INTRODUCCIÓN
La motivación es un elemento ampliamente estudiado, ya que es un mecanismo psicológico que gobierna la dirección, intensidad y persistencia de la conducta, de ahí que sea un factor clave para lograr el compromiso y la adhesión a la práctica deportiva (Escamilla, Alguaci y González-Serrano, 2020). Una de las teorías aceptadas para el entendimiento de la motivación, sobre todo en el contexto del deporte y la actividad física, es la teoría de la autodeterminación (Self-determination Theory [SDT], Ryan & Deci, 2017).
La investigación guiada por dicha teoría se ha enfocado en determinar qué contextos facilitan o dificultan el proceso natural de la automotivación y el desarrollo psicológico saludable (Ryan & Deci, 2000); se consideran, así, diferentes regulaciones motivacionales que son impulsadas en un continuo de autodeterminación y definen la conducta autodeterminada como autónoma, autorregulada, basada en el desarrollo psicológico y en la autorrealización. Con base en ello, se exhiben distintas regulaciones motivacionales, de mayor a menor autodeterminación: la motivación autónoma, la motivación controlada y la desmotivación (Mosqueda et al., 2019).
La motivación autónoma se da cuando el deportista participa por motivos de disfrute, interés y satisfacción en la ejecución de la tarea, mientras que, en la motivación controlada, el deportista lo hace por razones externas, por ejemplo, la obtención de una beca o una remuneración económica, para complacer a terceras partes, o por sentimiento de culpa. Finalmente, la desmotivación se da cuando los deportistas no conocen las razones por las que participan, o bien, no tienen interés (Ryan & Deci, 2000).
La SDT señala, asimismo, las necesidades psicológicas básicas (NPB), definidas como nutrientes psicológicos esenciales para el crecimiento, integridad y bienestar, además de ser consideradas un estado energizante que, de ser satisfechas, conducen hacia la salud y el bienestar, pero, de ser frustradas, contribuyen a la patología y al malestar (Ryan & Deci, 2017). Hasta ahora, se describen tres:
Autonomía, la cual, al ser lograda, nos habla del sentimiento de dar dirección a las propias acciones y conductas; por otro lado, la frustración de la autonomía involucra el sentirse controlado por agentes externos o presiones autoimpuestas.
Competencia, al ser satisfecha, se refiere al sentido de efectividad, eficacia y dominio, mientras que su frustración denota el sentimiento de fracaso o duda sobre las propias capacidades.
Relación, al ser satisfecha, implica la necesidad de sentirse interrelacionado con otros de forma significativa, mientras que su frustración comprende el sentimiento de soledad y exclusión social (Ryan & Deci, 2017).
Las NPB y las regulaciones motivacionales tienen relación; por ejemplo, un trabajo realizado por Cuevas y colaboradores (2018), en una población argentina de entre 11 a 18 años, comprobó que la satisfacción de las tres NPB predice de forma positiva la motivación autónoma, y esta, a su vez, el compromiso, mientras que la frustración de las NPB indica la motivación controlada. Por su parte, Leo y colaboradores (2020) nos muestran, en una población estudiantil española, que las NPB son influenciadas por el tipo de clima que promueva el docente: si se percibe un estilo de apoyo a la autonomía, relación y competencia (componentes del clima empowering), se estará promoviendo la satisfacción de las NPB y estas, por su parte, aumentaran la motivación autónoma y el compromiso, en tanto que un estilo de frustración de la autonomía, competencia y relación por parte del docente estará frustrando las NPB y esto se verá reflejado en una motivación controlada o no motivación.
En esta misma línea, en una revisión sistemática realizada por Salazar-Ayala y Gastélum-Cuadras (2020) se destaca la poca literatura respecto a la SDT en Latinoamérica. Estos autores concluyen que, para mejorar la motivación autodeterminada, es importante satisfacer las NPB, con lo que se establece un vínculo entre estas. También, recalcan la importancia del entrenador o docente, cuya influencia es de impacto en el desarrollo y respuesta óptima de los deportistas o estudiantes. Cabe mencionar que es escasa la literatura sobre la “perspectiva oscura de la teoría”, en la que se aborde la motivación controlada y la frustración de las NPB.
