Introducción
En Cuba los suelos pardos (Inceptisoles) y húmicos sialíticos (Molisoles) (USDA, 2014) ocupan una superficie de 2 526 000 millones de km2, son los más extensos e importantes para la economía del país y se utilizan en diferentes cultivos. Entre las limitaciones para su uso están su presencia en zonas erosionadas y profundidad efectiva. Diferentes prácticas se realizan para incrementar la producción en estos suelos, como aplicar zeolitas, que mejoran las propiedades de los suelos y contribuyen a la sostenibilidad de los sistemas agropecuarios (Jordan et al., 2013).
La aplicación de zeolitas en diferentes tipos de suelos mejora sus propiedades químicas, especialmente las relacionadas con la capacidad de intercambio catiónico (CIC) en la zona de las raíces y disminuye las aplicaciones de fertilizantes, lo que reduce las pérdidas por volatilización y lixiviación (Zahedi et al., 2012; Gholamhoseini et al., 2013). Las zeolitas son aluminosilicatos cristalinos y porosos, lo que permite el intercambio iónico sin cambiar su estructura cristalina (López et al., 2010). Según Jha et al. (2009), las zeolitas son apropiadas para retener iones como amonio (NH4 +) y retrasar el proceso de nitrificación, esto reduce la lixiviación de amonios y nitratos hacia aguas subterráneas, debido a su CIC alta de 120 a 200 cmol(+) kg-1. Zwingmann et al. (2009) señalan que las zeolitas tratadas pueden aumentar hasta 11 veces la capacidad de retención de amonio, por lo que se clasifican como fertilizantes de liberación lenta. Su aplicación también mejora la capacidad de retención de humedad de la capa arable, facilita el movimiento del agua en el perfil y reduce la densidad del suelo, lo que propicia aumento de producción en las cosechas, y reduce el impacto ambiental (Colombani et al., 2014).
La zeolita no actúa como fertilizante, pero permite recuperar la eficiencia de los fertilizantes y disponibilidad controlada de los cationes que las plantas utilizan (Costafreda, 2014). Colombani et al. (2015) reportan el potencial de uso de las zeolitas con estiércol de cerdo como abonos de liberación lenta que minimizan la lixiviación de nutrientes. Igual que otras enmiendas, como las cales agrícolas, la eficiencia de desempeño puede estar determinada por el tamaño de su partícula y por la dosis empleada.
El uso de la zeolita en Cuba se remonta a finales de la década de1980 en cultivos de caña de azúcar cuando Gil et al. (1988) y Rodríguez et al. (1988), reportan su uso potencial para mejorar la eficiencia de los fertilizantes de síntesis química. Así, el empleo de zeolitas se ha ampliado a varios cultivos. Febles et al. (2015) señalan la zeolita aumentó el rendimiento de papa en 21.2 %, tomate en 38 %, pepino en 23.0 % y otras hortalizas entre 23.0 y 35.0 %, cuando se mezcla 25.0 % con fertilizantes de fórmula completa. Soca et al. (2004) muestran que la zeolita aplicada a suelos cubanos aumenta 44 % la eficiencia de los fertilizantes y eleva la disponibilidad de nutrientes. Soca y Villareal (2015) utilizaron mezclas de zeolita y roca fosfórica en Oxisoles e Inceptisoles, y el rendimiento de papa aumentó 38 % y el de sorgo 55 %. Chaveli et al. (2012) utilizaron zeolita como complemento al abonado orgánico en hortalizas y aumentaron el rendimiento y la reserva de nutrientes y materia orgánica del suelo.
El objetivo de este estudio fue evaluar el efecto de fracciones granulométricas y dosis de zeolita en suelos, en pérdidas de N por volatilización y en sus propiedades químicas, mediante el cultivo de la planta indicadora grama Rhodes (Chlorys gallane c.v. Pioner).
Materiales y métodos
Del 2010 al 2012 se realizaron cuatro experimentos, en invernaderos de cristal, en el Instituto de Suelos de La Habana, Cuba. Diseños completamente aleatorizados se utilizaron, con cuatro repeticiones, en los que se evaluaron granulometrías y dosis de zeolita natural en suelos diferentes. Grama Rhodes en maceta con capacidad de 1.6 kg fue la unidad experimental. En las plantas se realizaron cortes cada 15 d.
