Introducción
El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) ha concluido que existe el calentamiento climático, cuya causa es el incremento en las concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera debido, principalmente, a la actividad humana (IPCC, 2014a). Para afrontarlo existen dos formas de actuar: reducir las emisiones de GEI y adaptarse al cambio climático (Conde-Álvarez, Enríquez-Hernández, Esquivel-Esquivel, López-Blanco et al., 2016).
La adaptación al cambio climático es un proceso mediante el cual los individuos, las comunidades y los países ponen en marcha acciones para reducir su vulnerabilidad y enfrentar las consecuencias del mismo (PNUD, 2005). La adaptación es efectiva, eficiente, legítima y equitativa cuando se toma en cuenta a las comunidades y su cultura en el diseño de las medidas correspondientes (Adger y Barnett, 2009; Adger, Barnett, Brown, Marshall et al., 2012).
Una de las alternativas para la adaptación es la educación, al ser un proceso para generar nuevos aprendizajes, valores, conocimientos y pautas culturales, así como para formar individuos, mediante el desarrollo de capacidades y modificar patrones y actitudes. Ello facilita que las personas y las comunidades desarrollen habilidades para lograr transformaciones, eliminar resistencias y barreras sociales y culturales acerca del cambio climático (Arias Ortega, 2010; Anderson, 2012; Rosete Vergés, 2014; Hernández, 2015; González Gaudiano, 2017; López Morales, 2019).
En los procesos de adaptación al cambio climático uno de los actores implicados son las organizaciones de la sociedad civil (OSC), definidas como aquellas asociaciones cuyo objetivo común está enfocado principalmente en ayudar a la comunidad en los problemas que no son atendidos por el Estado y el mercado, así como en utilizar su poder de acción para influir en actores y estructuras (Olvera, 2000; Egelston, 2013).
Las OSC pueden ser grupos comunitarios, organizaciones civiles, sindicatos, grupos indígenas, organizaciones de beneficencia o religiosas, asociaciones de profesionales y fundaciones (Chakib, 2014). Algunas suelen apoyar proyectos para el desarrollo humano sustentable que contribuyan a una mejor calidad de vida de grupos vulnerables (Caldera González, Ortega Carrillo y Sánchez Ramos, 2017). Este sería el caso de la implementación de proyectos en temas ambientales y para hacer frente al cambio climático.
Es entonces que las OSC pueden tener una actuación relevante en la adaptación al cambio climático por sus habilidades para:
Crear capacidades, difundir y comunicar el conocimiento (IPCC, 2014b; Graham y Mitchell, 2016; McGregor, Yerbury y Shahid, 2018).
Generar confianza y cooperación (Paul, Weinthal, Bellemare y Jeuland, 2016).
Responder a los déficits de participación y representación en temas de cambio climático (Dombrowski, 2010).
Ser portavoz de las exigencias de los ciudadanos en torno a los derechos y las políticas públicas (Rubalcaba Medina, 2017).
Movilizar y empoderar a las comunidades, así como facilitar la organización de ciudadanos (Conde-Álvarez, Lonsdale, Nyong y Aguilar, 2005; Vignola, Locatelli, Martínez e Imbach, 2009).
Facilitar el diálogo entre las instituciones gubernamentales y las comunidades (Schwartz, 2004; Marín-Aranguren y Millares-Abella, 2017).
Sin embargo, aún falta investigación de la actuación de las OSC en los procesos educativos como un componente crítico en la generación de capacidades para la adaptación al cambio climático (Vignola, Locatelli, Martínez e Imbach, 2009; Dombrowski, 2010; Anderson, 2012; Petzold y Ratter, 2015; Baudoin y Ziervogel, 2017), así como en el papel que desempeñan en las comunidades para conseguir la eficacia colectiva ante este fenómeno (Petzold, 2016).
Dolšak (2013), Biagini, Bierbaum, Stults, Dobardzic y McNeeley (2014), Petzold y Ratter (2015) y Tinoco-Navarro (2017) manifiestan la importancia de continuar documentando y evaluando el papel que tienen las OSC como participantes activos para lograr la comprensión, aceptación, efectividad y financiamiento de las medidas de adaptación al cambio climático, ya que al respecto existe poca información publicada de manera formal.
De acuerdo con lo expuesto, el propósito de esta investigación es analizar la contribución de las organizaciones de la sociedad civil en la adaptación al cambio climático. En cuanto a los proyectos seleccionados para México se analiza su involucramiento y nivel de participación. En relación con los proyectos del Golfo de México se estudia: a) el fortalecimiento de capacidades mediante procesos educativos para la ejecución y apropiación de las acciones y b) el desarrollo de capacidades sociales para el diseño de acciones propias.
