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Agricultura, sociedad y desarrollo

versión impresa ISSN 1870-5472

agric. soc. desarro vol.9 no.2 Texcoco abr./jun. 2012

 

Diversidad y caracterización de maíces criollos. Estudio de caso en sistemas de cultivo en la Costa Chica de Guerrero, México

 

Diversity and characterization of creole maize varieties: case study in cultivation systems of Guerrero's Costa Chica, México

 

Hermilo Navarro-Garza, Martin Hernández-Flores, Fernando Castillo-González, Ma. Antonia Pérez-Olvera

 

Campus Montecillo. Colegio de Postgraduados. Carretera México-Texcoco km 36.5, Montecillo, Texcoco, Estado de México. 56230. (hermnava@colpos.mx), (mhf@colpos.mx), (molvera@colpos.mx).

 

Resumen

El patrimonio fitogenético tiene un importante valor cultural y económico en maíz (Zea mayz L.) por su propósito estratégico alimentario. El objetivo de este estudio fue conocer antecedentes de manejo y caracterizar poblaciones nativas de maíces criollos. La metodología de trabajo fue realizar un concurso de maíces criollos blancos, basándose en criterios de productores locales de seis poblados de Tecoanapa, Guerrero. Esta primera etapa permitió conocer su diversidad, caracterizar sus mazorcas y seleccionar productores. En mayo de 2006 fueron seleccionados 29 agricultores y 42 parcelas con base en materiales que concursaron como "criollos locales". Se realizaron encuestas sobre sus semillas, uso y manejo de criollos. Los resultados reportan el uso de 11 criollos. Palmeño y Olotillo fueron las de mayor uso y se caracterizaron con 24 variables. El análisis comparativo entre Palmeño y Olotillo muestra diferencias significativas entre la mayoría de variables. Para Olotillo se ejemplifica la existencia de diferencias entre variables al seleccionar semilla, comparadas con su estimación en campo. El manejo entre años de diferentes poblaciones nativas muestra variabilidad de criterios para selección de semilla y la consecuente expresión durante el ciclo de cultivo, como resultado de experiencias diversas entre agricultores.

Palabras clave: agricultura tradicional, patrimonio, recursos fitogenéticos.

 

Abstract

Maize (Zea mayz L.) has an important cultural and economic value for phytogenetic wealth, due to its strategic dietary purpose. The objective of this study was to explore management antecedents and characterize native populations of Creole corns. The working methodology was to carry out a contest of white Creole corns, based on criteria used by local producers in Tecoanapa, Guerrero. This first stage allowed understanding its diversity, characterizing its cobs, and selecting producers. In May 2006, 29 farmers and 42 parcels were selected, based on materials that entered the contest as "local Creoles". Surveys were carried out regarding their seeds, and use and management of Creoles. Results report the use of 11 Creole varieties. Palmeño and Olotillo were the ones of greatest use and they were characterized with 24 variables. Comparative analysis between Palmeño and Olotillo show significant differences between most of the variables. For Olotillo, the existence of differences between variables at the time of seed selection is exemplified, comparing this with estimation in the field. Management along different native population years shows a variability of criteria for seed selection and the consistent expression during the cultivation cycle, as a result from diverse experiences among farmers.

Key words: traditional agriculture, natural wealth, phytogenetic resources.

 

Introducción

Los pequeños productores agropecuarios en México tienen la mayoría de unidades de producción rural. Las condiciones ecológicas de sus unidades de producción son diversas y en la mayoría de ellas se produce maíz de grano, desempeñando importantes roles social, económico y cultural. En particular, cumplen funciones estratégicas para el consumo humano de múltiples formas, así como de complemento en diversas poblaciones animales. WeUhausen et al. (1951) sistematizaron y caracterizaron los maíces criollos de México y lograron un inventario de más de 2000 muestras, y reconocieron cuatro factores involucrados en la enorme e insuperable diversidad de maíces en el país: 1) Razas primitivas, que existen como variedades actualmente vivas; 2) La influencia de variedades exóticas de países del sur; 3) El teozintle cruzado en forma natural con el maíz en México y en regiones adyacentes de Guatemala, que ha introducido nuevas características y nuevas variaciones a los maíces de ambos países; y 4) La geografía de México que ha favorecido la rápida diferenciación, pues posee varias clases de factores aislantes.

