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Papeles de población
versión On-line ISSN 2448-7147versión impresa ISSN 1405-7425
Pap. poblac vol.21 no.84 Toluca abr./jun. 2015
Análisis regional de la marginación en el estado de Guerrero, México
Regional analysis of the exclusion in Guerrero State, Mexico
Ramiro Morales Hernández
Universidad Autónoma de Guerrero.
Artículo recibido el 24 de enero de 2011.
Aprobado el 21 de junio de 2011.
Resumen
En este artículo se presenta una evaluación de las tendencias de la marginación en el estado de Guerrero durante el periodo 1995-2005. El análisis se realizó a partir de datos históricos de los índices construidos por el Consejo Nacional de Población, obtenidos desde 1995, pero principalmente con los emanados tanto del XII Censo General de Población y Vivienda del 2000, como del II Conteo de Población y Vivienda 2005. Los resultados muestran que Guerrero, a medida que pasan los años, ha pasado a ser la entidad mexicana de más alta marginación entre las treinta y dos que conforman la República Mexicana. En términos del análisis del índice de Marginación a nivel intra regional, se encuentra que de las siete regiones en que se divide Guerrero, en tres: Centro, Montaña y Costa Chica, donde vive 40 de la población estatal, se presenta una media de muy alto grado de marginación. En las otras tres regiones: Tierra Caliente, Costa Grande y Norte, donde se ubica 37 por ciento de los guerrerenses, su nivel de marginalidad es alto y sólo en la región Acapulco, donde se asienta un poco más de 23 por ciento de la población del estado, el grado de marginalidad es bajo. Tales resultados demuestran que 63 por ciento de la población, un poco más de 2 357 000 guerrerenses, viven en condiciones de alta y muy alta marginación, padeciendo carencias de servicios de salud, educación, vivienda digna y empleo.
Palabras clave: Marginación regional, estado de Guerrero, México.
Abstract
This paper presents an assessment of the trends of marginalization that have occurred in the state of Guerrero during the period 1995-2005, the analysis is based on historical data of indexes constructed by the National Population Council, obtained since 1995, but principally the emanating both the XII General Census of Population and Housing, 2000 as the Second Census of Population and Housing Census 2005. The results show that Guerrero, as the years pass, has become the Mexican entity most marginalized among the thirty-two that make up the Mexican republic. In terms of analysis of Marginalization Index intra regional level, is that of the seven regions of Guerrero is divided into three: Downtown, Mountain and Costa Chica, where 40 percent of the state's population presents an average of high degree of marginalization. In the other three regions: Tierra Caliente, Costa Grande and North, which boasts 37 percent of Guerrero, the level of marginalization is high and only in the Acapulco region, which sits just over 23 percent of the state's population, the degree of marginality is low. These results show that 63 percent of the population, slightly more than 2'357,000 Guerrero, living in high and very high marginalization, suffering from lack of health services, education, housing and employment.
Key words: Regional marginalization, Guerrero, México.
Introducción
La nueva construcción del desarrollo plantea diferentes retos en términos de su planeación y a la vez, crea oportunidades para aumentar la eficiencia de la acción pública y la participación de la sociedad en la construcción de la política social que conlleve al desarrollo regional. En tal sentido, las nuevas perspectivas de la búsqueda del desarrollo reclaman establecer prioridades que estimulen la construcción de horizontes de bienestar social, donde se satisfagan las demandas emanadas desde los ámbitos locales.
En términos de contribuir al logro de esta nueva orientación del desarrollo regional, destaca la importancia de conocer los avances o retrocesos generados en la historia reciente, inherentes al estado de marginación en que se desenvuelve la sociedad, puesto que tal conocimiento permitirá, a los interesados en el desarrollo, pero sobre todo al Estado, planear e implementar programas y acciones regionales destinadas a proveer de infraestructura y servicios de educación y salud, así como establecer estrategias generadoras de fuentes de empleo en los espacios locales.
En este artículo se dan a conocer los resultados de una investigación realizada con el objetivo de analizar los niveles de marginación prevalecientes en las siete regiones económicas en que se divide el estado de Guerrero, contrastando y explicando a través del Enfoque de Análisis Comparativo de Indicadores (Morales, 2009), las diferencias de los contextos regionales en que se desenvuelven sus habitantes.
En el análisis se hace una evaluación de las tendencias de la marginación que se han presentado en el estado de Guerrero durante el periodo 1995-2005. Dicho análisis se realiza a partir de datos históricos de los índices construidos por el Consejo Nacional de Población, obtenidos desde 1995. En la indagatoria intra regional de Guerrero, se tomaron como referentes el índice de Marginación (IM) en los ámbitos de los municipios, tanto del año 2000 como de 2005, construidos por el Consejo Nacional de Población (CONAPO), los que se obtuvieron a partir de indicadores socioeconómicos calculados con datos emanados del XII Censos Generales de Población y Vivienda realizado por el entonces Instituto Nacional de Estadística, Geográfica e Informática (INEGI) en el año 2000 y con el informe del II Conteo de Población y Vivienda 2005.
