INTRODUCCIÓN
Los debates en los sectores políticos, sociales, académicos y empresariales de México sobre los efectos de la migración internacional en el desarrollo del país se han concentrado invariablemente en el impacto que representan las remesas de los migrantes en la economía nacional y, particularmente, en las economías regionales y locales. Esto no es para menos, pues el monto de las remesas es superior al ingreso por exportaciones agropecuarias y turismo extranjero y, a partir de 2015, superior al ingreso de las exportaciones petroleras (Banco de México, 2018). Sin embargo, desde la perspectiva de las discusiones sobre migración y desarrollo, poco se ha abordado el aporte de la población inmigrante a nuestro país, específicamente de la población inmigrante altamente calificada, cuyas contribuciones rebasan el ámbito económico, pues se sitúan también en los terrenos social, cultural y político; ello, a pesar de que se ha evidenciado que México es uno de los países de América Latina y el Caribe donde convergen distintos de flujos de migración calificada, pues es un territorio de origen y destino de migrantes que poseen un alto nivel de formación y experiencia profesional. Como país de origen, México posee una de las tasas de emigración calificada más alta entre los países de la región (el 6.1 por ciento), cuyo flujo migratorio se dirige mayoritariamente a Norteamérica (Estados Unidos y Canadá), y en menor medida a Europa y Asia (Ramírez y Lozano, 2017). Como país de destino, México ha recibido históricamente población migrante de distintas nacionalidades, como se verá más adelante.
Más allá del gran desafío que tiene nuestro país de incrementar la formación de sus recursos humanos calificados y potenciar su capacidad en ciencia, tecnología e innovación (CTI) “para transitar de una economía maquiladora a una economía basada en el conocimiento y en la información”, como acertadamente se señala en el documento que entregó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) al presidente Andrés Manuel López Obrador (UNAM, 2018), es innegable el aporte que históricamente han hecho los inmigrantes provenientes de otros países al desarrollo científico y tecnológico de México.1 Con el fin de evaluar de forma más precisa las contribuciones de esta población, resulta fundamental conocer sus características sociodemográficas básicas, dar cuenta acerca de su cuantía y perfil educativo o profesional, así como revelar sus patrones de inserción ocupacional, tarea que constituye el objetivo central del presente artículo.
Este análisis se basó en información recopilada por los censos de Población y Vivienda de 2000 y 2010 y la Encuesta Intercensal 2015 de México. Estas fuentes de datos contienen información sobre el nivel educativo, país de origen y otras características sociodemográficas y laborales de la población extranjera residente en el país. A partir de esa información se construyeron diversos indicadores estadísticos que dan cuenta del volumen y tendencias de la población inmigrante calificada, la cual, para los fines de esta investigación, está conformada por personas de veinte años o más, nacidas en el extranjero, que cuentan con estudios de licenciatura terminada (equivalente a cuatro años cursados o más en ese nivel) o estudios de posgrado (grado profesional, maestría o doctorado), y que igualmente del levantamiento central se encontraba viviendo en el país.
La estructura del artículo es la siguiente: después de esta introducción, se presenta un análisis sobre el volumen y tendencias de la población inmigrante calificada residente en México entre 2000 y 2015, por nivel de escolaridad, según región y país de procedencia de los profesionistas extranjeros residentes en México en esos años. Posteriormente, se describe el perfil sociodemográfico de los inmigrantes calificados según categoría ocupacional. Finalmente, se presentan algunos indicadores sobre su inserción laboral en México.
¿INMIGRANTES CALIFICADOS EN MÉXICO?
Nuestro país es y ha sido a lo largo de su historia una nación de acogida de migrantes calificados procedentes de distintos países y regiones del mundo, quienes han encontrado en su territorio un nuevo lugar de residencia, trabajo o estudio (Izquierdo, 2009; 2010; Didou y Durand, 2013; Rivera, 1993). Tal es el caso de los científicos, tecnólogos, humanistas e intelectuales de renombre que llegaron al país a fines de la guerra civil española (1939-1943), los investigadores y profesionistas sudamericanos que solicitaron asilo y refugio en México durante los años setenta (1973-1977), a consecuencia de los golpes de Estado en Chile, Argentina y Uruguay; y los científicos y académicos de Rusia, Ucrania, Bielorrusia, Polonia y Hungría, entre otros, que llegaron durante la década de 1990, tras la crisis económica de ese año, la cual afectó severamente a las comunidades científicas de la exUnión Soviética y de Europa del Este (Castaños, 2011).
A esos pequeños grupos de intelectuales se sumaron, a lo largo de los años, los inmigrantes procedentes de países como Alemania, China, India, Japón, entre otros; se trata de personas altamente calificadas que se contratan en su lugar de origen y son trasladadas a México para dirigir, instalar o mantener en funcionamiento industrias, empresas trans o multinacionales y hasta pequeños negocios comerciales (Vila, 2017; Hirai, 2013). Además, está el grupo de cientos de estudiantes extranjeros que llegan para cursar una licenciatura o un posgrado en alguna universidad o centro de educación superior; muchos de ellos, una vez concluidos sus estudios, deciden establecerse de manera temporal o permanente en el país (Bermúdez, 2015; Pol, 2003). De acuerdo con Rodríguez-Gómez (2005), la mayoría de los estudiantes extranjeros que llegaron a México entre enero de 2002 y agosto de 2003, provenían en su mayoría de Estados Unidos, Colombia, España, Francia, Alemania, Colombia, Perú, Bolivia y Argentina.
Más recientemente, se ha constatado la llegada de migrantes calificados de varias nacionalidades que vienen en busca de nuevas expectativas de vida y trabajo, debido a las crisis económicas y políticas que se viven en sus naciones de origen, pero también porque consideran a México como un país de oportunidades para desarrollarse profesionalmente (Castaños, 2011). Los casos más ilustrativos que dan cuenta de dicho flujo migratorio son los profesionistas argentinos que llegaron a México escapando a la crisis económica de 2001 (Gandini, 2015), los españoles que lo hicieron durante y después de la crisis económica mundial de 2008 (Rodríguez-Fariñas et al., 2016), y actualmente los venezolanos, producto de la agudización de la crisis económica y política en su país (Ortega, 2017; OIM, 2018). De ahí que, con el paso del tiempo, México se ha ido convirtiendo en una nación de atracción de población y, más específicamente, de migrantes con niveles altos de escolaridad, que en este trabajo denominamos migrantes calificados.