En México se han implementado 88 proyectos de adaptación al cambio climático en el periodo 2012-2018 (INECC, 2018) para reducir la vulnerabilidad ante este fenómeno, toda vez que en los últimos 100 años se han detectado incrementos en las temperaturas de entre 1.2 y 1.5°C por arriba del promedio histórico, así como mayor frecuencia en la incidencia de fenómenos hidrometeorológicos extremos (Gobierno de la República, 2015). Además, los escenarios climáticos para México estiman, en general, para finales del siglo XXI, un aumento de 3°C en la temperatura y una reducción de 10% en la precipitación (Buenfil Friedman, 2009).
Del mismo modo, el país ha participado activamente en el desarrollo de la política internacional de cambio climático y desde 2005 hay arreglos institucionales para dar seguimiento a la política nacional (Semarnat/INECC, 2012). En tal sentido, México estableció sus compromisos para enfrentar el cambio climático en el marco del Acuerdo de París (Gobierno de la República, 2015; Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, 2015) y, para el logro de sus metas, ha impulsado proyectos para enfrentar el cambio climático, en los cuales involucra a actores de diferentes sectores, entre ellos a las OSC (INECC, 2018; Milano, 2019).
Las OSC en temas ambientales y de cambio climático
A nivel internacional, estas organizaciones de la sociedad civil han demostrado su fuerza participativa en la política ambiental y de cambio climático (Dolšak, 2013). En políticas ambientales se involucraron activamente en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro en 1992 (Egelston, 2013) y la presión que ejercieron influyó en el logro de acuerdos internacionales como, en 1992, el Convenio de la Diversidad Biológica y, en 1997, el Protocolo de Kioto así como en el establecimiento, en 1991, del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (Marín, 2010). Young (2007) identifica a las OSC como actores importantes para la legitimación del Fondo para el Medio Ambiente Mundial. Además, participan activamente en las acciones de difusión de los problemas ambientales (Marín, 2010), así como en las intervenciones locales directas en las comunidades para reducir los impactos ambientales (Schwartz, 2004). En años recientes, los gobiernos nacionales de América Latina también han involucrado a las OSC para poner en marcha sus Agendas de Cambio Climático en el marco del Acuerdo de París (Milano, 2019).
En México, en la década de 1980, surgen las organizaciones ambientales modernas como una respuesta a la preocupación por estos problemas, enfocando sus actividades en ese periodo en la agenda internacional, principalmente en temas de conservación y contaminación. Es así que en 1990, cuando se consolida el enfoque de desarrollo sustentable, la presencia de las OSC ya era reconocida por organismos como el Banco Mundial (Martínez y Chávez Ramírez, 2014; Rodríguez Cardozo, 2017). En este sentido, ha sido relevante su participación en labores educativas en torno a problemas ambientales (Arias Ortega, 2010), proyectos de sustentabilidad comunitaria en zonas forestales y cafetaleras (Toledo-Manzur, Ortiz-Espejel y Montoya-López, 2012), programas de desarrollo regional para impulsar la gestión de las cuencas (Paré, Robinson y González, 2008), así como han sido aliadas de comunidades marginadas a fin de constituir movimientos socioambientales (Tetreault, Ochoa y Hernández, 2012; Toledo-Manzur, 2019) y, finalmente, en espacios de participación ciudadana para avanzar en la implementación de las agendas climáticas (Milano, 2019).
Por su parte, las OSC son actores clave por su potencial en la educación, tanto no formal como informal (Arias Ortega, 2010). Se entiende a la educación no formal como aquellas actividades educativas organizadas y sistemáticas para sensibilizar, capacitar, actualizar y facilitar el aprendizaje de ciertos grupos de la población, al margen de los sistemas escolarizados. Por otra parte, la educación informal es constituida por procesos no organizados ni sistemáticos que se realizan a través de la convivencia, difusión, comunicación, transferencia de conocimiento, habilidades, actitudes y cambios en la conducta (López Morales, 2019).
En materia de adaptación al cambio climático, las OSC transfieren conocimientos y experiencias previas en otras comunidades que reducen la brecha entre el conocimiento científico y el de sentido común y el tradicional (González Gaudiano, 2007; Munárriz, 2007; Hernández, 2015; Shapiro Ledley, Rooney-Varga y Niepold, 2017). Parten de procesos participativos que implican la transferencia y generación de nuevos conocimientos, que podrían denominarse transdisciplinarios pues son producto de la fusión entre el conocimiento científico disponible por las OSC y el de las comunidades involucradas, en el que ambas instancias aprenden. Así, implica una estrategia de “aprender haciendo”.
Metodología
La metodología de la presente investigación (Figura 1) se dividió en tres etapas:
Establecimiento de criterios para la selección y análisis de proyectos de adaptación al cambio climático implementados en México.