Como ya mencionamos, el entrenador tiene un fuerte impacto en el comportamiento de sus deportistas mediante los climas motivacionales, ya que influye en las conductas, pensamientos y sentimientos que el deportista presenta (Duda et al., 2018). En este trabajo, los climas motivacionales son definidos con base en el modelo jerárquico y multidimensional creado por Duda y colaboradores (2018), el cual considera la fusión de dos grandes teorías: la SDT y la teoría de metas de logro (Achievement Goal Theory, Ames, 1992; Nicholls, 1984); con esto se generan dos dimensiones; el clima empowering, conformado por una alta implicación a la tarea, estilo de apoyo a la autonomía y apoyo social, lo que le ayudará al deportista, entre otros aspectos, a manifestar indicadores de funcionamiento óptimo; y el clima disempowering, compuesto por una alta implicación en el ego y un estilo controlador, lo cual puede ocasionar una baja calidad de motivación, así como un funcionamiento comprometido.
En artículos anteriores se ha observado la relación entre el clima empowering y las NPB, por ejemplo. Erlend y colaboradores (2018) y Ramírez (2020) nos muestran cómo el clima empowering predice de forma positiva la satisfacción de las NPB, estas últimas evaluadas al promediar la satisfacción de autonomía, competencia y relación. En esta misma línea, Castillo y colaboradores (2017), en una muestra de futbolistas, revela que el clima motivacional empowering anuncia de forma positiva la motivación autónoma usando la satisfacción de las NPB como variable mediadora; cabe recalcar que en este estudio también se evalúan las NPB de forma conjunta.
Es importante mencionar el hueco en la literatura latinoamericana respecto a la evaluación de las NPB, a las cuales se les aborda de forma individual (autonomía, competencia y relación) y desde ambas perspectivas (satisfacción y frustración); a los climas motivacionales empowering y disempowering se les considera como antecedentes y a la calidad de la motivación, como consecuente. Por lo anterior, el objetivo de nuestro trabajo es conocer si la motivación autónoma y controlada de los atletas puede estar influenciada por el clima motivacional (empowering y disempowering) generado por el entrenador a través de las tres necesidades psicológicas básicas (satisfechas y frustradas): autonomía, competencia y relación.
METODOLOGÍA
Muestra
La muestra estuvo compuesta por 542 individuos de ambos sexos (342 hombres y 200 mujeres) pertenecientes a una institución educativa privada que ofrece formación deportiva como actividad extracurricular; los sujetos tenían un rango de edad de 11 a 16 años (M = 14.07, DT = 1.28) pertenecientes a diferentes disciplinas físico-deportivas (futbol, atletismo, baloncesto, natación y educación física). La mayoría de los sujetos tenía cuatro años o más tiempo practicando su deporte y entrenaban entre tres y cuatro días a la semana.
Utilizamos un muestreo no probabilístico de tipo intencional o por conveniencia (Hernández y Mendoza, 2018), ya que supone un procedimiento de selección orientado por las características y el contexto de la investigación. Los participantes pertenecían a alguna de las dos sedes de la institución educativa privada, y ambas sedes fueron evaluadas. Como criterio de inclusión, solicitamos que formaran parte de equipos representativos de la institución con una antigüedad mínima de un mes; como criterio de exclusión, que no se contara con la autorización del responsable legal; y como criterio de eliminación, aquellos que no contestaran de forma adecuada o completa la batería de cuestionarios. Tomamos en cuenta todos los equipos deportivos de la institución educativa privada cuyos entrenadores autorizaron la recolección de datos de sus estudiantes deportistas.
Instrumentos
Para medir la percepción de los climas motivacionales empowering y disempowering, recurrimos a la versión mexicana del cuestionario “Clima motivacional empowering y disempowering” (Empowering and Disempowering Motivational Climate Questionnaire-Coach; Appleton et al., 2016) utilizado en el contexto mexicano (Castillo et al., 2017; Mosqueda et al., 2019), el cual cuenta con 32 ítems divididos en cinco subescalas de primer orden, referidas a conductas de implicación en la tarea, formado por nueve ítems (por ejemplo, “Mi entrenador anima a los jugadores a intentar/probar nuevas habilidades”); apoyo a la autonomía, con cinco ítems (“Mi entrenador ofrece/otorga a los jugadores alternativas y opciones”); apoyo social, formado por tres ítems (“Mi entrenador realmente aprecia a los jugadores como personas no solo como atletas”); implicación en el ego, con siete ítems (“Mi entrenador cambia a los jugadores cuando ellos han cometido un error”); y estilo controlador, con ocho ítems (“Mi entrenador presta menos atención a los jugadores si ellos le disgustan/desagradan”).
