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Revista mexicana de biodiversidad
versión On-line ISSN 2007-8706versión impresa ISSN 1870-3453
Rev. Mex. Biodiv. vol.78 no.1 México jun. 2007
Taxonomía y sistemática
Flora útil de los cafetales en la Sierra Norte de Puebla, México
Useful plants of the Sierra Norte de Puebla, Mexico
Miguel Ángel Martínez, Virginia Evangelista, Francisco Basurto*, Myrna Mendoza, Antonio CruzRivas
Jardín Botánico, Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México. Apartado postal 70614, 04510 México, D. F., México.
*Correspondencia: abasurto@ibiologia.unam.mx
Recibido: 23 febrero 2006
Aceptado: 2 octubre 2006
Resumen
Los cafetales de la Sierra Norte de Puebla son agroecosistemas variados en composición y estructura, donde se pueden encontrar especies vegetales cultivadas y silvestres, nativas e introducidas, y cuya diversidad florística está estrechamente ligada a las condiciones sociales, económicas y ecológicas en las que se inserta la producción del café. En la última década el cultivo de esta planta ha estado en crisis debido a los bajos precios del producto; sin embargo,los agricultores mantienen los cafetales como fuente de ingreso adoptando nuevas estrategias para obtener recursos económicos mediante la introducción o incremento de cultivos de importancia económica, como pimienta, mamey o plantas medicinales, aprovechando la versatilidad y posibilidades de reorganización de estos agroecosistemas. En este trabajo se presenta el inventario de la flora útil encontrada en cafetales de la SNP. A la fecha están registradas 319 especies pertenecientes a 238 géneros y 99 familias; 90 especies son objeto de comercio y pueden representar nuevas fuentes de ingreso; 256 son nativas y 63 introducidas y se han agrupado en 13 categorías antropocéntricas, de las cuales las medicinales y comestibles son las más numerosas.
Palabras clave: cafetal, plantas útiles, diversidad vegetal, Puebla, México.
Abstract
Coffee plantations in the Sierra Norte de Puebla (SNP) are agroecosystems with variable composition and structure. These agroecosystems include native and introduced plant species, as well as cultivated and wild ones. Plant diversity in coffee plantations is closely related to the social, economic, and ecological context into which coffee production is inserted. In the last decade, coffee cultivation has been in crisis due to low prices. Nevertheless, farmers of the SNP maintain their plantations as a source of income, with new strategies such as the introduction or increase of plants with economic value, like allspice (Pimenta dioica), mamey (Pouteria sapota), and medicinal plants, taking advantage of the versatility and possibilities for reorganization of these agroecosystems. In this paper we provide an inventory of the useful coffee plantation flora of the SNP, having recorded 319 species, 238 genera and 99 families of plants, some of which could represent new sources of income. A total of 256 species are native and 63 introduced, grouped in 13 anthropocentric categories, of which medicinal and food plants are more numerous.
Key words: coffee plantations, useful plants, plant diversity, Puebla, Mexico
Introducción
El cultivo del cafeto es muy importante para México, ya que el producto es uno de los principales para la exportación; no obstante, la situación actual del cultivo es difícil debido a los bajos precios que imperan en los mercados internacionales. Por ejemplo, en el estado de Puebla la superficie sembrada de café hasta el año 2000 era de aproximadamente 70 000 ha, que representan el 9.1% de la superficie con cafetales en el país; entre 1998 y 2000, se produjeron cerca de 400 000 toneladas anuales de café cereza; para el año 2001 la producción cayó a 209 809 toneladas y la superficie cosechada disminuyó a 53 000 hectáreas (SIAP, 19982001).
El estado de Puebla es el cuarto productor de café en México (SIAP, 19982001), mismo que se cultiva entre los 150 m a 1400 m de altitud. En ese estado, la Sierra Norte es la principal región cafetalera con el 91% de la superficie sembrada (60 660 ha), una producción de 334 025 toneladas, equivalentes al 97% de la producción estatal y 40 827 productores, con rendimiento promedio de 5.5 toneladas de café cereza por hectárea (SIAP, 2005); no obstante, es una región con altos índices de marginación social, política y económica (SEGOB, 2001). La crisis del cultivo del café debida a los bajos precios internacionales y al bajo consumo nacional, ha propiciado que los pequeños productores no inviertan capital en los cafetales, a pesar de lo cual, el cultivo de esta especie se mantiene como una opción para la economía campesina, debido principalmente a la versatilidad del agroecosistema en su manejo y composición florística.
