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Agricultura, sociedad y desarrollo

versión impresa ISSN 1870-5472

agric. soc. desarro vol.12 no.1 Texcoco ene./mar. 2015

 

Desarrollo de las mujeres en la ciencia y la investigación en México: un campo por cultivar

 

Women's development in science and research in México: a field to be cultivated

 

Angélica Mendieta-Ramírez

 

Benemérita Universidad Autónoma de Puebla-México. (angelicamendietaramirez@yahoo.com.mx).* Autor responsable.

 

Recibido: diciembre, 2014.
Aprobado: enero, 2015.

 

Resumen

El crecimiento de la participación de las mujeres mexicanas en la ciencia y la investigación del país es una realidad que debería conducir al establecimiento de programas que contribuyan a generar condiciones favorables para su desarrollo desde un enfoque de colaboración y empatía con sus necesidades específicas. De esta manera, y mediante una metodología cualitativa no experimental, basada en la investigación documental de los informes generados por la Academia de la Investigación Científica, el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y las iniciativas gubernamentales plasmadas en el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 y el Programa Sectorial de Educación 2013-2018, así como su expresión en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Lo anterior conduce a integrar una visión del estado actual de las mujeres en la ciencia y la investigación que permitirá proponer el horizonte hacia el que se podría dirigir este grupo de mexicanas en un campo de investigación aún por cultivar.

Palabras clave: ciencia, investigacion, mujeres, México, SNI.

 

Abstract

The increase in Mexican women's participation in the country's science and research field is a reality that should lead to the establishment of programs that contribute to generating favorable conditions for their development, stemming from an approach of collaboration and empathy with their specific needs. Thus, this study was carried out using a qualitative non-experimental methodology based on document research of reports generated by the Scientific Research Academia, the National Researchers System (Sistema Nacional de Investigadores, SNI) and government initiatives set out in the National Development Plan 2013-2018 and the Sectorial Education Program 2013-2018, as well as their expression at the Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. This allows integrating a view of the current state of women in science and research that will allow suggesting the horizon towards which this group of Mexican women could move, in a research field yet to be cultivated.

Key words: science, research, women, México, SNI.

 

Introducción

El presente trabajo tuvo como objetivo investigar el estado que guarda la participación de las mujeres científicas e investigadoras en México, a fin de proponer acciones que consoliden su desarrollo como promotoras del conocimiento e impulsoras de la innovación tecnológica del país. Además, se busca identificar los linderos de un campo de estudio en el que se genere información oportuna para la construcción de un conocimiento que permita sugerir políticas públicas, reformas legales y programas educativos capaces de potenciar su intervención en la investigación científica del país.

La primera sección de este trabajo presenta los datos que aportan organismos y programas dedicados a fomentar la investigación científica y tecnológica del país, tales como la Academia Mexicana de las Ciencias, el Programa de Mujeres en la Ciencia y el SNI. Por otra parte, se presentará la participación de las mujeres investigadoras de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).

A partir de ahí será factible definir los rasgos y el contorno de la situación que priva en el ámbito de la investigación científica nacional para identificar sus áreas de oportunidad y sus limitaciones.

En la segunda sección se revisa brevemente la forma en que se expresa, en el discurso público del Gobierno Federal mexicano, la necesidad de producir condiciones apropiadas para el establecimiento de una cultura de género incluyente mediante el cual sea transitable el camino hacia su pleno reconocimiento y respeto. A través de la lectura del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 y el Programa Sectorial de Educación 2013-2018 se analizan las iniciativas gubernamentales tendientes al fortalecimiento de la equidad de género y la transversalidad de su discurso en los ámbitos social, educativo, científico y cultural de México.

Para concluir, se presentan los trazos generales del horizonte que podrían alcanzar los estudios y las acciones afirmativas de género en el campo específico de las mujeres investigadoras mexicanas.

 

Las mujeres investigadoras en México

De acuerdo con la información que aportan los organismos e instancias mexicanas dedicadas a gestionar la investigación científica y tecnológica, en México tenemos una población de investigadoras científicas por debajo de lo que cabría esperar, si consideramos el número de personas de sexo femenino que existen en el país y la proporción de ellas que se dedican a tareas de investigación. Estos datos se deben ligar con la información nacional respecto a la proporción de mujeres que participan en educación superior como un habilitador básico para la constitución de un cuerpo de investigadoras cada vez más significativo y representativo de la población femenina nacional, según el Censo de Población de 2010 y los escenarios de crecimiento poblacional establecidos por el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI).

Según el INEGI (2014), y conforme al Censo de 2010, de los 114 millones 255 mil 555 habitantes que había en ese momento en México, 58 millones 453 mil 636 eran mujeres. En 2014 se estimaba que de los 119 millones 713 mil 203 habitantes, 61 millones 277 mil 304 eran mujeres. Es evidente que desde 2010 se marca una clara tendencia demográfica hacia la feminización de la población mexicana.