No existe un modo único de definir la marginación, debido a que es un fenómeno multidimensional y por tanto complejo en su análisis, en virtud de los distintos criterios utilizados para medirlo e identificarlo. Las corrientes economicistas lo hacen desde una visión económica, en tanto que los estudiosos de los procesos sociales lo abordan desde esa perspectiva. En lo que hay consenso es que la marginación refleja deterioros que enfrenta una población en un territorio determinado como resultado de su situación geográfica, social y económica.
La teoría de la "marginalidad" ha sido objeto de críticas y polémicas, particularmente desde la perspectiva marxista, la que en el transcurso del tiempo ha sido retomada por distintos investigadores en el contexto del sistema capitalista, tomando en cuenta las formas de articulación y de actividades económicas y de la lógica estructural capitalista que presenta el sistema, lo que ha llevado a determinar la responsabilidad del Estado como garante de establecer y desarrollar estrategias que permitan a sus gobernados integrarse al desarrollo mediante el mejoramiento de las condiciones de marginalidad (Schteingart, 1997).
Profundizando en lo anterior, Sobrino y Garrocho (1995) destacan tanto el compromiso como la responsabilidad que debe asumir el Estado en el combate a la marginación a través del impulso de una política social, la que debe entenderse como un conjunto de acciones formales del Estado, que lleva a un proceso mediante el cual los distintos actores de un territorio se solidarizan para mejorar las condiciones de desarrollo en sus ámbitos locales, alianzas que se pueden implementar en el contexto de los cambios de los valores, estructura y condiciones del grupo afectado por la marginación. Por tanto, se entiende que la marginación social en niveles estructurales se deriva de la discordancia en la repartición de los bienes y servicios en un contexto territorial que proporciona o propicia el Estado.
En México, el Consejo Nacional de Población clasifica al índice de Marginación (IM) en cinco niveles: muy bajo, bajo, medio, alto y muy alto. En tal sentido, el IM es un indicador que se utiliza como medida de déficit y de intensidad de las carencias y privaciones de la población, encerrando tres grandes dimensiones: i) la de educación; ii) la vivienda y iii) los ingresos monetarios. Es decir, el nivel de la marginación exterioriza la condición en que se desenvuelve la población en expresiones de posibilidades de tener acceso tanto a bienes y servicios como a estadios de bienestar social.
En 1995 el INEGI encontró que de las entidades federativas de México, sólo Guerrero, Chiapas, Hidalgo, Oaxaca y Veracruz fueron cuantificadas como de muy alta marginación en México. En el año 2000, las condiciones de marginación para estos estados no variaron, pero además, Hidalgo se incorporó al grupo de las entidades ubicadas como de alta marginación en el país. Para 2005, los estados de Hidalgo y Veracruz lograron salir del grupo de muy alta marginación y Guerrero quedó como el más marginado, seguido por Chiapas y en tercer lugar Oaxaca.
El contexto de la marginación en Guerrero
El estado de Guerrero fue creado y reconocido el 21 de mayo de 1847 dentro de las entidades federativas mexicanas, lo anterior fue asentado en el artículo sexto del Acta Constitutiva y de Reformas, promulgada en esa fecha donde se asienta que:
Se erige un nuevo estado con el nombre de Guerrero, compuesto por los Distritos de Acapulco, Chilapa, Tasco y Tlapa y la municipalidad de Coyuca, pertenecientes las tres primeras al Estado de México, el cuarto a Puebla y la quinta a Michoacán, siempre que las legislaturas de estos tres Estados den su consentimiento dentro de tres meses (Domínguez, 1949: 50).
Geográficamente Guerrero se ubica en la región meridional de la República Mexicana, sobre el Océano Pacífico y se localiza entre los 16° 18' y 18° 48' de latitud norte y los 98° 03' y 102° 12' de longitud oeste, por tanto, forma parte de la Región Pacífico Sur de México. Limita al Norte con los estados de México (216 Km) y Morelos (88 km), al Noroeste con el estado de Michoacán (424 Km), al Noreste con el estado de Puebla (128 km), al Este con el estado de Oaxaca (241 Km) y al Sur con el Océano Pacífico (500 km). Su extensión territorial es de 64 282 km2, incluyendo espejos de agua y territorios insulares. Su extensión territorial corresponde a 3.3 por ciento del territorio nacional, ocupando el 14º lugar con relación a las demás entidades federativas. (Morales, 1999). De acuerdo al INEGI, en el año 2000 la población total del estado era de 3 079 649 habitantes, representando la población femenina 51.5 por ciento. Para 2005 su población ascendió a 3 115 202 de la que 51.8 por ciento correspondió a las mujeres.
La marginación en Guerrero se evidencia en una población empobrecida con bajos niveles educativos y de salud, donde el ingreso per cápita es de los más bajos en comparación con el resto de entidades federativas de México. En el estado, la política de desarrollo inducida por el Estado ha favorecido los espacios donde se quebrantan las desigualdades de su población. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), cuantificó en 2005 que de una población total de 3 115 202 guerrerenses, 42 por ciento se consideraba como pobres alimentarios, lo que significaba que su ingreso per cápita no era suficiente para poder comprar los alimentos mínimos indispensables para sobrevivir. Otro 50.2 por ciento de la población se clasificó como pobres de capacidades, es decir, si bien sus ingresos per cápita les permitían cubrir sus necesidades alimentarias, no les alcanzaban para proporcionar educación y salud a los miembros de la familia; finalmente, 70.2 por ciento de los guerrerenses fueron catalogados como pobres de patrimonio, por tanto, sus ingresos per cápita les eran suficientes para cubrir las necesidades de alimento, salud y educación de su familia, más no para adquirir ropa, calzado, vivienda y transporte.
