Introducción
En el 2016, el fenómeno de la migración haitiana en tránsito por México adquirió una gran visibilidad mediática, que no era proporcional a su «importancia cuantitativa». Aunque no existe evidencia suficiente para tener un panorama completo y detallado, la literatura académica ha resaltado que los migrantes haitianos que se encontraban en las ciudades del norte del país en ese año, particularmente en Tijuana2 y Mexicali, provenían sobre todo de Brasil -donde se establecieron y trabajaron algunos años-, y tras la crisis económica en aquel país decidieron viajar a Estados Unidos -atravesando numerosos territorios nacionales, entre ellos el mexicano- para solicitar asilo (Niño et al. 2017; Yee, 2017; Méroné y Castillo, 2018).
Sin embargo, para los migrantes haitianos México no ha sido solo un país de tránsito. Muchos de ellos fueron decidiendo permanecer de este lado de la frontera en la medida en que no prosperaban sus solicitudes de protección humanitaria en Estados Unidos debido a los cambios en sus políticas, en especial tras la llegada de Donald Trump a la Presidencia.3
México, al igual que otras naciones del continente, ha tenido poca o muy escasa tradición de migrantes originarios de Haití. Por tanto, la actual coyuntura ha sido propicia para observar cómo reacciona la población mexicana frente al tránsito y establecimiento de esa «nueva» población desplazada.
Uno de los problemas que enfrentan los migrantes haitianos en las sociedades receptoras es la existencia de una configuración racializada de la inmigración, que pone el énfasis en el color de la piel aunado al origen étnico-nacional, y, por lo tanto, al racismo en contra de las personas «negras» (Tijoux en Montes, 2018).
Y si bien es cierto que en varios trabajos de distintas geografías latinoamericanas se señala cierto tipo de respuestas de corte racista que gobiernos y ciudadanía han dado a la población haitiana,4 en México no se habían reportado conductas de esa índole, aunque en este país durante décadas ha prevalecido una ideología nacional racista que equipara ser mexicano con ser mestizo, y recientemente se han constatado múltiples expresiones de racismo, en particular hacia las poblaciones indígenas y afrodescendientes (Torre, 2017, 2018).
En contraste con la ausencia de investigación académica, en México los medios de comunicación informaron sobre algunas reacciones de la sociedad civil que pueden catalogarse como racistas y xenófobas hacia este tipo de migrantes. Destacó la proliferación en redes sociales virtuales (principalmente Facebook) y otros espacios en internet (foros y comentarios de usuarios en cibermedios) de mensajes y comentarios de ataque; por ejemplo, se hizo eco de un manifiesto que exigía su deportación y, mediante un discurso falaz y peyorativo, se argumentaba que no debían ser aceptados en el país.5 Y al echar una mirada a los comentarios vertidos por los internautas a las numerosas noticias con respecto a este fenómeno migratorio, pudo observarse una presencia abundante de opiniones racistas y xenófobas.
El análisis de estos discursos se divide en tres partes. Primero, una reflexión teórico-conceptual sobre los tipos de mensajes de interés para este trabajo: el racista y el xenófobo, destacando varios de los mecanismos desplegados. Segundo, se recupera la literatura sobre comentarios de usuarios a los textos periodísticos, particularmente las noticas que hacen referencia a la materia migratoria, en la cual sobresale una ausencia de verdadero diálogo y predominan las expresiones cargadas de odio. Tercero, con base en 277 opiniones de usuarios en 24 noticias publicadas entre 2016 y 2018 en el diario El Universal, en relación con el conjunto de haitianos en tránsito o en proceso de establecerse en territorio mexicano, se analizan las expresiones de racismo y xenofobia en esos comentarios y los mecanismos discursivos empleados.
Discursos racistas y xenófobos: conceptos y mecanismos
«El racismo como discurso es una elaboración ideológica excluyente que mantiene su núcleo en la supuesta superioridad biológica y cultural de una determinada «raza»» (Almeida, 1999:97). Por otra parte, «la xenofobia es otra encarnación de la intolerancia, como el racismo, y el término se utiliza generalmente para describir la hostilidad frente a personas que proceden de otros lugares o países, a su cultura, valores o tradiciones» (Molina y Rodríguez, 2001:258 ). El discurso xenófobo respecto a los migrantes, al que se refiere este trabajo, es de un rechazo prejuicioso u hostil, de odio o de miedo al migrante o a determinados grupos de migrantes.
De acuerdo con estas definiciones se puede señalar que no todo discurso racista es xenófobo -puesto que no todos van dirigidos contra los migrantes e incluso existen discursos racistas que son xenófilos6- y que no todo discurso xenófobo es racista -pues podría tratarse de mensajes hostiles sin consideraciones respecto a una «supuesta superioridad biológica y cultural de una determinada raza». En cualquier caso, un número significativo de discursos puede ser merecedor de ambos calificativos en el área de intersección del diagrama 1. Especialmente cuando se dota de un significado más amplio al concepto de racismo -como haremos a continuación-, y cuando se analizan discursos en contra de los migrantes.
