1. Introducción
En un mundo moderno, donde los valores están devaluados, la Geoética no solo plantea su recuperación, sino que va más allá, promoviendo soluciones a los problemas del desarrollo humano y la conciencia cívica. En esto radica la importancia de esta nueva rama de las geociencias y su aplicación en el ejercicio profesional. La Asociación Internacional que Promueve la Geoética (IAPG, por sus siglas en inglés) la define como “la investigación y la reflexión sobre los valores y principios que sustentan los comportamientos adecuados donde quiera que las acciones humanas interactúen con el sistema terrestre” y se ocupa de las implicaciones éticas, sociales y culturales del conocimiento geocientífico, constituyendo un punto de encuentro entre la Geociencias, Sociología, Filosofía y Economía. De esta forma la práctica de la Geoética contribuye a promover la reflexión acerca del papel de los especialistas en geociencias, como soporte de la sociedad en la identificación de soluciones y creación de estrategias para el desarrollo sostenible.
De acuerdo a Peppoloni y Di Capua (2015), el término Geoética empezó a utilizarse en los años ‘90 para definir las implicaciones éticas y sociales de las Geociencias. Sin embargo, no es hasta el 2012 en que se publica el primer volumen totalmente dedicado a la Geoética por una revista científica internacional (Peppoloni y Di Capua, 2012). Actualmente, la Geoética cuenta con bases más robustas e incluye el estudio y reflexión de los valores y principios que sustentan un comportamiento adecuado en nuestra interacción con el sistema terrestre (Peppoloni y Di Capua, 2017). Más recientemente, Peppoloni y Di Capua (2022) presentaron un manifiesto por una geoética de la responsabilidad del planeta Tierra.
Para identificar estos valores, la Geoética se ocupa de las implicaciones éticas, sociales y culturales del conocimiento geocientífico, constituyendo un punto de encuentro entre la Geociencias, Sociología, Filosofía y Economía. Por lo tanto, el enfoque de la Geoética es multidisciplinario y su perímetro de análisis y acción está definido por la “necesidad de identificar valores comunes basados en el conocimiento geocientífico como indispensable para reconocer nuestra responsabilidad en la sostenibilidad del sistema humano-Tierra” (Peppoloni y Di Capua, 2020).
Las crisis ambientales actuales resultan una gran oportunidad para un auténtico cambio cultural y desarrollo de conocimiento (Peppoloni et al., 2019) con la condición de que cada ser humano actúe en un marco ético que garantice la dignidad, la libertad y la responsabilidad. Estos son los principios fundamentales de la Geoética (Peppoloni y Di Capua, 2021).
Al preparar este artículo, las autoras realizaron una revisión de la literatura y observaron prácticas comunes en la comunidad geocientífica de Perú, Chile y Brasil. Estas prácticas fueron evaluadas sobre la base de su compatibilidad con los valores y principios geoéticos de la IAPG que incluyen diversos aspectos como los impactos sociales, ambientales y económicos de dichas prácticas, así como el contexto y los actores involucrados. Sin embargo, las conclusiones extraídas de este artículo se basan en nuestra revisión general de la literatura y no son estrictamente estudios de casos. Recomendamos un análisis más profundo al evaluar este tipo de prácticas y esperamos que nuestro artículo pueda servir como una contribución útil a la conversación en curso sobre geoética en la región que motive una revisión profunda de los casos de dilemas éticos en Latino América.
1.1. VALORES GEOÉTICOS
Los especialistas de la Asociación Internacional que Promueve la Geoética (IAPG por sus siglas en Inglés) mencionan que existen 4 dominios de interacción, el personal, el interpersonal, el social y el ambiental. Estos dominios ayudan a delinear los valores hacia el logro de acciones éticas que permitan alcanzar los principios ideales de ser más justos, más conscientes y más respetuosos con la geosfera (Peppoloni y Di Capua, 2021). Estos dominios geoéticos envuelven diferentes grados de responsabilidad y una serie de valores (Figura 1).