La brecha que existe en Guerrero en materia educativa con proporción a las medias que se presentan a nivel nacional, se refleja en la educación de sus habitantes. Datos presentados por el INEGI en 2005 muestran tal realidad. De acuerdo con el Conteo de Población levantado en ese año, en Guerrero 19.86 por ciento de población de 15 años o más no sabía leer ni escribir, en tanto que a nivel nacional el porcentaje era de 8.35, lo que colocaba al estado en términos de analfabetismo, en 11.51 puntos porcentuales por arriba de la media nacional. Por otro lado, de los niños con edad entre seis y 14 años, 7.9 por ciento no asistía a la escuela, porcentaje superior en 1.8 puntos porcentuales a la media nacional y del total de la población del estado que contaba con 15 años o más, 57.9 por ciento no había cursado educación básica completa, porcentaje 12 puntos mayor a la media del país.
La falta de servicios de salud en la entidad guerrerense es una realidad. En 2005 el INEGI encontró que la carencia de estos servicios incidía en 74.8 por ciento de los habitantes del estado, situación que se acentuaba en regiones como la Montaña, Costa Chica y la Sierra Madre del Sur, donde por falta de vías de comunicación, un importante número de comunidades se encuentra aislado geográficamente, además de que en las regiones de la Montaña y Costa Chica se localizan los cuatro grupos indígenas asentados en Guerrero. La información del INEGI sobre estos grupos señala que en 2005, se tenía en Guerrero una población indígena de un poco más de 311 500 personas, de las que 40 por ciento eran nahuas, 28 por ciento mixtecos, 22 por ciento tlapanecos y nueve por ciento amuzgos. La organización no gubernamental Si Paz, al referirse a la atención de servicios de salud que se brinda a estos grupos, con datos de la UNICEF 2005, plantea que 96 por ciento de la población indígena no tiene acceso a servicios de salud por falta de hospitales con personal calificado y con equipamientos básicos. La Montaña cuenta con un hospital general en Tlapa para atender a 300 500 personas repartidas en 17 municipios (con sólo tres ginecólogos, dos anestesistas y un pediatra contratados para cubrir un solo turno); seis hospitales básicos comunitarios (sin especialistas ni equipamientos básicos) y unas 166 unidades de salud, de las cuales más de la mitad no cuentan ni siquiera con la presencia de un médico general (funcionan sólo con enfermeras y otro tipo de personal menos calificado).1
Respecto a las carencias de los servicios de vivienda, agua, drenaje y electricidad, Guerrero se mantiene por debajo de la media nacional. Datos de INEGI (2005) manifiestan tal rezago, puesto que: i) en las viviendas particulares habitadas 31.6 por ciento tenía piso de tierra, en tanto que la media nacional era de 9.93 por ciento; ii) 29.22 por ciento no disponía de excusado o sanitario, sin embargo la media nacional se mostraba en 9.9 por ciento; iii) 34.48 por ciento no contaba con agua entubada, contra 11.05 de la media nacional; iv) 30.12 por ciento no tenía drenaje, mientras la media nacional era de 11.67 por ciento y v) 8.52 por ciento no contaba con energía eléctrica, cuando la media nacional era de 6.2 por ciento.
La marginación en las regiones de Guerrero
Guerrero cuenta con siete regiones económicas, las que se definen en términos de su asentamiento y contigüidad en: i) Tierra Caliente, ii) Norte, iii) Centro, iv) Montaña, v) Costa Grande, vi) Costa Chica y vii) Acapulco (Mapa 1).
Región de Tierra Caliente
La Región de Tierra Caliente se conforma por nueve municipios: Ajuchitlán del Progreso, Arcelia, Coyuca de Catalán, Cutzamala de Pinzón, Pungarabato, San Miguel Totolapan, Tlalchapa, Tlapehuala y Zirándaro de los Chávez; en conjunto suman un territorio de 11 744.2 kilómetros cuadrados. En esta región en el año 2000 vivían 269 330 personas de las que 130 996 eran del sexo masculino y 138,364 del femenino.
En el año 2000, del total de este conjunto de municipios, Tlalchapa con 41 266 habitantes era el que poseía la menor población y Coyuca de Catalán fue donde se presentó un mayor asentamiento con 46 172 individuos. Por género, en Zirándaro de los Chávez se presentaba ligera superioridad en el número de habitantes del sexo masculino (11 816 hombres contra 11 746 mujeres), aunque en términos generales en la Región Calentana hay mayor cantidad de mujeres que de hombres (Cuadro 1).
Datos del Consejo Nacional de Población señalan que en el año 2000, los municipios de "Tierra Caliente" poseían niveles de marginación ubicados en las siguiente categorías: Pungarabato con nivel medio, Arcelia, Coyuca de Catalán, Cutzamala de pinzón, Tlalchapa y Tlapehuala con nivel alto y San Miguel Totolapan y Zirándaro de los Chávez, con nivel muy alto; la media de 0.666 del IM ubica a "Tierra Caliente" como una región de alta marginación,donde sólo Pungarabato en término de análisis puntual alcanzaun nivel medio.