En la práctica resulta complejo distinguir cuándo un discurso xenófobo es racista. Frente a la explicitud del racismo clásico biologicista, el «nuevo racismo» «es cada vez más velado (…), se desvía por la cultura, ataca a grupos humanos definidos por la nación, la religión y la etnicidad (…), y ya no pasa explícitamente o directamente por la raza» (Wieviorka, 1994:39). Para Taguieff y Priego (2001) este «nuevo racismo», también denominado «neorracismo», «racismo cultural» o «racismo diferencialista», pone énfasis en las diferencias culturales y no biologiza lo distinto. Incluso se habla de un racismo sin «razas» (Balibar, 1991; Stavenhagen, 1994), «cada vez se dan más casos en que las víctimas del racismo no son solo aquellos que parecen ser físicamente distintos del grupo dominante sino también los culturalmente diferentes» (Stavenhagen, 1994: 15). En este sentido, las actitudes hostiles contra la migración basadas en las diferencias culturales, como las expresadas en el mencionado manifiesto en redes sociales, serían expresiones de (este nuevo) racismo.7
Otro hecho que añade dificultad al discernimiento de cuándo un discurso xenófobo debe ser calificado de racista es si se considera que la regionalización del mundo corresponde a una forma de «apartheid global» (Kohler, 1978, 1995; Spener, 2008).8 Entonces, muchas de las políticas y los discursos xenófobos reproducirían un régimen global cuyas raíces serían per se racistas.
A continuación recuperamos algunas propuestas que permiten entender el funcionamiento de los discursos racistas y los xenófobos aplicados al caso de la migración y los migrantes.9 Para Van Dijk (2007) la característica general del discurso racista consiste en generar una imagen negativa de los Otros, habitualmente combinada con una imagen positiva de Nosotros, y, en minimizar los rasgos positivos de los Otros y minimizar los rasgos negativos de Nosotros.
Siguiendo la literatura académica, Van Dijk (2002; 2007) señala que los temas de conversación sobre minorías e inmigrantes se circunscriben a tres categorías: 1. Ellos son diferentes. 2. Ellos son desviados y 3. Ellos son una amenaza. Para este autor, la primera temática es la polarización discursiva entre Ellos y Nosotros; Ellos son catalogados como diferentes a Nosotros. La segunda temática destaca la desviación que los comportamientos de los Otros representan frente a los nuestros, ya que incumplen nuestras normas y reglas, no hablan nuestro idioma, tienen costumbres extrañas, etc. En tercer término, Ellos son representados como una amenaza para Nosotros.
En diversos contextos geográficos occidentales de recepción y desde varias disciplinas, estudiosos de las migraciones internacionales han analizado la construcción del inmigrante como una amenaza. Destacan los casos de Europa y Estados Unidos por sus similitudes. De acuerdo con esta literatura existe una construcción social multidimensional de la «amenaza» migrante, cuyas dimensiones se complementan y están relacionadas entre sí de cierto modo. A continuación las exponemos:
1. El migrante como amenaza a la economía nacional. Los grupos antinmigrantes consideran que los migrantes roban los empleos a la población autóctona. La percepción de amenaza entre la ciudadanía de un país es mayor en momentos de declive económico, cuando existen menos oportunidades y una mayor competencia en el mercado laboral (Checa y Arjona, 2013). Asimismo, quienes están en contra de la migración consideran que los migrantes pueden convertirse en una carga económica para las arcas públicas -gastos en educación, alimentos, salud, entre otros-, y que, por lo tanto, ponen en riesgo su bienestar. Sin embargo, distintas investigaciones muestran que los migrantes en situación irregular ocupan aquellos empleos que la población nativa no está dispuesta a desempeñar y contribuyen positivamente al crecimiento económico y al bienestar de la población (Stolcke, 1995; Susín, 2015).
2. El migrante como amenaza a la cultura y a la identidad nacional, al ser portadores de una cultura y de una identidad distintas a las del país receptor (Stolcke, 1993, 1995). Ante la llegada de migrantes, algunos grupos sostienen con vehemencia (véase, por ejemplo, Huntington, 2004) una supuesta monoculturalidad de sus propios países y la existencia de una identidad nacional homogénea -lo que es a todas luces discutible- y desconocen/omiten que, como lo subraya Wieviorka (2004) , la diversidad no solo viene de fuera, sino que también es producida al interior de las fronteras.
Esta percepción del migrante como amenaza cultural entronca con las aludidas nuevas formas de racismo más sutiles. Por ejemplo, «los partidos populistas sustentan su rechazo a los inmigrantes en un «nuevo racismo» cultural, cuyo discurso señala que la población nacional es superior a la inmigrada, por ser portadores de patrones culturales desarrollados: democráticos, igualitarios, etc.» (Checa y Arjona, 2013: 122).
3. El migrante como amenaza a la seguridad nacional. A pesar de que los estudios dan razón de que las tasas de criminalidad de las poblaciones migrantes no son de ninguna manera superiores a las de las poblaciones autóctonas, son vistos como delincuentes (ladrones, violadores, asesinos…) (Wagman, 2006); también como invasores y terroristas que pueden desestabilizar el país y poner el riesgo la seguridad nacional (Massey, 2008).
4. El migrante como amenaza a la salud pública. Se acusa a los migrantes de ser portadores y transmisores de enfermedades infecciosas que ponen en riesgo la salud pública. También se les atribuye un uso abusivo de los servicios sanitarios (Guerrero y Colomina, 2004).
