Justificación
Las migraciones contemporáneas son indicativas de una época marcada por la intensificación y diversificación de la movilidad, donde crece el número de individuos que viven simultáneamente entre varios lugares ( Beck, 1998 ). Los científicos sociales conciben la migración como una metáfora de la modernidad ( Papastergiadis, 2000 ) y definen al sujeto moderno como un sujeto en movimiento, fijando su interés en cómo los migrantes integran en su vida cotidiana países de origen y de destino, investigando las prácticas, relaciones e identidades individuales o colectivas que integran ambos lugares ( Pries, 1999 ). Existe cierto consenso a la hora de señalar el papel explicativo de un conjunto interrelacionado de tendencias: globalización a diferentes niveles ( Levitt, 2001 ), flexibilidad de la economía y del mundo del trabajo, incrementos en los niveles de riqueza, tecnologías del transporte y de la comunicación cada vez más rápidas y más baratas y mayor ref lexividad de los actores sociales que se traduce en estilos de vida móviles orientados hacia la búsqueda de la calidad de vida ( Benson y O’Reilly, 2009 ).
En este escenario, la multilocalidad, o la práctica de la vida cotidiana en más de una residencia y entre ellas en un tiempo determinado, emerge para los individuos como una alternativa plausible a la migración permanente o a la inmovilidad espacial, ligadas éstas a aspectos relacionados con el curso de vida y biografía de las personas, con los mecanismos de decisión o con las desigualdades territoriales ( Jensen y Richardson, 2007 ; Coulter, van Ham y Findlay, 2013 ). De hecho, el concepto de multilocalidad aparece relacionado con otras denominaciones semejantes y con áreas de estudio de diferentes disciplinas ( Guarnizo, 2003 ; Smith y Bailey, 2004 ; Soysal, 2010 ; Halfacree, 2012 ; King, 2012 ; Cohen y Cohen, 2012 ), con un desarrollo acentuado en los últimos años. Muchas veces se asocia con otros términos ( Halfacree, 2012 ), como transnacionalismo ( Basch, Glick y Szanton, 1994 ; Levitt, 2001 ) o translocalidad ( Zoomers y van Westen, 2011 ; Hedberg y do Carmo, 2012 ; Greiner y Sakdapolrak, 2013 ), los cuales actúan como paraguas bajo el que caben múltiples componentes relacionados con la movilidad de las personas ( Greiner y Sakdapolrak, 2013 ), su relación con el lugar de asentamiento ( Smith y Bailey, 2004 ; Halfacree, 2012 ) y con la identidad/afiliación con el lugar de destino ( Zoomers y van Westen, 2011 ). El paradigma de la movilidad se combina con otros temas como los estilos de vida ( Benson y O’Reilly, 2009 ) y la movilidad que generan, el curso de la vida de los individuos y los grupos sociales a los que pertenecen ( Coulter et al., 2013 ), los movimientos repetidos para visitar a amigos o familiares ( King, Lulle, Muller y Vathi, 2013 ), el mercado de la vivienda ( Åkerlund, 2012 ) o la construcción de relaciones sociales ( Nieminen-Sundell, 2011 ).
Las posibilidades que ofrecen las investigaciones realizadas en los últimos años, a la hora de buscar los componentes y los factores relacionados con el comportamiento multilocal, también son muchas. En un esfuerzo por establecer una síntesis de los mismos, se puede llegar a una categorización en la que priman aspectos geográficos, como la distancia entre los lugares ( Duchêne-Lacroix, 2013 ) y las comunicaciones disponibles para su acercamiento ( Kivisto, 2001 ; Guarnizo, 2003 ), o el carácter relacional de los espacios de vida de los individuos ( Greiner y Sakdapolrak, 2013 ). Además, se pueden identificar otros temas de carácter social, como la estructura familiar ( DuchêneLacroix, 2013 ), con sus dimensiones reticulares, de información, de obligaciones y de identidad, y los hogares que tienen miembros con vidas multirresidenciales ( Hardill, 2004 ). Otros elementos, finalmente, resaltan la capacidad territorial para proveer de recursos e infraestructuras con la finalidad de facilitar la multilocalidad o de estructuras sociopolíticas que propician el asentamiento de la población que migra o se mueve, como el estatus de residencia ( Duchêne-Lacroix, 2013 ). Como consecuencia de este proceso de movilidad transnacional y comportamiento multilocal, se establecen estructuras sociales con carácter simultáneo en los espacios implicados ( Amelina y Faist, 2012 ). Al igual que en las comunidades/espacios sociales transnacionales ( Levitt y Glick Schiller, 2004 ; Casado-Díaz, 2012 ), se trata de redes de apoyo económico, social y político creadas en torno a los residentes multilocales ( Tastsoglou y Dobrowolsky, 2006 ; Åkerlund, 2012 ). Estos espacios, prácticas y formas de relación crean ‘identidades fluidas’ ( Glick, Darieva y Gruner-Domic, 2011 ) en entornos globales y cosmopolitas. Todo esto lleva a plantear que la vida multilocal constituye una forma específica de integración social, término complejo y con significados distintos, entre los que subyace un elemento común, esto es “una forma de describir los patrones establecidos de relaciones humanas en una sociedad dada” ( United Nations, 1994, p. 5 ). Si bien se encuentra disponible una amplia bibliografía que estudia la integración social entre inmigrantes económicos ( Koramaz, 2014 ; González-Rábago y Blanco, 2016 ), a través de indicadores diversos que suelen cubrir su inserción laboral, su acceso a una vivienda o su participación social y política en la sociedad de acogida, solo algunos de ellos pueden aplicarse a la migración de jubilados ( Rojas, Leblanc y Sunill, 2014 ). En el caso europeo, la investigación más reciente se fija en temas como la competencia lingüística de los retirados, el tipo de relación social (amistades o matrimonios interculturales) en destino o la participación en asociaciones locales ( Lizárraga, Mantecón y Huete, 2015 ).