Las tres primeras subescalas de primer orden se promedian para generar una dimensión de segundo orden denominada clima empowering, mientras que las dos últimas subescalas se promedian para crear otra dimensión de segundo orden llamada clima disempowering. Las respuestas se recogen en una escala tipo Likert de cinco puntos que oscila desde totalmente en desacuerdo (1) hasta totalmente de acuerdo (5). Esta escala ha presentado adecuadas propiedades psicométricas en sus dimensiones de empowering y disempowering en contexto mexicano (Castillo et al., 2022; Mosqueda et al., 2022).
Para evaluar la satisfacción de las NPB, utilizamos el promedio de los valores obtenidos en tres instrumentos, los cuales recogen las respuestas en una escala de tipo Likert de cinco puntos, que oscila entre (1) totalmente en desacuerdo a (5) totalmente de acuerdo.
La satisfacción de la autonomía se evaluó mediante la escala de autonomía percibida en el deporte (Perceived Autonomy in Sport Scale; Reinboth & Duda, 2006) en su versión mexicana (López-Walle et al., 2012); la escala consta de diez ítems (por ejemplo, “Yo puedo dar mi opinión”). La satisfacción de la competencia se midió mediante la escala de competencia percibida del inventario de motivación intrínseca (Intrinsic Motivation Inventory; McAuley, Duncan & Tammen, 1989) en su versión adaptada al contexto mexicano de López-Walle et al. (2012); esta escala está compuesta por cinco ítems (“Soy bastante hábil en mi deporte”). La satisfacción de la relación se evaluó con la subescala de aceptación de la escala de necesidades de relación (Perceived Relatedness Scale; Richer & Vallerand, 1998) con la versión mexicana (López-Walle et al., 2012), conformada por cinco ítems (“Me siento apoyado/a”). Las tres escalas han presentado adecuadas propiedades psicométricas en contexto mexicano (González et al., 2016; López-Walle et al., 2012).
Para evaluar la frustración de las NPB, recurrimos a la escala de la frustración de las NPB (Psychological Need Thwarting Scale; Bartholomew et al., 2011) en su versión adaptada al contexto mexicano (Cantú-Berrueto et al., 2016). La escala está compuesta por 12 ítems divididos en tres subescalas: frustración de la necesidad de autonomía con cuatro ítems (“Siento que se me impide tomar decisiones respecto a mi forma de entrenar en mi deporte”); frustración de la necesidad de competencia con cuatro ítems (“En mi deporte hay situaciones que me hacen sentir incapaz”); y frustración de la necesidad de relación con cuatro ítems (“En mi deporte siento que los demás no me tienen en cuenta”). Las respuestas se recogen en una escala tipo Likert de cinco puntos que oscila desde totalmente en desacuerdo (1) hasta totalmente de acuerdo (5). Esta escala ha presentado adecuadas propiedades psicométricas en contexto mexicano (Cantú-Berrueto et al., 2016; López-Walle et al., 2012).
Las regulaciones motivacionales se evaluaron mediante el cuestionario de regulación conductual en el deporte (Behavioral Regulation in Sport Questionnaire, YBRQS; Lonsdale, Hodge &y Rose, 2008), utilizando suen la versión utilizada en México (YBRSQ; Viladrich et al., 2013; Castillo et al., 2017). Está compuesto por 20 ítems que se dividen en cinco subescalas de primer orden, con cuatro ítems cada una: motivación intrínseca (por ejemplo, “Porque disfruto”), regulación identificada (“Porque para mí son importantes los beneficios del futbol”), regulación introyectada (“Porque me sentiría culpable si lo dejara”), regulación externa (“Porque los demás me empujan a hacerlo”) y no motivación (“Aunque me pregunto por qué continúo”). Las dos primeras subescalas de primer orden se promedian para conformar una dimensión de segundo orden denominada motivación autónoma, mientras que las siguientes dos subescalas se promedian para generar otra dimensión de segundo orden llamada motivación controlada. Las respuestas se recogen en una escala tipo Likert de cinco puntos que oscila desde totalmente en desacuerdo (1) hasta totalmente de acuerdo (5). Esta escala ha presentado adecuadas propiedades psicométricas en el contexto mexicano (Castillo et al., 2022; López-Walle et al., 2011).