McClintock et al., (1981) proponen considerar como raza a las plantas que comparten un conjunto particular de caracteres, por lo cual han recibido un nombre que refleja alguna asociación especial. Señalan que una raza puede referirse a: 1) la presencia de un carácter o atributo fenotípico pronunciado, tal como cónico por la forma de la mazorca o reventador por la habilidad de los granos para reventar; 2) la región o territorio donde un maíz con un conjunto particular de caracteres se reconoció inicialmente o llego a ser prominente, por ejemplo Tuxpeño, Chalqueño, Salvadoreño, otros; y 3) por el grupo indígena que lo cultiva como una forma distintiva de su maíz. Dichos autores concluyen apoyando la suposición de que las selecciones iniciales de maíz tuvieron lugar en México, y en particular en ciertas áreas restringidas, a partir de las cuales se llevaron a diferentes lugares los productos creados, durante un largo proceso. Por su parte Wellhausen et al. (1951) consideraron como criterio de raza de maíz a un grupo de individuos emparentados con suficientes características en común para permitir su reconocimiento. Sin embargo, proponen que es probable que no exista una raza pura de maíz, en el sentido de que todos los individuos que componen dicha raza sean homocigotes para todos o la mayoría de sus genes. Además, precisan que en las variedades de maíz de polinización libre, refiriéndose a los maíces criollos, probablemente cada planta es ligeramente diferente en su genética de todas las otras. El Committee on Managing Global Genetic Resources (Citado por CENTLI, 2006), en alusión a variedades locales, tradicionales o razas, define con el término inglés landraces como una población de plantas, heterogéneas genéticamente, comúnmente desarrolladas en la agricultura tradicional a través de la selección directa realizada durante muchos años, y que están adaptadas a condiciones locales específicas.

Según Wellhausen et al. (1951), como resultado de la recolecta realizada en México se reconoce la existencia de cuatro grupo de razas: 1) indígenas antiguas; 2) exóticas precolombinas; 3) mestizas prehistóricas; y 4) modernas incipientes. En este trabajo se describe que cada grupo comprendía, respectivamente: 4, 5, 13 y 3 razas. Entre la totalidad de razas registradas en la propuesta anterior, se logró precisar que en el estado de Guerrero se identificaron las siguientes: Reventador, Pepitilla, Semipepitilla e Intervención de Pepitilla, Olotillo y poblaciones con intervención de Olotillo, y la intervención de maíces occidentales en varias recolectas.

Tres décadas después, en 1981, se publican los resultados de otro trabajo monumental y pionero para la caracterización de las razas de maíces criollos en México y América, por un grupo formado por Mc-Clintock, Kato y Blumenschein. En un apartado de la obra se registra que las constituciones cromosómicas del maíz actual reflejan una mezcla de germoplasmas muy distintos, que alguna vez estuvieron aislados geográficamente unos de otros. Se señala que tales conclusiones descansaron sobre varias inferencias: la primera es que el maíz se desarrolló de una especie silvestre ubicada en América, y que esta especie, a su vez, estaba previamente diferenciada con respecto a la presencia o ausencia de nudos y sus tipos; la segunda, que el desarrollo del maíz fue un producto de selecciones y distribuciones controladas por el hombre. Bajo tales circunstancias, se sugiere que debieron haber ocurrido numerosas introgresiones entre diversos materiales genéticos. Desde dicha perspectiva, entre los principales resultados se precisa que por medio de las constituciones cromosómicas de las plantas de maíz provenientes de colecciones hechas en varias partes de América, es posible determinar las relaciones germoplásmicas entre varios tipos y reconstruir la historia pasada de algunos de ellos; considerando que un gran número de diferencias potenciales en las constituciones cromosómicas pueden ser expresadas por las razas.

En el marco de dicho proyecto se recolectó, en 16 sitios del estado de Guerrero, un total de 21 colecciones, entre las cuales las razas y frecuencia de recolectas de cada una fueron, en orden decreciente: Pepitilla 7, Vandeño 6, Naltel-Blanco 5, Naltel Amarillo 1, Vandeño-Conico 1 y Vandeño-Oloton 1.

Una primera observación a partir de la comparación de las razas recolectadas en estos dos programas de recolección y caracterización en México, consiste en la insuficiente coincidencia entre los nombres de varias razas identificadas y caracterizadas, tales como reventador; intervenciones de varios maíces occidentales y el de una población identificada y caracterizada durante la presente investigación, reconocida en investigaciones anteriores y actualmente como maíz criollo Olotillo. La raza Olotillo se ha recolectado en los estados de Chiapas, Michoacán, S. L. Potosí, y en Veracruz un germoplasma tipificado como Tuxpeño-Olotillo. En América Central se recolectó Olotillo solamente en Guatemala, en donde se identificaron dos recolectas de Olotillo y una de Olotillo-Tuxpeño.