Sobre el volumen del total de inmigrantes internacionales en México, los datos recopilados por los censos de población y vivienda indican que en el año 2000 residían en el país alrededor de 492 000 personas de distintas nacionalidades, de los cuales un 14.1 por ciento de quienes tenían veinte años o más tenía estudios de licenciatura terminada o posgrado (maestría o doctorado), es decir, podrían ser considerados como migrantes calificados. Una década más tarde, en 2010, el número total de extranjeros viviendo en territorio mexicano casi se duplicó, al alcanzar casi un millón de personas: 961 000. De ellos, el 12.7 por ciento eran migrantes calificados y el porcentaje restante, no calificados. En el año 2015, según datos de la encuesta intercensal, la cuantía de los inmigrantes internacionales radicados en México superó por primera vez en la historia del país el millón de personas y, en ese año, los calificados constituían el 15 por ciento del total de la población extranjera, aunque se reconoce que la cifra puede ser mayor debido a problemas de subregistro censal (véase la Gráfica 1).
Si bien el número de inmigrantes calificados siempre ha sido pequeño con respecto al total de la población extranjera residente en México y, sobre todo, al número de mexicanos con el mismo nivel formativo, los datos censales dan cuenta de un constante y sostenido crecimiento de la población inmigrante calificada en los últimos años. Sobre este punto, los datos del Cuadro 1 muestran que dicha población creció un 74.7 por ciento durante la primera década del siglo XXI, al pasar de cerca de setenta mil personas en 2000 a poco más de ciento veintiún mil en 2010, y durante el quinquenio 2010-2015 lo hizo en un 23.8 por ciento, incrementando su cuantía a poco más de ciento cincuenta mil personas en 2015. Al desglosar dichas cifras según nivel educativo de los inmigrantes calificados se observa que, aunque el número de extranjeros con estudios de licenciatura terminada (cuatro años cursasdos o más) es mayor que el de los que tienen estudios de posgrado (grado profesional, maestría o doctorado). Estos últimos experimentaron un mayor crecimiento en el periodo analizado (un 94.7 por ciento versus el 201.2 por ciento), situación que también se observa en el caso de los mexicanos con el mismo nivel educativo: un 118.1 por ciento versus el 341.1 por ciento (véase el Cuadro 1).
País de nacimiento |
2000 | 2010 | 2015 | % de variación entre 2000-2010 |
% de variación entre 2010-2015 |
% de variación entre 2000-2015 |
---|---|---|---|---|---|---|
Total | 4 534 376 | 8 517 511 | 10 683 461 | 87.8 | 25.4 | 135.6 |
Licenciatura | 4 164 993 | 7 566 993 | 9 072 942 | 81.7 | 19.9 | 117.8 |
Posgrado | 369 383 | 950 518 | 1 610 519 | 157.3 | 69.4 | 336.0 |
México | 4 464 793 | 8 395 923 | 10 532 895 | 88.0 | 25.5 | 135.9 |
Licenciatura | 4 109 571 | 7 475 114 | 8 965 025 | 81.9 | 19.9 | 118.1 |
Posgrado | 355 222 | 920 809 | 1 567 870 | 159.2 | 70.3 | 341.4 |
Otro país | 69 583 | 121 588 | 150 566 | 74.7 | 23.8 | 116.4 |
Licenciatura | 55 422 | 91 879 | 107 917 | 65.8 | 17.5 | 94.7 |
Posgrado | 14 161 | 29 709 | 42 649 | 109.8 | 43.6 | 201.2 |
Fuente: Estimaciones de los autores con base en INEGI (2018; 2010; 2000).
El mayor crecimiento de los extranjeros con estudios de posgrado residentes en México también se observa con mayor claridad al analizar la distribución de la población inmigrante calificada según nivel educativo. Al respecto, los datos expuestos en la Gráfica 2 muestran cómo dicha población aumentó en casi ocho puntos porcentuales al pasar del 20.4 por ciento en el año 2000 al 28.3 por ciento en 2015. Estas cifras estarían indicando, a su vez, la tendencia hacia una mayor selectividad por la mano de obra inmigrante de mayor calificación, tal y como acontece en algunos países receptores y reclutadores de migrantes altamente calificados como Estados Unidos, Canadá, Australia y Alemania, naciones que poseen, dentro de sus programas migratorios, políticas inmigratorias que favorecen la entrada de personal calificado. Tales políticas tienen un altísimo grado de selectividad y, por lo tanto, también de discriminación; mientras más requisitos contengan las políticas migratorias de esos países, los migrantes serán más selectos en términos de su cualificación y especialización. No obstante, en el caso de México, que no tiene explícitamente una política de reclutamiento de mano de obra migrante calificada, cabe preguntarse: ¿qué factores o fuerzas explican el crecimiento de la migración calificada en los últimos años?, y ¿de qué países o regiones del mundo proviene dicha población migrante?
EL PAÍS O REGIÓN DE ORIGEN DE LOS INMIGRANTES CALIFICADOS: ¿CAMBIO DE TENDENCIAS O REAJUSTE DE STOCKS POBLACIONALES?
La llegada de migrantes de alta calificación a México, como se mencionó líneas arriba, ha acontecido en varios momentos históricos y por motivaciones diferentes, por lo que el stock de migrantes calificados residentes en el país ha experimentado cambios significativos a lo largo del tiempo en cuanto a su volumen y composición nacional. Las estadísticas censales revelan que la mayor parte de los inmigrantes calificados provienen de algún país del continente americano. En el año 2000, estos inmigrantes representaban el 65.5 por ciento del stock total de inmigrantes calificados radicados en México y el 69.1 por ciento en 2015, es decir, en este último año, casi siete de cada diez inmigrantes calificados eran nativos de la región. Le siguen en orden de importancia los originarios de Europa; sin embargo, en términos relativos, su cuantía ha disminuido en los últimos años, pues pasaron de representar el 26.8 por ciento al 22.6 por ciento del total de inmigrantes calificados entre 2000 y 2015. Los nativos de Asia constituyen el tercer grupo regional, los cuales han aumentado en números absolutos, al igual que los oriundos de África y Oceanía (véase el Cuadro 2).
2000 | 2010 | 2015 | |||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
Abs. | % | Abs. | % | Abs. | % | ||
Total | 69 583 | 100.0 | 121 588 | 100.0 | 150 566 | 100.0 | |
África y Oceanía | 526 | 0.8 | 2 239 | 1.8 | 1 627 | 1.1 | |
América | 45 586 | 65.5 | 85 964 | 70.7 | 104 022 | 69.1 | |
Asia | 4 718 | 6.8 | 6 584 | 5.4 | 10 072 | 6.7 | |
Europa | 18 653 | 26.8 | 26 801 | 22.0 | 34 077 | 22.6 | |
N.E.* | 100 | 0.1 | _ | 0.0 | 768 | 0.5 |
* Nota: N.E.: no especificados.
