1. Introducción
En la actual era de complejas decisiones financieras y creciente interacción con el sistema económico global, la educación financiera emerge como un pilar esencial para empoderar a los individuos en la gestión de sus recursos monetarios. Las personas con educación financiera están en la capacidad de establecer niveles de ahorro para afrontar escenarios de incertidumbre y adoptar hábitos financieros como la presupuestación (Mitchell y Lusardi, 2015).
Múltiples estudios denotaron que la educación financiera de la población se sitúa en niveles moderados y bajos tanto en países desarrollados como en países en vías de desarrollo (Atkinson y Messy Anne, 2012; Klapper y Lusardi, 2020; Mejia y Rodriguez, 2016; Mitchell y Lusardi, 2015). Esta brecha de educación financiera se acentúa principalmente en los segmentos de la población más vulnerables, como los jóvenes (González, 2023). Además. los estudios denotaron que algunas características demográficas son determinantes de la educación financiera (Baker et al. 2019; Goyal y Kumar, 2021; Loke, 2017; Mitchell y Lusardi, 2015).
En el contexto ecuatoriano. donde la juventud universitaria constituye una parte vital de la fuerza laboral futura, comprender la relación entre las variables sociodemográficas financieras y los niveles de educación adquieren una relevancia ineludible.
La carencia de educación financiera puede llevar a decisiones económicas desinformadas que afecten negativamente la estabilidad financiera de los individuos, creando un ciclo de endeudamiento y escasa inversión (Hamid y Loke, 2021; Lusardi et al. 2021). Este problema adquiere mayor urgencia en un entorno donde los sistemas financieros están en constante cambio y donde los jóvenes se enfrentan a una amplia gama de productos y servicios financieros que requieren un entendimiento sólido para una toma de decisiones acertada (Ergün, 2018). Por tanto, esta investigación no solo arroja luz sobre las disparidades en la educación financiera entre los jóvenes universitarios, sino que también resalta la necesidad de abordar este problema para asegurar una generación futura financieramente competente.
El escenario socioeconómico y cultural de Ecuador añade un matiz particular a esta problemática. Diferencias en el acceso a la educación, la disponibilidad de recursos financieros y las actitudes hacia el dinero pueden influir en la manera en que los jóvenes abordan la educación financiera (Méndez-Prado et al. 2023; Peñarreta et al. 2019). Además, la edad, género, y la formación académica pueden desempeñar un papel en la percepción y adquisición de habilidades financieras, creando un espectro de conocimientos que merece una atención minuciosa.
La relevancia de esta investigación no solo radica en el plano individual. sino también en el impacto macroeconómico que una población financieramente instruida puede tener en el desarrollo sostenible del país. La toma de decisiones prudentes en materia financiera puede contribuir a la estabilidad económica general, reducir la pobreza y promover la inversión responsable.
En este contexto, el objetivo principal de este estudio es doble. En primera instancia, se pretende medir el nivel de educación financiera en base a las dimensiones conocimiento, comportamiento y aptitud financiera; en segunda instancia, cuantificar cómo las variables socioeconómicas influyen en la educación financiera en jóvenes universitarios de Ecuador. Mediante una metodología cuantitativa basada en una encuesta y un contraste no paramétrico se busca proporcionar una visión más clara y actualizada de la problemática en cuestión, logrando una comprensión más profunda de cómo los factores sociodemográficos influyen en la educación financiera de los jóvenes universitarios en un contexto en constante evolución. Con ello, se aspira a generar una base de conocimiento que sirva como cimiento para futuras intervenciones y políticas dirigidas a fortalecer la educación financiera en este importante segmento de la población ecuatoriana.
El estudio se desarrolla en cuatro secciones. En la sección dos se detalla el estado del arte más sobresaliente sobre las variables socioeconómicas y la educación financiera. La tercera sección expone la metodología. La cuarta sección muestra los resultados y la discusión. Finalmente, la sección quinta expone las conclusiones del estudio.
