SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.18 número74¿Cómo aprovechar el éxito de la política de población del último cuarto del siglo XX para enfrentar los nuevos retos demográficos del XXI?¿Transmisión intergeneracional del divorcio? Tensiones epistemológicas entre disciplinas de confluencia índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Papeles de población

versión On-line ISSN 2448-7147versión impresa ISSN 1405-7425

Pap. poblac vol.18 no.74 Toluca oct./dic. 2012

 

El censo de población de 2010: cuatro millones más de mexicanos de lo previsto, ¿el final de una política de Estado?

 

2010 population census: four million Mexicans more than those forecasted, the end of a State policy?

 

José Narro-Robles, Héctor Hiram Hernández-Bringas y René Flores-Arenales

 

Universidad Nacional Autónoma de México

 

Este artículo fue
recibido el 16 de noviembre de 2012
aprobado el 28 de diciembre de 2012.

 

Resumen

En el año 2010 se levantó en México el XIII Censo de Población y Vivienda, cuando se compararon los datos que arrojó contra las proyecciones de población vigentes en ese momento, se pudo observar que había cuatro millones de personas más en el censo. El presente documento hace una revisión de esa diferencia, sus características y la población que resultó afectada, los grupos de edad, sexo, las entidades federativas y los tamaños de localidad en donde se encuentra esa población subestimada en las proyecciones. Asimismo, se hace un análisis de las posibles causas que llevaron a esa diferencia y sus efectos sobre las políticas nacionales que utilizan las proyecciones para su planeación.

Palabras clave: México, censos, proyecciones, población, planeación.

 

Abstract

The XIII census of population and housing was carried out in Mexico in 2010. When compared to existing projections of population the census data indicated there was an addition of four million people in Mexico. This document analyzes the differences between the census data and the projections, including the characteristics of population, age groups, gender, breakdowns according to states in the federation and the size of the localities where this population -unaccounted for in the projections- resides. In addition, we analyses the possible causes for this difference between projected and real data and reflect on its effects on national policies which use population projections for planning.

Key words: Mexico, census, projections, population, planning.

 

Introducción

El XIII Censo de Población y Vivienda, levantado entre el 31 de mayo y el 25 de junio de 2010, arrojó en sus resultados dados a conocer a principios de 2011 que México había alcanzado 112 336 539 millones de habitantes; esa cifra se contrasta con los 108 396 211 millones estimados por las proyecciones demográficas del Consejo Nacional de Población (CONAPO) en 2006, y todavía vigentes a finales de 2012, muestra una diferencia de casi cuatro millones de mexicanos adicionales.

Esta diferencia no puede pasar inadvertida, ya que el "adicional" de cuatro millones es un monto demográfico superior a la población que tienen 23 de las 32 entidades federativas del país, naciones como Panamá y Uruguay y más de la mitad de los países registrados ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Este artículo trata, si no de desentrañar totalmente el origen de esta discrepancia numérica —cosa que tendrían que hacer las instancias oficiales encargadas como el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el CONAPO— sí de remarcar algunas cuestiones que pudieran explicar de esta circunstancia, así como hacer notar discrepancias e incongruencias entre los datos de las diferentes fuentes aquí consideradas.

En el primer apartado veremos cómo se distribuyen los cuatro millones de diferencia. Es de suponer que la distribución no sea equitativa entre todas las edades, entre los géneros o en el territorio nacional. Conocer la distribución de ese monto nos puede dar un indicio del origen de la discrepancia.

En un segundo apartado analizaremos las características y supuestos de las proyecciones de población, y haremos referencia a la población base a partir de la cual se elaboran dichas proyecciones, para encontrar también posibles explicaciones de su desajuste con respecto al censo de población de 2010.

Finalmente, en el apartado de discusión y conclusiones analizaremos la consistencia de los supuestos de las proyecciones, a la luz de otras evidencias demográficas. Ahí pretendemos dejar en claro algunos de los orígenes de la discrepancia.