Colecta de información de fuentes primarias y secundarias.
Análisis de gabinete, cuantitativo y cualitativo sobre los proyectos seleccionados.
El periodo de esta investigación fue de febrero de 2019 a abril de 2020. La colecta de datos primarios se realizó entre septiembre y noviembre de 2019.
Los proyectos seleccionados para México debían cumplir con cinco criterios, cuyo orden de prioridad se señala en la Tabla 1.
Núm. | Criterio para selección de seis estudios |
---|---|
1 | Participación de organizaciones de la sociedad civil |
2 | Contar con financiamiento internacional |
3 | Utilizar el enfoque basado en ecosistemas para las acciones de adaptación al cambio climático* |
4 | Con implementación de acciones en campo |
5 | Haber sido aplicado por el sector gubernamental ambiental |
* Se refiere a la utilización de instrumentos y prácticas para el manejo sustentable del territorio, la conservación y la restauración de ecosistemas con el objetivo de mantener su capacidad de amortiguamiento para disminuir los impactos del cambio climático (March, Cabral, Echeverría, Bellot y Frausto, 2011; Conanp, 2015; Ríos-Patrón, González-Mora, González-Terrazas, Merino-Pérez, Mokondoko-Delgadillo, y Ortíz-Paniagua, 2016).
Fuente: elaboración propia.
Asimismo, los estudios de caso seleccionados en el Golfo de México cumplieron con los criterios que muestra la Tabla 2, que se presentan en orden de prioridad y tomando en cuenta que el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) ha contribuido históricamente con el financiamiento de 108 proyectos en México desde 1994 (INECC, 2018).
Núm. | Criterio para selección de proyectos en el Golfo de México |
---|---|
1 | Participación de organizaciones de la sociedad civil que hayan fungido como implementadoras de medidas en campo |
2 | Acciones de adaptación al cambio climático implementadas en los estados de Veracruz y Tabasco |
3 | Contar con financiamiento del FMAM |
Fuente: elaboración propia.
El análisis se realizó bajo dos niveles de estudio:
En cuanto a los proyectos seleccionados para México, se recabó información secundaria como se indica más adelante y se analizó el involucramiento y el nivel de participación de las OSC en la implementación de acciones de adaptación. El involucramiento de estas organizaciones en la adaptación al cambio climático se analizó tomando en cuenta su participación como: a) coordinador o gestor, b) implementador directo en campo, c) vigilante de las políticas o asesor y d) beneficiario directo de los recursos.1
Para los estudios de caso seleccionados para el Golfo de México se recabó información primaria directamente de las organizaciones de la sociedad civil y el análisis consideró dos aspectos que englobaron su papel en la adaptación al cambio climático, como se indica a continuación (Anexo 1):
Papel de las OSC en la educación no formal e informal para la aplicación y apropiación de acciones de adaptación, a través de: 1) el desarrollo de capacidades, 2) el reforzamiento de la acción gubernamental, 3) la facilitación de la organización de ciudadanos locales y 4) el sostenimiento y apropiación de las acciones de adaptación al cambio climático (Schwartz, 2004; Conde, Lonsdale, Nyong y Aguilar, 2005; Vignola, Locatelli, Martínez e Imbach, 2009; Marín-Aranguren y Millares-Abella, 2017; Tinoco-Navarro, 2017; McGregor, Yerbury y Shahid, 2018).
Papel de las OSC en el desarrollo de capacidades sociales para el diseño de acciones propias (Conde, Lonsdale, Nyong y Aguilar, 2005; Paavola y Adger, 2006; Adger y Barnett, 2009; Petzold y Ratter, 2015).
Proyectos de adaptación al cambio climático en México
Durante el periodo 2012-2018, México implementó 88 proyectos de adaptación al cambio climático (INECC, 2018). De estos se seleccionaron seis para el estudio: 1) Conservación de cuencas costeras en el contexto de cambio climático (C6); 2) Adaptación en humedales costeros del Golfo de México ante los impactos del cambio climático (Humedales); 3) Implementación del proyecto piloto de cosecha de agua de lluvia en la comunidad El Gato en el municipio Doctor Mora, Guanajuato (El Gato); 4) Áreas naturales protegidas: fortalecimiento de la resiliencia para salvaguardar la biodiversidad amenazada por el cambio climático (Resiliencia); 5) Proyecto de bosques y cambio climático (Bosques) y 6) Alianza México REDD+ (REDD+).
Estos seis proyectos se implementaron en 17 de las 32 entidades federativas de la república mexicana: Campeche, Chiapas, Chihuahua, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán (Figura 2).