En 2005, sólo un municipio, Pungarabato, cambió su nivel de marginación, pasando de nivel medio a nivel bajo, lo que demuestra que en el periodo de cinco años, sólo en esta municipalidad se presentó una mejora en las condiciones de vienes y servicios en sus localidades, avance que en el contexto de la media del nivel de marginación regional no varió, es decir, se conservó como de alta marginalidad (Cuadro 2).
Región Norte
Dieciséis son los municipios que conforman la Región Norte de Guerrero: Apaxtla de Castrejón, Atenango del Río, Buenavista de Cuéllar, Cocula, Copalillo, Cuetzala del Progreso, General Canuto A. Neri, Huitzuco de los Figueroa, Iguala de la Independencia, Ixcateopan de Cuauhtémoc, Pedro Ascencio de Alquisiras, Pilcaya, Taxco de Alarcón, Teloloapan, Tepecoacuilco de Trujano, y Tetipac; su extensión territorial alcanza 9 908 km2.
Datos del XII Censo General de Población y Vivienda de 2000 indican que en ellos se asentaban 15 por ciento de la población estatal, al ubicar en el conjunto de municipios a 464 022 personas de las 3 079 649 que habitan en Guerrero. Sin embargo, la región presenta una alta concentración en dos municipios: Iguala de la Independencia y Taxco de Alarcón, los que suman 48.3 por ciento del total de la región.
El comportamiento de la congregación poblacional, en estas dos municipalidades, tiene su explicación en el papel que a principios del siglo XX jugó el ferrocarril que unió a el pueblo del Balsas, ubicado en el río del mismo nombre, con la Ciudad de México, obra ferroviaria que dio como resultado una integración económica de la Región Norte con el Estado de Morelos y el Distrito Federal. Esta integración provocó que la Ciudad de Iguala se convirtiera en un gran centro comercial regional. Sólo basta citar que a finales de los años treinta del siglo XX, en Iguala había 18 fábricas de jabón vegetal y dos fábricas de hielo, crecimiento económico que provocó una fuerte inmigración de población de Tierra Caliente y de la Sierra de Guerrero. (Ravelo y Bustamante, 1998).
Ravelo y Bustamante (1998) señalan que en Taxco, en el mismo periodo, estaban en explotación cuatro minas de zinc, oro y plata, cuatro fábricas de aguas gaseosas y hielo y una de hilados y tejidos y veinticinco establecimientos fabricantes de artesanías de plata, actividades que provocaron un crecimiento en la economía de Taxco, lo que derivó en un centro artesanal y turístico de corte internacional y como Iguala, Taxco se convirtió en receptor de emigrantes regionales.
En el Cuadro 3 se consigna la población asentada en cada uno de los municipios de la región en el año 2000. Como se puede observar, del total de la población de la zona norte, la femenina es un poco más que la masculina, al sumar 242 282 mujeres contra 221 740 hombres, tendencia que se mantiene a nivel municipal.
Por otra parte, observando el IM y sus niveles, tanto en el año 2000 como en 2005 (véase el Cuadro 4), el municipio que presentó las mejores condiciones fue Iguala de la Independencia, al salir clasificado como de baja marginación, en tanto que de los otros 15 que conforman la región, 13 se clasifican como de alta y muy alta marginación, lo que demuestra las condiciones de rezago social en que se encuentran 227 200 habitantes de la región, esto es, casi 49 por ciento de su población. Bajo tal contexto, la región Norte se ubica como una zona de alta marginación.
Región Centro
La Región Centro abarca una extensión de 9 908 km2, de los 64 282 km2 de Guerrero, lo que representa 15.37 por ciento del territorio estatal. En ella se ubican 12 municipios: Ahuacuotzingo, Chilapa de Álvarez, Chilpancingo de los Bravo, General Heliodoro Castillo, Juan R. Escudero, Leonardo Bravo, Mártir de Cuilapan, Mochitlán, Quechultenango, Tixtla de Guerrero, Zitlala y Eduardo Neri. En este conjunto de municipios, en el año 2000 vivía 17.63 por ciento de la población de Guerrero, presentando los de Chilpancingo de los Bravo y Chilapa de Álvarez la mayor concentración de habitantes, puesto que de la población total de 543 233 personas en la región, en ellos se asentaban 295 800 individuos, lo que representó 54.45 por ciento del total.
Es decir, al igual que en la Región Norte, en la Centro también se presenta una concentración de la población en dos municipios. ¿Por qué se presenta ésta congregación poblacional? Es de suponer que mucho ha influido el que en ambos municipios existen dos centros de atracción poblacional, los que tal parece se han ido conformando de acuerdo con factores económicos que inciden en la oferta de mano de obra.
En el Municipio de Chilpancingo de los Bravo donde se localiza la capital del estado, Chilpancingo, ciudad que en el año 2000 contaba con 142 746 pobladores, lo que representaba 73.98 por ciento de la municipal se presentaba en ese año un desarrollo económico sustentado en su influencia política estatal, lo que le permitía desarrollar oferta de fuentes de empleo en el área de servicios burocráticos, de comercio y turísticos. Tal desarrollo económico le permitía a Chilpancingo, ser considerado como centro atrayente de población emigrante del interior del estado.
