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Desacatos
versión On-line ISSN 2448-5144versión impresa ISSN 1607-050X
Desacatos no.42 Ciudad de México may./ago. 2013
Testimonios
Tres miradas desde el interior de #YoSoy132*
Three Visions from within #YoSoy132
Carmen Díaz Alba
Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social-Occidente, Guadalajara, Jalisco, México carmen.diaz.alba@gmail.com
Luis es ingeniero en comunicación multimedia por la Universidad de Guadalajara (UdeG). Se integró al Movimiento #YoSoy132 en Puerto Vallarta, mientras estudiaba allá. Para él, #YoSoy132 "fue así como mi despertar al activismo, a la política y todas esas ondas sociales". Actualmente es parte de la Comisión de Vinculación del Movimiento. Todo comenzó con una convocatoria en las redes sociales para asistir a la marcha contra Enrique Peña Nieto (EPN), candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia:
Cuando salió el primer evento [de Facebook] me quedé así como "órale, ¿no?". Y como a los 10 minutos vi que surgió otro en Estados Unidos, en Los Ángeles. Y recuerdo que dije: "¿Cómo es posible que se pongan a pelear por tu país, fuera de tu país, y tú no hagas nada?". Y dije: "Voy a hacer la marcha antiEPN aquí en Puerto Vallarta". Poco después estalla lo del 132, lo de la Ibero [Universidad Iberoamericana]. Fue una mezcla muy extraña de "no sé qué está sucediendo, no sé exactamente qué es el 132", estoy seguro de que el 132 en sí no sabía qué era, fue como la teoría de la creación, ¿no? O sea, de que llegó Dios y "puc", allí estás. Y ahora qué, ¿no? ¿Hacia dónde vamos? Ya estamos reunidos, ya marchamos. Y sí, así fue como se dio el 132 en lo que me tocó a mí vivir (Luis).
Citlali estudió diseño industrial en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y vino a la UdeG a estudiar una maestría en desarrollo de nuevos productos. Ha participado en varios grupos de activismo en temas como diseño multidisciplinario y social, equidad de género y movilidad. Cuenta que desde pequeña iba a las marchas y cuando vio que se organizaba una contra Peña Nieto dijo:
Pues hay que ir. Sentí el llamado del activismo. Después fue la marcha del 132, hice mi pancarta que decía: "Infórmate, no te dejes engañar". La hice con pinturas fluorescentes. Cuando salió la convocatoria de la primera asamblea, estaba allí en primera plana y como soy diseñadora me metí a Creativos. Me latió muchísimo todo lo que era performance en la calle. Había mucha gente que no estaba conforme. Pude vestirme de mimo, gritar, hacer todo lo que yo quería en la calle, hablar con la gente, verla a los ojos (Citlali).
Isaac estudia ciencias políticas y gestión pública en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Al principio se involucró en un colectivo llamado Voto Informado, que hizo encuestas sobre la tendencia del voto en su universidad, pues los temas de participación siempre le han atraído. Ahí conoció a la mayoría de los integrantes de Más de 131 ITESO. Varios amigos habían asistido al evento de la Universidad Iberoamericana (Ibero) en que Peña Nieto fue abucheado y le contaron cómo fue. Se interesó y empezó a trabajar con la célula del ITESO en la organización de las primeras asambleas y del debate de candidatos, y se fue integrando al 132. Participó de manera activa en la planeación de las marchas:
Creo que mi aporte más grande fue contar con recursos como megáfono, información sobre logística de las marchas, pancartas, materiales, cómo atender a los medios, cómo dar mensajes. Después del debate, me di cuenta de que hacía falta una integración entre varias escuelas, entonces propuse que los del ITESO nos fuéramos involucrando con el 132 (Isaac).
