008).
La carencia de inventarios y bases de datos que proporcionen información productiva del GA (SAGARPA, 2003) dificulta establecer acciones de conservación y mejorar los sistemas de crianza (Rejón et al., 1996). La FAO (2006) señaló la necesidad de documentar información fenotípica de animales domésticos que carecen de ella, como el GA. Un enfoque es usar medidas de agrupación de poblaciones, estirpes o grupos dentro de una misma raza mediante el análisis de componentes principales (ACP), simplificando y reduciendo el espacio multidimensional del conjunto de variables descriptoras correlacionadas y generando nuevas variables expresadas como combinaciones lineales de las variables originales (Johnson, 2000). Esta forma de agrupación se usa en estudios socioeconómicos (Milán et al., 2003) para definir tipologías o estratos, constituidos por individuos muy parecidos. La estimación de la diversidad entre estirpes o razas de animales se usa para selección de reproductores, lo cual es la base del progreso genético de una población (Rochambeau et al., 2000).
El objetivo de esta investigación fue caracterizar el sistema de producción de guajolote autóctono (Meleagris gallopavo) en la región centro norte de Chiapas, agrupar las unidades de producción con base a su importancia socio-económica y la población de guajolotes por sus características fenotípicas, usando como criterio de agrupación el análisis multi-variado de componentes principales (ACP).
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio se realizó en nueve comunidades rurales de la región centro norte del estado de Chiapas (Figura 1), que incluye tres subregiones y nueve comunidades rurales: Frailesca: Domingo Chanona y Guadalupe Victoria; Centro: Las Maravillas, Terán y La Trinidad; Norte: La Soledad, Santa Cruz, El Recuerdo y El Carrizal. Una encuesta fue realizada en 52 unidades de producción rural (UP) en pequeña escala con GA, que representó 36 % de la población, mediante encuesta directa con el productor y medición morfológica en las parvadas de 212 GA.
La altitud en las regiones de estudio varía de 500 a 1000 m, el clima predominante es cálido subhúmedo, con precipitación pluvial anual de 1200 mm y lluvias en verano. Los cultivos de temporal, riego y ganadería, son el principal uso del suelo. El estudio consideró dos aspectos: una encuesta directa con el responsable de las UP y la medición morfométrica en las parvadas de GA en cada UP. La encuesta incluyó 42 variables sobre aspectos socioeconómicos de los productores, prácticas de manejo de las parvadas, alimentación, reproducción, sanidad, instalaciones y comercialización de GA. Las mediciones morfométricas se realizaron tomando una muestra de 212 GA, 189 adultos (9 a 13 meses de edad) y 23 jóvenes (7 a 9 meses de edad), los cuales se pesaron y se determinó el color del plumaje según la clasificación de la Sociedad Americana de Aves de corral (Christman y Hawes, 1999). Las variables medidas fueron: largo y ancho del cuello, pico, moco, muslo, pierna, tarso, ala; circunferencia de la cabeza; altura y largo dorsal; perímetro pectoral; largo de corbata o escobeta; peso vivo y color del plumaje. Para estas mediciones se usó una báscula con aproximación a gramos, regla metálica para medición vertical de altura, vernier y una cinta métrica. Las medidas fueron tomadas según diagramas del guajolote, en las cédulas de registro (Figura 2).
Para todas las variables se obtuvieron estadísticos descriptivos y la agrupación de las UP y tipos de GA se realizó mediante ACP, tomando como criterio sus valores propios y una proporción de la varianza total mayor de 70 %. Las relaciones entre variables se evaluaron con la correlación de Pearson. Estos análisis de realizaron con SAS (2003, v.9.3).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Características del sistema de producción
El sistema de producción del GA en la región centro-norte de Chiapas (Cuadro 1) se realiza en pequeña escala, bajo una organización que distribuye riesgos, oportunidades y beneficios en el núcleo familiar, propiciando su sostenibilidad. El manejo general de la parvada está a cargo principalmente de mujeres (86.4 %) y es apoyado por los demás miembros de la familia, como en otras áreas rurales del país (Lopez-Zavala et al., 2008). La edad promedio de los productores fue 41 años, 14 años de experiencia en la cría y 6 años de escolaridad, menor a la informada por Losada et al. (2006) en áreas urbanas del occidente del país, cuya escolaridad supera los 12 años (43 %). De los productos (guajolotes y huevo) 54.7 % va a mercados regionales y 45.3 % para autoconsumo. El destino de los productos varía con las condiciones socioeconómicas regionales; así, en Yucatán 63 % de GA se vende en mercados locales (Rejón et al., 1996) y en la costa de Oaxaca 68 % es para autoconsumo (Camacho et al., 2006). La cría se realiza en el traspatio de la casa, con parvadas promedio de 8.3 GA adultos, similar a Oaxaca y Quintana Roo cuyo promedio es 5 a 12 GA adultos por UP. La alimentación se basa en maíz (73 % de productores), el cual tiene un precio estatal subsidiado, complementado con alimento balanceado comercial y frutas de la región, lo cual es similar a lo informado por Jerez et al. (1994) en Valles Centrales de Oaxaca.