Por otra parte, en el Municipio de Chilapa de Álvarez la concentración de la población se presentó en la cabecera municipal, Chilapa, que en el año 2000 contaba con 22 511 habitantes de los 102 853 del municipio. Es importante señalar que esta ciudad se distingue por ser el mercado regional donde convergen los pobladores de la Región de la Baja Montaña de Guerrero a ofrecer y/o adquirir insumos alimenticios y artesanías regionales, lo que ha provocado una actividad que permite el desarrollo de fuentes de empleo del sector comercio y de la construcción, que atrae el establecimiento de la población (Cuadro 5).
En lo concerniente a género, las mujeres son mayoría en la región, ya que salvo en el municipio de General Heliodoro Castillo donde la diferencia es mínima a favor del sexo masculino, en los once restantes hay mayoría de población femenina.
A partir de los datos concernientes a los niveles de marginación municipal (Cuadro 6), se advierte la clara predominancia de las municipalidades que no han sido incorporadas a los beneficios de bienes y servicios, como acceder a estadios de bienestar social que promueve y desarrolla el Estado. De los 12 municipios reconocidos en el año 2000 como pertenecientes a la región, seis se clasificaron en ese año como de muy alta marginación y en 2005, después de haberse reconocido un municipio más, siete permanecieron bajo tal clasificación. Si se observa la población de las municipalidades clasificadas en los grados de alta y muy alta marginación, se puede notar que para este último año, únicamente la población de Chilpancingo de los Bravo no se encontraba al margen de la incorporación social, por tanto, 65 por ciento de los habitantes de la región era población en estado de marginación, que sufre de satisfactores básicos materiales como vivienda, drenaje, agua entubada y luz eléctrica, pero además de ello, mostraba índices de analfabetismo entre su población.
Región Montaña
Distintos estudios plantean que la Región de la Montaña es la que más atraso económico presenta en Guerrero. Se conforma por un total de 17 municipios: Alcozauca de Guerrero, Alpoyeca, Atlamajalcingo del Monte, Atlixtac, Copanatoyac, Cualac, Huamuxtitlán, Malinaltepec, Metlatónoc, Olinalá, Tlacoapa, Tlalixtaquilla de Maldonado, Tlapa de Comonfort, Xalpatláhuac, Xochihuehuetlán, Zapotitlán Tablas y Acatepec.
Su extensión territorial de 9 007.8 km2, lo que representa 13.3 por ciento del territorio de Guerrero, donde en el año 2000 vivían tres de los cuatro grupos indígenas que subsisten en la entidad: los nahuas, los tlapanecos y los mixtecos. De acuerdo con el INEGI (XII Censo General de Población y Vivienda del 2000) la población total de la Montaña fue de 300 726 individuos, de los cuáles 51.8 por ciento eran mujeres y en Tlapa de Comonfort donde se daba la mayor concentración poblacional, seguido por Malinaltepec y Metlatónoc y Acatepec, que en conjunto sumaron 120 370 individuos, lo que representaba 40 por ciento de la población de la Montaña de Guerrero.
De los cuatro municipios citados, Tlapa de Comonfort es el que mayor asentamiento poblacional presentaba, tal parece, derivado del papel que representa su cabecera municipal la ciudad de Tlapa, como mercado local regional. A la ciudad de Tlapa concurre la población de los distintos municipios de la Montaña a realizar la venta de sus productos agrícolas, artesanales y ganaderos, que son los que normalmente se producen en la región, así como a comprar los insumos para cubrir sus necesidades de alimentación y vestido, principalmente (Cuadro 7).
Este rol de mercado regional de la cabecera municipal, la ubicó en al año 2000 como la ciudad de mayor población de la Montaña, con 31 235 habitantes, por lo que se le ubica como centro receptor de emigración regional, debido a que en ella se generan oportunidades de empleo, sobre todo en el sector terciario, principalmente en la rama de comercio, en virtud de que de un total de 8 732 individuos que conforman su Población Económicamente Activa (PEA), 68.5 por ciento declaró estar ocupada en ese sector, en segundo lugar en importancia de ocupación, con 18 por ciento, lo tuvo al sector secundario, destacándose sobre todo la actividad artesanal y la rama de construcción; por lo tanto, el sector primario únicamente absorbió 13.5 por ciento de la PEA.
La Montaña de Guerrero es un territorio que se caracteriza por el abandono en que vive su población, condiciones que se reflejan en los elevados índices de marginación que presenta el total de los municipios, destacándose por su abandono, en el año 2000, Metlatónoc que con un IM de 3.3896, fue considerado cómo el de más alto nivel de marginación de México, mientras que Acatepec era el segundo más marginado a nivel estatal, con 2.79208 de IM, lo que coloca como el quinto lugar de mayor marginación en el país. Para 2005, con la creación del municipio de Cochoapa el Grande, éste pasó a ser el municipio con más alto índice de Marginación.