 

La distribución del monto adicional

Por edad y género

Como se puede observar en el Cuadro 1, no hay una distribución uniforme de los casi cuatro millones adicionales entre los grupos de edad. Resulta particularmente significativo que casi 30 por ciento se concentra en el grupo de 0 a cinco años de edad y más de 55 por ciento en la población que tiene menos de 10 años; es decir, 2 188 000 personas más en el rango de menores de 10 años con respecto a lo que se estimaba en las proyecciones. Si se amplía un poco la observación, 80 por ciento de estos cuatro millones se concentra en la población menor de 20 años, este grupo representa 39.25 por ciento de la población total del país, lo que significa que la alta concentración del "excedente" en esas edades es atípica.

En cuanto a la situación por género, en los grupos de edad que incrementaron sus montos poblacionales, en general, se da un relativo equilibrio, con una ligera ventaja para las mujeres. Sin embargo, es notable que en los grupos que reducen su expectativa poblacional las "pérdidas" sean fundamentalmente de varones, especialmente en edades activas, tal es el caso de los grupos 25 a 29, 40 a 44, 45 a 49, o bien el grupo 30 a 34 que "gana" población femenina, mientras que la masculina se reduce con respecto a lo estimado por las proyecciones demográficas.

 

Por entidades federativas y tamaño de localidad

La distribución del "monto adicional" de casi cuatro millones que se desprende del censo según entidades federativas también muestra una relativa concentración. Ocho estados de la república absorben 56 por ciento del "adicional", destacan Veracruz, Michoacán y Guanajuato, que en conjunto explican casi 30 por ciento de los cuatro millones, ya que cada uno de esos estados incrementa entre ocho y 10 por ciento su expectativa poblacional para el año 2010. Por otra parte, dos estados que se caracterizan por su fuerte atracción migratoria redujeron su expectativa de monto poblacional para el 2010: Baja California (menos tres por ciento) y Quintana Roo (menos 2.6 por ciento).

Por tamaño de localidad, los mayores porcentajes de diferencia entre los montos de población del censo de 2010 y las proyecciones de 2006 los podemos encontrar en las localidades menores de 15 000 habitantes, las cuales muestran una "ganancia" de 3.3 millones de personas (83 por ciento del "excedente").

Si a las anteriores sumamos el monto que ganaron las localidades de 15 000 y 49 000 habitantes, la "ganancia" se eleva a más de 4.27 millones de personas. Mientras tanto, las localidades mayores de 500 000 y de un millón de habitantes "perdieron" en conjunto cerca de un millón y medio de habitantes. Es decir, la mayor parte de la diferencia entre el censo de 2010 y las mencionadas proyecciones del CONAPO para el mismo año se puede encontrar en la población de las zonas consideradas rurales y no urbanas en general (siguiendo el criterio del Sistema de Ciudades del CONAPO y de la Secretaría de Desarrollo Social [SEDESOL] que considera a las localidades menores de 15 000 habitantes como no urbanas).

Gráfica 1

Gráfica 2

 

Las proyecciones de 2006 y algunos de sus supuestos

Tratándose claramente de una inconsistencia entre dos fuentes de información oficiales (el censo de población a cargo del INEGI y las proyecciones demográficas a cargo del CONAPO), podríamos señalar como punto de partida que la fuente de esa discrepancia no está en el censo de 2010, sino en las proyecciones, en atención a las razones siguientes:

• Los censos, a diferencia de las proyecciones, no son una predicción, sino una evidencia empírica; no se basan en supuestos, sino en la recolección de información.

• El error que normalmente se reconoce en los ejercicios censales no suele ser "exceso de población", sino, por el contrario, omisión en el conteo (debido a viviendas no habitadas, zonas no accesibles, personas no encontradas, etcétera). De manera que, la corrección de los datos censales de 2010 tendría que llevar a un incremento de la población registrada y no a su disminución.

• Las proyecciones, en cambio, si bien parten de una población observada como base (pero que generalmente debe corregirse por los errores de omisión antes mencionados), solo pueden elaborarse con base en supuestos o hipótesis sobre el comportamiento previsible de los factores que inciden en la dinámica y el volumen de la población: fecundidad, mortalidad y migración.