La zeolita provino del yacimiento de Tasajera, en Villa Clara. La caracterización con difracción de rayos X y análisis químicos y mineralógicos se realizó en colaboración con el Centro de Investigaciones y Proyectos para la Industria Minero-Metalúrgica (CIPIMM). La composición de la zeolita fue 85 % de Clinoptilolita más Heulandita, 5 a 10 % de Modernita y 5 a 10 % de cuarzo, feldespatos y micas (Cuadro 1).
Mena | Si02 | Al2O3 | MgO | CaO | N2O | K2O | F203 | PPI | CICT | Ca+2 | Mg+2 | K+ | Na+ |
% | Cmol(+) kg-1 | ||||||||||||
Tasajera | 66.0 | 10.1 | 0.4 | 2.9 | 2.9 | .08 | 1.8 | 15.0 | 138.0 | 92.0 | 4.0 | 9.0 | 34.0 |
PPI: pérdidas por ignición de gases volátiles; CICT: capacidad de intercambio catiónico total v PPI: losses due to ignition of volatile gases; CICT: total cationic exchange capacity.
Evaluación del efecto de la granulometría de la zeolita en las propiedades del suelo y en la volatilización del nitrógeno
Seis fracciones de zeolita se evaluaron con tamaños de partícula: < 0.25 mm, 0.25 a 0.50 mm, 0.50 a 1.00 mm, 1.00 a 2.00 mm, 2.00 a 3.00 mm y 3.00 a 5.00 mm en las propiedades de un inceptisol y en la volatilización del nitrógeno amoniacal. Quince por ciento de cada fracción de tamaño se aplicó al suelo, el cual se tamizó (malla de 2 mm). La dosis de zeolita se determinó con base en evaluaciones previas de incubación sin zeolita y con dosis de 7.5, 15 y 30 %. También se usó la dosis recomendada de 120 kg hm-2 de urea con 46 % de N.
El pH se evaluó con un pH-metro Sartorius (PP20), el contenido de bases intercambiables, la capacidad de intercambio catiónico (CIC) se evaluó con un espectrofotómetro de absorción atómica (GBC 902, Australia) y la capacidad de intercambio catiónico efectiva (CICE) se determinó como la suma de bases intercambiables del suelo, medidos 45 d después de la siembra. La pérdida de N por volatilización se determinó con la metodología descrita por Lara et al. (1997); se usó un colector tipo semiabierto-estático, con dos discos de espumas de poliuretano impregnadas con solución H2SO4 0.5 N y glicerina al 3 % en su interior. La espuma inferior, ubicada a 20 cm desde la superficie, captura amoníaco de los tratamientos, y la superior, a 35 cm, adsorbe el compuesto que ingresa desde la atmósfera.
Evaluación de la dosis de zeolita en la materia seca de grama Rhodes
La zeolita (0.00, 1.88, 4.74, 6.88 y 9.38 g kg-1 de suelo) se evaluó en suelos alítico, pardo grisáceo, pardo con carbonato y húmico sialítico. Los suelos alíticos se caracterizan por su perfil tipo ABC, alteración intensa de minerales primarios y saturaciones de aluminio intercambiable superiores a 50 %. Los suelos pardos se caracterizan por la presencia de horizontes siálicos que muestran composiciones mineralógicas arcillosas de tipo caolinítico. Los suelos húmicos sialíticos presenta perfiles tipo AC, rara vez presentan horizonte B y se caracterizan por el predominio de procesos de sialitización que se refleja en la composición mineralógica arcillosa del horizonte A y límites bruscos entre horizontes. La variable de respuesta fue la masa seca por unidad experimental, determinada después de mantener los tejidos 24 h en estufa de secado (Memmert, UF 750 plus, Alemania) a 60 °C.
Evaluación de la zeolita en las propiedades del suelo y la materia seca de grama Rhodes
En suelos pardos grisáceos, pardos con carbonatos y húmico sialítico se evaluaron proporciones de zeolita de 4.73, 6.87 y 9.37 g kg-1, de acuerdo con los resultados de las evaluaciones previas. De cada tipo de suelo se incluyó un testigo, sin zeolita. A los 45 d se determinó pH, en cloruro de potasio (1:1), materia orgánica (método de Walkley - Black), contenido de bases intercambiables (cuantificación por espectrofotómetro de absorción y emisión atómica), CIC y CICE (extracción con acetato de amonio a pH 7.0 y suma de bases intercambiables respectivamente). También se determinó la materia seca.