DESPERTARES: CUANDO IRRUMPEN LOS "POR QUÉS"
Luis cuenta que al finalizar la primera marcha hubo un sentimiento de "¿Y ahora qué sigue?":
Siempre al final de las marchas alguien dice algo, ¿no? Pero recuerdo que llegamos al final y fue "¿qué sigue?". Así como puntos suspensivos... Creo que el mismo hecho de que la gente no supiera fue lo que orilló a que otras personas se pusieran a investigar qué se tenía qué hacer. Originalmente era contra Enrique Peña Nieto. Pero después me puse a ver realmente: es una persona, es un individuo, es ridículo que estés contra una persona. Después te da un poquito más de curiosidad por saber qué representa esta persona y por qué a mí me genera esto. Ahí fue cuando empecé a averiguar acerca del capitalismo, del neoliberalismo, con respecto a la historia de México. Y te das cuenta de que sí, pues es como un despertar bien extraño: "Oye, ¿esto estaba pasando?" Y yo ni en cuenta, yo dormido en mi burbujita haciendo mis cosas, buscando la manera de ganar más dinero para seguir adelante. Y de repente: "Espérate, pero ¿por qué es esto? ¿Por qué si el gobierno debería de estar haciendo esto, no lo hace?" Y empiezas a cuestionar más las cosas. Fue precisamente el hecho de llegar a un punto en donde nadie te dijo nada. Cuando llegas a un punto y alguien te dice algo, ya sabes como por dónde, qué camino seguir, pero cuando llegas a un punto en el que nadie te indica una dirección, te orilla a plantearte a ti mismo: "¿Hacia dónde voy, qué está pasando, qué quiero hacer?". Y esa duda me orilló a leer, a buscar, a saber de otros. Y fue ahí que dije: "Esto es el 132" (Luis).
Para Citlali las redes sociales fueron muy importantes, pero no sólo eso:
El primer video que sale del 132 fue hacia Peña Nieto, hacia el dirigente del PRI, que dijo que era gente que estaba con López Obrador, que eran porros infiltrados. Ese video de 131 personas que mostraron sus credenciales desmintiendo a quienes les llamaron porros. Ellos se estaban defendiendo. Después empieza a evolucionar. Al principio todo fue muy reactivo: "¡Ah! Me enojé. Voy a hacer un video, porque él está diciendo una mentira". Y después muchísima gente más. Hasta salió un video de los del 133, que eran de puros de secundaria. Tú sabes o intuyes que hay algo que no está bien y ¿qué es lo que te hace juntarte? La reacción, ¿no? La fuerza. No es algo razonado, la verdad. Es la emoción, es el hartazgo, son estas cosas que te unen. Si te digo "me duele", si te digo "estoy harta", y tú me dices "yo estoy enojada". ¿Y si gritamos? ¡Pues va! ¿Qué gritamos? No importa, por ahora tú grita que te duele. Entonces y ya después nos vamos a voltear a ver como al final de las marchas: "¿Y ahora qué sigue?" (Citlali).
En el caso de Isaac:
[El 132] fue espontáneo, autónomo, no es cierto que está pagado por López Obrador, cada quien lo hace porque quiere, no por un beneficio económico o un beneficio político. Son ánimos y gente nueva, que nunca había hecho nada. Y ése es el espíritu que le veo, lo interesante y lo padre. ¿Cómo ves a un popis del Tec de Monterrey [Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey] protestando? Como que da todo un giro, nos tachan de revoltosos, que no tenemos otra cosa qué hacer. Pues muchos de esos revoltosos son de escuelas privadas y públicas, no era nuestro confort ni defender el status quo que teníamos, había algo que nos interesó y nos movía por hacer algo. Y no es el PRI, para mí son lo mismo los tres partidos, no veo una diferencia, un cambio si hubiera ganado otro, es el mismo sistema, sus instituciones, que orilla a tantos atropellos a los derechos humanos, a la diversidad humana, al ecosistema. El cambio de raíz lo van a lograr todos los movimientos sociales, no tanto los partidos. Es el factor ciudadano y el factor de inconformidad que juegan un papel muy importante en todo esto. No nada más es la imposición de un candidato, son otras imposiciones. Por ejemplo, las novelas. ¿Por qué la güerita tiene que ser la hermosa y el moreno tiene que ser el feo? Los medios son sumamente importantes (Isaac).
EL PODER DE LAS REDES SOCIALES
Citlali recuerda que el movimiento empezó con un video en Youtube: "¿Quién tiene Youtube? ¿Quién tiene el acceso a internet? Los primeros que reaccionaron y se fueron a Televisa fueron los del ITAM [Instituto Tecnológico Autónomo de México], algunos de la UNAM. Había acceso a una viralización que no se había dado antes, por las redes sociales". Luis está de acuerdo y agrega:
Realmente yo sólo sabía lo básico, había visto la presentación de Peña Nieto en la fil [Feria Internacional del Libro de Guadalajara], ni siquiera puedo decir que estaba metido en la política o en algún partido, pero sí me llamó mucho la atención y vi que mucha gente pensaba lo mismo. Por redes sociales es más o menos fácil ver como que un inconsciente colectivo (Luis).
