Introducción
La investigación y la experiencia han evidenciado que los procesos que se llevan a cabo en el interior del aula se constituyen como el elemento que más incide en el desarrollo académico de los estudiantes. De esta forma, según sean los principios y las prácticas pedagógicas implicados, los comportamientos y las actitudes del docente o el clima de aula, por citar algunos ejemplos, así serán los resultados de los estudiantes. Y, en coherencia con esa afirmación, una de las líneas de investigación más interesantes y prometedoras para mejorar la calidad de la educación es aquella que busca encontrar cuáles son los factores de aula que contribuyen más eficazmente a que los estudiantes aprendan. Internacionalmente esta línea de indagación empírica toma el nombre de investigación sobre Enseñanza eficaz (Effective Teaching), y sus resultados nos están aportando interesantes elementos para la reflexión sobre cómo tiene que desarrollarse la acción educativa en el aula para que ésta consiga sus objetivos (por ejemplo, Campbel, Kyriakides, Muijs y Robinson, 2012; Creemers, 1994; Walker, 2008).
Dicha línea se complementa con otra más ambiciosa, la investigación sobre Eficacia escolar. Ésta, entre otros objetivos, busca identificar los factores escolares que hacen que una escuela sea eficaz; y, dado que uno de esos elementos es tener aulas eficaces, ambas líneas llevan tres décadas desarrollándose de forma complementaria (Murillo, 2005). En este trabajo presentamos un estudio "ortodoxo" sobre Enseñanza eficaz utilizando modelos multinivel que buscan identificar los factores que hacen que una enseñanza sea eficaz en Iberoamérica, así como elaborar un modelo de Enseñanza eficaz de la región.
Marco teórico
Entendemos por Enseñanza eficaz la acción del docente que consigue un desarrollo integral y perdurable de todos y cada uno de sus estudiantes mayor de lo que sería esperable teniendo en cuenta su rendimiento previo y la situación social, económica y cultural de las familias. Esta definición tiene como elementos básicos:
Mejora del desarrollo integral del estudiante, destacando qué tan importante es el desarrollo socio-afectivo como el cognitivo o psicomotor.
Equidad, en la medida en que una enseñanza será eficaz si promueve el desarrollo de todos y cada uno de los estudiantes.
Perdurabilidad de los efectos, pues es una enseñanza que busca que sus efectos beneficiosos vayan más allá de ese curso o esa etapa.
Valor añadido, una enseñanza eficaz no se mide por aprendizaje, sino por la cantidad de aprendizaje aportada por el trabajo del docente en el aula.
A partir de esta definición, y desde nuestra perspectiva, la eficacia (el desarrollo de todos y cada uno de los estudiantes) es una condición necesaria pero no suficiente para que una educación sea de calidad. También debe ser una enseñanza crítica, democrática, solidaria, que considere a los docentes como intelectuales críticos y forme a los estudiantes como agentes de cambio social (Smyth, 2012).
Las primeras investigaciones sobre Enseñanza eficaz pueden datarse en torno a los años treinta del siglo pasado. Es posible organizar las miles de investigaciones desarrolladas en estos 85 años en tres grandes etapas, definidas más por su temática y metodología utilizada que por unos estrictos límites cronológicos:
Etapa 1. Profesor ideal (1930-1960)
Destacan los trabajos de Charters y Waples (1929), Cattell (1931), Witty (1949) o Highet (1950). Su objetivo fue identificar los atributos ideales del docente de tal forma que se crearan puntuaciones globales, rankings, para medir el talento de los docentes frente al ideal propuesto. Así, por ejemplo, frente a los 25 rasgos del profesor ideal planteados en 1929 por Charters y Waples (adaptabilidad, consideración, entusiasmo, buen juicio, honestidad, y magnetismo), Highet (1950:97) indica que "lo que te convierte en un buen docente es saber comunicar". El debate que define esta etapa es, ¿los buenos docentes nacen o se hacen? Ahora sabemos que no hay ninguna característica personal que defina a los buenos profesores y, desde luego, se hacen.
Etapa 2. Comportamientos del profesor (1960-1980)
Visto el fracaso para encontrar cómo son los profesores eficaces o lo que los profesores son, la investigación se centró en conocer lo que hacen; es decir, determinar los comportamientos que distinguen a un docente eficaz. Así, en los primeros momentos de la década de los sesenta, Taylor (1962) ya señalaba algunos: es firme y mantiene el orden en el aula, es justo y equitativo con los castigos, explica los trabajos y ayuda a realizarlos y es amigable. Fue la época en la que se buscaba "la mejor metodología docente", entendida como aquella que hace que los estudiantes aprendan más. Ahora sabemos que no existe tal entelequia. Interesantes aportaciones de esa atapa son los trabajos de Carroll (1963), Rosenshine (1971), Hughes (1973) o Good y Grouws (1979).