Fuente: Estimaciones de los autores con base en INEGI (2018; 2010; 2000).
En términos generales, la información presentada no sólo da cuenta de un aumento de la población inmigrante calificada en México sino también de una mayor diversificación en cuanto al origen nacional de esas personas en los últimos años. Al respecto, los datos del Cuadro 3 muestran que en el año 2000, poco más de la mitad de los inmigrantes calificados radicados en el país provenían de cinco países: Estados Unidos, España, Colombia, Cuba y Argentina. Los nativos de Estados Unidos representan casi el 30 por ciento del stock total de inmigrantes calificados no sólo en ese año, sino también en 2010 y 2015. Su supremacía podría explicarse, por un lado, debido a la cercanía geográfica de Estados Unidos con México y, por otro, a que se trata de un grupo poblacional muy diverso, ya que incluye a profesionistas y empresarios que llegan al país para instalar sus propios negocios o para trabajar en empresas y/o industrias maquiladoras estadunidense, así como los profesionales jubilados y pensionados que eligen alguna ciudad mexicana como Mazatlán, Cabo San Lucas, Rosarito, Ensenada, San Miguel Allende, entre otras, para vivir esta etapa de su curso de vida (Lizárraga, 2008). A este grupo también pertenecen los residentes fronterizos que nacieron y estudiaron en ese país, pero que casi toda su vida la han pasado en México o bien viven y trabajan por temporadas en ambos países, así como los hijos de migrantes mexicanos que nacieron mientras sus progenitores se encontraban en Estados Unidos.
Posición | 2000 | % | Posición | 2010 | % | Posición | 2015 | % | |||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
País | Abs. | País | Abs. | País | Abs. | ||||||
Total | 69 583 | 100.0 | Total | 121 588 | 100.0 | 150 566 | 100.0 | ||||
1 | Estados Unidos | 20 295 | 29.2 | 1 | Estados Unidos | 36 162 | 29.7 | 1 | Estados Unidos | 44 480 | 29.5 |
2 | España | 6 243 | 9.0 | 2 | España | 7 810 | 6.4 | 2 | España | 11 507 | 7.6 |
3 | Colombia | 3 580 | 5.1 | 3 | Argentina | 7 230 | 5.9 | 3 | Colombia | 10 410 | 6.9 |
4 | Cuba | 3 174 | 4.6 | 4 | Colombia | 7 139 | 5.9 | 4 | Venezuela | 8 580 | 5.7 |
5 | Argentina | 2 752 | 4.0 | 5 | Venezuela | 5 802 | 4.8 | 5 | Argentina | 7 677 | 5.1 |
6 | Alemania | 2 704 | 3.9 | 6 | Cuba | 5 715 | 4.7 | 6 | Cuba | 6 772 | 4.5 |
7 | Francia | 2 298 | 3.3 | 7 | Alemania | 4 123 | 3.4 | 7 | Francia | 5 870 | 3.9 |
8 | Chile | 2 109 | 3.0 | 8 | Francia | 3 941 | 3.2 | 8 | Alemania | 3 725 | 2.5 |
9 | Perú | 1 803 | 2.6 | 9 | Perú | 3 715 | 3.1 | 9 | Canadá | 3 417 | 2.3 |
10 | Canadá | 1 743 | 2.5 | 10 | Canadá | 3 211 | 2.6 | 10 | Italia | 3 404 | 2.3 |
11 | Italia | 1 569 | 2.3 | 11 | Chile | 3 182 | 2.6 | 11 | Perú | 3 190 | 2.1 |
12 | Inglaterra | 1 409 | 2.0 | 12 | Italia | 2 462 | 2.0 | 12 | Chile | 2 720 | 1.8 |
13 | Japón | 1 339 | 1.9 | 13 | Brasil | 1 822 | 1.5 | 13 | Japón | 2 666 | 1.8 |
14 | El Salvador | 1 336 | 1.9 | 14 | Guatemala | 1 699 | 1.4 | 14 | Brasil | 2 547 | 1.7 |
15 | Venezuela | 1 221 | 1.8 | 15 | Japón | 1 611 | 1.3 | 15 | Inglaterra | 2 207 | 1.5 |
16 | Nicaragua | 1 051 | 1.5 | 16 | Corea | 1 577 | 1.3 | 16 | China | 1 703 | 1.1 |
17 | Guatemala | 971 | 1.4 | 17 | Rusia | 1 496 | 1.2 | 17 | Guatemala | 1 641 | 1.1 |
18 | Corea | 840 | 1.2 | 18 | El Salvador | 1 437 | 1.2 | 18 | Costa Rica | 1 518 | 1.0 |
19 | Panamá | 756 | 1.1 | 19 | Nicaragua | 1 416 | 1.2 | 19 | Uruguay | 1 517 | 1.0 |
20 | Costa Rica | 748 | 1.1 | 20 | Inglaterra | 1 409 | 1.2 | 20 | Nicaragua | 1 485 | 1.0 |
21 | Otro | 11 642 | 16.7 | 21 | Otro | 18 629 | 15.3 | 21 | Otro | 23 530 | 15.6 |
Fuente: Estimaciones de los autores con base en INEGI (2018; 2010; 2000).
El segundo lugar lo ocupa España, país de donde eran originarios el 9, el 6.4 y el 7.6 por ciento de los inmigrantes calificados en 2000, 2010 y 2015, respectivamente. La cuantía de este grupo poblacional, como ya se mencionó líneas arriba, es notable desde la primera oleada de científicos e investigadores que provino con el exilio español (Castaños, 2011), pero empezó a crecer notablemente con la llegada de empresarios, técnicos de empresas y profesionales durante la década de los ochenta. Al igual que las empresas multinacionales asiáticas, las españolas prefieren reubicar a parte de su equipo directivo, de gestión y técnico en México, a quienes se han sumado, recientemente, jóvenes profesionistas que llegan para trabajar en organismos públicos internacionales o para vivir temporalmente y buscar trabajo en alguna ciudad mexicana (Mendoza y Ortiz, 2006; 2008).
