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Boletín médico del Hospital Infantil de México

versión impresa ISSN 1665-1146

Bol. Med. Hosp. Infant. Mex. vol.65 no.5 México sep./oct. 2008

 

Estadísticas vitales

 

La mortalidad neonatal y postneonatal en México, 1980-2005

 

Neonatal and post-neonatal mortality in Mexico, 1980-2005

 

Gerardo Perdigón-Villaseñor, Sonia B. Fernández-Cantón

 

Dirección de Planeación, Hospital Infantil de México Federico Gómez, México, D. F., México

 

La mortalidad infantil constituye el indicador por excelencia para medir, en forma indirecta, las condiciones socioeconómicas de un país, ya que refleja la eficacia de las medidas sociales en general y, en particular, las acciones de salud pública. Es ya conocido el importante descenso que en México ha registrado la mortalidad infantil en las últimas décadas.

En función del momento en que ocurre la defunción, la mortalidad infantil se divide en: mortalidad neonatal (defunciones de niños menores de 28 días) y mortalidad postneonatal (defunciones después de los 28 días hasta cumplir el año de vida). Esta clasificación obedece a diferenciales reales y está basada en el hecho de que la mortalidad neonatal se origina, en gran parte, a causas endógenas vinculadas con el proceso reproductivo (enfermedades congénitas, prematurez y problemas relacionados con el parto), mientras que la postneonatal depende principalmente de factores exógenos, relacionados con el medio ambiente en el cual el niño se desarrolla (infecciones, problemas nutricionales, lesiones).

El comportamiento observado en México, nos muestra que la mortalidad postneonatal ha ido perdiendo presencia en la medida que las defunciones se concentran en el período neonatal; de esta forma encontramos que entre 1980 y el año 2005, las defunciones de menos de 28 días han pasado de 41 a 62%, con relación al total de las defunciones ocurridas durante el primer año de vida (a pesar que en números absolutos las defunciones han bajado de 38 946 a 20 228); en tanto que las muertes de niños de 1 a 11 meses (menores de un año y mayores a cuatro semanas) han disminuido de 58.7 a 37.4% (pasando de 55 281 a 12 203 muertes).

El comportamiento de las tasas de mortalidad en estas edades, en congruencia con el fuerte descenso de la mortalidad infantil en su conjunto, muestran disminución en el tiempo, aunque de intensidades muy diferentes, según la edad a la defunción: mientras la tasa de mortalidad postneonatal desciende en 72% (al pasar de 22.3 a 6.2 muertes por mil nacimientos entre 1980 y 2005), la tasa neonatal disminuye en sólo 34% (bajando en el mismo período de 15.7 a 10.3 muertes por cada mil nacimientos). El cuadro 1 y la figura 1 muestran dicho comportamiento.

Entre las principales causas de la mortalidad neonatal destacan la presencia de defectos estructurales congénitos al nacimiento e inmadurez multiorgánica, por lo que para disminuir la mortalidad se deberán reforzar los programas y las acciones de atención primaria a la salud reproductiva,como son: el control prenatal adecuado, la detección oportuna de pacientes de alto riesgo perinatal y su envío a instituciones de tercer nivel de atención, continuar con la capacitación de personal en cursos de reanimación neonatal y reforzar las medidas hospitalarias para prevenir las infecciones nosocomiales, entre otros. Respecto a las causas más relevantes de mortalidad en el período postneonatal, se pueden mencionar las enfermedades respiratorias, las infecciosas intestinales, ciertas anomalías congénitas (en una gran proporción malformaciones del corazón y el sistema nervioso), y las deficiencias de la nutrición, entre otras. Inciden en forma importante las condiciones adversas del ambiente en higiene y temperatura, el abandono precoz de la lactancia, con el que el menor pierde no solo su ventaja nutricional sino también su protección inmunológica.

En el caso de las defunciones neonatales, su creciente peso relativo obedece a que las muertes de carácter exógeno (postneonatales) han logrado ser mayormente impactadas por la mejora en las condiciones de vida, elsaneamiento ambiental y los programas de salud; de tal forma que causas como infecciones intestinales, prevenibles por vacunación, han sido relativamente de fácil control. Por el contrario, el control de la muerte en los primeros días de la vida presenta una mayor complejidad, por constituir factores endógenos al proceso reproductivo mismo; no obstante y a pesar de ello, la disminución obtenida se ha dado gracias al progreso en el manejo obstétrico, con lo cual se ha logrado un mayor tiempo de supervivencia en neonatos que cada vez tienen menor peso y menor edad gestacional.

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