En el caso del dominio personal, la responsabilidad es la base para asegurar un comportamiento ético a nivel personal, que nos hará ser ejemplos para seguir por otros. En el caso del dominio interpersonal, prima la responsabilidad en nuestras relaciones profesionales, es decir, cómo nos desenvolvemos en nuestras carreras, por ejemplo, respetando a nuestros colegas, en este marco se encuentra el cumplimiento de los códigos profesionales. En ambos dominios se requiere practicar valores como los de honestidad, integridad, confianza, transparencia. En el dominio social la responsabilidad es hacia las comunidades de los lugares donde desarrollamos trabajo de campo, autoridades locales y gubernamentales, entre otros. Los valores que se manejan aquí tienen que ver con la equidad, inclusividad, cooperación, prevención, sostenibilidad, interdisciplinariedad, entre otros. Pero si lidiamos con el dominio ambiental, nuestras responsabilidades se dirigen hacia el sistema terrestre y los valores se refieren a una escala de gran impacto como la búsqueda de una buena administración, sostenibilidad, impacto, minimización, protección, conservación, entre otros.
Estos conceptos han sido planteados y promovidos desde el año 2012 por la IAPG, una plataforma científica multidisciplinaria que ha logrado dar notoriedad a la Geoética a nivel mundial. Esta organización se fundó como resultado de una sesión del Congreso Geológico Internacional desarrollando ese año en Brisbane (Australia), y ahora congrega a as de 3000 profesionales de 128 países (Di Capua, 2022) que se han unido para concientizar a la sociedad acerca de los problemas relacionados con el uso racional y el desarrollo sostenible de los geo-recursos, así como la protección y gestión de la Tierra como nuestro hogar.
1.2. LA PROMESA GEOÉTICA
La Promesa Geoética es uno de los documentos publicados por esta asociación y es un juramento tipo hipocrático que todos los profesionales de las Geociencias deben considerar en el desarrollo de sus actividades cotidianas y es particularmente importante como una filosofía de vida. El documento se publicó como parte de la Declaración en Geoética de Ciudad del Cabo, a la que se ya se habían suscrito 27 organizaciones geocientíficas a nivel mundial y ha sido traducido a 35 idiomas al año 2017 (Di Capua et al., 2017).
2. Examinando Malas Prácticas en Ingeniería Geológica y Geociencias
Los profesionales de las geociencias tienen la responsabilidad de priorizar los intereses sociales y ambientales por encima de su propio beneficio personal. Desafortunadamente, existen malas prácticas que socavan este objetivo y pueden conspirar contra un marco de desarrollo sostenible. Un ejemplo claro de ello es el fraude Bre-X, donde los geólogos falsificaron datos para convencer a los inversores de la existencia de una mina de oro en Borneo, únicamente para el enriquecimiento económico. La estafa sólo se reveló cuando una importante empresa minera estadounidense perforó el área y expuso el engaño (Danielson y Whyte, 1997). A pesar de la adopción de regulaciones en Canadá, el fraude persiste, destacando la necesidad de prácticas honestas, competentes y éticas en geociencias. Este escándalo dio a la industria minera una mala reputación, lo que llevó a varias reformas regulatorias. Sin embargo, este tipo de acciones continúa ocurriendo perpetradas por aquellos que burlan el sistema regulatorio (Abbott, 2017). Este caso fue llevado al cine en la película “Gold” del director Stephen Gaghan lanzada en 2016. Este comportamiento fraudulento infringe el valor geoético de la honestidad y la competencia en la profesión (Tabla 1).