2. Estado del arte
La educación financiera es un concepto multidimensional que se asocia con la combinación de conocimientos, habilidades, actitud y comportamiento necesarios para tomar decisiones financieras acertadas que permitan alcanzar el bienestar individual (Atkinson y Messy Anne, 2012). Dada su importancia en el contexto moderno los investigadores han focalizado sus estudios en la medición de los niveles de educación financiera de la población en todos los segmentos (Atkinson y Messy, 2012; Klapper et al. 2015; Klapper y Lusardi, 2020; Mejia et al. 2015; Xu y Zia, 2012).
Empleando el concepto multidimensional de la educación financiera los investigadores descubrieron que los conocimientos. comportamiento y aptitud financiera son claves para que las personas tomen mejores decisiones, adopten hábitos financieros saludables como el ahorro y la inversión, y adopten una posición positiva frente a la gestión de sus finanzas (Atkinson y Messy, 2012; Boisclair et al. 2015; Desdemona, 2018; Loke, 2017; Mitchell y Lusardi, 2015).
Los niveles de educación financiera en jóvenes universitarios han sido objeto de atención en numerosos estudios que buscan entender la competencia financiera de esta población en constante evolución. Investigaciones realizadas en diversos países han arrojado luz sobre la importancia de abordar la educación financiera en el contexto universitario. ya que estos jóvenes se encuentran en una fase de transición financiera crucial hacia la independencia y la toma de decisiones responsables (Ergün, 2018; Goyal y Kumar, 2021).
Los estudios de González (2023) y Lantara y Kartini (2016) mostraron que los estudiantes universitarios de México e Indonesia poseen bajos niveles de educación financiera. Beltrán y Goméz (2017) mostro que, en Colombia, los jóvenes universitarios tienen niveles intermedios de educación financiera.
Ergün (2018) en el contexto europeo encontró que los jóvenes universitarios tienen niveles medios de educación financiera. Además, la media de respuestas afirmativas alcanzó el 72.2%. Similares hallazgos se evidenciaron en Turquía con una media de respuestas afirmativas del 65% (Sarigül et al. 2014), Sudáfrica con 53.5% (Mudzingiri et al. 2018), Pakistán con 66.14% (Liaqat et al. 2021), China con 56.59% (Moon et al. 2014). En Emiratos Árabes Unidos la media de respuestas afirmativas de los universitarios fue del 31.36%.
La relación entre variables sociodemográficas y educación financiera también ha sido investigada en diversos contextos globales, brindando una base sólida para comprender los factores que influyen en el conocimiento financiero de los jóvenes universitarios.
Investigaciones previas han subrayado la influencia de la edad en la educación financiera. Algunos estudios sugieren que a medida que las personas se envejecen, tenderán a adquirir una mayor comprensión de conceptos financieros y a tomar decisiones más informadas sobre sus finanzas personales (Lusardi y Mitchell. 2014). Cull y Whitton (2011) y Goulart et al. (2023) concluyeron que la edad de los jóvenes universitarios es influyente en el conocimiento y comportamiento financiero en Australia y México respectivamente.
Asimismo, el género ha demostrado ser un factor determinante. Investigaciones en varios países han señalado que las mujeres universitarias tienden a tener niveles más bajos de educación financiera en comparación con los hombres (Felipe et al. 2017; Moon et al. 2014; Philippas y Avdoulas, 2021). Pocos estudios. encontraron evidencia donde las mujeres universitarias poseen mejor desempeño de educación financiera que los hombres (Douissa, 2020).
En general, los estudios han demostrado que esta población a menudo carece de un conocimiento financiero adecuado al enfrentar decisiones cruciales, como préstamos estudiantiles y gestión de tarjetas de crédito (Lantara y Kartini, 2016). Además, el campo de estudio puede influir en la adquisición de habilidades financieras. Por ejemplo, investigaciones sugieren que los estudiantes de áreas relacionadas con negocios y economía tienden a tener niveles más altos de educación financiera en comparación con otros campos (Cull y Whitton, 2011; Ergün, 2018; Sarigül et al. 2014; Yahiaoui, 2023).