Rodríguez-Fariñas et al. (2016) documentan que, entre 2008 y 2013, llegaron a México cuatro mil trescientos españoles. De acuerdo con los autores, el perfil de estos inmigrantes es el de personas jóvenes con muy alta preparación académica que buscan en el país las oportunidades laborales que una España en crisis no les ofrece y que no se consideran a sí mismos como “exiliados económicos”, pues la mayoría no ha decidido abandonar su país, sino que se han visto obligados hacerlo por tal situación económica. Señalan, además, que el inmigrante español que llega a México en la actualidad no lo hace únicamente para buscar trabajo, sino también para crear empresas, aunque de manera minoritaria, de tal forma que el perfil del inmigrante español no sólo corresponde al de un profesionista cualificado, sino en muchos casos al de un emprendedor que crea o traslada su empresa.
Colombia ocupó la tercera posición en 2000. No obstante, sobre la llegada inmigrantes calificados colombianos a México existe poca evidencia empírica; se sabe que una proporción importante de ellos llega para cursar estudios profesionales y de posgrado, y muchos, una vez que se han graduado, deciden establecerse de manera temporal o permanentemente en el país (Bermúdez, 2015). Según datos del Instituto Nacional de Migración (INM), el principal país de origen de los estudiantes internacionales que eligen a México para continuar sus estudios es Colombia, con cerca del 31 por ciento del total. Bermúdez (2014), en una investigación sobre la migración de mujeres colombianas a México por motivos de estudio, encuentra que aquellas que decidieron quedarse se desempeñaban como investigadoras en las ciencias sociales y naturales.
Al igual que la española y la proveniente de otros países latinoamericanos, la inmigración cubana es de larga data. De ahí que Cuba ocupara la cuarta posición en el año 2000, debido a que la llegada de cubanos calificados se intensificó con los acuerdos de cooperación económica, comercial, y en los campos educativo y cultural establecidos entre los gobiernos de México y Cuba antes de 1994 (durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari), lo que repercutió en un aumento de la migración cubana al país vía contratos de trabajo, por motivos de estudio o vía matrimonio con mexicanos/as, tendencia que comenzó a cambiar al deteriorarse las relaciones entre ambos gobiernos durante los siguientes años; sin embargo, la migración cubana a México no disminuyó (Martínez y Aznar, 2016). Este contingente poblacional se compone principalmente de jóvenes y adultos en edad productiva, con un alto nivel de escolaridad y calificación, formados y ocupados en el ámbito educativo, artístico, deportivo y cultural (Martínez, 2016).
Los nativos de Argentina aportaban sólo el 4 por ciento de los inmigrantes en el año 2000. Sin embargo, el volumen de estas poblaciones de inmigrantes calificados cambió notablemente desde el 2010, pues Argentina pasó de ocupar el quinto lugar en el año 2000 al tercer lugar en 2010 (un 5.9 por ciento), y desplazaron a los colombianos a la cuarta posición y a los procedentes de Cuba al sexto lugar. El incremento del stock de inmigrantes argentinos calificados, como ya se anotó anteriormente, podría deberse a la crisis financiera que comenzó a finales de los noventa y que se prolongó hasta principios del milenio (1998-2002), la cual orilló a que muchas personas calificadas y no calificadas dejaran su país para ir en busca de nuevas oportunidades laborales y de vida más allá de sus fronteras; muchos se dirigieron a México y España (Gandini, 2015), así como a Estados Unidos, Italia, Brasil e Israel, entre otros países (Melamed, 2008).
Asimismo, los nativos de Venezuela aumentaron notoriamente su participación, escalando del decimoquinto lugar en el año 2000 al quinto lugar en 2010; es decir, subieron diez posiciones en el ranking de los principales veinte países de origen de la migración calificada, al pasar de aportar un 1.8 por ciento al 4.8 por ciento del stock total de inmigrantes calificados residentes en México en 2000 y 2010, respectivamente. El aumento de venezolanos calificados está muy relacionado con la crisis económica, política y social actualmente presente en ese país. Según datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), en cinco años, el número de venezolanos solicitantes de refugio en México pasó de 1 en 2013 a 4042 en 2017, lo que colocó a Venezuela en la segunda posición de una lista de cincuenta y cuatro países sólo por debajo, ligeramente, de Honduras pero por encima de El Salvador, países que han sido punteros en solicitudes de peticionarios de refugio y asilo. En 2017, el INM otorgó 5991 tarjetas de residente temporal a venezolanos en México, el número más alto entre todos los países sudamericanos (Zafra, 2017). La población migrante venezolana que llega al país se caracteriza por tener en promedio un alto nivel académico, y se emplea principalmente en diversas áreas de servicios (Mendoza, 2017). De ahí que los inmigrantes venezolanos calificados ascendieran a la cuarta posición en 2015, y se ubicaron sólo por debajo de los procedentes de Estados Unidos, España y Colombia, pero por encima de los nativos de Argentina, Cuba, Francia y Alemania. Los originarios de estos últimos dos países han ocupado entre el sexto y el octavo lugar en 2000, 2010 y 2015. De hecho, los alemanes han mantenido su aporte, pero los franceses lo han incrementado.
La alta presencia de inmigrantes calificados de Francia guarda relación con la inversión de capital francés en el comercio urbano de lujo, la industria textil y, en menor medida, la minería y las finanzas (Meyer, 1980). Durante la segunda guerra mundial (1939-1945), el gobierno mexicano otorgó asilo a intelectuales franceses (Rolland, 2002, citado por Didou y Oviedo, 2015: 12), lo que permitió la conformación de una comunidad científica de origen francés en México, que creció con la llegada de profesionistas de distintas disciplinas, técnicos y otros académicos a lo largo del siglo XX. Actualmente, dicha comunidad está compuesta por unos quinientos investigadores (Didou y Durand, 2013); estos autores señalan que el número de franceses que forman parte del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) creció un 15 por ciento al pasar de noventa y ocho a ciento trece personas entre 2009 y 2013. El grupo de científicos franceses se distingue de otros investigadores europeos porque está integrado por un alto número de mujeres, tienen una alta presencia en los niveles II y III, y una membresía más numerosa en las áreas del conocimiento IV (humanidades y ciencias de la conducta) y V (ciencias sociales y economía). La mayoría de ellos realizó sus estudios de doctorado en su país de origen (el 69 por ciento), entre el 14 y el 16 por ciento hizo su doctorado en México y el resto en un tercer país (Didou y Oviedo, 2015).
Asimismo, es significativo el aporte de los inmigrantes calificados alemanes a la formación profesional y al desarrollo de la ciencia, tecnología e innovación en México. De acuerdo con Didou y Durand (2013), ciento tres alemanes formaban parte del SNI en 2013; de hecho, la continua inmigración, debido a la presencia de grandes empresas y corporaciones de origen alemán, ha llevado a la fundación de escuelas e institutos alemanes como el Colegio Alemán Alexander von Humboldt y el Instituto Goethe. Cabe resaltar también que los nativos de Italia e Inglaterra constituyen un grupo importante dentro del stock total de inmigrantes calificados (véase el Cuadro 3). Según datos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la comunidad de científicos italianos residentes en México está conformada por ciento veintiocho miembros, muchos de los cuales forman parte de los niveles I y II del SNI, y algunos son investigadores eméritos por su colaboración a la ciencia mexicana (Valencia, 2016).