Recientemente, en los cafetales de varias regiones de México se han hecho estudios ecológicos y etnobotánicos que describen su composición florística, la dinámica de la sucesión vegetal y su papel en la conservación de la biodiversidad (Moguel y Toledo, 1999; Soto 2000; Bandeira, 2002; Bandeira, 2005).
Con base en la estructura y nivel de manejo, Moguel y Toledo (1999) distinguen 5 tipos de cafetal y mencionan que en México el café se produce principalmente en sistemas con sombrío y por pequeños propietarios. Muestran la riqueza biológica que puede encontrarse en estos agroecosistemas que se localizan en zonas de gran importancia ecológica y biogeográfica, en áreas donde se ponen en contacto elementos tropicales y boreales, y encuentran que entre el 60 y 70 % de las áreas cafetaleras están bajo manejo tradicional.
Soto (2000) caracteriza la estructura y la diversidad de plantas leñosas en cafetales con sombra en Chiapas y encuentra 79 especies de sombra, la mayoría maderables; 90% de estas especies son nativas y representan el 40% de la flora de las selvas tropicales y de los bosques mesófilos de la región; de tal manera, considera que los cafetales son agroecosistemas complejos en estructura y diversidad, con altas coberturas y densidad de plantas leñosas. También analiza el efecto de la sombra en la producción de café y anota que con una cobertura de 45% se obtienen los mejores rendimientos, con bajos niveles de incidencia de roya, broca y malezas.
Bandeira (2002), trabajando en Oaxaca, encontró aumento de la cobertura vegetal, probablemente por el establecimiento de plantaciones agroforestales de café; estudió la estructura de las plantaciones rústicas de café y los factores que intervienen para la construcción de una plantación en la comunidad de Rancho Grande, Oaxaca y encontró 35 especies de árboles que se usan como sombra del café; de éstos, 22 son especies de bosques secundarios o primarios y considera que la diversidad β (recambio de especies entre parcelas) es la más importante en la conservación de especies leñosas en los cafetales.
Bandeira et al. (2005) estudiaron los patrones de variación de la flora en las plantaciones rústicas de café en una comunidad indígena de Oaxaca, uniendo muestreos en cafetales y entrevistas a los dueños de las parcelas; sus resultados indican que las plantaciones examinadas son altamente heterogéneas y que la variación es dada por una combinación de variables como el manejo agrícola, la cobertura original y las diferencias en el estado de desarrollo de los cafetales. Concluyen que la totalidad de las parcelas de café, con su alta heterogeneidad florística (valor alto de diversidad β), es lo que hace valioso este sistema agroforestal en la conservación de la diversidad.
En la Sierra Norte de Puebla (SNP), los cafetales son plantaciones o sistemas agroforestales muy variados en su composición y estructura que incorporan diversos árboles para sombra. Basurto (1982) analiza el impacto de la cafeticulturización en 2 comunidades nahuas y la transformación de los huertos familiares en cafetales; registra 500 especies de flora útil, 300 de las cuales se encuentran en huertos familiares y cafetales. Cruz (1995) describe los sistemas cafetaleros recién establecidos en Jilotzingo, municipio de Zacatlán y menciona el empleo de especies como Alnus firmifolia Fernald, Inga jinicuil Schltdl., plátano (Musa acuminata Colla x M. balbisiana Colla) y guayaba (Psidium guajava L.) para sombra de esos cafetales. En Xochitlán, Cruz (2004) encuentra 67 especies para sombra en 20 plantíos muestreados, 55 de las cuales tienen además otros usos (combustible, alimento, medicina, madera); estas especies pueden ser toleradas, promovidas o cultivadas; destacan por su valor de importancia el chalahuite blanco (Inga latibracteata Harms), el hilite (Alnus acuminata ssp. arguta (Schltdl.) Furlow) y el jonote (Heliocarpus appendiculatus Turcz.).
