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Agricultura, sociedad y desarrollo

versión impresa ISSN 1870-5472

agric. soc. desarro vol.10 no.4 Texcoco oct./dic. 2013

 

Caracterización y análisis de los sistemas de terrazas agrícolas en el Valle de Toluca, México

 

Characterization and analysis of agricultural terrace systems in Valle de Toluca, Mexico

 

José M. Pérez-Sánchez*, José I. Juan-Pérez

 

Posgrado en Ciencias Ambientales. Facultad de Química. Universidad Autónoma del Estado de México. Paseo Colón esq. Paseo Tollocan S/N, Toluca. 50120. (jmps9@yahoo.com.mx) (jupi5802@uaemex.mx)

* Autor responsable

 

Recibido: julio, 2013.
Aprobado: septiembre, 2013.

 

Resumen

Este trabajo tuvo como objetivo documentar, caracterizar y analizar los componentes, función e importancia de los sistemas de terrazas agrícolas en cinco comunidades del Valle de Toluca, con el propósito de conocer la distribución geográfica y situación actual de estos sistemas mesoamericanos. En la investigación se utilizaron métodos antropológicos, como el etnográfico, recorridos de área, entrevistas y observación directa, además del uso de GPS. Los datos obtenidos se representaron cartográficamente a través del software Arc Map 10, lo que permitió hacer un análisis espacial de estos sistemas. Los resultados obtenidos muestran diferencias entre los componentes de las terrazas de las cinco comunidades. Las más destacadas son la forma de construcción de los muros, la presencia o ausencia de zanjas, la existencia de vegetación arbustiva y arbórea, y el cultivo de maíz. El acervo cultural y el conocimiento del ambiente por parte de los campesinos coadyuvan al manejo del suelo, agua, vegetación y las condiciones topográficas, para producir alimentos destinados a la subsistencia familiar y para los mercados nacionales.

Palabras clave: ambiente, campesinos, cultivos, terrazas agrícolas.

 

Abstract

This study had the objective of documenting, characterizing and analyzing the components, function and importance of agricultural terrace systems in five communities of Valle de Toluca, with the purpose of understanding the geographic distribution and current situation of these Mesoamerican systems. Anthropological methods were used for the research, such as ethnography, visits to the area, interviews and direct observation, in addition to the use of GPS. The data obtained were represented in cartography through the use of the Arc Map 10 software, which allowed making a spatial analysis of these systems. The results obtained show differences in the components of terraces from the five communities. The most outstanding are the way walls are built, the presence or absence of ditches, the existence of shrub and tree vegetation, and maize cultivation. The cultural heritage and environmental knowledge of peasants contributes to the soil, water and plant management, as do the topographic conditions, to produce food destined for family subsistence and national markets.

Key words: environment, peasants, crops, agricultural terraces.

 

Introducción

El valle de Toluca es una región importante para los estudios arqueológicos, históricos y contemporáneos acerca de los asentamientos humanos, el manejo de los recursos lacustres, la disputa por la tierra, el cambio en el modo de vida de los habitantes, el impacto del desarrollo industrial, las políticas hidráulicas, la desecación de las lagunas de Lerma, y el impacto ambiental (Sugiura Yamamo-to, 1998; Iracheta Cenecorta, 1998; López Montes, 2012). Por su parte, Albores Zárate (1995), García Sánchez (2008) y Molina Hampshire (2009) enfatizan el análisis en torno a las actividades económicas de la gente y su relación con las lagunas de Lerma, como los tipos de asentamientos humanos, el comercio, la caza, la pesca, la recolección o el modo de vida lacustre. Otros estudios documentan la presencia de sistemas agrícolas en pendientes del volcán Nevado de Toluca y Sierra de las Cruces, destacando la agricultura de temporal permanente con cultivos de cereales y leguminosas (Whitmore, 2003; Candeau Dufat y Franco Maass, 2007).

Bajo la perspectiva geográfica sobre la dinámica y las condiciones de vida de la población de localidades (36 en total) del Parque Nacional Nevado de Toluca, Candeau y Franco (2007) elaboran una clasificación por tipos de localidad y su interrelación con determinados geo-sistemas: agricultura de temporal permanente con cultivo de cereales y leguminosas, áreas urbanas e industriales, vegetación secundaria de matorral inerme y bosques de coníferas. Los resultados de su investigación son importantes porque en las regiones Norte y Este la interacción entre las localidades y sus ecosistemas han generado un grado de deterioro ambiental alto y máximo, y es en estos espacios geográficos donde existen algunos tipos de terrazas que pueden coadyuvar a mitigar los procesos erosivos del suelo.

Los estudios de sistemas agrícolas documentan la historia del control del agua, formas de organización sociopolítica, la tecnología de riego, el mercado, el mejoramiento de las plantas, y la intensificación del uso del suelo y los tipos de asentamientos humanos (Geertz, 1963; Palerm, 1980; Donkin, 1979; Doolittle, 2004). En este sentido, desde la perspectiva de la teoría de la sociedad oriental de Karl Wittfogel, Palerm (1980) analiza el tipo de organización sociopolítica para el control del agua en las obras hidráulicas del valle de México para la época prehispánica. También, Palerm y Wolf (1980) documentaron la importancia de la organización para el control del riego en Texcoco, ya que éste permitía integrar cierto número de comunidades o áreas pobladas.

