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Revista de El Colegio de San Luis

versión On-line ISSN 2007-8846versión impresa ISSN 1665-899X

Revista Col. San Luis vol.8 no.16 San Luis Potosí may./ago. 2018  Epub 14-Ago-2020

https://doi.org/10.21696/rcsl9162018812 

Reseñas

Imágenes de una memoria. Exégesis y representación del pasado entre los wixaritari (huicholes) de Nayarit y Jalisco de Paulina Faba

Olivia Graciela Fierro Hernández* 

* Universidad Nacional Autónoma de México, Doctorado en Estudios Mesoamericanos. Correo electrónico: oligfh@gmail.com.

Faba, Paulina. 2011.  , Imágenes de una memoria. Exégesis y representación del pasado entre los wixaritari (huicholes) de Nayarit y Jalisco. ., Distrito Federal, México: Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Estéticas, Instituto de Investigaciones Antropológicas,


Un mismo elemento aparece bajo la forma de un objeto, un lugar, una persona, un ideograma, una palabra, un mito, una acción, una danza […] y las relaciones que entreteje con otros elementos bajo esta forma específica permite definir una de sus múltiples funciones. Por ejemplo [entre los nahuas de Guerrero], la culebra puede ser una piedra, un lugar, un tamal, un arcoíris, quizás una danza.

NEFF, F. (1996) . RITO Y MITO EN UNA PETICIÓN DE LLUVIA ENTRE LOS NAHUAS DE GUERRERO.

Esta cita de Neff ejemplifica el complejo entramado que los significados tejen en torno a los múltiples elementos culturales de la vida social y es éste el planteamiento central de Paulina Faba en su obraImágenes de una memoria. Exégesis y representación del pasado entre los wixaritari (huicholes) de Nayarit y Jalisco.

El propósito deImágenes de una memoriaes demostrar cómo el estudio y el análisis del arte rupestre permiten comprender el tiempo y el espacio de los huicholes, la adquisición de conocimiento y su actuación en el mundo. Como en el prólogo lo dice Marie-Areti Hers, el trabajo de Paulina Faba revela la importancia que los grabados rupestres mantienen hoy en día en la vida cotidiana y ritual de los huicholes (p. 9).

El texto consta de 215 páginas, bibliografía, índice general, índice de ilustraciones e índice de tablas. El cuerpo del texto se compone de dos grandes apartados divididos en nueve capítulos. Estos apartados son: “Los wixaritari y el universo rupestre” e “Imágenes pétreas y memoria ritual”. Estos son precedidos por una breve introducción en la que se presenta el problema de investigación y finalmente enmarcados con un recuento total de la obra y las conclusiones.

En la primera parte, la autora presenta el contexto histórico y geográfico donde se sitúa la investigación, es decir, en la franja costera de los estados de Nayarit y Jalisco. Posteriormente explica los cuidados metodológicos con que desarrolla el estudio: la analogía etnográfica y la comparación.

Los principales sitios donde hay petrograbados que fueron registrados por Paulina Faba son Playa del Rey en el municipio de San Blas, Nayarit; Kutsa, municipio de Tepic, Nayarit; la cuenca del Río Tomatlán, Jalisco, y Las Adjuntas, Jalisco (pp. 42-54).

En seguida, describe formalmente los principales motivos iconográficos (puntos, líneas, círculos, figuras cuadrangulares, espirales y diseños figurativos antropomorfos y zoomorfos: ciempiés, lagartos, luciérnagas o insectos alados). Todo este corpus gráfico es interpretado por los huicholes contemporáneos.

Paulina Faba dedica un capítulo especial para ahondar en el espiral, motivo polisémico que comprende un amplísimo universo de significación, pues se relaciona con los remolinos, el viento, los huracanes, la serpiente y el maíz; todos estos conceptos son nociones renovadoras del mundo.

