Una vez definidas las tareas centrales del Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE), el reto principal que ha enfrentado la organización, a través del trabajo de los sucesivos comités directivos y del conjunto de los órganos colegiados que la integran, ha sido el de asegurar la continuidad de las mismas, con una perspectiva de mejora y constante superación. Ello ha sido conseguido, en buena medida, gracias a la notable capacidad de convocatoria y respuesta desarrollada, a lo largo de los años, por el Consejo. En esta colaboración editorial se describe el desarrollo de dos sus principales áreas de trabajo, la organización bienal de los Congresos Nacionales de Investigación Educativa (CNIE), y la producción de los estados de conocimiento cada diez años. Otras actividades, como la trayectoria de la Revista Mexicana de Investigación Educativa y el propio desarrollo de la organización, han sido reportadas en varias ocasiones en las páginas de la RMIE, por lo que en esta ocasión serán omitidas.
Congresos
El COMIE fue fundado en 1993 en el marco del Segundo Congreso Nacional de Investigación Educativa (CNIE). A partir de entonces, cada dos años se ha celebrado este relevante acto académico. Para la organización de los CNIE, el Consejo decidió, prácticamente desde su origen, que estos tuvieran lugar, preferentemente, en sedes del interior de la República para que, por una parte, se evitase el centralismo que de suyo involucra a las instituciones y comunidades de investigación educativa del país. Y por otra parte, para alentar, en la medida de lo posible, la conformación de grupos, redes e incluso organismos dedicados a la investigación educativa en las entidades federativas. Uno de los efectos positivos de esta política se expresa en que el COMIE actual, sin sacrificio de los estándares académicos establecidos para el ingreso de nuevos asociados, ha conseguido que su membresía -poco más de quinientos académicos- cuente con representantes de todos los estados del país, si bien es cierto que aún mantienen mayoría los investigadores de la capital. En el mismo sentido, es destacable la organización y el funcionamiento de varias redes de investigadores, algunas de alcance local o regional y otras de carácter temático, que han tenido como punto de partida la organización de los CNIE.
El Congreso de 1993 se celebró en dos fases. La primera, denominada “Congresos nacionales temáticos” se verificó en las ciudades de Guanajuato, Toluca, Pátzcuaro, Jalapa, Guadalajara y Monterrey. La segunda, de plenaria y presentación de los estados de conocimiento correspondientes a la década de los ochenta, se llevó a cabo en la Ciudad de México. El Tercer CNIE también tuvo lugar en la capital del país (1995), el Cuarto en Mérida (1997), el Quinto en Aguascalientes (1999), el Sexto en Manzanillo (2001), el Séptimo en Guadalajara (2003), el Octavo en Hermosillo (2005), el Noveno en Mérida (2007), el Décimo en Veracruz (2009), el Undécimo en la Ciudad de México(2011), el Decimosegundo en Guanajuato (2013), el Decimotercero en Chihuahua (2015) y el Decimocuarto en San Luis Potosí (2017).
La asistencia promedio a los CNIE se aproxima a dos mil quinientas personas registradas, cifra que incluye a ponentes y conferencistas, así como al público interesado. Además de investigadores, académicos y especialistas, al Congreso suelen acudir profesores y autoridades de los distintos niveles del sistema, así como directivos y funcionarios encargados de la gestión escolar.
La estructura general de los CNIE se ha mantenido sin cambios drásticos a lo largo de su trayectoria. Una vez convenida la sede correspondiente, que se define por decisión de los cuerpos colegiados del Consejo ante las solicitudes presentadas, se integran los dos grupos responsables de la marcha del evento: el Comité Local, encargado de la organización general, la administración y la logística de la sede, y el Comité Científico, responsable del contenido propiamente dicho del Congreso. Ambas instancias operan, en forma coordinada, con el cuerpo directivo del COMIE y son apoyados por la Secretaría Técnica del Consejo.
En el Comité Científico de cada CNIE están representadas las áreas temáticas que comprenden las tareas de investigación que llevan a cabo los asociados en sus instituciones. Dichas áreas abarcan, en términos generales, los principales campos disciplinarios y temáticos de la investigación educativa contemporánea, con énfasis en aquella que se cultiva en México. Los asociados designan representantes para dicho Comité, y estos se responsabilizan del proceso de selección de ponencias, aprobación de los simposios, conversaciones, carteles y presentaciones de libros correspondientes a las áreas temáticas; asimismo tienen la atribución de proponer a los conferencistas magistrales, nacionales o extranjeros, que son invitados a cada edición del Congreso.
Las cifras del más reciente CNIE son elocuentes de la magnitud del trabajo que representa la organización de estos eventos. A partir de la publicación de la convocatoria (20 de febrero de 2017), fueron recibidas un total de 2 mil 337 ponencias, de las cuales fueron aceptadas, previo dictamen académico, solo la mitad de ellas (mil 183). También fueron propuestos 75 simposios (aceptados 61), 144 presentaciones de libros (aceptadas 121), 101 carteles (aceptados 55), entre otros formatos. En el proceso de revisión y dictamen de ponencias colaboraron casi un millar de dictaminadores. La preparación académica del Congreso, basada en el trabajo colaborativo y voluntario de los asociados, consume casi un año y no termina con su realización. Con posterioridad al evento se cumplen tareas de edición y distribución de las memorias y conferencias magistrales, así como reuniones de evaluación de los resultados.