En este mismo tenor, habría que resaltar la presencia de inmigrantes de otros países como Canadá, y latinoamericanos como Perú, Brasil, Guatemala, Costa Rica, Uruguay, Nicaragua y Chile. Este último se ha convertido en un polo de atracción para inmigración calificada y no calificada en la región latinoamericana en los últimos años. Del continente asiático destacan, en orden de importancia, los nativos de Japón, Corea y China, que también figuran entre los principales veinte países de origen de la mano de obra calificada inmigrante en México. La preeminencia de los japoneses sobre otros asiáticos encuentra su explicación en el hecho de que se trata de una población con una larga tradición migratoria hacia México, aunque fue a partir de los años ochenta, con la expansión de capital japonés en el sector manufacturero de automóviles, autopartes, electrodomésticos y electrónica en el país, cuando el número de japoneses calificados aumentó significativamente (Vila, 2017), en especial por la llegada de personal altamente calificado que viene a ocupar posiciones estratégicas o a entrenar a los técnicos que trabajarán en las empresas japonesas (Melgar, 2012; Hirai, 2013; Vila, 2017).
La llegada e instalación de empresas multinacionales de origen asiático a lo largo de las últimas décadas es, indudablemente, uno de los factores que explica la presencia de inmigrantes calificados nativos de Corea y China en el país. No obstante, a diferencia de los japoneses, estos dos grupos poblacionales presentan una mayor diversificación en cuanto a los motivos de la migración y perfiles profesionales. Por ejemplo, muchos coreanos y chinos llegan para instalar pequeños negocios comerciales y de servicios, o bien para buscar un empleo en empresas nacionales y extranjeras y establecerse de manera temporal o definitiva (Romero, 2017).
EL PERFIL SOCIODEMOGRÁFICO: ¿QUIÉNES SON LOS INMIGRANTES CALIFICADOS QUE RESIDEN EN MÉXICO?
Los inmigrantes calificados en México constituyen un grupo muy heterogéneo en cuanto a su perfil formativo, origen nacional y razones por las que han llegado al país, tal como se trató de resaltar con la especificación de algunos grupos de extranjeros en los dos apartados anteriores. Tomando en cuenta tales consideraciones, y con la finalidad de aproximarnos al conocimiento del perfil profesional de los inmigrantes calificados, se construyó una tipología o grupos de categorías ocupacionales con base en la información recopilada exclusivamente por la encuesta intercensal de 2015, mediante las preguntas de condición de actividad económica y tipo de ocupación principal.2 Los grupos ocupacionales que conforman esta tipología son los siguientes: 1) ejecutivos, directores, funcionarios, gerentes y coordinadores, cuya movilidad podría deberse a una nueva asignación o a un cambio en el cargo ocupado al interior de empresas multinacionales, instituciones gubernamentales e internacionales, tal como se mencionó que sucede con algunos inmigrantes estadunidenses, chinos y japoneses; 2) ingenieros y técnicos en carreras afines, es decir, personal altamente calificado que viene para ocupar puestos específicos dentro de empresas extranjeras establecidas en México, una migración que obedece a razones parecidas a las del primer grupo; 3) académicos, docentes y profesores de enseñanza, cuyo móvil podría deberse tanto a motivaciones personales como a cuestiones de refugio, exilio y asilo político, como sucedió con muchos inmigrantes españoles y latinoamericanos que llegaron al país en distintos momentos, y para quienes las redes institucionales y sociales han jugado un papel importante; 4) profesionistas y otros especialistas que arriban de manera independiente para trabajar en empresas o instituciones, nacionales e internacionales, o bien para buscar trabajo: quienes al llegar al país no tienen garantizado un empleo en el mercado laboral mexicano, mucho menos un trabajo que vaya acorde con su nivel educativo o área de especialización; se trata de un grupo amplio y heterogéneo; y 5) estudiantes internacionales que eligen México para cursar estudios de posgrado. Aunque puede resultar discutible asumir a los estudiantes como migrantes en un análisis sobre migración calificada, se acepta cada vez más que la movilidad internacional de estudiantes constituye un flujo potencial de trabajadores calificados; al menos así lo destaca la literatura revisada sobre migración calificada en México (Bermúdez, 2014).3
El análisis realizado con base en esta tipología migratoria se basó en una muestra de 8551 casos: 8036 para las primeras cuatro categorías y 515 casos para la categoría de estudiantes internacionales, las cuales, ponderadas, representan una población de 98 751 y 6 711 personas, respectivamente. Cabe subrayar que en todo en el análisis se cuidó que cada población a la que se hace referencia y las variables acerca de sus rasgos sociodemográficos y laborales tuvieran como mínimo treinta casos muestrales, a fin de que el estudio fuera estadísticamente representativo de dicha población.
Los resultados obtenidos arrojan que alrededor de uno de cada diez inmigrantes calificados radicados en el país en 2015 tenían el cargo de ejecutivos, directores, funcionarios, gerentes y coordinadores (el 10.9 por ciento), por lo que se podría suponer que se trata de un grupo de inmigrantes asociados con redes empresariales, es decir, personas vinculadas con empresas nacionales y multinacionales, o bien, con cargos diplomáticos. Una proporción similar son ingenieros y técnicos en carreras afines (un 9 por ciento), muchos de los cuales son considerados mano de obra altamente calificada necesaria para la instalación, mantenimiento y productividad de empresas e industrias transnacionales.4 Un 6.8 por ciento eran académicos, profesores y docentes especialistas en ciencias de la educación, es decir, inmigrantes dedicados a la enseñanza y formación de nuevos recursos humanos. Un dato relevante es que casi el 40 por ciento del total de los inmigrantes calificados son profesionistas y especialistas que se desempeñaban como médicos, administradores, sociólogos, mercadólogos, entre otros oficios, lo que da cuenta de una mayor diversidad del perfil profesional de los inmigrantes calificados que llegan a México, ya que no sólo se trata de ejecutivos, diplomáticos o ingenieros y técnicos altamente especializados, sino de otros profesionales que llegan, ya sea contratados por empresas o instituciones nacionales e internacionales o por iniciativa propia. Y únicamente el 4.4 por ciento son estudiantes internacionales, los cuales posiblemente se encontraban terminando una licenciatura de más de cuatro años (como medicina) o cursando un posgrado en alguna universidad o centro de investigación público o privado (véase el Cuadro 4).