Procedimiento
Solicitamos autorización tanto a la directora general de la institución educativa como a las subdirectoras de cada una de las sedes, y a los entrenadores les explicamos el objetivo del estudio y les solicitamos su apoyo para colaborar y autorizar la recolección de datos de sus atletas. Una vez concedido el permiso, procedimos a establecer horarios para la aplicación de la batería de cuestionarios con los entrenadores, que se aplicaron antes del entrenamiento, en un salón de clases donde mínimo había dos investigadores presentes preparados para resolver dudas y dar una breve introducción, en la que, además de mencionar el objetivo, se les hacía saber a los deportistas que era anónimo y voluntario. Cada aplicación duro alrededor de veinte minutos.
Análisis de datos
Utilizamos el paquete estadístico SPSS en su versión 24 para obtener la fiabilidad de cada una de las escalas (coeficiente alfa de Cronbach), así como todas las medidas descriptivas de las variables de estudio y las correlaciones entre ellas.
Por último, para dar respuesta a nuestro objetivo principal, llevamos a cabo un análisis de modelización de ecuaciones estructurales (SEM) con Mplus 6; tuvimos en cuenta el tamaño de la muestra y el número de parámetros a estimar, y modelamos las relaciones entre las variables observadas (no latentes). El ajuste del modelo se evaluó mediante el índice de ajuste comparativo (CFI), el índice de Tucker-Lewis (TLI) y el residuo cuadrático medio estandarizado (SRMR). Los valores de CFI y TLI superiores a 0.80 se adoptan como indicación de un ajuste adecuado del modelo. Los valores de SRMR inferiores a 0.08 se consideran en general un buen ajuste. Para probar los efectos indirectos implicados en el modelo de mediación propuesto, empleamos el método de intervalo de confianza bootstrap con corrección de sesgo implementado en Mplus (Lau & Cheung, 2012). Si el intervalo de confianza no incluye el cero, se rechaza la hipótesis nula de no mediación, lo que proporciona un apoyo empírico al efecto indirecto.
RESULTADOS
Los análisis descriptivos, fiabilidades y correlaciones se muestran en la tabla 1, en la que observamos valores medios altos de clima empowering, satisfacción de las tres NPB y motivación autónoma, así como valores bajos de clima disempowering, frustración de las tres NPB y motivación autónoma. En cuanto a las fiabilidades, las escalas muestran valores aceptables: el valor más bajo es de .80 (frustración de la relación) y el más alto, .95 (clima empowering). Apreciamos correlaciones significativas entre casi todas las variables psicológicas, lo que destaca la relación positiva y significativa entre el clima empowering y la satisfacción de las tres NPB, y de estas, a su vez, con la motivación autónoma; de igual modo, el clima disempowering se asocia positivamente con la frustración de las NPB, y de estas con la motivación controlada.
M | DT | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 | |
1. Emp | 3.94 | 0.82 | .95 | |||||||||
2. Dis | 2.48 | 0.80 | -.28** | .86 | ||||||||
3. S Auto | 3.90 | 0.95 | .72** | -.24** | .93 | |||||||
4. S Com | 4.00 | 0.86 | .34** | -.12** | .45** | .91 | ||||||
5. S. Rel | 4.21 | 0.95 | .69** | -.32** | .69** | .45** | .94 | |||||
6. F Auto | 2.45 | 1.02 | -.23** | .44** | -.28** | -.15** | -.29** | .81 | ||||
7. F Com | 2.11 | 0.97 | -.32** | .40** | -.38** | -.33** | .40** | .73** | .84 | |||
8. F Rel | 2.07 | 0.97 | -.20** | .31** | -.26** | -.26** | -.27** | .63** | .81** | .80 | ||
9. M. Au | 4.32 | 0.79 | .55** | -.19** | .53** | .57** | .58** | -.15** | -.35** | .25** | .91 | |
10. M. Co | 1.96 | 0.99 | -.06 | .33** | -.06 | -.08* | -.10* | .40** | .47** | .48** | -.11** | .88 |
Nota: *p < .05, **p < .01. Emp = clima empowering, Dis = clima disempowering, S = satisfacción, F = frustración, Auto = autonomía, Com = competencia, Rel = relación, M Au = motivación autónoma, M Co = motivación controlada. Los valores en la diagonal corresponden a la fiabilidad (alfa de Cronbach).