A continuación describiremos algunas características de las más recientes proyecciones de población oficiales y revisaremos la consistencia de algunos de sus supuestos.

Las proyecciones de población oficiales son elaboradas por el CONAPO. Para la elaboración de las proyecciones de 2006 fue necesario, como ocurre en estos casos, definir la población base, para ello se consideró la resultante del conteo de población de 2005 y de un ejercicio de conciliación por posibles omisiones en la enumeración poblacional realizado por el INEGI; a este último generalmente se someten los resultados obtenidos en campo.

De acuerdo con el manual metodológico (CONAPO, 2008), estas previsiones demográficas se elaboraron con el método de los componentes demográficos. En este procedimiento, primero se establecen las premisas sobre el futuro comportamiento de los factores del cambio demográfico (fecundidad, mortalidad y migración) y después se aplican esas previsiones a la población base (inicial). Las nuevas previsiones de la población para el conjunto del país parten de premisas únicas para la fecundidad, la mortalidad y la migración interestatal e internacional; será fijado, además, el horizonte hasta el 1 de enero de 2051 y considera, por supuesto, el cálculo para 2010.

Si se cumplieran las premisas establecidas para la fecundidad, la mortalidad y la migración internacional, la población del país aumentaría de 103.9 millones de habitantes a mediados de 2005 a 108.4 en 2010, 120.9 en 2030 y 121.9 millones en 2050. La tasa de crecimiento total a su vez descendería de 0.89 por ciento en 2005 a 0.77 por ciento en 2010, 0.30 por ciento en 2030 y sería negativa en -0.20 por ciento para 2050.

Las hipótesis que sirven de base para las más recientes proyecciones del CONAPO (que, como ya se mencionó, son del año 2006) señalan que la transición demográfica se habrá completado cerca del final del horizonte de proyección. El paulatino envejecimiento de la estructura por edades seguirá propiciando un aumento gradual de la Tasa Bruta de Mortalidad; la fecundidad por debajo del reemplazo generacional, por su parte, alentará el continuo descenso de la Tasa Bruta de Natalidad, de tal suerte que poco después de 2050 no solo se habrá completado la transición demográfica, sino que incluso el país experimentará una progresiva disminución de su población por crecimiento natural, fenómeno que ocurrirá por vez primera desde la culminación del periodo revolucionario (1910-1921).

 

Hipótesis sobre el comportamiento de la mortalidad

De acuerdo con los supuestos y las metodologías adoptadas por el CONAPO, la esperanza de vida aumentaría de 74.6 años en 2005 a 75.4 en 2010, a 78.8 en 2030 y, finalmente, a 81.9 años en 2050; es decir, que la vida media de los mexicanos al final del horizonte de la proyección será similar a la observada en Japón en fechas recientes.

 

Hipótesis sobre el comportamiento de la fecundidad

La proyección del CONAPO buscó un modelo que, en el futuro, reprodujera los cambios observados desde 1962, cuando la fecundidad alcanzó su máximo histórico, hasta 2005. La Tasa Global de Fecundidad (TGF) se obtuvo ajustando una función logística, con base en la experiencia observada entre 1965 y 2005. La curva ajustada sugiere que se alcanzará el reemplazo intergeneracional en 2008; es decir, el nivel de la fecundidad en que cada mujer de una cohorte, sujeta a la ley de mortalidad vigente en la misma época, procrea una hija en promedio a lo largo de su vida reproductiva.

 

Hipótesis sobre la migración internacional

Las previsiones sobre el comportamiento de la migración internacional, según lo planteó el CONAPO, resultaron más difíciles de prefigurar debido a las condiciones que rigen a este fenómeno; por ello, en las proyecciones se asumió que los niveles recientes de migración internacional del país, que se encuentran históricamente entre los más elevados, se mantendrían constantes a lo largo del horizonte de la proyección. El CONAPO señala que optó por este camino para no establecer otras "hipótesis cuestionables" sobre la evolución futura de los complejos y variados factores que inciden en la migración externa de México, sobre todo del cuantioso éxodo de mexicanos hacia Estados Unidos. La estimación que para mediados de la primera década de este siglo XXI propuso el Gobierno mexicano fue de 580 000 pérdidas netas de connacionales que optaron por emigrar anualmente, principalmente a Estados Unidos. Por su parte, la inmigración, que ha sido tradicionalmente baja, no se consideró importante en relación al crecimiento de la población del país. Por otro lado, el retorno de mexicanos que vivían en Estados Unidos se consideró menor que el flujo de emigrantes.