La investigación elaborada en torno a la multilocalidad describe realidades distintas. Por un lado está la estrategia implementada por personas con un alto nivel de cualificación que buscan cumplir los objetivos de su carrera profesional durante cierto tiempo. Por otro, se decanta un patrón migratorio que conecta zonas rurales y urbanas, que incluye a hogares con bajos ingresos y que obedece a una estrategia familiar de subsistencia ( Dick y Reuschke, 2012 ). También se identifica un comportamiento multilocal ligado a la migración internacional protagonizada por los retirados que oscilan entre distintas residencias y áreas climáticas, como patrón diferenciado de otros tipos de migraciones ( O’Reilly, 2000 ). En este sentido, España es desde hace años un destino preferente para las personas que plantean su retiro, migrando de una forma más o menos permanente desde el norte y centro de Europa hacia las costas cálidas del sur. Los trabajos de investigación producidos por los científicos sociales europeos desde finales de los años noventa ofrece una imagen fiable de los protagonistas de este tipo de movilidad ( Rodríguez, Fernández y Rojo, 1998 ; Rodríguez, Casado-Díaz y Huber, 2005 ; Casado-Díaz, 2006 ; Huete y Mantecón, 2013 ). Ésta es llevada a cabo por parejas que se encuentran en las edades más tempranas de la jubilación, poseen un nivel de ingresos medio-alto y tienden a ser propietarios de una vivienda en las localidades de destino, lugar elegido a partir de su experiencia acumulada a lo largo de viajes turísticos previos. Las razones que explican la decisión de emigrar se condensan en torno al clima, el nivel de precios adecuado a su economía y un cierto estilo de vida asociado al ocio y la salud. Una parte de la producción científica sobre migración internacional de retiro centra su foco de atención en cómo los mayores viven entre dos países, importando una perspectiva transnacional a su estudio, como es el caso de Gustafson (2008) , que investiga a retirados suecos que residen estacionalmente en el sur de Europa. Los retirados maximizan de forma prolongada aquello que le ofrecen Suecia y España: se mueven frecuentemente de un sitio a otro, hacen uso de distintos recursos para mantener redes sociales dispersas geográficamente y desarrollan sentimientos de pertenencia múltiple. El uso simultáneo de varias viviendas, que propicia un comportamiento multilocal, es una parte importante del estilo de vida transnacional de los retirados, sostenido en estrategias que entrañan la toma de decisiones sobre sus dos residencias a niveles distintos, ya sea al nivel de las estancias y los viajes entre países, las formas de comunicación a emplear, la situación fiscal y legal, la gestión de su vejez y sus redes de apoyo social, del acondicionamiento de las distintas viviendas o de las visitas que pueden recibir en España.
El objetivo de la investigación que aquí se plantea es ampliar el estado actual de conocimientos elaborando un modelo explicativo de la multilocalidad en la migración internacional de retiro. Su principal aportación radica en un estudio multivariable orientado a identificar las diferencias en una muestra amplia de informantes. La hipótesis de partida sostiene que la multilocalidad constituye entre los migrantes retirados un patrón de integración específico en España. Y es posible que ese patrón esté condicionado por factores relacionados con los rasgos sociodemográficos de los migrantes, con los recursos disponibles, con su comportamiento de carácter turístico o con los comportamientos ligados a su posible integración en España.
Datos y métodos
El Proyecto MIRES/3 1 1 se desarrolló en 2010, utilizando una metodología combinada, cuantitativa y cualitativa. En la fase cuantitativa se aplicaron 720 cuestionarios a una muestra de población que cumplía con varios criterios: 1) personas mayores de 50 años, nacidas en países de la Unión Europea (UE 15) más Suiza y Noruega, 2) retirados de su actividad laboral principal, 3) migrantes cuya residencia estaba fijada en más de tres meses en España durante el último año previo a la encuesta. Al ser una población móvil, que no siempre está registrada en España, no se pudo disponer de un universo oficialmente reconocido. Por tanto, el muestreo se adecuó a la distribución de dicha población en España según el Padrón Continuo, si bien no es estrictamente representativo de la misma.
Fue un muestreo por conglomerados en tres etapas con estratificación de los municipios seleccionados que poseían al menos 15 por ciento de la población de referencia, de las secciones censales o agrupación de secciones dentro del municipio y de los mayores retirados residentes en cada sección. Se eligieron las regiones (y provincias españolas) con mayor población extranjera retirada: Andalucía (Málaga, Almería, Granada), Comunidad Valenciana (Alicante), Islas Baleares, Islas Canarias (Las Palmas, Tenerife), Cataluña (Gerona) y Región de Murcia. En cada provincia se estratificaron los municipios por ámbitos rural y urbano y por su localización en la costa o en el interior, o por estar al norte o al sur de la capital provincial. Finalmente los entrevistados se distribuyeron por edad (50 a 59, 60 a 69 y 70 años y más), por sexo y país de nacimiento (alemanes, británicos, el resto).
