Introducción

El objetivo de este trabajo es hacer una revisión de la situación de la industria de la refinación a nivel mundial a partir de sus principales características de oferta y demanda. Partimos de algunas cifras históricas de la industria de la refinación (1965) a nivel mundial hasta la actualidad, 2018, en un intento de vislumbrar tendencias.

Este trabajo privilegió el enfoque a nivel de países, aunque se consideraron también regiones y fueron mencionados los actores trasnacionales más destacados en el negocio. Se constató que la región de Asia Pacífico se ha convertido en el centro neurálgico del crecimiento de la demanda del mercado mundial de refinación de petróleo, liderado principalmente por naciones emergentes como China e India. El crecimiento económico en estas regiones ha tenido un impacto directo en la demanda de productos como el diesel y la gasolina. Estimulada por la rápida industrialización, China ha experimentado una demanda creciente de productos derivados del petróleo en los últimos años y, por extensión, ha fortalecido su posición en el mercado de refinación de petróleo.

La tesis que proponemos este trabajo es que históricamente en la industria de la refinación es Estados Unidos quién ha detentado los mayores volúmenes y capacidades de producción a nivel mundial, situación que previsiblemente continuará a partir de la creciente oferta interna de la explotación de los recursos no convencionales (esquistos/lutitas). Sin embargo, las proyecciones económicas de mayor demanda regional anuncian una relocalización del mayor potencial refinador global por parte de otras potencias económicas y energéticas en las regiones de mayor crecimiento económico, como ocurre con la región de Asia (Pacífico y Central).

Antecedentes generales

Una refinería de petróleo es una plataforma industrial que contempla diversos tratamientos para convertir al petróleo en diferentes productos que pueden comercializarse como combustibles, aceites y productos petroquímicos. Los procesos que se utilizan son fundamentalmente cuatro: 1) la conversión que consiste en llevar a cabo la transformación de los llamados productos intermedios. Este proceso puede ser de varias clases como craqueo, alquilación y cooking. 2) La separación por destilación en donde se trata de separar los distintos componentes del crudo. 3) Blending que consiste precisamente en mezclar productos intermedios y; 4) La purificación consistente en transformar o eliminar componentes que den forma al crudo.

El mercado mundial de las refinerías se relaciona con el tipo de crudo que se utiliza, ya sea este amargo o dulce¹ según sea el contenido de azufre y la densidad o viscosidad. Existen diferentes tipos de refinerías en función de las características del crudo y los derivados a obtener. Los productos procesados son: gasolinas, disel, turbosina, naftas, gas licuado de petróleo, keroseno, lubricantes, solventes, bitumen, coke y productos petroquímicos, entre otros.

Desde que iniciara la industria de refinación a nivel mundial se han ido modificando sus estructuras de producción y la tendencia actual de la refinación es orientar la producción hacia combustibles para el transporte. Pero también estos se han venido modificando en años recientes con el propósito de reducir su impacto ambiental a la par que se introducen mejoras continuas para reducir emisiones. Desde los noventa los combustibles para transporte se están volviendo limpios con lo que contribuyen a reducir el nivel de emisiones contaminantes, aun con el aumento del parque vehicular en muchos países. La mayor reducción por tipo de emisiones se ha logrado con el bióxido de azufre (SO₂) a partir de haber incorporado el objetivo de cero azufre en los combustibles. Las diferencias en el contenido de azufre también afectan el precio del petróleo crudo y el lugar donde se puede procesar. El petróleo crudo amargo requiere un procesamiento de refinación más complejo para cumplir con las especificaciones de bajo contenido de azufre, así como para evitar daños a las unidades de la refinería. Las emisiones de partículas PM10, también se han reducido al adoptarse estándares vehiculares de emisiones más estrictos.²

Los cambios en las políticas energéticas, las nuevas regulaciones, los cambios en la fiscalidad para los combustibles, las nuevas restricciones ambientales, las tendencias fluctuantes del precio del gas natural y la fuerte caída en el precio del petróleo crudo (junio 2014) han sido algunos de los principales determinantes que definen las realidades estructurales actuales y la tendencia futura de esta industria.