Etapa 3. Estudios sobre Eficacia educativa
A partir de los inicios de los años ochenta, la investigación de Eficacia escolar descubre que lo que ocurre dentro del aula es lo que más importancia tiene sobre el desarrollo de los estudiantes. Desde ese momento, su estudio se funde con el de Eficacia escolar, conformando la llamada investigación sobre Eficacia educativa. De entre la cantidad de trabajos desarrollados en esta etapa destacan, entre otros, los de Brophy y Good (1986), Mortimore et al. (1988), Creemers (1994), Opdenakker y Van Damme (2000), Van Petegem et al. (2008) o Muijs et al. (2014). Como apuntábamos, se trata de un nuevo planteamiento global de la investigación en eficacia, con dos características principales: a) la vinculación del aula y la escuela y b) el resultado de los aprendizajes no es solo el rendimiento académico sino también el desarrollo socio-afectivo.
En Iberoamérica son escasas las investigaciones desarrolladas que se enmarcan en esta línea, por lo que aún no tenemos una imagen de cuáles son los factores de Enseñanza eficaz en la región. Las revisiones de los trabajos de Fernández (2004), Murillo (2007b) o Schiefelbein, Vélez y Valenzuela (1997) nos ofrecen información sobre cuáles son aquellas características del aula y del docente que la investigación iberoamericana ha identificado como claves para la mejora del desarrollo de los estudiantes. El Cuadro 1 resume los hallazgos de estos trabajos e incluye, también, los aportados por Murillo y Hernández-Castilla (2011), que destaca por ser el primero que aborda el impacto en el desarrollo socio-afectivo de los estudiantes en la región.
De los trabajos desarrollados en estos 85 años en todo el mundo, especialmente en los últimos, hemos obtenido una serie de factores a modo de "lecciones aprendidas de la investigación de eficacia escolar". La interpretación de estos elementos, su relevancia frente al resto y la actividad a la que se refieren se repasa a continuación (Cuadro 2).
De todo ello, podemos organizar los factores de Enseñanza eficaz en tres grandes apartados, aquellos que hacen referencia al proceso de enseñanza, los que constituyen un marco para la enseñanza y los relativos al docente y sus condiciones (Cuadro 3).
La investigación, sin embargo, no se ha quedado en proponer listas de factores sobre Enseñanza eficaz, sino que ha elaborado modelos que recogen tanto lo que se sabe, como las hipótesis de trabajo. Entre los más destacados se encuentran el elaborado por Dunkin y Biddle (1975), que refleja la vinculación entre los resultados del aprendizaje y los comportamientos del docente y del estudiante; el de los cinco factores de Edmonds (1979); o el más que renombrado modelo de Creemers (1994), construido con base en cuatro criterios formales: coherencia, cohesión, constancia y control. En 2009, Creemers, junto con Kyriakides y Antoniou, comprobaron empíricamente el propuesto en 1994 y desarrollaron el que denominaron modelo dinámico de eficacia educativa, en donde cada factor está definido y medido a través de cinco dimensiones (frecuencia, foco, etapa, calidad y diferenciación) (Kyriakides, Creemers y Antoniou, 2009).
A partir de los hallazgos encontrados por la investigación internacional e iberoamericana elaboramos un modelo teórico para ser validado, que enfatiza sobre el desarrollo del estudiante dentro del aula, define los niveles del sistema educativo en función de su contribución o impacto sobre los procesos en el salón de clase y reconoce y sitúa las características, valores y conocimientos del propio docente, así como los del contexto escolar, político y social donde desarrolla su labor (Figura 1).
Con la presente investigación se busca, en primer lugar, identificar los factores que hacen que una enseñanza sea eficaz y determinar su impacto y, en segundo, elaborar un modelo iberoamericano de Enseñanza eficaz. Todo ello con vista a proponer modelos de intervención que contribuyan a la mejora de la educación mediante una optimización de los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Metodología
Este trabajo supone la continuación de la Investigación Iberoamericana sobre Eficacia Escolar (IIEE) (Murillo, 2007a), que es la indagación al respecto con mayor repercusión y calidad de las realizadas en dicha región: es un estudio internacional llevado a cabo por nueve equipos de otros tantos países, diseñado y desarrollado para cumplir todas las exigencias metodológicas de una investigación sobre Eficacia escolar; es decir, con un marco teórico previo que orientó el diseño del trabajo, variables de producto de desarrollo cognitivo y socio-afectivo y un enfoque de valor añadido que incluyó, entre otros aspectos: medidas del rendimiento previo recogidas al comienzo del curso escolar, una aproximación multinivel de cuatro niveles de análisis (estudiante, aula, escuela y país), una muestra amplia y adecuadamente seleccionada y una extensa variedad de instrumentos validados en cada país. La IIEE, sin embargo, ha tenido una mirada específica al aula muy superficial. Esta investigación responde a esta carencia focalizando la atención en lo que acontece en ese espacio.