Total | 150 566 | % 100.0 |
---|---|---|
Población económicamente activa (PEA) | 98 751 | 65.6 |
Ejecutivos, directores, funcionarios, gerentes y coordinadores | 16 399 | 10.9 |
Ingenieros y técnicos en carreras afines* | 13 545 | 9.0 |
Académicos, profesores y docentes | 10 273 | 6.8 |
Otros profesionistas y especialistas | 58 534 | 38.9 |
Población no económicamente activa (pnea) | 51 815 | 34.4 |
Estudiantes internacionales | 6 711 | 4.4 |
Otros no económicamente activos | 45 104 | 30.0 |
* Incluye a los profesionistas graduados en carreras técnicas de cuatro años de estudio, es decir, similares a una licenciatura.
Fuente: Estimaciones de los autores con base en INEGI (2018).
Asimismo, llama la atención la alta proporción de población económicamente inactiva, situación que también se presenta en otras poblaciones de migrantes calificados radicados en otros países del mundo, como hemos documentado en otros estudios realizados sobre el tema (Ramírez y Lozano, 2017). Entre los calificados inactivos tienen una alta representatividad los jubilados y pensionados, así como los que se dedican a los quehaceres del hogar. Según datos de la encuesta, del total de la población económicamente inactiva: el 30 por ciento son jubilados o pensionados; de ellos, el 64 por ciento son hombres y únicamente el 36 por ciento, mujeres. Un porcentaje ligeramente superior (el 37 por ciento) son personas que se dedicaban a los quehaceres del hogar, entre los cuales las mujeres representaban el 98 por ciento y los hombres el restante 2 por ciento, lo cual es consistente con la división sexual del trabajo que suele establecerse al interior de los hogares.
En cuanto al perfil sociodemográfico de los inmigrantes calificados, los resultados obtenidos revelan diferencias importantes entre las distintas categorías ocupacionales (véase el Cuadro 5). Respecto al sexo de los inmigrantes, se observa un predominio de los hombres en comparación con las mujeres, tanto en términos generales como en los grupos de ejecutivos, directores, funcionarios, gerentes y coordinadores, así como en el de los ingenieros y técnicos en carreras afines; en estos últimos, por ejemplo, poco más de ocho de cada diez inmigrantes son hombres. No obstante, las mujeres están más representadas en los grupos de académicos, profesores y docentes, así como en el de estudiantes internacionales. La edad promedio de los inmigrantes calificados es de 42.1 años, pero se incrementa a 45 años en el grupo de académicos, profesores y docentes, y disminuye a 26.9 años entre los estudiantes internacionales. De hecho, la distribución porcentual de la población inmigrante calificada por grandes grupos de edad indica que cerca del 60 por ciento de los académicos tienen 40 años o más, en tanto que entre los estudiantes casi la totalidad no rebasa esa edad, pues el 43.2 por ciento se concentran en el rango de 18 a 24 años, posiblemente aquellos que aún se encuentran terminando una licenciatura o empezaron a estudiar un posgrado o especialidad, y el 53.3 por ciento tienen entre 25 y 39 años, quienes posiblemente están cursando o concluyeron sus estudios de maestría y/o doctorado.
Total | Ejecutivos, directores, funcionarios, gerentes y coordinadores | Ingenieros y técnicos en carreras afines* | Académicos, profesores y docentes | Otros profesionistas y especialistas | Estudiantes internacionales | |
---|---|---|---|---|---|---|
Sexo | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 |
Hombres | 63.0 | 68.4 | 82.9 | 44.4 | 60.1 | 43.7 |
Mujeres | 37.0 | 31.6 | 17.1 | 55.6 | 39.9 | 56.3 |
Edad promedio en años | 42.1 | 42.8 | 40.2 | 45.0 | 41.8 | 26.9 |
Grupos de edad | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 |
18 a 24 años | 4.6 | 1.1** | 5.4 | 2.5 | 5.8 | 43.2 |
25 a 39 años | 43.1 | 42.3 | 50.1 | 36.8 | 42.8 | 53.3 |
40 años y más | 52.3 | 56.5 | 44.5 | 60.8 | 51.5 | 3.5** |
Estado civil | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 |
Unido | 66.5 | 70.7 | 68.1 | 71.1 | 64.2 | 21.7 |
No unido | 33.5 | 29.3 | 31.9 | 28.9 | 35.8 | 78.3 |
Nivel de escolaridad | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 |
Licenciatura | 69.2 | 65.8 | 74.9 | 42.4 | 73.5 | 68.2 |
Posgrado | 30.8 | 34.2 | 25.1 | 57.6 | 26.5 | 31.8 |
Ciudadanía | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 |
Mexicana | 43.0 | 40.9 | 36.3 | 53.4 | 43.4 | 47.0 |
No mexicana | 57.0 | 59.1 | 63.7 | 46.6 | 56.6 | 53.0 |
Localidad de residencia | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 |
Menor de 100 000 habitantes | 84.0 | 85.5 | 86.4 | 82.1 | 83.4 | 86.8 |
Mayor de 100 000 habitantes | 16.0 | 14.5 | 13.6 | 17.9 | 16.6 | 13.2 |
* Incluye a los profesionistas graduados en carreras técnicas de cuatro años de estudio, es decir, similares a una licenciatura.
**Indica que son menos de 30 casos muestrales.
Fuente: Estimaciones de los autores con base en INEGI (2018).
Con respecto a la situación conyugal, se observa que la gran mayoría de los inmigrantes calificados están unidos, es decir, son casados o viven en unión libre con sus respectivas parejas, por lo que se podría suponer que se trata de una migración de tipo familiar, aunque también puede ser que sean cónyuges de mexicanos. Hirai (2013), en un estudio sobre “expatriados” japoneses en Monterrey, Nuevo León, encontró que entre los técnicos y ejecutivos que tenían cuarenta años o más, algunos trajeron a sus esposas e hijos que aún no entraban a la preparatoria, pero la mayoría vinieron sin ser acompañados por sus familias. Entre los estudiantes, como era de esperarse, la gran mayoría aún no había transitado a la vida en pareja.
