Introducción
El síndrome hepatopulmonar (SHP) se define con la tríada de enfermedad hepática crónica, hipertensión portal con o sin cirrosis y vasodilatación pulmonar capilar y precapilar, que condicionan cortocircuitos de derecha a izquierda, alteraciones en la ventilación/perfusión y en la difusión pulmonar de evolución progresiva, PaO2 < 80 mmHg y gradiente alveoloarterial > 20 mmHg expresado con cianosis1,2.
Casos clínicos (Tabla 1)
N.º | Sexo | Edad | Exploración clínica | SaO2 AA | SaO2 con O2 | FP | ECG | PSAP | FEVI (%) | ECOTT contrastado | Varices esofágicas | Falleció |
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1 | F | 14 años | Telangiectasias Hepatomegalia Esplenomegalia Acropaquias Cianosis | 70 | 94 | ↑ | CCI | 39 | 46 | + | III | Sí |
2 | F | 12 años | Telangiectasia Hipocratismo Cianosis | 75 | 90 | ↑ | + | No | ||||
3 | M | 10 meses | Desnutrición Hepatomegalia Acrocianosis Ictericia | 80 | 94 | ↑ | CCD | 40 | 78 | + | N | No |
4 | M | 4 años | Ictericia Hepatomegalia Red venosa colateral Disnea Soplo en foco pulmonar | 70 | 90 | ↑ | n | 36 | 64 | + | N | No |
5 | F | 9 meses | Ictericia Hepatomegalia Red venosa colateral Ascitis Dificultad respiratoria | 83 | 90 | n | CCI | 33 | 66 | + | III | No |
6 | F | 6 años | Ictericia Disnea Hepatomegalia Taquipnea Soplo en foco pulmonar Red venosa colateral | 86 | 96 | ↑ | n | 34 | 73 | + | III | Sí |
7 | M | 7 años | Ictericia Hepatomegalia Red venosa colateral Disnea | 84 | 95 | n | n | 32 | 58 | + | III | Sí |
AA: aire ambiente; CCD: crecimiento de cavidades derechas; CCI: crecimiento de cavidades izquierdas; ECG: electrocardiograma; ECOTT: ecocardiograma transtorácico; F: femenino; FEVI: fracción de expulsión del ventrículo izquierdo; FP: flujo pulmonar; M: masculino; N: normal; PSAP: presión sistólica de la arteria pulmonar; SaO2: saturación de oxígeno.
Primer paciente
Antecedentes de vómito, distensión abdominal, evacuaciones melénicas y hepatalgia. Panendoscopia: varices esofágicas de grado III. Se propuso para trasplante hepático y pulmonar. Falleció con cirrosis posnecrótica e hipertensión portal.
Segundo paciente
Diagnosticado de hipertensión portal secundaria a degeneración cavernomatosa de la vena porta. Se realizó gammagrama ventilatorio-perfusorio (Fig. 1). En el cateterismo cardiaco, fístulas arteriovenosas con paso de contraste tardío a las venas pulmonares, sugiriendo derivaciones de derecha a izquierda.
Tercer paciente
Desde el nacimiento con abordaje de síndrome colestático neonatal. La biopsia hepática reporta hepatitis neonatal de células gigantes. Perfil hepático alterado y predominio de bilirrubina directa. IgM para parvovirus positiva. Abandonó la consulta de control.
Cuarto paciente
Con bronquitis recurrentes e ictericia desde los 8 meses. Serología positiva para citomegalovirus y virus de Epstein-Barr. Tomografía computarizada abdominal con hígado cirrótico, con nódulos de regeneración, considerando hepatitis autoinmunitaria. Biopsia hepática con fibrosis porto-portal, cirrosis hepática posnecrótica. Se propuso para trasplante hepático. Abandonó el control médico.
Quinto paciente
Presenta colestasis a los 3 meses de edad. Se diagnostica con cirrosis hepática, atresia de vías biliares. Operada de Kasai con Y de Roux. Biopsia hepática que confirma la cirrosis biliar secundaria a atresia de vías biliares. Serología positiva para citomegalovirus. La endoscopia muestra varices esofágicas de grado III. Se programó trasplante hepático.
