Las abejas sin aguijón o meliponinos (Apidae: Apinae, Meliponini) se distribuyen en las regiones tropicales y subtropicales del mundo, siendo el continente americano en donde se presenta su centro de diversificación (Michener, 2007). De las 417 especies de meliponinos conocidas en el mundo (Camargo y Pedro, 2013), en México se han registrado 46 especies de las cuales 13 son endémicas (Ayala, 1999; Ayala, González y Engel, 2013). En términos generales, las abejas son un grupo funcional relevante por su papel en los ecosistemas como polinizadores y entre estas se reconoce la importancia de las especies nativas (Kearns, Inouye y Waser, 1998). Sin embargo, actualmente diversos procesos de transformación y degradación ambiental (cambio de uso del suelo, uso de pesticidas, patógenos, introducción de especies, etc.) vulneran críticamente a las poblaciones de abejas y por lo tanto al servicio ecológico de la polinización que estas ofrecen (Freitas et al., 2009; Kremen, Williams y Thorp, 2002; Potts et al., 2010; Taki, Kevan y Ascher, 2007; Winfree, Griswold y Kremen, 2007).
Son aún pocos los estudios realizados sobre la diversidad de abejas en México, por lo cual se pueden encontrar nuevos registros, así como describir nuevos aspectos de su distribución y esto en particular para las abejas sin aguijón. Una de las áreas poco exploradas es la cuenca del río Balsas en el centro occidente de México donde se presenta gran riqueza en cuanto a flora y fauna y la cual abarca porciones de Michoacán, Guerrero, Morelos y el Estado de México. Lo anterior, tanto por sus características fisiográficas como por su biogeografía histórica (Rzedowski, 1986; Toledo, 2003). Así mismo, esta región es considerada un centro de endemismos para las abejas de la tribu Meliponini (Ayala, 1999) y una importante región donde se desarrolló la meliponicultura en el pasado (Dixon, 1987; Hendrichs, 1941; Kent, 1984).
Desde el 2013 y hasta la fecha se han realizado colectas dirigidas en el alto Balsas en Michoacán, específicamente en lo que corresponde a los municipios de Charo, Madero Nocupétaro y Tzitzio, con el objeto de documentar la diversidad de abejas sin aguijón. Para el área incluida en estos municipios se han registrado 8 especies de meliponinos hasta el momento (Frieseomelitta nigra Cresson, 1878; Geotrigona acapulconis Strand, 1919; Lestrimelitta chamelensis Ayala, 1999; Melipona fasciata Latreille, 1811; Nannotrigona perilampiodes Cresson, 1878; Partamona bilineata Say, 1837; Scaptotrigona hellwegeri Friese, 1900 y Trigonisca pipioli Ayala, 1999). Dentro de estos registros resalta L. chamelensis por haber sido registrada recientemente para la cuenca del río Balsas y por ser una especie que se caracteriza por ser parásita social (Reyes-González, Camou-Guerrero, Reyes-Salas, Argueta y Casas, 2014). Entre las abejas sin agujón, el género Plebeia Schwarz, 1938 es el más representativo en México con 12 especies (Ayala, 1999; Ayala et al., 2013), con distribución amplia en ambientes tropicales y templados y que se caracteriza por incluir abejas pequeñas, obscuras con dibujos amarillos generalmente.
Registramos aquí por primera vez para Michoacán a Plebeia fulvopilosa Ayala (1999), para localidades que se encuentran en los municipios de Charo, Madero y Tzitzio, en las montañas del Eje Volcánico Transversal, pero con orientación y declive hacía la cuenca del río Balsas muy cercano al parteaguas de la cuenca de Cuitzeo en dicho estado (fig. 1). Esta especie fue descrita y reportada previamente como endémica de la Sierra Madre del Sur en Guerrero (Ayala, 1999).
La presencia de P. fulvopilosa en estas localidades (tabla 1), permite plantear que la especie puede estar presente en las áreas elevadas de la cuenca del río Balsas en Michoacán y el Estado de México, dentro de un rango altitudinal que va de 1,500 m con bosques templados de transición (encinares con elementos de selva baja caducifolia) y hasta poco más de los 2,000 m en bosques templados de pino y pino encino.
En esta parte de México P. fulvopilosa presenta características de coloración que difieren con lo presentado en la revisión de Ayala (1999) para esta especie. En la región que comprende este estudio, los ejemplares son melánicos con los dibujos amarillos muy diluidos. Lo anterior puede ser el resultado del aislamiento geográfico y puede representar una etapa temprana en el proceso de especiación, el mismo que podría ser demostrado en futuros estudios de sistemática molecular. Ayala (1999) señala que P. fulvopilosa junto con M. fasciata y Melipona colimana Ayala (1999), forman un complejo de especies endémicas presentes en las montañas del centro y sur de México.
Otro aspecto importante de P. fulvopilosa es el aprovechamiento de los productos presentes en los nidos en la zona incluida en este estudio. Este se realiza de manera extractiva y recientemente mediante manejo con técnicas propias de la meliponicultura, lo anterior como resultado de la considerable abundancia de la especie. Esta Plebeia es llamada localmente «abeja sapita», como ya fue reportado por Reyes-González et al. (2014).
Se considera de gran importancia este nuevo registro en Michoacán de P. fulvopilosa pues aporta datos que permiten precisar su distribución y variaciones morfológicas. Así mismo, este nuevo registro para el alto Balsas en Michoacán motiva e incentiva la realización de más estudios sobre la diversidad de abejas en esta región de México.
Los especímenes fueron depositados en la Colección Entomológica del Colegio de la Frontera Sur Unidad San Cristóbal de las Casas (ECOAB).