Fuente: elaboración propia basada en información de INECC (2016, 2018), Caso-Chávez, Arendar-Lerner y Santos-del Prado (2016), Universidad de Guanajuato (2013), PNUD (2014), Conafor (2012) y Alianza México REDD+ (2018).
Cinco proyectos contaron con recursos del Fondo para el Medio Ambiente Mundial y uno de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. El periodo de aplicación fue de 2011-2018 y las instituciones líderes fueron: en tres proyectos, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC); en dos, la Comisión Nacional Forestal (Conafor), y en uno la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Para los proyectos seleccionados en México, la colecta de información se realizó a partir de fuentes secundarias y se basó en documentos oficiales y de los organismos operadores de los proyectos. Se recopiló información de:
fuentes de financiamiento;
entidades federativas en donde se aplicaron las acciones;
institución gubernamental líder e instituciones participantes;
periodo de aplicación;
objetivo del proyecto;
involucramiento y nivel de participación de las OSC; y
papel de las OSC en la implementación local de las acciones.
El análisis de la información fue para determinar el involucramiento y el nivel de participación de las OSC en las acciones de adaptación y se llevó a cabo a través de un trabajo de gabinete donde se concentraron en una tabla los resultados de los seis proyectos seleccionados (Anexo 2). A partir de la sistematización, se contabilizó la cantidad de OSC para los distintos niveles de participación y actuación. Después se valoró la participación de las organizaciones en la siguiente escala: alta (participación en al menos cuatro proyectos), media (en tres proyectos) y baja (en dos o menos proyectos).
Estudios de caso en el Golfo de México
Para el Golfo de México se escogieron dos estudios de caso que se describen a continuación.
Caso 1: Proyecto conservación de cuencas costeras en el contexto de cambio climático (C6)
Este proyecto se ejecutó en el Golfo de México (Figura 3) en los estados de Veracruz y Tabasco en las cuencas hidrológicas de: Tuxpan, La Antigua, Jamapa, Huazuntlán-Temoloapa y Usumacinta (INECC, 2016). Las características generales del proyecto y su contribución a la adaptación al cambio climático se muestran en la Tabla 3.
Información | Proyecto C6 | Proyecto Humedales |
---|---|---|
Cantidad y tipo de OSC participantes | 1 OSC nacional 1 OSC regional 24 OSC locales |
6 OSC locales |
Medidas de adaptación al cambio climático aplicadas |
• Manejo forestal sustentable • Restauración hidrológica ambiental en microcuencas • Estufas ahorradoras de leña • Módulos de milpa intercalada con árboles frutales • Manejo silvopastoril • Generación de corredores riparios • Cercas vivas • Restauración de suelos y agua • Cafeticultura sustentable • Meliponicultura para la conservación • Redes de viveros con banco de semillas nativas • Educación para la conservación • Ganadería sustentable • Módulos agroecológicos (INECC, 2018) |
• Reforestación de manglar • Desazolve de canales para restaurar el flujo hídrico • Unidad de manejo para la conservación de la vida silvestre para el aprovechamiento sustentable de manglar • Ordenamiento ecológico del territorio con enfoque de cambio climático • Instalación de palafitos equipados con ecotecnias para resguardo de bienes durante inundaciones • Sistema de captación de agua pluvial (INECC, 2018) |
Contribución del proyecto a metas de México ante el Acuerdo de París |
•Adaptación basada en el sector
social. •Adaptación basada en ecosistemas. |
(INECC, 2018). |
Fuente: elaboración propia basada en información de INECC (2018).
Caso 2: Proyecto adaptación en humedales costeros del Golfo de México ante los impactos del cambio climático (Humedales)
Este proyecto se implementó en dos sitios ubicados en los estados de Veracruz y Tabasco (Figura 3): Río Papaloapan-Laguna de Alvarado y Sistema Lagunar Carmen-Pajonal-Machona (Caso-Chávez, Arendar-Lerner and Santos-del Prado, 2016). Las características generales y su contribución a la adaptación al cambio climático se muestran en la Tabla 3.
La colecta de información para los proyectos operados en el Golfo de México se llevó a cabo mediante las técnicas de encuesta y entrevista, y los instrumentos utilizados fueron el cuestionario y la guía de entrevista semiestructurada; los primeros se enviaron por correo electrónico o teléfono a las OSC locales participantes. Las entrevistas se aplicaron de modo presencial o telefónico.
El cuestionario estuvo integrado por preguntas cerradas y abiertas y se dividió en seis secciones: I) participación en los proyectos; II) acciones para satisfacer las necesidades locales; III) organización de ciudadanos locales; IV) desarrollo de capacidades; V) reforzamiento a las instituciones gubernamentales locales y VI) sostenibilidad de las acciones aplicadas.