Malas prácticas | Dominio geoético | Valores geoéticos infringidos | Propuestas |
---|---|---|---|
Falsificación de datos | Personal Interpersonal | Honestidad y transparencia | Alentar a las instituciones académicas y a las organizaciones profesionales a que den prioridad a la formación ética y al desarrollo de códigos de conducta para orientar el comportamiento profesional. Fomentar el uso de la revisión por pares y la verificación independiente para garantizar la exactitud y fiabilidad de la investigación científica. |
Informes con posiciones sesgadas, no técnicas | Personal Interpersonal Social | Responsabilidad profesional, honestidad y transparencia | Implantación de la Promesa Geoética como un código de conducta profesional. Establecer mecanismos para denunciar y abordar casos de mala práctica, como las líneas directas de denuncia de irregularidades en la investigación científica. |
Plagio | Personal Interpersonal | Honestidad y transparencia | Fomentar el uso de software de detección de plagio. |
No citar correctamente créditos bibliográficos | Personal Interpersonal | Honestidad y transparencia | Promover el uso adecuado de las referencias bibliográficas. |
Actividad irregular de pseudocientíficos | Personal Interpersonal | Responsabilidad profesional | Promover mecanismos para verificar las credenciales y calificaciones de las personas que afirman ser geocientíficos u ofrecen servicios en geociencias sin tener las competencias profesionales. |
Datos científicos y metodologías de investigación inaccesibles y no reproducibles. | Interpersonal Social | Transparencia | Fomentar la transparencia y la apertura en la investigación geocientífica. |
Círculos profesionales cerrados | Social | Interdisciplinariedad | Fomentar el desarrollo de revistas y repositorios de acceso abierto para promover el intercambio de conocimientos científicos. Fomentar la colaboración profesional y el trabajo en red para ampliar el alcance de la Investigación y promover el intercambio de ideas. |
Discriminación y grupos insuficientemente representados | Social | Inclusión y diversidad | Promover la diversidad y la inclusión en la comunidad geocientífica mediante la creación de oportunidades para los grupos insuficientemente representados y la garantía de un entorno acogedor y seguro para todas las personas. |
Desigualdad de género | Social | Inclusión e Igualdad | Promover la igualdad de género, ofreciendo a las mujeres oportunidades profesionales y eliminar las barreras que limitan su participación y progreso. |
Ignorar a los pueblos originarios cuando se desarrollan estudios de ordenamiento | Social Ambiental | Sostenibilidad, Cooperación, Conservación | Promover la integración de los pueblos originarios. comunidades nativas e incorporar su conocimiento en el desarrollo sostenible. |
Pero hay otras malas prácticas en los círculos profesionales, como la falta de inclusión de especialistas de otras disciplinas y la diversidad de género en las geociencias. Esta reducida participación multidisciplinaria dificulta la formación de grupos de trabajo multi-institucionales y el desarrollo de análisis holísticos. Respecto a la subrepresentación de mujeres en carreras de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (CTIM), particularmente en actividades asociadas a la minería, el panorama es preocupante. En Perú, los hombres representaron el 73% de la matrícula universitaria total en campos CTIM en 2021 (Silva, 2022). Del mismo modo, las mujeres en Chile están subrepresentadas en las áreas CTIM, con solo una de cada cuatro matrículas en estos campos pertenecientes a mujeres, a pesar de que las mujeres representan el 53% de la matrícula en la educación superior (Gajardo, 2018; Observatorio Social, 2020). En Brasil, las mujeres superan en número a los hombres en campos como Servicio Social, Ciencias Sociales, Salud y Educación, pero sólo representaron el 13% de los estudiantes de secundaria en CTIM y el 22% de las matrículas en ingeniería y profesiones relacionadas en 2019 (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, 2021). Además, el porcentaje de mujeres geólogas en Brasil sigue siendo bajo, con solo 357 mujeres convirtiéndose en geólogas en la UFRJ (Universidade Federal do Rio de Janeiro) en comparación con 1.081 hombres de los primeros graduados en 1961 a 2018, lo que representa el 33% del total. El porcentaje de mujeres capacitadas aumentó de 4% en 1960 al casi 40% en 2010. Sin embargo, las mujeres todavía representan solo el 12% del total de miembros de la Academia Brasileña de Ciencias desde 1950.
