INTRODUCCIÓN
El síndrome metabólico se define como un cúmulo de indicadores metabólicos fisiopatológicamente relacionados entre sí. La obesidad abdominal, con un punto de corte específico de acuerdo al grupo étnico estudiado, constituye el principal componente de este síndrome unido a la presencia de dos o más de las siguientes afecciones: a) elevación de la presión arterial, b) disminución del colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL), c) aumento de triglicéridos y d) incremento de glucosa en ayuno1. Al presentarse dichas alteraciones metabólicas en un mismo individuo, se aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y diabetes mellitus tipo 2 (DMT2)2.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) del 2018, en México, la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad fue de 75.2 % en los adultos de veinte años o más. A nivel nacional, 10.3 % de adultos refirieron tener un diagnóstico médico previo de DMT2, y 19.5 % presentaron valores de colesterol y triglicéridos por encima de parámetros normales. Respecto a la hipertensión arterial, se obtuvo una prevalencia de 18.4 %. El estado de Sonora, México, cuenta con una prevalencia de 22.2 % de sobrepeso y obesidad, asimismo, se encuentra entre los cinco estados con mayor número de casos de hipertensión arterial diagnosticada3. Estos resultados enmarcan el contexto de salud actual mexicano, donde existe una alta prevalencia de enfermedades no transmisibles, una de ellas, el síndrome metabólico4.
Las alteraciones metabólicas tienen una estrecha relación con los ritmos biológicos, dado que estos sistemas controlan aspectos fisiológicos como los patrones de sueño/vigilia, la temperatura corporal, la presión arterial, la liberación de las hormonas endocrinas y la actividad metabólica. Todo esto es regulado por señales lumínicas que viajan, a través de las células sensibles a la luz, de la retina hacia el núcleo supraquiasmático en el hipotálamo haciendo que los individuos respondan al ciclo día/noche5,6. Dichos ritmos son controlados por los llamados relojes biológicos ubicados en el sistema nervioso central, los cuales se encargan de coordinar la actividad del sistema nervioso con el medio ambiente7. En relación con la periodicidad de su ciclo, el ritmo biológico puede ser circadiano, es decir, con duración de 24 horas8.
Es frecuente observar pérdida de la sincronía del ritmo circadiano en trabajadores por turnos, especialmente en los que se desempeñan en turno nocturno o rotatorio y en el personal de vuelos. Investigaciones han encontrado que la disincronía de los ritmos biológicos incrementa el riesgo de desarrollar cáncer de mama, obesidad, DMT2 y síndrome metabólico9. La atención dentro de los hospitales, donde es necesario ofrecer servicios las 24 horas del día los 365 días del año, genera la necesidad de adaptarse a ritmos de trabajo que no siempre corresponden con los patrones circadianos, exponiendo a los trabajadores a desarrollar enfermedades no transmisibles, aunado a los riesgos que su trabajo les confiere10.
La relación que existe entre el síndrome metabólico y el ciclo circadiano ha sido explorada por múltiples investigaciones en países como Estados Unidos, Canadá, Japón, Corea y Perú11-15, en los cuales se ha encontrado relación estadísticamente significativa entre factores de riesgo metabólico y problemas del sueño en relación con el turno laboral nocturno o rotatorio. Sin embargo, en México la información sobre la relación de la disincronía circadiana y las alteraciones metabólicas en los trabajadores con factores de riesgo como el personal de enfermería, es limitada16,17.
En la actualidad, se conoce que aproximadamente 20 % de la población laboralmente activa realiza un trabajo por turnos. Se estima que para la mitad del Siglo XXI esta cantidad se duplique (40 %), aumentando así la cantidad de personas que puede presentar disincronía circadiana y, con ella, las alteraciones metabólicas que esta genera18,19. Por lo tanto, el objetivo de la investigación fue identificar la relación entre componentes de síndrome metabólico y disincronía circadiana en enfermeros de un hospital público del noroeste de México.