La selección y contacto con cada entrevistado se llevó a cabo en los hogares, mediante un cuestionario autoadministrado traducido a tres idiomas mayoritarios (inglés, alemán y francés, además del español) que entregó un agente entrevistador, presente durante su cumplimentación por parte del informante. El trabajo de campo se completó con la supervisión de 60 por ciento de las encuestas, tanto de forma personal (repetición de la visita) como telefónica (repetición de preguntas). Después de comprobar que cada persona encuestada cumplía con los criterios de inclusión en el estudio, se preguntó sobre los aspectos relacionados con el proceso migratorio y la movilidad posterior, la construcción del sistema de relaciones que conforman su modo de vida en España, su identidad y pertenencia, así como su participación social y política en la vida española, el acceso a los servicios sanitarios o el reconocimiento de los derechos individuales. El cuestionario terminaba con una serie de preguntas de carácter sociodemográfico.
La estrategia de investigación, que consiste en distribuir un cuestionario precodificado, permite recabar abundante información sobre la población de retirados migrantes en España. Dicha información se recoge además de forma estructurada, siendo totalmente comparable al nivel de todos los individuos que componen la muestra. A partir de aquí la técnica de encuesta hace posible el análisis de las relaciones estadísticas entre todas las respuestas (variables) dadas por los retirados. Sin embargo, comprender dichas relaciones exige desplazar el foco de estudio hacia las experiencias vitales de los encuestados, empleando técnicas cualitativas abiertas a su discurso. En este sentido, las entrevistas en profundidad, dirigidas a un grupo mucho más reducido de informantes, sirven para identificar los contextos y argumentos que explican el comportamiento multilocal de los retirados. No sólo dotan de mayor sustento empírico al estudio estadístico sino que permiten ahondar en cuestiones relevantes no incluidas entre los ítems del cuestionario precodificado y que forman, finalmente, parte del estilo de vida de los retirados. A partir de criterios semejantes a los utilizados en el muestreo, se realizaron 36 entrevistas en profundidad entre retirados que viven en España, esencialmente británicos y alemanes, y entre testigos privilegiados y agentes locales, en las provincias de máxima implantación (Alicante, Málaga, Baleares y Canarias). Al pretender, con estas entrevistas, confirmar los resultados del cuestionario, se diseñó un guión de preguntas que recoge de forma breve los grandes bloques temáticos del cuestionario.
Para el análisis de los datos se utilizó también una metodología combinada. En primer lugar, se desarrolló una secuencia de análisis cuantitativo de datos, desde la fase inicial, la descripción de frecuencias de las variables seleccionadas, hasta el análisis multivariado. En un principio, las variables seleccionadas para estudiar la residencia múltiple de los migrantes de retiro fueron 1) el tiempo de permanencia anual en España, 2) el mantenimiento de la vivienda en su país y 3) las visitas a su país. Como factores inmediatamente relacionados, mediante análisis de contingencia, con las variables de multilocalidad, se han utilizado otras variables de carácter contextual. Algunas de ellas tienen significado sociodemográfico, como el país de nacimiento o los ingresos mensuales declarados. Otras tienen que ver con su comportamiento migratorio, como la antigüedad de la residencia en España o la duración de las visitas al país de origen. Otro grupo de variables pretendían medir el grado de integración de los migrantes, como la previsión de retorno definitivo a su país, la participación electoral o el registro en el ayuntamiento del municipio español de residencia. En la última fase del análisis cuantitativo se desarrolló un análisis multivariado doble, utilizando la información estadísticamente significativa en el análisis bivariado. En el primero se ha pretendido identificar grupos de personas retiradas, mediante análisis de correspondencias contrastando su perfil demográfico básico (país de nacimiento, edad, niveles de estudios y de ingresos) con su comportamiento multilocal (mantenimiento de la vivienda en su país, número de vistas a su país y tiempo de residencia anual en España). En el segundo, mediante análisis de correlación canónica para variables medidas en diferentes escalas métricas, se pretende relacionar su situación de residencia en España (a través del mantenimiento de la vivienda en el país de origen y el año desde el cual los retirados radican en España) con su grado de integración a través de su participación electoral en España, su registro en el ayuntamiento del municipio donde viven y su interés por retornar (o no) a su país. Desde esta perspectiva se quiere precisar el rol explicativo de la vivienda en el país de origen, con el objetivo de dar una respuesta a la hipótesis inicial. El análisis estadístico se ha llevado a cabo mediante el programa SPSS v. 2 2.2
Finalmente, los resultados del análisis cuantitativo se han contrastado con opiniones de los retirados y de otros agentes entrevistados en relación con su comportamiento móvil cuando residen en España. Las entrevistas fueron grabadas y transcritas, para ser luego analizadas mediante el programa de análisis cualitativo de datos MAXQDA v.11. Para ilustrar cómo la multilocalidad sirve a los migrantes de retiro como patrón de integración, el análisis de resultados se ha ordenado en tres partes. La primera describe al colectivo de retirados y presenta la influencia de la vivienda en el país de origen sobre otras variables básicas de la migración de retiro. La segunda parte desarrolla el análisis estadístico multivariable. La tercera retoma la información anterior para contextualizarla en los hallazgos de la investigación cualitativa.