La guía de entrevista fue diseñada para recabar información sobre: a) las instituciones involucradas en los proyectos y sus mecanismos de coordinación; b) el papel del informante clave; c) la participación de las OSC, y d) el apoyo de las OSC en el reforzamiento a las instituciones gubernamentales.
La población y muestra para la colecta de datos primarios se presenta en la Tabla 4. Los datos primarios colectados mediante encuestas tuvieron tratamiento cuantitativo. Se analizaron con estadística descriptiva a través de las frecuencias de las respuestas, las cuales se expresaron de forma porcentual para hacerlos comparativos. Los datos primarios colectados mediante entrevistas se analizaron de manera vertical para identificar la información en cada una de las dimensiones del papel de las organizaciones de la sociedad civil.
Variables | C6 | Humedales | |
---|---|---|---|
Aplicación de encuestas | |||
Población de OSC | (cantidad OSC) | 24 22 de Veracruz 2 de Tabasco |
6 3 de Veracruz 3 de Tabasco |
Muestra | (cantidad OSC) | 19* 17 de Veracruz 2 de Tabasco |
4** 2 de Veracruz 2 de Tabasco |
Mujeres / Hombres | (%) | 53 / 47 | 50 / 50 |
Estudios | (%) | 63%
licenciatura 27% maestría |
50%
Maestría 50% Doctorado |
Rango de edad | (años) | 27-53 | 40-80 |
OSC más antigua | (año de fundación) | 1991 | 1993 |
Aplicación de entrevistas | |||
Muestra*** | (cantidad) | 3 | 4 |
(cantidad por Institución) | 1 Gobierno nacional 1 de una OSC nacional 1 de una OSC regional |
2 del gobierno nacional 2 consultores externos |
*Las OSC del Proyecto C6 participantes fueron: Agroproductores Forestales de Zacualpan SPR de RL, Agua y Monte de Pajapan AC, AMECORENA AC, Articulación Territorial AC., Asesoría Social Productiva AC, Conecta Tierra a., Cooperativa Ambio SC de RL, DECOTUX AC, Espacios Naturales y Desarrollo Sustentable AC., Fundación Pedro y Elena Hernández AC, Gente Sustentable AC, Global Water Watch AC, Gruta del Río Jamapa SC de RL de CV, IMDESOCO AC, INANA AC, Productores de Alimentos para las Zonas Rurales de México SC, Pronatura Veracruz AC, Sembrando Semilla Sagrada AC y sendas AC.
** Las OSC del Proyecto Humedales participantes fueron: Adis-Bacab Tenosique AC, CIDECALLI AC, Pladeyra SC y Pronatura Veracruz AC.
***Gobierno nacional: Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático; OSC nacional: Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza; OSC Regional: Fondo Golfo de México AC. Consultores externos del Banco Mundial y Pronatura México AC.
Fuente: Elaboración propia.
A partir de la información recabada se analizó el papel de las OSC en:
La educación no formal e informal para la aplicación y apropiación de acciones de adaptación a partir de: el desarrollo de capacidades, el reforzamiento de la acción gubernamental, la facilitación de la organización de ciudadanos locales y el sostenimiento y apropiación de las acciones de adaptación al cambio climático.
El desarrollo de capacidades sociales para el diseño de acciones propias.
Finalmente se hizo un resumen de los hallazgos identificados desde tres perspectivas: la documental, la de las organizaciones de la sociedad civil y la de los informantes clave (Harris, 1998).
Resultados y discusión
Involucramiento y participación de las OSC en la adaptación al cambio climático
En el análisis de los proyectos de adaptación al cambio climático en México se encontró que el involucramiento de las OSC fue el siguiente en orden de mayor a menor: 1) desarrollo de capacidades, 2) reforzamiento de instituciones gubernamentales, 3) organización de ciudadanos, 4) sostenimiento y apropiación de acciones y 5) diseño e identificación de acciones. En relación con la participación de las OSC en los proyectos de adaptación al cambio climático fue: 1) implementador directo en campo, 2) coordinador o gestor de los proyectos y 3) vigilante o asesor de políticas públicas (Tablas 5 y 6; Figura 4).
Proyecto / Dimensión del Papel de las OSC |
C6 | Humedales | El Gato | Resiliencia | Bosques | REDD+ |
---|---|---|---|---|---|---|
Nivel de participación de las organizaciones en las iniciativas | ||||||
Coordinador / gestor | X | X | ||||
Implementador directo en campo | X | X | X | X | ||
Vigilante de las políticas / asesor | X | X | ||||
Beneficiario directo de recursos | ||||||
Involucramiento de las organizaciones en la implementación local de las acciones | ||||||
Desarrollo de capacidades | X | X | X | X | ||
Reforzamiento de instituciones gubernamentales | X | X | X | X | ||
Organización de ciudadanos locales | X | X | X | X | ||
Sostenimiento y apropiación de acciones | X | X | X | |||
Diseño e identificación de acciones | X | X |
Fuente: elaboración propia.