Los GA son sacrificados a 13 meses de edad, con un peso de 4.2 kg, y precio de venta promedio de $ 361.10 pesos (US$ 27.8). Las hembras inician la postura entre 6 y 9 meses de edad y el huevo se destina para incubación natural (64 %) y venta (36 %). Las UP (76 %) usan cobertizos rústicos con bebederos y comederos construidos con materiales diversos, como llantas o utensilios de cocina deteriorados.
La identificación de GA se realiza con marcas y cintillas de hilo o listones de color, colocadas en crestas o tarsos para evitar se confundan con parvadas ajenas, ya que los GA se crían sueltos en patios de viviendas y campos aledaños a la casa familiar. Camacho et al. (2006) mencionan que los productores aprovechan la capacidad de pastoreo del GA para reducir sus costos de alimentación y los alojan fuera de la casa familiar. El control sanitario de la parvada consiste en vacunación periódica contra viruela (70 % de UP) y desparasitación de ácaros (43 % de UP). La mortalidad en las parvadas es 25 % debido a diarreas, gripes y viruela, principalmente.
Al comparar los resultados de este estudio con los de otras regiones fisiográficas del país, se observa una mayor frecuencia de color negro del plumaje, menor tamaño de parvada y peso de los guajolotes adultos, mayor uso de granos de maíz en la alimentación, un enfoque principalmente hacia el mercado y en menor proporción hacia el autoconsumo y un mejor precio de venta del guajolote, comparado con los reportados en el D.F., Michoacán, Oaxaca y Yucatán (Aquino, et al., 2003; López-Zavala et al., 2008; Camacho et al., 2008). El tamaño promedio de las parvadas y su peso es inferior a lo informado en Michoacán, Veracruz y Yucatán.
Análisis de componentes principales (ACP)
El ACP del sistema de producción de GA permitió evaluar las relaciones entre las variables socioeconómicas y técnicas del sistema de producción, para generar subgrupos homogéneos determinados por un espacio menor de variables. El ACP generó seis componentes que explicaban 90 % de la variación total (Cuadro 2), con las variables de edad, experiencia en la cría, escolaridad, dependientes económicos, precio estimado de compra, producción de huevos y porcentaje de eclosión.
Los cuatro primeras componentes explicaron 74.5 % de la varianza total e incluyeron variables relacionadas con las características socioeconómicas de los productores: edad, experiencia del productor, escolaridad, número de dependientes económicos, y precio del animal. Esto coincide con lo reportado por Hernández et al. (2011) para unidades familiares de la Mixteca Poblana, cuyas primeras CP explicaron 90.5 % de la variabilidad, relacionándolas con bajos índices de calidad de vida.
Las UP se agruparon básicamente en tres estratos visualizados en un biplot (Figura 3), distribuido en cuatro cuadrantes. En el primer cuadrante está el estrato más importante por la cantidad de variación explicada, agrupando a UP con mayor experiencia en la cría y productores de mayor edad.
En la parte superior del primero y segundo cuadrante se agrupan productores con mayor escolaridad, con familias más numerosas y exitosas en la incubación natural de huevo. El cuarto cuadrante agrupa productores que complementan la alimentación de sus animales y obtienen una mayor cantidad de pavipollos por nidada.
Las correlaciones fueron positivas (>0.40) entre la edad del productor con su experiencia en la cría de GA y en proporcionar alimentación complementaria a su parvada. Además hubo correlaciones moderadas entre experiencia del productor en la cría con la compra de guajolotes a menor precio y menor mortalidad de la parvada. También, la correlación fue negativa entre el número de huevos por nidada y su eclosión.
Características morfométricas del guajolote autóctono
El color del plumaje presentó patrones de coloración básicos: negro, blanco, café y sus combinaciones. El negro (Figura 4) predominó (43 %) tanto puro como combinado con blanco y café. En segundo lugar se encontraron estas mismas combinaciones con blanco (22 %), café (21 %) y gris (4 %), debido a cruzas aleatorias entre GA en estas UP de la región centro norte de Chiapas, y no se define un patrón de color único (Cuadro 3).
El color negro se identifica con una tripleta de genes alélicos B, b+ y b1 autosómicos dominantes, con ligamiento desconocido, el cual actúa como diluyente en presencia de los genes r (rojo) o D (pizarra). El blanco es un gene autosómico recesivo completamente epistático a otros colores; el café tiene una herencia recesiva ligada al sexo y reduce la intensidad de la pigmentación (Somes, 1988). Estas frecuencias de color son similares a los del estudio de Aquino et al. (2003) en el estado de Veracruz, quienes reportan la prevalencia de negro, blanco y café rojizo.