En la segunda parte, la autora vuelve la mirada a la actualidad huichola, recopila exégesis obtenidas en momentos rituales cruciales -en los cuales se recrea el tiempo primordial y que resultan momentos privilegiados que activan la memoria- y señala cómo las danzas y los objetos rituales constituyen un espacio-tiempo propicio para que los huicholes entren en contacto con los antepasados y sus divinidades. Refuerza esta afirmación con la descripción de las pinturas faciales típicas de los huicholes y sus contextos (danzas y peregrinaciones), en las que se muestra además la profunda relación con el peyote. Los principales motivos encontrados en las pinturas faciales representan elementos visuales que los huicholes adquieren en la comunicación con sus deidades mediante abstracciones, sensaciones visuales o fenómenos entópticos “que se producen en la mente gracias al efecto de plantas psicoactivas” (p. 92). Esta comunicación entre humanos y entidades sobrenaturales resulta clave en la construcción del conocimiento que la autora define como el “ideal de ser huichol” (p. 165).

El planteamiento de la autora posee un carácter circular; cada uno de los datos etnohistóricos y etnográficos poco a poco adquieren sentido para el lector. Así, las condiciones climáticas y ecológicas de la región favorecen la existencia de gran variedad de animales -mosquitos, serpientes y lagartos- (p. 24) que los huicholes relacionan con algunos de los motivos encontrados en los petrograbados. Estas imágenes, en la exégesis huichola, se relacionan con entidades del “mundo otro” que sintetizan las fuerzas del mundo; seres con características acuáticas, putrefactas o venenosas que son regeneradoras del mundo y pueden relacionarse con ancestros deificados, divinidades o muertos.

Estas entidades regeneradoras de las fuerzas del mundo saturan todo el texto. Los elementos figurativos de la gráfica rupestre constituyen el eje para entender los pasos rituales encontrados en las danzas, en las peregrinaciones, pero también en los motivos de la pintura facial.

Así, la autora desmenuza, paso a paso, cómo las expresiones plásticas rupestres se mantienen vigentes en las prácticas de los huicholes y cómo su sentido y significación remiten a un tiempo primordial, fundamento esencial de la organización del mundo.

¿Cómo los huicholes generan conocimiento y el significado del cosmos? Para contestar esta pregunta, Paulina Faba utiliza, como estrategia metodológica, la analogía etnográfica y la comparación, enfatizando la importancia de las exégesis indígenas acerca de los petrograbados y su vinculación con la tradición oral (p. 37). Su análisis comprende la coincidencia entre los datos arqueológicos y los etnográficos. Uno de sus principales aportes radica precisamente en la comparación, método mediante el cual señala la importancia de relacionar los principales motivos de los petrograbados con la iconografía actual.

¿Cómo las concepciones inscritas en las figuras rupestres son significativas para los huicholes hoy en día? Pregunta que solo puede responderse -como lo afirma la autora- mediante los datos obtenidos en trabajo de campo. En este sentido, Paulina Faba demuestra la “necesidad de estudiar el arte rupestre en los diversos contextos donde adquiere significados” (p. 38), los cuales pueden descubrirse únicamente a partir de la convivencia diaria durante estancias prolongadas en las comunidades y la participación en todas las actividades de la vida cotidiana y el tiempo ritual.

Por lo tanto, cuando toda esta evidencia etnográfica que recopiló Paulina Faba entre los huicholes de Nayarit y Jalisco se relaciona con los petrograbados rupestres, el sentido de la investigación se orienta a explicar el pensamiento huichol en torno a dos temas principales: la renovación constante del mundo y el tiempo primordial inmerso en el presente, temas que no pueden desvincularse y deben ser entendidos como una unidad propiciatoria.