La composición florística de los cafetales se afecta con el tipo de clima, la altitud y las preferencias y conocimientos de los cafeticultores. Martínez et al.(2004) analizan la cadena productiva de la pimienta en el municipio de Tuzamapan, donde crece dentro de los cafetales, y encuentran que la densidad de la especie se ha duplicado en los últimos 20 años, debido al incremento en la demanda internacional del producto y al desarrollo de las vías de comercialización. La pimienta presenta un manejo sustentable y es un recurso con gran potencial, siendo un ejemplo de la versatilidad de los cafetales para proporcionar a los productores nuevas fuentes de ingreso.
El sombreado define el manejo de especies silvestres y cultivadas; su conocimiento es importante para entender la estructura y flora de los cafetales, y tiene relación con aspectos de fitomejoramiento, parasitología, etnobotánica, ecología, edafología y conservación de la biodiversidad (Allen, 1985; Godoy y Bennett, 1989; Nestel y Altieri, 1992; Nestel 1995; Perfecto, 1996; Perfecto y Vandermeer, 1996; Noble y Dirzo, 1997).
A pesar de la problemática que presenta el cultivo, los agricultores minifundistas de la SNP mantienen el café como fuente de ingreso, utilizando nuevas estrategias para la obtención de recursos económicos. Una de estas estrategias es la introducción o incremento en los cafetales de plantas de importancia económica, como pimienta, mamey, vainilla o medicinales, aprovechando las posibilidades de reorganización de estos agroecosistemas en lapsos relativamente cortos.
Se plantea, a manera de hipótesis, que a pesar de la crisis que enfrenta el cultivo del café, los cafetales se mantienen como un sistema productivo gracias a su versatilidad y composición florística que en su diversidad proporciona numerosos satisfactores a los productores, a la vez que posibilita cambios y adecuaciones de su estructura en períodos no muy prolongados, con la introducción o incremento en la densidad de especies que alcancen importancia comercial o para las cuales se desarrollen cadenas de producción a consumo ventajosas. La diversidad que se encuentra en estos agroecosistemas, junto con el conocimiento tradicional para el aprovechamiento de las plantas y la disposición que se observa en los productores de la SNP para incorporar a sus cultivos especies y técnicas novedosas para la región, tales como el desarrollo de sistemas de producción orgánica, producción de compostas, empleo de variedades mejoradas o de plantas injertadas, control de plagas con trampas y uso de mallas de sombra y de tutores inorgánicos, los hace sitios con potencial para el desarrollo de nuevos cultivos que puedan contribuir al ingreso económico.
Desde esta perspectiva es importante profundizar en el conocimiento del manejo de este cultivo, en cómo están estructurados los cafetales y cómo pueden continuar proporcionando especies útiles que incrementen su importancia económica y biológica en beneficio de los productores.
Los objetivos de este trabajo son presentar el inventario de la flora útil de los cafetales de la SNP, dar a conocer la contribución de esta flora para satisfacer diversas necesidades humanas, e identificar las especies con importancia económica actual o potencial presentes en los cafetales, que puedan incrementar el ingreso de los cafeticultores.
La Sierra Norte de Puebla se localiza entre los 19° 45’ y 20° 50’ N y 97° 10’ y 98° 17’ O. Es una zona que presenta gran diversidad ambiental, biológica y cultural, comprende un intervalo altitudinal entre los 100 y 2300 m que genera un gradiente climático cálido y semicálido húmedo en las partes bajas y templado húmedo en las zonas de mayor altitud. Los tipos de vegetación responden a este gradiente: bosque tropical perennifolio, bosque mesófilo de montaña y bosques de encino, de pino y mezclas de ambos, con amplias zonas de ecocline entre los tipos de vegetación contiguos (Fig. 1). La zona forma parte de las provincias morfotectónicas de la Sierra Madre Oriental, del Eje Transvolcánico Mexicano y de la Llanura Costera del Golfo (Ferrusquía, 1993).
La SNP ha estado ocupada por grupos humanos, al menos desde hace un milenio. En la actualidad está habitada por 5 grupos étnicos: totonacos, tepehuas, nahuas y otomíes, y además mestizos. Esta larga ocupación y uso del suelo se manifiesta en un paisaje fragmentado, donde alternan parcelas de cultivo, cafetales, potreros, áreas con vegetación secundaria y pequeños parches de vegetación primaria.