Dimensión del papel de las OSC | Resumen de principales hallazgos por tipo de informante | ||
---|---|---|---|
Fuentes secundarias
(involucramiento de OSC)* |
OSC | Informantes clave | |
Papel de las OSC en el fortalecimiento de capacidades a través de la educación no formal para la aplicación y apropiación de acciones de adaptación al cambio climático | |||
1. Desarrollo de capacidades | En 4 proyectos (alta) | Las OSC desarrollan capacidades tomando en cuenta los saberes locales | Las OSC son un actor clave en la generación de capacidades |
2. Reforzamiento de instituciones gubernamentales | En 4 proyectos (alta) | Las OSC contribuyen en la generación de espacios de diálogo para alentar a las comunidades en la participación en políticas públicas | Las OSC fueron clave para fortalecer instituciones gubernamentales nacionales |
3. Organización de ciudadanos locales | En 4 proyectos (alta) | Las OSC organizaron a los ciudadanos a través de procesos participativos y contratando gente local | Las OSC son intermediarios entre instituciones nacionales y comunidades. |
4. Sostenimiento y apropiación de acciones | En 3 proyectos (media) | Las OSC buscan recursos o hacen gestiones para mantener las acciones implementadas | Las OSC locales ayudan en apropiación de acciones en las comunidades a través de hacerlas parte de su vida diaria |
Papel de las OSC en desarrollo de capacidades para el diseño de acciones para la adaptación | |||
5. Diseño e identificación de acciones | En 2 proyectos (baja) | Las OSC hicieron consenso con las comunidades para la selección de acciones a través de procesos participativos | Necesario involucrar a las OSC desde el diseño de los proyectos |
*Participación de OSC: alta (en al menos 4 proyectos), media (en 3 proyectos), baja (en 2 o menos proyectos).
Fuente: elaboración propia.
De los seis proyectos analizados, cuatro involucraron a OSC en desarrollo de capacidades, reforzamiento de instituciones y organización de ciudadanos; tres proyectos involucraron a las OSC en sostenimiento y apropiación de acciones y en dos se involucraron en el diseño.
Papel de las OSC en la educación no formal e informal para la aplicación y apropiación de acciones de adaptación y en el desarrollo de capacidades sociales para el diseño de acciones propias
Los análisis realizados indican que las OSC fortalecen capacidades de distintos sectores de la sociedad a través de procesos educativos (Anexo 3). En el análisis realizado para los casos de proyectos operados en el Golfo de México, se encontró que cuando estas organizaciones tienen participación directa en los proyectos en campo, su contribución se produce en el fortalecimiento de capacidades a través de procesos educativos que facilitan la aplicación y apropiación de acciones de adaptación y en el desarrollo de capacidades sociales para el diseño de acciones propias con apoyo de la educación no formal e informal (Tabla 6).
En este sentido, en los siguientes apartados la información se refiere únicamente a los resultados del análisis de los estudios de caso seleccionados para el Golfo de México
Desarrollo de capacidades a través de la educación no formal e informal
Los resultados revelan que entre 50-74% de las OSC participantes en los proyectos de adaptación al cambio climático del Golfo de México contribuyeron al desarrollo de capacidades de las comunidades, acercándoles nuevos conocimientos a través de la educación. Las acciones de educación no formal llevadas a cabo por estas organizaciones fueron: talleres de sensibilización y capacitación, asesorías técnicas directas e intercambios de experiencias, generación de espacios de diálogo con instituciones gubernamentales, procesos participativos para planeación de acciones y la elaboración de materiales educativos. En cuanto a las acciones de educación informal, se hicieron trípticos, videos y materiales de difusión que se insertaron en las redes sociales.
La temática tratada en las acciones de educación fue principalmente en los aspectos de adaptación basada en ecosistemas, tales como: servicios ecosistémicos, espacios y especies prioritarias para la conservación, asesoría en prácticas sustentables en la producción de café, en la ganadería, manejo forestal, milpa, módulos agroecológicos, meliponicultura, restauración de microcuencas y captación de agua pluvial. También se llevaron a cabo procesos de planeación territorial, de organización de los ciudadanos, de temas de género, cambio climático en general y de gestión de riesgos.
Reforzamiento de instituciones gubernamentales a través del desarrollo de capacidades
Los resultados muestran que entre 68-75% de las OSC participantes en los proyectos seleccionados para el Golfo de México apoya a las instituciones gubernamentales a través de acciones de educación no formal en espacios de diálogo para facilitar la transferencia de información entre diversos sectores y las comunidades. En temas de educación informal, entre 53-100% de estas organizaciones realizan acciones de difusión y comunicación de las políticas y programas gubernamentales en las comunidades para apoyar a la acción institucional.
