Sir Elihu Lauterpacht (Londres, 13 de julio de 1928-Cambridge, 8 de febrero de 2017) fundó el Centro “Lauterpacht” de Derecho Internacional Público (1983), que hoy es uno de los más importantes en el mundo. Estudió en Inglaterra en la Universidad de Cambridge (Trinity College).

Inició su carrera académica en London School of Economics, y después la continuó en la Universidad de Cambridge en 1953, llegando a la calidad de profesor en 1989 y profesor honorario en 1994. Desarrolló investigación y publicó “The Hague Regulations and the Seizure of Munitions de Guerre” (1955-56); Jerusalem and the Holy Places (1968), y “The Development of the Law of International Organization by the Decisions of International Tribunals” (1976). Fue editor de International Law Reports (Annual Digest of International Law Cases) y coadyuvó en British Practice in International Law, parte del British Yearbook of International Law, en la colección “Grotius Publication”, adquirida por la editorial de la Universidad de Cambridge. Es el creador de las “Hersch Lauterpacht Memorial Lecturers” (serie de clases en forma de seminario), publicadas luego como libro.

Fue miembro de la Corte Internacional de Justicia (juez ad hoc) en el caso Bosnia Herzegovina v. Serbia y Montenegro (aplicación de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio) y fue presidente del Tribunal Administrativo del Banco Mundial (1996-1998). Participó en las negociaciones de la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar en 1975-1977 por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Australia y como negociador principal en las negociaciones de paz entre Israel y Jordania (llamado por Y. Rabin), lográndose la paz por un tratado en 1994. Fue miembro de la comunidad de abogados “Gray’s Inn” desde 1950 y “Bencher” en 1983; a su vez, fue nombrado consejero real (QC) (1970), comandante de la Orden del Imperio Británico (1989) y caballero (Sir) (1998).

Una de sus formas de enseñanza era leer casos de cortes internacionales de justicia, y entusiasta impertérrito ante la inercia del pensamiento, entregaba nuevas formas de investigación y enseñanza, poniendo en duda el conocimiento y ofreciendo soluciones racionales reconocidas con posterioridad. Le sobreviven su viuda y cuatro hijos.