La educación financiera también está influenciada por otras variables del contexto socioeconómico. Los jóvenes universitarios con niveles más altos de ingresos y educación tienden a tener una mejor comprensión financiera, lo que les permite tomar decisiones más acertadas sobre inversión, ahorro y endeudamiento (Felipe et al. 2017; Goulart et al. 2023; Oseifuah, 2014). Otros estudios encontraron que los niveles de educación de los padres, los ingresos de la familia, el acceso a una cuenta de banco, la formación previa en finanzas y los rasgos de la personalidad, son factores influyentes sobre la educación financiera (Happ et al. 2022; Mansilla Chiguay et al. 2016; Mudzingiri et al. 2018; Potrich et al. 2016; Temizel et al. 2015; Yahiaoui, 2023).
Sin embargo, es necesario considerar que la educación financiera es una disciplina que evoluciona rápidamente. Los avances tecnológicos y las transformaciones en la economía global pueden alterar la dinámica tradicional de la educación financiera, lo que justifica la importancia de investigaciones actualizadas y contextualizadas. como la presente. que aborden la problemática en el contexto específico de los jóvenes universitarios ecuatorianos.
3. Metodología
La metodología de la presente investigación tiene un enfoque cuantitativo, con alcance descriptivo - analítico. La unidad de análisis corresponde a estudiantes universitarios a los cuales se les realizó una encuesta sobre conocimientos, actitudes y comportamiento financiero.
3.1 Muestra
El estudio consideró una población total de 670.373 jóvenes universitarios en Ecuador. Para determinar el tamaño de muestra necesario, se utilizó una fórmula estándar que tiene en cuenta un nivel de confianza del 95% y un margen de error del 5%. El cálculo resultó en un tamaño de muestra de 1.069 participantes. Esta muestra se seleccionó aleatoriamente de manera estratificada para asegurar una representación equitativa de diversas características sociodemográficas dentro de la población estudiantil. La elección de este tamaño de muestra nos permitió obtener resultados confiables y significativos en nuestro análisis de las variables socioeconómicas y la educación financiera en los jóvenes universitarios ecuatorianos. En total, 1.011 estudiantes universitarios ecuatorianos respondieron a la encuesta.
3.2 Instrumento de recolección de información
Este estudio siguiendo la corriente de la literatura revisada adoptó el modelo de encuesta de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, 2016) con el propósito de medir los niveles de educación financiera de los jóvenes universitarios (González, 2023; Karakurum-Ozdemir et al. 2019; Yahiaoui, 2023). El diseño de la encuesta para el caso ecuatoriano incluyó 27 preguntas y se dividió en cuatro secciones. La primera sección planteó preguntas sobre los aspectos socioeconómicos, la segunda sección los conocimientos financieros (CF) de los jóvenes, en tercera sección el comportamiento financiero (CMF) y en cuarta sección, las actitudes financieras (AF). En anexo 1 se detalla el modelo de encuesta aplicado con sus respectivas escalas.
La encuesta se aplicó en los meses de enero a febrero del año 2023, empleando la plataforma Google Forms, lo que facilitó la participación de los estudiantes y la recolección de datos.
3.3 Índice de educación financiera
En este estudio, se emplea el enfoque propuesto por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, 2016) para calcular el índice de educación financiera entre los jóvenes universitarios en Ecuador. Este índice se obtiene sumando los puntajes obtenidos en tres dimensiones clave: conocimiento financiero, comportamiento financiero y aptitud financiera, donde cada dimensión se evalúa en un rango máximo de 21 puntos, resultando en un puntaje máximo de educación financiera de 63 puntos.
Adicionalmente, el índice de educación financiera se categoriza en tres niveles para medir el nivel de competencia financiera de los jóvenes universitarios:
Nivel bajo: Se refiere a estudiantes que obtuvieron un puntaje entre 0 y 21 puntos. Estos individuos pueden enfrentar dificultades para aplicar conocimientos financieros básicos en su vida diaria.
Nivel medio: Engloba a estudiantes que alcanzaron un puntaje entre 22 y 42 puntos. Estos jóvenes tienen la capacidad de aplicar conceptos financieros básicos en situaciones cotidianas, pero pueden encontrar dificultades en contextos más complejos.
Nivel alto: Corresponde a estudiantes con puntajes entre 43 y 63 puntos. Estos individuos tienen la destreza de aplicar tanto conocimientos financieros básicos como avanzados tanto en situaciones cotidianas como en escenarios financieros más complejos.