Las OSC tienen una participación alta en el desarrollo de capacidades de instituciones gubernamentales para incorporar la visión social en el diseño de las medidas de adaptación al cambio climático, así como en la construcción de agendas de colaboración interinstitucional, que llevan a cabo mediante la transferencia de conocimiento.
Facilitación de la organización de ciudadanos locales
Todas las organizaciones de la sociedad civil impulsaron procesos participativos para sensibilizar a los ciudadanos respecto de la necesidad de colaborar de manera organizada en la ejecución de las acciones de adaptación. En este sentido, las comunidades se organizaron a partir de los aprendizajes y experiencias obtenidas en los proyectos C6 y Humedales, así como de la confianza que tenían en estas organizaciones. En México, las OSC locales han ayudado a las instituciones gubernamentales y no gubernamentales a nivel nacional, fungiendo como enlace con ciudadanos locales organizados.
Facilitación en el sostenimiento y apropiación de las acciones
Los individuos y las comunidades se apropian de las acciones de adaptación al cambio climático cuando se han trasferido conocimientos y habilidades que se adaptan a su vida diaria. En este sentido, las OSC facilitaron información y asesorías que ayudaron a realizar esos cambios, a través de la generación de experiencias debidas a su participación en proyectos de adaptación.
De acuerdo con la información proporcionada, entre 68-92% de las acciones de adaptación implementadas se mantuvieron durante la vida de los proyectos. Estas OSC esperan que entre 63-77% de las acciones se sostengan en el tiempo. Para ello, se comprometen a dar seguimiento a las acciones aplicadas y entre 50-74% hacen gestiones para continuar desarrollando dichas acciones.
Desarrollo de capacidades para el diseño de acciones
De acuerdo con los datos de las entrevistas, las OSC contribuyen en la generación de capacidades para el diseño de las acciones de adaptación a través de procesos participativos en las comunidades; asimismo, mediante estos procesos validaron las acciones a aplicar. En este sentido, entre 89 y 100% de las organizaciones involucradas en los proyectos analizados promovieron acciones que fueron consensuadas a través de procesos participativos (74-75%) y mediante pláticas con las autoridades de las comunidades (58-75%).
Discusión
Los resultados indicaron que, efectivamente, las OSC están involucradas principalmente en el desarrollo de capacidades y tienen participación mayormente como implementadores directos en campo de las acciones de adaptación al cambio climático. Se apoyan en la educación no formal e informal como un modo de transmitir conocimientos a los habitantes de las comunidades para incidir en la apropiación de las acciones que promueven; además, utilizan estrategias educativas para apoyar a las instituciones gubernamentales, a fin de proveerlas de nuevos conocimientos para el diseño de medidas de adaptación.
Los resultados coinciden con estudios acerca de las organizaciones de la sociedad civil en el Golfo de California y en Ensenada, en los cuales se indica la importancia que han tenido en el desarrollo de capacidades, el intercambio de información y de su función educadora hacia adentro y fuera de la comunidad porque generan confianza al fomentar valores como la solidaridad, la cooperación y la responsabilidad (Espinosa-Romero, Rodríguez, Hudson, Villanueva-Aznar, Cristina y Torre (2014); Martínez y Chávez Ramírez, 2014).
Otro resultado de esta investigación ha sido constatar la importancia de transferir conocimiento, para la apropiación de acciones de adaptación, a través de la educación con el fin de integrar el contexto científico a su contexto social y cultural (Shapiro Ledley, Rooney-Varga y Niepold, 2017).
La colaboración de las OSC con instituciones gubernamentales fortaleció el aprendizaje para aterrizar la planeación que se realiza desde el ámbito nacional al local, así como para trasladar el conocimiento científico a la acción local, a través de la generación de capacidades por medio de la educación (Dupar, McNamara y Pacha, 2019). Al respecto, Paré y García-Campos (2018) y Simonelli-Salimbene (2015) indican que es importante la participación de estas organizaciones locales en orientar las políticas públicas en cambio climático y ambientales, para hacerlas acordes con las necesidades e intereses de la sociedad. Sin embargo, las instituciones gubernamentales solo ven al actor social como un aliado para legitimar la política pública o bien como objeto de consulta (Jiménez-Silva, 2017), pero no para intervenir en el diseño de proyectos (Conafor, 2012).