En cuanto a la agricultura mesoamericana se han identificado cuatro tipos de sistemas de cultivo indígena: roza, barbecho, intensivo de secano y humedad y riego, cada uno con determinados subtipos y variaciones (Palerm, 1992). Esta tipología está sustentada en las formas de uso y control del agua y suelo, y cada uno se adapta a las condiciones del medio geográfico en que se desarrolla. Rojas Rabiela (2013) considera que el trabajo manual en la agricultura dio origen a diversas técnicas y estrategias de manejo agrícola, mismos que permitieron un aumento progresivo en su capacidad productiva, y los agrupa en sistemas de temporal extensivo, sistemas de temporal de mediana intensidad, sistemas intensivos con labranza del suelo y sistemas especiales.

El sistema agrícola intensivo secano se desarrolla en las tierras frías del Altiplano Central Mexicano. Los sistemas intensivos tienen las siguientes cualidades: a) permiten que el suelo se cultive anualmente; b) no presentan desmonte, excepto cuando se quiere abrir nuevas tierras para cultivo; c) la labranza del suelo es intensa y constante; d) requiere de más cuidados en la siembra, re-siembra y escarda; e) se realiza rotación deliberada de cultivos; f) el suelo se fertiliza con abono natural, abonos verdes o productos químicos; g) la cosecha se coloca en silos o graneros especiales; h) las condiciones climáticas de la tierra fría permiten sólo una cosecha anual. Este sistema intensivo presenta una variedad de técnicas y tipos como calmil, terrazas y bancales (Palerm, 1992; Aguilar et al, 2007).

Las características generales de las terrazas agrícolas son: a) controlan la erosión del suelo; b) representan un método de cultivo típico del sistema de riego; c) se encuentran en condiciones de secano y tienen el efecto de proporcionar fertilidad al suelo sin emplear fertilizantes químicos. La construcción de terrazas modificó el paisaje montañoso y se les encuentra en laderas (Rojas Rabiela, 2007).

Para Palerm (1992), las terrazas son construcciones con paredes de sostén de roca o adobe; son estrechas y se encuentran en laderas. También considera que los bancales1 son otra técnica del sistema intensivo de secano y se emplean cuando el suelo es retenido mediante setos (cercos, bordes); son anchos y se localizan en pendientes suaves. Las terrazas y bancales tienen el efecto secundario de retener el agua de lluvia y permiten la acumulación de cierta cantidad de tierra de aluvión, que posteriormente se distribuye sobre el terreno para incrementar su fertilidad. La labranza del suelo está asociada con el uso de estiércol, abonos verdes y fertilizantes químicos, rotación y cultivos mixtos.

En México, algunos estudios de terrazas que se han realizado en Tlaxcala (Leroy Patrick, 1977; Bilbao, 1979; Mountjoy, 1985; González Jácome, 1992) enfatizan la relación de la geografía, la agroecología y la ecología con el manejo del suelo y el agua, además del análisis del impacto de las estrategias modernas en la agricultura. Estos estudios consideran la importancia del manejo de las terrazas en el control de la erosión del suelo y el manejo del agua y la humedad de la tierra para el desarrollo de cultivos como maíz (Zea mays), frijol (Phaseolus spp.) y calabaza (Cucúrbita spp.).

En algunas comunidades de Tlaxcala, los sistemas de terrazas agrícolas han sido asociados con otra técnica conocida regionalmente con el nombre de metepantle2, la cual se caracteriza por su amplitud y la presencia de magueyes (Agave atrovirens) en los bordes, zanjas y cajetes3 (Leroy, 1977; Bilbao, 1979; Mountjoy, 1985; González, 1992; Rojas, 2007; Pérez, 2012). Sin embargo, la diferencia entre las terrazas y "metepantles" radica en los componentes estructurales; es decir, las terrazas tienen un muro vertical construido con rocas o tierra y, en algunos casos, presentan zanjas adyacentes al muro. En tanto, los "metepantles" son construcciones con un borde de tierra y de manera adyacente pueden tener una zanja o "cajetes"; este sistema se caracteriza por la planta de maguey a lo largo del borde, permitiendo así detener el suelo (Aguilar et al., 2007; Pérez, 2012). Los bancales y "metepantles" son considerados semiterrazas (Leroy, 1977; Whitmore y Turner II, 1992); la diferencia entre ambas técnicas radica más en el nombre que en su estructura, donde el suelo es retenido mediante bordes y en la base del muro de contención presenta una zanja.

En el continente americano existen registros acerca del sistema de terrazas agrícolas. Al respecto, Donkin (1979) hace un estudio geográfico y etno-histórico de la distribución de terrazas agrícolas en el Altiplano Central Mexicano y en diferentes lugares, como el valle de Teotihuacán, el valle del Río Tula, la cuenca de Toluca y el sur del piedemonte de la Mesa Central (Tenancingo, Coatepec, Tepoztlán, Ozumba-Chimalhuacán-San Miguel Atlauta, Tochimilco-Atlixco), al Este en la cuenca de Puebla-Tlaxcala; al Oriente del piedemonte de la Mesa Central y al Oeste de la meseta central en las tierras altas y la cuenca del Balsas-Tepalcatepec; la cuenca del lago de Pátzcuaro y el valle del Río Chilchota.