Las malas condiciones en que se encuentran inmersos el total de los municipios de la región se exterioriza por un lado, en que en el año 2000, once de ellos fueron considerados de muy alto IM y los otros siete como alto, Situación que no varió en el periodo de análisis, puesto que de los 19 municipios que existían en 2005, trece se ubicaban como de alta marginalidad y seis en el grado de alta (Cuadro 8). El único municipio donde se presentaron mínimos avances en el combate a las malas condiciones en que vive la población fue Malinaltepec, al pasar de muy alto a alto nivel de marginación, caso contrario sucedió en Cualac cuya posición pasó de alto a muy alto grado.
Los niveles de marginación exteriorizados dan cuenta de que un número mayor a los 300 700 habitantes "montañeros" viven en condiciones de olvido y disgregación al desarrollo.
Región de la Costa Grande
En una extensión de 14 710.7 km2, que se localiza en la franja costera del océano Pacífico de Guerrero que va de los límites del municipio de Acapulco hasta las márgenes de la desembocadura del río Balsas en el puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, se localizan los municipios de: Atoyac de Álvarez, Benito Juárez, Coahuayutla de José Maria Izazaga, Coyuca de Benítez, José Azueta, Petatlán, Tecpan de Galeana y la Unión de Isidoro Montes de Oca; que forman la región de Costa Grande.
De acuerdo con Pavia y Salazar (1998: 113-120), los grupos humanos que componían la Costa Grande en el siglo XIX eran indígenas y negros, los primeros localizados en Atoyac y Tecpan, y los segundos sobre todo en los poblados de San Jerónimo, Nuxco y San Luís; también había grupos de mestizos y blancos en toda la región.
La región durante varias décadas del siglo XX fue rica en producción agrícola; Ravelo y Bustamante (1998: 207) señalan que:
Los cultivos que extensivamente ocupaban esas áreas eran: el maíz, el ajonjolí y el algodón (éste último entró en decadencia durante la Revolución y en los años treintas se volvió a cultivar en la Costa Grande para abastecer de materia prima a la fábrica textil de El Ticui), el cocotero (que durante los años veinte y treinta cobró auge) y el café (cuyo cultivo comenzó a incrementarse en los años treinta y su importancia fue en ascenso en la economía agrícola regional.
En el ámbito industrial, derivado de su producción forestal sobre todo en los municipios que cuentan con territorio del macizo de la Sierra Madre del Sur como son Tecpan de Galeana, Atoyac de Álvarez y Petatlán, en los años cuarenta ya contaba con un aserradero en Zihuatanejo, además de dos fábricas de aceite y jabón, una en el municipio de Coyuca de Benítez y la otra en el de Atoyac de álvarez.
En el año 2000 la población total fue de 391 423 habitantes, de los que 50.6 por ciento correspondió al sexo femenino, siendo el municipio de José Azueta el más poblado con 95 548 individuos; es decir, acumuló 24.4 por ciento de la total, seguido por Atoyac de álvarez y Tecpan de Galeana. Cabe destacar que únicamente en Coahuayutla de José María Izazaga los hombres fueron mayoría sobre el sexo femenino, aunque no en forma significativa (Cuadro 9).
La concentración de población en el municipio de José Azueta es resultado del atractivo que, como puerto turístico, posee Ixtapa-Zihuatanejo, que desde mediados de los años ochenta se ha vuelto un centro receptor de población debido al desarrollo de dicha actividad. Ixtapa-Zihuatanejo, en el año de estudio poseía 23 389 individuos como PEA, de los que 23 126 estaban ocupados y 77.7 por ciento se desenvolvía en el sector terciario de la economía. (INEGI, 2000).
En cuanto a la marginación en que se encuentra la región, los municipios de Benito Juárez y José Azueta presentaron los mejores indicadores, destacándose el de José Azueta por ser el único con bajo nivel de marginalidad; donde las condiciones fueron de atraso. Es en Coahuayutla de José María Izazaga, donde en el año 2000 se alcanzó un nivel de marginación muy alto, sin embargo para 2005, las condiciones mejoraron, ubicándose en grado alto, datos que muestran que de los 391 423 habitantes que residían en el año 2000 en esta región, sólo 24 por ciento se encontraba en bajos niveles de marginación.
Los contrastes de marginación entre las municipalidades dieron pie a que la Costa Grande en términos de media fuera catalogada en un nivel alto de marginalidad (Cuadro 10).
Región Costa Chica
Comprende una extensión territorial de 8 089.7 km2 al sureste del estado, lo que la hace colindante con el estado de Oaxaca. En ella se ubican 13 municipios: Ayutla de los libres, Azoyú, Copala, Cuajinicuilapa, Cuautepec, Florencio Villarreal, Igualapa, Ometepec, San Luís Acatlán, San Marcos, Tecoanapa, Tlacoachistlahuaca y Xochistlahuaca.
Como antecedentes de su población, es de destacar que se conforma de un amplio mosaico de culturas, donde conviven mestizos, en la mayoría de los municipios, negros, sobre todo en Cuajinicuilapa y Azoyú e indígenas amuzgos y mixtecos en Igualapa, San Luís Acatlán, Tlacoachistlahuaca y Xochistlahuaca.