Al igual que ocurre con el petróleo la historia de la industria de la refinación hay ciclos de alzas y bajas. En el período 2008-2009, posterior a la crisis económica, la industria enfrentó una brecha en las tendencias de la demanda y la oferta. Aun cuando la demanda mundial de productos derivados del petróleo registró una fuerte desaceleración, la capacidad de la industria de refinación siguió creciendo a un ritmo considerable. La sobrecapacidad y la presión a la subutilización (capacidad ociosa), indujo a los jugadores de la industria a introducir transformaciones en la refinación concordancia con el modelo operacional. Esto en el tiempo ha derivado en una mejora de su dinámica financiera.

Las refinerías se localizan los centros de consumo, es decir, donde hay demanda. La tendencia mundial es la construcción de nuevas refinerías, y la actualización de las existentes en todo el mundo. Si bien esta industria se caracterizó hasta ahora por numerosas inversiones, debido a la reducción en el ritmo de la demanda, el foco futuro podría estar centrado en el retorno de las inversiones, para la realización de nuevas obras.

Otro aspecto relevante es el que tiene que ver con los cambios en la utilización de diferentes tipos de crudo. Hasta hace pocos años la mayor demanda era de crudos pesados pero hoy el panorama parece ampliarse a la mayor oferta de crudos ligeros. Los recortes voluntarios en la producción de algunos miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) desde noviembre de 2016, han derivado en la reducción del suministro mundial de petróleo de calidad media y pesada. Contribuyen a esto las interrupciones en la producción de petróleo crudo en Canadá y las disminuciones en la producción de México y Venezuela quienes han reducido la oferta total de crudo mediano y pesado disponible para los refinadores.

En contraste, la producción global de crudo ligero ha aumentado. Libia y Nigeria, que no participan en los recortes de producción de la OPEP, han aumentado su producción de su crudo ligero y dulce en los últimos meses. Además, gran parte del aumento en la producción de petróleo crudo corresponde a los estadounidenses gracias a la tecnología de la fracturación hidráulica y a las formaciones de esquisto en los 48 estados continentales, que son petróleo crudo de densidad ligera.

Los crudos ligeros generalmente tienen un precio más alto que los crudos pesados debido a que los crudos livianos requieren menos procesamiento en la refinación para obtener productos de alto valor como la gasolina y el diesel. Debido a que la disponibilidad relativa de crudo ligero y pesado ha cambiado, los diferenciales de precios entre estos se han reducido.

Las decisiones de inversión en esta industria que, a menudo dependen de la ubicación del mercado y de sus instalaciones, se relacionan con los costos del transporte del petróleo y la logística comercial. Ello da cuenta que las refinerías de la Costa del Golfo en Estados Unidos procesan crudos pesados procedentes de México y Venezuela, mientras las refinerías de la Costa Este estadounidense se abastecen de crudos de la Cuenca del Atlántico con crudos más ligeros y dulces.

El precio del crudo y la complejidad de la refinería son factores importantes que afectan la rentabilidad del negocio. En 2017, el diferencial de precios entre el crudo mediano y pesado y el crudo ligero se redujo y, con ello, la ventaja competitiva de algunas de las refinerías más complejas.

En el mundo existen 681 refinerias, de diferentes dimensiones y países. Estos actores relevantes en la industria son empresas privadas y públicas. Ejemplo son: Abu Dhabi Oil Refinig Company, Chevron Corporation, China National Petroleum Company, ENI, Conoco Phillips, Exxon Mobil, Hindustan Petroleum Corporation Limited, Total Oil, Kuwait Petroleum International, National Iranian Oil Company, PDVSA, Essar Oil, Reliance Industries Ltd., Saudi Aramco Lubricating Oil Refining Company.