Las razones del bajo porcentaje de mujeres en estos campos son variadas, y se atribuyen, entre otras razones, a los estereotipos, la falta de experiencia o de modelos de conducta en la ingeniería y las geociencias desde las primeras etapas de la formación educativa, y la dificultad para equilibrar la vida familiar con las demandas de enseñanza e investigación (Avolio, 2018; Villaseñor et al., 2020). Esta falta de diversidad vulnera principios geoéticos como la justicia, la igualdad y la responsabilidad social (Figura 1 y Tabla 1). Para hacer frente a esta cuestión es necesario redoblar los esfuerzos para ofrecer a las mujeres oportunidades de participar en actividades de CTIM y eliminar las barreras que limitan su participación y progreso. Al promover la diversidad y la igualdad de oportunidades, los geocientíficos pueden cumplir mejor sus responsabilidades con sus colegas, la sociedad y el medio ambiente.
De igual forma, en América Latina no se observa la inclusión de minorías no visibles como la comunidad LGBTQ+ o las personas con discapacidad. Si bien, a nivel internacional ha habido algunos avances para promover la equidad y crear un entorno más inclusivo y acogedor para las personas LGBTQ+, como el uso de pronombres, la incorporación del tema en el currículo en ciencias, el enfrentamiento de la homofobia y la celebración de los logros de las personas LGBTQ+ (Downen y Olcott, 2022; Núñez et al., 2020; en términos de igualdad racial y de género, la no inclusividad en el ámbito de las áreas CTIM continúa siendo descuidada (Le Bras, 2021). Esto vulnera los valores geoéticos de inclusión y diversidad (Tabla 1). Para que las geociencias sean más acogedoras e inclusivas, debe haber una intención y esfuerzos explícitos para crear un verdadero cambio de mentalidad con respecto a la inclusión (Downen y Olcott, 2022; Núñez et al., 2020).
Otro conjunto de malas prácticas en el ejercicio profesional se manifiesta en la falta de créditos bibliográficos adecuados y la actividad irregular de pseudocientíficos no acreditados, que vulneran varios componentes de los valores geoéticos. El hecho de no proporcionar los créditos bibliográficos adecuados infringe el componente de los derechos de propiedad intelectual, ya que priva a los autores originales de su debido reconocimiento y puede dar lugar a problemas de infracción de derechos de autor. La actividad irregular de pseudocientíficos no acreditados vulnera el componente de responsabilidad profesional, ya que compromete la calidad del trabajo realizado e incluso puede conducir al mal uso de fondos o patrocinios (Tabla 1). Por ejemplo, el XVI Congreso Latinoamericano de Paleontología, según Chacaltana (2022) y Gutiérrez-Marco et al. (2017) fue liderado por personas sin conocimientos de paleontología, lo que provocó la no realización de las actividades programadas y exigió la devolución de las inscripciones de muchos investigadores. Tales instancias violan el componente de especialización profesional, ya que permiten que personas sin la calificación necesaria realicen tareas que requieren un cierto nivel de especialización (Tabla 1).
El plagio y la falsificación son otras malas prácticas que continúan produciéndose en la región latinoamericana (Villacorta et al., 2022a; Carnero et al., 2017) y que comprometen severamente el componente de honestidad y transparencia en las geociencias. Tal comportamiento poco ético no sólo socava la reputación de la persona involucrada, sino que también contamina la imagen de la especialidad.
