El haz muscular apicobasal (HAB) del ventrículo izquierdo (VI) es un posible marcador morfológico de miocardiopatía hipertrófica (MCH), adicional a otras expresiones fenotípicas asociadas a la enfermedad, como criptas miocárdicas, alteraciones en la válvula mitral, la arquitectura muscular papilar o la morfología ventricular derecha1, además de la propia hipertrofia del VI2. La HAB se extiende desde la región apical a la porción más basal del septum o de la pared anterior.
En un estudio, la estructura se encontró en el 63 % de los portadores de MCH y en el 60% de sus familiares genotipo positivo/fenotipo negativo (G+/F–) y no se encontró diferencia respecto a la presencia de la HAB entre MCH con y sin mutación en genes de la sarcómera1.
Se trata de un paciente de sexo masculino de 48 años, 170 cm y 80 kg, sedentario, nunca estudiado para MCH, sin hipertensión arterial ni antecedente de muerte súbita en la familia u otras comorbilidades.
Fue enviado por dolor precordial opresivo de inicio reciente e intermitente, no relacionado a esfuerzos, movimientos respiratorios, postura ni a la digitopresión en parrilla costal, sin otra sintomatología. No se identificaron criterios de hipertrofia del VI en el electrocardiograma de reposo.
La angiotomografía mostró arterias coronarias normales e hipertrofia generalizada leve del VI, con un grosor parietal máximo de 15 mm en diástole, con un haz muscular contráctil único (Fig. 1) que se extiende a lo largo de la pared anterior desde la región apical a la basal, no insertada en la válvula mitral, hallazgo incidental de localización y morfología similar al HAB de MCH, signo que puede justificar la búsqueda de esta miocardiopatía, subdiagnosticada en la práctica cardiológica diaria.