Además, la amenaza está ligada a la apelación al miedo. Para el caso de los discursos periodísticos, Rizo (en Retis, 2004) advierte que los medios incitan al miedo cuando representan la migración como una amenaza; esto provoca actitudes y comportamientos de aversión, es decir, se persuade emocionalmente a los nativos de que deben temerles y rechazarlos. A continuación se muestra que los comentarios de los usuarios en las noticias de los periódicos digitales sobre la migración y los migrantes son un material propicio para abordar cómo los discursos en internet fomentan la xenofobia y el racismo.
Comentarios de los usuarios en materia migratoria
La mayoría de los periódicos digitales han permitido y promovido la participación de los usuarios por diversos medios, entre ellos los comentarios10 a sus textos (noticias, opiniones, entrevistas, entre otros). ¿En qué consiste esa participación de los internautas en la prensa digital?
Se trata de «intercambios interactivos asincrónicos que se organizan en una línea de tiempo, según el orden de llegada y que se vinculan con una noticia, en una posición marginal, en una suerte de nota al pie de la página del diario. $#91;…$#93; Cada comentario que ingresa puede ser respondido de manera general o dirigido puntualmente a algún interlocutor» (Pardo y Noblía, 2015: 122 ).
Los internautas comentan los textos periodísticos para expresar opiniones y emociones, pero también con la intención de ganar adeptos o simplemente convencer a otros usuarios (Pano, 2013). De acuerdo con Sal Paz (2013) todo aquel que expresa un comentario desea hacer efectiva su intervención, para lo cual acude a distintas estrategias persuasivas, entre las cuales la apelación a emociones -pathos, en la terminología aristotélica- es el recurso dominante. Para dicho autor, los comentarios buscan generar empatía y aceptación.
Si bien los comentarios tienen un gran potencial para generar diálogo social (Ruiz et al. 2010), al permitir la interacción de los lectores, son varias las problemáticas que se han presentado, especialmente cuando las noticias versan sobre ciertos temas polémicos. Así, en muchos casos no existe un verdadero diálogo/debate entre los participantes, siendo más habituales los insultos, las injurias, las descalificaciones y la violencia verbal (Masip, 2011; Shepard, 2011; Noblía, 2015).
Los comentarios de los artículos en la prensa digital se convierten en un paraíso para las opiniones de extremistas (Giertta y Canoilas, en Ots y Karlsson, 2012) y las conversaciones digitales se llenan de contenidos antidemocráticos, racistas, xenófobos, entre otros (Ruiz et al. 2010; Masip, 2011), pese a los sistemas de moderación de contenidos. Olmos (2018) encuentra en los comentarios en Facebook en los perfiles de El País y de El Mundo que las intervenciones abiertamente racistas son mucho más frecuentes que en los discursos públicos en general. A este respecto, Daniels (2013) y Hughey y Daniels (2013) encontraron que muchos periódicos digitales han decidido abandonar la práctica de admitir comentarios a sus textos periodísticos debido ese tipo de mensajes, entre los que con frecuencia se incluyen intervenciones explícitamente racistas.
La materia migratoria es uno de los temas más polémicos en los comentarios de los usuarios. Así algunas investigaciones sobre comentarios a textos periodísticos vinculados al tema encontraron que las intervenciones negativas eran mayoría, que abundaban las de corte racista (Ferré y Simelio, 2016; Olmos, 2018) y una marcada tendencia hacia un diálogo incivilizado tocante a la migración y los migrantes (Santana, 2015). Además, se ha destacado que la materia migratoria es una de las más complejas de moderar debido a la gran cantidad de mensajes inadecuados que se producen (Ruiz et al., 2010; Diakopoulos y Naaman, 2011; Harris et al., 2014).
A pesar de lo anterior, estos mensajes suponen ciertas ventajas para los estudios de los discursos públicos. Harris et al. (2014) señalan cinco potencialidades: primero, incluyen intervenciones tanto politizadas como no politizadas; segundo, dado el anonimato, las personas se expresan de forma más libre y honesta al no darse las determinaciones de las conversaciones cara a cara. De este modo se permiten intervenciones que no serían apropiadas en otros contextos; tercero, los foros de comentarios son de acceso abierto a los usuarios; cuarto, la permanencia de los comentarios en los sitios web de los periódicos permite la realización de estudios longitudinales; y quinto, los comentarios son inherentemente diálogo público. Cabe destacar, por último, que los comentarios son un espacio discursivo propicio para canalizar argumentos y representaciones colectivas sobre los diferentes problemas sociales (Sal, 2013).
Análisis de comentarios de los usuarios en la versión digital de El Universal
Antes de comenzar con el análisis de los comentarios hagamos algunos señalamientos sobre los datos utilizados y la metodología seguida. En este trabajo se revisan 277 comentarios a 24 noticias sobre migrantes haitianos en tránsito por México o en busca de establecerse en el país publicadas en la versión digital de El Universal entre julio de 2016 y julio de 2018. La selección de las noticias se hizo a través del buscador que el periódico pone a disposición de los lectores. El término de búsqueda fue «haitianos» y se descartaron aquellas noticias no referidas a México y aquellas que no recibieron comentarios.
En las noticias seleccionadas (pertenecientes a las secciones «Estados»: 15; y «Nación»: 9), el número de comentarios fue de entre 1 y 100. Los siete textos con más comentarios de los usuarios suponen más de 80% del total (224 comentarios), mientras que la mayoría de las noticias recibieron hasta tres intervenciones.
