Cherax quadricarinatus (Von Martens, 1868) conocido comúnmente como langosta de quelas rojas es un decápodo de agua dulce perteneciente a la familia Parastacidae, es endémica del norte de Australia y sureste de Papúa Nueva Guinea (Lawrence y Jones, 2002). Se caracteriza por tener conducta gregaria, es de rápido crecimiento y con alta plasticidad ecológica. Puede resistir variaciones de temperatura, pH y diferentes concentraciones de oxígeno disuelto (Karplus et al., 1998), por lo que es considerada una buena especie para el cultivo en condiciones semintensivas e intensivas, ya que, además, su dieta es omnívora (Edgerton, 2005; Jones, 1990; Lawrence y Jones, 2002).
Se ha visto que la producción de la langosta en estanques abiertos tiene mejores resultados que en sistemas de circulación cerrados (Rodríguez-Canto, Arredondo, Ponce-Palafox y Rouse, 2002). La esencia de la producción no tecnificada implica, normalmente, que se hagan manejos descuidados durante los procesos de producción, lo que suele tener como consecuencia que algunos ejemplares se escapen al medio silvestre. Este mal uso de los sistemas de cultivo en estanques abiertos es la razón que se atribuye para que C. quadricarinatus haya invadido distintos efluentes (Bortolini, Álvarez y Rodríguez-Almaraz, 2007). En consecuencia y dado su amplio cultivo en distintas partes de Asia (Ahyong y Yeo, 2007), América (Bortolini et al., 2007), África (De Moor, 2002), Australia (Edgerton, 2005) y más recientemente en Israel (Snovsky y Galil, 2011), se han establecido diferentes poblaciones en distintos cuerpos de agua en los países donde se practica su cultivo.
En México, la langosta de quelas rojas fue introducida en 1995 con fines de investigación en la Ciudad de México y Yucatán; para el año 1998 ejemplares de esta especie fueron trasladados a Morelos, Baja California y Baja California Sur, Tamaulipas, Colima y Jalisco (Ponce-Palafox, Arredondo-Figueroa y Romero, 1999). En la actualidad se sabe de la presencia de la especie en Aguascalientes, Chihuahua, Michoacán, Nuevo León, Puebla, Veracruz, Oaxaca, San Luis Potosí, Sinaloa y Veracruz (Álvarez, Bortolini, Villalobos y García, 2014). A más de una década de su introducción se registran poblaciones silvestres de la especie en cuerpos y afluentes de agua dulce en los estados de Morelos, Tamaulipas y San Luis Potosí (Álvarez et al., 2014; Bortolini et al., 2007). En Sinaloa se han mantenido individuos de la especie para fines de producción e investigación cerca de Mazatlán (Arzola-González et al., 2012) y Guasave (Álvarez et al., 2014), y no se sabía de su presencia en ecosistemas dulceacuícolas del estado.
Como parte de un estudio sobre la diversidad de crustáceos en el río Culiacán, se recolectaron 12 ejemplares adultos de C. quadricarinatus en presa derivadora, Culiacán, Sinaloa (24°48′23.9′’ N; 107°24′50.4′’ O); San Pedro (24°47′06.1” N, 107°33′22.1” O) y Sataya (24°37′48.6” N, 107°39′41.1” O), Navolato, Sinaloa (fig. 1). De los 12 individuos recolectados 5 fueron hembras y 7 machos (tabla 1), representando el primer registro en el estado de Sinaloa de dicha especie en condiciones silvestres, en donde algunos parámetros fisicoquímicos como temperatura y pH durante la inspección de campo oscilaron en un rango de 24 a 26 °C y 7.2 a 8.1, respectivamente. En la figura 2 se muestran 2 ejemplares, uno de ellos con el parche rojo en las quelas, carácter distintivo de la especie (Snovsky y Galil, 2011).
Puntos de recolecta | Núm. de machos | Núm.de hembras | Temperatura (°C) | pH |
---|---|---|---|---|
Culiacán, Sin. | 1 | 2 | 24 | 7.2 |
San Pedro (Navolato, Sin.) | 2 | 0 | 26 | 7.7 |
Sataya (Navolato, Sin.) | 4 | 3 | 26 | 8.1 |
Las especies invasoras acuáticas tienen efectos en los sitios donde han sido introducidas y se han establecido (Homans y Smith, 2013) y representan una de las amenazas más importantes para la biodiversidad de los ecosistemas acuáticos (Kalinowski, Muhlfeld, Guy y Cox, 2010), especialmente los dulceacuícolas que son altamente vulnerables al impacto de estas (Sala et al., 2000). A pesar de que se sabe que C. quadricarinatus es una especie invasora en México, se han realizado diferentes estudios para evaluar su potencial acuícola y promover su rentabilidad (Arzola-González et al., 2012; Hernández-Vergara, Rouse, Olvera-Novoa y Davis, 2003). Por lo anterior, es importante mencionar que se requiere una mayor vigilancia en el manejo de la langosta de quelas rojas por las autoridades competentes, ya que pudiera desplazar especies autóctonas como Macrobrachium americanum, Macrobrachium tenellum y Macrobrachium digueti y propiciar la difusión de nuevos parásitos entre la fauna nativa.