En tanto, Whitmore y Turner II (1992) mencionan que en la Mesa Central hay cultivos en sistemas de terrazas y sostienen que en las partes altas y bajas de laderas se adaptaron "metepantles"; es decir, formas de semiterrazas que preservaban el suelo y retienen humedad. Whitmore (2003) confirma la presencia de terrazas en el valle de México y en las pendientes circundantes a los valle de Toluca, Tlaxcala y Puebla. En el valle de Toluca, Donkin (1979) identificó sistemas de terrazas en la comunidad de Calixtlahuaca (Toluca) y en ambientes rurales de los municipios de Tenancingo y Coatepec Harinas (sur del Estado de México).

 

Materiales y Métodos

La investigación se desarrolló en la cuenca alta del valle de Toluca, ubicada en el Altiplano Central Mexicano, donde se origina uno de los sistemas fluviales más importantes de México: el Lerma-Santiago. La investigación comprendió tres fases: 1) revisión de literatura relacionada con los sistemas de terrazas agrícolas en el valle de Toluca; 2) trabajo de campo, uso del equipo GPS y registro de coordenadas geográficas; y 3) procesamiento de información y uso de software para representación cartográfica.

Respecto a la literatura consultada sobre el tema, el trabajo del arqueólogo García Payón (1979) acerca de la zona arqueológica de Tecaxic-Calixtlahuaca menciona cierta cronología en el uso de las terrazas en el cerro Tenismo. En este sentido, el estudio interdisciplinario a cargo de Smith (2006) hace una descripción geográfica de las terrazas en la zona arqueológica de Calixtlahuaca. Para el caso de Ocoyoacac y las comunidades de Zacamulpa-Tlalmimilolpan y San Francisco Xochicuautla no hay información que documente las terrazas, por lo que se realizó su caracterización. De Santa María Jajalpa hay dos estudios que abordan la situación de la horticultura (Bobadilla et al., 2010; López, 2012) en la planicie aluvial y su relación con la productividad y el proceso de desecación de la laguna de Almoloya del Río. El trabajo de Medina Alegría (2010) describe el ciclo agrícola de diferentes cultivos del sistema de temporal.

La segunda fase de la investigación consistió en la realización de cuatro recorridos exploratorios, la selección de cinco espacios geográficos, y la identificación y caracterización de 35 sistemas de terrazas agrícolas. El primer recorrido se realizó al Sur del valle de Toluca, donde se seleccionó la comunidad de Santa María Jajalpa, municipio de Tenango del Valle, por ser uno de los lugares más representativos con agricultura de laderas. El segundo recorrido fue al Oriente en la cabecera municipal de Ocoyoacac; se le eligió por la importancia arqueológica del lugar y su sistema de terrazas. El tercero fue al Noreste del municipio de Lerma (estribaciones de la Sierra de las Cruces); se seleccionaron dos comunidades de origen otomí, Zacamulpa-Tlalmimilolpan y San Francisco Xochicuautla, donde existen procesos de cambio de usos de suelo de forestal a agrícola y el cuarto en la Sierra Morelos, en los cerros La Teresona, San Marcos y Tenismo del municipio de Toluca, donde se seleccionó la comunidad de Calixtlahuaca, ya que en ésta se han realizado análisis arqueológicos y geográficos de terrazas que datan de la época prehispánica.

Durante esta fase se utilizó el método etnográfico, la observación directa para la descripción del paisaje y el sistema de terrazas. Se realizaron entrevistas a siete informantes clave para obtener información de los elementos que conforman las terrazas, la vegetación utilizada, los cultivos principales, el destino de la producción y la organización social para el trabajo agrícola, así como el uso del GPS para registrar en campo las coordenadas geográficas de los espacios agrícolas (terrazas). En la tercera fase el uso del software Arc Map 10 fue trascendental para el procesamiento, análisis y representación cartográfica de la información geográfica recopilada en campo.

El Valle de Toluca

El área de estudio comprende la Cuenca Alta del Valle de Toluca, que está delimitada al Este y Sureste por la Sierra de las Cruces, y al Oeste y Suroeste por el volcán Nevado de Toluca o Xinantécatl, cuyas características morfológicas, hidrográficas, climáticas y de vegetación permiten el desarrollo de diferentes tipos de agricultura, como de temporal y de riego, tanto en el relieve de montaña como en el pie de monte.

Los terrenos montañosos se caracterizan por su altitud relativa, que se presentan en distancias cortas y laderas heterogéneas respecto a longitud, geometría y orientación. La Sierra de Las Cruces contiene laderas con una inclinación superior a los 45 grados y funge como límite estructural, geográfico o hidrológico entre la cuenca de México y el valle de Toluca (García Palomo et al., 2008). En la porción Oriente, el volcán Xinantécatl se une a la Sierra de Tenango, los cerros de Jalatlaco y la Sierra del Ajusco (Gobierno del Estado de México, 2010). Al Norte de la ciudad de Toluca también sobresale la Sierra Morelos, en cuya porción norte hay terrazas agrícolas. El Alto Lerma tiene una altitud superior a los 3000 msnm. Las zonas montañosas más importantes se ubican entre los 2600 y 3700 msnm. Presenta diferentes zonas escarpadas o laderas, lo que permite contar con cierto tipo de rocas, suelos, vegetación y clima, donde se desarrolla la agricultura de temporal en diferentes variaciones altimétricas (Juan Pérez et al., 2009).