Este enfoque categorizado permite una comprensión clara de los niveles de competencia financiera de los jóvenes universitarios y facilita la identificación de áreas donde se requiere un mayor enfoque en la educación financiera.
3.4 Descriptivos y frecuencias de los datos
El análisis detallado de las características sociodemográficas de los encuestados se presenta en la Tabla 1. La muestra comprende a 1.011 jóvenes universitarios en Ecuador, de los cuales el 44% son hombres y el 56% son mujeres. En cuanto a la edad, el grupo más representativo se encuentra en el rango de 17 a 21 años, abarcando al 59% de los encuestados, seguido por el grupo de 22 a 26 años, que constituye el 34% de la muestra.
Un aspecto relevante de la población encuestada es su situación laboral. Aproximadamente el 71% de los encuestados se dedica exclusivamente al estudio y depende económicamente de sus padres. Sin embargo, un 26% combina sus estudios con el trabajo, mientras que un 3% se encuentra en la categoría de estudiantes emprendedores.
En cuanto al campo de formación, principalmente el 37% de los encuestados estudia carreras dentro de las Facultades de Jurídicas, sociales, humanidades, Administrativas, educación y comunicación, el 21% en las Facultades de Energía, industrias, recursos naturales no renovables, y el 16% en la Facultad de Salud Humana.
Ítem | Características | Frecuencia | Porcentaje % |
---|---|---|---|
Género | Masculino | 442 | 44.0 |
Femenino | 569 | 56.0 | |
Edad | 17-21 | 596 | 59.0 |
22-26 | 346 | 34.0 | |
Más de 26 años | 69 | 7.0 | |
Estatus laboral | Únicamente estudia | 716 | 71.0 |
Estudia y trabaja en relación de dependencia | 266 | 26.0 | |
Estudia y emprende | 29 | 3.0 | |
Campo de formación | Agropecuaria y recursos naturales renovables | 104 | 11.0 |
Educación, arte y comunicación | 149 | 15.0 | |
Energía. industrias. recursos naturales no renovables | 217 | 21.0 | |
Jurídicas, sociales, humanidades. Administrativas, educación y comunicación | 378 | 37.0 | |
Salud Humana | 163 | 16.0 |
Nota. En base a la encuesta sobre educación financiera a jóvenes universitarios en Ecuador.
4. Resultados y discusión
Niveles de educación financiera en jóvenes universitarios
Los resultados de la educación financiera entre jóvenes universitarios en Ecuador se presentan en la Tabla 2. En términos generales, se observa que el 60% de los jóvenes exhiben niveles medios de educación financiera, mientras que el 31% muestra niveles altos, y únicamente el 6% muestra niveles bajos. Estos hallazgos concuerdan con investigaciones previas realizadas en países europeos (Ergün, 2018), Turquía (Sarigül et al., 2014), Sudáfrica (Oseifuah, 2014), Pakistán (Liaqat et al., 2021) y Colombia. Sin embargo, divergen de los resultados obtenidos en Emiratos Árabes Unidos (Douissa, 2020), México (González, 2023)e Indonesia (Lantara & Kartini, 2016), donde se observaron niveles más bajos de educación financiera entre los jóvenes universitarios.
Nivel Educación Financiera | Frecuencia | % |
---|---|---|
Bajo | 6 | 1% |
Medio | 606 | 60% |
Alto | 399 | 39% |
Total | 1.011 | 100% |
Nota. El puntaje de Educación Financiera de los jóvenes universitarios en promedio fue de 34 puntos sobre un máximo de 63 puntos.
En relación al puntaje promedio obtenido en el índice de educación financiera, se registró un promedio de 39 puntos, en un rango máximo de 63 puntos posibles. Estos resultados destacan un desempeño superior en comparación con el logrado por jóvenes universitarios en Grecia, quienes obtuvieron un promedio de 19 puntos (Philippas y Avdoulas, 2021). No obstante, nuestros resultados se sitúan por debajo de los hallazgos en otros contextos, como China, donde se alcanzaron 57 puntos (Moon et al. 2014) y Brasil, donde el puntaje promedio alcanzó los 52 puntos (Goulart et al. 2023). Estas disparidades sugieren que los jóvenes universitarios ecuatorianos tienen un nivel moderado de conocimiento financiero en comparación con sus pares en otros países, lo que resalta la importancia de mejorar la educación financiera en el ámbito universitario para fortalecer las habilidades financieras de esta población.