MÉTODOS
Estudio descriptivo, transversal y correlacional realizado en el año 2019 en Sonora, México. La población correspondió a 408 enfermeros que laboraban en los turnos matutino y nocturno de un hospital público de segundo nivel. Se eligió una muestra censal constituida por 30 enfermeros entre mujeres y hombres (15 del turno matutino y 15 del turno nocturno) quienes aceptaron participar voluntariamente en el estudio y cumplieron con los criterios preestablecidos expuestos a continuación:
Criterios de inclusión. Ser personal de enfermería, sexo indistinto, perteneciente al hospital del estudio, aparentemente sanos, con antigüedad mayor a un año en la labor que desempeña, realizar actividades de tipo operativo y tener un horario laboral fijo.
Criterios de exclusión. Encontrarse en tratamiento médico con glucocorticoides, consumir me latonina vía oral o haber realizado un viaje transatlántico en las últimas dos semanas20,21.
Las variables núcleo del estudio fueron: síndrome metabólico y ciclo circadiano. Para evaluar la presencia de síndrome metabólico se utilizaron los valores de referencia sugeridos por la Federación Internacional de Diabetes (FID)22. Referente al ciclo circadiano, se realizó una prueba de cortisol sérico antes de las 10:00 a.m. y un autoreporte de patrones de sueño, número de horas dormidas, sueño de día o noche.
Para su desarrollo, el estudio integró tres cédulas de recolección de datos. Las características se presentan a continuación:
1) Cédula de variables biosociodemográficas y laborales: cédula exprofeso con una confiabilidad de 0.707 según el Alpha de Cronbach. Su contenido constó de 20 ítems, divididos en dos secciones. La primera sección se enfoca en las variables biosociodemográficas, constituida por 13 ítems. La segunda corresponde a variables laborales, conformada por siete ítems; en ambas variables las respuestas se estructuraron de manera categórica.
2) Cédula recolección de datos ciclo circadiano: diseñada con la finalidad de recolectar los datos de acuerdo a los patrones del ciclo circadiano considerados para esta investigación. Estructuralmente contó con dos secciones, la primera integrada por nueve ítems categorizados en los cuales el participante autoreportó sus características del sueño. Los componentes del ciclo circadiano fueron: ritmo del cortisol, medido con una sola prueba de cortisol sérico, y patrones de sueño que hacían referencia al número de horas dormidas (sueño de día o de noche).
Los datos de variables sociodemográficas, de trabajo y de patrón de ciclo circadiano, fueron recolectados a través de entrevista con duración aproximada de 20 minutos. La segunda sección se conformó por el registro del resultado de la muestra de cortisol sérico, fecha y hora de medición.
3) Cédula de recolección de datos síndrome metabólico: constituida por tres columnas, en la primera se colocaron los componentes del síndrome metabólico; en la segunda columna se registraron los resultados obtenidos de las mediciones y muestras bioquímicas; en la tercera se anotó fecha y hora de las mediciones.
Para la recolección de datos, se programó una cita individual con cada participante entre 6:30 a.m. y 7:30 a.m., adaptando la agenda a los días laborales y de descanso. La reunión se efectuó en un cubículo hospitalario adecuado a las necesidades del proyecto. Respecto a la somatometría, la medición de peso se calculó utilizando una báscula y monitor de composición corporal marca Omron portátil modelo HBF-514C-LA; para la valoración de la talla se usó un estadiómetro portátil. La determinación de la circunferencia abdominal se realizó al final de una espiración normal, con los brazos relajados a cada lado, sobre la línea media axilar, en el punto que se encuentra entre la parte inferior de la última costilla y la parte más alta de la cresta ilíaca23.
La tensión arterial fue medida con un tensiómetro digital automático marca Omron (Digital Automatic Blood Pressure Monitor DABPM), durante 15 minutos el participante debía estar sentado, en reposo y sin cruzar las piernas. En este periodo se tomaron tres mediciones con descanso de tres minutos entre cada lectura. Para el análisis, se utilizó la media de la segunda y la tercera lectura24. Posteriormente, se efectúo la aplicación de las cédulas para la evaluación de las variables biosociodemográficas y laborales.