Se explica:
Cuando tienes una idea que empata con otra idea, lo que se une mediante las redes sociales son las ideas, no tus características físicas, sino tus ideologías. En otros movimientos no existían las redes sociales. Podemos identificarnos más por maneras de pensar que por lo que aparentamos. Fue cosa de que en un día o dos estallaron todos los eventos en Facebook, fue impactante. Más de mil personas habían dicho que iban a ir, pues sí te asustas, ¿no? De repente ves que mil personas van a hacer caso a tu invitación (Luis).
Isaac pasó de ser vocero de la Comisión de Marchas a integrarse a la de Comunicación:
Hago mis aportaciones por las redes sociales, tengo contactos con distintas universidades. Gracias a las redes sociales podemos difundir todos los eventos que hacemos, todos los eventos que organizamos, de manera más fluida y más rápida. Por ejemplo, la primera marcha que se organizó del 132 fue muy espontánea, en tres días. Era una convocatoria a nivel nacional y dijimos: "Guadalajara no se puede quedar así". Entonces, por medio de las redes sociales empezamos a darle, darle, darle. Con Twitter y Facebook, y fue ahí donde despegó el Movimiento, fueron las bases de las redes sociales (Isaac).
DE LAS REDES A LAS CALLES: LA INDIGNACIÓN SE CONTAGIA
Una de las acciones de #YoSoy132 en Guadalajara consistió en la organización de un debate ciudadano con los candidatos a gobernador de la entidad. Como en el caso nacional, el del PRI se rehusó a participar. Para Isaac, fue un momento importante y tuvo mucho seguimiento en las redes sociales. Se emociona más al contar sobre la marcha de Guadalajara del 7 de julio, aquella a la que llegaron alrededor de 20 000 personas:
La megamarcha que se hizo con los frentes, con los sindicatos y con el 132 fue la segunda marcha más numerosa que ha habido. Fue un parteaguas para decir que la sociedad civil está activa y que sí tenemos un eco enorme, a pesar de no ser un movimiento institucionalizado ni un movimiento organizado como asociación civil. Había gente que nunca en su vida había salido a marchar y éste fue el detonante para que saliera. Fue: "Mi amigo lo está haciendo, estábamos juntos en la prepa, ¿por qué yo no?". Otra cosa es que no nada más es el amigo del primo, sino que ellos también tienen familia, y a su vez se crea como una cadena de estrategia mediática interna: "¿Por qué mi hijo está marchando? Yo soy priista como mi padre o mi abuelo, y mi hijo está marchando contra eso". Yo digo que quiebras esa barrera de pensamiento. No vas a dejar de tener una ideología de la noche a la mañana, pero sí te pones a pensar: "¿Por qué está el país así? ¿Qué estamos haciendo? ¿En qué está influyendo Televisa? ¿En qué están influyendo los medios? ¿Qué estoy haciendo yo?" Creo que es ahí el punto de la importancia de salir a la calle, la importancia de quejarse todo el tiempo, y donde se puede dar un cambio. Porque mucha gente dice: "Pues no sirvió de nada, allí está Peña Nieto", o "¿De qué va a servir si ahí está el fraude?". Pues a lo mejor no lo vemos ahorita, pero sí creo que si seguimos habrá repercusión en el futuro (Isaac).
Para Luis, #YoSoy132 pasó de ser un movimiento reactivo a expresar la inconformidad de toda la nación: "es indudable y si le preguntas a cualquier persona, la mayoría te va a decir que no está conforme con lo que sucedió, con quién ganó, por cómo se dio. Pero de una reacción pasó a volverse una propuesta, ya no estás esperando a ver qué va a suceder". Citlali recuerda cuando establecieron el campamento en el Parque Rojo:
La gente que bajaba del camión o salía del tren veía y se preguntaba qué era. Es bien diferente que tengas apoyo presencial a apoyo organizativo, o sea, toda esta gente de la que tuvimos apoyo presencial siguió con nosotros hasta la última marcha, y fue la misma que, estoy segura, se desencantó después de las elecciones. Iba muchísima gente, señoras, niños, ancianos, quien fuera, a decirnos en dónde firmo, a dónde voy, qué hago, dime qué hacer. Teníamos tantas firmas, teníamos tanta gente, pero no podíamos ni siquiera decirles exactamente qué era el 132 o qué quería exactamente el 132. Había un manifiesto que decía que éramos antineoliberales, antiEPN, y en el momento en que sabían que era algo contra el gobierno, decían: "Estoy con ustedes". Simple (Citlali).