 

La población base de las proyecciones

Dicho lo anterior, al parecer una fuente de error de las proyecciones de 2006 se ubica en la población que se tomó como base, que es la del Conteo de Población y Vivienda 2005. Como puede verse en la gráfica siguiente, los datos que arrojó ese conteo dan cuenta de un volumen y ritmo de crecimiento poblacional atípico si se ubica en la tendencia demográfica que ha experimentado el país.

Ese conteo arrojó una tasa de crecimiento poblacional por debajo de las expectativas de las proyecciones anteriores del mismo CONAPO y, por supuesto, muy por debajo de la tasa de crecimiento que se desprende del censo 2010.

Lo mismo ocurre con el volumen demográfico: todas las estimaciones previas al año 2005 proponían un volumen de población superior al reportado por el conteo de ese año.

Gráfica 3

Gráfica 4

Gráfica 5

Gráfica 6

 

Discusión y conclusiones

Sin duda, las proyecciones en México se han elaborado con bastante sofisticación y utilizando métodos y técnicas universalmente aceptadas; pero, por otro lado, es de reconocer, como lo hace el mismo CONAPO, que hay áreas en las que el conocimiento de ciertos fenómenos es oscuro u obedece a otras exigencias o buenos propósitos.

En la comparación efectuada entre las proyecciones demográficas de 2006 y los resultados del censo de población 2010, se manifiesta que:

El error de estimación del CONAPO se da fundamentalmente (55 por ciento de los casi cuatro millones) en el cálculo de menores de 10 años, lo que conlleva una hipótesis muy endeble en relación con la evolución de la fecundidad en los últimos lustros que, sin gran fundamento, insiste en ubicar a México por debajo del nivel de reemplazo generacional. Concretamente, en el periodo 2005-2010 la estimación del número de nacimientos es inferior en 2 438 087 a los contabilizados por el Registro Civil.

En el Cuadro 5, aparte de los nacimientos registrados en las estadísticas vitales y de las cifras proyectadas y retroproyectadas el CONAPO, también se presentan las cantidades de un estudio de dos reconocidos demógrafos, Galindo y Ordorica (2007), sobre la nacencia ocurrida y registrada en México. Estos autores también hacen notar las diferencias existentes entre los supuestos de las proyecciones y las estadísticas vitales que, aun corregidas, son superiores en 1 441 695 nacimientos a los que propuso el CONAPO.

En otro artículo, Ordorica (2001) ya había insistido, a principios de la primera década de este siglo, en que debían revisarse las cifras de nacimientos en las proyecciones, debido a las grandes discrepancias con respecto a los datos del Registro Civil. Hubo, pues, un supuesto equivocado que permeó las proyecciones del CONAPO durante los últimos 15 años y que, en parte, llevó a las discrepancias en las cifras que aquí se discuten.

Por otro lado, la endeble estimación de la fecundidad también se manifiesta en la mayor concentración del "excedente" (3.3 millones, que equivalen a 83 por ciento de los cuatro millones) en localidades menores a 15 000 habitantes, tradicionalmente las de mayor nivel de fecundidad y las de menor acceso a los métodos anticonceptivos. El propio CONAPO estima una prevalencia de uso de anticonceptivos de solo 58 por ciento en el medio rural.

Asimismo, hay cinco estados prioritarios para el Programa Nacional de Población (PNP) 2008-2012 por su necesidad insatisfecha de métodos anticonceptivos: Guerrero, Chiapas, Puebla, Oaxaca, Guanajuato y Michoacán. Todos ellos, con excepción de Puebla, están en el grupo de entidades que más incrementaron su expectativa de crecimiento poblacional de acuerdo con los resultados censales (por encima de siete por ciento).