Evaluación del efecto de zeolita en la nutrición de grama Rhodes en tres suelos
Seis dosis de zeolita (0.00, 1.88, 4.74, 6.88 y 9.38 g kg-1 de suelo) en suelos pardos (grisáceos, con carbonatos y sin carbonatos) se evaluaron para: contenido de N, determinado por la técnica de Kjeldahl y cuantificado volumétrica; P, determinado en un espectrofotómetro de llama (Jenway, PFP7, Reino Unido); K, Ca y Mg, foliar determinados mediante digestión húmeda y espectrofotometría de absorción y emisión atómica.
Los análisis químicos de suelos se realizaron según la norma NRAG 879.88 (Instituto de Suelos de Cuba, 1996) del Instituto de Suelos y los análisis foliares por la norma Ramal NRAG/ CNTN-O5 (Instituto de Suelos de Cuba, 2010).
El análisis estadístico de los datos consistió en la verificación de su distribución normal con la prueba de Shapiro Wilk y homogeneidad de varianzas con la prueba de Levene. Análisis de varianza bifactorial y prueba de Tukey (p≤0.05) se realizaron para establecer diferencias significativas entre los tratamientos. IBM SPSS Statistics 20.0 se utilizó para los análisis.
Resultados y discusión
Efecto de la granulometría de la zeolita en las propiedades del suelo y en la volatilización del nitrógeno
El pH estuvo entre 4.35 y 5.38, con diferencias significativas entre tratamientos (p≤0.05) (Cuadro 2). El pH del tratamiento con el tamaño mayor de partícula no presentó diferencias significativas respecto al testigo, pero sí fue más ácido que en los otros tratamientos. El pH fue superior a 5.30 en los tamaños diferentes de partícula, lo que disminuyó la acidez para el desarrollo de las plantas. Li et al. (2009) reportan que el pH del suelo aumentó con las dosis de zeolita. Este incremento en el pH puede deberse al aumento de CIC por la zeolita, lo que también aumenta la capacidad de retención de bases intercambiables. Además, al disminuir el tamaño de la partícula, la superficie específica del mineral aumenta, favoreciendo el intercambio iónico, los cationes naturales de la zeolita, como Ca2+ y Na+, pueden pasar a la solución del suelo (La Iglesia, 1989).
Fracciones en mm | pH KCl | Ca+2 | Mg+2 | Na+ | K+ | CICE† | CIC¶ |
cmol (+) kg-1 | |||||||
Testigo | 4.35b | 7.28c | 1.19b | 0.20d | 0.14b | 8.81b | 9.58c |
<0.25 | 5.35a | 8.75a | 1.32a | 0.32ab | 0.19a | 10.38a | 12.32a |
0.25-0.50 | 5.30a | 8.50abc | 1.23b | 0.34a | 0.21a | 10.20a | 12.72a |
0.50-1.00 | 5.30a | 8.80a | 1.27ab | 0.31b | 0.20a | 10.69a | 12.68a |
1.00-2.00 | 5.38a | 8.65ab | 1.29b | 0.28c | 0.15b | 10.29a | 12.62b |
2.00-3.00 | 5.35a | 8.45abc | 1.23b | 0.15c | 0.10c | 10.09a | 11.13c |
3.00-5.00 | 4.43b | 8.23bc | 1.20b | 0.19d | 0.11c | 10.09a | 10.55c |
Esx§ | 0.05 | 0.16 | 0.03 | 0.01 | 0.01 | 0.18 | 0.20 |
C.V % | 2.01 | 3.92 | 4.17 | 8.50 | 13.43 | 3.61 | 3.32 |
†CICE: capacidad efectiva de intercambio catiónico; ¶CIC: capacidad de intercambio catiónico. §Esx: desviación estándar. CV: coeficiente de variación. a,b,c,d: Medias con letra distinta en una columna son estadísticamente diferentes (Tukey, p≤0.05).
Los contenidos de Ca intercambiable estuvieron en niveles medios, en donde la fracción mayor proporcionó el contenido de menor Ca2+, sin diferencias significativas con el testigo. El contenido mayor se observó en las partículas con 0.5 a 1.00 mm, pero sin diferencias con los otros tamaños. Los niveles de Ca aumentaron por el aporte de zeolita y por su afinidad alta por este elemento (Machiels et al., 2006). Las concentraciones de Mg+2 fueron bajas y medias de acuerdo con Fernández et al. (2006); las concentraciones menores fueron del testigo y los tamaño de partícula mayores a 0.25 mm, excepto el tamaño entre 0.50 y 1.00 mm y <0.25 mm, con diferencias significativas respecto al testigo. Las zeolitas también son afines al Mg, aumentan su retención y disponibilidad en el suelo (Obregón et al., 2016).