La Tabla 3 presenta los resultados de la educación financiera desglosados en tres dimensiones clave: conocimiento financiero (CF), comportamiento financiero (CMF) y actitud financiera (AF). Es importante destacar que el 68% de los jóvenes universitarios en Ecuador demuestran un nivel elevado de conocimiento financiero. Sin embargo, esta capacidad de comprensión no se traduce de manera efectiva en la práctica financiera, ya que solo el 28% de los estudiantes muestra un comportamiento financiero sólido. Además, se observa que solo el 22% presenta una actitud financiera positiva.
Dimensión Educación Financiera | Bajo (0 a 9 puntos) | Medio (10 a 14 puntos) | Alto (15 a 21puntos) |
---|---|---|---|
CF | 13% | 19% | 68% |
CMF | 11% | 61% | 28% |
AF | 34% | 44% | 22% |
Nota. CF, CMF y AF corresponde a conocimiento financiero, comportamiento financiero y actitud financiera.
Este hallazgo subraya una desconexión significativa entre el conocimiento y la aplicación de conceptos financieros entre los jóvenes universitarios ecuatorianos. A pesar de tener un conocimiento sólido, una parte sustancial de ellos enfrenta dificultades para poner en práctica estos conocimientos en situaciones financieras complejas.
La tabla 4, expone los puntajes promedio logrados en cada dimensión de la educación financiera considerando las características socioeconómicas de los jóvenes universitarios.
En relación al género, los hombres obtuvieron un puntaje más alto en conocimiento financiero, mientras que las mujeres destacaron en comportamiento financiero. En cuanto a la aptitud financiera, no hubo diferencias significativas entre ambos géneros. Esta tendencia se reflejó en el puntaje global de educación financiera.
En cuanto a la variable de edad, se observó que los jóvenes universitarios mayores de 26 años obtuvieron puntajes más altos en las dimensiones de conocimiento y comportamiento financiero, pero puntajes más bajos en la dimensión de aptitud financiera.
Por otro lado, en lo que respecta al campo de formación, los estudiantes de carreras relacionadas con Energía, Industria y Recursos No Renovables sorprendentemente obtuvieron los puntajes más altos en conocimiento y comportamiento financiero. Además, aquellos jóvenes universitarios que se dedican tanto al estudio como al emprendimiento mostraron un mejor desempeño en todas las dimensiones de la educación financiera en comparación con aquellos que combinan estudio y trabajo, o aquellos que se dedican exclusivamente al estudio.
Variable socioeconómica | Conocimiento financiero (0 a 21 puntos) | Comportamiento financiero (0 a 21 puntos) | Actitud financiera (0 a 21 puntos) | Nivel Educación financiera (0 a 63 puntos) |
---|---|---|---|---|
Género | ||||
Hombre | 16 | 12 | 11 | 39 |
Mujer | 15 | 13 | 11 | 39 |
Edad | ||||
17 a 21 años | 16 | 13 | 11 | 40 |
22 a 26 años | 15 | 12 | 11 | 38 |
Más de 26 años | 17 | 13 | 10 | 40 |
Campo de formación | ||||
Agropecuaria y recursos naturales renovables | 15 | 12 | 10 | 37 |
Educación, arte y comunicación | 14 | 12 | 12 | 38 |
Energía, industria y recursos no renovables | 17 | 13 | 11 | 41 |
Jurídica, social y administrativa | 16 | 12 | 11 | 39 |
Salud humana | 15 | 13 | 12 | 40 |
Estatus laboral | ||||
Únicamente estudia | 15 | 13 | 11 | 39 |
Estudia y trabaja | 16 | 12 | 10 | 38 |
Estudia y emprende | 18 | 13 | 11 | 42 |
Nota. Nivel de educación financiera representa la suma de puntos promedio de los jóvenes universitarios encuestados.