Actualmente hay déficit en la oferta de anticonceptivos y hay planteamientos políticos en contra y a favor de métodos poco efectivos o viables como la abstinencia o el ritmo y sobre la educación sexual. Es evidente que en México, y particularmente en algunos estados, hay una fuerte presión no solo ideológica sino también política en ese sentido; de prevalecer este tipo de posiciones, es previsible suponer que la fecundidad se mantendrá por arriba del reemplazo generacional, lo que implicaría un aumento de la población por arriba de lo previsto en las proyecciones elaboradas por el CONAPO en 2006.

Vale la pena hacer la siguiente pregunta: ¿por qué el CONAPO en sus proyecciones adoptó hipótesis sobre el comportamiento de la fecundidad que eran poco realistas o desconocían la evidencia? La respuesta parece ser que el criterio que se adoptó, finalmente, es más de carácter normativo que técnico. La hipótesis sobre la fecundidad obedeció más a una meta deseable: según el PNP 2008-2012 en 2012 México debía tener una tasa de crecimiento natural de 1.22 por ciento anual, para lo cual se habría requerido una fecundidad en el nivel de reemplazo tal y como lo suponía la proyección. El censo, sin embargo, nos dice que estamos lejos de esa meta, ya que la tasa de crecimiento en 2010 está por encima de 1.8 por ciento.

Las hipótesis sobre migración internacional empleadas en la proyección también se ven seriamente cuestionadas si se considera que en el censo se registran 3.3 millones de personas más de las estimadas en las proyecciones en localidades menores a 15 000 habitantes, las cuales se ubican en las zonas rurales de México, tradicionales expulsoras de población.

También, si se analiza por entidad federativa, es claro que estados tradicionalmente receptores de población (Baja California y Quintana Roo), en los resultados del censo vieron reducir su expectativa de crecimiento poblacional, lo que implicaría que la proyección sobreestimó el volumen de inmigrantes a esos estados; ocurrió de manera inversa en estados fuertemente expulsores como Guanajuato y Michoacán, que incrementaron considerablemente su expectativa demográfica para 2010, lo que implicaría que la proyección sobreestimó el volumen de personas que saldrían de esos estados.

Gráfica 7

Es cuestionable que se supusiera que durante el periodo que cubre la proyección no cambiarían los patrones migratorios y que se seguirían expulsando ciudadanos mexicanos a Estados Unidos en un monto superior a 500 000 anuales. Lo anterior llevaba implícita la aceptación de que las crisis y la falta de crecimiento económico que provocaron las expulsiones de población continuarían, pero se contraponía con los supuestos "optimistas" en relación con el comportamiento de la mortalidad (como se verá más adelante). Además, estos grandes flujos de migrantes hacia Estados Unidos sucedieron en una situación de crisis económica crónica en México, pero también, de crecimiento de la población en edades productivas. Esto es, aquello a lo que se ha llamado bono demográfico, que ha vivido México debido a la transición demográfica y cuyos activos se han transferido a Estados Unidos, no puede continuar indefinidamente, debido a que es un recurso que tenderá a agotarse en la misma medida en que México crezca económicamente, pero también, concomitantemente, se reduzca el crecimiento de su población.

Proponer, tal y como ocurría hacia el final del sexenio de Vicente Fox (2000-2006), que la expulsión anual de mexicanos hacia Estados Unidos sería de 500 000 personas y que este ritmo continuaría por décadas, más que una evidencia empírica, a todas luces infundada, pareciera un argumento favorable al anhelo gubernamental de un acuerdo migratorio con Estados Unidos.

En cuanto a la migración interna, pareciera que forma parte de la explicación a las diferencias, ya que en el censo de 2010 se observa que, en general y con excepción del Distrito Federal y del Estado de México, los flujos interestatales son relativamente equilibrados.

De los tres componentes que dan lugar al crecimiento de la población (mortalidad, natalidad y migración), en las últimas proyecciones del CONAPO la mortalidad no presenta mayores problemas ni cambios y no es un factor importante de cambio en los montos proyectados.