A partir del XI CNIE (Ciudad de México, 2011), se sumó a la realización de los CNIE el Encuentro Nacional de Estudiantes de Posgrados en Educación (ENEPE). El objetivo central de esta modalidad es brindar oportunidad a los estudiantes que cursan programas de posgrado en áreas afines a la investigación educativa de presentar sus avances de tesis, o bien ponencias derivadas de su actividad académica en dichos programas, a la comunidad de investigadores en activo, y recibir de ellos retroalimentación útil para el desarrollo de sus proyectos. Los ENEPE han sido muy bien aceptados tanto por los estudiantes en formación como por los académicos dedicados a estas disciplinas. Al más reciente ENEPE (2017) fueron sometidas 191 ponencias, de las que se aceptaron y fueron presentadas 121.
Por otra parte, en el marco de los CNIE se celebra una feria del libro que brinda oportunidades de difusión y distribución a las editoriales académicas y comerciales así como a las revistas de investigación educativa. Las exposiciones de libros y revistas en el marco de los CNIE, así como las presentaciones de nuevas publicaciones, han demostrado ser un medio de difusión relevante tanto para las casas editoras como para los autores, de modo tal que la demanda por espacios en esta feria del libro educativo observa una tendencia de crecimiento significativa.
Estados de conocimiento
A partir de 1993 el COMIE ha organizado y publicado una serie de “estados de conocimiento”, que dan cuenta de la producción académica en el campo de la investigación educativa nacional. Esta tarea, definida como una función central y permanente del Consejo, se concreta cada diez años e implica un ejercicio de sistematización, análisis y comentario de la producción bibliográfica en las áreas de conocimiento que reconoce la asociación. Hasta el momento se han publicado tres de estas colecciones, que corresponden a las décadas ochenta, noventa y la primera del siglo XXI.
El primero de estos estados de conocimiento se tituló “La investigación educativa en los ochenta, perspectivas para los noventa”, fue coordinado por Eduardo Weiss en colaboración con los integrantes del Comité Organizador del Segundo CNIE, y su primera edición (1993) se concretó en 26 cuadernos, correspondientes a cada uno de los campos temáticos que articularon la organización de dicho congreso. La edición definitiva del material fue reordenada en nueve tomos: Sujetos de la educación y formación docente; Procesos de enseñanza-aprendizaje (tres volúmenes); Procesos curriculares institucionales y organizacionales; Economía, política y planeación educativa; Educación, cultura y procesos sociales; Teoría, campo e historia de la educación; Síntesis y perspectivas de las investigaciones sobre educación en México (1982-1992). Cada uno de los volúmenes fue coordinado por uno o varios de los más reconocidos especialistas del área correspondiente. El crédito autoral y sello editorial de la edición de 1997 corresponde al COMIE.
El segundo estado de conocimiento fue coordinado por Mario Rueda Beltrán. El producto derivado del ejercicio se tituló “La investigación educativa en México 1992-2002”, publicado en 2003. La colección incluye doce temas y se presenta en 18 libros, porque varios de ellos constan de más de un volumen. La lista completa es: El campo de la investigación educativa 1993-2001; Acciones, actores y prácticas educativas; Educación, derechos sociales y equidad (tres volúmenes); Aprendizaje y desarrollo; La investigación curricular en México. La década de los noventa; Educación, trabajo, ciencia y tecnología; Saberes científicos, humanísticos y tecnológicos: procesos de enseñanza-aprendizaje (dos volúmenes); Sujetos, actores y procesos de formación (dos tomos); Políticas educativas; Historiografía en México; Filosofía, teoría y campo de la educación: perspectivas nacional y regionales. Al igual que la colección anterior, cada volumen fue coordinado por uno o varios de los especialistas del campo y en ellos participó una cantidad importante de autores, en su gran mayoría miembros del COMIE.
Por último, el estado de conocimiento de la primera década del siglo se llevó a cabo bajo la coordinación general de Carlos Muñoz Izquierdo. Esta colección se titula “Estados del conocimiento 2002-2011”, fue publicada en 2012-2013, en coedición con la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES). En esta ocasión, se editaron quince libros, correspondientes a catorce áreas temáticas. Los títulos son: La investigación en México en el campo educación y valores; La investigación curricular en México; Multiculturalismo y educación; Convivencia, disciplina y violencia en las escuelas; Educación y ciencia: políticas y producción de conocimiento; Educación, desigualdad y alternativas de inclusión; Estudiantes, maestros y académicos en la investigación educativa. Tendencias, aportes y debates; Investigaciones sobre la investigación educativa; Procesos de formación (dos volúmenes); Una década de investigación educativa en conocimientos disciplinares en México: matemáticas, ciencias naturales, lenguaje y lenguas extranjeras; Aprendizaje y desarrollo; Entornos virtuales de aprendizaje; Historia e historiografía de la educación; La investigación en educación ambiental para la sustentabilidad en México; Prácticas educativas en espacios escolares.
El proceso de elaboración de los estados de conocimiento ha requerido, en cada ocasión, una estructura de coordinación y trabajo que involucra a un número muy importante de miembros del COMIE en distintas funciones. El ciclo de producción se inicia con la definición colegida de las áreas de conocimiento a reportar, procede a través de la integración de grupos de trabajo que sesionan repetidamente para distribuir tareas, revisar avances e integrar resultados. Sin embargo, el resultado alcanzado ha sido de una extraordinaria utilidad en varios sentidos: como un elemento de integración de los distintos grupos y sujetos que participan en los campos de conocimiento, como una memoria sistemática de los avances y desafíos de la investigación educativa del país, y sobre todo como un referente obligado para cualquier revisión de la literatura académica en los distintos campos de conocimiento que están comprendidos en estos volúmenes.