Para dar respuesta al objetivo principal, planteamos dos modelos de ecuaciones estructurales: modelo 1 (ver figura 1), en el cual se muestra la relación positiva entre el clima empowering, la satisfacción de las tres NPB y la motivación autónoma; esto demuestra un modelo con índices de ajuste aceptable (x2/gl = 135.56, p < .01; CFI = .98; TLI = .82; SRMR = .02). En el modelo 2 (ver figura 2) se confirma la relación positiva entre el clima disempowering, las tres frustraciones de las NPB y la motivación controlada, lo que hace evidente un modelo con índice de ajuste aceptable (x2/ gl = 127.28, p < .01; CFI = .99; TLI = .87; SRMR = .03).
En cuanto a los efectos indirectos (ver tabla 2) en el modelo 1, confirmamos el efecto mediador de las tres NPB sobre la relación positiva del clima empowering y la motivación autónoma, mientras que en el modelo 2 únicamente confirmamos el efecto mediador de la frustración de la competencia y de la relación positiva del clima disempowering y la motivación controlada.
Estimador del efecto indirecto | Límite inferior 95% | Límite superior 95% | ||
Modelo 1 | ||||
Empowering - S. Auto - M. Autónoma | .09 | .21 | .18 | |
Empowering - S. Com - M. Autónoma | .12 | .07 | .18 | |
Empowering - S. Rel - M. Autónoma | .21 | .12 | .31 | |
Modelo 2 | ||||
Disempowering - F. Auto - M. Controlada | .06 | -.01 | .12 | |
Disempowering - F. Com - M. Controlada | .08 | .01 | .16 | |
Disempowering - F. Rel - M. Controlada | .11 | .04 | .17 |
Nota. S = satisfacción, F = frustración, Auto = autonomía, Com = competencia, Rel = relación, M = motivación
DISCUSIÓN
El objetivo principal de este trabajo fue conocer si la motivación autónoma y controlada de los atletas puede estar influenciada por el clima motivacional (empowering y disempowering) generado por el entrenador a través de las tres necesidades psicológicas básicas (satisfechas y frustradas). Para dar respuesta, en primer lugar realizamos correlaciones entre las diferentes variables psicológicas, y los resultados mostraron una relación positiva entre el clima empowering y la satisfacción de las tres NPB, y entre el clima disempowering y la frustración de las NPB, así como una relación negativa entre el clima empowering y la frustración de las NPB, y del clima disempowering con la satisfacción de las NPB. Estos hallazgos son acordes con otros estudios (Castillo-Jiménez et al., 2022; Erlend et al., 2018; Ramírez, 2020; Mosqueda et al., 2022), aunque cabe recalcar que en estos evalúan las NPB como una variable en conjunto, mientras que en nuestro estudio se diferencian las tres necesidades: autonomía, competencia y relación.
En el mismo sentido, observamos una relación positiva entre motivación autónoma y satisfacción de las tres NPB; esto va en línea con lo mostrado en otros estudios (Cuevas et al., 2018; Salazar-Ayala y Gastélum-Cuadras, 2020), y una relación negativa entre la motivación autónoma y la frustración de las tres NPB; este resultado es novedoso, ya que no se ha encontrado literatura que lo aborde y que apoye lo planteado en la SDT. En cuanto a la motivación controlada, únicamente corroboramos relaciones negativas y significativas con la satisfacción de la competencia y la relación, y negativas, pero no significativas, con la satisfacción de la autonomía; además, confirmamos una relación positiva con la frustración de las tres NPB, resultado que se ajusta a lo mostrado por Leo y colaboradores (2020).