La fertilidad es la noción que constituye el eje del análisis en diferentes niveles y en distintas escalas: el simbolismo relacionado con los sitios sagrados donde se encuentra la gráfica rupestre, las exégesis huicholas de los principales motivos registrados (especialmente en la figura de la espiral), la intencionalidad de los rituales y la mitología con que se relacionan. “Los sitios con petrograbados se consideran espacios dotados de poderes particulares [relacionados] con influjos nefastos o benéficos” (p. 56). El simbolismo de los objetos arqueológicos y motivos rupestres proporciona pistas orientadas a la noción de fertilidad, ya que la mayoría de los sitios arqueológicos se localizan próximos a cuerpos de agua y se relacionan con áreas de espesa vegetación. “Tienen su reverso en el imaginario huichol con el inframundo que se vincula con la oscuridad, la noche, la fertilidad y el origen de los tiempos” (p. 25). Asimismo, estos lugares donde se encuentran manifestaciones de arte rupestre se asocian con sitios donde las deidades se personifican y humanizan (30). Un ejemplo de ello es su relación con el diablo habitante de vestigios arqueológicos donde abundan excrementos y tesoros. En el pensamiento huichol existe la idea de “las nalgas del diablo”, rocas con grabados que ocultan tesoros, que no pueden desenterrarse sin provocar una insoportable comezón en los genitales; si uno se rasca, en ese momento los tesoros se convierten en los huesos de los muertos (p. 66).

Siguiendo la reflexión de Faba, las exégesis huicholas de los motivos rupestres no son unidireccionales -como un sentido exclusivo entre el sujeto y el objeto-, sino su interpretación depende de múltiples factores de acuerdo con el contexto social en donde se recopilen. Así, estas exégesis refieren tanto animales (lagartos, serpientes, insectos alados) como los antepasados en forma de lluvia o de fuego condensadores de la piel y de la regeneración de la vida. Los puntos, las líneas, los círculos conforman un repertorio básico que remite a la capacidad renovadora del agua y revelan la comunicación de los dioses establecida con los humanos (p. 72). Las formas circulares son concebidas como puertas al mundo de las deidades o, por su parte, los motivos espiroidales son equiparados a ojos cuya función radica en la comunicación con los dioses y la alimentación de la misma tierra (p. 74).

La espiral recrea la matriz del mundo y el surgimiento de los antepasados, imagen por excelencia del tiempo (p. 69) que se relaciona con elnierika, que ya Olivia Kindl había identificado como una noción amplia y polisémica (Kindl, 2001; Kindl, 2003). La espiral, entonces, remite a un tiempo primordial y reúne distintos significados complementados entre sí. Dicha figura describe el recorrido del sol por la bóveda celeste (por el día marca la trayectoria en el espacio que los huicholes habitan y por la noche remite al mundo original en que viven las deidades), el vuelo de Cristo y los santos en remolinos (p. 115) y condensa una imagen del mundo regida por algunas de las categorías fundamentales del pensamiento huichol: la luz y la oscuridad, el supramundo y el inframundo, lo de arriba y lo de abajo, los humanos y las deidades (p. 128).

En algunos casos parece que los significados otorgados a los motivos de las gráficas rupestres son contradictorios pues presentan características ambiguas; por ejemplo, el vínculo que los huicholes establecen entre la espiral y el fuego plantea un problema al interpretar los petrograbados, ya que éstos generalmente se asocian con elementos acuáticos. Paulina Faba explica esta aparente contradicción con la bonita analogía de los destilados de agave:

[…] en el destilado de agave tradicional, el fuego es el elemento que calienta el horno y que, a la vez, permite la evaporación del líquido fermentado de agave posteriormente transformado en la apreciada bebida destilada [tochi]. Los elementos, agua y fuego se relacionan también con las actividades agrícolas donde la quema delcomilresulta fundamental para la fertilidad de las milpas (p. 124).

Esta ambigüedad es característica de momentos liminales, de ser y no-ser al mismo tiempo que indica un momento de fertilidad, de inversión, de fantasía y de creación. Por lo tanto, las nociones de agua y fuego, aparentemente contradictorias, recaen en una misma idea de renovación y fertilidad y en este mismo sentido, la complejidad simbólica delteparitese debe a que no solo marca un lugar de creación, sino también de muerte (idea relacionada con los sacrificios) (p. 77).

En este sentido, como lo reconoce Johannes Neurath, las contradicciones, ambivalencias o ambigüedades que se presentan no deben entenderse como simples dicotomías del pensamiento huichol, sino como una explicación propia en torno a las nociones de vida, tiempo, persona y, por lo tanto, “la reproducción del cosmos depende tanto de su discontinuidad como de su creación” (Neurath, 2011, p. 224).