Se reconoce ampliamente que ciertas prácticas profesionales en el campo de las Ciencias de la Tierra pueden comprometer la adhesión a los principios geoéticos. Tales prácticas pueden surgir de un enfoque en el éxito a corto plazo, que puede llevar a las personas a pasar por alto la importancia de la ética en su trabajo. El logro del éxito en este campo requiere trabajo diligente, persistencia y voluntad para superar los desafíos. Practicar la geoética de manera consistente puede servir como un principio rector para cumplir con las responsabilidades de los geocientíficos con sus colegas, la sociedad y el medio ambiente. Como embajadores de la comunidad geocientífica, se espera que los profesionales de las ciencias de la Tierra mantengan un alto nivel de profesionalismo al ser metódicos, responsables y comprometidos con la defensa de los valores geoéticos como una filosofía fundamental de su trabajo.
De otro lado, debemos considerar los problemas enfrentados por las especialidades en geociencias enfrentan problemas como el sesgo hacia las carreras relacionadas con las actividades extractivas, la escasa convocatoria a participar en temas de impacto (e.g., Gestión de Riesgo de Desastres, Ordenamiento Territorial), o la baja calidad de la Geoeducación (Villacorta et al., 2022c). A esto se suma la escasa preparación de las y los ingenieros y geocientíficos en cómo comunicar sus resultados a la sociedad, lo que lleva a no trabajar en coordinación con los medios de comunicación. Otro problema es la insuficiencia de modelos a seguir para las nuevas generaciones de especialistas en Ciencias de la Tierra.
En el área académica, la problemática está relacionada con el limitado apoyo para el desarrollo de la investigación geológica y el acceso limitado a fondos de investigación porque las Geociencias no se consideran una prioridad en políticas nacionales de investigación. Esto está vinculado al escaso conocimiento e interés de las autoridades que no están preparadas para entender los resultados de los estudios geológicos. Además, los continuos cambios de autoridades no permiten que se desarrollen políticas de largo plazo (Villacorta et al., 2022b).
Es por todo lo expuesto anteriormente, que las opciones de carrera para profesionales en Geociencias en América Latina son limitadas. En Perú, por ejemplo, en el año 2018 ~90% de las y los egresados de ingeniería geológica optaron por trabajar en compañías mineras o consultoras dedicadas a estudios de geología ambiental, riesgos geológicos y geotecnia mientras que el porcentaje restante (casi 10%) a la docencia y la investigación (Macharé, 2018). Aunque en la última década se han incluido las especialidades de hidrogeología, teledetección y geomática a la oferta laboral, aún no se desarrollan otros campos como geología médica, geología forense, geología social que sí se desarrollan en otros países.
3. Propuestas
El conocimiento adquirido conlleva a una gran responsabilidad para asegurar el desarrollo sostenible, en la búsqueda de soluciones y sobre la base de los compromisos que los especialistas en Geociencias deben asumir. Considerando lo expuesto se propone estimular la participación de los geocientíficos en el ámbito político. Este tipo de habilidades permitirá que las y los ingenieros y geocientíficos puedan proponer soluciones a los problemas democráticamente con argumentos racionales en los espacios creados para ello. Esto ayudará a combatir los problemas de corrupción que juega un papel negativo en la formulación de la investigación en los países en desarrollo y subdesarrollados, siendo imprescindible combatirla utilizando un enfoque geoético. Las autoridades no pueden ignorar la dinámica terrestre (Villacorta et al., 2022a; Carneiro et al., 2021); por ejemplo, aquellos que desconocen las amenazas geológicas deberían considerarse como negligentes porque la Tierra es un sistema complejo en constante cambio. Esto debe ser entendido y considerado en las políticas nacionales de ordenamiento territorial. Otro aspecto por considerar es el diálogo de saberes con los pueblos originarios y comunidades locales, garantizando su participación en la construcción del conocimiento.
Además, es necesario impulsar políticas de inclusión en la comunidad geocientífica, la equidad de género, promover la participación de las minorías no visibles como la comunidad LGBTQ+ y personas discapacitadas, del mismo modo que no debe permitirse el acoso en los ámbitos laborales (Huntoon y Lane, 2007). Las redes sociales y las organizaciones profesionales pueden transformar la cultura científica al brindar oportunidades para la tutoría y la construcción de comunidades virtuales, así como contrarrestar el aislamiento profesional que puede resultar de experimentar comportamientos hostiles (Tabla 1). Esto implica reexaminar las estructuras, procesos y prácticas institucionales actuales para transformar la perspectiva científica en una más inclusiva (Marín-Spiotta et al., 2020).