Análisis de resultados
Características generales
El cuadro 1 ordena las frecuencias observadas para cada una de las categorías de variables relacionadas con el perfil sociodemográfico de los retirados. En este sentido, los porcentajes indican que los migrantes de retiro en España conforman un grupo relativamente joven que no ha llegado a las edades más avanzadas. Sólo 11 por ciento de los encuestados supera los 75 años mientras que 4 de cada 10 no había cumplido todavía los 65 años. La mayoría ha migrado en compañía de otra persona, siendo una minoría los informantes que viven solos en España (28 %). En la muestra ambos sexos se distribuyen de forma equilibrada, los retirados que dicen estar casados o tener pareja representan 68 por ciento del total. La mayor parte de los informantes ha nacido en el Reino Unido (44 %), mientras que una cuarta parte lo ha hecho en Alemania y algo menos de un tercio corresponde a otro país europeo. Los retirados llegados a España pertenecen a las capas medias de la sociedad, si se tiene en cuenta que el grupo más numeroso es el compuesto por los hogares adscritos a la categoría intermedia, aquellos que perciben entre 1 500 y 3 000 euros al mes. En el mismo sentido, 57 por ciento de los informantes tiene estudios secundarios, muy por encima de los dos extremos de la escala, aquellos que han sido universitarios y los que han recibido una formación básica o carecen de estudios.
El siguiente cuadro muestra cómo se reparten los retirados entre las categorías de variables indicativas de su comportamiento migratorio y de su grado de integración ( cuadro 2 ). Considerando el año, a partir del que viven en España en el momento de ser encuestados, los informantes han llegado, como media, hace 10 años ( cuadro 2 ). 58 por ciento llegó con posterioridad a 2001, más de una cuarta parte entre 2006 y 2010.
Las personas encuestadas pueden hacer uso de dos patrones de residencia distintos. El primero es elegido por 70 por ciento de los retirados, que viven en España más de 10 meses al año, mientras 23 por ciento de los casos opta por residir menos de seis meses al año. En cualquier caso, la movilidad entre países es un comportamiento habitual entre los migrantes de retiro. Si 26 por ciento informa no haber viajado al país de origen en el último año, 43 por ciento ha viajado más de una vez. La duración de visitas divide a los retirados en dos grupos diferenciados: por un lado, los que llevan a cabo visitas de corta duración inferiores a las cuatro semanas de duración (48 %), por el otro, los que las prolongan más de 12 semanas (32 %). En general, las personas retiradas conciben su migración a España como un proyecto estable. En el momento de ser encuestados, 68 por ciento no contempla el retorno al país de origen en el futuro y 87 por ciento está registrado como residente en el municipio en el que vive. Estos porcentajes no son asimilables sin embargo a la participación política de los informantes, ya que solo 29 por ciento de los casos declara haber votado en las elecciones locales españolas, teniendo la capacidad de hacerlo en muchos casos.
El cuadro 3 presenta un análisis de contingencia que plantea si el hecho de mantener una vivienda en el país de origen, mientras se vive en España, es un comportamiento relacionado con las características sociodemográficas de los informantes, con su patrón migratorio y con su grado de integración en España. Los resultados indican que dicha vivienda es un factor que segmenta la muestra en dos grandes grupos, siendo el porcentaje más alto el de las personas retiradas que tienen en España su única vivienda (414 casos, 58 %). El análisis bivariado apunta la existencia de diferencias significativas entre ambos grupos al considerar las variables mencionadas (valor del estadístico x ² inferior a 0,05 3 ).
La multirresidencia, o el hecho de disponer de una vivienda en España y en su país de origen, se distribuye de forma desigual atendiendo al país de nacimiento y al nivel de renta de los retirados. Dentro del grupo de los que tienen en España su única vivienda preponderan las personas nacidas en el Reino Unido (54 %), mientras que en el grupo de propietarios en país de origen son más numerosos los informantes nacidos en otros países europeos (37 %). En relación con sus ingresos económicos, los primeros tienden a ubicarse en el nivel de renta más bajo (40 %). Los segundos destacan por concentrarse en la categoría inmediatamente superior, con ingresos entre los 1 500 y los 3 000 euros (44 %). La vivienda en el país de origen explica una forma concreta de mudanza. Los retirados que se han desprendido de vivienda viven entre 10 y 12 meses en España (91 %), no viajan a su país de origen (36 %) y, si lo hacen, permanecen allí menos de cuatro semanas (73 %). Aquellos con dos viviendas, una en cada país, viven en España entre 3 y 6 meses cada año (48 %), viajan a su país más de una vez (62 %) y se quedan allí por períodos superiores a 12 semanas (57 %). Esta última estrategia migratoria se acompaña de un nivel menor de integración de los encuestados en el municipio español en el que viven. De forma comparativa, piensan más en la posibilidad de retorno a su país de origen (40 %), son menos los que se registran en el padrón de habitantes (75 %) y participan con menor frecuencia en la política (21 %).