Así, los rituales y las danzas mantienen y recrean al mundo. Los rituales así entendidos son ejercicios de rememorización del tiempo mítico relacionados con los ciclos de renovación agrícola (temporadas de secas o lluvias), representan la oposición de fuerzas y su lucha constante. En los rituales descubrimos las implicaciones sociales del universo huichol en relación constante con los antepasados (p. 131).

De esta manera, paisaje, exégesis, relatos y acciones recrean ese tiempo primordial, la matriz donde se gestó el mundowixarika, tiempo al que los huicholes constantemente vuelven con el fin de renovar las fuerzas del mundo para que éste pueda ser habitado y vivido favorablemente en su presente continuo.

Paulina Faba se pregunta cómo piensan el pasado los wixaritari (p. 11). Esta pregunta requiere una respuesta etnográfica realizada por este interesante recorrido, pues resulta necesario demostrar cómo, para los huicholes, existe una continuidad en el tiempo; para ellos “no es posible concebir el pasado separado del presente y del futuro” (p. 185). Por lo tanto, existen anclas, soportes u objetos que materializan y reúnen el tiempo como la nocióntepari, la matriz del mundo.

La noción de fertilidad concebida actualmente por los huicholes (proyectada en la iconografía de sus objetos plásticos y en los rituales) forma parte de su memoria histórica expresada anteriormente en la gráfica rupestre y los relatos mitológicos de creación del cosmos, y bien puede ser entendida como el eje del universo y de toda condición de vida (humana, animal y vegetal) posible en el pensamiento huichol.

Tiempo y espacio -o como reconoce la autora, “la historia plasmada en el paisaje” (p. 12)- son columnas imprescindibles en la concepción del mundo, que se entrelazan, se complementan, para dar significado a las imágenes plasmadas en la iconografía de ayer (petrograbados) y de hoy (pinturas faciales, artesanías de chaquira, cuadros de estambre y objetos rituales como eltepari); significados que se aprenden, reproducen y transmiten por medio del ritual, el consumo de sustancias psicoactivas (peyote), los cantos y el mito. Todo se reúne y condensa en una idea de fertilidad, creación y movimiento que origina y da sentido a la vida.

El valor deImágenes de una memoriase refleja precisamente en la cualidad de estas, las imágenes, cuestionadas otrora por Dominique Chemin (1994); todas ellas son pregunta y respuesta a la vez. En este sentido, para los huicholes contemporáneos, algo subsiste de sus imágenes, de las rupestres, algo de aquel presente ya ido (Chemin, 1994, pp. 19 y 20).

BIBLIOGRAFÍA

CHEMIN, D. (1994).Imagen pame xi’oi. San Luis Potosí, México: Archivo Histórico del Estado de San Luis Potosí, Editorial Ponciano Arriaga. [ Links ]

FABA, P. (2011).Imágenes de una memoria. Exégesis y representación del pasado entre los wixaritari (huicholes) de Nayarit y Jalisco. Distrito Federal, México: Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Estéticas, Instituto de Investigaciones Antropológicas. [ Links ]

KINDL, O. (2001). La jícara y la flecha en el ritual huichol. Análisis iconográfico del dualismo sexual y cosmológico.Boletín Oficial del INAH. Antropología. El occidente de México: Historia y Antropología, 64(octubre-diciembre). [ Links ]

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NEFF, F. (1996). Rito y mito en una petición de lluvia entre los nahuas de Guerrero. En J. Jáuregui, M. E. Olavarría y V. M. Franco Pellotier (coords.).Edmund Leach in memoriam. Cultura y comunicación. Distrito Federal, México: Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa. [ Links ]

NEURATH, J. (2011). Vecinos, gente y ancestros: Ambivalencias de los conceptos de vida y persona entre los huicholes. En P. Pitrou, M. C. Valverde Valdés y J. Neurath (coords.).La noción de vida en Mesoamérica(pp. 205-229). Distrito Federal, México: Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Filológicas, Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos. [ Links ]

1 Estas formas geométricas nutren también los cuadros de estambre, losteparitey las pinturas facialesuxa.

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