La región de estudio presenta tres sistemas de topoformas. El primero es la planicie aluvial y residual lacustre, y se ubica entre los 2580 y 2700 msnm; comprende una extensión de 1000 km2. El segundo es una franja de lomeríos con altitudes entre los 2600 y 2750 msnm, con una extensión de 500 km2. Los lomeríos tienen pendientes suaves y moderadas que son interrumpidas por barrancas; este sistema ha tenido un proceso acelerado de deforestación y erosión del suelo. El tercer sistema es la zona de serranía y alcanza una altitud superior a los 2750 msnm; presenta estructuras volcánicas y accidentadas con pendientes abruptas y barrancas profundas (Sugiura, 1998; García, 2008).

De acuerdo con Juan Pérez et al. (2009), los tres tipos de clima que predominan en el valle de Toluca son: templado subhúmedo con lluvias en verano C(w2), peculiar en la planicie; semifrío subhúmedo con verano fresco largo Cb'(w2), predominante en zonas de montaña, a partir de los 2900 msnm; y frío con lluvias en verano, característico de alta montaña, entre los 4000 y 4680 msnm, en las partes más altas del Nevado de Toluca. Por las características fisiográficas (sierras y volcanes) del valle de Toluca, en este espacio geográfico existen varios ríos; uno de los más importantes es el Lerma (Gobierno del Estado de México, 2010).

 

Resultados y Discusión

Terrazas en el valle de Toluca

Tomando en cuenta la clasificación de Donkin (1979), y de acuerdo con los recorridos de campo, el sistema agrícola intensivo de secano de terrazas se localiza en la zona montañosa, entre los 2,600 y 3,000 mnsm. Los principales sistemas de terrazas agrícolas están ubicados en los siguientes espacios geográficos (Figura 1):

A. Sierra de las Cruces:

• Temoaya: Jiquipilco el Viejo, Enthaví, San Pedro Arriba.

• Villa Cuauhtemoc: San Mateo Capulhuac, Santa Ana Jilotzongo,

• Xonacatlán: San Miguel Mimiapan.

• Lerma: Santa María Tlalmimilolpan, San Lorenzo Huitzizilapan, Zacamulpa-Tlalmimilol-pan, La Concepción Xochicuacutla, San Francisco Xochicuautla.

• Ocoyoacac: Colonia la Piedra, Colonia el Bellotal, San Jerónimo Acazulco, San Pedro Atla-pulco.

• Capulhuac: San Miguel Almaya,

• Xalatlaco.

• Santiago Tianguistenco: Coamilpa de Juárez, Santiago Tilapa, San Nicolás Coatepec.

B. Volcán Nevado de Toluca

• Tenango del Valle: Santa María Jajalpa, San Bartolomé Atlatlahuca, Santa Cruz Pueblo Nuevo,San Miguel Balderas, San Francisco Putla.

• Toluca: Santiago Tlacotepec, San Juan Tilapa.

• Zinacantepec: Ojo de Agua, Santa María del Monte.

C. Toluca

• Calixtlahuaca, Tecaxic, Santiago Tlaxomulco, San Mateo Oxtotitlán, San Marcos Yachihuacaltepec.

Calixtlahuaca

Calixtlahuaca se localiza a nueve kilómetros al Norte de la ciudad de Toluca. El asentamiento urbano se ubica en la ladera Norte del cerro Tenismo. Por los estudios arqueológicos en Calixtlahuaca, se sabe que las terrazas fueron construidas considerando las condiciones topográficas del terreno, tanto en la llanura como en los cerros, y aprovechando los desniveles donde los antiguos pobladores construyeron sus habitaciones. El arqueólogo García Payón (1979) realizó excavaciones en la zona arqueológica y describe los efectos que ocasionaban las lluvias torrenciales sobre el suelo del cerro Tenismo; por ejemplo, los antiguos habitantes tenían que abandonar sus terrenos y rehabilitarlos acarreando tierra del valle para conformarlos y poder establecer cultivos y viviendas.

Para la construcción de las terrazas la población modificó la superficie del terreno, agregando una pared protectora (muros) en forma de talud. Del material desprendido de las paredes conformaron la superficie de los terrenos (García Payón, 1979; Smith, 2006). Debido a los efectos de la lluvia en las terrazas, éstas se reconstruían anualmente subiendo tierra de la planicie para conformar nuevamente la superficie de la terraza (García Payón, 1979). Las terrazas de Calixtlahuaca son construcciones artificiales y datan de mediados y fines del periodo Posclásico (9501521 dC). Con el transcurso del tiempo y debido al abandono del pueblo de Calixtlahuaca a principios del siglo XVI4, las terrazas agrícolas fueron destruidas por la erosión y deslave del suelo. Fue hasta mediados del siglo XIX cuando los campesinos iniciaron nuevamente el cultivo en las terrazas y actualmente cultivan maíz.