La multilocalidad como patrón de integración en España
A través del análisis cluster se han identificado grupos de retirados en función de sus características sociodemográficas y de su comportamiento multilocal. Los cuadros 4 y 5 destacan las puntuaciones de aquellas variables que sirven para distinguir a unos grupos de otros. Se han identificado cuatro grupos según el perfil sociodemográfico de los encuestados ( cuadro 4 ), esencialmente según el país de nacimiento, siendo el primero el compuesto por los informantes nacidos en el Reino Unido, el segundo por los de Alemania y el tercero por aquellos de otros países y con un nivel de estudios e ingresos más bajo. El cuarto grupo lo integran los retirados de otros países que destacan por tener un nivel de estudios más alto.
El análisis del comportamiento multilocal de los informantes identifica tres grupos (c uadro 5 ), siendo el primero y más numeroso el de los retirados etiquetados como afincados . Reciben este nombre porque permanecen más tiempo en España, donde tienen su única vivienda, y presentan una movilidad menor hacia el país de origen. El segundo grupo es el de los retirados con un comportamiento multilocal , ya que destacan por tener una vivienda en cada país y por permanecer, de manera comparativa, menos meses en España, compartiendo un mayor tiempo de estancia anual en su país de origen.
El tercero es el de los viajeros , diferenciados por su relativa alta movilidad anual entre países.
El análisis de correspondencias confirma que existe relación estadística entre el comportamiento multilocal de los encuestados y su perfil sociodemográfico. La inercia total (0.70) indica dispersión de las puntuaciones que teóricamente representan a los distintos grupos de retirados en un espacio de dos dimensiones. Prácticamente toda la inercia (99 %) es explicada por un único factor (dimensión 1). En este sentido, los grupos británicos (0.036) y retirados multilocales (0.044) son los que realizan la mayor contribución a la inercia total dentro de cada conjunto, puntuando con signos distintos al factor principal, por lo que la dispersión de las puntuaciones se explicaría, mayormente, por variables como el país de nacimiento, la vivienda en el país de origen o los meses de residencia en España.
La gráfica 1 muestra cómo se distribuyen los distintos grupos en un plano de dos dimensiones, estando más cerca entre sí aquellos que son similares o están más relacionados entre ellos. La posición de cada uno de los grupos sobre la dimensión 1 indica que los británicos se distancian del resto de los grupos por país de nacimiento, puntuando en el sentido opuesto. Por tanto, los alemanes y el resto de retirados formarían un subconjunto aparte. Los tres grupos resultantes de las variables del comportamiento multilocal registran puntuaciones alejadas entre sí en el mismo factor, por lo que representarían realidades migratorias diferenciadas. Británicos y retirados afincados tienen puntuaciones similares (negativas) dentro de la dimensión 1, por lo que guardarían una relación más estrecha, mientras alemanes y el resto se relacionarían con los retirados multilocales.
El análisis de correlación canónica identifica la situación de la residencia de los encuestados, el disponer de una vivienda en España y su antigüedad de residencia, como un factor explicativo de su grado de integración en España, medida a través de su empadronamiento, su participación en elecciones locales y su propensión (o no) a retornar a su país. El cuadro 6 recoge la carga o contribución de cada variable al modelo explicativo planteado. La correlación entre estos conjuntos de variables, expuestas como independientes y dependientes, es significativa según el test estadístico empleado ( cuadro 6 ). Dentro de la primera función, que maximiza la correlación lineal entre los dos conjuntos de variables, la vivienda en el país de origen es la variable independiente con una carga mayor (0.83), lo que implica que tener una vivienda en el país de origen es el factor más importante para explicar la integración en la vida española de los retirados. Por su parte, el número de años de residencia en España aporta con fuerza menor (0.56). Entre las variables dependientes, el registro en el municipio y la participación electoral contribuyen en la función de correlación con una intensidad similar. Según su signo ambas variables reaccionan en el mismo sentido, por lo que los retirados que mantienen la vivienda en su país no tienden a votar en España ni se empadronan en su municipio español de residencia. Además, imaginan la posibilidad de retorno, si bien esta variable participa menos de la función respecto a las otras dos variables dependientes (0.43).
La percepción del comportamiento multilocal
La migración internacional de retiro a España es una amalgama de estrategias migratorias diversas, en conexión con otros fenómenos globales como el turismo y sus experiencias colaterales ( Cohen y Cohen, 2012 ; King et al. , 2013), la generalización de los viajes reales y las comunicaciones virtuales, el acortamiento de las distancias, etc., que encajan dentro del llamado ‘‘paradigma de la movilidad” ( Urry, 2007 ). En este contexto y entre los tipos de población móvil, muchos retirados migran de forma permanente de un país europeo a otro, mientras otros disfrutan, sin abandonar de forma definitiva el norte de Europa, de las costas del sur, siguiendo un comportamiento f luido y f lexible. Esta investigación muestra hasta qué punto la movilidad internacional forma parte de la vida cotidiana de los retirados y conforma su comportamiento social como “movilidad” ( Cohen y Cohen, 2012 ).