En el año 2000 la población total fue de 388 416 individuos, correspondiendo al sexo femenino 50.69 por ciento, situación que se repite en todas las municipalidades, donde las mujeres son mayoría; al comparar las cifras de población entre los municipios, Ayutla es el que ostentó mayor concentración, seguido por Ometepec y San Marcos, sumando los tres 39.77 por ciento de la total de la zona; los que menor población presentaron fueron Igualapa con 10 192 individuos y Copala con 13 060, logrando alcanzar sólo 5.98 por ciento del total (Cuadro 11).
Los datos que se presentan en el Cuadro 12 ponen de relieve algunas de las aristas de marginación, por lo que de acuerdo con los indicadores, es posible identificar el estado en que se encuentra la región.
La mayoría de los municipios de la región que se localizan fuera de la conocida como franja costera: Ayutla de los libres, Cuautepec, Igualapa, San Luís Acatlán, Tlacoachistlahuaca y Xochistlahuaca, tiene un IM igual o superior a 1.12781, es decir, en todos se presentan marginación y pobreza y se les catalogó como de muy alta marginación, lo que indica que en su mayoría la población carece de servicios públicos básicos de drenaje, agua entubada, luz eléctrica etc. y tienen problemas de analfabetismo.
Del grupo anterior, sólo Cuautepec fue ubicado con un IM ligeramente por abajo de la media de la región y los demás están por arriba de ella. El resto de las municipalidades, salvo Ometepec, se localiza en la franja costera y son beneficiados por la vía de comunicación de la carretera Acapulco-Pinotepa Nacional. En ellos se nota una incipiente mejora de desarrollo, que se refleja en su cuantificación como de nivel de alta marginación. Además de que sus indicadores de marginalidad están por debajo de la media regional.
Para fines de análisis de la marginación en el conjunto de los municipios, no puede dejarse a un lado el señalar que la zona presenta una media de muy alto nivel de marginación, lo cual la coloca al igual que la Centro y Montaña como las regiones más marginadas de Guerrero.
Región de Acapulco
Esta región se compone únicamente por el municipio de Acapulco, que se localiza al sur de la capital del estado, a 133 kilómetros de Chilpancingo. Limita al Norte con los municipios de Chilpancingo y Juan R. Escudero (Tierra Colorada), al Sur con el océano Pacífico, al Oriente con San. Marcos, y al poniente con Coyuca de Benítez. Cuenta con una extensión territorial de 1 882.60 km2, que representa 2.95 por ciento de la superficie estatal, donde se asientan 255 localidades.
Acapulco de Juárez es la municipalidad más poblada del estado de Guerrero. En el año 2000 sus 722 499 habitantes reportados por el INEGI en el XII Censo General de Población y Vivienda, representa 23.4 por ciento del total de la estatal, compuesta por 347 732 del sexo masculino y 374 647 del femenino. En el año 2005, de acuerdo con el II Conteo de Población y Vivienda 2005 efectuado por la misma institución, la población descendió a 717 766 personas, es decir un poco menos de la registrada en el año 2000.
La ciudad principal económicamente hablando de Guerrero es Acapulco, a la que el 17 de septiembre de 1824, por decreto de la Legislatura del Estado de México se otorgó la categoría de ciudad y puerto. Ciudad que por su vocación como polo de desarrollo turístico, ha provocado una concentración de la población municipal de 616 394 individuos, cifra que representa en el año 2005, 85.9 por ciento del total del municipio (INEGI, 2005).
Un dato por destacar del puerto, es el comportamiento de su Población Económicamente Activa (PEA); en el año 2000 este segmento poblacional fue de 230 093 personas, de las que 95.61 por ciento declararon estar ocupadas. De la Población Económicamente Activa Ocupada (PEAOC) que ascendió a 220 189, únicamente trabajaban en el sector primario 3 484, lo que en términos de porcentaje representó 1.58 de quienes declararon tener empleo. En el sector secundario de la economía se ocupaban 42 285 trabajadores que en términos porcentuales era 19.2 y por tanto, el sector terciario compuesto por las ramas de comercio y servicios principalmente, arropaban a 174 490 de los trabajadores, es decir a 79.22 por ciento de la PEAOC.
Este comportamiento de la población, así como su participación laboral en los tres sectores económicos, denota por un lado, el peso del sector terciario en la economía no sólo del puerto, sino de la región y del estado en su conjunto y por otro, el poco impulso que se da a los otros sectores como factores del desarrollo regional.
El comportamiento del índice de Marginación de -0.9375 en 2000 como el de -0.8644 de 2005, coloca Acapulco como de bajo nivel de marginación, lo que además refleja que es uno de los municipios más desarrollados del estado.
Al observar el comportamiento que presentaban los niveles de marginación en los municipios guerrerenses en 1995, se identifica que las condiciones de abandono y carencias a nivel municipal se exteriorizan de manera puntual, puesto que únicamente cinco de los setenta y seis municipios en que se dividía Guerrero, alcanzaron el calificativo de bajo grado de marginación: el Teniente José Azueta en la Región Costa Grande, Acapulco, que a la vez está catalogado como región, Chilpancingo de los Bravo de la Región Centro, Taxco de Alarcón e Iguala de la Independencia ubicados en la Región Norte.
Donde la marginación se presentaba más severa era en 34 municipalidades de muy alta marginación, de las que sólo seis se localizaban en alguna región distinta a la Montaña, por tanto, en esta última era donde se presentaban las mayores desigualdades. Otros 16 municipios guerrerenses exhibían un grado de marginación alto y 21 más se ubicaron como nivel medio.