En la revisión de los casos se encontró un predominio de los mensajes desfavorables -varios de ellos abiertamente racistas- a la migración y a los migrantes haitianos; una abundancia de insultos y descalificaciones como reacción a los comentarios realizados por otros usuarios; laxitud en la moderación/filtración de las participaciones; y la ausencia de un verdadero diálogo/debate. Asimismo, se observó que en las cuentas más activas (ocho de las 148 registradas) predominan los comentarios en contra de la migración haitiana y estas parecen funcionar bajo la consigna de hacer apología de ideas xenófobas y racistas.
Con base en esos datos, en primer lugar, clasificamos los comentarios en función de ser contrarios, neutros o favorables a la migración y a los migrantes. Paralelamente, tratamos de escudriñar la presencia del racismo -tanto del tipo clásico como del cultural o diferencialista- y de la xenofobia en los comentarios desfavorables.
En segundo lugar, se analizan los mecanismos que operan en los discursos desfavorables (que son todos ellos xenófobos y en algunos casos también racistas), ya sea de manera intencional o no: 1) la autopresentación positiva y heteropresentación negativa, 2) la polarización Ellos-Nosotros y el señalamiento de los comportamientos desviados de «los otros», y 3) la construcción del migrante como amenaza, teniendo en cuenta su construcción multidimensional (económica, cultural, seguridad y salud).
La presencia del racismo y la xenofobia
En la gráfica 1 se observa cómo los comentarios desfavorables (103) a la migración y a los migrantes haitianos superan en más de siete veces a los que les son favorables (14). Por su parte, los comentarios no referidos al tema de la migración o que son neutros suponen más de la mitad las participaciones (160), muchas de las cuales están hechas de descalificaciones e insultos a quienes hicieron comentarios previos. Hay que hacer notar que estos porcentajes no permiten inferir la presencia de sentimientos en contra de los migrantes en el total de la población mexicana, puesto que quienes comentan estas noticias no son una muestra representativa dicha población.
Fuente: Elaboración propia con base en los comentarios seleccionados de la versión digital de El Universal
Los 103 comentarios en contra de la migración se pueden calificar de xenófobos, ya que todos ellos encajan, en mayor o menor grado, en la descripción de rechazo prejuicioso u hostil, de odio o miedo hacia los migrantes. Este hecho puede observarse en 26 fragmentos de comentarios recogidos a lo largo del artículo. Aunque no todo comentario en contra de los migrantes tiene por qué ser xenófobo, ninguno de los recuperados estructura un discurso en contra de la migración haitiana basado en un análisis informado y exento de animosidad respecto a esta población.
Al analizar la presencia de racismo en los comentarios adversos se puede dar razón de que 9.7% de los comentarios en contra (10) contienen enunciados abiertamente racistas. Aunque no se trata de un porcentaje elevado, no deja de ser preocupante que estos espacios de internet se establezcan como bastiones para la difusión de los discursos racistas en su forma más cruda.
En el siguiente fragmento se observa la forma explícita con la que se alude a la existencia de «razas» superiores e inferiores, mediante una diatriba de los matrimonios interraciales entre hombres haitianos y mujeres mexicanas y utilizando metáforas que deshumanizan y reducen a la condición de animales a las personas «negras»:
Comentario 111
mujeres mexicanas pudiendose casar con cualquier otra raza, y prefieren andar dándole las nalgas a un negro haitiano, un negro jodido, preferible que se las den a un negro estadounidense, por lo menos ellos ya está amaestrados no como estos que no se adapatan a otros paises y los mexicanos se tienen que adaptar a ellos porque son negros carambas $#91;…$#93;.
Además, en este comentario se advierte un mayor rechazo hacia los «negros haitianos», acaso porque provienen de un país pobre, y más aún comparado con los Estados Unidos. La clase social, en consecuencia, parece hacer más aceptable su «raza».
Los comentarios restantes no contienen expresiones explícitamente racistas. Sin embargo, al menos 18 de los 103 con tintes xenofóbicos podrían considerarse racistas en el sentido del «nuevo racismo».12 En algunos casos se pueden apreciar comentarios que tienen una mezcla de ambas lógicas racistas: la tradicional y la nueva (véase el comentario 1 donde se refiere a la inadaptabilidad de los migrantes haitianos). En varios, lo cultural sale a relucir de manera directa:
Comentario 2
(…) la. Cultura haitiana no es precisamente de lo mas deseable para tener de vecinos.....y el gobierno mexicano no tiene derecho a regalarles los impuestos que me roba......ni madres que les den ayudas.....estos señores se la pasan denunciando el «racismo» en distintos paises para asi exigir dadivas de los diferentes gobiernos.....
Comentario 3
[…] su unica contribucion «cultural» va a ser aumentar la supercheria y el esoterismo, que de por si son demasiado populares en Mexico con la gente ignorante.
Otros comentarios son más sutiles. Por ejemplo, en el siguiente fragmento se ofrece una imagen negativa del migrante haitiano siguiendo el subterfugio de citar los comentarios de terceras personas de otros países y de ese modo se imprime a la intervención una apariencia de objetividad:
Comentario 4
[…] los comentarios de la gente de los paises sudamericanos (sobre los haitianos) es que son muy agresivos, no trabajan, exigen demasiado y viven del presupuesto.
Las ocho cuentas con mayor participación -5 % del total- sumaron 66 comentarios que incluyen: la mitad de las intervenciones abiertamente racistas, casi una cuarta parte de las xenófobas y ninguno a favor de la migración. En otras palabras, las cuentas con mayor prominencia en la discusión respecto a la migración haitiana generaron un contenido inclinado hacia posiciones contrarias a la migración.