En lo que concierne al nivel educativo de los inmigrantes, la mayoría tiene estudios de licenciatura, sobre todo los ingenieros y técnicos en carreras afines, así como los demás profesionistas y especialistas; en tanto que entre los académicos, profesores y docentes, la relación es inversa, es decir, son más los que cuentan con un posgrado, casi seis de cada diez. De igual forma, el porcentaje de inmigrantes calificados que cuentan con estudios de posgrado también es alto entre los ejecutivos, directores, funcionarios, gerentes y coordinadores y entre los estudiantes internacionales, ya que en ambos grupos poco más de tres de cada diez personas cuenta con ese nivel educativo. Estos datos dan cuenta de que a México está llegando un valioso capital humano que se ha incorporado en diversos tipos de actividades, lo que fortalece el desarrollo económico, científico, educativo y cultural del país.
Respecto a la condición de adquisición de la ciudadanía mexicana, es de resaltar que una significativa proporción de los inmigrantes calificados radicados en México ha optado por naturalizarse como mexicano, pues el 43 por ciento cuenta con la ciudadanía mexicana. Rodríguez-Fariñas et al. (2016) señalan que entre los inmigrantes españoles que llegaron a México entre 2008 y 2013, la mayoría de los que estaban casados o unidos tenían doble nacionalidad: mexicana y española. Se trata de parejas formadas en España, donde uno los cónyuges es mexicano, y quienes llegaron a México tras el estallido de la crisis económico-financiera global de 2008. El porcentaje de ciudadanos mexicanos se incrementa en el grupo de académicos, profesores y docentes, entre los cuales más de la mitad cuenta con ese estatus migratorio, así como en los estudiantes internacionales, pues un 47 por ciento es ciudadano mexicano. En este último caso, la alta proporción de ciudadanos mexicanos podría deberse al hecho de que algunos de los estudiantes considerados en este trabajo como extranjeros son mexicoamericanos, quienes tienen la posibilidad de contar con ambas nacionalidades.
Sobre este asunto, los datos de la encuesta intercensal muestran que la mayor parte de los estudiantes internacionales provienen de algún país del continente americano. De ellos, poco más de un tercio nació en Estados Unidos y el 45 por ciento en otros países de América Latina y el Caribe, entre los que destacan los nativos de Colombia. Sin embargo, cabe resaltar que uno de cada cinco es originario de otros países del resto del mundo, lo cual da cuenta de una mayor diversidad en cuanto al origen nacional de los estudiantes internacionales que eligen México como país para cursar estudios profesionales o de posgrado, y no sólo son nativos de Norteamérica y América Latina y el Caribe, como posiblemente se piensa (véase la Gráfica 3).
Por el contrario, los ingenieros y técnicos son quienes tienen el menor número de naturalizados, posiblemente debido a que se trata de migraciones o estancias temporales, según las necesidades y requerimientos de las empresas para las que trabajan en México. Los “expatriados”, como comúnmente se llama a los trabajadores inmigrantes que aceptan ofertas laborales de sus empresas y que se trasladan a otros países, se plantean el hecho de vivir fuera de su lugar de origen como una experiencia temporal, determinada por el contrato con la empresa, mientras que los que llevan más tiempo viven esta situación de una forma más definitiva o no se plantean regresar al país de origen en un futuro próximo (Mendoza y Ortiz, 2006). En cuanto al tipo de localidad de residencia, la mayoría de los inmigrantes calificados vive en grandes ciudades o en las principales zonas metropolitanas del país (véase el Cuadro 5). Tal es el caso de los españoles que se han asentado por casi toda la geografía mexicana, aunque mayormente en la Ciudad de México, con lo que contribuyen a que la comunidad española sea la segunda comunidad extranjera por nacionalidad más numerosa de México (después de los estadunidenses), y la tercera comunidad extranjera por país de nacimiento (sólo por debajo de estadunidenses y guatemaltecos) (Rodríguez-Fariñas et al., 2016).
LA SITUACIÓN LABORAL: ¿EN QUÉ SECTOR ECONÓMICO SE EMPLEAN Y QUÉ POSICIÓN OCUPAN LOS INMIGRANTES CALIFICADOS EN EL MERCADO LABORAL MEXICANO?
En términos generales, la población inmigrante calificada en México se inserta laboralmente en cinco sectores económicos, que son, en orden de importancia: servicios personales y sociales, educación, comercio, servicios profesionales y técnicos e industria maquiladora. No obstante, es posible identificar algunas diferencias según categoría ocupacional de los inmigrantes calificados. Los ejecutivos, directores, funcionarios, gerentes y coordinadores tienen una mayor representación en los servicios personales y sociales, el comercio y la industria maquiladora; en el sector servicios y comercio, tienen una participación sobresaliente en actividades de apoyo a negocios, de empleo, apoyo secretarial, y en los servicios de alimentación, bebidas y hospedaje (hoteles y restaurantes); en la industria maquiladora, se desempeñan en actividades vinculadas con la fabricación de equipo de transporte y partes de vehículos automotores. Los ingenieros y técnicos, si bien tienen una alta participación en los servicios personales y sociales, lo hacen en menor medida que el grupo anterior, y destaca su representatividad laboral en otros sectores económicos como los servicios profesionales y técnicos, la industria de la construcción (donde laboran en la edificación residencial y construcción de obras de ingeniería civil) y la industria maquiladora, sobre todo en aquellas que se especializan en la fabricación de equipo de transporte y partes de vehículos automotores. Los académicos, profesores y docentes casi en su totalidad se desempeñan en el sector educativo, pues laboran mayoritariamente en escuelas de educación superior del sector público, así como en la educación básica, media y especial en planteles que forman parte tanto al sector público como del privado.
El grupo de profesionistas y otros especialistas tiene una participación importante en todos los sectores económicos anteriormente señalados, aunque en proporciones diferentes a los demás grupos de inmigrantes; destaca, por ejemplo, el alto porcentaje que se emplean en el sector educativo pero, a diferencia de los otros académicos, profesores y docentes, lo hacen en servicios del sector educativo privado, es decir, en actividades no relacionadas con la enseñanza y formación profesional; asimismo, destaca la participación de estos profesionistas en el sector comercio, característica que los distingue del resto de los inmigrantes calificados; en este sector económico se emplean mayoritariamente en el comercio al por menor de diversos productos, textiles, autopartes, equipos de cómputo, etc. y, a diferencia de los ejecutivos, directores, funcionarios y coordinadores (quienes también tienen una participación significativa en actividades relacionadas con los servicios personales y sociales), sobresalen en el ámbito de los servicios médicos y de asistencia, así como en asociaciones y organizaciones civiles nacionales e internacionales (véase el Cuadro 6).