Conclusiones
Los datos históricos de la marginación del periodo 1995-2005, manifiestan que en Guerrero no ha variado la condición de estado marginado. En 2005, se  mantuvo como la entidad más marginada del país, situación que se reflejó en sus municipios y regiones.
A nivel municipal, en 1995 tenía 34 municipalidades con alto grado de marginación, de las 75 que lo conformaban; en 2005 este mismo calificativo lo presentaban 34 de las 81 municipalidades en que se divide actualmente.
Por lo que corresponde a los de bajo grado de marginación, en 1995 cinco eran los municipios que se encontraban en dicho nivel; para 2005 sólo cuatro alcanzaron tal calificación: Iguala de la Independencia, Chilpancingo de los Bravo, Acapulco de Juárez y Teniente José Azueta. Por lo que concierne al de Taxco de Alarcón, que en 1995 se ubicaba en este grupo, para 2005 se le calificó como de nivel medio.
En términos del análisis intra regional, los datos del periodo 2000 a 2005, demuestran que en seis de las siete regiones la marginación es un problema generalizado, reflejado en medias de muy alto y alto grado de marginalidad, lo que indica que un poco más de 2 398 700 personas viven y padecen carencias de servicio de salud, educación, vivienda digna y empleo. En contraste en Acapulco el grado de marginación es bajo, lo que significa que los programas de desarrollo económico y social han sido encausados a beneficiar únicamente 23 por ciento de la población del estado y por tanto, se asume que las políticas de desarrollo social impulsadas en el transcurso de la historia no han cumplido su objetivo de incorporar el bienestar a toda la población.
En virtud de los niveles de marginación y disparidades intra regionales que se padecen en Guerrero, se hace necesaria una mayor atención de los distintos actores del Estado, con el fin de subsanar tales diferencias. Bajo este argumento, es importante señalar que la responsabilidad del Estado y de los gobiernos es fundamental para canalizar los recursos en programas de desarrollo económico y social. No puede ser entendible que el Estado como actor haya permitido que a un poco más de 160 años de su creación, Guerrero esté considerado como el de más alta marginación entre todas las entidades federativas de la república mexicana, con 77 por ciento de su población en muy alta o alta marginación, careciendo de oportunidades de integración y participación en sistemas de actividad social.
Otro actor que debe apoyar es la sociedad civil, la que a través de las Organizaciones Sociales le corresponde actuar en apoyo de la población marginada de Guerrero, no tan sólo demandando de las instituciones públicas su atención al combate de los altos niveles de marginación, sino además proponiendo alternativas de combate al rezago económico y social en que está envuelta la población guerrerense. En este contexto, la sociedad civil de Guerrero no puede seguir siendo encubridora de un sistema que ha eternizado la desigualdad, sino su responsabilidad es la de impulsar una alternativa de desarrollo económico y social que incida en eliminar las disparidades regionales, buscando que la población de las regiones Centro, Montaña y Costa Chica logren un bienestar equitativo y se evite esta anomalía social.
Finalmente, Guerrero es un estado de contrastes, con una región, Acapulco, integrada al desarrollo, puesto que la presencia de la marginación es baja, en comparación con las otras regiones del estado donde el índice es alto y muy alto, lo cual representa un costo que se traduce en las pocas oportunidades de la mayoría de la población guerrerense de acceder a mejores estadios de desarrollo. Por tanto, el Estado debe de tomar en cuenta tales disparidades de atraso en los ámbitos locales para una mejor planeación del desarrollo regional y que lo anterior coadyuve a mejorar la equidad distributiva del desarrollo económico y social. Donde la desigualdad y exclusión en que se encuentra la mayor parte de la población se contraiga o termine en un mediano plazo.
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Información sobre el autor
Ramiro Morales Hernández. Doctor en Desarrollo Regional por la Universidad Autónoma de Guerrero con la tesis Remesas familiares y condiciones de vida en el contexto de la migración guerrerense hacia los Estados Unidos de América. Es profesor-investigador adscrito a la Unidad Académica de Ciencias de Desarrollo Regional de la Universidad Autónoma de Guerrero. Sus líneas de investigación se han enfocado hacia el estudio del fenómeno de la migración en México, en sus vertientes nacional e internacional, lo que le ha permitido presentar sus trabajos en congresos internacionales, nacionales y estatales. Sus más recientes publicaciones, tanto en libros como revistas de excelencia son: "Remesas familiares internacionales en la discusión del desarrollo de las regiones de Guerrero, México" en Hugo Ángeles CRUZ et al, Migraciones contemporáneas en la región Sur Sureste de México, IISUAB/ECOSUR, México. 2010; "Evaluación estatal del Programa 3X1 para Migrantes", en Alejandro Díaz et al., Evaluación del Programa 3X1 para Migrantes en Guerrero 2002-2008, FOMIX/Gobierno del estado de Guerrero/UAG, México, 2009" "la mujer migrante en la perspectiva del desarrollo en Acapulco, Guerrero", en América RODRíGUEZ et al., Los retos del desarrollo en Acapulco, UAG. México, 2009. Dirección electrónica: mohera18@hotmail.com.