Cabe destacar que la mayor parte de los mensajes xenófobos, por más que estén al servicio de quienes mantienen y defienden idearios racistas -puesto que la exclusión de los haitianos, por el motivo que sea, supone la exclusión de personas de «raza» negra o de «culturas diferentes»-, en principio no pueden catalogarse como racistas, pero no por ello dejan de ser adversos a los migrantes haitianos.
Una representación negativa de los haitianos
Aunque los 103 comentarios aquí analizados no se refieren exclusivamente a población procedente de Haití -sino a la migración en general-, hacen mención explícita de esa población caribeña. Predomina la estrategia de representar de manera negativa la migración y a los migrantes haitianos. En los siguientes dos apartados se mostrará cómo se construye esa imagen por medio de temáticas específicas como la desviación y la amenaza.
Esta representación de los Otros no viene acompañada de una imagen positiva de Nosotros (los mexicanos). Por el contrario, son varios los comentarios en los que la crítica se extiende a un cierto grupo de ciudadanos mexicanos, como sucede en el comentario 3. Futuras investigaciones podrían revisar en qué medida estas opiniones sobre la población mexicana son consecuencia también de un pensamiento racista o clasista con respecto a los connacionales. Además, son habituales las críticas a la gestión de los niveles de gobierno federal, estatal y local, puesto que se les considera incapaces de «resolver» el «problema» migratorio.
Comentario 5
Vivo en Tapachula y les puedo decir que es una ciudad sumamente jodida, donde el desgobierno municipal es totalmente fallido y ahora súmenle la inmigración africana y haitiana; no hay capacidad para recibir a tantos inmigrantes y darles servicios por lo que puede desencadenar una crisis humanitaria […];.
Por su parte, aquellas opiniones que tratan de minimizar los aspectos positivos de la migración y de los migrantes haitianos o los aspectos negativos de la población mexicana son prácticamente inexistentes. Tal vez porque el lenguaje que utilizan es directo y poco dado a las sutilezas.
Diferenciación y desviación
En 30 de los comentarios xenófobos se establecen distinciones, implícitas o explícitas, entre la población mexicana y los migrantes haitianos mediante la alusión a las nacionalidades y la descripción de rasgos «particulares» de la cultura, el comportamiento y los atributos de los haitianos. Esta diferenciación suele calificar como desviadas «la conducta» y la «naturaleza» de estos Otros.
La división del mundo en Estados-nación -que como se vio podría tener algunos fundamentos racistas- y las ideologías nacionalistas -cargadas de elementos racistas y ampliamente explotadas por las elites gobernantes en México-, han tenido su correlato en el discurso xenófobo de la ciudadanía. Así, el hecho de haber nacido en el territorio de un país o en el de otro resulta suficiente para establecer una profunda distinción entre Ellos (extranjeros) y Nosotros (ciudadanos), y para justificar un trato desigual en detrimento de los migrantes extranjeros. En este sentido, los comentarios destacan que los recursos de México deben ser exclusivamente para los ciudadanos mexicanos. En los siguientes fragmentos se aduce la nacionalidad como elemento diferenciador y se constituye como base para un trato distinto a cada grupo:
Comentarios 6
jajjaja me encanta el sinismo de estos haitianos que quieren ganar lo mismo que un mexicano, ni son mexicanos ni estan en su pais.
Comentario 7
Que se vayan a Chingar a su Madre a su pais . […]; Aqui tenemos mucha gente pobre y miles de connacionales que diario llegan a tratar de cruzar la frontera, a ellos son a los que tenemos que ayudar y no a esta basura […];.
En este último fragmento, además de distinguir entre Ellos y Nosotros por el criterio de la nacionalidad, se despoja de forma racista a los migrantes haitianos de humanidad y se les cosifica al considerarlos metafóricamente como desechables.
Además, en razón de que se denomina «migrantes ilegales» -o se les tacha simplemente de «ilegales»- a aquellas personas que no cumplen con las leyes nacionales e internacionales que confinan a ciertos grupos en sus respectivos Estados (ya sea por ius soli, ius sanguinis u otro criterio), se les achaca de hecho una supuesta tendencia natural a la desviación:
Comentario 8
[…] Mexico se ha pasado decadas dejando pasar a miles y miles de migrantes ilegales centroamericanos, sudamericanos y ahora estos haitianos hospedandolos y hasta dandoles prioridad por encima de nuestra propia gente.... […] cuando vamos a devolver a tanto ilegal empezando por estos haitianos que Nada tienen que hacer aqui?? ..... me solidarizo con Mexico para los mexicanos.
En realidad, los migrantes no deben ser considerados «ilegales», sino personas cuya situación en un determinado territorio ha sido ilegalizada por un cierto Estado, puesto que, como lo han señalado varios autores, son los Estados los que, a lo largo del tiempo, han generado esta «ilegalidad» (Balibar, 1997; Genova, 2004).13
Además de destacar que los sujetos en tránsito incumplen las leyes de migración, en los comentarios referidos a los haitianos se resaltan otros aspectos que les imponen una imagen de sujetos desviados. Por un lado, quienes advierten diferencias entre la cultura haitiana y la mexicana decretan la superioridad de esta última y califican como negativos algunos aspectos de la cultura haitiana (véanse, por mencionar algunos, los comentarios 2, 3, 4, 12 y 17), en alusión a ciertos rasgos de sus prácticas rituales, como el vudú, que desde la cultura mexicana en general pueden ser vistas como algo extraño y siniestro.