Por otra parte, según informa la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior de la República Mexicana, A.C. (ANUIES), la composición de la matrícula en las instituciones de educación superior (públicas y privadas) era la siguiente: en el ciclo escolar 2011-2012, el número de estudiantes de sexo femenino era de 1 627 817, frente a 1 672 431 del masculino; es decir, que en 2012, 49.32 % de la matrícula de educación superior nacional estaba compuesta por mujeres (ANUIES, 2012). Este dato resulta relevante si se considera que el acceso a la educación superior para las mujeres es un habilitador clave para el futuro de la investigación porque para ser investigador lo usual es que se cursen estudios de pregrado y posgrado en alguna institución de educación superior. Así, en la medida en que más mujeres ingresan a cursar estudios superiores en universidades e instituciones de educación superior, en ese mismo sentido se esperaría que accedan o estén en condiciones de acceder a la investigación como forma de vida.

No obstante, el crecimiento demográfico de la población femenina en México no se corresponde con la proporción de mujeres investigadoras registradas en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI). En su fundación, en 1984, el SNI tenía 1,386 miembros, de los cuales 283 eran mujeres; es decir, 20.41% de los investigadores nacionales con los que se fundó el sistema eran mujeres. Treinta años después, en 2014, el total de miembros del SNI es de 21,359 investigadores y de ellos 7444 son mujeres que representan 34.85 % del total de investigadores nacionales. Dicho de otro modo, en treinta años de existencia del SNI el crecimiento fue de apenas 14.44%, lo que implica un crecimiento anual de 0.48 %. (Figura 1).

En 1984 los investigadores nacionales de sexo masculino eran 1,103, mientras que en 2014 son 13 915. Pasaron de ser 79.6 % de los miembros del SNI en 1984, a 65.15 % en 2014. Sin embargo, en términos absolutos su crecimiento fue de 92.07% con respecto al total de investigadores nacionales de sexo masculino que había en 1984. Si ese aumento se divide entre los treinta años de historia del SIN, se evidencia un crecimiento anual de 3.069 %, superior en casi dos puntos porcentuales a 0.48 % anual de las mujeres en el SNI (Sistema Nacional de Investigadores, 2014).

En la Figura 2 se muestran las seis entidades de la República Mexicana con mayor porcentaje de investigadores nacionales:

En el caso del estado de Puebla, del total de investigadores reconocidos por el SNI, 65.4% corresponde a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y el resto colaboran en otras instituciones de educación superior públicas y particulares. Por otra parte, el número de mujeres investigadoras en el SNI que colaboran en la BUAP es de 470, mientras que en el año 2010 eran 297.

De ese grupo de investigadoras nacionales adscritas a la BUAP, 19.1 % son Candidatas, 56 % se ubica en el Nivel I; 17 % en el Nivel II; y 7.7 % en el Nivel III. A nivel nacional esta distribución es muy semejante y se expresa como sigue: 19% son Candidatas; 54.2 %, Nivel I; 17 %, Nivel II; y 8.5 %, Nivel III.

La BUAP ha consolidado un sistema interno de reconocimiento de sus investigadores a través del Padrón de Investigadores de la Vicerrectoría de Investigación y Estudios de Posgrado, en el que participan 707 miembros, de los cuales 281 son mujeres; es decir, que 39.74 % de los académicos registrados en dicho padrón pertenecen al sexo femenino.

Por otro lado, la Academia Mexicana de Ciencias declara que en 2014 contaba con 2499 miembros; de ellos, solo 587 son mujeres, lo que significa que 23.48 % de los miembros de dicho organismo son mujeres distribuidas de la siguiente manera: 168 en el área de Ciencias Exactas; 209 en Ciencias Naturales; 83 en Ciencias Sociales; y 127 en Humanidades (Academia Mexicana de Ciencias, 2014).

Es interesante observar la forma en que se manifiesta la presencia de las mujeres en la investigación nacional, ya que representan, en casi todas las fuentes hasta ahora consultadas, la tercera parte de la investigación que se produce en el país. De ahí su importancia estratégica para el desarrollo nacional.

 

Género e Investigación: El Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 y el Programa Sectorial de Educación 2013-2018

El enfoque transversal titulado "México con Educación de Calidad" propone, en las líneas de acción de la Estrategia III denominada "Perspectiva de Género", lo siguiente (Gobierno de la República, 2013):

Incentivar la participación de las mujeres en todas las áreas del conocimiento, en particular en las relacionadas con las ciencias y la investigación.

Incluso, entre sus indicadores de evaluación establece el Índice de Desigualdad de Género (IDG), que busca reflejar la desventaja de las mujeres en tres dimensiones: salud reproductiva, empoderamiento y mercado laboral. Estas dimensiones se miden a través de cinco indicadores (Gobierno de la República, 2013):

1. Tasa de mortalidad materna.

2. Tasa de fecundidad adolescente.

3. Mujeres y hombres con al menos educación secundaria completa.

4. Participación de mujeres y hombres en escaños parlamentarios.

5. Tasa de participación de mujeres y hombres en la fuerza laboral.

Conviene aclarar que el IDG fue diseñado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y se calcula de forma bienal. Cabría sugerir la posibilidad de enriquecer este índice con la incorporación de la tasa de participación de mujeres y hombres en el SNI porque esto permitiría una mayor coherencia entre el Eje Transversal de "Equidad de Género" y el IDG aplicado para evaluar su desarrollo y alcances.