Por otro lado, considerando que la geoética promueve la geoeducación a través del desarrollo del turismo y los Geoparques Mundiales de la UNESCO con el objetivo de aumentar la conciencia, los valores y la responsabilidad hacia la valoración y conservación del geopatrimonio, especialmente entre los jóvenes (Peppoloni y Di Capua, 2015), así como una aplicación más especializada de la sostenibilidad con el objetivo final de difundir el conocimiento geocientífico hacia la sociedad (Zafeiropoulos et al., 2021; Figura 2), el papel de las y los ingenieros y geocientíficos es muy relevante en la creación de Geoparques y la promoción de geoturismo en América Latina. Su intervención puede ayudar a crear proteger e incorporar a los geoparques en las políticas nacionales de desarrollo (Brock y Semeniuk, 2011; Castro et al., 2021). En Chile y Perú, por ejemplo, en los últimos años se han realizado avances con la declaración de los geoparques UNESCO Kültracura y Colca-Volcanes de Andahua. En ellos el geoturismo es usado en la educación, la conservación del patrimonio y el bienestar de las comunidades locales (Schilling, 2021). Sin embargo, la geoconservación es aún incipiente en América Latina por la falta de políticas públicas y la escasa colaboración entre las instituciones con iniciativas en esta materia (Benado et al., 2018).
Siendo la comunicación geocientífica fundamental en la formación de ciudadanos informados y conscientes, y para preparar a las nuevas generaciones en un mundo moderno de cambios constantes, se propone el uso de medios apropiados para una buena comunicación, difusión y posicionamiento de las Geociencias en la ciudadanía. En especial, se requiere la producción de material educativo en idiomas nativos para su uso a nivel local (Villacorta et al., 2022).
Asimismo, se requiere la incorporación de la Geoética en los cursos de pregrado como herramientas para promover el aprendizaje geocientífico junto con la conciencia cívica. De esta forma se consolidará como una característica básica de la formación académica y de la actividad profesional de los especialistas en geociencias (Greco et al., 2022; Greco y Almberg, 2018; Bobrowsky et al., 2017; Di Capua et al., 2017). Para contribuir a este propósito, se puede acudir a entidades internacionales como la Organización Internacional de Educación en Geociencias, la comisión en Educación de la Unión Internacional en Ciencias de la Tierra y otras, que cuentan con material y fondos para apoyar en la educación de profesores y catedráticos a nivel mundial (Villacorta et al., 2020).
Se propone además la actualización de la currícula hacia una mejor exposición de las Geociencias desde la educación básica. Solo así se logrará que los estudiantes elijan carreras en geociencias por vocación y no por la oferta económica (King, 2019; Lacreu, 2020).
3.1. PROMOVIENDO UN ENFOQUE GEOÉTICO EN LA PRÁCTICA DE LAS GEOCIENCIAS EN AMÉRICA LATINA
Promover un enfoque geoético en la práctica de las geociencias es crucial para la prevención efectiva de la planificación territorial y la gestión del riesgo de desastres. La planificación racional y prolongada en la investigación científica puede ayudar a evitar el alarmismo entre la población, el sensacionalismo engañoso de los medios de comunicación y las decisiones imprudentes de los políticos o autoridades desinformadas (Di Capua y Peppoloni, 2014). La geoética y la sostenibilidad se pueden promover a través de evaluaciones cuantitativas, racionales, repetibles y transparentes (Oboni y Oboni, 2021).