Variables socioeconómicas y educación financiera
El estudio para determinar los factores determinantes de la educación financiera y sus distintas dimensiones, adopta el contraste no paramétrico porque no hay normalidad en los datos, ni igualdad de varianza y eso implica emplear contrastes no paramétricos para determinar si existe diferencia en la educación financiera en función de las distintas características socioeconómicas que caracterizan a los jóvenes universitarios en Ecuador. La tabla 5, recoge los resultados de los distintos contrastes estadísticos.
Factor | Estadístico | Grado libertad | Probabilidad | Hipótesis |
---|---|---|---|---|
Géneroa | ||||
CF | 132.171.500 | 2 | 0.160 | No hay diferencias |
CMF | 121.915.500 | 2 | 0.402 | No hay diferencias |
AF | 124.814.000 | 2 | 0.838 | No hay diferencias |
EF | 127.683.000 | 2 | 0.674 | No hay diferencias |
Edad b | ||||
CF | 21.402 | 2 | < .001 | Si hay diferencias |
CMF | 1.855 | 2 | 0.395 | No hay diferencias |
AF | 3.179 | 2 | 0.204 | No hay diferencias |
EF | 7.304 | 2 | 0.026 | Si hay diferencias |
Campo de formación b | ||||
CF | 62.935 | 4 | < .001 | Si hay diferencias |
CMF | 7.520 | 4 | 0.111 | No hay diferencias |
AF | 17.264 | 4 | 0.002 | Si hay diferencias |
EF | 18.784 | 4 | < .001 | Si hay diferencias |
Estatus laboral b | ||||
CF | 7.411 | 2 | 0.025 | Si hay diferencias |
CMF | 1.679 | 2 | 0.432 | No hay diferencias |
AF | 11.535 | 2 | 0.003 | Si hay diferencias |
EF | 5.083 | 2 | 0.079 | No hay diferencias |
Nota. CF, CMF, AF, EF son conocimiento financiero, comportamiento financiero, actitud financiera y educación financiera respectivamente.
a Aplica contraste U de Mann-Whitney.
b Aplica contraste de Kruskal-Wallis
El género no denota diferencia en las dimensiones de la educación financiera de los jóvenes universitarios. En el caso ecuatoriano, ser hombre o mujer no es influyente sobre la educación financiera y sus dimensiones. Este hallazgo esta en línea con estudios realizados en México (González, 2023), en Australia (Cull y Whitton, 2011) y Colombia (Beltrán y Goméz, 2017); y se contraponen a otros estudios, donde el género resultó ser una variable socioeconómica influyente en la educación financiera (Ergün, 2018; Mansilla Chiguay et al, 2016; Mudzingiri et al, 2018; Yahiaoui, 2023).
La edad resulta ser influente sobre el conocimiento financiero y sobre el puntaje global de la educación financiera. Este resultado también se evidencia en el contexto de Colombia (Beltrán y Goméz, 2017), Brasil (Goulart et al. 2023) y Australia (Cull & Whitton, 2011). En Ecuador, los conocimientos financieros están influenciados por los jóvenes universitarios con mayor edad, aspecto que permite tener mejor desempeño en los niveles de educación financiera.
El campo de formación emerge como una variable significativa que influye tanto en el conocimiento como en la aptitud financiera, lo que finalmente se refleja en un mejor desempeño en el puntaje global de educación financiera. Este resultado respalda hallazgos previos de otros estudios que también han destacado la influencia del campo de formación en la educación financiera, incluyendo investigaciones como las de Cull y Whitton (2011), Ergün ( 2018), Lantara y Kartini ( 2016), Sarigül et al. ( 2014) y Yahiaoui ( 2023).
Por último, cabe destacar que el nivel de conocimiento y aptitud financiera se ve claramente influenciado por el estatus laboral de los jóvenes universitarios. Este resultado coincide con estudios previos realizados en contextos internacionales, como los de Lantara y Kartini ( 2016) en Indonesia y Sarigül et al. ( 2014) en Turquía, quienes llegaron a conclusiones similares al encontrar que el estatus laboral desempeña un papel determinante en la educación financiera de los jóvenes.
5. Conclusiones
El presente estudio exploró de manera profunda los niveles de educación financiera y las variables sociodemográficas en jóvenes universitarios de Ecuador. A través de una revisión exhaustiva de la literatura y el análisis de datos recopilados de 1.011 encuestas, se han obtenido valiosas perspectivas que arrojan luz sobre la importancia de abordar la educación financiera en el contexto universitario.