La detección de individuos con combinaciones entre negro, café, gris y blanco no identificados con una variedad o estirpe específica, sugiere que resultan de combinaciones alélicas asociadas a loci responsables de la coloración de la capa del plumaje en los guajolotes (Christman y Hawes, 1999). Además, son propios de parvadas prevalecientes en la ganadería familiar, no registradas actualmente y son indicativas de variabilidad genética (Canul et al., 2011).
En un estudio realizado en Yucatán (Canul et al., 2011) se detectaron colores puros negro (12.87 %) y rojo (6.94 %); en combinación de dos colores predominó el café y blanco (7.92 %) y negro-café, blanco-negro y blanco-café (5.94 %) y predominó el negro-café-blanco (20.79 %) y el blanco-negro-café (6.93 %) en tres colores.
Estos datos son similares a los reportados en el estado de Veracruz (Aquino et al., 2003) donde predominó la combinación de dos o más colores (75.9 %), seguidos por negro, blanco y café rojizo, pero Mallia (1999) indica que hay otros colores y sus combinaciones con rojo, amarillo y gris. Según Sponenberg et al. (2005), las combinaciones raras de colores pudieran atribuirse a combinaciones de genes en poblaciones de guajolotes con diferentes grados de aislamiento genético y reproductivo.
Los estadísticos descriptivos de las características morfométricas fueron diferenciados por sexo (Cuadro 4) y el peso de machos fue 5.4 a 6.8 kg y en hembras de 3.3 a 4 kg, inferior a lo reportado para Xochimilco, Michoacán y Yucatán por López-Zavala et al. (2008), Losada et al. (2006) y Canul et al. (2011).
Esta variación en el tamaño de las aves está relacionada con el manejo de la parvada y de los efectos combinados del ambiente en el cual se desarrollan (James, 1970), y también por un cierto grado de hibridación con aves comerciales pesadas. Calderón et al. (2002) señalaron que los GA machos a los 6 y 8 meses de edad pesan 4.5 a 6 kg y el peso de mercado lo alcanzan después de los 11 meses de edad. Las medidas morfométricas de los machos en esta población fueron superiores a las de las hembras, mayor corpulencia, mayor tamaño, circunferencia de la cabeza y largo del cuello. Al respecto, López-Zavala et al. (2008) reportaron machos de 85 cm de largo y 71 cm de envergadura en contraste con los machos de este estudio con 68 cm de largo y 63 cm de envergadura.
Componentes principales (CP)
El espacio dimensional de rasgos del guajolote fue reducido a ocho variables: peso, perímetro pectoral, circunferencia de cabeza, largo y ancho de tarso, largo de muslo, largo de cuello y ancho de ala. Hubo una alta correlación (p≤0.01) entre peso vivo y perímetro pectoral (0.87), largo de muslo (0.61) y largo de tarso (0.71), variables de gran importancia económica, y el peso vivo está altamente correlacionado con la altura dorsal y perímetro pectoral.
Los cuatro primeros CP explicaron 74 % de la variación total. El primer componente está relacionado con la talla del animal (altura y peso), y el segundo y tercero con el largo del dorso y el perímetro pectoral. (Cuadro 4). Estos criterios de variación en los CP permiten una división de la población de guajolotes de la región en tres tipos o subpoblaciones, las cuales incluyen grupos de individuos muy homogéneos pero mantienen una alta heterocigosidad entre los tipos de subpoblaciones definidas.
Los genotipos de tallas superiores a menor edad son indicadores ecológicos que muestran el grado de adaptación de algunos individuos, que los hace deseables para ser incluidos en programas de selección. En esta etapa del estudio no se consideró el color del plumaje para propósitos de agrupación, debido a su importancia económica relativamente baja. Al agrupar subpoblaciones de GA se debe buscar mantener un razonable tamaño efectivo de reproductores para maximizar el progreso genético por generación porque la agrupación puede ocasionar un aumento en la tasa de consanguinidad por generación, aun tratando de evitar los apareamientos consanguíneos en cada generación. Entre más intensamente se seleccionen los reproductores, mayor será la tasa de consanguinidad, reduciendo la variación genética y limitando la oportunidad de la mejora por selección.
CONCLUSIONES
El sistema de producción de guajolote autóctono se basa en unidades de producción en pequeña escala, con parvadas pequeñas, manejadas por mujeres y enfocadas principalmente al mercado.
La técnica de componentes principales redujo el espacio multidimensional de variables y permitió agrupar unidades de producción basadas en la experiencia en la cría, eficiencia en la reproducción y escolaridad del productor, bajo un modelo de producción que distribuye riesgos, oportunidades y beneficios en la familia.
La tipología del guajolote se asoció con la talla del animal (altura y peso), largo del dorso y perímetro pectoral.
LITERATURA CITADA
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