Para dar respuesta al objetivo planteado, desarrollamos dos modelos de ecuaciones estructurales; en el primero pusimos a prueba la relación entre el clima empowering, la satisfacción de las tres NPB y la motivación autónoma, y encontramos que el clima empowering en efecto predice de forma positiva la satisfacción de la autonomía, competencia y relación, y que estas, a su vez, fomentan el desarrollo positivo de la motivación autónoma. Estos resultados concuerdan con lo identificado por Castillo-Jiménez y colaboradores (2022), aunque cabe recalcar que en este estudio se tratan a las NPB como una variable conjunta, por lo cual nuestro trabajo ayuda a comprender de mejor manera la relación específica de cada una de las NPB con el clima motivacional empowering y la motivación autónoma.
Asimismo, nuestros resultados confirman el papel mediador de la satisfacción de las tres NPB sobre la relación positiva del clima empowering y la motivación autónoma Lo resultados demuestran que, si el entrenador desarrolla un clima motivacional basado en el apoyo a la autonomía, la implicación a la tarea y el apoyo social estarán ayudando a que los deportistas sientan que son los iniciadores de sus propias acciones, que son capaces de enfrentar los desafíos propuestos, y a que se sientan apoyados y escuchados por sus compañeros; esto, a su vez, contribuirá a fomentar una motivación de calidad. Sin embargo, es importante mencionar que los resultados de este modelo deben ser tomados con cautela debido a que se integran múltiples deportes, así como la actividad física, sin homologar la muestra.
Por otro lado, el modelo dos, que examina el “lado oscuro de la teoría”, la relación entre el clima disempowering, la frustración de las tres NPB y la motivación controlada, nos arroja información novedosa: comprobamos un clima motivacional en el cual el entrenador promueve una alta implicación al ego, y un estilo controlador estará dificultando el desarrollo psicológico del deportista, lo que hace que se sienta obligado a cumplir las decisiones del entrenador, incompetente y rechazado por sus semejantes y, por tanto, se verá un aumento de la motivación controlada. En este modelo únicamente comprobamos el valor como variables mediadoras de la frustración de competencia y de la relación, pero no de la frustración de la autonomía, la cual, aunque demuestra tener una relación significativa con la motivación autónoma, al momento de examinarla como variable mediadora no dio resultados positivos.
Como limitaciones en este estudio, hay que indicar que la recogida de datos se realizó con medidas subjetivas y basadas en las propias percepciones de los deportistas, por lo cual sería interesante llevar a cabo futuras investigaciones que analicen estas variables psicológicas desde perspectivas objetivas, y que tomen en cuenta la perspectiva del entrenador. Igualmente, debemos señalar como limitación el hecho de que en nuestro estudio se involucró una muestra no homóloga de múltiples deportes, así como edades y ambos sexos, de ahí que futuros estudios podrían considerarlo para observar diferencias de comportamiento.
CONCLUSIÓN
Los climas motivacionales que el entrenador genera afectan de modo directo la calidad de la motivación de los deportistas, así como su bienestar psicológico. Si el entrenador busca darle al deportista cierta libertad de decisión, que se centre en objetivos basados en la mejora y el esfuerzo personal, y que dentro del equipo se tenga interacción sociable saludable, estará ayudando a que sus deportistas presenten una mayor salud psicológica que satisfaga la necesidad de autonomía, competencia y relación, lo cual, a su vez, se ve reflejado en el desarrollo de la motivación autónoma. En cambio, si el entrenador promueve climas motivacionales en los que al deportista solo se le ordene qué y cómo hacerlo, que los objetivos se centren en el rendimiento y no en la mejora personal, entonces fomentará la frustración de la autonomía, competencia y relación, lo cual desencadenará en una motivación controlada.
Con este trabajo demostramos la importancia que tiene el ambiente que genera el entrenador en el desarrollo psicológico del deportista, ya que la forma de interactuar con él afecta directamente las necesidades psicológicas de autonomía, competencia y relación, y estas, a su vez, la calidad de la motivación del deportista.