Otros comentarios relatan experiencias personales en las que destacan comportamientos de los migrantes haitianos que contravienen normas sociales:
Comentario 9
[…] yo personalmente tube una mala experencia con ellos trabajo en un hotel le rente a una pareja y al tercer dua $#91;día$#93; el hombre golpeo a la mujer y los corri luego les rente a un par de haitianos hombres y querian cocinar en la habitacion y los corri y ahora no les rento ademas son re delicados y quieren descuentos…
Comentario 10
desafortudamente alquilan departamentos a hatianos en el edificio donde yo vivo en tijuana..no tienen educacion..ahora en este instante se escuchan hatianos hablando y gritando en el pasillo...cuando yo salgo afuera a decirles q(ue) baja la voz me ignoran.. no respectan..no les importa el reglamento del edificio..ni si quiera es su pais..q vuelvan a haiti donde se pueden comportar como animales…
Estas experiencias puntuales motivan que se refuercen los prejuicios, se fomente una mala imagen de ellos y se saquen conclusiones generales a partir de pruebas insuficientes. Ambos comentarios (9 y 10) pueden calificarse como formas sutiles de racismo cultural; asimismo, en el comentario 10 se observa un racismo biologicista a la hora de comparar sus comportamientos con los de los animales.
Por otro lado, se hacen afirmaciones en términos de conducta delincuente y de otras que socialmente se consideran inadecuadas. En el siguiente comentario se observa este tipo de estrategia, que asocia a los varones migrantes haitianos con la delincuencia y a las mujeres con la prostitución. En este último ejemplo, con el añadido de aseverar que padecen VIH, lo cual implica un gran estigma. En ambos casos, además de calificar a los migrantes haitianos como sujetos desviados, se les etiqueta como una amenaza, tal y como se analiza en el siguiente apartado:
Comentario 11
el gobierno de haiti saco de las carceles a todos sus delincuentes y prostitutas con sida […] porque no queria mantenerlos, ahora el problema haitiano lo tiene que resolver el gobierno mexicano con nuestros impuestos.
El mensaje da por cierta una información falsa sobre el gobierno de Haití que parte de una premisa sin fundamento para concluir que «el problema haitiano lo tiene que resolver el gobierno mexicano con nuestros impuestos», lo cual implícitamente supone que los migrantes haitianos en México son delincuentes y prostitutas. Sin embargo, el verdadero problema para el gobierno mexicano es lograr una adecuada gestión de los flujos migratorios en su territorio sin desatender los derechos de los migrantes.
La construcción de la amenaza haitiana
En los comentarios en general se advierte una presencia constante de la amenaza. Los 65 mensajes xenófobos aluden al menos a un tipo de amenaza (cuadro 1), y con frecuencia se hace mención de otros recelos (26.2% de los comentarios en contra de la migración).
Absolutos | Porcentaje (%) | |
---|---|---|
0 | 38 | 36.9 |
1 | 38 | 36.9 |
2 | 20 | 19.4 |
3 | 7 | 6.8 |
Total | 103 | 100.0 |
Fuente: elaboración propia con base en los comentarios seleccionados de la versión digital de El Universal.
En el siguiente ejemplo se sostiene que los migrantes ponen en riesgo al mismo tiempo el erario, la seguridad y la salud pública:
Comentario 12
muy bien por el gobierno que les de a los haitianos atencion medica, alojamiento, esparcimiento y alimentos […] muchos de ellos, son ex-presidiarios que su gobierno al no tener dinero los dejo salir, ademas una parte importante de ellos traen enfermedades infecciosas como el sida, lepra y otras.
La amenaza económica es la que aparece con más frecuencia (en 42 de los comentarios), en su mayoría en la faceta de carga para el erario, es decir, en el sentido de que los migrantes en situación irregular requieren ayuda: agua, alimentos y medicamentos, por mencionar algunos.
Comentario 13
Deben resolver esta migración tan complicada por la cantidad de 40, 60 y más que siguen llegando. Deben resolver de inmediato con los países de origen, el País no tiene forma de dar cabidad a tanta gente, ni recursos económicos para atender, medicos, medicamentos, agua, alimentación…
La conjetura de que los migrantes en situación irregular son una carga fiscal es frecuente en los principales países receptores de personas expatriadas, pero con el añadido en el caso mexicano de que se define como un territorio de bajos recursos y en el que, por lo tanto, la correcta distribución de los recursos se percibe como crítica. Siguiendo la lógica nacionalista antes mencionada, los que se pronuncian contra la migración afirman que los recursos del país deben ser empleados primero en «nuestra gente», los connacionales, particularmente en la población de bajos recursos. Véanse al respecto los comentarios 7 y 14:
Comentario 14
[…] prefiero que se los den a los indigenas y mexicanos necesitados, no hay que ser malinchistas, primero hay que velar por nosotros que los de afuera.