En Calixtlahuaca se han identificado dos tipos de terrazas: (1) las que están formadas por un muro de contención vertical construido con rocas y una superficie plana de cultivo; y (2) los "metepantles" que, a diferencia de las terrazas, no tienen un muro vertical, sino un borde de tierra con una hilera de magueyes. En la parte baja del borde tiene una zanja de donde se obtuvo tierra para su conformación, la cual permite drenar el exceso de agua hacia los lados (Frederik y Borejsza, 2006). Los dos tipos anteriores se distribuyen a lo largo de las laderas del cerro Tenismo, las cuales se han modificado por "el terraceado, la construcción de viviendas y otras actividades humanas recientes y antiguas" (Smith, 2006:34).

Los arqueólogos Charles D. Frederik y Aleksan-der Borejsza (2006) identificaron tres zonas altitudinales en el cerro Tenismo: 1ª) La ladera baja (26502700 msnm) tiene una pendiente suave y está ubicada desde el fondo del valle hasta el museo de la actual zona arqueológica; existen cárcavas y barranquillas. Al Norte de esta zona se asienta el pueblo de Calixtlahuaca. 2a) La ladera media (2,700-2,800 msnm) abarca desde la altura del museo arqueológico hasta donde la pendiente es más abrupta. 3a) La ladera alta (2800-2900 msnm) incluye la parte alta del cerro Tenismo. Las características de las terrazas agrícolas de acuerdo con las zonas altitudinales anteriores son las siguientes:

Ladera baja: En tiempos prehispánicos las terrazas no abarcaron esta zona, actualmente se construyeron algunos "metepantles". Entre la planicie de inundación (cauce del río Tejalpa) y el cerro Tenismo hay una superficie ancha y llana que los separa y donde pasa la carretera Calixtlahuaca - Tecaxic (Frederik y Borejsza, 2006). En tiempos recientes esta planicie ha sido urbanizada, pero existen algunas áreas para la agricultura. En esta ladera las terrazas no son significativas; sin embargo, hay algunas áreas destinadas a la agricultura y al pastoreo de animales domésticos.

Ladera media: Ahí está ubicada la zona arqueológica y es donde se han conservado diferentes terrazas. Toda la ladera media se encuentra terraceada y conserva el mayor número de terrazas (Frederik y Borejsza, 2006). Se registraron nueve terrazas, las cuales presentan diferencias en su estructura. El ancho de los terrenos comprende entre 10 y 30 metros; el largo oscila entre 20 y 90 metros aproximadamente. Una de las características importantes de las terrazas son los muros de contención, los cuales pueden ser de dos tipos, el primero presenta la combinación de tierra con rocas en su construcción, y el segundo es todo de roca. Los muros también pueden estar presentes a lo ancho y largo de las terrazas. La altura de los muros es de 1 a 2 metros, aproximadamente.

Otra característica es la vegetación que tienen los muros. Las plantas predominantes son: maguey, jarilla (Baccharis salicifolia), ciprés (Pinus spp.), encino (Quercus spp.), tejocote (Crataegus mexicana), durazno (Prunus persica), capulín (Prunus capuli), hierba del cáncer (Cuphea aequipetala Cav) y estafiate (Artemisa ludoviciana). Las plantas ubicadas a lo largo de los bordes de las terrazas funcionan como soporte de los muros, evitando el derrumbe de los mismos; también contribuyen con materia orgánica (hojarasca) al suelo, sirven como lindero entre los terrenos, en tanto que los árboles conforman cortinas rompe vientos para protección de los cultivos.

Otro componente de las terrazas son las zanjas; seis tienen zanjas y su función es retener humedad y contener materia orgánica. Además, son útiles para desviar el exceso de agua hacia las orillas o barrancas durante la época de lluvias. Las zanjas están ubicadas entre el muro o borde de contención y el área de cultivo. En algunas terrazas las zanjas se llegan percibir y otras no tienen, debido a que las terrazas no son cultivadas con frecuencia y generalmente son cubiertas con diversas especies de gramíneas. El principal cultivo en las terrazas es maíz (Zea mayz) y se intercala con haba (Vicia faba), frijol (Phaseolus vulgaris L.) y calabaza (Cucurbita spp.).

Ladera alta: En esta zona las terrazas abarcan la cima del cerro y se prolongan hacia el Cerro de San Marcos. En esta ladera las terrazas son más angostas a diferencia de las de la ladera media (Frederik y Borejsza, 2006). Tienen entre 10 y 80 metros de longitud, y de 8 a 10 metros de amplitud. Presentan muros construidos con rocas y tierra, algunos están destruidos. La altura oscila entre 1.5 y 2 metros. La vegetación presente en los muros son maguey, tejocote y capulín. Algunos terrenos tienen zanjas que posiblemente fueron construidas con rocas, ya que hay indicios de muros destruidos. A diferencia de las terrazas de la ladera media, en esta ladera hay dos cultivos principales: maíz y magueyes.

Ocoyoacac

Las terrazas de Ocoyoacac se ubican en las laderas occidentales de la Sierra de las Cruces en el área de influencia de la zona industrial del municipio y la carretera de cuota México-Toluca. Las terrazas agrícolas se ubican junto a la zona arqueológica de Ocoyoacac, también conocida como Tlalcozpan o Los Dorantes.