Los valores menores de Na intercambiable correspondieron a los tamaños de partícula entre 1.00 y 3.00 mm y los tamaños menores a 1.00 mm tuvieron el valor mayor, lo que afecta las condiciones físicas del suelo; este elemento favorece la dispersión de arcillas. Las partículas menores a 1.00 mm retuvieron más K intercambiable, y se observó relación inversa entre tamaño de partícula y capacidad de retención de bases intercambiables. Los resultados mejores fueron para los tamaños de partícula de 0.25 a 3.00 mm con influencia marcada en las fracciones de 1.00 a 2.00 mm; los cationes monovalentes mostraron tendencia a incrementar con el tamaño menor de partículas, pero los valores del K+ fueron similares al testigo porque la zeolita aporta menos de este elemento que de Ca. Además, en la cadena de adsorción selectiva (series liotrópicas) de los minerales, la de cationes bivalentes es más favorable que la de monovalentes, cuando la concentración de estos es mayor en el medio, fundamentalmente por su radio iónico mayor, lo que causa un cambio de selectividad (Machiels et al., 2006).
La CICE fue de alrededor de 10 cmol(+) kg-1, sin diferencias significativas entre tamaños de partícula y fue superior (12 %) que el testigo. La CIC mayor se observó con los tamaños de partícula menores a 1.00 mm y en los tamaños mayores de partícula fue similar al testigo. Esta diferencia se debe a que el efecto del tamaño mayor de partículas es a largo plazo, pues el proceso de intercambio iónico transcurre lentamente.
La aplicación de zeolita con tamaños de partícula mayores a 1.00 mm, redujo significativamente las pérdidas por volatilización de N amoniacal a la atmósfera (Cuadro 3). La zeolita ejerce efecto mayor en el suelo en presencia del fertilizante nitrogenado, cuando las partículas de ambos materiales están en contacto cercano y tienen cierta similitud granulométrica (Malekian et al., 2011). El testigo presentó la pérdida mayor de NH3 y el tamaño mayor de partícula de la zeolita mostró la pérdida menor de N a la atmósfera. La aplicación de zeolita con tamaños de partícula de 3.00 a 5.00 mm redujo hasta 57 % la pérdida de N a la atmósfera, comparado con el testigo, debido probablemente a que al aumentar la superficie específica los sitios de intercambio catiónico en la estructura aumentan, pueden retener el ion NH4 +, que retrasa las transformaciones biológicas del N y favorece la asimilación por la planta (Obregón et al., 2016). Según Espécie et al. (2015), el uso de zeolita cubana (40 %) aplicada en combinación con urea, en forma de pellets, redujo 33 % la volatilización del amoniaco de soluciones acuosas. Es posible que la zeolita también haya contribuido a reducir la volatilización de otras formas químicas de N, como óxido nitroso (N2O), al retardar los procesos de nitrificación y desnitrificación en el suelo. Este efecto lo observaron Zaman y Nguyen (2010), al reducir 11 % la emisión de N2O cuando lo aplicaron con orina de vaca en campos con trébol blanco.
Efecto de la dosis de zeolita en la materia seca de grama Rhodes
Con excepción del suelo alítico, se observó que a dosis mayor de zeolita el contenido de materia seca por maceta fue mayor (Cuadro 4). Estos resultados se deben al incremento significativo de CIC por la zeolita, que permite retención mayor de nutrientes y reducción de la acidez, lo que favorece la disponibilidad y solubilidad de elementos esenciales, como P, que participa en el desarrollo radical y beneficia la absorción de agua y nutrientes (Li et al., 2009).
Dosis de zeolita (g kg-1) | |||||||
Tipo de suelo. | 0.00 | 1.88 | 4.74 | 6.88 | 9.38 | Esx | C.V (%) |
g maceta-1 de materia seca | |||||||
Alitico | 6.30 ab | 8.12a | 8.52a | 8.35a | 8.33a | 0.39 | 9.76 |
Incremento (%) | - | 22 | 26 | 25 | 24 | ||
Pardo prisáceo | 7.46c | 8.47b | 9.46ab | 9.56a | 10.17a | 0.25 | 5.41 |
Incremento (%) | - | 12 | 21 | 22 | 27 | ||
Pardo con carbonatos | 11.44c | 12.47b | 12.48b | 14.20a | 13.40ab | 0.35 | 7.00 |
Incremento (%) | - | 8 | 8 | 19 | 15 | ||
Húmico sialítico | 14.40c | 15.06c | 16.08b | 16.02b | 18.51a | 0.21 | 5.70 |
Incremento (%) | 4 | 10 | 10 | 22 |
Medias con distinta letra en una columna son estadísticamente diferentes (Tukey, p≤0.05)
La dinámica suelo-zeolita-nitrógeno es variable, depende de las características fisicoquímicas de los suelos, la dosis aplicada, el manejo del cultivo y la época del año en la que se realizan los experimentos (Kolyagin y Karasev, 1999). Esto confirma la conveniencia de evaluaciones periódicas de los suelos donde se utilice, ya que la movilidad constante del N en el suelo afecta a las plantas.