De tal modo, tras un largo proceso de selección, limpieza, configuración y escalamiento, la gran cantidad de variables obtenidas en la IIEE fueron reducidas a cuatro de producto (2 de desarrollo cognitivo y 2 socio-afectivo), 11 de ajuste y 61 explicativas (Cuadro 4). El estudio que presentamos fue de tipo correlacional. La identificación de los factores de Enseñanza eficaz propuesta como uno de los objetivos de este trabajo se basó en el grado de asociación (correlación) estadística entre las variables o, más particularmente, en la capacidad predictiva de algunas respecto del rendimiento en cada una de las variables de producto estudiadas.
Notas: (e) Variable con media 250 y dt de 50; (d) variable dummy; (c) Variable centrada en la moda; (z) variable tipificada. Elaboración propia. Una descripción más detallada de las variables puede consultarse en Martínez_Garrido (2015:212-222) .
Muestra y muestreo
La muestra estudiada estuvo conformada por 5 mil 722 estudiantes de 257 aulas de tercer curso de primaria de 100 escuelas situadas en nueve países de Iberoamérica (Cuadro 5). Si bien no es posible afirmar que la muestra fuera estadísticamente representativa -tampoco se pretendía-, sí buscaba que sus resultados fueran lo más generalizables posible. El enfoque fue seleccionar determinados casos de tal forma que: a) se cumplieran los requisitos metodológicos de la investigación (por ejemplo, que los casos de cada nivel estuvieran organizados jerárquicamente); b) se trabajara con la máxima varianza experimental (en cada país la mitad de los centros son especialmente eficaces y la otra mitad especialmente poco eficaces, seleccionados a partir de las evaluaciones nacionales o la opinión de inspectores); y c) se consiguiera una cierta representatividad ecológica de la población a estudiar (centros situados en diversas regiones, así como en ciudades, grandes, medianas y pueblos). La presencia de países de América del Sur, Centroamérica, el Caribe y Europa, junto con la diversidad en la situación social, económica y educativa de los nueve países implicados, permite afirmar que se aproximan a la realidad de la comunidad iberoamericana en su conjunto.
Instrumentos
Se utilizaron nueve instrumentos de obtención de información: cuatro pruebas de rendimiento, un test y cuatro cuestionarios.
Pruebas de rendimiento, dos pruebas equivalentes en matemáticas, y dos en lengua, de manera que cada una sirviera para medir el rendimiento previo y final en cada asignatura. Fueron desarrolladas por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación, de la Unesco, para el Primer Estudio Comparativo y Explicativo. Su valor fue estimado mediante la teoría de Respuesta al ítem. Cada una de las dos pruebas de rendimiento en matemáticas estuvo compuesta por 31 ítems de respuesta múltiple con cuatro alternativas cada uno; su fiabilidad, medida a través del alfa de Cronbach, fue de 0.890 para la prueba A (rendimiento previo) y de 0.895 para la B (rendimiento final). Por su parte, las dos pruebas de lengua, incluyeron 19 preguntas cerradas, con cuatro posibles alternativas, y una final abierta; el índice de fiabilidad fue de 0.923 para la prueba A y de 0.925 para la B.
Test de autoconcepto, elaborado a partir del Self-description Questionnarie (Marsh, Craven y Debus, 1991). Esta prueba estuvo conformada por 56 cuestiones tipo Likert con cuatro alternativas para evaluar el autoconcepto académico, no académico y general. La fiabilidad estimada mediante el alfa de Cronbach para esta muestra fue de 0.938.
Cuestionarios, se elaboraron y utilizaron cuatro, dirigidos a distintos colectivos escolares: uno general del estudiante, otro para sus familias; un tercero para los docentes de las aulas seleccionadas y el último para los profesores de la escuela. La información aportada por estos cuestionarios hace referencia a las características personales del estudiante y su familia, de la escuela, y más de un centenar de preguntas en relación con el docente, sus características personales y su forma de enseñar.
Análisis de datos
Para estudiar la incidencia que los potenciales factores de Enseñanza eficaz provocan en el desarrollo de los estudiantes (cognitivo y socio-afectivo) se utilizaron análisis multinivel con cuatro niveles (país, escuela, aula y estudiante). El procedimiento para cada una de las cuatro variables producto fue:
Estimar el modelo nulo (modelo I), únicamente con la variable producto;
calcular el modelo con las 10 variables de ajuste (modelo II);
incluir individualmente en el modelo ajustado cada una de las cuatro variables del profesorado y las 57 referidas a los factores de Enseñanza eficaz de manera individual (modelos III); y
estimar el modelo final con tan solo aquellas variables explicativas que realizan una aportación significativa al modelo para cada variable de producto (modelo IV).
De esta forma se estimaron cuatro modelos multinivel (uno para cada variable de producto) análogos al siguiente:
ϒijkl=β0jkl+β1jklNSEijkl+β2jklNCultijkl+β3jklGéneroijkl+β4jklEdadijkl+β5jklLeng_maternaijkl+
+β6jklEtniaijkl+β7jklInmigranteijkl+β8jklPreescolarizaciónijkl+β9jklRepeticiónijkl+
+β10jklRto_previoijkl+β11klEdad_profjkl+β12klGénero_profjkl+β13klFormación_profjkl+
+β14klExperiencia_profjkl+β15klVar1_EnsEficazjkl...+β71klVar57_EnsEficazjkl+eijkl
β0jkl=β0+fol+νokl+u0jkl
β1jkl=β1+f1l+ν1kl+u1jkl ... β10jkl=β10+f10l+ν10kl+u10jkl
β11kl=β11+f11l+ν11kl... β71kl=β71+f71l+ν71kl
Con
[e0ijkl] ~ N(0,Ωε): Ωε = [σ2e0]
[u0ijkl] ~ N(0,Ωμ): Ωε = [σ2u0]
[ν0ijkl] ~ N(0,Ων): Ων = [σ2ν0]
[f0ijkl] ~ N(0,Ωf): Ωφ = [σ2f0]
Donde ϒijkl, son las diferentes medidas de desarrollo del estudiante: rendimiento en matemáticas, rendimiento en lengua, autoconcepto y satisfacción hacia la escuela. VarN_EnsEficazjkl se refiere a las 57 variables de eficacia escolar agrupadas en 10 factores que aparecen en el modelo teórico que se busca validar.
Resultados
En coherencia con los objetivos de esta investigación, organizamos los resultados en dos grandes apartados. En primer lugar, presentamos los factores de Enseñanza eficaz identificados; y, a partir de ellos, ofrecemos un modelo empírico de Enseñanza eficaz para Iberoamérica.
Factores de Enseñanza eficaz
Una de las aportaciones de esta investigación es identificar factores de Enseñanza eficaz para desarrollo tanto cognitivo como socio-afectivo, descontando la influencia de una serie de variables de ajuste entre las que están el rendimiento previo.
El proceso de modelización multinivel para desarrollo cognitivo (rendimiento en lengua y en matemáticas) muestra que 24 de las 57 variables analizadas hacen una aportación significativa a los modelos con las variables de ajuste (Cuadro 6). Analizando estos resultados agrupados por factores, los datos indican que:
Gestión del tiempo en el aula y oportunidades de aprendizaje. Tanto la variable tiempo de enseñanza como oportunidades de aprendizaje hacen aportaciones significativas a los modelos ajustados en ambas variables de producto cognitivo Destaca el alto valor del coeficiente de tiempo de enseñanza en los modelos finales, de hasta 151 puntos en rendimiento en matemáticas, lo que hace que sea la variable de enseñanza que más incide en el desarrollo cognitivo.
Clima del aula. Tanto el clima afectivo en el aula como el de trabajo son variables asociadas al desarrollo cognitivo de los estudiantes. Sin embargo, mientras que el afectivo genera mayor impacto en rendimiento en lengua (2.2 puntos), en matemáticas impacta más el clima de trabajo (3.2 puntos).
Metodología docente. Las variables que conforman este factor y que hacen una aportación significativa a los modelos III, tanto en rendimiento en lengua como en matemáticas, son seis: actividades variadas y participativas, evaluación de procedimientos, evaluación de actitudes, evaluación de cuadernos, retroalimentación y uso de recursos variados. Todas ellas hacen una aportación positiva y sin grandes diferencias entre el rendimiento en lengua y en matemáticas.
Deberes. El rendimiento en matemáticas mejora tres puntos por cada desviación típica que aumenta el encargo de deberes variados a los estudiantes. Por su parte, en lengua mejora 1.8 puntos por cada desviación típica que aumenta la evaluación de los deberes en el aula.
Atención a la diversidad. La atención individualizada a los estudiantes, concretamente a aquellos que más dificultades tienen, es un factor que impacta sobre el desarrollo cognitivo de los estudiantes; especialmente sobre el rendimiento en matemáticas donde esta variable hace una aportación significativa al modelo final de casi 2 puntos.
Expectativas. Las expectativas de éxito que el docente tiene hacia sus estudiantes impactan en su desarrollo cognitivo. Concretamente, el rendimiento en lengua mejora 2.3 puntos por cada desviación típica que aumentan las expectativas del docente hacia el estudiante, y casi 4 puntos en matemáticas.
Implicación familiar. La colaboración docente-familia es un factor de Enseñanza eficaz. Tanto la participación activa de las familias en el aula y su colaboración con el docente como el compromiso que tengan con respecto a la educación de sus hijos, son variables que hacen una aportación significativa a los modelos de desarrollo cognitivo (2.1 y 2.5 puntos, respectivamente).
Distribución del tiempo. Que el docente destine su tiempo no lectivo a tareas relativas con la enseñanza (preparar exámenes, las lecciones, atención a los estudiantes, a sus familias, etcétera) impacta positivamente sobre el desarrollo cognitivo de los estudiantes. Coherentemente, todo aquel tiempo que se destine de más a realizar tareas burocráticas o administrativas incide negativamente en el rendimiento de sus alumnos (3 puntos menos).
Notas: Variables que no hacen una aportación estadísticamente signifi cativa y que, por tanto, no aparecen en el cuadro: edad del docente, género del docente, formación profesional previa del docente, tiempo asignado, tiempo perdido, tiempo de descanso, puntualidad, castigos, agresión al profesor, bullying, enseñanza directa, enseñanza estrategias de aprendizaje, enseñanza interactiva, trabajo en grupos cooperativos, enseñanza al gran grupo, cuestionamiento, juegos didácticos, evaluación de conceptos, frecuencia de evaluación, trabajo por proyectos, uso de recursos materiales, uso de recursos tecnológicos, uso de recursos humanos, gestión del aula, frecuencia de deberes, deberes adaptados, atención a altas capacidades, asistencia a la escuela, ayuda al estudiante en casa, participación en el AMPA, participación en actividades extraescolares, reuniones con los docentes, colaboración con otros docentes, tiempo para evaluar, tiempo para planifi car, tiempo para atender en tutoría, salario y condiciones laborales. * p<0,05; NS: No signifi cativo a un α= 0.05.
Elaboración propia.
El estudio también encontró que el trabajo en equipo entre los docentes y las oportunidades de desarrollo profesional que la escuela les ofrezca son variables que hacen una aportación significativa en los modelos de desarrollo cognitivo. Sin embargo, mientras que el trabajo en equipo impacta más sobre el rendimiento en lengua (3.5 puntos), el efecto de la variable oportunidades de desarrollo profesional es mayor para el modelo de rendimiento en matemáticas (6.4 puntos).
Mucho menos numerosas son las variables que hacen una aportación estadísticamente significativa en los modelos III y IV para las dos medidas de producto de desarrollo socio-afectivo: concretamente 15, y muy distintas en las dos. Ello es una muestra de la menor incidencia que tiene la enseñanza que se imparte en el aula en el desarrollo tanto del autoconcepto como de la satisfacción de los estudiantes con la escuela (Cuadro 7), y que analizamos brevemente a continuación.
Gestión del tiempo en el aula y oportunidades de aprendizaje. El tiempo de enseñanza es la variable individual con un mayor coeficiente en el modelo IV para autoconcepto (8 puntos). Ello significa que es la variable que más incide en dicha variable de producto. Para la satisfacción hacia la escuela, tanto el tiempo de enseñanza como las oportunidades de aprendizaje hacen una aportación significativa en los modelos III, no así en el final.
Clima del aula. Curiosamente, ni el clima afectivo ni el de trabajo en el aula hacen aportaciones significativas en los modelos III para ninguna de las dos variables de producto socio-afectivo. En este caso, solamente la variable relacionada con el entorno y las infraestructuras escolares y de aula parecen tener relación con la satisfacción del estudiante hacia la escuela (2.4 puntos).
Metodología docente. Los resultados indican que la metodología docente no parece tener relación ni con el desarrollo del autoconcepto ni con la satisfacción hacia la escuela, con dos excepciones relacionadas con la evaluación. Por una parte, si el profesor evalúa actitudes, los niños y las niñas desarrollan un mayor autoconcepto y tienen una mayor satisfacción con el centro; y si el docente evalúa cuadernos, también desarrollan una mayor satisfacción hacia la escuela.
Deberes. La realización de tareas para casa sí parece estar asociada tanto con la satisfacción de los estudiantes, como con su autoconcepto. Efectivamente, por cada desviación típica que aumente el diseño, por parte del docente, de deberes variados, el autoconcepto de los estudiantes mejora 3.8 puntos. La variable deberes adaptados hace también una aportación significativa al modelo de autoconcepto (3 puntos) y de casi 2 para el modelo final de satisfacción hacia la escuela.
Atención a la diversidad. La variable atención a los estudiantes con más necesidades hace una aportación significativa al modelo final de la variable satisfacción hacia la escuela (2.7 puntos).
Expectativas. Que el docente tenga expectativas de éxito sobre el estudiante hace que este último esté más satisfecho hacia la escuela. Concretamente de 3.1 puntos por cada desviación típica que mejora.
Implicación familiar. Las variables participación de los padres y madres y su compromiso con la educación de sus hijos impactan de manera significativa en los modelos III del desarrollo socio-afectivo (en 3 puntos para cada variable y modelo). Este dato indica su importancia tanto para el desarrollo de un autoconcepto positivo como para la satisfacción del estudiante en el centro.