Aunque la región ha sido refugio para grupos indígenas que al presente mantienen su lenguaje, vestimenta y tradiciones, al ampliarse las vías de comunicación, los servicios de electricidad y telefonía así como la educación, la zona se ha vinculado con el resto del país y en la actualidad se observa un incremento en la migración hacia las grandes ciudades y hacia los Estados Unidos.
La principal actividad económica es la agricultura. Los cultivos más importantes son el maíz, frecuentemente asociado con frijol, y el café. Otros cultivos importantes son los de papa, chile verde, caña de azúcar y frutales, como cítricos, plátano, ciruela, manzana y durazno. Se practica también la ganadería extensiva.
Los cafetales en México son heterogéneos y su estructura y composición florística depende de varios factores: las condiciones económicas de los productores, la diversidad de condiciones ecológicas, el nivel de desarrollo tecnológico y las distintas tradiciones agrícolas regionales, agrupándose en varios tipos (Nolasco, 1985; Moguel y Toledo 1999). Este mismo esquema existe en el norte de Puebla; se encuentran desde cafetales con sombra muy diversificada hasta cafetales sin sombra. Las variedades de café que se cultivan son Criollo o Típica, Caturra, Garnica, Bourbon, Pacamara (Maragogipe), Mondo Novo, Catuai y Azteca Oro.
Materiales y métodos
La información registrada se recabó a lo largo de 20 años, en 4 proyectos de investigación y 17 tesis de licenciatura y de grado que se han realizado en 10 municipios cafetaleros del norte de Puebla; 4 de estas tesis están directamente relacionadas con cafetales y las 13 restantes contienen información sobre plantas medicinales, comestibles y combustibles que crecen en cafetales (Basurto, 1982; Espadas y Zita, 1982; Caballero, 1984; Evangelista y Mendoza, 1987; Morales y Toledo, 1987; Castro, 1988; López, 1988; Villaseñor, 1988; Martínez, 1992; Villalobos, 1994; Cruz, 1995; Aparicio y García, 1995; Castro, 2000; Martínez et al., 1995; Evangelista, 1999; Alvarado, 2004; Cruz, 2004; Martínez et al., 2004; Zurita, 2004). En los 2 últimos años se visitaron comunidades en 25 municipios de la zona cafetalera del norte de Puebla haciendo un inventario de frutales, aplicando encuestas estructuradas para conocer la diversidad de los mismos en huertos y cafetales, y su importancia en la economía de los productores. También se han hecho cuadrantes y transectos para estudiar la estructura de huertos y cafetales y la densidad de varias especies útiles (Basurto, 1982; Cruz, 2004; Martínez et al., 2004, Zurita, 2004).
En todos los casos se han realizado entrevistas abiertas con agricultores, amas de casa y comerciantes para saber cuál es el uso de las plantas y su aprovechamiento e importancia en los hogares; se han efectuado colectas botánicas y etnobotánicas en cafetales, huertos y mercados, y se han depositado muestras en el Herbario Nacional (MEXU) de la Universidad Nacional Autónoma de México. Con la información se ha elaborado la Base de datos de plantas útiles de la Sierra Norte de Puebla, misma que hasta el momento es sólo de uso interno. De cada planta se incluye nombre de la familia a la que pertenece, nombre científico, nombres comunes, hábitat, forma de vida, origen, forma de manejo, categoría de uso, forma de preparación, aprovechamiento y vías de comercialización. Con base en estos datos, se identifican las plantas que son objeto de comercio y contribuyen de manera directa a la economía de los agricultores.
Resultado
Actualmente el inventario de flora útil en cafetales dela SNP incluye 319 especies, pertenecientes a 238 géneros y 99 familias (Cuadro 1). De acuerdo con la información recabada en la base de datos arriba mencionada, el número total de especies útiles registradas a la fecha en la SNP esde 758, agrupadas en 128 familias y 456 géneros, de tal modo que en los huertos y cafetales se encuentra el 42% delas especies de la flora útil registrada para la SNP.
En los cafetales se encuentran especies de las comunidades vegetales originales de la región, tanto primarias como de etapas sucesionales, así como plantas cultivadas, fomentadas o naturalizadas. De las 319 especies registradas, 256 son nativas de América tropical y las 63 restantes (20%) son introducidas. Se cuentan 113 especies cultivadas, 159 son silvestres, 65 promovidas y 5 naturalizadas. La suma de especies de estas categorías es mayor al total de las especies registradas debido a quevarias plantas tienen más de un estatus de manejo.
Existen 102 especies de árboles, 99 de arbustos y 118 de hierbas, entre las cuales 11 son epífitas y 3 hemiparásitas de la familia Loranthaceae. La mayoría de las familias están representadas por pocas especies, y sólo las Fabaceae (22 spp.), Solanaceae (14 spp.), Asteraceae (11 spp.) y Rubiaceae (11 spp.), agrupan más de 10 especies cada una. Las 95 familias restantes se representan por menos de 10 especies cada una y 34 familias tienen sólo una especie (Fig. 2). Las plantas útiles registradas en los cafetales de la SNP se han agrupado en 13 categorías antropocéntricas con varias subcategorías (Cuadro 2). La categoría con mayor número de especies es la de las plantas medicinales, seguida por la de comestibles y de las usadas para leña. Las plantas ornamentales, las que se emplean como material de construcción, que tienen usos agrícolas o sirven para fabricar utensilios domésticos y artesanías también están bien representadas; 184 de las especies tienen más de un uso y algunas llegan a sumar hasta 6, con un promedio de 1.9 usos por especie (Cuadro 1).
De las especies útiles registradas para los cafetales de la SNP, 90 tienen importancia económica actual (Cuadro 1), es decir, son objeto de comercio, si bien en diferente grado, y representan una posibilidad real de ingreso para el agricultor. Varias de estas plantas, con la generación de cadenas productivas eficientes, podrían transformarse en productos de mayor importancia en la economía de los cafeticultores, ya sea por la vía de su introducción al cultivo o de su aprovechamiento como productos forestales no maderables (PFNM). Entre éstas, se encuentran frutales, especias, quelites, plantas medicinales, maderables, ornamentales y ceremoniales; para artesanías, construcción, elaboración de instrumentos de trabajo y las que tienen uso industrial. Predominan las plantas comestibles, seguidas por las medicinales y las que se usan para artesanías (Cuadro 3).
El beneficio que representan para el agricultor es variable, dependiendo del valor del producto y del nivel de comercialización; especies como, la pimienta, el mamey, zapote negro o algunas plantas medicinales pueden representar un porcentaje significativo en el ingreso de los productores (Martínez et al., 2004).
Discusión
En la SNP, los cafetales distan de ser un agroecosistema homogéneo y uniforme. Más bien, se encuentra una amplia variación, desde cafetales y huertos familiares que mantienen una alta diversidad de flora útil con más de 100 especies en 1000 m2 (Basurto, 1982; Cruz, 2004), hasta cafetales a pleno sol, en los que prácticamente sólo se tienen matas de cafeto, plantadas a altas densidades. Se encuentran también tipos intermedios en cuanto a la diversidad de especies que integran la sombra, la que puede estar compuesta por una sola especie o ser poco diversificada. En algunos de estos cafetales la sombra está dada por especies de importancia comercial, como naranja, mandarina o plátano, que también generan ingresos para el productor. Entre las especies más utilizadas en los cafetales que tienen una sola especie para el sombrío están los chalahuites (Inga spp.), cuacuite (Gliricidia sepium (Jacq.) Kunth ex Walp.) o ilite (Alnus acuminata), que no son producto comercial. En estos casos el interés principal del productor es maximizar la producción de café, utilizando especies para sombra que permitan una mayor densidad de plantas de cafeto, que produzcan hojas que al caer mejoren la estructura del suelo y permitan la fijación de nitrógeno atmosférico. Otro factor a considerar es la reducción de costos de mantenimiento del cafetal, ya que con un buen manejo de la sombra se reduce el número de desyerbes y puede evitarse la aparición de enfermedades.
En la actualidad se han introducido como árboles de sombra en los cafetales de la SNP especies maderables o productoras de nuez, como el cedro rosado Acrocarpus fraxinifolius Wight et Arn., pino Pinus chiapensis (Martinez) Andresen (= P. pseudostrobus Lindl. var. chiapensis) o macadamia Macadamia integrifolia Maiden et Betche. Estos cultivos, que han sido desarrollados por iniciativa propia de los productores y de manera individual, tienen pocos años de haberse iniciado (de 10 a 15) y en el caso de la macadamia o de la canela, que ya se encuentran produciendo, la gente carece de información técnica acerca de los modos y tiempos de cosecha y no se han generado vías de comercialización eficientes, por lo que son de poco provecho para los productores.
Existen también cafetales de tipo rústico o rusticano en los que la sombra está dada por la vegetación natural; en la SNP se encuentran actualmente en comunidades mestizas asentadas en ambientes de bosque mesófilo. Es muy probable que conforme se desarrolle este tipo de cafetal, la sombra vaya siendo enriquecida y quizá sustituida por árboles de importancia comercial.
En conjunto los cafetales de la SNP mantienen una rica flora útil y en ellos se pueden encontrar elementos de la vegetación original, tanto del bosque tropical perennifolio como del bosque mesófIlo de montaña y de bosques de pino y/o encino, sin embargo se observa también una serie de cambios derivados de la crisis en que se encuentra el cultivo del café y la globalización económica.
En algunos sectores hay una tendencia al abandono de las plantaciones de café, pero también hay productores que están haciendo un reordenamiento de la estructura y composición florística de los cafetales, manejando especies con importancia económica para las cuales existen mercados ya establecidos o que comienzan a configurarse.
La diversidad florística de los cafetales está íntimamente ligada a las condiciones ecológicas, sociales y económicas en que se encuentra inserto el cultivo del café y sus productores. En el aspecto ecológico, la SNP se ubica entre dos zonas biogeográficas (boreal y neotropical), con una topografía muy abrupta, un gradiente altitudinal, climático y de vegetación; además está situada en la zona de influencia de los vientos alisios y en la confluencia de 3 regiones fisiográficas, Sierra Madre Oriental, Eje Transvolcánico Mexicano y Planicie Costera del Golfo. Estos factores propician la existencia de numerosos ambientes y de una biota abundante, a partir de la cual los grupos étnicos que han habitado la SNP por largo tiempo han generado los conocimientos y técnicas de aprovechamiento de numerosas especies de plantas. Lo anterior se refleja en la existencia de una rica flora útil que se encuentra representada en los cafetales con 42 % de las especies y 76 % de las familias, lo cual da idea de la importancia de estos agroecosistemas en la conservación de la biodiversidad, principalmente de los tipos de cafetal rústico y tradicional, donde se encuentran especies de la vegetación primaria.
Desde el punto de vista económico y social, no obstante la situación de crisis en el mercado del café, muchos de los pequeños y medianos productores se resisten a abandonar su cultivo y han explorado diversas estrategias para obtener mayores recursos, como incrementar el valor agregado del café, con venta del producto como café pergamino e incluso tostado y envasado; otro sector está encaminado hacia la producción de café orgánico.
Una tercera estrategia es el enriquecimiento de los cafetales con especies que puedan tener importancia económica en función de la demanda y de las posibilidades de una inserción ventajosa en las cadenas productivas, cosa que ya ocurre con productos como la pimienta, el mamey, la vainilla, el plátano y plantas medicinales como el axocopac, malabar, muite, que además llevan al aumento de la biodiversidad que se encuentra en los cafetales.
En una región donde el minifundio es predominante, la estrechez económica y de acceso a la tierra lleva a los productores a manejar de forma más versátil sus cafetales, esto es, ante la escasa o nula oportunidad de aumentar la superficie disponible para el cultivo, los productores tratan de obtener diversos productos en una misma superficie, en este caso café y frutas, condimentos o plantas medicinales, para las cuales ya hay vías de comercio desarrolladas.
El manejo de la flora del cafetal es una actividad en la que el productor decide lo que siembra o elimina; sus necesidades biológicas, económicas y culturales lo llevan a diseñar la composición florística del cafetal de acuerdo a sus requerimientos (Cruz, 2004, Martínez et al., 2004, Zurita, 2004), lo que se refleja en el rico inventario de flora útil y en la diversidad de tipos de cafetal existentes en la SNP, desde cafetales sin sombra en monocultivo hasta policultivos tradicionales con numerosas especies en superficies reducidas con una fisionomía que imita la del bosque tropical perennifolio o la del mesófilo.
La flora útil de los cafetales de la SNP contribuye a la economía de sus propietarios, ya sea por la vía del ingreso monetario o abasteciendo el hogar con diversos productos; en el primer caso, se pueden mencionar ejemplos como la pimienta, el mamey, las hojas de plátano, plantas medicinales o la vainilla; en el caso de abasto al hogar, prácticamente la totalidad de la flora útil de los cafetales tiene tal objetivo.