Los resultados de este estudio determinan que la población de jóvenes universitarios tiene niveles medios de educación financiera. Este hallazgo denota que, en Ecuador, los jóvenes universitarios pueden aplicar los conocimientos financieros básicos en situaciones cotidianas, pero pueden tener dificultades para aplicarlos en situaciones más complejas.
De manera general, los puntajes de educación financiera en base a las distintas características de los encuestados mostraron mejor desempeño en la dimensión conocimiento financiero. Sin embargo, este puntaje decrece en las dimensiones de comportamiento y aptitud financiera.
Estas disparidades pueden indicar influencias regionales o culturales en los niveles de educación financiero de los estudiantes universitarios y resaltan la necesidad de abordajes específicos para mejorar la educación financiera en cada contexto.
Además, la edad, el campo de formación y el estatus laboral resultaron tener influencia en las distintas dimensiones de la educación financiera
Estas conclusiones tienen importantes implicaciones para los diversos actores involucrados en la promoción de la educación financiera en el contexto ecuatoriano. En primer lugar, los responsables de la formulación de políticas educativas, en colaboración con las instituciones de educación superior, pueden diseñar estrategias inclusivas que garanticen que todos los estudiantes, independientemente de su campo de estudio, tengan acceso a una educación financiera integral. Estas estrategias deben enfocarse en la entrega de conocimientos financieros, la promoción de hábitos financieros saludables y el cultivo de una actitud positiva hacia la gestión financiera.
En segundo lugar, cada institución de educación superior puede adaptar sus programas de educación financiera según las características socioeconómicas de sus estudiantes. Esto implica la creación de programas que combinen teoría y práctica de manera efectiva, abordando las necesidades específicas de cada grupo estudiantil y fortaleciendo sus competencias financieras de manera pertinente.
En tercer lugar, es crucial fomentar la colaboración entre las instituciones educativas, el gobierno y las organizaciones financieras para desarrollar estrategias de educación financiera integrales. Estas estrategias deben abordar de manera proactiva las variables socioeconómicas y promover una mayor competencia financiera en toda la población estudiantil, con enfoques específicos para grupos diversos.
En conjunto, estas implicaciones pueden guiar a los interesados en la educación financiera en Ecuador hacia la creación de programas y políticas más efectivos que empoderen a los jóvenes universitarios con las habilidades necesarias para una gestión financiera exitosa en su vida académica y futura
Aunque este estudio proporciona una visión profunda de la relación entre variables sociodemográficas y educación financiera en jóvenes universitarios de Ecuador, es importante reconocer ciertas limitaciones que podrían influir en la interpretación de los resultados. Una limitación clave es la dependencia de los datos auto informados a través de encuestas, lo que podría haber introducido sesgos en la medición de la educación financiera y las variables sociodemográficas. Además, la muestra podría no ser completamente representativa de todos los jóvenes universitarios del país, lo que podría limitar la generalización de los resultados.
En términos de futuras líneas de investigación, sería beneficioso realizar un seguimiento longitudinal para comprender cómo los niveles de educación financiera de los jóvenes evolucionan a lo largo del tiempo y cómo esto se relaciona con sus decisiones financieras en diferentes etapas de la vida. Además, investigaciones más detalladas podrían analizar las posibles causas subyacentes de las disparidades en la educación financiera, como la influencia de la educación de los padres, la formación previa en finanzas, y la accesibilidad a recursos financieros.
Otra línea de investigación interesante podría ser la evaluación de la eficacia de programas educativos específicos diseñados para mejorar la educación financiera en jóvenes universitarios. Medir el impacto de las ráfagas educativas y analizar cómo se traducen en decisiones financieras concretas podría proporcionar una guía valiosa para el diseño de políticas efectivas en esta área. Además, considerando el entorno tecnológico en constante cambio, investigar cómo las nuevas tecnologías y plataformas digitales pueden influir en la educación financiera de los jóvenes y cómo pueden ser incorporadas de manera efectiva en los programas educativos, sería de gran relevancia.