En época más reciente, Sánchez y Goodman en 1992, citados por Ruiz-Garcia et al. (2000) clasificaron 49 razas de maíces criollos en tres grandes grupos y algunos subgrupos; en donde Olotillo se registra formando parte del Grupo 3, el cual está constituido por dos subgrupos: 3.a con 7 criollos y 3.b con 8 criollos. Al interior del subgrupo 3.b se clasificaron: Comiteco, Coscomatepec, Dzit-Bacal, Motozinteco, Nal-Tel de altura, Glotón, Tehua y Olotillo. Estos autores utilizaron un análisis de conglomerados para conocer las características y consistencia de los grupos generados en el proceso de agrupamiento de las razas de maíz. Entre otras conclusiones señalan que las 49 razas de maíz no muestran suficiente evidencia de tener estructura de grupos, también que no hay evidencias para el cumplimiento de la normalidad multivariable de las características morfológicas. Asimismo, observan insuficientes evidencias de una tendencia al agrupamiento de los datos.

Cabe resaltar que el conjunto de las tres investigaciones nacionales para la identificación y clasificación de las razas de maíces criollos han considerado materiales y criterios diferentes para su diseño y análisis. En consecuencia, han obtenido resultados diferentes, con diversos aportes, entre los cuales han ampliado el inventario, la caracterización y sus limitaciones para el estudio de las razas.

Los trabajos anteriores muestran la dificultad para conformar grupos de razas, así como para identificar los atributos específicos al interior de ellas; reconociendo la existencia de mezclas de materiales genéticos entre razas, subrazas e incluso poblaciones territoriales desconocidas, por tanto la identificación de numerosas introgresiones entre ellas o traslapes. En consecuencia, nuestro supuesto sobre una siempre presente existencia de permanencia y cambio entre razas e introgresiones, explicadas por dinámicas generacionales y circunstanciales locales, complejas y diferenciadas, muchas veces desconocidas y no documentadas. En sí, sucesiones dinámicas genotípicas y fenotípicas de los criollos, como esencia de su recreación y desarrollo.

A pesar de su mayor potencial productivo y rentabilidad, la utilización de semillas mejoradas de maíz en México es inferior a la de semillas criollas. Entre las razones que explican la menor utilización se encuentran: la falta de adaptación de los híbridos a la diversidad de circunstancias limitantes ecológicas de numerosos agroecosistemas de México, el costo superior de la semilla mejorada, su deficiente distribución, su asociación a paquetes tecnológicos que exigen gran cantidad y precios elevados de insumos de producción, la percepción del riesgo económico que implica su empleo. Todos estos factores son más evidentes en las regiones de secano o temporal, pues son áreas poco atractivas para las empresas (Trejo et al., 2004).

En México se ha reportado alta heterosis en cruzamientos hechos entre maíces de zonas tropicales, así como de otras regiones. A pesar de existir información, el aprovechamiento de la heterosis entre razas ha sido escaso debido a que las cruzas carecen de características agronómicas deseables (uniformidad, porte bajo de planta y resistencia al acame), requeridas en la agricultura moderna (Barrera et al., 2005).

De acuerdo con Herrera et al., (2004), los agricultores tradicionales practican la conservación in situ de la diversidad genética del maíz mediante la siembra de variantes criollas, por lo cual proponen que para mejorar dicha práctica es necesario conocer la diversidad del maíz en las condiciones de la agricultura tradicional, y tener un diagnóstico del material a conservar. Los autores evaluaron la diversidad genética de la raza Chalqueño; con base en caracteres morfológicos y agronómicos utilizaron un método de análisis de componentes principales y otro de conglomerados. Entre los resultados reportan que las poblaciones presentan introgresiones o traslapes en diferentes características, entre varios de los grupos taxonómicos.

Respecto a la insuficiencia de las variables utilizadas para la clasificación de los maíces, principalmente en referencia a las morfológicas, Gil (1995), rescata el señalamiento de que el maíz ha sido seleccionado por el medio y por el hombre, resultando en diferencias genéticas que se muestran al nivel de los sistemas de cultivo locales, como resultado de la presión de cuatro factores: 1) presión ecológica, clima, suelo y probablemente calidad y cantidad de luz; 2) presión fisiológica, el periodo de crecimiento de las variedades tiene especial importancia para los agricultores; 3) preferencia por ciertas características culinarias; y 4) selección en base a conceptos metafísicos. Así por ejemplo, en Chiapas, en la milpa de Santa Martha territorio de Chenalhó, se reportan nueve tipos de maíz, entre ellos seis adaptados a zona caliente y tres a zona fría, 14 tipos de fríjol, cinco de cucurbitáceas y nueve de arvenses comestibles. Con base en ello se considera que la tecnología de la milpa en Santa Martha es un conjunto de técnicas e innovaciones que la mantienen presente como actividad para producir alimentos, de acuerdo con Ruiz et al. (2006).

Los maíces criollos son por tanto de carácter patrimonial y estratégico, reconociéndolos como sistemas genéticos regionales vivientes, o comunidades biocenóticas como las milpas, en ininterrumpida reproducción, que han sido y son recreados en cada ciclo agrícola, y acompañados de diversas especies de interés económico y social. Sin duda, configurando un todo multifuncional de amplio contenido patrimonial, considerando la importancia y diversidad de los mismos como recursos con especificas funciones materiales y no-materiales. En el contexto de una diversidad de conceptos acerca de las poblaciones o razas de maíces tradicionales, locales o criollos, se han tenido diversas recolectas y clasificaciones o agrupaciones de los maíces de diversas regiones, con base en numerosas variables o características consistentes en sus objetivos y métodos de agrupamiento, los cuales no necesariamente han sido similares. Además, debido a la dinámica de la diversidad de circunstancias ecológicas y económicas entre los años y territorios del agro mexicano, es conveniente reconocer ciertas limitantes de las investigaciones y sus resultados, por ser apreciaciones estáticas considerando la temporalidad de su realización, y simplificadas respecto a una diversidad territorial compleja, bajo ciertas transformaciones cotidianas inagotables.

La justificación de la investigación se sustenta en la insuficiencia de información descriptiva y analítica actualizada sobre la diversidad de maíces criollos locales, así como respecto a su caracterización. En este caso, por la falta de información sobre los sistemas territoriales de maíces criollos en la Costa Chica de Guerrero. También se justifica como respuesta a la demanda social e interés colectivo para identificar y destacar la existencia de sus recursos patrimoniales estratégicos, en particular de sus maíces criollos. Su pertinencia destaca la existencia de una agricultura que valora la utilización de sus recursos genéticos locales, como base para su alimentación e instrumento frente a los problemas de desabasto y pobreza rural.

La investigación tuvo como objetivo contribuir a la identificación y actualización de un inventario regional de la diversidad genética patrimonial de maíces criollos en la Costa Chica de Guerrero. Así como en la caracterización indicativa de las poblaciones de maíces criollos de utilización local generalizada, y en la identificación de opiniones entre productores de maíces criollos acerca de sus experiencias para la gestión y recreación de los mismos.

 

Materiales y métodos

La identificación de la diversidad e importancia de los maíces criollos locales se hizo mediante un Concurso Regional, basándose en una estrategia de coordinación con autoridades municipales para la promoción y participación final de seis comunidades del municipio de Tecoanapa. El propósito fue identificar y caracterizar las principales razas de grano locales de color blanco. Un total de 36 productores de maíces criollos participaron en el concurso, cada uno convocado para entregar una muestra de 10 mazorcas provenientes de su cosecha del ciclo anterior, en su sistema de producción familiar. Las mazorcas fueron donadas para su estudio agronómico.

Considerando la amplia y compleja variabilidad de las razas y de criterios personales de los productores para su selección y manejo, se promocionó y constituyó un comité evaluador formado principalmente con productores que no participaron en el concurso. El procedimiento acordado para ejecutarse durante el concurso fue: 1) cada miembro del comité calificó cada una de las colecciones participantes con un formato común diseñado en forma colectiva; 2) con base en los promedios obtenidos se seleccionaron los cinco finalistas de cada uno de los dos principales criollos participantes, es decir de Palmeño y Olotillo; 3) los 10 agricultores seleccionados relataron públicamente el origen e importancia del maíz criollo para ellos y sus familias ante el jurado, los otros agricultores participantes y el público local asistente; y 4) el jurado integró toda la información para tomar en consenso la decisión sobre los criollos premiados.

El concurso se realizó en mayo del año 2006. Posteriormente, en laboratorio y gabinete, las 36 muestras fueron caracterizadas utilizando 11 variables medidas en la mazorca. Posteriormente la totalidad de las mazorcas fueron secadas a 70° C en una estufa de circulación forzada durante dos días. Luego fueron estimadas diferentes variables en peso seco.

Otra etapa metodológica consistió en una encuesta sociotécnica y de opinión acerca de la tradición y usos de los criollos. Se realizó entre la mayoría de los agricultores participantes. Entre ellos se entrevistó a todos los finalistas, originarios de las comunidades Las Ánimas, Saucitos y Colonia Lázaro Cárdenas, del municipio de Tecoanapa. La encuesta se efectuó al inicio del ciclo agrícola 2006.

La siguiente etapa metodológica fue la identificación, ubicación y el seguimiento, durante 2006, del ciclo agrícola de 42 parcelas sembradas con maíces criollos Olotillo y Palmeño, en las comunidades Las Ánimas, Saucitos y Lázaro Cárdenas. Se privilegiaron los dos maíces criollos de mayor presencia debido a restricciones económicas y de tiempo. En cada una de las parcelas, con superficies de 0.5 a 1.0 ha, se establecieron tres áreas muestrales, cada una con áreas de 4.5 a 5.5 m2, teniendo como requisito en cada una la existencia de cinco matas de maíz, como base para estimar el rendimiento promedio por unidad de superficie.

En cada área muestral se contó el número de plantas y se cosecharon y contaron todas las mazorcas en campo. Entre el conjunto de mazorcas, también se realizó en campo la estimación cualitativa de variables agronómicas: porcentaje (%) de llenado, % de ataque de gusano elotero, % de daño por enfermedades. Del total de mazorcas de cada área muestral se seleccionaron al azar cinco. En laboratorio, las muestras obtenidas de las áreas muestrales en forma individual, fueron secadas a 70° C, con aire forzado, durante dos días. Posteriormente cada una de las mazorcas de cada área muestral fue caracterizada con 21 variables, las cuales son descritas posteriormente. El objetivo fue identificar la posible agrupación de la totalidad de los diferentes tipos de criollos participantes en el concurso, mediante el uso de análisis multivariado. Para la elaboración de la base de datos de resultados se utilizó el programa Excel. Para el modelo GLM, la prueba de Tukey y el análisis multivariado de componentes principales se utilizó el paquete SAS, versión 2003.

 

Resultados y discusión

La diversidad de criollos y antecedentes de su existencia territorial

Los agricultores muestran una memoria colectiva sobre la existencia de los criollos, considerando al menos dos generaciones. Sea su permanencia y su utilización regional, local y al interior de los sistemas de producción familiares, mediante opiniones acerca de la época cuando se iniciaron como agricultores, así como respecto a los maíces que utilizaban sus padres.

En el Cuadro 1 se presenta la diversidad de criollos de maíz que reportaron los agricultores, en diferentes etapas de sus vidas, destacando que la mayor diversidad se registró cuando se iniciaron como agricultores de manera independiente, registrándose en ese momento 14 criollos, y la menor diversidad durante el ciclo 2005 con 11 criollos sembrados, según la opinión de 30 productores de maíz.

De acuerdo con la encuesta sociotécnica el promedio de edad de los productores fue de 52.2 años, y la escolaridad promedio fue de 5.2. En términos aproximados se considera que la referencia a los criollos que sembraban sus padres comprende al menos 40 a 50 años, y los que existían en la comunidad cuando se iniciaron como agricultores a un capital de semillas a las que tuvieron acceso y la correspondiente decisión en una época de 30 años o más. De acuerdo con la encuesta de opinión entre los agricultores, la significación de maíz criollo puede tener varias acepciones, tales como "el maíz criado aquí", o también "el maíz que producían nuestros padres". Bonfil (1994), interpreta la persistencia en el uso de la semilla criolla como una razón de su resistencia y de la autonomía del grupo local, considerando que las semillas mejoradas, los fertilizantes e insecticidas implican una mayor dependencia del exterior; sin embargo, con la semilla criolla que procede de la propia cosecha, y con los recursos que utiliza, protege y asegura sus cultivos tradicionales, la autosuficiencia y su autonomía.

Como parte del grupo de razas Mestizas Prehispánicas, por constituirse de germoplasma de hibridaciones de los grupos de razas Indígenas Antiguas y Exóticas, se identificó la raza de maíz criollo Olotillo. Otra característica de este grupo es que integra la mayor diversidad de razas, al interior del cual se tienen: Cónico, Reventador, Tabloncillo, Tehua, Tepecintle, Comiteco, Jala, Zapalote Chico, Zapalote Grande, Pepitilla, Tuxpeño, Vandeño y Olotillo. Además se reconoce una subraza llamada Perla.

La identificación y frecuencia de uso de los criollos durante las diferentes etapas en la vida de los agricultores, se reportó de la siguiente manera: 1) Entre los principales maíces criollos que los agricultores recuerdan que sus padres sembraban están: Palmeño, Olotillo, Colzín, Zapalote y Conejo, respectivamente por 22, 18, 18, 9 y 8 agricultores; 2) Respecto de la diversidad de criollos existentes en la comunidad cuando se iniciaron como agricultores en forma independiente, se reportan entre los más frecuentes: Palmeño (18 agricultores), Olotillo (17), Colzin (13) y Zapalote (10); y 3) En el año 2006 los principales criollos sembrados fueron: Palmeño (19), Olotillo (14), Colzin (9), Zapalote (8) y Olotillito (4) (Cuadro 2).

La diversidad registrada es, en cierta forma, una evidencia que contribuye a ilustrar su existencia actual generalizada más allá del municipio y de la región. Considerando, por ejemplo, que en la región vecina de la Costa de Oaxaca se reportó la presencia de Olotillo, Conejito, Zapalote, maíz grande (similar al Palmeño) y Colzin azul o negro (Navarro, 2004).

La diversidad de maíces con productores campesinos e indígenas es estructuradora y forma parte de una comunidad de especies, manejadas con diversos propósitos y típicamente conocida con el nombre genérico de milpa en numerosos territorios rurales. A manera de ejemplo, Pomboza (2011) documentó la existencia de diversos tipos de milpas en la Mixteca Alta de Oaxaca, entre las cuales se registran dos y hasta cinco cultivos básicos, al interior de ellos una diversidad de maíces y frijoles criollos, según diversos propósitos y lógicas de los sistemas de producción familiares. La diversidad, su manejo y recreación trasciende los sistemas de cultivo parcelarios, al insertarse en un sistema jerárquico mayor y complejo, que se funcionaliza y desarrolla como un sistema agroforestal interaccionando con el manejo en sus linderos de otras especies, con propósitos diferentes y complementarios. Respecto a la diversidad de especies en los bordes de los sistemas de cultivo parcelarios, un estudio reciente en la misma región identificó en dos comunidades del municipio de Tecoanapa -Las Ánimas y Saucitos-, un total de 84 especies de árboles y arbustos, para las cuales se identificaron siete usos diferentes, así como numerosas especies con dos y hasta cuatro usos. Como resultado de tal diversidad de especies y usos se identificaron dos principales sistemas agroforestales, los cuales contribuyen a ilustrar modalidades de sistemas complejos (Navarro et al., 2012).

Durante el concurso, así como en el seguimiento de parcelas en las tres comunidades fue notoria la presencia del criollo Palmeño, el cual no había sido reportado en las investigaciones citadas, incluso se registró con mayor frecuencia de uso en comparación con Olotillo. Muñoz et al. (2001) señalan que en las áreas de las culturas Zapotecas y Mixtecas y en las aledañas, se encuentra otra de las más amplias diversidades del maíz, representada por las razas Bolita, Conejo, Tepecintle, Vandeño, Olotillo, Zapalote Grande y Zapalote Chico. Además, subrayan, en relación con la adaptación entre variedades de cada productor que estas son relativamente diferentes, en su caso debido a diversidad de gustos para seleccionar su semilla, a las circunstancias en la naturaleza de sus terrenos (altitud, fertilidad), a las resistencias al patosistema local, y otras.

El análisis del número de agricultores según clases de edad actual asociada al número de criollos con los que se iniciaron, muestra que el número de criollos fue mayor para los de mayor edad, así por ejemplo en la clase de 40 años o menos, seis (66.7%) se iniciaron con uno o dos criollos y dos (22.2%) con tres o cuatro; en comparación con los de 41 a 60 años: entre ellos dos (16.7%) se iniciaron con uno o dos criollos y con tres o cuatro (83.3%). En global, para el conjunto de los agricultores y las comunidades se estimó que 33.3% se iniciaron con uno o dos criollos, 59.3% con tres o cuatro y 7.4% con cinco (Cuadro 3).

Reconociendo que la tradición y mecanismos para sembrar las semillas de los ancestros, así como las existentes en la comunidad y, mantener las propias durante su vida como agricultor; se han reconocido desde hace años como estrategias de la conservación in situ. Cabe subrayar, de acuerdo con el INE (2008) que esta modalidad promueve la conservación de los agroecosistemas y sus recursos fitogenéticos en el sitio en que se han desarrollado por los agricultores o campesinos. Además, se precisa que al interior de dicho proceso serán siempre de interés las prácticas tradicionales que preservan y mejoran constantemente la variabilidad genética.

Finalmente los resultados encontrados, así como los ilustrados con varios estudios, en diferentes épocas y con diferentes métodos de clasificación de maíces criollos, muestran que existe una amplia diversidad territorial y la misma podría ser explicada como la expresión de las necesidades especificas en los diversos intereses de manejo entre familias, hacia las diferentes poblaciones de criollos. Por tanto, la diversidad de criollos se puede interpretar como la consecuencia de lógicas de manejo avocadas a diferentes poblaciones dentro de los mismos sistemas parcelarios, así como en el mosaico de parcelas cercanas, bajo circunstancias espaciales y culturales que contribuyen a explicar su variabilidad al interior de una raza local, así como los traslapes entre las razas o variedades que manejan en forma individual y territorial los agricultores. Un reconocimiento sencillo de sus introgresiones o traslapes es posible ilustrarlo con los maíces "pintos", en los cuales, con las mezclas de granos de diferentes colores en las mazorcas, los agricultores muestran la persistencia de sus estrategias de apropiación, manejo y búsqueda autónoma de opciones ante sus circunstancias diversas.

El producto del conjunto de iniciativas familiares de manejo para mantener las características de ciertas poblaciones o razas de criollos, las cuales a su vez coexisten y coevolucionan íntimamente con iniciativas de experimentación empírica de cruzas de materiales nos ilustran la existencia de dinámicas complejas -particulares espacial y temporalmente- y por tanto, nos advierten sobre las limitaciones posibles de las iniciativas exógenas para su tipificación y clasificación única, considerando que típicamente son estáticas al sustentarse en características de accesiones obtenidas en un momento específico. Sea que valoran e integran insuficiente información territorial sobre las tendencias locales, de las razas o criollos y sobre las lógicas de manejo de las mismas, las cuales se encuentran insertas bajo modalidades cambiantes e impredecibles, en su caso como complejos sistemas genéticos territoriales en permanencia y cambio.

 

Análisis comparativo entre Palmeño y Olotillo

El estudio fue realizado considerando que entre la mayoría de los agricultores ambos criollos se reportaron como los más frecuentes, durante diferentes etapas de su vida y hasta la actualidad. En el Cuadro 4 se muestra la caracterización de las poblaciones de Palmeño y Olotillo, con base en las mazorcas entregadas para el concurso por cada agricultor.

El análisis comparativo entre Palmeño y Olotillo para 11 variables muestra: 1) las dos poblaciones de maíces criollos son diferentes estadísticamente para un total de 10 variables, siendo estas: número de hileras, promedio de granos por hilera, granos por mazorca, pudrición de mazorca, longitud de mazorca fresca, peso de mazorca seca, peso total grano seco, peso promedio de un grano seco, peso del olote y diámetro del olote; y 2) los maíces no son diferentes respecto a la variable porciento de llenado de la mazorca, lo cual nos cuestiona sobre sus causas. De acuerdo con dicho método y las variables de comparación utilizadas los criollos Palmeño y Olotillo son diferentes.

Con base en las variables del seguimiento de los sistemas de cultivo parcelarios en las tres comunidades, se comparan diversas características de Palmeño y Olotillo. Como resultado se registró que existen diferencias estadísticamente significativas para 80% de las 24 variables evaluadas. Por su parte, las variables estadísticamente iguales fueron: porcentaje de llenado de mazorca, porcentaje de daño de gusano elotero, longitud del olote y grosor de un grano (Cuadro 5). Además, en el trabajo pionero de Wellhausen et al. 1951, las mazorcas de Olotillo se tipificaron como: largas, delgadas, cilíndricas, olote flexible, ocho a diez hileras, color en la parte media del olote ausente, granos muy anchos de espesor mediano, endospermo generalmente suave y blanco, entre otros. En consecuencia, se aprecia que la caracterización realizada aporta y abunda para mejorar su tipificación actual.

 

Aspectos sobre la dinámica compleja de reproducción de un criollo local: caso del Olotillo

Con la finalidad de contribuir a ilustrar los mecanismos y causas de la diversidad cambiante al interior de una misma raza, según diferentes circunstancias y decisiones de los agricultores, se muestra el análisis comparativo entre tres grupos de maíz Olotillo: 1) El grupo "Colecta" contiene datos obtenidos durante el muestreo de campo para el seguimiento de diferentes parcelas o sistemas de cultivo, entre agricultores y comunidades; 2) El grupo "Participante" comprende datos del conjunto de muestras que participaron en el concurso y no fueron seleccionadas como finalistas; y 3) El grupo "Finalista" comprende al conjunto de las cinco muestras seleccionadas como finalistas por el jurado por ser representativas de la raza.

Considerando las clases de las variables longitud de la mazorca y peso del grano de la misma, en la Figura 1 se muestran comportamientos con sensibles diferencias entre los grupos de poblaciones de Olotillo de la región de estudio. Las diferencias registradas se consideran atribuibles a diversas circunstancias culturales y ecológicas. Así, por ejemplo, el conjunto de mazorcas de las colectas "Participantes" en el concurso, constituyeron el prototipo idealizado y generalizado de la raza entre la totalidad del colectivo de los agricultores, teniendo en cuenta que fueron muestras de mazorcas seleccionadas con sus criterios individuales, entre un gran número de las mismas localizadas en los sitios de almacenamiento postcosecha, sea de la pila o troje existente en casa. Por su parte, la clase de "Finalistas" podría considerarse como el modelo del prototipo territorial de la raza Olotillo, valorando como argumento que fueron "reconocidas" y en su caso "certificadas en forma participativa", con base en los criterios colectivos del jurado y legitimados por el conjunto de los participantes, considerando que no hubo desacuerdos, y sí consenso. Finalmente, el grupo "Colecta" representa la amplitud de la diversidad en su estado viviente y recreado en la actualidad, inserta en dinámicas colectivas y circunstancias de recreación y tendencia, como expresión concreta de la interacción agricultores-medio ambiente, bajo circunstancias de sistemas de cultivo específicos. En términos generales, se observa que en el ámbito de los comportamientos de las tres clases de poblaciones, en general el prototipo Finalista tiende a ser sensiblemente de mayor longitud de mazorca y con mayor peso de grano por mazorca.