Cabe resaltar que en México la participación de las OSC y de las comunidades en el diseño de acciones de adaptación al cambio climático, promovidas por instituciones gubernamentales nacionales y organismos de cooperación, es aún baja. Esto puede ser riesgoso porque podría resultar en el fracaso de la puesta en marcha de las medidas requeridas: un ejemplo de los que no lograron sus propósitos fue el de Ciudades Rurales Sustentables, promovidas desde finales de la década de 2000 en Chiapas, México. Como denuncia Topal (2019), en este proyecto no se tomó en cuenta el modo de vida indígena de las familias pertenecientes a diferentes comunidades, las que fueron sometidas a vivir juntas en un hábitat extraño, sintiéndose desposeídas de su modo de vida tradicional. Ello resultó en un abandono de las viviendas que el gobierno construyó porque no se sentían a gusto en ellas.
Aunado a lo anterior, Paré, Robinson y González (2008) indican que algunos proyectos gubernamentales -como el pago por servicios ambientales-, solo tienen viabilidad cuando hay presencia de organizaciones locales y regionales consolidadas. Es en este sentido que sería significativo fortalecer la participación de las OSC en las agendas ambientales y de cambio climático lo que, de acuerdo con Guzmán-Luna (2017), es relevante para la agenda climática en México dada la capacidad de la sociedad civil para colaborar de manera cercana con el gobierno.
En otras palabras, si la política para enfrentar el cambio climático y los proyectos asociados siguen siendo diseñados de manera vertical, ya sea por las instituciones gubernamentales o por organismos que trabajan en el ámbito nacional e internacional, será frecuente encontrar que lo planeado no se puede aplicar de manera local. Lo mismo ocurre cuando el diseño de los proyectos responde directamente a los lineamientos que imponen los donantes -fondos internacionales u organismos de cooperación-, debido a que en estos casos, tal como indican Herrmann (2004), Torre y Fernández Rivera-Melo (2018) y Ochman (2019), las organizaciones de la sociedad civil tienen autonomía limitada y las estrategias de intervención son diseñadas con base en lineamientos ajenos a las necesidades de las comunidades.
Otro aspecto por resaltar es la ausencia de un eje específico respecto del respaldo educativo en los proyectos analizados; en este sentido las OSC integraron estrategias educativas para aplicar las acciones, tales como talleres de sensibilización y capacitación, asesorías técnicas directas e intercambios de experiencias, generación de espacios de diálogo con instituciones gubernamentales y procesos participativos para la planeación de acciones, así como elaboración de materiales educativos y de difusión como trípticos y videos.
Si bien en esta investigación no se hizo una evaluación del impacto de la educación realizada por las OSC para lograr las intervenciones sociales, sí se observó cómo se apoyaron en procesos educativos como requisito para avanzar en las intervenciones. Por lo mismo, faltaría analizar de manera detallada las herramientas pedagógicas que utilizan para la transferencia de conocimiento en el desarrollo de capacidades, así como las que aplican para que las comunidades desplieguen sus propias capacidades en la adaptación al cambio climático.
Conclusiones y recomendaciones
Una de las actuaciones significativas de las OSC mexicanas en la adaptación al cambio climático es la utilización de procesos educativos no formales e informales para la aplicación y apropiación de las acciones dirigidas a la adaptación al cambio climático. En los estudios de caso del Golfo de México analizados se encontró que estas organizaciones desarrollan capacidades a partir de experiencias previas con base en los conocimientos locales de la comunidad, así como apoyándose entre sí. También contribuyen en la organización ciudadana utilizando procesos participativos. Estas actuaciones, que implican cambios sociales en las comunidades, favorecen el sostenimiento y la apropiación de las acciones promovidas por las OSC y ayudan a que las acciones de adaptación se integren en la vida cotidiana de las comunidades.
En el diseño de medidas de adaptación al cambio climático aún se observa poca participación de las organizaciones de la sociedad civil por lo que sería importante desarrollar capacidades en ellas para intervenir en esta importante fase de los proyectos. Un paso en esta dirección podría ser que el gobierno las integre en el diseño de medidas y en la agenda pública en materia de cambio climático en general, lo cual ayudaría a que las acciones fueran más efectivas.
La investigación realizada permite comprobar la importancia de las aportaciones de las OSC en los procesos de adaptación al cambio climático, sobre todo porque en México ya existen experiencias en donde esta participación ha sido clave para el buen resultado. Sin embargo, es preciso resaltar la necesidad de evaluarlas tanto en sus capacidades educativas como en los impactos de las acciones desarrolladas para contar con mejores elementos que indiquen su efectividad al involucrarse en proyectos gubernamentales.
Esta investigación espera animar a las organizaciones de la sociedad civil sobre la pertinencia de fortalecer los procesos educativos aplicables en su interacción con las comunidades para el desarrollo de capacidades de adaptación al cambio climático.