Sexto paciente
Hepatocarcinoma a los 2 años de edad e hipertensión portal. Ultrasonido hepático con presencia de hígado pequeño. Biopsia hepática con hígado cirrótico. Serología con anticuerpos IgM contra la cápside del virus de Epstein-Barr e IgG positivo para citomegalovirus. El paciente falleció por coagulopatía.
Séptimo paciente
A los 3 años de edad con hipertensión portal secundaria a degeneración cavernomatosa de la porta. Operada de derivación esplenorrenal distal tipo Warren. Se realizó escleroterapia de las varices esofágicas. Falleció por hipertensión portal y sangrado de tubo digestivo.
El ecocardiograma 2D de contraste fue positivo en todos los pacientes (Fig. 2).
Discusión
La hipoxemia con la que cursan estos pacientes es secundaria a la ascitis, con ascenso diafragmático y alteración de la ventilación/perfusión con vasodilatación pulmonar, misma que está dada por segregación de sustancias vasodilatadoras, como el péptido natriurético tipo B, el péptido intestinal vasoactivo y el óxido nítrico. Los macrófagos intravasculares incrementan el óxido nítrico, que da un efecto angiogénico y cortocircuitos arteriovenosos pulmonares3.
La derivación intrapulmonar y la falta de constrictores circulantes con alteración de la ventilación/difusión tiene como consecuencia hipoxemia1. La sobreexpresión del receptor endotelina B y la sobreproducción de colangiocitos y endotelina 1 provocan un remodelaje microvascular pulmonar, que aunado a una predisposición genética da como resultado derivaciones intrapulmonares2,4.
Las manifestaciones clínicas incluyen nevos aracniformes, anemia, ascitis, cirrosis, disnea, acropaquia, cianosis, platipnea, ortodeoxia y desaturación3. La ecocardiografía transtorácica con contraste requiere 2 jeringas de 10 ml, una llave de tres vías y solución salina fisiológica. Se procede a mezclar 9 ml de solución con 1 ml de aire por 3 segundos, y tras la formación de burbujas se inyecta por vía periférica5. La aparición de microburbujas en la aurícula izquierda de tres a seis ciclos cardiacos después de la inyección es diagnóstica de SHP (sensibilidad del 68-75% y especificidad de 93-100%) y de otras malformaciones arteriovenosas sistémicas6. Si las burbujas se visualizan en los tres primeros ciclos cardiacos, el cortocircuito es intracardiaco, como comunicación interauricular o foramen oval permeable. De acuerdo con el número de burbujas en el ventrículo izquierdo, se ha graduado la gravedad del SHP en 1 (≤ 29 microburbujas), 2 (30-100 microburbujas) y 3 (> 100 microburbujas)7. La gammagrafía pulmonar de perfusión con albúmina macroagregada y tecnecio-99m permite estimar la fracción del cortocircuito de derecha a izquierda, con paso de contraste a diferentes órganos1,6,8.
Otra opción es la angiografía pulmonar para detectar fístulas macroscópicas y clasificar en difuso o focal. La tomografía computarizada y el ecocardiograma transesofágico tienen mayor sensibilidad, pero son costosas y requieren sedación, con riesgo para pacientes con varices esofágicas3,8.
El tratamiento es variable y poco esperanzador; incluye azul de metileno (que inhibe el óxido nítrico), betabloqueadores, inmunosupresores, glucocorticoides, ácido acetilsalicílico y embolización focal pulmonar.
El pronóstico depende de la gravedad de la afección pulmonar y de la posibilidad de llevar a cabo un trasplante hepático ortotópico, que mejora las derivaciones intrapulmonares y la oxigenación, con un éxito del 70-84% (las derivaciones intrapulmonares se resuelven en 3 meses posteriores al trasplante)6. Los casos de SHP muy graves (< 50 mmHg) son de mal pronóstico8. Sin un tratamiento temprano, el pronóstico de sobrevida a 1 año es del 15-40%.