Total | Ejecutivos, directores, funcionarios, gerentes y coordinadores |
Ingenieros y técnicos en carreras afines |
Académicos, profesores y docentes |
Otros profesionistas y especialistas |
|
---|---|---|---|---|---|
Total | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 |
Educación | 22.3 | 7.8 | - | 96.4 | 18.2 |
Construcción | 5.5 | 5.2 | 23.0 | - | 2.5 |
Industria maquiladora | 10.2 | 16.2 | 17.9 | - | 8.5 |
Comercio | 13.1 | 13.9 | 3.3 | - | 17.5 |
Servicios profesionales y técnicos | 12.6 | 6.4 | 28.3 | - | 12.8 |
Otros servicios personales y sociales | 21.5 | 32.5 | 18.1 | - | 22.9 |
Otro | 14.8 | 18.0 | 9.4 | 3.6 | 17.6 |
Fuente: Estimaciones de los autores con base en INEGI (2018).
Finalmente, en cuanto a la posición en el trabajo, la información de la encuesta intercensal muestra que la gran mayoría de los inmigrantes calificados tienen la posición de empleado dentro de una empresa, institución u organización; poco más de siete de cada diez, pero un 16.2 por ciento, lo hace como patrón o empleador, y casi uno de cada diez, como trabajador por cuenta propia (el 9.9 por ciento). Esta última proporción se eleva al 21.5 por ciento entre los ejecutivos, directores, funcionarios, gerentes y coordinadores, al 21 por ciento en otros profesionistas y especialistas, y al 27 por ciento entre los académicos, profesores y docentes, lo cual indica que un porcentaje importante de los inmigrantes calificados son dueños de sus propios negocios. Es importante considerar este punto, pues se ha demostrado que la experiencia migratoria desarrolla en las personas migrantes la habilidad para conseguir fondos, la creatividad, la innovación tecnológica y la competencia. De ahí que algunos migrantes buscan nichos de mercado que no están siendo cubiertos en el mercado laboral del lugar de destino, así como desarrollar tecnología e innovación desde cero o ajustar a sus realidades lo que aprendieron durante su formación profesional o experiencia laboral en el país de origen.
Rodríguez-Fariñas et al. (2016) destacan que los españoles calificados no sólo llegan a México para buscar trabajo, sino también para emprender un negocio o porque han trasladado su empresa al país; el impacto económico y social de estos migrantes apenas se ha discutido en la literatura, sobre todo en aquella de corte cualitativo o estudios de caso. No obstante, como bien apuntan Mendoza y Ortiz (2006), esta visión optimista de la migración calificada no debería impedirnos visualizar las condiciones de trabajo (en muchos casos precarias) o los problemas de adaptación a las sociedades de destino de estos trabajadores calificados. En este sentido, habría que indagar cuál es la situación de los ingenieros y técnicos en carreras afines, ya que casi todos están en la categoría de empleados (véase el Cuadro 7).
Posición en el trabajo | Total | Ejecutivos, directores, funcionarios, gerentes y coordinadores | Ingenieros y técnicos en carreras afines | Académicos, profesores y docentes | Otros profesionistas y especialistas |
---|---|---|---|---|---|
Total | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 |
Enpleado u obrero | 72.0 | 68.2 | 93.6 | 57.0 | 64.8 |
Patrón o empleador | 16.2 | 9.3 | 1.0* | 11.1 | 10.7 |
Trabajador por cuenta propia | 9.9 | 21.5 | 3.7 | 27.0 | 21.0 |
Otro | 1.9* | 1.1* | 1.7* | 4.9* | 3.5* |
* Indica que son menos de 30 casos muestrales.
Fuente: Estimaciones de los autores con base en INEGI (2018).
REFLEXIONES FINALES
México es un país que se está convirtiendo cada vez más en un polo de atracción para muchos profesionistas, investigadores, académicos y estudiantes internacionales de diversas nacionalidades y con distintos perfiles sociodemográficos. Su llegada no es un asunto fortuito. El aparato productivo nacional, las empresas nacionales y multinacionales y las instituciones de enseñanza e investigación han incrementado su demanda de inmigrantes calificados, quienes arriban con alguna oferta laboral, para instalar un micronegocio, para capacitar a personal mexicano o para continuar con su formación educativa en alguna institución de enseñanza superior pública o privada. De igual forma, existe un conjunto de factores vinculados con la situación económica y política de muchos países de origen, que ha convertido a México en una nación que puede ofrecer a los inmigrantes una mejora significativa en sus condiciones laborales y en su nivel de vida. Esta mano de obra, al igual que la que emigra hacia países más desarrollados como Estados Unidos o Canadá, es cada vez más calificada en cuanto a su nivel de escolaridad, pues el porcentaje de migrantes calificados que cuenta con un posgrado se ha acrecentado considerablemente: casi tres de cada diez personas (el 28 por ciento) contaban con dicho nivel formativo en 2015.
Esta tendencia creciente se presenta a pesar de que México no ha logrado consolidar un proyecto nacional orientado a abatir la pobreza, mejorar el nivel de bienestar de la población y el fortalecimiento económico; no ha consolidado claramente su política de formación de recursos humanos calificados que promueva su incorporación al mercado laboral nacional; además, no cuenta con una política explícita de reclutamiento de profesionistas extranjeros. No obstante estas limitaciones, es indiscutible la contribución que la población de profesionistas extranjeros ha hecho a la economía y sociedad mexicanas.
En este sentido, el conocer las características generales de esta población es fundamental no sólo porque permite visibilizar a este segmento de la población extranjera (lo que, de paso, confirma el papel de México como lugar de destino de este tipo de flujos migratorios), sino también porque permite evaluar con mayor rigor los beneficios reales y potenciales que esta mano de obra aporta al desarrollo de los sistemas nacionales de ciencia, tecnología e innovación, al desarrollo empresarial en las áreas de la ciencia y tecnología y a la pequeña y media empresa, así como a la formación de nuevos recursos humanos calificados. Sin embargo, como se ha señalado en diversas investigaciones realizadas sobre la temática, para aprovechar los beneficios que trae consigo la llegada de mano de obra calificada al país, es necesario que el Estado mexicano diseñe e implemente diversos programas e iniciativas de políticas públicas encaminadas a incorporar a los inmigrantes a los mercados de trabajo, fomentar la creación de redes sociales y comunidades científicas, así como facilitar su participación en equipos de trabajo inter y multidisciplinarios con científicos, investigadores y tecnólogos mexicanos. En conclusión, el gran reto para México es evitar que la inmigración altamente calificada signifique una pérdida o desperdicio de sus habilidades o capacidades, mucho menos que se presente una subutilización de las capacidades que poseen estos trabajadores migrantes, sino promover de manera firme y decidida su contribución al desarrollo nacional.