En el suelo alítico hubo diferencias significativas entre los tratamientos; una tendencia a incrementar los rendimientos entre 22 y 26 % se observó en presencia del mineral. En los suelos pardos grisáceos la dosis mayor de zeolita (9.38 g kg-1) tendió al contenido mayor de materia seca (12 y 27 % respecto al testigo), sin diferencias significativas, con 4.74 y 6.88 g kg-1 de zeolita. Las dosis mayores de zeolita en los suelos pardos con carbonatos generaron la materia seca mayor respecto a las demás dosis; en el suelo húmico sialítico la dosis mayor mostró incremento significativo de 22 % respecto al testigo. Todos los tipos de suelos incrementaron el porcentaje de materia seca por efecto de la zeolita, pero el suelo húmico sialítico mostró los resultados mejores, debido probablemente al predominio de arcillas esmectitas que retarda el drenaje interno y podría contribuir junto con la zeolita a retardar el lavado de bases (Fookes, 1997).
Efecto de la zeolita en las propiedades del suelo y la materia seca de grama Rhodes
La zeolita incrementó el pH, los contenidos de bases intercambiables y CIC en los tres suelos (Cuadro 5). Estos resultados con similares a los de Florez Macías et al.(2007) quienes reportan el aumento del pH por el intercambio entre NH4 + y cationes, como Ca2+ y Na+, con la solución del suelo, y liberación de OH-. En el suelo pardo grisáceo el incremento de Mg2+ fue el mayor (61%), y el de Ca2+ y Na+ en el suelo pardo con carbonatos (16 y 71 %). El suelo húmico sialítico presentó el aumento mayor en K+ (30 %), debido a la capacidad mayor de retención de la zeolita y las arcillas esmectitas, evitando su lixiviación. La zeolita aumenta la CIC, lo que mejora la condición de acidez del suelo y favorece la disponibilidad de nutrientes para las plantas. Las concentraciones de Na aumentaron por el mineral zeolítico empleado, por lo que evaluaciones periódicas serían necesarias cuando se usa zeolita, ya que el Na es agente dispersante y nocivo para la estructura del suelo. Con la zeolita predominante cálcica, en medio acuoso, el NH4 + reemplaza al Na+ localizado en el complejo de cambio y el contenido de Na+ disponible aumenta. Por lo anterior, sería conveniente realizar extracciones selectivas en los yacimientos localizados encima de aguas subterráneas para conocer su contenido de Na+.
Tipos de suelo | T† g kg-1 | g/maceta | pH | % M.O¶ | Ca | Mg | Na | K | CICE | CIC |
cmol (+) kg-1 | ||||||||||
Pardo Grisáceo | Testigo | 7.46 | 4.20 | 2.16 | 6.00 | 0.74 | 0.15 | 2.99 | 9.88 | 12.50 |
4.73 | 9.46 | 4.60 | 2.38 | 6.75 | 1.89 | 0.22 | 3.10 | 11.96 | 13.50 | |
Pardos con Carbonato | Testigo | 11.44 | 4.60 | 3.22 | 9.50 | 4.95 | 0.15 | 0.75 | 15.35 | 20.00 |
6.87 | 14.20 | 4.80 | 3.43 | 11.00 | 5.21 | 0.52 | 0.87 | 17.60 | 23.10 | |
Húmico Sialítico | Testigo | 14.40 | 5.43 | 3.44 | 62.00 | 4.34 | 0.70 | 0.95 | 67.90 | 67.00 |
9.37 | 18.51 | 5.90 | 3.71 | 62.50 | 4.76 | 1.00 | 1.35 | 70.10 | 70.00 |
†T: tratamiento; ¶M.O.: materia orgánica.