Distribución del tiempo no lectivo del docente. Si el docente dedica más tiempo a tareas relacionadas con la enseñanza, los estudiantes parecen estar más satisfechos con la escuela (esta variable hace una aportación significativa en el modelo III para satisfacción hacia la escuela de 2.6 puntos).
Variables que no hacen una aportación estadísticamente significativa y que, por tanto, no aparecen en el cuadro: edad del docente, género del docente, formación profesional previa del docente, años de experiencia como docente, tiempo asignado, tiempo perdido, tiempo de descanso, puntualidad, clima de trabajo, castigos, agresión al profesor, bullying, clima afectivo en el aula, enseñanza directa, enseñanza estrategias de aprendizaje, enseñanza interactiva, trabajo en grupos cooperativos, enseñanza al gran grupo, cuestionamiento, juegos didácticos, actividades variadas y participativas, evaluación de conceptos, evaluación de procedimientos, frecuencia de evaluación, retroalimentación, trabajo por proyectos, uso de recursos materiales, uso de recursos tecnológicos, uso de recursos humanos, uso de recursos variados, gestión del aula, tiempo dedicado a deberes, frecuencia de deberes, atención a altas capacidades, asistencia a la escuela, ayuda al estudiante en casa, participación en el AMPA, participación en actividades extraescolares, reuniones con los docentes, colaboración con otros docentes, tiempo para evaluar, tiempo para planificar, tiempo para atender en tutoría, tareas administrativas, oportunidades de desarrollo profesional, salario y condiciones laborales, satisfacción hacia los recursos e instalaciones. Notas: * p<0,05; NS: No significativo a un α = 0,05. Elaboración propia.
De igual manera, los datos indican que las variables experiencia en la profesión del docente y relación del docente con la dirección hacen una aportación significativa a los modelos III para autoconcepto (con coeficientes de 3.8 y 2.8 respectivamente). Y las variables trabajo en equipo entre los docentes y relaciones del docente con la dirección hacen aportaciones a los modelos III de satisfacción de los estudiantes hacia la escuela (y en el caso del trabajo en equipo al modelo IV).
Modelo iberoamericano de Enseñanza eficaz
El segundo de los objetivos de la investigación fue elaborar un modelo validado empíricamente de Enseñanza eficaz para Iberoamérica. Para ello, el punto de partida han sido los resultados encontrados sobre la aportación que cada variable de esta enseñanza hace sobre el desarrollo de los estudiantes.
De acuerdo con los cálculos realizados, los diez factores de Enseñanza eficaz considerados en el estudio están asociados con el desarrollo de los estudiantes, bien sea con el cognitivo (rendimiento en lengua y en matemáticas), con el socio-afectivo (autoconcepto y satisfacción hacia la escuela) o, en la mayoría de los casos, con ambos (Cuadro 8).
Notas: X aportación significativa en los modelos III; XX aportación en el modelo final. Elaboración propia.
La elaboración del modelo de Enseñanza eficaz para Iberoamérica supone la plasmación gráfica de los diez factores encontrados en esta investigación de manera que se representen las relaciones entre los diferentes factores y se construya un modelo simple, visual y global. Los hallazgos empíricos aportados en el presente trabajo nos permiten discernir el modelo propuesto de forma que los factores se organizan en tres dimensiones: las condiciones del profesorado, las acciones de enseñanza y los resultados de la misma. Las acciones que llevan a cabo los docentes se han separado en aquellas que se desarrollan dentro y fuera del aula. En la Figura 2 se presenta el modelo.
El modelo destaca por su claridad en la organización de las variables. En un primer momento encontramos las que suponen las condiciones previas a la situación de enseñanza que han demostrado hacer una aportación significativa a los modelos. Se trata de los conocimientos y las actitudes de los docentes, esto es, su experiencia en la profesión y las expectativas previas que tienen hacia los estudiantes. En un segundo bloque de variables aparecen aquellas que constituyen las acciones del docente que, a su vez, se encuentran organizadas dentro y fuera del aula. De esta forma, los factores de Enseñanza eficaz que ocurren dentro de ella son la metodología docente (entendida desde un sentido amplio que aborda también el uso de los deberes y la atención a la diversidad de los estudiantes) y el clima que se establezca en el aula. Es la interrelación de ambos factores la que incide directamente en cómo se distribuye el tiempo de enseñanza y las oportunidades de aprendizaje.
De otro lado, las acciones del docente dentro del aula se ven influidas por otras que realiza fuera. Nos referimos a la interrelación entre el uso del tiempo no lectivo en tareas relacionadas con la enseñanza y el trabajo en equipo que lleve a cabo con el resto de docentes del aula.