Como se puede ver en el Cuadro 6, la diferencia entre las defunciones registradas y las proyectadas no es considerable, y las cifras más altas en las proyecciones en relación con el registro (con excepción de los años más recientes) podrían adjudicarse a la corrección demográfica que, efectivamente, debe realizarse para paliar el subregistro que se sabe existe en este tipo de eventos, pero se ha corregido a través del tiempo.

Gráfica 8

El mayor problema en relación con las hipótesis sobre mortalidad es a largo plazo, pues se plantea que a mediados del presente siglo los mexicanos alcanzaremos una expectativa de vida de 82 años; esta expectativa se sitúa en un nivel similar, como ya se mencionó, al de Japón actualmente.

El incremento previsto de la esperanza de vida al nacer equivale a una reducción promedio de 46 por ciento en todas las edades en los niveles de mortalidad entre 2005 y 2050. Asimismo, el descenso implícito en la tasa de mortalidad infantil (de 17 decesos de menores de un año de edad por cada mil nacimientos en 2005 a 14 en 2010, 10 en 2020 y tres en 2050) también constituye una meta normativa que se ajusta a los compromisos asumidos por el gobierno de México ante la Cumbre Mundial en favor de la Infancia. Estas metas de largo plazo, sin embargo, no refieren ninguna consideración respecto de la evolución de las condiciones socioeconómicas de la población y, particularmente, de las que tienen que ver con la atención a la salud.

Otro problema también importante en las estimaciones del crecimiento futuro de la población reside en la población tomada como base, la del conteo 2005, que arrojó una población menor a la esperada. Igualmente, las tasas de crecimiento intercensales sufren una modificación muy importante al pasar de 1.02 por ciento anual entre 2000 y 2005 a 1.83 por ciento anual entre 2005 y 2010, un cambio de tendencia que no es congruente, sobre todo si se analiza la secuencia de las tasas de crecimiento durante varios años.

No se niega, y queda claro en lo expuesto, que la elaboración de proyecciones de población, en México y en cualquier país, representa una gran complejidad y dificultad técnica; sin embargo, lo que resulta cuestionable de ese ejercicio oficial realizado en México, todavía vigente, es que las proyecciones no tomen en cuenta en su elaboración evidencias empíricas incuestionables (como el número de nacimientos registrados), o bien se fundamenten en visiones alarmistas (500 000 expulsados del país por año), buenos deseos o en metas políticas alejadas de la realidad. Debería invertirse el proceso: la política de población tendría que fundarse en proyecciones realistas y en estrategias claras y viables para alcanzar escenarios deseables; las proyecciones no deben ser un simple instrumento de la retórica.

A la luz de las evidencias, y más allá de las metas contenidas en el PND 2008-2012, la transición demográfica nacional se ha retardado, y la política de población ha perdido la fortaleza que la ubicaba como la única política de Estado en México con visión de largo plazo. En síntesis y para concluir, se puede afirmar que, conforme con los datos arrojados por el censo de población de 2010, no se cumplieron las metas de esa política, que preveían que para 2008 se alcanzaría el nivel de reemplazo generacional.

 

Bibliografía

CONAPO, 2008, Proyecciones de la población de México, de las entidades federativas, de los municipios y de las localidades 2005-2050. Documento Metodológico, Consejo Nacional de Población (CONAPO), Internet, recuperado de: www.conapo.gob.mx        [ Links ]

CONAPO, 2006, Proyecciones de la población de México 2005-2050, CONAPO, Internet, recuperado de: www.conapo.gob.mx        [ Links ]

CONAPO, 2011, Indicadores demográficos básicos 1990-2030, CONAPO, Internet, recuperado de: www.conapo.gob.mx        [ Links ]

CONAPO, 2011, Programa Nacional de Población 2008-2012, CONAPO, Internet, recuperado de: www.conapo.gob.mx        [ Links ]

GALINDO, Carlos y Manuel ORDORICA MELLADO, 2007, "Estimación de nacimientos ocurridos y registrados, México 1950-2007", en Papeles de Población, año 13, núm. 54, octubre-diciembre, Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Toluca, México.         [ Links ]