Análisis histórico: 1965-2017 (Tablas 1 a 4)

Metodología: se seleccionaron los 12 países más importantes en la industria de la refinación con base en la producción diaria y la capacidad de producción. Estos son: Estados Unidos, Canadá, México, Brasil, Venezuela, Federación Rusa, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, China, India, Singapur y Corea del Sur quienes en 1965 significaron 40.85% de la capacidad de producción mundial. En virtud de que la importancia de algunos de estos creció, en los últimos años, en el 2017 su participación en el total mundial subió a 61.61%. En términos de la participación individual, en 1965 destaca la importancia de la capacidad de la industria de refinación estadounidense con 29.88%, cifra que declina, en términos relativos, a medida que aumenta la capacidad de países como la Federación Rusa, Emiratos Árabes, China e India. Otras conclusiones sobre este periodo histórico son: de 1965 a 2017 el mayor crecimiento en la capacidad de la industria de la refinación corresponde a Corea del Sur, Arabia Saudita, Singapur, Emiratos Árabes Unidos, Brasil y Canadá (ver Tabla 1).

Históricamente la industria de la refinación creció hasta los años ochenta cuando se estanca para repuntar nuevamente desde 1996 hasta la actualidad. Para el periodo entre 2006 y 2016 resalta la mayor tasa de crecimiento de la capacidad de refinación en Emiratos Árabes Unidos, China e India (Tabla 2). En el año 2017 el mayor crecimiento en capacidad lo tuvo la India. En cuanto a la mayor participación de capacidades de refinación de petróleo a nivel mundial en el 2017, están Estados Unidos y China (Tabla 2).

En cuanto a la producción de refinados (producción diaria) de 1980 a 2017 (Ver Tabla 3) el mayor crecimiento lo tienen Corea del Sur, Arabia Saudita y Brasil. Para el periodo de entre 2006 y 2016 el mayor volumen de producción diaria correspondió a China, Emiratos e India. En tanto que para este periodo México decreció en un -3.03% (Ver Tabla 4). Otras características son las siguientes:

Oferta regional de refinados

Con precios más bajos del petróleo, incluso con márgenes de refinación endebles, la producción de India y China dieron cuenta de la importancia de la región asiática con 33.7% de participación en la capacidad global de la refinación en 2016 (^{Fuels Europe, 2017:41}).

En el caso de la India este país tuvo un desempeño record en el 2016 y sus proyectos de producción estimados en 3.7MMb/d para el periodo 2017-2040 (Ver Tabla 5) no son menos importantes ya que dicho volumen rebasará incluso a la producción de China. En concordancia, la refinería más grande del mundo, Jamnagar, con una capacidad de producción de 1.24MMb/d. El gobierno de la India, además de promover políticas para ampliar la oferta interna de refinados, ha desplegado una agresiva estrategia para atraer inversionistas foráneos y nacionales para capitalizar diversos segmentos de la industria del petróleo y gas natural (^{Precio Petróleo Net, 2018}).³

El otro país importante es China, el cual a pesar de ser uno de los mayores importadores de crudo⁴ (^{Reuters, 2018}) ha ampliado su capacidad de refinación a 12.7 MMb/d en los últimos años, lo cual significa que para convertirse un gran productor de petróleo. Continúa aumentando dicha capacidad por lo que se espera una producción futura de refinados de 800 mb/d para el periodo 2017-2040 (ver Tabla 5).

China tiene proyectos fuera de sus fronteras. Una firma de inversión china anunció que invertirá aproximadamente $ 2 mil millones de dólares en la construcción de una nueva refinería de petróleo en la provincia de Mazandaran, al norte de Irán. Los gigantes petroleros chinos National Oil Corporations o NOC´s por sus siglas en inglés) han estado invirtiendo cada vez más en el mercado iraní de refinación de petróleo.

La segunda región en importancia en capacidad de refinación, corresponde a América del Norte con 22.7% de la misma en 2016 (^{Fuels Europe, 2017:41}). También lo es en términos de producción diaria con 18,500MMb/d (ver Tabla 1) en refinados lo cual la coloca a Estados Unidos en el primer sitio a nivel mundial.