Por último, se realizó la toma de muestras bioquímicas donde el participante debió contar con ocho horas de ayuno mínimo25. Para la determinación de la glicemia en ayuno, se utilizó el método GOD-PAP, en la medición de los triglicéridos se usó el método colorimétrico y para colesterol HDL se empleó el método de precipitación con ácido fosfotúngstico. En estas determinaciones se utiliza ron reactivos marca Randox y el equipo Vitalab Selectra E. Para la determinación de cortisol sérico se desarrolló un ensayo de quimioluminiscencia donde se utilizaron reactivos de la marca Architect los cuales tenían microparticulas recubiertas con anticuerpos anticortisol. Al finalizar, se procedió a la captura de datos y análisis de resultados. Se otorgó retroalimentación a los participantes sobre los resultados del estudio referente a su persona.
El procesamiento de datos se realizó utilizando el software estadístico SPSS (Statistical Package for the Social Sciencies) versión 23. Las técnicas estadísticas fueron de tipo descriptiva para el análisis de los datos mediante la realización de tablas de frecuencia, medidas de tendencia central y dispersión. Para el análisis estadístico inferencial se consideró la normalidad de los datos a través de la prueba de Shapiro-Wilk. Referente a la búsqueda de relación entre variables cualitativas se empleó la prueba de Chi-cuadrada. Para determinar la correlación entre variables cuantitativas se utilizó el coeficiente de correlación de Pearson, en el caso de las variables con distribución paramétrica, y, en el caso contrario, se utilizó el coeficiente de correlación de Spearman.
Respecto a las consideraciones éticas, el estudio contó con la aprobación del Comité de Bioética e Investigación del Hospital General del Estado de Sonora, así como con el registro ante la Secretaría de Salud. Además, se tuvo el respaldo de un consentimiento informado firmado previo a la participación.
RESULTADOS
En la Tabla 1 se presentan los resultados obtenidos respecto a las variables sociodemográficas de los participantes. El rango de edad fue de 26 años a 62 años (M= 37.89, DE= ± 8.99). En relación con las variables laborales, en la Tabla 2 se pueden observar algunas de las frecuencias y porcentajes que caracterizan a la muestra estudiada.
Variables | f | (%) |
Sexo | ||
Femenino | 25 | (83.3) |
Masculino | 5 | (16.7) |
Condición de pareja | ||
Con pareja | 27 | (90.0) |
Sin pareja | 3 | (10.0) |
Presencia de hijos | ||
Con hijos | 23 | (76.7) |
Sin hijos | 7 | (23.3) |
Realiza ejercicio físico | ||
Sí | 8 | (26.7) |
No | 22 | (73.3) |
Fuma | ||
Sí | 7 | (23.3) |
No | 23 | (76.7) |
Bebe alcohol | ||
Sí | 11 | (36.7) |
No | 19 | (63.3) |
Antecedentes de diabetes mellitus | ||
Sí | 18 | (60.0) |
No | 12 | (40.0) |
Antecedentes de hipertensión arterial | ||
Sí | 16 | (53.3) |
No | 14 | (46.7) |
Enfermedades diagnosticadas | ||
Sí | 1 | (3.3) |
No | 29 | (96.7) |
(n= 30)
Variables | f | (%) |
Turno | ||
Matutino | 15 | (50.0) |
Nocturno | 15 | (50.0) |
Título obtenido | ||
Especialista | 2 | (6.7) |
Licenciado | 15 | (50.0) |
Técnico | 11 | (36.6) |
Auxiliar | 2 | (6.7) |
Antigüedad en el hospital | ||
Menor de 10 años | 23 | (76.7) |
Mayor de 10 años | 7 | (23.3) |
Realiza otra actividad remunerada | ||
Sí | 3 | (10.0) |
No | 27 | (90.0) |
Forma de contratación | ||
Fijo | 28 | (93.3) |
Suplente | 2 | (6.7) |
Licencias médicas últimos 6 meses | ||
Sí | 11 | (36.7) |
No | 19 | (63.3) |
(n= 30)
Por la distribución de los componentes del síndrome metabólico, se observó que 90 % de los participantes tuvo un perímetro de circunferencia abdominal por arriba del punto de corte aceptable (M= 102.65 cm, DE= ± 17.13). Poco más de una tercera parte (36.7 %) presentó valores elevados de glicemia en ayuno (M= 94.80 mg/dL, DE= ± 14.28), mientras que 16.7 % obtuvo niveles de triglicéridos por encima de lo recomendado (M= 122.50 mg/dL, DE= ± 44.89). Respecto al nivel de colesterol HDL, la tercera parte registró valores por debajo de los parámetros establecidos (M= 49.16 mg/dL, DE= ± 6.30). Por otro lado, 23.3 % presentó valores de presión arterial elevados (sistólica M= 119.56 mmHg, DE= ± 15.89) (diastólica M= 76.60 mmHg, DE= ± 12.50). Según los criterios establecidos, 43.3 % del total de participantes presentó síndrome metabólico.