INEGI, 2011, XIII Censo de Población y Vivienda 2010. Resultados Definitivos, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Internet, recuperado de: www.inegi.org.mx        [ Links ]

INEGI, 2011, Estadísticas Vitales. Nacimientos, INEGI, Internet, recuperado de: www.inegi.org.mx        [ Links ]

INEGI, 2006, II Conteo de Población y Vivienda 2005, INEGI, Internet, recuperado de: www.inegi.org.mx        [ Links ]

INEGI, 2001, XII Censo de Población y Vivienda 2000, INEGI, Internet, recuperado de: www.inegi.org.mx        [ Links ]

ORDORICA MELLADO, Manuel, 2001, "Hoy. Un momento importante para revisar las estimaciones demográficas", en Papeles de Población, año 7, núm. 28, abril-junio, UAEM, Toluca, México.         [ Links ]

PARTIDA B., Virgilio, 2011, "¿Por qué 4 millones de diferencia?", en Boletín Informativo de la Sociedad Mexicana de Demografía (SOMEDE), núm. 1, Internet, recuperado de: http://www.somede.org, México.         [ Links ]

 

Información sobre los autores:

José Narro Robles. En 1973 obtuvo, en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el título de médico cirujano. Entre 1976 y 1978 efectuó estudios de posgrado en medicina comunitaria en la Universidad de Birmingham, Inglaterra. En enero de 1974 se incorporó a la Universidad Nacional como profesor de la Facultad de Medicina, en la que ha dictado cátedra de medicina preventiva, medicina familiar, salud pública, además de haber sido titular de distintos cursos de posgrado. Actualmente es profesor. Ha desarrollado acciones de investigación, impulsado el proceso de formación de recursos humanos, dirigido tesis y trabajos de investigación y contribuido al establecimiento de programas académicos de colaboración entre las instituciones del sector salud y la Facultad de Medicina de la UNAM. Es autor y coautor de más de 170 artículos científicos y de divulgación publicados en revistas mexicanas y extranjeras, de libros y capítulos de libros, principalmente sobre temas de educación superior, salud pública, educación médica y administración de servicios de salud. Desde el año 2007 es el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México. Dirección electrónica: rectoria@unam.mx

Héctor Hiram Hernández Bringas. Obtuvo el grado de licenciado en Sociología en la actual FES Acatlán. En 1989, El Colegio de México le otorgó el grado de Maestro en Demografía y en 1997 el grado de Doctor en Ciencias Sociales con especialidad en Estudios de Población. Desde 1986 se integró como parte de la planta académica de la UNAM. En la actualidad es investigador y docente de la UNAM y lleva a cabo proyectos de investigación sobre temas de políticas de población y migración, demografía indígena y evaluaciones de programas gubernamentales de apoyo a la ciencia en México. Ha publicado, entre otros títulos, los siguientes libros: Población y desigualdad social en México, Las muertes violentas en México, La mortalidad infantil en México durante los años de crisis, La investigación en ciencias sociales y humanidades en México y, su más reciente libro, Los indios de México en el Siglo XXI. Dirección electrónica: bringas@unam.mx

René Flores Arenales. Antropólogo físico y demógrafo. Ha sido investigador, funcionario y consultor en y para diversas dependencias como el Consejo Nacional de Población, El Colegio de México, el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM), el Posgrado de Arquitectura y el Programa Universitario de Estudios de la Ciudad (PUEC) de la UNAM, en la UAM-A, la UAM-I, el Instituto Politécnico Nacional, ONU-FNUAP, el Centro de la Vivienda y Estudios Urbanos, Instituto Federal Electoral, Secretaría de Medio Ambiente del Distrito Federal, etc. Ha publicado alrededor de 25 artículos en revistas, capítulos de libros y en formato electrónico. Sus temas de interés: grupos y dinámica demográfica indígena, dinámica demográfica y de vivienda de la Zona Metropolitana del Valle de México, hogares, familia, género, bono demográfico, trabajo, etcétera. Dirección electrónica: renfloran@yahoo.com.mx

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons