In memoriam

In Memoriam Doctor Eugenio García Flores

Roxana Ávalos Vázquez*

* Profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Querétaro.

El doctor Eugenio García Flores era oriundo de Yucatán, en donde realizó sus estudios universitarios, para luego trasladarse a la Ciudad de México y cursar el Doctorado en Derecho Internacional, en la Facultad de Derecho de la UNAM.

Su amor por los estudios y la práctica internacionales lo llevaron a colaborar en la Secretaría de Relaciones Exteriores. Así, fue integrante de la Delegación Mexicana que participó en la Reunión de Expertos Gubernamentales de Países Miembros de la Comisión para América Latina y el Caribe (CEPAL), Preparatoria para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, además de haber sido representante alterno de México ante la Comisión de las Naciones Unidas sobre el Derecho Mercantil Internacional en Viena, Austria.

Fue profesor de tiempo completo en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Querétaro, además de la Universidad del Valle de México. Impartió un sinfín de conferencias en materia de política exterior, derechos humanos, terrorismo, y derecho internacional. Aunado a que fue prolífico escritor en temas internacionales, ya fuera a manera de artículo periodístico o científico; o bien como coordinador de obras académicas.

Colaboró como miembro del Consejo Editorial de las Revistas Ergo Sun y Retos Internacionales, de la Universidad del Valle de México y del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, respectivamente. Era un participante asiduo en las reuniones de los Seminarios de Derecho Internacional organizados en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, así como miembro del Consejo Dictaminador del Anuario Mexicano de Derecho Internacional, publicado por ese Instituto.

Pero, independientemente de su prometedora carrera académica, lo más relevante es que Eugenio fue un excelente amigo; padre de familia y esposo amoroso; hijo y hermano ejemplar; profesor tolerante y paciente con sus alumnos, preocupado por la educación universitaria, en cuyas aulas estuvo presente hasta el fin, sin exhalar una queja y con el optimismo que lo caracterizó.

Querido amigo, ya te extrañamos.