Por último, el modelo muestra los resultados del proceso de enseñanza. Así, se representan aquellos factores directamente relacionados con el trabajo del docente en el aula, se trata del desarrollo cognitivo y socio-afectivo de los estudiantes. El modelo recoge la implicación de las familias como un producto de las acciones del docente en la escuela y, al mismo tiempo, un proceso que influye en el desarrollo alcanzado por los estudiantes.
Conclusiones
En este trabajo se ha analizado el impacto de los factores que hacen que una enseñanza sea eficaz y se ha elaborado un modelo iberoamericano al respecto. De acuerdo con los hallazgos de esta investigación, es posible afirmar que una Enseñanza eficaz en las escuelas iberoamericanas se caracteriza por:
Tener una adecuada gestión del tiempo en el aula permite maximizar y aprovechar el tiempo efectivo destinado a la enseñanza y el aprendizaje. De acuerdo con nuestros resultados, no es solo cantidad de tiempo lo importante, sino que ese tiempo seleccionado sea un tiempo de calidad (sin interrupciones, sin pérdidas de tiempo, sin distracciones...). Y se aproveche cualquier circunstancia para ofrecer oportunidades de aprendizaje a los estudiantes.
El clima de aula es un elemento fundamental a cuidar por los docentes. La existencia de unas buenas relaciones entre profesor y los estudiantes, y entre los propios estudiantes es fundamental para permitir que éstos se desarrollen tanto en lo cognitivo como en lo socio-afectivo. Los resultados encontrados confirman la importancia de contar con un clima en el que se hace referencia a todo lo que se espera de los estudiantes reflejando explícitamente altas expectativas hacia su desarrollo. Un clima de aula ausente de conflictos, en el que prime la concentración y la escucha activa, donde los estudiantes sientan que son respetados y cuidados favorece los aprendizajes, pero también facilita el aprovechamiento del tiempo y ayuda al docente a dar su clase con éxito.
La metodología docente que fomenta el desarrollo de los estudiantes se caracteriza por cinco elementos:
Las actividades que se desarrollan son variadas, participativas y activas. Lejos de encontrar una metodología mejor que la otra, lo resultados indican que lo mejor para su desarrollo integral es que los niños y la niñas realicen actividades de todo tipo, en las que tengan que interactuar con los pares y con el docente, y que hagan cosas, que estén activos.
La utilización de recursos didácticos variados por el docente, tanto tradicionales como tecnológicos, mejora el desarrollo cognitivo de los estudiantes.
Los deberes escolares constituyen una herramienta pedagógica al alcance de todo docente. Éstos han de ajustarse a las necesidades y potencialidades de cada uno de los estudiantes del aula, deben ser variados y utilizarse dentro del aula como forma de refuerzo de los aprendizajes previos. Efectivamente, los datos indican que los deberes escolares utilizados como recurso pedagógico mejoran no únicamente el rendimiento en lengua y en matemáticas, sino también, el autoconcepto de los estudiantes y su satisfacción hacia la escuela.
Las características esenciales de la evaluación para mejorar el desarrollo de los estudiantes son: considerar las actitudes de los estudiantes hacia la asignatura y en el aula, el trabajo diario que realizan en sus cuadernos y los procedimientos a través de los cuales se adquieren dichos aprendizajes. La retroalimentación próxima en el tiempo a la circunstancia de evaluación, formulada en positivo de manera que propicie las ganas al estudiante de continuar aprendiendo es, como nuestros resultados han confirmado, un factor asociado al logro de los estudiantes.
El docente eficaz desarrolla acciones y estrategias para atender la diversidad de sus alumnos, prestando especial atención a aquellos que más lo necesitan. Según nuestros resultados, que el docente se preocupe y ocupe de sus estudiantes de forma individual, mejora el rendimiento en matemáticas, el autoconcepto y la aatisfacción hacia la escuela de todos los alumnos y alumnas.
El trabajo que el docente desarrolla fuera del aula también afecta al desarrollo de los estudiantes. En concreto, son tres las labores fundamentales a llevan a cabo fuera del aula para mejorar el desarrollo de los estudiantes: trabajar por implicar a las familias en la educación de sus hijos, trabajar en equipo con el resto de docentes y concentrarse en la enseñanza en su aula.
Los resultados señalan la importancia de la implicación de las familias en los aprendizajes de los estudiantes. Concretamente, la actitud de colaboración con el docente, la preocupación por el ritmo y los aprendizajes de sus hijos y el compromiso de las familias son elementos que mejoran no solo el rendimiento en materias como lengua o matemáticas; también se sienten más satisfechos hacia la escuela y cuentan con un mejor autoconcepto. La colaboración familia-aula es un imperativo de la Enseñanza eficaz.
En este trabajo se ha demostrado que los estudiantes que están más satisfechos con su escuela, y que obtienen mejores resultados, son quienes acuden a escuelas donde los docentes colaboran y trabajan en equipo.