Isaac completa la misma idea:
No es 132, sino que mucha gente lo piensa: "Son unos políticos corruptos, Televisa es una cochinada". Y te das cuenta de que no encontraban el medio para decir: "Sí, ya estoy hasta la madre". Entonces, siento que fue el pretexto. No es algo planeado, formulado, "el milagro que nos va a salvar". Lo importante es contagiar las ganas. La gente tiene miedo, te dice: "Sí, pero no me atrevo". Bueno, vamos intentando. La gente empieza a cuestionar, aunque no marchen, aunque no se quejen, la misma gente dice: "¿Por qué estos tipos se están quejando? ¿Qué está mal?". Ahí es cuando creas un por qué. ¿Por qué, por qué?. Y al hacer preguntas, pues vas encontrando respuestas. Claro que hay diferentes posturas, obviamente, pero saben que dentro de estas posturas hay algo que cuestionar. Y eso es lo importante: hacer que la gente cuestione. Yo no voy por la calle diciendo: "Ven y únete" o "Ven, hazte activista". No: "Ven, cuestiónate por qué estamos saliendo". Y ya la gente se cuestiona solita. Romper paradigmas es lo importante para mí.
#YoSoy132 ha movilizado a la gente rapidísimo. Sucede algo y ahí está la solidaridad, esa hermandad entre todos, creo que es lo que ha sido positivo para el Movimiento. Nunca nos habíamos conocido, pero una persona llega y otra, por el hecho de unirnos a una causa es como si lo hubieras conocido de mucho tiempo y te genera esa confianza. Entonces creo que eso nos ha impulsado más. Es como un ciclista: vas solo por la calle y te sientes frágil, sientes que en cualquier momento te van a atropellar, pero vas en un paseo, y es otra onda. Es como: "¡Ah, qué chido! No me va a pasar nada". ¿O no? Es lo mismo acá: si vas solo contra el sistema, no es lo mismo que tú lo hagas a un montonal. Como que te da fuerza y ánimos (Isaac).
LA CONVERGENCIA CON OTROS MOVIMIENTOS SOCIALES
Citlali e Isaac participaron en algunas sesiones de la Convención Nacional contra la Imposición. Isaac cuenta que la Primera Convención, la de San Salvador Atenco, fue un momento muy importante para el Movimiento y también a nivel personal:
Creo que ahí toma un sentido radical, para mí, necesario. Ahí se juntaron diversos activistas, de Cherán, los de Atenco, los del SME [Sindicato Mexicano de Electricistas], los de las presas, fue un movimiento enorme, había gente de la UNAM, de todos lados. Fue como potencializar el Movimiento, darlo a conocer. Para muchos significó una radicalización. Todo mundo gritaba: "¡Atenco no se olvida, Atenco no se olvida!", pero yo no conocía realmente cuáles habían sido las circunstancias, la historia, a lo mejor por lo que había leído, sí, pero es como "bueno, pasó y ya, ¿no?". Y cuando estás allí. Platicaba con las señoras, me platicaban historias fuertes, luego ves una plaza y recuerdas: "Aquí pasó esto". Tal vez en nuestra área de confort no pasa nada, pero en otros lados sí. Nosotros teníamos los reflectores, obviamente que otros movimientos van a aprovechar eso para también reflejar su causa. Es importante, sí, pero creo que nos faltó autonomía, hizo falta tomar nuestra propia agenda al ir solidarizándonos con otros. Se están dando esos lazos, hay gente que tiene luchas, que ya tenía experiencia en otros lados y nos estamos mezclando. Es muy buena la idea. Primero porque haces la lucha más grande, abarcas más horizontes, conoces más gente, más experiencias, y por otro lado los jóvenes que antes no tenían nada que ver en luchas se interesan más en otros temas (Isaac).
Citlali se emociona cuando narra su experiencia en Atenco:
Hay una conexión que yo sé que si alguien que viene de fuera y nos ve platicar entiende que no es que sea otro lenguaje, es otro entendimiento, ¿no? Con otros movimientos se sintió otro nivel. Ese entendimiento entre luchas se siente en la manera en la que hablan. En su análisis político puedes darte cuenta de que esas personas llevan un recorrido en el que tú apenas estás, aunque no sea el mismo recorrido. Puedes sentir que hay una experiencia y un entendimiento entre ellos también. Llega un movimiento como 132, que lo único que trae son reflectores, y trae una propuesta que todo mundo considera como fresca, o sea, lo que está fresco son los jóvenes. Yo lo oí mucho de otras personas mucho más experimentadas. Decían: "Es que ustedes son los jóvenes, un movimiento muy fresco, ideas nuevas". Hasta me sentía recién bañada cuando te decían eso y te sentías muy bien. La pregunta obligada e inmediata era: ¿qué quiere el 132? Toda tu frescura se volvía un poco rara y decías "democratizar los medios". Entonces empiezas a hablar en unos términos que para empezar tú no hablabas: democratizar, neoliberalismo, esas palabras. Tú estás un poco más inflada por la frescura, por los reflectores y por la novedad y al mismo tiempo te obliga a ser humilde y decir: "No sabemos muy bien ahora, pero en qué podemos ayudarles", porque ésa era la reacción inmediata. ¿Qué quiere el 132? No sabemos, pero para lo que ustedes quieran, aquí estamos. Y esa reacción, que la vi siempre, tuvo una reacción masiva de: "¡Oh! Muy bien, muchachos. Llamada de resistencia de El Salto, llamada de los de Cherán, llamada de los de Atenco, llamada de los de Huexca".