Para muchos europeos jubilados, con un nivel de ingresos estable y sin cargas familiares, España es un destino turístico ampliamente conocido, tan accesible como cualquier ciudad ubicada en Reino Unido o Alemania, al aprovechar la disponibilidad de vuelos baratos que garantiza el contacto con el lugar de origen y que permite desarrollar comportamientos móviles variados. Los expertos entrevistados utilizan términos como swallows –golondrinas–, o turistas de larga duración para etiquetar a los retirados que viajan frecuentemente para aprovechar las condiciones climáticas en un sitio y atender simultáneamente sus compromisos en otro. Dada su libertad para decidir cuándo viajar y sus amplios conocimientos del mercado turístico ( Gustafson, 2009 ), pueden reservar sus billetes de avión en internet buscando reducir los costos ( Kivisto, 2001 ; King et al. , 2013). Georg, editor de un periódico que se distribuye en una región costera española, parte de su propia experiencia para ilustrar cómo se ha incrementado la movilidad de los retirados norte europeos:
Tengo (allí) una madre de 86 años. Solía volar una vez al año a Alemania y ahora voy cuatro veces. Y esto no es un problema. Vuelo por 200 euros, tengo un coche de alquiler por 100 euros y listo. Por 300 euros estoy una semana en Alemania
(Georg, comunicación personal, febrero de 2012).
A través de los cuestionarios y las entrevistas realizadas con profundidad, se constata que la vivienda donde vivían los retirados antes de llegar a España da soporte a su estilo de vida multilocal, junto con otros factores también observados como la estructura familiar, el nivel de renta, el tiempo disponible ( Nieminen-Sundell, 2011 ; Halfacree, 2012 ), o las formas de capital social ( Warnes, 2009 ). También juegan un papel importante las preferencias residenciales por vivir en España ( Gibler, Taltavull, Casado-Díaz y Rodríguez, 2009 ). Por lo tanto, el mantener la vivienda en el país de origen se asocia a un patrón migratorio concreto, tal como el análisis de contingencia apunta: menos meses de permanencia en España, más visitas al norte de Europa y mayor duración de las mismas. El discurso de los entrevistados dota de mayor significado a esta idea cuando la vivienda constituye un elemento central para evaluar la satisfacción con su vida como migrantes de retiro. El caso de Judith es un buen ejemplo. Ella y su marido tienen una edad que ronda los 70 años y han decidido vivir la mitad del año en España. El motivo principal para mantener la vivienda es, según Judith, aprovechar lo mejor de dos mundos, combinando el disfrute del clima de España, que les permite dar largos paseos al aire libre, con las visitas al Reino Unido para visitar a sus nietos y asistir a eventos de tipo cultural en su propio idioma:
Nosotros todavía queremos pasar la mitad del tiempo allí. Para ver a los amigos, para ver a la familia, para dedicarnos a nuestras aficiones. En el Reino Unido nosotros tenemos aficiones diferentes a las que tenemos en España
(Judith, comunicación personal, marzo de 2012).
Desde la investigación cualitativa se observa que los informantes pueden justificar su vida entre dos residencias basándose en otras razones. Desde un punto de vista económico, la vivienda en el país de origen es concebida tanto como una consecuencia de la capacidad económica disponible que les proporciona una mayor satisfacción vital como una fuente de ingresos, presente o futura, de la que no quieren desprenderse. De hecho, en algunos casos los retirados alquilan su vivienda en España mientras están de viaje ( Gustafson, 2009 ).
Por otra parte, su propiedad les aporta seguridad frente al envejecimiento. Como apunta el análisis estadístico, la vivienda está relacionada con la idea del retorno al país de origen. Motivo importante, según se concluye a lo largo de las entrevistas, es estar cerca de las redes sociales que brindarían los cuidados que los retirados necesiten. Michael, divorciado y de 68 años de edad, ilustra alguno de los límites de la multiresidencia. Si bien está satisfecho con su estilo de vida y consigue a través de vuelos baratos y de internet mantenerse conectado a su país, tiene claro que esa no es una situación definitiva. Un argumento a favor es el que utiliza Michael cuando se le pregunta qué hará cuando llegue a un estado de debilidad o inmovilidad, momento en el que la vivienda en el país de origen le permitiría retornar como alternativa a lo que puede conseguir en España:
Tengo una amiga que había llegado a debilitarse. Y ella está en una residencia y ésta no es buena. Y ella no habla un buen español. Pienso que yo volvería a Inglaterra si me debilitara. No pienso que alguien fuera a cuidar de mí, porque no tengo amigos o familia aquí
(Michael, comunicación personal, febrero de 2012).
El análisis estadístico ha constatado que la vivienda en el país de origen fundamenta determinado patrón de integración de los retirados cuando viven en España, al menos manteniendo una forma de vida multilocal ( Gustafson, 2009 ). De hecho, la vivienda tiene una función explicativa más alta en su integración a la vida en España que su antigüedad como residentes. Más concretamente, los retirados que ya no disponen de dicha vivienda se diferencian del resto porque además votan en las elecciones locales, se empadronan en el municipio y no contemplan la posibilidad del retorno. En este sentido, algunos informantes explican que, desde un principio, vender la vivienda en el país de origen responde al deseo de romper lazos con el pasado y de iniciar una nueva vida centrada en España.
Liz y Ted son un matrimonio de 70 años de edad que viven todo el año en España, en una casa renovada por ellos mismos. Ellos tenían inicialmente un apartamento en la costa que abandonaron para mudarse al interior. Entre sus propósitos estaba alejarse de la comunidad de retirados residentes de su misma nacionalidad y hacer amistades entre la población española. Cuando se les pregunta si tienen una vivienda en su país, su respuesta les lleva a decir que España es su único hogar. Según Liz:
Todos nuestros bienes, toda nuestra propiedad, todo lo que tenemos está aquí. Entonces este es nuestro hogar. Y cuando hablamos con otros ingleses, que también tienen una casa en Inglaterra, ellos todavía llaman a Inglaterra hogar , mientras que para nosotros España es nuestro hogar
(Liz, comunicación personal, febrero de 2012).
Como han demostrado múltiples estudios, los migrantes retirados no son un grupo homogéneo, sino muy influido en su comportamiento y expectativas por determinados rasgos sociodemográficos ( O’Reilly, 2000 ; Rodríguez et al. , 2005; Casado-Díaz, 2006 ; Hall y Hardill, 2014 ). Este estudio contribuye a establecer que el hecho de mantener la vivienda en el país de origen, además de explicar el grado de integración de las personas encuestadas, es una variable relacionada con su perfil sociodemográfico. Las diferencias entre los que mantienen la vivienda y los que la han vendido para mudarse a España no son concluyentes según el sexo, la edad, la composición de los hogares o el estado civil de los informantes. De esto se deduce que la multirresidencia no tiende a ser una opción que tomen los retirados en función de su situación personal o familiar, pero sí del país de nacimiento y del nivel de ingresos, como lo demuestra el que la relación estadística es significativa. Esto sugiere que la multiresidencia es una clara estrategia selectiva para explicar el comportamiento observado en relación con el mantenimiento de la vivienda en el conjunto de la muestra. La investigación cualitativa enseña cómo los retirados mencionan su nivel de ingresos cuando hablan de su antigua vivienda. Inicialmente reconocen que, si la mantuvieran, les facilitaría las visitas al país de origen y que sería su punto de retorno cuando algún miembro de la pareja muera. Sin embargo, afirman que han tomado la decisión de venderla porque simplemente no pueden afrontar económicamente el costo de tener más de una vivienda.
Max es un retirado de 72 años de edad que hace uso de un razonamiento económico para explicar por qué se ha mudado a España de forma completa: “Podría haber mantenido algo en Suiza. Pero aquello habría costado mucho dinero y nosotros no tenemos dinero suficiente para mantener dos casas, una aquí y otra en Suiza” (Max, comunicación personal, febrero de 2012).
Sin duda, el país de nacimiento es la variable más relevante de la persona para explicar este comportamiento, porque es el criterio principal con el fin de clasificar los casos en grupos homogéneos y porque estos grupos se relacionan estadísticamente con patrones migratorios diferenciados. Si los británicos tienden a ser retirados afincados en España cuando muchos ya vendieron su vivienda en su país ( Haas, 2013 ), el resto destaca por vivir su jubilación de una forma multilocal. Este fenómeno es explicado de forma clara en las entrevistas a profundidad cuando se trata el tema de la movilidad al país de origen. Si bien un argumento típico entre los británicos es la visita a familiares-amigos o la asistencia a eventos sociales importantes, los alemanes destacan por viajar, además de forma recurrente, para continuar tratamientos o revisiones médicas. Un caso representativo es el de Inge de 76 años de edad. A pesar de vivir en España desde 1998 ella vuelve a Alemania de forma regular motivada por su seguro de salud. El tema de los cuidados médicos entre dos países y el juicio sobre la calidad de lo que pueden encontrar impulsaría a los migrantes retirados a optar por la mudanza completa a España o por un comportamiento multilocal, sostenido por una vivienda en cada sitio y una movilidad frecuente:
Buenas pruebas de reconocimiento, bien, ellos no hacen eso aquí [España]. Tienen centros y de todo, pero no es como es en Alemania. Ellos vienen, tú firmas y listo. Por ejemplo, mi medicación para la presión sanguínea. Yo quería obtener una receta y, en Alemania ellos vienen a medir la presión sanguínea primero. Aquí durante 15 años nadie nunca midió mi presión sanguínea
(Inge, comunicación personal, febrero de 2012).
El registro administrativo (empadronamiento) de la residencia en España aparece regularmente en los estudios sobre migración de retirados por la importancia que tiene el comportamiento de esta población, entre la cual hay una tendencia al subregistro ( Rodríguez, Lardiés y Rodríguez,, 2010 ). También emerge esta cuestión a lo largo de la entrevistas como un tema relevante en el contexto de las estrategias y decisiones asociadas a la multilocalidad. Si los retirados afincados son tendentes a hacer de España su única residencia oficial, la relación entre retirados multilocales y el empadronamiento es ambigua ( Gustafson, 2009 ), dependiendo de factores variados, no solo de la disponibilidad de vivienda en España ( Rodes, 2011 ). Registrarse implica tener una vida más asentada y obtener determinadas ventajas en España ( Gustafson, 2009 ), pero también disfrutar de una forma de vida centrada en la utilización de servicios, especialmente de tipo médico, en su país de origen cuando no se está registrado ( Rodes, 2011 ). Por ejemplo Inge, la informante anterior, está empadronada en su municipio, lo cual, le permite acceder a determinados servicios. Mientras, para su seguro médico, utiliza la casa de su hijo como la dirección oficial en Alemania.
Otros informantes, por el contrario, deciden no empadronarse. Este sería el caso de Klaus, que tiene 79 años y vive de forma estacional en España desde 1999. Sus viajes a Alemania le sirven para visitar a sus médicos y mantener allí su apartamento en buenas condiciones. Klaus no se registra para no pagar más impuestos y para no cerrarse todas las puertas en el país de origen ante un hipotético retorno. Teme que en un futuro su pensión pierda valor y no le permita vivir de forma autosuficiente en España:
Si te mudas aquí a cierta edad, no deberías cerrarles todas las puertas a Alemania. Conocemos muchos casos en los que la gente no podía ya financiar sus vidas con una pensión que habría sido suficiente 10 ó 15 años atrás. Eso significa que estás en el umbral de la pobreza bastante rápido y en España no existe una red social como en Alemania que te ayude
(Klaus, comunicación personal, marzo de 2012).
Conclusiones
La idea central de este trabajo es destacar la importancia que tiene la vivienda en el país de origen en el escenario de la migración internacional de retiro. Suele explicar la satisfacción con su estilo de vida para aquellas personas que han decidido mantenerla. Además, es una variable esencial para identificar patrones de integración distintos entre los retirados. Los datos indican que las diferencias observadas entre los retirados multilocales y el resto se pueden explicar en función de su perfil sociodemográfico. En primer lugar, vivir de forma multilocal es un comportamiento que necesita de cierta capacidad económica para ser sostenido en el tiempo, pero también, en segundo lugar, es más frecuente entre determinados migrantes según el país de nacimiento. A este último nivel, la investigación añade al nivel de ingresos, como variable explicativa, las comparaciones que, entre España y el país de origen, establecen los informantes cuando valoran cómo gestionar su envejecimiento y la provisión de los cuidados necesarios. Si los retirados creen que en su país pueden recibir mejores atenciones harán uso de sus recursos para viajar frecuentemente y mantener allí una vivienda y una dirección oficial para su seguro médico. La multilocalidad es una cuestión que debe formar parte de los modelos explicativos de la migración internacional de retiro, según se desprende de los resultados. Aunque investigaciones previas ya han analizado su dimensión transnacional a través del estudio de comunidades de migrantes muy concretas, sus conclusiones no han profundizado en las diferencias que pueden establecerse dentro de colectivos más amplios de retirados. En el caso de los retirados que migran a España el comportamiento multilocal apunta a ello, dado que se identifican grupos con perfiles sociodemográficos diferenciados y posibilidades desiguales a la hora de plantear su vida como jubilados. El estudio de las personas retiradas móviles indica además la influencia que ejerce el ciclo vital sobre el comportamiento multilocal. Si bien parte de la muestra es capaz de incorporar dicho comportamiento a su estilo de vida, las posibilidades de gestión de la salud y del envejecimiento en un contexto transnacional operan como un límite importante. Teniendo en cuenta lo anterior, este estudio sugiere la necesidad de que las próximas investigaciones consideren las diferencias de capital económico y social entre los migrantes de retiro como una cuestión central para comprender mejor su proyecto migratorio.
Es previsible que las tendencias observadas entre los retirados norteuropeos en España tendrán una continuidad en el futuro al ser personas con condiciones económicas y familiares estables, al encontrar disponibles medios tecnológicos que mejoran la comunicación y la movilidad a través del espacio geográfico, al tener cercanos unos destinos turísticos consolidados y al disponer de facilidades burocráticas al movimiento entre fronteras. Bajo dichas condiciones cabe esperar que estos retirados piensen en una mudanza total o parcial a países como España como estrategia para disfrutar de su jubilación. Resulta, sin embargo, más complejo valorar el impacto de la migración de retiro en las zonas receptoras si se piensa en las diferentes realidades aquí descritas. Por ejemplo, un segmento de los retirados constituye una población estable de vecinos que requerirá todo tipo de servicios, en especial cuidados que cubran las necesidades asociadas a un envejecimiento prolongado. Presumiblemente, una parte de ellos tendrá que abastecerse de los recursos que les faciliten sus municipios de residencia. Además, hay que considerar que se trata de un grupo que puede carecer del apoyo continuado de las redes socio-familiares emplazadas en sus países de origen. Un tema a valorar es cómo se van a cubrir tales necesidades y bajo qué cauces, informales o institucionales, se van a canalizar.
Otras posibles demandas estarían generadas por los retirados más móviles durante sus períodos de estancia en España. En este caso su planificación resultaría dificultada por su invisibilidad a los registros municipales de población, si bien hay que tener en cuenta que los retirados podrían resolver ciertas necesidades contratando servicios privados o retornando a su país. En relación con este grupo de retirados móviles, será necesario valorar cuál es la incidencia sobre el mercado inmobiliario local de sus viviendas en España una vez que han retornado a su país de origen, dado su posible traspase a nuevos migrantes internacionales de retiro o su uso turístico por parte de amigos y familiares.
La mayor contribución de este trabajo ha sido demostrar que la multilocalidad está asociada a la variabilidad de perfiles sociodemográficos y estilos de vida que apuntan, a su vez, a recursos desiguales y proyectos migratorios diversos en la migración internacional de retiro vinculada al ocio. Desde este enfoque se hacen necesarios estudios que enfaticen dichas diferencias, para valorar mejor los impactos en las zonas receptoras y entender con mayor profundidad los estilos de vida migratorios de las personas de edad avanzada.