Entre la flora útil de los cafetales destacan las plantas comestibles y las medicinales, que contribuyen a satisfacer las necesidades primordiales del hombre: alimentación y salud.
El alto número de especies comestibles es reflejo de su importancia en la región; con una dieta basada en maíz, frijol y chile, estas plantas proporcionan complementos y suplementos alimenticios, con un aporte no sólo nutricional sino también culinario enriqueciendo las texturas, olores y sabores de la comida serrana.
Las plantas medicinales son una alternativa inmediata y de bajo costo para muchas enfermedades y también pueden contribuir mediante su aprovechamiento comercial al ingreso de los productores cafetaleros (Zurita, 2004). Cabe señalar que las plantas medicinales provenientes de cafetales y huertos, comercializadas en la SNP, principalmente en su porción occidental, en los municipios de Pahuatlán y Chila, no son utilizadas de manera tradicional por los pobladores de la zona; las plantas se llevan fuera de la SNP y se venden como parte de compuestos herbolarios en todo el país e incluso en los Estados Unidos (Zurita, 2004).
En la SNP, la leña sigue siendo para muchos pobladores el principal recurso energético, de ahí el alto número de especies registradas bajo este rubro, dado que el cafetal es uno de los principales agroecosistemas para obtención de este recurso (Martínez, 1992). La mayoría de las especies se usan para autoabasto y sólo el ilite se registra con importancia comercial.
Entre las 90 especies que son objeto de comercio, destacan las comestibles, principalmente frutales, seguidas por las medicinales y las utilizadas para elaborar artesanías.
Las plantas comestibles pueden comercializarse tanto en el ámbito local, ofrecidas casa por casa, como vendidas en los mercados semanales de la región, tal es el caso de la fruta, como plátanos, mameyes, chininas, olopios, o bien, los quelites, como xocoyoli y mafafa, así como chiltepín, vainilla y pimienta. Son pocos los productos de frutales provenientes de la SNP que se llevan a otras partes del país, como es el caso del mamey, que los productores venden directamente en mercados urbanos de los estados de Puebla y Tlaxcala, o del plátano; aunque más que la fruta, fuera de la región se venden las hojas que se llevan a la Ciudad de México, donde son utilizadas para envolver tamales; la fruta es objeto de comercio a nivel local y regional, con oferta de diferentes tipos de plátano para consumo en fresco y para comerse verdes (inmaduros), asados o fritos.
La pimienta producida en la SNP es principalmente para exportación, lo mismo que la de otros estados del país, ya que el consumo interno es de sólo el 5% de la producción nacional (Martínez et al., 2004). En los mercados regionales, los mayoristas hacen acopio de zapotes negros, naranjas y limas que llevan a centros urbanos para su distribución.
Algunas especies utilizadas para las artesanías sólo se emplean en el ámbito serrano, en tanto que otras, como el papel amate, elaborado con Trema micrantha (L.) Blume, se destina al comercio nacional e internacional (López, 2004).
Entre las plantas útiles de los cafetales hay varias que ya están integradas en cadenas comerciales, pero otras no se aprovechan o son subutilizadas pese a su potencial comercial y a que representan posibles fuentes de ingreso, alternativas o complementarias al café, que sería conveniente tener en cuenta; sin embargo, el desarrollo de las cadenas comerciales que permitan su aprovechamiento puede ser un serio obstáculo.
La hipótesis planteada en este trabajo encuentra sustento en casos como los de la pimienta (Martínez et al., 2004), el mamey, el plátano, el zapote negro y diversas plantas medicinales que son cultivadas en los cafetales porque para los productores representan una fuente extra de ingresos que complementa y en algunos casos, como el de la pimienta, excede el ingreso obtenido por la venta de café.
Agradecimientos
A los pobladores de la Sierra Norte de Puebla por su valiosa colaboración y disposición para compartir sus conocimientos; a los revisores anónimos por susobservaciones, sugerencias e información, así como a la doctora Cristina Mapes por la lectura crítica del manuscrito. Este trabajo fue apoyado en parte por SNICSSAGARPA (Proyecto 054, Red de Frutales).
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