En las etapas más bonitas del Movimiento hubo una Convención Nacional en Huexca. Desde ese momento, estoy casi segura, empezó este sentir del 132 como una especie de compromiso ante las resistencias sociales ya existentes. En Huexca se vio mucha solidaridad. Los pobladores expresaron su preocupación porque les iban a poner la termoeléctrica y entonces, obviamente, también expresaron su necesidad de ayuda y de apoyo. El 132 inmediatamente dijo: "Nosotros podemos". Con esta frescura, esta novedad y esta fuerza que teníamos en un principio dijimos sí. Y al decir sí a Huexca, de alguna manera creo que nos comprometimos, entre comillas gratis, sin saber absolutamente nada de lo que después podía venir. Ahí mismo cuando se acabaron estos tres días del encuentro muchos pobladores se nos quedaban viendo y nos decían: "Es que ustedes son muy jóvenes, y ustedes les van a decir que sí a todos, pero por favor no se olviden de Huexca". Y ahorita Huexca está viviendo una situación en donde yo misma me siento impotente [se le quiebra un poco la voz], porque yo fui también la que gritó y dijo: "¡Huexca, estamos contigo! ¡Huexca no se olvida! ¡Huexca en pie de lucha!". Este aprendizaje, al enfrentar como movimiento nuevo a estas luchas, de alguna manera con experiencia, te hace tener este sentón de realidad (Citlali).
ALGUNAS TENSIONES EMERGEN
No todo fue miel sobre hojuelas para el Movimiento. Citlali narra:
Era muy diferente organizarse en otros estados. Jalisco era el segundo más importante del 132, ya después se fueron dando Veracruz, Michoacán. En la UNAM se hizo la primera asamblea, se fue masificando el 132. Evidentemente la minoría eran universidades privadas y la mayoría eran universidades públicas, y más de la UNAM. Para muchas personas el 132 está en la UNAM. En Guadalajara teníamos nuestras reuniones y asambleas en el parque, donde cualquier persona que pasara podía llegar y opinar. Tuvimos la experiencia de querer hacer alguna asamblea en un centro universitario de la UdeG y hubo amenazas, hostigamiento. Empezamos a ver que en muchos otros estados se dio igual. Cuando llegamos a las reuniones interuniversitarias en el DF escuché que cualquier movilización a nivel nacional tenía que salir primero del DF. Al principio asistíamos tres, cuatro estados, y aunque no estuviéramos muy de acuerdo, al momento de votar no éramos ni remotamente la mayoría, ¿no? La mayoría era de la UNAM y de otras universidades. Después, en las siguientes interuniversitarias empezamos a darnos cuenta de que había más estados, y empezamos a reunirnos. Dibujamos una República Mexicana y empezamos a pasar lista por estados. Ahí también, por ejemplo, se va viendo toda la diversidad y lo enorme que es tu país, y es tan diverso que no es lo mismo el norte en una situación bien específica de represión y la represión que viven en el sur. A los chavos que venían de Oaxaca, por ejemplo, los fichaban de una manera muy diferente a los del norte, allí eran muchísimo más violentos (Citlali).