Durante el periodo Clásico (200-900 dC) el sitio fue un centro cívico-ceremonial, cuya población era de origen otomí. Por las características del asentamiento prehispánico, el ambiente local ofreció las condiciones idóneas para la subsistencia de los habitantes; por ejemplo, la planicie aluvial proporcionaba productos lacustres. Los lomeríos se utilizaron para el cultivo de maíz, calabaza y frijol; en la zona de bosque obtenían recursos maderables, y practicaban la caza y la recolección (Guía zona arqueológica "Ocoyoacac" s/f).

El conjunto de terrazas en Ocoyoacac se encuentra en dos zonas: la agrícola y la de asentamientos humanos en las colonias La Piedra y El Bellotal al Norte de la cabecera municipal. En la zona urbana, las terrazas tienen muro vertical construido con rocas, cuyas dimensiones son de 1 a 2 metros de altura y una longitud de 30 a 50 metros, aproximadamente. La vegetación contenida en los muros son maguey, nopal (Opuntia spp.), tepozán (Buddleja cordata), tejocote, capulín y jarilla (Baccharis salicifolia). El cultivo más importante en estas terrazas es el maíz.

El segundo tipo de terrazas se ubica al Suroeste de la zona arqueológica, en la ladera que inicia a los 2650 msnm (conjunto arqueológico) y continúa hacia el extremo Sur, hasta una altitud de 2590 msnm (Figura 2). En este rango altitudinal se registraron cuatro terrazas abandonadas y destruidas, y seis donde se cultiva con maíz. Las terrazas están distribuidas por toda la ladera y se caracterizan por tener muros de rocas que permiten detener el suelo. En la ladera Oriente, junto a la zona arqueológica hay terrazas con muros de rocas destruidos con plantas de maguey y tejocote y no se cultivan. Las dimensiones de estas terrazas son de 2 metros de ancho por 30 metros de largo, aproximadamente.

Las seis terrazas cultivadas se ubican al Norte, junto a la carretera de cuota y la zona arqueológica, cuyos muros de contención están conservados. Tienen dimensiones entre 10 y 30 metros de ancho y de 30 a 70 metros de largo, aproximadamente. La altura de los muros fluctúa entre 0.60 y 2 metros, aproximadamente. Éstos se caracterizan por la presencia de árboles de encino, capulín, tejocote, tepozán, maguey y jarilla. En toda la ladera hay tres zanjas entre las terrazas, cuya función es desviar el exceso de agua en la temporada de lluvias.

Como parte de la organización para el trabajo, la participación de la familia campesina es importante durante las actividades de siembra y cosecha. Para realizar los trabajos agrícolas de barbecho y escarda emplean una yunta. Junto con su familia, el propietario del terreno lleva a cabo la siembra, el deshierbe y la aplicación de abono. Una de las actividades en la que participan los demás integrantes de la familia es la cosecha. La producción agrícola coadyuva a la subsistencia familiar y se comparte con otros miembros de la misma. Una parte de la producción de maíz es utilizada en la preparación de alimentos para su venta local. El abandono de las terrazas se debe a que los integrantes de la familia campesina dedican su tiempo a otras actividades de tipo urbano, entre las que destaca la industria de la construcción (albañilería) y el comercio.

Santa María Jajalpa

Al Sur del valle de Toluca se encuentra la comunidad de Santa María Jajalpa, perteneciente al municipio de Tenango del Valle. Tiene una altitud promedio de 2624 msnm, se localiza a 5 kilómetros al Oriente de la cabecera municipal. Los tipos de tenencia de la tierra que predominan son ejidal, comunal y propiedad privada; incluye tierras de riego y secano intensivo en la zona de la planicie. El asentamiento humano está establecido en la ladera baja de la loma San Joaquín y al Norte del Cerro Xihutépetl (Medina, 2010). El sistema intensivo de secano en Jajalpa corresponde más al tipo de terrazas con muro de tierra y se desarrolla en laderas entre los 2600 y 2900 msnm. En la cima de la loma San Joaquín hay bosque de pino, donde el uso del suelo está cambiando de forestal a agrícola.

El paisaje rural lo integran la planicie aluvial, lomeríos, barrancas y cerros. Las terrazas están ubicadas en las laderas del cerro Xihutépetl. Los componentes del sistema son: a) bordes que están construidos con tierra, tienen plantas de capulín, tejocote, tepozán y zacatón (Sporobolus indicus). Las funciones de los bordes son retener el suelo y delimitar milpas y terrenos; b) zanjas. Estas estructuras fungen como linderos de los terrenos y están junto a la base de los bordes. Las zanjas permiten conducir el agua de lluvia hacia las barrancas; esto con la finalidad de mitigar procesos erosivos y proteger las plantas cultivadas (Figura 3). De las cinco terrazas que se documentaron, una no tiene zanja ni vegetación en el borde, lo que ha ocasionado la formación de hondonadas en el terreno de cultivo.

Previamente a la temporada de siembra, los campesinos limpian las zanjas con pala y la tierra que obtienen puede ser devuelta al terreno. Las plantas silvestres que han crecido en el interior de la zanja son cortadas y colocadas en los bordes de los terrenos, esto con el propósito de agregar materia orgánica al suelo. De manera adyacente a los bordes hay árboles de capulín, tejocote, tepozán, jarilla y chicalote, los cuales son utilizados como soporte de los mismos y para mejorar las condiciones de fertilidad del suelo.

En Santa María Jajalpa los principales cultivos son maíz blanco, maíz negro, maíz cacahuacintle, calabaza, chícharo (Pisum sativum), frijol, haba y zanahoria (Daucus carota). Estos cultivos pueden ser intercalados, por ejemplo, maíz y haba. Una de las prácticas agrícola que realizan los campesinos es colocar las cañas secas del maíz sobre el terreno para que sean integradas al suelo; también aplican estiércol como abono natural y fertilizantes químicos.

La organización para el trabajo es responsabilidad de los miembros de la familia campesina, quienes se dedican a cultivar la tierra y en algunos casos contratan uno o dos peones para la siembra y cosecha (Medina, 2010). La producción obtenida de maíz, calabaza, haba y chícharo, tiene dos destinos; el primero es para el consumo familiar y el segundo es comercial y se destina a los mercados regionales de Toluca, Tenango del Valle, Metepec, Santiago Tianguistenco, Tenancingo y la Ciudad de México. De acuerdo con Medina (2010), el dinero obtenido por la venta de los productos agrícolas cultivados complementa los ingresos obtenidos por la comercialización de hortalizas producidas en la planicie, las actividades en la industria de la construcción y el comercio de otras mercancías.

Zacamulpa-Tlalmimilolpan y San Francisco Xochicuautla

En las estribaciones de la Sierra de las Cruces, las laderas del volcán La Verónica y al Noreste de la cabecera municipal de Lerma, se localizan las comunidades otomíes de Zacamulpa Tlalmimilolpan y San Francisco Xochicuautla. Se asientan a una altitud de 2,700 msnm en donde predominan bosques de pino-encino. Estas comunidades se ubican en el área de influencia de la zona industrial Lerma-Toluca y de los mercados regionales de Toluca Xonacatlán y Santiago Tianguistenco. El sistema de terrazas está distribuido en los ambientes rurales de las dos comunidades, donde el régimen de tenencia de la tierra es ejidal y comunal. El sistema de terrazas agrícolas se ubica entre los 2700 y 3000 msnm, muy cerca de la zona de bosque.

En las laderas del volcán La Verónica se asienta la comunidad de San Francisco Xochicuautla; en sus pendientes hay terrazas con muros de tierra, cuyas características son las siguientes: a) muros verticales de contención construidos con tierra, con o sin vegetación (no tienen zanjas); b) el principal cultivo es el maíz blanco y maíz negro. La vegetación existente en los muros son magueyes, capulines y jarillas. El trabajo para la siembra lo realizan los miembros de la familia campesina. La producción de la cosecha complementa la subsistencia familiar.

En las partes altas de las laderas (2900-3000 m) se registró una terraza cuyo muro de contención tiene una altura de 1.50 a 2 metros, aproximadamente. Éste contiene magueyes, pinos, eucaliptos (Eucalyptus spp.), tepozanes, capulines y duraznos, los cuales sirven como soporte del mismo, así como para controlar los impactos de los procesos erosivos del suelo. De las diez terrazas estudiadas, ocho no tienen zanjas en la base de los muros, lo que impide captar agua de lluvia y retener humedad para los cultivos.

En el Cuadro 1 se muestran los componentes geográficos y biológicos, condiciones ambientales, aspectos socioculturales y uso actual de 30 sistemas de terrazas agrícolas que se registraron en el valle de Toluca.

Las características geográficas del valle de Toluca (ubicación geográfica, altitud, pendiente en el terreno y uso del suelo) tienen implicaciones en la forma de construcción de las terrazas. La altitud y la pendiente son dos factores geográficos asociados con la construcción de estos sistemas y, por lo tanto, para el manejo y protección de los cultivos (principalmente de las condiciones climáticas presentes en los ambientes de alta montaña). En promedio, las 35 terrazas están ubicadas entre los 2600 y 3000 msnm, y tienen pendientes que oscilan entre 10° y 20°. En estas condiciones geográficas, los campesinos han acondicionado bordes, muros y zanjas para el manejo de cultivos.

Las terrazas de Calixtlahuaca y Ocoyoacac presentan pendientes entre 15° y 20°, por lo que es importante la formación de muros con rocas y tierra y el establecimiento de plantas, con el propósito de prevenir y mitigar procesos erosivos y, de esta manera, conservar el suelo y la humedad. En cambio, las terrazas construidas en Zacamulpa Tlalmimilopan, donde la pendiente es de 10°, los muros presentan escasa vegetación, tanto arbustiva como arbórea. Para el caso de Santa María Jajalpa, en una de las terrazas el muro no tiene vegetación para soporte del mismo ni dispone de zanja, factores que están incidiendo en procesos de erosión y en la formación de cárcavas.