En la Tabla 3 se muestra la frecuencia de los componentes del síndrome metabólico en el personal de enfermería, según el turno laboral. Se encontraron cifras elevadas respecto a los parámetros normales de la circunferencia abdominal y la hipertensión arterial en el turno nocturno (93.3 % y 33.3 % respectivamente). En el turno matutino predominaron niveles bajos de colesterol HDL en 46.7 % y aumento de glucosa en ayuno con 53.3 %. La frecuencia de triglicéridos fuera del rango de referencia fue igual en ambos turnos (20 %).
Variables | Turno nocturno (n = 15) | Turno matutino (n = 15) | ||
f | (%) | f | (%) | |
Circunferencia abdominal aumentada | ||||
Sí | 14 | (93.3) | 13 | (86.7) |
No | 1 | (6.7) | 2 | (13.3) |
Presión arterial aumentada | ||||
Sí | 5 | (33.3) | 2 | (13.3) |
No | 10 | (66.7) | 13 | (86.7) |
Colesterol HDL disminuido | ||||
Sí | 3 | (20.0) | 7 | (46.7) |
No | 12 | (80.0) | 8 | (53.3) |
Triglicéridos aumentados | ||||
Sí | 3 | (20.0) | 3 | (20.0) |
No | 12 | (80.0) | 12 | (80.0) |
Glicemia aumentada | ||||
Sí | 3 | (20.0) | 8 | (53.3) |
No | 12 | (80.0) | 7 | (46.7) |
(n= 30)
En la Tabla 4 se presentan los resultados respecto a la frecuencia de los componentes de disincronía circadiana en los participantes según el turno laboral. Se identificó que en el turno nocturno domina el insomnio (46.7 %); dos terceras partes despiertan durante la noche (66.7 %) y 80 % duerme siete horas o menos por día. Respecto al turno matutino, predomina el cansancio después de dormir (73.3 %) y una tercera parte tiene ocho horas o más de sueño por día (33.3 %).
Variables | Turno nocturno (n= 15) | Turno matutino (n= 15) | ||
f | (%) | f | (%) | |
Insomnio | ||||
Sí | 7 | (46.7) | 5 | (33.3) |
No | 8 | (53.3) | 10 | (66.7) |
Despertar durante la noche | ||||
Sí | 10 | (66.7) | 8 | (53.3) |
No | 5 | (33.3) | 7 | (46.7) |
Cansancio después de dormir | ||||
Sí | 10 | (66.7) | 11 | (73.3) |
No | 5 | (33.3) | 4 | (26.7) |
Horas de sueño por día | ||||
8 horas o más | 3 | (20.0) | 5 | (33.3) |
7 horas o menos | 12 | (80.0) | 10 | (66.7) |
(n= 30)
Los resultados respecto a la frecuencia de componentes de disincronía circadiana en los participantes según sexo indicaron que 76 % de las mujeres duerme siete o menos horas al día. En los hombres predomina el insomnio, cansancio después de dormir y tener siete o menos horas de sueño por día, 60 % en cada categoría. Al analizar los resultados de cortisol sérico en el total de los participantes, los parámetros se encontraban en un rango de concentración de 1 µg/dL a 14.7 µg/dL (M= 8.95, DE= ± 3.35); en el turno nocturno se observaron valores en un rango entre 1 µg/dL a 14.7 µg/dL (M= 9.02, DE= ± 3.98) y en el matutino un rango de 6 µg/dL a 14.6 µg/dL (M= 8.88, DE= ± 2.73). Respecto al sexo, en las mujeres se encontraron valores en un rango de 1 µg/dL a 14.6 µg/dL (M= 8.7, DE= ± 3.14) y en los varones el rango fue de 6 µg/dL a 14.7 µg/dL (M= 10.24, DE= ± 4.48). Solo se encontró un valor alterado, este fue por debajo de los parámetros normales en una participante del turno nocturno.