Como corolario de la lógica nacionalista y la escasez de recursos se deriva el siguiente argumento:
Comentario 15
México no cuenta con los recursos para darle una vida decente a sus propios connacionales, mucho menos podrá proporcionarle albergue aceptable a estos migrantes…
En suma, denuncian que los migrantes consumen recursos que pertenecen a los mexicanos y que ponen en un mayor riesgo la situación de precariedad en la que vive una gran parte de los mexicanos, aunque, dicho sea de paso, no abundan pronunciamientos en el sentido de que los migrantes haitianos quiten los empleos a los nacionales; esto es, que supongan una amenaza o competencia en el mercado laboral para los nacionales. Esto se debe a que la retórica más frecuente es que los migrantes haitianos vienen a aprovecharse de los recursos de otros países y que no quieren trabajar. Así es como se hace una reconceptualización del refugiado. Los siguientes comentarios son un ejemplo de esa posición:
Comentario 16
estos morenasos no trabajan ni en defensa propia....si el gobierno de eeuu los llega a aceptar de refugiado les va a tener que dar una pension de por vida a demas de servicios medicos tambien de por vida...no son trabajadores migrantes....son parasitos migrantes.
Comentario 17
Puro vividor....por eso insisten en que a huevo eeuu les de asilo...porque de asilados jamas temdran que trabajar....ni ellos ni sus hijos ni sus familiares que luego traigan de haiti....y asi podran dedicarse todo el día a hacer sus ritos vudú que es lo unico que saben hacer.....si por eso no estan pidiendo permisos de trabajo ni menos quieren pasar de indocumentados....a huevo quieren asilo....puro vividor huevon.
Los comentarios 16 y 17 de forma malintencionada o sumamente errada confunden la figura del migrante solicitante de asilo con el de una persona que quiere vivir a costa del erario, para lo cual incluso se les compara metafóricamente con «parásitos». Sin embargo, no existe ninguna razón para pensar que estos migrantes no desean emplearse como lo hace el resto de la población. Además, el hecho de referirse a ellos como «morenazos» (es decir, se evita hacer alusión directa a la cuestión «racial» y se elude la acusación de racismo, pero al mismo tiempo aparece el referente obstruido: «negros») y como «parásitos» son recursos sociolingüísticos típicos de los discursos racistas.
Al afirmar que los migrantes caribeños no son trabajadores se les quita la posibilidad de reivindicar y legitimar su situación como personas en busca de mejores oportunidades personales. Se hace, de ese modo, una distinción entre los migrantes mexicanos y los haitianos, y se intenta «salvar» la falta de coherencia entre el trato que se pide para los connacionales en el país vecino y el que se da a los extranjeros en México:
Comentario 18
Hay una enoreme diferencia...los mexicanos van a trabajar (a Estados Unidos) y no le piden mada a nadie....los haitianos aca... (en México) estan exigiendo alojamiento, comida y servicios.....gratis y de nuestros impuestos...
En otros comentarios no se considera que estas personas puedan quitar los empleos a los ciudadanos mexicanos, ya que por las condiciones de México no habría posibilidad de encontrar empleo. Esta imposibilidad, según los participantes, no solo supone que los migrantes haitianos se convertirían en una carga para el erario, sino que podría representar problemas de seguridad:
Comentario 19
Pues a detenerlos y regresarlos a su pais deorigen, no tienen (nada) que hacer en México, ademas de entrar como ilegales, aqui no hay trabajo, y no tenemos los recursos para andar de almas caritativas.
La seguridad es la segunda dimensión de la «amenaza» migrante con mayor número de menciones en los comentarios (27). En varias participaciones se argumenta que en el contexto actual de México la imposibilidad de encontrar empleo y sustento económico para el sustento familiar supone que los migrantes haitianos cometerán delitos (robar, asaltar):
Comentario 20
Ya cierren fronteras… Mexico no tiene los medios para atender a esta ola masiva... estan hasta en los techos de los albergues… mugre gobierno de mierda que permite tantas estupideces..Mexico tiene muchos (pr)oblemas (¿)que es lo siguiente para esta gente, delinquir para comer?
Comentario 21
Si no controla el gobierno a los narcos, imagínense controlar a esta gente que acabará en la delincuencia por falta de trabajo......
O incluso que se unan a las redes de delincuencia organizada y al narcotráfico:
Comentario 22
en un pais extremamente pobre y con un gran numero de delincuentes y narcomenudistas se inplicara el numero de pobres y delincuentes, narcomenudistas con estos extranjeros.
Comentario 23
Y a eso que dicen las autoridades migratorias.pobre gente porque va a ser muy dificil que puedan encont(r)ar trabajo ya que uno de sus principales problemas es el idioma. ojala y no caigan en las redes de los narcos o tratantes de blancas.
La retórica de que los migrantes son carne de cañón de la delincuencia organizada y del narcotráfico ha calado hondo entre la opinión pública, entre activistas defensores de los derechos de los migrantes e incluso en algunos trabajos académicos. Sin embargo, tal tipo de afirmaciones carecen de sustento empírico válido para ser sostenidas, en especial cuando se generaliza a toda la población migrante haitiana.
Las amenazas relativas a la salud suman un total de 19 alusiones. Los comentarios en contra de los migrantes haitianos advierten de enfermedades infecciosas que estos portan y de los recursos médicos requeridos (médicos y medicamentos).14
Comentario 24
[…] ademas una parte importante de ellos traen enfermedades infecciosas como el sida, lepra y otras…
Comentario 25
El problema aquí es grave con estas personas qu no son pocos, son 4 o 5 mil y más, problemas de salud publica, traen enfermedades como cólera, ébola, zica, infecciosos entre otros, como alimentar a 5 mil gentes, empleo, médicos y medicamentos, en las calles hay insalubridad y prostitución, vagancia y delincuencia…
No existe prueba que relacione a los migrantes haitianos con las enfermedades señaladas por los usuarios. Tales enfermedades posiblemente fueron escogidas por ser padecimientos que están estigmatizados (sida, lepra…) o generan alarma social (ébola, zika, cólera…).