En las terrazas de los cinco espacios geográficos del valle de Toluca, la presencia de zanjas es fundamental para la captación de agua y la retención de humedad, factores importantes para el manejo de los cultivos y, por consiguiente, para obtener suficiente producción de alimentos para las familias campesinas. Esto es similar con lo que han documentado Bilbao (1979), Mountjoy (1985), González (1992) y Pérez (2012) para el caso de Tlaxcala, donde los campesinos hacen uso de zanjas, "cajetes" y depósitos de agua para captar agua de lluvia y aportar mayor retención de humedad al terreno, sobre todo porque ayudan a mitigar los impactos de la erosión del suelo.

Las terrazas son ecosistemas agrícolas importantes en el Altiplano Central Mexicano, cuyos componentes bióticos y abióticos están en interacción con otros componentes socioculturales, como las técnicas para conservación de suelo y agua, los tipos de cultivo, el uso de plantas silvestres, el manejo de los árboles forestales y frutales, la organización social para el trabajo, y el uso de productos para la subsistencia familiar.

En las cinco comunidades de estudio, la caracterización y el análisis de las terrazas agrícolas permitieron comprender que estos sistemas prehispánicos son un ejemplo real del conocimiento y el manejo de los componentes físicos y biológicos del ambiente por parte de los campesinos, pues independientemente de representar estrategias agroecológicas para la producción de alimentos, se fomenta la conservación del suelo, la humedad y la vegetación silvestre. Un elemento importante para el establecimiento de cultivos en las terrazas del valle de Toluca es el manejo del agua de lluvia, pues en estas comunidades no existe infraestructura hidráulica para el riego, situación contraria a lo documentado por Palerm y Wolf (1980) en las terrazas agrícolas del municipio de Texcoco, donde existe infraestructura hidráulica para el riego de cultivos.

 

Conclusiones

Desde el punto de vista geográfico fue posible documentar que los sistemas de terrazas agrícolas están distribuidos espacialmente en ambientes de lomeríos y laderas de alta montaña, donde la altitud y las condiciones topográficas del terreno, asociadas con el conocimiento tradicional campesino, condicionan el establecimiento de los componentes físicos y biológicos de estos sistemas.

A partir de los datos etnográficos de los cinco estudios de caso, fue posible identificar dos tipos de terrazas; aquellas que tienen muro vertical de roca y tierra y las que tienen muros o bordes de tierra. En ambos tipos de estructuras, los principales componentes de estos sistemas son: espacio agrícola, muro o borde de contención, zanjas junto a la base del muro, vegetación silvestre y cultivos. Independientemente de la diversidad de plantas que se establecen en las terrazas agrícolas, el cultivo más significativo es el maíz.

Las terrazas de Calixtlahuaca y las de Ocoyoacac fueron construidas desde la época prehispánica, como lo refieren los estudios documentales y arqueológicos; sin embargo, no siempre fueron cultivadas, ya que hubo interrupciones en su manejo y producción debido a fenómenos políticos, demográficos, económicos y ambientales.

En el manejo de los componentes físicos y biológicos del ambiente, se refleja el conocimiento campesino para la producción agrícola de uno de los cultivos más importantes para la alimentación del pueblo mexicano: el maíz. En Santa María Jajalpa y Zacamulpa-Tlalmimilopan la presencia de bosques permite a los campesinos la apertura de espacios forestales para la construcción de sistemas agrícolas de terrazas; sin embargo, esta práctica no es sustentable, ya que al ocupar áreas de bosque para el establecimiento de estos sistemas, ocurren procesos de cambio de uso del suelo (de forestal a agrícola), trayendo consigo, impactos ambientales y ecológicos que, a mediano y largo plazo, pueden influir en las condiciones de vida de los asentamientos humanos del valle de Toluca, situación que representa un reto para las familias campesinas porque la producción de alimentos no debe estar siempre asociada con el deterioro del ambiente.

Los sistemas de terrazas agrícolas en el valle de Toluca representan una estrategia que puede ser sustentable y fomentar el desarrollo local, en virtud de que en éstos ocurren procesos e interacciones ecológicas entre los componentes físicos, biológicos y socioculturales. Mediante la aplicación de principios geográficos ecológicos, ambientales y agroecológicos, es posible fomentar la sustentabilidad de estos sistemas, siempre y cuando se apliquen métodos y técnicas agroecológicas eficientes que permitan el manejo integral de todos los componentes del sistema. Desde las familias campesinas de México, ya que siempre son éstas las menos favorecidas.

 

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Notas

1El diccionario de la Real Academia Española define bancal de la siguiente manera: "En las sierras y terrenos [con] pendientes, rellano de tierra que natural o artificialmente se forma, y que se aprovecha para algún cultivo".

2De acuerdo con el Diccionario del Náhuatl en el español de México (2009), "metepantle" es un término náhuatl mepancle: hilera de magueyes que separan terrenos. De Mepantli. Metl: maguey y pantli, hilera de magueyes.

3Los "cajetes" son construcciones en forma de paralelepípedo que se construyen junto a los bordes o muros de contención de las terrazas o "metepantles"; tienen la función de captar agua, limo, materia orgánica y humedad; además controlan derrumbes de terrazas (Bilbao, 1979).

4Calixtlahuaca estaba sujeto a los Tenochcas. Según García Payón (1979), Moctezuma Xocoyotzin mandó incendiar el pueblo para dar fin a las constantes rebeliones de sus habitantes.

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