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Revista mexicana de investigación educativa

versión impresa ISSN 1405-6666

RMIE vol.22 no.73 Ciudad de México abr./jun. 2017

 

Editorial

Presente y futuro de la RMIE

Present and future of the RMIE

Roberto Rodríguez Gómez, Director


La Revista Mexicana de Investigación Educativa vio la luz en 1996, tres años después de la constitución formal del Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE), organización de académicos que propició su creación y que ha auspiciado su desarrollo. Su primer director, Mario Rueda Beltrán, explicaba en el editorial inicial su proceso de gestación:

[...] una comisión de académicos del COMIE se dio a la tarea de diseñar, a lo largo de varios meses, el proyecto editorial de la Revista Mexicana de Investigación Educativa. Las discusiones entre los miembros de la comisión y entre los del Consejo, ponían en evidencia la necesidad de contar con un foro que propiciara el conocimiento y discusión de los paradigmas y las preferencias de los investigadores educativos. Por supuesto, el debate no sólo reflejaba la dificultad de elegir el formato de la revista, sino la situación de la discutible crisis de paradigmas y surgimiento de nuevas opciones teórico-metodológicas en el campo de las ciencias sociales, particularmente, de las disciplinas interesadas en la educación (Rueda, 1996:9).

También hacía notar que los materiales del primer volumen (números 1 y 2) habían sido seleccionados, por el Comité Editorial, a partir de los trabajos presentados en el Tercer Congreso Nacional de Investigación Educativa, celebrado en la ciudad de México en 1993. Por último, el director Rueda perfilaba con claridad la misión permanente de la RMIE: “consolidarse como un foro académico plural del complejo espectro de trabajos de investigación educativa que se producen en nuestro país, sin descuidar el diálogo con la comunidad latinoamericana e internacional” (Rueda, 1996:9).

A más de veinte años de distancia es posible afirmar que los objetivos planteados por la RMIE en su plataforma fundacional se han alcanzado con plenitud. Hasta ahora, según recuento al cierre de 2016, han sido publicados 71 números, que contienen más de medio millar de artículos producidos por poco más de mil autores y dictaminados por un número equivalente de revisores (RMIE, 2016:1311). A lo largo de su trayectoria, la Revista ha recogido los principales debates sobre el desarrollo de la educación en México y en América Latina, ha sido un medio eficaz para la difusión de los resultados de las investigaciones del campo educativo que se realizan en nuestro país y, de manera creciente, en el plano internacional. En sus páginas se ha expresado la pluralidad de enfoques conceptuales y metodológicos que caracterizan al campo de los estudios educativos y a las disciplinas que lo cultivan. En forma gradual pero sistemática, la RMIE se ha consolidado como una publicación académica de referencia para la investigación educativa.

Diversos indicadores son elocuentes del nivel de consolidación logrado hasta ahora. La RMIE está presente en los principales índices y bases de datos de revistas académicas de alcance local, regional e internacional. En estos registros se le ubica como una de las revistas líderes de ciencias sociales en español en virtud de su visibilidad y por la cantidad de citas recibidas en medios académicos reconocidos. Por citar algunos datos relevantes, desde 2001 forma parte del entonces denominado Índice de Revistas Mexicanas de Investigación Científica y Tecnológica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), hoy Sistema de Clasificación de Revistas Mexicanas de Ciencia y Tecnología, en 2012 se incorporó a la reconocida base bibliográfica SCOPUS y, en 2014, al Scielo Citation Index.

El crecimiento cualitativo de la Revista ha hecho de ella un medio de difusión atractivo para la comunidad de referencia. En los últimos años el promedio de textos recibidos supera la cifra de doscientos al año, de los cuales son publicados, previo dictamen académico, aproximadamente una cuarta parte. Es destacable, asimismo, la creciente proporción de artículos publicados que provienen del exterior: el promedio de los últimos tres años indica que más del cuarenta por ciento de la producción de la RMIE es obra de autores que laboran en el extranjero, lo que expresa una pauta de internacionalización significativa.

A quienes han sido directores de la Revista —en orden cronológico: Mario Rueda Beltrán, Lorenza Villa Lever, Eduardo Weiss, Aurora Elizondo Huerta, Susana Quintanilla, Rocío Grediaga Kuri, Pedro Flores Crespo y Wietse de Vries— se les debe reconocer la suma de logros y reconocimientos obtenidos. Cada cual resolvió, con un trabajo de gran calidad y responsabilidad, los retos identificados en cada fase del camino recorrido, entre ellos: hacer de la RMIE un medio central para la difusión de la investigación educativa del país, asegurar su publicación oportuna e ininterrumpida, gestionar su distribución impresa y en medios electrónicos, promover la integración de los órganos editoriales (Consejo y Comité) con investigadores de alto reconocimiento nacional e internacional, favorecer la incorporación de tecnologías digitales para su edición, gestión editorial y diseminación, incorporarla a las bases bibliográficas de mayor impacto académico, así como lograr su reconocimiento y presencia internacional.

Como hizo notar Aurora Elizondo hace una década, la RMIE es esencialmente un proyecto colectivo (Elizondo, 2007). En torno al mismo converge el trabajo desinteresado de consejeros e integrantes del Comité Editorial, órganos corresponsables del diseño de las políticas y reglas editoriales, así como de la designación de árbitros para los textos sometidos a dictamen; converge también la destacada colaboración de un gran número de especialistas encargados de la revisión y valoración académica de manuscritos. La mayor parte de estas tareas, así como el trabajo de edición formal y su preparación para medios digitales ha contado, desde el arranque mismo de la Revista, con la colaboración profesional de las editoras responsables, Elsa Naccarella y Guadalupe Espinoza. En toda publicación arbitrada, desde luego es el caso de la RMIE, la calidad académica depende, antes que cualquier otro elemento, de su contenido. En este aspecto, la Revista se ha beneficiado de un creciente interés de investigadores y especialistas del campo educativo para publicar en sus páginas.

Uno de los rasgos de identidad de la RMIE, poco frecuente en el ambiente académico del país, consiste en su adscripción y dependencia de una asociación de académicos, el COMIE. Esta característica ha implicado un desafío permanente, el de la sostenibilidad material del medio. Aunque en varias ocasiones la Revista ha contado con aportaciones de instituciones académicas e instancias gubernamentales, la integración de su base financiera ha recaído en el COMIE. En este sentido, este proyecto editorial también ha dependido de la visión de los órganos directivos y consultivos de la asociación para dar prioridad a la iniciativa.

Al tomar en cuenta el camino recorrido y los resultados alcanzados, un primer reto para los próximos años consiste, justamente, en sostener el ritmo de trabajo, la seriedad académica y editorial del medio, la funcionalidad de los órganos editoriales, y la respuesta que ofrece la Revista a las comunidades de autores, árbitros editoriales, y organizaciones encargadas de la sistematización bibliográfica. Es fundamentalmente un reto de continuidad.

También asumimos el reto de concretar la transición digital de la RMIE, lo que implica desarrollar un mecanismo de gestión basado en la sistematización digital del flujo editorial en su conjunto: recepción de textos, dictaminación de los mismos, intercambio con autores, puesta en línea de artículos aceptados, envío a bases de datos. Esta transición tiene varios objetivos: agilizar la gestión editorial, promover la visibilidad de la revista, conseguir mayor impacto e incorporar el formato de la revista a los estándares de edición comunes en el medio académico internacional. Tal proceso, cuyas primeras etapas ya se ha cubierto, va a implicar adoptar fórmulas y criterios de normalización que aún no hemos experimentado, y que probablemente se reflejen en cambios en la normativa editorial de la Revista. Asimismo, nos proponemos insistir en un enfoque de máxima visibilidad académica, de rigor cualitativo y ética editorial en la publicación delos materiales.

En México, al igual que en otras realidades nacionales, la educación está sujeta a múltiples transformaciones. La importancia que hoy se reconoce en los medios y procesos educativos como factores del desarrollo, hacen de ella un objeto relevante de reflexión, análisis y estudio. En este sentido, una de las mayores apuestas de la RMIE es reflejar con oportunidad, pertinencia y sentido crítico la problemática educativa en México y en el mundo contemporáneo. Esperamos cumplir con tal compromiso.

Referencias

Elizondo Huerta, Aurora (2007). “La RMIE: un proyecto colectivo”, Revista Mexicana de Investigación Educativa núm. 32, vol. XII, enero-marzo, pp. 5-6. [ Links ]

RMIE (2016). “Revista Mexicana de Investigación Educativa. Información del editor 2016”, Revista Mexicana de Investigación Educativa, núm, 71, vol. XXI, octubre-diciembre pp. 1311-1319. [ Links ]

Rueda Beltrán, Mario (1996). “Un foro académico”, Revista Mexicana de Investigación Educativa, núm. 1, vol. I, enero-junio, pp. 7-9. [ Links ]

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