En cuanto a las variables numéricas peso y el número de veces que se despiertan por las noches, se encontró una relación lineal débil directamente proporcional entre ambas variables (rs= 0.368) (p= 0.045).
En la Tabla 5 se muestran los resultados de correlación entre variables categóricas. Se observó una asociación estadísticamente significativa entre el sexo y la concentración de triglicéridos, los datos muestran que el porcentaje de hombres con valores de triglicéridos por encima de lo normal es superior al de las mujeres (p= 0.003). Asimismo, se detectó una asociación estadísticamente significativa entre la edad y glucosa en ayuno (p= 0.001). El mayor porcentaje de glucosa en ayuno alterada se presentó en personas mayores de 40 años. Se encontró una correlación directa, estadísticamente significativa, entre el insomnio y el consumo de alcohol (p= 0.044). De igual forma entre las variables insomnio y nivel de triglicéridos (p= 0.026). Las personas con insomnio presentan valores elevados de triglicéridos.
Variables | Triglicéridos | ||||||||
Sexo | Normal | Alteración | Total | ||||||
f | (%) | f | (%) | f | (100%) | χ2 | gl | Valor p | |
Mujer | 23 | (92.0) | 2 | (8.0) | 25 | (83.3) | |||
Hombre | 1 | (20.0) | 4 | (80.0) | 5 | (16.7) | 13.500 | 1 | 0.003* |
Total | 24 | (80.0) | 6 | (20.0) | 30 | (100.0) | |||
Variables | Glucosa en ayuno | ||||||||
Rango de edad | Normal | Alteración | Total | ||||||
f | (%) | f | (%) | f | (100%) | χ2 | gl | Valor p | |
Menor 40 | 15 | (82.2) | 2 | (11.8) | 17 | (56.7) | |||
Mayor 40 | 4 | (30.8) | 9 | (69.2) | 13 | (43.3) | 10.476 | 1 | 0.001** |
Total | 19 | (63.3) | 11 | (36.7) | 30 | (100.0) | |||
Variables | Consumo de alcohol | ||||||||
Insomnio | Normal | Alteración | Total | ||||||
f | (%) | f | (%) | f | (100%) | χ2 | gl | Valor p | |
Sí | 7 | (63.6) | 5 | (26.3) | 12 | (40.0) | |||
No | 4 | (36.4) | 14 | (73.7) | 18 | (60.0) | 4.043 | 1 | 0.044* |
Total | 11 | (36.7) | 19 | (63.3) | 30 | (100.0) | |||
Variables | Triglicéridos | ||||||||
Insomnio | Normal | Alteración | Total | ||||||
f | (%) | f | (%) | f | (100%) | χ2 | gl | Valor p | |
Sí | 7 | (58.3) | 5 | (41.7) | 12 | (40.0) | |||
No | 17 | (94.4) | 1 | (5.6) | 18 | (60.0) | 5.868 | 1 | 0.015* |
Total | 24 | (80.0) | 6 | (20.0) | 30 | (100.0) |
*p ≤ 0.05 **p ≤ 0.001
DISCUSIÓN
Este estudio reveló relaciones entre los componentes del síndrome metabólico y la disincronía circadiana. Las diferencias observadas por turno o sexo sugieren que el mayor riesgo de salud se observa en el personal masculino que labora en el turno nocturno. Casi la mitad del personal participante manifestó todas las características para el diagnóstico de síndrome metabólico. Dicho resultado es similar a lo encontrado en múltiples investigaciones realizadas con adultos y personal de salud mexicano26-28, quienes registran una prevalencia de síndrome metabólico de entre 30 % a 40 %.
Al analizar los resultados, se encontró que la disminución del colesterol HDL es un componente sobresaliente en todos los participantes que cumplían los criterios para el diagnóstico del síndrome metabólico, en combinación con el aumento de circunferencia abdominal; esto coincide con lo encontrado por diversos investigadores que han demostrado la alta prevalencia de este riesgo aterogénico en adultos mexicanos26.
Con respecto a la variable disíncronía circadiana, se categorizó a los participantes pertenecientes al turno nocturno con esta condición al tomar en cuenta la pérdida de sincronía que aparece al cambiar el patrón habitual de los horarios de sueño e ingesta alimentaria que responden al día y a la noche. Con estos cambios se pueden presentar diversas afecciones a la salud causando problemas digestivos, metabólicos y cardiovasculares29.
Se observó que, en ambos sexos, la circunferencia abdominal está por arriba del corte aceptable de la FID, lo que sugiere el aumento del riesgo cardiometabólico al cual se encuentra expuesta la muestra poblacional estudiada. No obstante, es recomendable establecer puntos de corte específicos por edad y por sexo en la región originaria de la muestra; esto, por la importancia que tiene dicho parámetro como predictor de riesgo cardiometabólico30, además, porque aproximadamente 90 % de los casos de DMT2 se atribuyen al sobrepeso y a la obesidad31. En las mujeres, el segundo indicador con mayor frecuencia es el aumento de glucemia en ayuno, mientras que en los hombres fue el aumento de triglicéridos, resultado similar a estudios realizados en trabajadores de un hospital público de segundo nivel en la Ciudad de México32.
En cuanto al sexo y los componentes de disincronía circadiana, en las mujeres se observó con mayor frecuencia tener siete horas de sueño o menos por día33, en los hombres se observó insomnio, cansancio después de dormir y al igual que en las mujeres tener siete horas o menos de sueño por día; estos resultados coinciden con lo reportado por investigadores españoles que trabajaron con una muestra de adultos34.
Para esta investigación fue de suma importancia contrastar ambos turnos para evaluar posibles diferencias en los resultados entre el nocturno y el matutino, ya que múltiples investigaciones relacionan el turno laboral con la posibilidad de desarrollar enfermedades metabólicas, cardiovasculares, gastrointestinales y cáncer de seno relacionadas con el cambio de patrones de sueño34-36. Al observar la frecuencia de componentes del síndrome metabólico se encontró que el aumento de circunferencia abdominal y el aumento de presión arterial predominan en el turno nocturno, mientras que en el turno matutino sobresale el aumento de circunferencia abdominal y glucosa en sangre en ayuno por encima de los rangos establecidos. Estos resultados se encuentran relacionados con la alta prevalencia de obesidad en México, que a nivel mundial ocupa los primeros lugares con este trastorno, por lo cual resulta alarmante la sencillez de encontrar resultados en donde gran porcentaje de la población la padece37.
Al analizar la frecuencia de componentes de disincronía circadiana según el turno, en los trabajadores nocturnos predominó tener siete horas o menos de sueño por día, mientras que entre los del turno matutino fue sentir cansancio después de dormir. Estudios demuestran que el personal de trabajo nocturno tiene, en general, peor calidad de sueño en comparación con los de turnos convencionales, esto causado por la dificultad del organismo para adaptar sus ritmos biológicos a horarios irregulares38. También se observó relación significativa directa entre el número de veces que el trabajador despierta por la noche y el peso; quienes se despiertan por la noche presentan un peso mayor en comparación con los que duermen sin interrupciones. Esto coincide con investigaciones que relacionan los problemas del sueño con el aumento del peso39; por tal motivo, sería importante determinar el orden causal de esta relación, para responder a la pregunta de si el sobrepeso genera problemas del sueño o los problemas del sueño generan sobrepeso.
Se encontró correlación entre padecer insomnio y consumo de bebidas alcohólicas. Al revisar la literatura se identificaron inconsistencias, pues existen estudios que relacionan la mala calidad del sueño con un incremento en el consumo de alcohol, y otros que no reflejan asociación alguna40. Lo anterior podría estar relacionado con diversos factores como el motivo de consumo, frecuencia y estilo de vida de los enfermeros, por tal motivo, una línea de investigación en este sentido sería pertinente para ahondar en el tema.
Por otro lado, se observó la correlación directa entre insomnio y nivel de triglicéridos. Al respecto, estudios previos han demostrado la asociación entre las dislipidemias y el insomnio, aunque no específicamente con el nivel de triglicéridos41-43.
El valor de los triglicéridos es un marcador de riesgo de enfermedades cardiovasculares; las investigaciones coinciden en que existe una mayor tendencia de los hombres a presentar niveles aumentados de triglicéridos los cuales pueden estar relacionados con el estilo de vida, la cantidad y la calidad de las ingestas alimentarias44,45. Los resultados del presente trabajo coinciden con los reportados en la literatura. Se detectó correlación entre la edad de los participantes mayores de 40 años y el aumento de glucosa en ayuno, esto coincide con estudios realizados previamente en adultos mexicanos donde se observa una tendencia de grupos etarios mayores de 40 años a aumentar sus niveles de glucosa entre 100 mg/dL y 125 mg/dL27.
CONCLUSIONES
El presente estudio permitió caracterizar al personal de enfermería participante respecto a factores de riesgo metabólico y el ciclo circadiano. Se observó que el síndrome metabólico es un problema de salud de alta prevalencia, pues se presentó en casi 50 % de la muestra de estudio independientemente del nivel académico o del turno laboral. El componente del síndrome metabólico que se presentó con mayor frecuencia en los participantes fue la disminución del colesterol HDL, y se logró identificar a las alteraciones del sueño como los síntomas de mayor frecuencia entre el personal que trabaja en el turno nocturno, lo cual coincide con investigaciones previas. Respecto a la relación entre el síndrome metabólico y la disincronía circadiana, tanto el peso como el nivel de triglicéridos fueron los indicadores que mostraron relación con patrones de sueño afectados.
Es de suma importancia visibilizar que los resultados obtenidos en la investigación resultan alarmantes debido a que el síndrome metabólico afecta a una gran cantidad de trabajadores; lo cual refleja la condición de salud de la sociedad mexicana, pues no solo es la consecuencia del horario laboral, sino un conjunto de determinantes como los hábitos de vida, acceso a servicios de salud y el medio ambiente. Futuros esfuerzos para replicar e incrementar el tamaño de la muestra, así como ofrecer una solución a esta problemática de salud, podrían contribuir a mejorar el estado físico del personal sanitario, disminuir los riesgos laborales y mejorar su calidad de vida. Estos hallazgos exponen la importancia y la prioridad de incidir en cómo disminuir los factores de riesgo metabólico en el personal de enfermería, principalmente a los que se desempeñan en el turno nocturno, además de incluir desde la formación del personal de enfermería aspectos esenciales del cuidado de sí mismo para posteriormente brindar cuidado de calidad a otros.
RESPONSABILIDADES ÉTICAS
Protección de personas y animales. Los autores declaran que los procedimientos efectuados cumplieron con lo establecido por la Ley General de Salud de México en Materia de Investigación para la Salud.
Confidencialidad. Los autores declaran que se obtuvo un consentimiento informado de los participantes previo al estudio; además, los datos recabados fueron protegidos conforme al reglamento de la Ley General en Salud en Materia de Investigación para la Salud.
Conflicto de intereses. Los autores manifiestan no tener ningún conflicto de interés.
Financiamiento. Este proyecto fue financiado por la Universidad de Sonora.