Otra cuestión es la toma de decisiones. Para Isaac, la asamblea es lo más transparente:
El sistema de comisiones, que cada comisión tenga su asamblea y discuta un tema y lo suba a la asamblea general, hasta ahí va bien. Pero ya cuando se discute en la asamblea, son asambleas de seis horas. Siento que todavía no ha funcionado. Por ejemplo, la decisión que se toma en Atenco fue tomar Televisa. Pero ¿cómo? Primero, ¿cómo tomas Televisa a nivel nacional, si no es lo mismo una situación ni número de gente en la ciudad de México que en Tamaulipas? O sea, cómo van a ir 40 personas en Tamaulipas a tomar Televisa. Ni siquiera tienes el potencial ni los medios ni nada para realmente tomarlo. Y otra, si es un movimiento pacífico, ¿cómo vas? Al fin y al cabo estás agrediendo a una institución privada. Tenemos que replantearnos el activismo y ver si en verdad estamos funcionando así. El activismo se centra en el DF, hay más gente, y ésa también es una de las incongruencias que tenemos, que estamos criticando al sistema de gobierno y estamos haciendo lo mismo dentro del Movimiento. Hay otras tensiones, por ejemplo la radicalidad. Estás desesperado que no avanza, que siempre va a ser lo mismo, quieres hacer algo más fuerte. Ves la "primavera árabe", los estudiantes en Chile, "los indignados" en España. Unos dicen: "Aquí también a hacer las acampadas", pero hay quienes dicen: "Vamos tranquilos, vamos a ganar conciencias con obras de teatro". Sí, está bien, pero queremos más, es un conflicto. Claro que tenemos que tener un equilibrio y medir, depende de las circunstancias de cada uno (Isaac).
Luis está de acuerdo y piensa que cada célula de #YoSoy132 debería conocer su realidad y con base en eso ver qué puede aportar a lo nacional:
Porque si te pones a quererle aportar todo a lo nacional, la verdad no se va a poder. Primero tienes que barrer tu casita. Tratar de atender lo nacional sin atender lo regional es como querer ir a barrer la calle sin primero barrer tu casa, ¿no? Cada entidad que es el 132 tiene que ver cómo funciona y cómo se puede acoplar al 132 nacional, porque no te puedes atener solamente a lo que diga el centro del país. No puedes estar así porque entonces no hay horizontalidad, sigue siendo algo vertical que viene de allá, del centro (Luis).
Concierto #YoSoy132 en el Zócalo de la ciudad de México, 23 de junio de 2012.
VENCER EL MIEDO, DENUNCIAR LA REPRESIÓN
Cuenta Luis que cuando fue la primera marcha en Vallarta:
Mucha gente tenía miedo. Decían: "¿Y si nos desaparecen, si nos hacen esto, lo otro?". Recuerdo que a mí mismo me daba miedo. Te acercas a la gente mayor y tiene miedo, su primera reacción es "estoy de acuerdo con lo que dices, pero tengo miedo de lo que me pueda suceder". Los niños como no tienen ese miedo, se acercan y te preguntan. Un niño realmente no sabe lo que es el miedo, llegan, te preguntan, tienen curiosidad (Luis).
En Guadalajara hubo algunos incidentes. Citlali relata que llegaron camionetas al parque en donde se reunían:
Se bajaron, nos tomaron fotos. O lo típico, que en cada marcha ves a alguien bien raro que te está tomando fotos y que está dando vueltas. Es ficharte para saber exactamente quién eres. Represión tal cual, directa, fue cuando levantaron a estos cinco compañeros que querían pegar un cartel. Ni siquiera lo habían pegado, llegó la policía, los esposó, los subió a la camioneta y después no sé qué pasó que nunca se los llevaron. Dijeron que eran 132 y que se pusieran guapos para los medios de comunicación.
Hablaron y los soltaron. Fuimos con los abogados de CEPAD [Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo, A. C.], levantamos un acta, la llevamos al ayuntamiento. Dimos una rueda de prensa. En la esquina llegan dos policías y nos dicen: "¿Qué onda, muchachos? ¿Ustedes son los jóvenes del 132?", nos toman más fotos. No es que sea una represión como tal, pero sí se siente la presión, te están diciendo: "no me gusta, te tengo identificado". Hubo represión en marchas en Veracruz, en Michoacán. Ahí sí hubo golpes, los suben a camionetas y los desaparecen unas horas. De todo eso te enteras por redes sociales. Y bueno, el caso de Alef, de Baja California. Él cuenta que sufrió tanta presión: veía coches estacionados afuera de su casa, le cortaban el teléfono, le intervenían líneas, que tuvo que desaparecerse un rato (Citlali).
Isaac está consciente de los riesgos, pero también de las sutilezas de la represión:
No estamos exentos en ningún lado de que algo nos pueda pasar. Y la represión siempre se ha dado, pero ahorita las represiones las disfrazan de cooptaciones, de manipulación de información, callándonos. Te tienen ubicado. La visibilidad es un medio de protección, pero a la vez nos tienen bien vigilados, saben qué estamos haciendo. Es un arma de doble filo también. Hay que crear conciencia, porque si a alguien le pasa algo y nadie dice nada, el gobierno lo va a seguir haciendo. No se puede quedar en el olvido. Tenemos que seguir incidiendo, por más que digan: "¡Ay! Son los mismos revoltosos" (Isaac).
¿EL FIN DE #YOSOY132?
Seis meses después de la emergencia de este movimiento surge entre algunos la pregunta de si fue solamente una "llamarada de petate". Citlali comenta que es necesario tomar en cuenta que el contexto cambió:
Durante el periodo de vacaciones mucha gente tenía mucho tiempo, los estudiantes teníamos más tiempo. Toda esta energía y todas estas ganas de hacer algo se juntan. Se conjuntaron las redes sociales y el tiempo. Cuando la gente empieza a entrar a clases o a trabajar, cualquier actividad, pues empezaron a tener menos tiempo. Éste es un movimiento que se mantiene con tiempo libre y sin remuneración económica. Parece ser que hay un declive del número de personas que están apoyando y asistiendo en organización o en eventos, pero no es que la gente se haya espantado y se haya ido, es que el tiempo también disminuye. Es como cualquier ciclo normal: crece, se desarrolla, madura y muere o se transforma. Pasa exactamente lo mismo. Hay mucha gente que es muy fatalista, que dice que ya murió, pero yo creo que no, a mí se me hace bien normal. Obviamente hay gente que se desespera también. Hay gente que esperaba otra cosa y se sale. Otros dicen: "Pues ya no nos pela nadie", cuando en realidad el objetivo no es que te pele alguien. El objetivo más bien es que estás chambeando con un objetivo específico, cada quien tiene sus posibilidades, y ya" (Citlali).
A la misma pregunta, Luis contesta:
Estamos acostumbrados a decir: "Voy a hacer esto, voy a obtener esto. Si lo obtengo, chido, y si no, no funcionó y lo boto". ¿Por qué no pensar en algo tal vez un poquito más planeado, menos expedito, y no buscar algo que te resuelva el problema de una manera más inmediata, sino algo que te puede resolver un problema durante más tiempo, pero que lleva un poquito más de tiempo de desarrollo? Yo creo que el 132 está buscando una estructura, una plataforma de trabajo sólida que sirva para la interacción entre los demás 132, una plataforma para el intercambio de comunicación, entre tus iguales (Luis).
Para Isaac, el Movimiento no ha terminado, al contrario:
Los grandes poderes no van a estar en su zona de confort pensando que mediante manipulación van a crear lo que ellos quieren. Siempre va a haber una piedrita en el zapato, o piedrota, nada está establecido. Vamos a estar vigilando todo lo que haga Peña Nieto, va a ser el presidente más vigilado por los ciudadanos de toda la historia. Ahora somos más críticos sobre lo que nos dicen los medios. Antes leíamos y decíamos: "Pasó esto y ya", pero no hacíamos más. Ahora decimos: "Pasó esto, pero ¿qué hay detrás?".
Estamos ampliando nuestros horizontes. ¿Cuál es el trasfondo del asunto? ¿Por qué? Ahí es cuando empiezas a pensar, a platicar con la gente, de voz en voz se puede generar un cambio. Antes se creía que los políticos tenían el poder y nos sentíamos chiquitos, que no se puede hacer nada, que mejor ponte a trabajar, ponte a estudiar. Pues no, no puede ser así, ha habido cambios (Isaac)
Cerco a Televisa, 27 de julio de 2012.
Argumenta que #YoSoy132 está en una etapa de reorganización y reestructuración, porque las condiciones han cambiado:
¿Qué vamos a hacer ante lo que viene? Las reformas estructurales, la laboral, la energética... Esos momentos van a marcar las etapas del Movimiento, las reactivaciones y lo que esperemos que sea un frente. No nada más 132, sino todas las demás corrientes. Es el momento de reestructurar, repensar con qué herramientas contamos, con quiénes contamos. Va a haber una etapa en la que los medios van a empezar a desacreditarnos. Son estrategias del mismo gobierno que utiliza a los medios para quitarle legitimidad al Movimiento (Isaac).
Citlali piensa que el papel de #YoSoy132 consiste en:
Investigar, desenmascarar, y con toda esta energía salir y hablar con la gente, sacar toda esa información a la calle, a nosotros mismos. La democratización de medios es justamente eso. Se necesita crear medios alternativos. La gaceta, la radio, una plataforma un poco más sólida, un programa de radio, con mucha difusión, con buenos contenidos, vamos a adelantarnos a otras cosas que se vienen: la reforma energética por ejemplo. Podemos hacerlo, un núcleo, sea pequeño o sea grande, coincidimos en eso y se hace. Creo que tiene toda la congruencia con la que empezó el Movimiento, la democratización de medios. Ayer se volvió a abrir la radio. No somos locutores, pero vamos a tratar de tener esta intención de informar. No somos escritores, pero tenemos la herramienta de que podemos investigar, tenemos energía, tenemos tiempo libre, unos más, unos menos. Creo que hacia allá debería ir (Citlali).
LA SEMILLA NECESARIA
Isaac comparte esta visión:
A lo mejor suena muy utópico, muy difícil, pero creo que sí vamos por el camino correcto. Es una chispa que encendió y siempre deja algo. Por más que digan: "No, no, ya no existe", siempre va a dejar algo, siempre se va a recordar y van a decir: "fue la transición hacia...", es una iniciación de algo. ¿De qué? No lo sé, pero así lo veo. Hay que preguntarnos como ciudadanos qué queremos, hacia dónde vamos y qué estamos haciendo. Porque a lo mejor sí puedo maldecir en redes, pero no cambiamos un estilo de vida, que empieza desde tu casa, qué estás desayunando, qué estás vistiendo. Éste es el gran capital, qué prefiero: ¿comprar en un Starbucks o comprar aquí un café de la cafetería? ¿Qué hago yo para que no se dé eso? Y son pequeños cambios que se van dando, son acciones de la vida cotidiana (Isaac).
Lo primero que preguntan los medios, dice Citlali, es: "Y si no te hacen caso, ¿qué vas a hacer? ¿Qué va a hacer el Movimiento? Y si no se logra, y si sí pasa la ley laboral, ¿qué van a hacer?". Ella contesta:
Estoy aquí, aunque no sé si voy a lograr algo y sigo haciéndolo, no importa, es lo que se puede dar ahora, es poner las bases de algo que es necesario. Es lo que decía Javier Sicilia: "es más necesario que posible". Y puedes entender que si estoy sembrando una semillita, aunque todo mundo me diga que ya está muerta o que la mitad de las semillas están muertas, si yo quiero que de verdad crezca una planta voy a poner todas las semillas, una por una las voy a poner y si no pues la que sigue, y si no pues la que sigue. Creo que de alguna manera algo va a crecer de ahí (Citlali).
Refiere que en una reciente sesión de reflexión del Movimiento se llegó a la conclusión de que:
Es un cambio de mentalidad. Imagínate que ahorita no logres nada, pero te cambió la vida. Habíamos ahí 40 personas que coincidimos exactamente en lo mismo. Igual 132 no va a evitar que el capitalismo siga comiéndose a la gente, que el neoliberalismo siga con sus garras ahí, pero por lo menos mi vida ya la cambió. Y eso ya es mucho. Y si estamos hablando de 40 personas que estamos conscientes de que nuestra vida ya cambió... Esa palabra de despertar la he oído en casi todos, independientemente de que se logre, entre comillas, o no se logre nada, el que veas a 40 personas que te están diciendo que se les abrieron los ojos y que se despertaron... Siento que es el principio del verdadero aprendizaje, es realmente cambiarte tu modo de ver las cosas, tu vida. Así tal cual. Y eso se me hace que es lo más rescatable, que esas mismas personas siguen siendo semillas (Citlali).
* Presento las historias y visiones de tres integrantes de #YoSoy132 que han participado activamente en la construcción del Movimiento en Jalisco, a quienes agradezco su tiempo y su confianza. Las entrevistas-conversaciones se realizaron a inicios de noviembre de 2012. No se trata de la postura "oficial" de #YoSoy132, sino de relatos de sus participantes. Mi interés se centra en los testimonios, por lo que se privilegia el discurso de los propios actores y se realiza sólo un trabajo de edición. Análisis más académicos del Movimiento pueden consultarse en otros artículos de este número de Desacatos.
Información sobre la autora
Carmen Díaz Alba cursa el doctorado en ciencias sociales en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), unidad Occidente. Su tema de investigación se titula "Feminismos en movimiento: la Marcha Mundial de las Mujeres". Es licenciada en relaciones internacionales por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) y maestra en ciencias políticas por la Universidad de Montreal. Cursó los diplomados "Feminismo, desarrollo y democracia" en la Universidad Nacional Autónoma de México, "Género y periodismo" en el Instituto José Martí, Cuba, y "Metodologías para la comunicación y educación popular" en el Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario, en colaboración con el ITESO. Es profesora de las materias movimientos sociales y acción colectiva y género y conflictos armados en el ITESO. Participa en diversas iniciativas ciudadanas en torno a la justicia ambiental y los derechos humanos, como gdl en Bici, Movilidad Sustentable, A. C. y el colectivo Femibici.