Efecto de la dosis de zeolita en la nutrición de Rhodes en tres suelos
La zeolita aumentó los contenidos foliares de N, P, K y Ca (Cuadro 6). A mayor dosis de zeolita en los suelos grisáceos los niveles de N, K y Ca aumentaron; en contraste, el Mg aumentó sólo con las dosis mayores; el P aumentó en todos los tratamientos, posiblemente porque la zeolita disminuye la acidez del suelo, por la adsorción equivalente de Ca2+ y Mg2+ por H+ de la solución respectiva; esto permite aumentar la disponibilidad del P en el suelo (Obregón et al., 2016). Al respecto, Rodríguez et al., (2012) señalan que las zeolitas cargadas con NH4 + aumentan la solubilización de lP. Resultados similares se observaron en suelos pardos, sin carbonatos, y húmico sialítico, con la diferencia de que en los primeros la zeolita aumementó el contenido de Mg, y en el segundo caso los niveles de Ca permanecieron similares y los de Mg disminuyeron respecto al testigo. Estos resultados son similares a los de Soca et al. (2004) y Millán et al. (2008), quienes reportan aumentos significativos en los contenidos foliares y rendimiento de las plantas al aplicar zeolita.
Tipo de Suelo | Dosis de zeolita (g kg-1) | Contenido foliar (%) | ||||
N | P | K | Ca | Mg | ||
Pardos Grisáceos | 0.00 | 1.17 | 0.16 | 1.46 | 0.40 | 0.21 |
1.88 | 1.32 | 0.20 | 1.78 | 0.54 | 0.18 | |
4.74 | 1.47 | 0.21 | 1.52 | 0.59 | 0.19 | |
6.88 | 1.68 | 0.21 | 1.51 | 0.65 | 0.18 | |
9.34 | 1.81 | 0.20 | 1.53 | 0.65 | 0.20 | |
15.99 | 2.08 | 0.22 | 1.46 | 0.76 | 0.22 | |
Pardos sin Carbonatos | 0.00 | 1.79 | 0.19 | 1.45 | 0.40 | 0.22 |
1.88 | 1.87 | 0.21 | 1.50 | 0.62 | 0.24 | |
4.74 | 2.04 | 0.23 | 1.50 | 0.69 | 0.26 | |
6.88 | 2.28 | 0.21 | 1.90 | 0.72 | 0.35 | |
9.34 | 2.43 | 0.20 | 1.76 | 0.85 | 0.33 | |
15.99 | 2.55 | 0.20 | 1.68 | 0.97 | 0.35 | |
Húmico sialítico | 0.00 | 1.71 | 0.18 | 2.12 | 0.95 | 0.20 |
1.88 | 1.90 | 0.18 | 2.68 | 1.00 | 0.20 | |
4.74 | 1.95 | 0.18 | 2.62 | 1.00 | 0.18 | |
6.88 | 2.05 | 0.17 | 2.64 | 1.02 | 0.16 | |
9.34 | 2.50 | 0.18 | 2.67 | 1.04 | 0.15 | |
15.99 | 2.62 | 0.19 | 2.70 | 1.04 | 0.14 |
La zeolita incrementó los índices foliares en comparación con el testigo, debido a su efecto en el desarrollo radicular y presencia de nutrientes, al disminuir su pérdida por fijación, volatilización y lixiviación (Obregón et al., 2016). La zeolita se utiliza para reducir la cantidad de N-NO3 y NH4 + residual en la solución del suelo, la tasa de nitrificación (FlorezMacías et al., 2007) o aumentar el contenido de N en el tejido vegetal (Millán et al., 2008).
Conclusiones
La zeolita disminuyó la acidez y los contenidos de bases intercambiables en los suelos, con tamaño de partícula entre 1.00 y 3.00 mm aumentó más el pH y los contenidos de Ca+2, Mg+2 y K+ y disminuyó la retención de Na+. Los tamaños de partículas mayores no incrementaron la CIC respecto al testigo, porque su efecto es a largo plazo, y partículas menores a 1 mm tienen efectividad mayor debido a su superficie activa, pero su pérdida en los suelos es mayor.
A mayor dosis de zeolita los rendimientos de materia seca del cultivo aumentaron significativamente en todos los suelos estudiados, con excepción del alítico.
La zeolita elevó el pH de los suelos y los niveles de bases intercambiables, favoreció su fertilidad y redujo las pérdidas por lixiviación. La aplicación periódica de zeolita que suministran Na puede alterar la estructura del suelo, por lo que zeolita con contenido bajo de Na y alto de Ca se recomienda. La zeolita tuvo efectos positivos en la concentración foliar de nutrientes en las plantas de grama Rhodes.