Con fines comparativos y con el objetivo de documentar el supuesto referido a la relatividad de las caracterizaciones morfológicas, se seleccionaron variables comunes con el estudio de Wellhausen et al. (1951) el cual mostró que cuatro de las variables evaluadas en esta investigación registraron valores inferiores, las cuales fueron: longitud de la mazorca -25.9%, longitud del grano -19.7%, anchura del grano -12.0 y diámetro olote -6.2%. Las variables con valores superiores fueron: espesor del grano +15.3%, número de hileras + 9.5% y diámetro de la mazorca +5.3% (Cuadro 6).

El comparativo entre el muestreo de sistemas de cultivo en condiciones de campo "Colecta", con las muestras de mazorcas seleccionadas como finalistas durante el concurso, muestra en general que, de 11 variables evaluadas, ocho presentaron diferencias significativas: promedio de granos por hilera, granos por mazorca, porcentaje de llenado de la mazorca, pudrición de mazorca, longitud de mazorca fresca, peso de mazorca seca, peso seco de grano y peso del olote. Las variables estadísticamente iguales fueron: el número de hileras, peso promedio de un grano seco y diámetro del olote (Cuadro 7).

El agrupamiento de la totalidad de criollos participantes en el concurso, con todas sus muestras y la totalidad de variables utilizadas para su caracterización, utilizando el método de análisis de componentes principales, muestra su distribución de manera muy heterogénea entre los diferentes grupos, según su dispersión proyectada en los ejes principales 1 y 2 (Figura 2).

El resultado del agrupamiento muestra ocho grupos, entre los cuales hay dos grandes y otros más pequeños, algunos formados por una sola muestra de un tipo de maíz criollo. En un primer grupo (I) compuesto de 15 muestras, se registraron 11 denominadas Palmeño, de las cuales cuatro fueron finalistas; así como tres denominados Olotillo (dos finalistas). Además, se registró una muestra del criollo denominado "Toro", como variante extrema por su mayor longitud y peso de mazorca y grano. En el segundo grupo (II) entre las 13 muestras: 1) siete fueron de Palmeño, pero únicamente una fue finalista; 2) cinco fueron de Olotillo, entre ellas dos fueron finalistas, 3) se incorpora una de las dos muestras, que se registró en el concurso con la denominación de "Costeño". El tercer grupo formado por dos muestras: un Palmeño participante y el otro Costeño, por su mayor número de hileras con mayor número de granos, pero el tamaño del grano de mediano a pequeño. El cuarto grupo estuvo constituido únicamente por un Olotillo finalista con el de menor número de hileras, olote delgado, grano grande pero peso de mazorca y de grano bajo; esta muestra ejemplifica la amplitud de criterios y, en su caso, la imprecisión de los mismos, teniendo en cuenta que fue finalista y reconocida como ejemplar de la raza por jueces y el colectivo de participantes. El quinto grupo estuvo integrado por el denominado "Pozolera" de mazorca y grano de mayor dimensión. El sexto grupo, establecido por una muestra de Olotillo de la clase "Participante", y el denominado "Zapalote-conejito".

A pesar de no encontrar con esta técnica de clasificación y caracterización diferencias contundentes entre las diferentes razas, el método permitió agrupar numerosas muestras, quizá poblaciones similares, y registrar la existencia de otras diferentes; corroborando en parte la complejidad y diversidad de criterios y resultados en la selección y reproducción de sus poblaciones nativas de maíces. Al respecto, se reporta en una investigación experimental que maíces originarios de un mismo territorio, que son cultivados en condiciones ambientales diferentes, presentan cambios en su comportamiento fenológico y morfológico (Pecina et al., 2009). Cambios que son posiblemente más intensos y dinámicos bajo las presiones de las necesidades y circunstancias de los propios agricultores.

 

Conclusiones

La diversidad de poblaciones nativas de maíz o "criollos" en la región de estudio en la Costa Chica de Guerrero han sido insuficientemente identificadas y caracterizadas en varios trabajos.

Los agricultores utilizan poblaciones nativas de maíces que han existido territorialmente durante varias generaciones, las cuales son bienes patrimoniales familiares y de propiedad social.

La investigación contribuyó a la identificación de poblaciones nativas de maíces, así como a la cuantificación de un número reducido de características.

Las poblaciones conocidas como Palmeño y Olotillo tienden a ser diferentes estadísticamente.

Los registros diferenciados de dos variables de Olotillo contribuyen a cuestionar la diversidad de criterios y de resultados entre los agricultores, respecto a la diversidad de sus poblaciones de maíces, así como de los criterios para la selección de sus semillas.

La diversidad de maíces, la amplitud de criterios entre los agricultores, la diferencia estadística entre dos poblaciones nativas y la mezcla de poblaciones de criollos mediante el método de agrupamiento utilizado, evidencian las limitaciones del trabajo y de los instrumentos utilizados para profundizar en el análisis del sistema complejo de poblaciones de maíces en interacción dinámica con la sociedad local.

 

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