Europa y Eurasia le siguen en orden de importancia con 17.3% del total, si bien han bajado su participación respecto de años anteriores (^{FuelsEurope, 2017:41}).

Luego viene el Medio Oriente con 9.7% en importancia (Fuels Europe, 2017:41). Región en la que se espera un crecimiento de 1.2MMb/d en volumen de refinados para el periodo 2017-2040 (Ver Tabla 5). Este dinamismo obedece al surgimiento de un mercado energético competitivo que está empujando a productores, como Arabia Saudita, a invertir más en instalaciones de refinación y petroquímica con productos de alto valor agregado, a crear un potencial en la refinación, incluso fuera de su espacio territorial⁵ (^{Jadallah, 2019}). La empresa saudita Saudi Aramco, uno de los gigantes de la industria petrolera, anunció el proyecto de invertir alrededor de $44 mil millones en la construcción de un complejo de refinerías en la India. En 2017 Saudi Arabian Oil Co. (Saudi Aramco) acordó construir una refinería y una planta petroquímica en China. Se espera que este proyecto comience a operar en el primer trimestre de 2019. Estimaciones sobre su capacidad futura señalan que Arabia Saudita planea elevar la capacidad de producción de crudo más allá del techo actual de 12,5 MMb/d, para hacer frente a su demanda interna. En mayo de 2017, Saudi Aramco asumió 100% de la propiedad de la refinería de Port Arthur en Texas, que es la refinería de petróleo más grande de América del Norte, consolidando su acceso al lucrativo mercado de energía de Estados Unidos. Debido a las diversas políticas gubernamentales en el sector de la refinería de petróleo junto con las adquisiciones de la compañía, se espera que el mercado de refinación de Arabia Saudita crezca significativamente.

Otro caso es el del gobierno de Kuwait quien ha anunciado una inversión de $17 mil millones de dólares en las refinerías de Mina Abdullah y Mina Al-Ahmadi en este país (Sarens, 2019). Catar también cobra importancia como el principal exportador de GNL y Omán apunta también en esta dirección. Los Emiratos Árabes Unidos tienen un papel histórico, como productores y abastecedores. El Medio Oriente cobrará mayor importancia a fines de los veinte, cuando inicie la declinación de los combustibles no convencionales.

Si bien históricamente muchos países han construido sus refinerías para satisfacer la demanda nacional de productos petroleros hoy día los hay cuyo objetivo es convertirse en potencias exportadoras de productos refinados y petroquímicos, aunque deban importar petróleo por un abasto nacional insuficiente. Existe una industria en expansión en el mundo.

La Agencia Internacional de Energía (AIE) señaló que entre 2012 y 2017 se agregaron a la capacidad de refinación neta mundial, aproximadamente 4MMb/d. De una capacidad bruta de aproximadamente 7.5 MMb/d. Además se proyectan adiciones a la capacidad planeada de 2017 a 2023 del orden de 7.6MMb/d. Sin embargo, si la nueva capacidad se materializa, los márgenes de refinación⁶ podrían reducirse hasta el punto de bajar la producción a pocos millones de barriles adicionales por día. Una situación así llevarían a reducciones en el sistema de refinación de -10.1MMb/d para el 2040 (Tabla 5).

Demanda de refinados

Como hemos señalado en la industria de la refinación uno de los aspectos que inciden en la demanda es la modificación de los patrones de consumo. Tiene que ver con cambios en la estructura de la demanda de los consumidores en donde se observa un descenso en la proporción de productos pesados derivados del petróleo. Pero esto también resulta de cambios en la venta de autos, su eficiencia energética, la sustitución de gasolinas por disel, gas natural, gas licuado de petróleo y biocombustibles; así como el creciente ascenso de los vehículos híbridos y eléctricos.

Por regiones el consumo de petróleo, tiene igual patrón, destacando la región de Asia Pacífico con 36% (ver Figura 1). Geográficamente casi toda la demanda actual de petróleo y productos refinados viene de las economías asiáticas, explicable por su rápido crecimiento económico. Su participación en la demanda de petróleo en el 2017 fue de 36% (Ver Figura 1). La región se mantuvo firme a pesar de la desaceleración de la demanda de productos petroleros y de la ralentización del resto de la economía.

Fuente: BP Statistics Review of World Energy, 2018.

Figura 1 

En la demanda mundial de refinados (Gráfico 2) destacan por países China, India, Rusia y Japón, con una tendencia al alza. A nivel de sectores están el transporte y el de electricidad, como principales consumidores de petróleo y de refinados.

Figura 2 DEMANDA MUNDIAL DE REFINADOS 2017 

En el caso de Europa podríamos encontrar una tendencia distinta debido al avance del sector de las energías renovables que induce a su mayor utilización en la industria eléctrica. También influye la mayor participación de los autos eléctricos e híbridos eléctricos a futuro que podría hacer que la demanda de combustibles fósiles vaya a la baja. Sin embargo, las estimaciones de las grandes corporaciones petroleras pronostican que los combustibles líquidos seguirán teniendo una contribución significativa en la oferta futura (Ver Figura 3). Esto es importante por la creencia dominante de que la gasolina será totalmente desplazada por los autos eléctricos. Con todo, se proyecta que el crecimiento de la demanda de productos refinados será sustancialmente más lento en el futuro, que en los últimos seis años, disminuyendo a principios de 2020. La comparación de los siete millones de barriles diarios de nueva capacidad estimada por la AIE en 2017, contrastada con la cifra de 4.8 MMb/d de demanda adicional existente lo que resulta en una capacidad de producción no utilizada. Hay una estimación de ralentización de la demanda futura. La proyección principal de la Agencia Internacional de Energía (AIE) para el crecimiento de la demanda de petróleo es de 6.9 MMb/d adicionales para el 2023.

Fuente: ^{BP Energy Outlook, 2019}.

Figura 3 

Aunque China, India y el resto de Asia albergan prácticamente todo el crecimiento previsto en la demanda mundial de petróleo se espera que regiones como América del Norte, también lo hagan. Norteamérica cuenta ahora con ventajas regionales para la industria de la refinación, respecto de otros competidores. Tiene el beneficio de poseer el crudo ligero tight, los líquidos de gas GNL y el crudo pesado de Canadá, cuya producción también se encuentra en aumento. Este aumento en la oferta impacta los costos de producción y permite una variedad de crudos para a refinación y la industria petroquímica. La creciente producción de estos líquidos de gas se espera que se traduzca en cambios en la demanda.

En el caso de Europa se puede observar un cambio en el patrón de consumo que se expresa en la creciente proporción de diesel (Ver Figura 4). Su principal mercado está en Alemania que consume 19.59% del total. Otra de sus características es su mercado interno en declive. La capacidad de la refinación en Europa ha declinado de 16MMb/d en los ochenta a alrededor de 10MMb/d en 2016.

Fuente: OCDE/AIE, 2017.

Figura 4 

La Unión Europea ilustra bien la modificación de los patrones de consumo en el tipo de combustible preferido, debido a la fiscalidad. Estos incentivos han contribuido de manera definitiva para modificar las preferencias de los consumidores en favor del disel.

El desplazamiento de las gasolinas en favor del dísel comenzó hace 25 años, un proceso que continúa y que ya tiene un impacto en la estructura de la oferta. Como se ve en la Figura 5 los impuestos a las gasolinas son mayores que el otro combustible en la mayor parte de los países europeos, excepto Suiza y Reino Unido lo cual ha favorecido su mayor consumo. La tendencia se extiende a muchos países ya sean desarrollados o en vías de desarrollo.

Figura 5 

En esa perspectiva de conjunto cabe destacar la menor proporción que representaron los impuestos a los combustibles en México en el 2015, comparados con los que prevalecen en gran parte del mundo.

Otro de los cambios que se ha operado en la industria de la refinación en el mundo es la reducción de la producción y consumo de combustóleo. Éste último ha sido sustituido por el gas natural en la generación eléctrica.

Un avance en esta industria es la reducción de las emisiones contaminantes en los combustibles. Las refinerías liberan azufre SO₂ pero este ha venido declinando de 2005 al 2016 en un 63%, lográndose a partir de la implementación de diversos dispositivos.

La capacidad de utilización en la industria de la refinación

Otro indicador de la situación de la industria es la tasa de utilización de la capacidad de refinación entendida como la proporción de la capacidad total de producción que es de hecho utilizada en un periodo de tiempo específico. De este indicador nos interesa revisar el porcentaje de la utilización de la capacidad a fin de contrastar con el mismo indicador para México. Para ello utilizamos uno de los casos en donde dicho parámetro ha variado.

Desde el 2007 la tasa de utilización de la capacidad de producción en las refinerías de la Unión Europea fue de 78% en el 2014. El año siguiente, 2015, repunto para alcanzar una tasa de utilización de 85% de su capacidad. Hay países en la región con porcentajes más altos como es el caso del Reino Unido cuya utilización de su capacidad refinadora fue de 90% en el 2016 (^{UKPIA, 2018:14}). La capacidad de utilización es en promedio de 62% en África (Ver Figura 6) y de 91% para el mundo.

Fuente: U. S. ENERGY Information Administration, Refinery Utilization and Capacity: https://www.eia.gov/dnav/pet/pet_pnp_unc_dcu_nus_a.htm

Figura 6 

Con un volumen de producción de refinados de 18,500 MM b/d, en 2017, Estados Unidos tuvo una tasa de utilización de su capacidad de 91.1% pero hay años en que este porcentaje es más alto. La situación contrasta con la situación de México cuya tendencia a la baja en los últimos años fue la contraria al utilizar menos de 40% de su capacidad, teniendo que importar la mayor parte de sus combustibles provenientes de Estados Unidos. Por ello, la situación de la industria de la refinación de estadounidense es un referente importante para México.

La refinación en México

Mientras Estados Unidos cuenta con 141 refinerías, China con 149 refinerías y Rusia con 51 refinerías México solo ha incrementado su capacidad en 170 MBD y cuenta con solo 6 refinerías con un total de 1.69 millones de barriles diarios. Más aun China, India, Canadá y Estados Unidos tienen en desarrollo nuevas inversiones en proyectos de refinación para entrar en operación en los siguientes 5 años.

En contraste la refinación en México ha enfrentado la falta de recursos de inversión para su actualización y crecimiento desde la década de los ochenta, sobre todo desde que la política petrolera se centró en el desarrollo del macro yacimiento Cantarell. El promedio medio anual de inversión que ascendió a 0.71 miles de millones de dólares (mMMd) entre 1991 y 1999 derivó en insuficiente mantenimiento, limitación para incorporar tecnología, mejoras operativas y en no aumentar la capacidad instalada. Además, se cerraron las unidades de Azcapotzalco, Poza Rica y Reynosa a inicios de la década de 1990.

En este periodo, México optó por invertir en las llamadas “reconfiguraciones” de algunas de sus refinerías. El programa de reconfiguración del Sistema Nacional de Refinación fue autorizado a fines de los años noventa y contempló construir nuevas plantas de proceso, su ampliación y modernización. Los montos de inversión se elevaron a cerca de 2 mMM de USD en promedio anual entre 2000 y 2001, para desarrollar trabajos en las refinerías de Cadereyta y Madero y luego reducirse a 0.66 mMMd entre 2002 y 2005.

Fue a partir de 2006 cuando de nuevo se le inyectaron recursos, llegando a promediar 1.9 mMMd por año hasta el 2014, resaltando los proyectos de Calidad de Combustibles y la reconfiguración de Minatitlán. Así, las refinerías de Cadereyta, Madero y Minatitlán culminaron su reconfiguración y aumentaron el volumen procesado de petróleo crudo pesado en 15.0, 11.0 y 122.9%, respectivamente.

Pese a la masiva inversión de recursos por más de $18,500 MM de USD en los proyectos de reconfiguración en las refinerías de México, no dieron el resultado esperado. Las nuevas plantas, como por ejemplo las coquizadoras, han provocado problemas de operación y de mantenimiento mayúsculos, obligando a constantes salidas de operación y disminución de proceso de crudo.

El manejo de la refinación, que ha significado no construir una nueva refinería desde 1979, ha llevado a exportar el crudo, en lugar de procesarlo, siendo la costa del Golfo estadounidense uno de sus principales destinos y donde se adquiere una parte importante de los petrolíferos importados. México había sido el único país productor de petróleo que se convirtió en importador neto de toda la gama de productos petrolíferos incluyendo el asfalto y lubricantes, hasta la actual administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (2019) quien decidió construir una nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco. Con fuerte oposición de los grupos de interés en este rubro se espera reducir la dependencia foránea de refinados.

Conclusiones

En el contexto internacional de la industria de la refinación una de las lecciones que se desprende es la orientación del crecimiento regional futuro hacia Asia-Pacífico y el Medio Oriente en atención a su gran crecimiento económico, presente y esperado para la región en el 2040, debido a la visión estratégica de estas economías para construir una industria que agrega valor al petróleo, aun sin tener la autosuficiencia en materia petrolera como ocurre con China y la India. En el caso del Medio Oriente, su decisión de realizar in versiones conjuntas con otros países en materia de refinación es entendible porque cuentan con el recurso petrolero, pero es loable su decisión de agregar valor a sus recursos e incluso salir de su espacio territorial y aumentar la producción y la capacidad de producción de los refinados; situación que muestra que no es determinante contar con la materia prima, cuando se tiene la capacidad de inversión y la voluntad política para fincar una estrategia para el desarrollo de esta actividad. En este caso dicha estrategia no sólo ha ido encaminada a ampliar la capacidad de producción sino también a construir nuevas refinerías

Hay convergencia en las tendencias por países y los desarrollos regionales en el desarrollo de esta actividad fincadas por las grandes potencias refinadoras que sentaron sus bases desde hace mucho tiempo. Otros países, dentro de los que se encuentra México, se encuentran en una situación de estancamiento o declinación de la capacidad de producción y del uso de dicha capacidad. La precaria utilización de dicha capacidad está relacionada con el modelo económico y los movimientos de su economía.

El régimen fiscal sobre los combustibles marca el devenir en el uso de combustibles. Este impacta los precios finales por lo que no únicamente se moverían en función de los costos de producción o las alzas en los precios de referencia internacional del petróleo, como frecuentemente se aduce. En el caso de Europa la política fiscal ha inducido a una demanda creciente en favor del dísel y en detrimento de las gasolinas. Fuera de este espacio territorial, impuestos, precios internacionales y márgenes de comercialización, son definitivos en el precio final de los combustibles.

Pese a la existencia de escenarios a la baja para la demanda futura los líquidos para autos rodantes (híbridos e híbridos eléctricos), barcos y aviones, estos seguirán participando de manera importante en la oferta de la industria hasta el 2050.

La gran dificultad para que para los autos eléctricos representa la sustitución de los vehículos de combustión interna especialmente en la infraestructura eléctrica y la demanda estratosférica de energía eléctrica que también se requiere, permite afirmar que para países del tamaño de Estados Unidos o como el mismo México, es casi imposible la sustitución total del parque vehicular. La industria de la refinación y los vehículos eléctricos van a convivir a lo largo del presente siglo en la medida que el petróleo está más fuerte que nunca rebasando los 100 MMb/d en el 2019, con otro tanto igual de capacidad de refinación.

Es claro que la capacidad y el grado de su utilización a nivel internacional es alto, sobre todo en el caso estadounidense, pese al discurso que, promueve contar con capacidad excedente no utilizada. En Europa la capacidad utilizada es alta y contrasta con la industria de refinación de México la cual presenta un alto grado de desinversión en los últimos 30 años y una muy baja capacidad utilizada (menos de 40% del total).