Las intervenciones referidas a la cuestión cultural como amenaza son las que aparecen en un menor número de comentarios (18). Como se señaló, en las participaciones de los internautas se hace un especial énfasis en las diferencias entre cultura haitiana y cultura mexicana (véanse al respecto los comentarios 2, 3, 4) siguiendo las lógicas del racismo cultural. Puesto que se presume que los migrantes son inasimilables, el mero hecho de que porten una cultura distinta hace que ciertos nativos consideren que la población migrante constituye una amenaza a la identidad y cultura nacionales. Además, la mayoría de los comentarios caracterizan la cultura haitiana en un sentido negativo (como inferior, desviada, etc.), para lo cual se seleccionan algunos elementos culturales que pueden ser fácilmente polemizados como el vudú (comentario 17) y las cuestiones relativas a las creencias religiosas:
Comentario 26
no metas a dios en cosas del diablo imbecil, haiti es un pais consagrado a satanás.
Las cifras de migrantes es un aspecto presente en todas las dimensiones de la «amenaza». Este carácter transversal puede ser observado en los comentarios 13, 20 y 25, en los cuales se utilizan las cifras/magnitudes para enfatizar los supuestos riesgos de la migración para la economía, la salud pública, etc. Asimismo, se hace un uso de expresiones hídricas como «ola» para aludir metafóricamente a la migración como un fenómeno de la naturaleza que está fuera de control.
Al revisar las ocho cuentas con mayor número de comentarios se aprecia que en las intervenciones se combinan con mayor frecuencia amenazas, lo que supone una mayor intensidad a la hora de construir la imagen del migrante como amenaza multidimensional (cuadro 2).
Conclusiones
En este trabajo encontramos que los 103 comentarios en contra de los migrantes revisados merecen el calificativo de xenófobos, y que un número reducido de participaciones, aunque nada desdeñable, son a su vez racistas en el sentido clásico o en el del nuevo racismo. Sus mensajes denotan que la preocupación no es tanto por el hecho de que crucen el territorio mexicano sino por que permanezcan en México.
Todos estos comentarios muestran una perspectiva sesgada sobre el fenómeno de la migración haitiana. La frecuencia con la que se utilizan informaciones incorrectas y falsedades, falacias y aseveraciones hiperbólicas sugiere que, en su mayoría, se trata de participaciones que pretenden dañar la imagen de los migrantes haitianos por medio de varios mecanismos discursivos: polarización entre Ellos y Nosotros utilizando el criterio de la nacionalidad y la cultura, asociando a los migrantes haitianos con la desviación y construyéndolos como una amenaza. Esto se hace más patente en los comentarios realizados desde las ocho cuentas con más intervenciones en la temática de la migración haitiana. En estas, el contenido xenófobo es más estridente y con mayores dosis de racismo. Futuras investigaciones deberían indagar más sobre los internautas que enarbolan este tipo de discursos y cuáles son sus intenciones.
Por el contrario, son escasos los comentarios que presentan de manera realista los retos que para México supone la gestión de la migración haitiana o las consecuencias que esta pueda tener para la población mexicana. En este sentido, una gran cantidad de comentarios de los usuarios produce desinformación de manera similar a las conocidas como «noticias falsas». Y por más que los internautas puedan atribuir menos veracidad a los comentarios de los usuarios que a las propias noticias publicadas por la prensa, esta tendencia resulta nociva para los migrantes.
Entre los mecanismos empleados en los comentarios xenófobos -algunos de ellos además racistas- destaca la construcción del migrante como amenaza multidimensional (económica, cultural, salud y seguridad). La principal razón por la que el recurso de la amenaza destaca puede radicar en el hecho de que se permite persuadir emocionalmente explotando/generando los miedos que la población tiene hacia los extranjeros, y con ello promover actitudes y comportamientos adversos hacia los migrantes.
Aunque la construcción del migrante como amenaza observada en los comentarios guarda gran similitud con la que se hace en contra de la inmigración en Estados Unidos y Europa, contiene elementos que la distinguen. Entre ellos cabe destacar la construcción del refugiado como vividor a costa de los Estados receptores, el discurso nacionalista en apoyo a los «pobres nacionales» frente a los de afuera, y la idea de que los migrantes se reconviertan en delincuentes debido a las circunstancias económicas y de criminalidad que vive México.
Por tanto, las retóricas de exclusión xenófoba de los comentarios en prensa digital mexicana acerca de los migrantes haitianos se nutren no solo del racismo sino del clasismo (en cuanto a la exclusión de los pobres) y del nacionalismo (en cuanto a la exclusión de los que no pertenecen a la nación). El carácter escueto de los comentarios dificulta el estudio en mayor profundidad sobre cómo se articulan estas cuatro dimensiones. Sin embargo, el análisis de los comentarios de los internautas respecto a las caravanas de migrantes de finales de 2018 y principios de 2019 permitirá ahondar en el entendimiento de cómo proliferan estas expresiones xenófobas, racistas y clasistas al abrigo del nacionalismo y se articulan en contra de los migrantes.