Que el docente dedique una mayor cantidad de tiempo no lectivo a trabajar en equipo, planificar las clases y preparar y corregir los trabajos y pruebas de evaluación, mejora el desarrollo cognitivo así como la satisfacción de sus estudiantes hacia la escuela.
Las expectativas del docente hacia el estudiante son un elemento fundamental de una Enseñanza eficaz. De acuerdo con nuestros resultados, se verifica el efecto Pigmalión: los docentes eficaces no solo tienen altas expectativas hacia sus estudiantes, sino que las hacen explícitas en el aula. Una Enseñanza eficaz está conducida por un docente que confía en el potencial y capacidad de aprender de sus estudiantes.
Las condiciones laborales constituyen un marco para la Enseñanza eficaz. Las escuelas necesitan contar con docentes formados, preparados y actualizados para las necesidades de sus estudiantes. Nuestros resultados confirman que aquel profesor que colabore con la dirección, que sea consciente de lo que sucede en su escuela, que sienta que su opinión es valorada, en definitiva, que sienta que la escuela es también "su" escuela al igual que lo es "su aula" provocará mejoras en el desarrollo de los estudiantes. Además, en este trabajo hemos demostrado que los recursos marcan diferencias en el desarrollo tanto cognitivo como socio-afectivo de los estudiantes. Lo esencial es que los recursos e instalaciones con los que cuenta son apropiados para sus estudiantes, son los necesarios para la docencia y se ajustan al contenido de enseñanza a trabajar.
Los hallazgos encontrados en este trabajo son coherentes con los aportados por los principales estudios internacionales sobre Enseñanza eficaz (Creemers, 1994; Scheerens y Bosker, 1997) y las más recientes revisiones de investigación sobre eficacia educativa (Muijs et al., 2014; Reynolds et al., 2014). Nuestro trabajo identifica los factores de Enseñanza eficaz en Iberoamérica completando los hallazgos ofrecidos por anteriores estudios focalizando la mirada en el aula (Murillo, 2007b). Además, es coherente con el concepto de Enseñanza eficaz analizando no solamente el desarrollo cognitivo, sino también socio-afectivo.
Los resultados muestran que para que se lleve a cabo una Enseñanza eficaz no es el docente y "su" aula lo único importante, también son imprescindibles las condiciones en las que desarrolla su trabajo. Nos referimos, al necesario tiempo remunerado de preparación y trabajo en equipo, a unas infraestructuras suficientes y adecuadas, a las posibilidades de desarrollo profesional del docente, o a su salario y condiciones laborales; elementos que no siempre aparecen como determinantes en investigaciones realizadas en países desarrollados, pero que, una vez más, se presentan como imprescindibles en países en desarrollo (Murillo y Román, 2011). Sin su adecuada atención no podrá habar una educación de calidad.
La elaboración y diseño de un modelo empírico de Enseñanza eficaz para Iberoamérica supone una novedad para la investigación en la región y un aporte único y específico sobre cómo se articulan las relaciones entre los factores de proceso de la enseñanza dentro y fuera del aula.
A la luz del proceso de investigación seguido y los resultados obtenidos, las fortalezas de este trabajo aluden a la calidad de los datos recolectados, a la utilización del rendimiento previo como variable de ajuste, a la acertada utilización de modelos multinivel como método de análisis que, junto con la cuidada selección de la muestra, nos permite afirmar que los resultados obtenidos garantizan su validez interna y externa. No contar con más variables de producto que permitieran abordar el desarrollo de los estudiantes al completo es una limitación del trabajo. Las nueve unidades en el nivel país pueden ser consideradas como una limitación metodológica, sin embargo la varianza de las variables de producto a este nivel nos permite asegurar el control de las diferencias a través de los análisis multinivel con cuatro niveles de análisis.
La investigación sobre Enseñanza eficaz, y con ello este trabajo, no pretende dar recetas ni limitar el papel del profesorado en su quehacer docente. Todo lo contrario, busca aportar algunas ideas que potencien su labor, que contribuyan a una reflexión informada que desemboque en una mejora de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Si y solo si confiamos en la competencia y profesionalidad de los y las docentes iberoamericanos, solo si potenciamos su rol de intelectuales críticos y transformadores, estaremos contribuyendo a un cambio en la educación. Para hacer escuelas donde niños, niñas y adolescentes aprendan matemáticas o lengua, o donde se potencie su autoestima y su bienestar, pero también para hacer escuelas justas que contribuyan a cambiar el mundo.
No nos olvidamos que Iberoamérica es la región del mundo más ine quitativa, pero también tenemos muy presente que es rica en su cultura y ecología. Una educación de calidad y para la justicia social se esgrime como un elemento imprescindible para que la región iberoamericana se desarrolle y reduzca la brecha socioeconómica, étnica, territorial y educativa entre sus gentes, y la haga una sociedad más justa.