Articulando acciones sinérgicas entre la comunidad geocientífica, la Academia y la sociedad organizada se crearán mecanismos de coordinación interinstitucional sostenibles en el tiempo (Lacreu, 2020; et al., 2021). Tales acciones sinérgicas pueden incluir acuerdos entre universidades y empresas extractivas para promover la investigación y el desarrollo de prácticas éticas y sostenibles en minería, exploración petrolera o la colaboración con comunidades locales y pueblos indígenas. Además, estas acciones sinérgicas pueden asegurar el intercambio de ideas e iniciativas coordinadas hacia prácticas correctas en la investigación geocientífica.
Para exponer adecuadamente este tipo de enfoque a la sociedad, los profesionales en Geociencias deben estar capacitados en técnicas de comunicación y didáctica de las geociencias para promover una ciudadanía informada y consciente preparada para contribuir a la resolución de problemas como la adaptación al cambio climático, la prevención de los riesgos geológicos y la transición energética. Mansur et al. (2017) propusieron un código de conducta basado en la geoética y la geoconservación para orientar las acciones de profesionales y estudiantes durante el desarrollo de investigaciones de campo, ofreciendo un ejemplo de cómo aplicar esta propuesta.
Para mejorar la calidad educativa en Geociencias se propone la creación de un grupo profesional que desarrolle y promueva la didáctica en geociencias. Esto permitiría actualizar los planes de estudio hacia una mejor exposición de las Geociencias desde la educación primaria (Lacreu, 2020). Lograr la participación de los geocientíficos en la política puede generar cambios en las políticas públicas (locales, regionales y nacionales). Ejemplos exitosos de tal participación incluyen la promulgación de la ley del patrimonio paleontológico en Perú, la Ley de Monumentos Nacionales de Chile 17.288, año 1970 (Rubilar, 2008; Vega-Jorquera et al., 2015) y las discusiones en Brasil sobre una legislación para organizar el comercio de meteoritos y proteger el patrimonio paleontológico (Sociedad Brasileña de Geología, 2022). La IAPG cuenta con 35 secciones nacionales, 9 de ellas en América Latina, que trabajan por la inclusión de los valores geoéticos entre sus asociados, en el desempeño profesional, en la formación de los futuros geólogos, en la gestión del riesgo geológico, la comunicación con la sociedad y la conservación del patrimonio geológico, Geoparques y geoturismo (Mansur, 2022; Villacorta et al., 2022c; Di Capua y Peppoloni, 2021).
4. Conclusión: La importancia de la Geoética
Después de este análisis, se puede decir que la importancia de la Geoética radica en que promueve la reflexión acerca del papel crucial del conocimiento geocientífico y la conciencia ética.
Promover la Geoética en las carreras de ingeniería geológica y geociencias es particularmente importante en América Latina, donde las industrias extractivas y otras actividades geocientíficas tienen impactos sociales y ambientales significativos. Al educar a los jóvenes graduados sobre su responsabilidad social y la importancia de la difusión responsable de datos y la reducción de prácticas negativas, podemos contribuir a un enfoque más sostenible y ético de estas industrias en nuestra región.
La mejor forma de contribuir con dicho propósito es la incorporación de la Geoética en los planes de estudios educativos puede ser una estrategia clave para promover la conciencia ética y el comportamiento responsable entre los futuros geocientíficos. Al crear oportunidades para que los estudiantes se enfrenten a dilemas éticos y discutan las implicaciones sociales de su trabajo, podemos ayudar a cultivar una generación de profesionales comprometidos con la defensa de los principios de justicia, igualdad y responsabilidad social, así como la reducción de las prácticas negativas descritas en este artículo.
Si bien la importancia de la Geoética está bien establecida, los desafíos y oportunidades específicos que enfrenta la comunidad geocientífica de América Latina exigen un enfoque renovado en la promoción de la conciencia ética y el comportamiento responsable. Al tomar medidas concretas para integrar la Geoética en los currículos educativos y la formación profesional, podemos ayudar a construir un futuro más sostenible y equitativo para todos.