Asimismo, el Programa Sectorial de Educación 2013-2018 enuncia el compromiso descrito en la Estrategia Transversal 3 "Igualdad de oportunidades y no discriminación contra las mujeres" y la Estrategia 2 que dice: "Impulsar la perspectiva de género y de derechos humanos en los procesos de planeación y evaluación del sector educativo" (Secretaría de Educación Pública, 2013). Este documento establece la línea de acción 6.3.3 que dice: "Impulsar acciones afirmativas en becas de posgrados para la integración de mujeres en carreras científicas y tecnológicas".

Más adelante, en la línea de acción 6.5.1, propone:

Apoyar a investigadoras e investigadores recién doctorados para que logren su inserción laboral en las instituciones generadoras de conocimiento del país.

Por último, en la Línea de Acción 1 de la Estrategia 2, la SEP se compromete a:

Impulsar en todos los niveles educativos el acceso y permanencia de las mujeres en el Sistema Educativo, así como la conclusión oportuna de sus estudios. Las Subsecretarías de Educación Básica, de Educación Media Superior y de Educación Superior y los órganos desconcentrados impulsarán acciones afirmativas que permitan reducir las brechas de desigualdad entre mujeres y hombres en el acceso, permanencia y conclusión de los estudios.

 

Perspectivas de desarrollo para la equidad de género en la investigación

Como se puede colegir de los datos que aportan las dos secciones anteriores, la condición actual de las mujeres investigadoras mexicanas las sitúa en un momento y espacio de oportunidad para transformar los paradigmas que han limitado su crecimiento hasta el momento. No obstante los avances registrados a lo largo de 30 años de existencia del Sistema Nacional de Investigadores, existen prácticas que limitan el crecimiento de las mujeres como investigadoras; de acuerdo con lo que declaran aquellas que han sido consultadas, entre esas prácticas se encuentran:

1) Acoso laboral por parte de funcionarios e investigadores.

2) Falta de integración de redes de apoyo para la defensa de los derechos que les asisten a las mujeres investigadoras.

3) Carencia de protocolos para la atención de casos de discriminación por razones de género en contextos académicos y de investigación.

4) Ausencia de grupos representativos de mujeres en los Comités de Dictaminación del CONACYT.

5) Limitaciones familiares que inducen a las investigadoras a abandonar sus carreras por privilegiar su vida y sus compromisos familiares.

6) Falta de mecanismos de apoyo para las mujeres investigadoras en etapa de gestación.

7) Criterios no escritos de exclusión de las mujeres investigadoras de procesos de toma de decisiones en los institutos y centros de investigación a los que están adscritas.

8) Mecanismos de discriminación por motivos de género para intervenir en comités editoriales, de arbitraje y científicos de revistas académicas con altos niveles de impacto.

9) Poca representación de las mujeres en algunas áreas del conocimiento, situación que dificulta su participación significativa en los órganos de decisión de las políticas públicas y programas institucionales para la ciencia y el desarrollo.

10) Ausencia de programas institucionales, sociales y gubernamentales que den visibilidad al trabajo de investigación producido por las mujeres.

 

Conclusiones

Con base en el reconocimiento de estas prácticas será posible perfilar algunas perspectivas de desarrollo para las mujeres investigadoras nacionales. Se formulan las siguientes propuestas:

• Desarrollar líneas de acción que fortalezcan la formación de recursos humanos para la investigación desde un enfoque transversal y de equidad de género.

• Proponer protocolos jurídicos para el tratamiento de denuncias realizadas por mujeres investigadoras con respecto a prácticas discriminatorias o de acoso laboral, efectuadas por personas o instituciones.

• Establecer, de manera organizada, acuerdos y convenios de colaboración con las instancias públicas y privadas que promueven la investigación científica y tecnológica.

• Reconocer las características y necesidades específicas de las mujeres investigadoras como madres de familia desde un enfoque de bienestar subjetivo.

• Establecer indicadores de evaluación, como el Índice de Desigualdad de Género (IDG), para que las instituciones y los programas de investigación incorporen la perspectiva de la equidad de género como parte de sus criterios básicos de calidad.

Finalmente, será necesario realizar una segunda investigación que permita conocer la visión de las investigadoras con respecto a las siguientes preguntas:

1. ¿Cuáles son las aportaciones de las mujeres investigadoras al área de conocimiento a la que pertenecen?

2. ¿Qué problemas enfrentan las mujeres en su actividad como investigadoras?

3. ¿Qué propuestas fortalecerían la participación y visibilidad de las mujeres en su actividad como investigadoras?

4. ¿Cuáles son los retos de las mujeres para su ingreso, permanencia y promoción en el Sistema Nacional de Investigadores?

Sistematizar las respuestas de las investigadoras a estas cuatro preguntas facilitará la comprensión de los escenarios en los que podría derivar la acción organizada de las mujeres en este campo sensible y estratégico del desarrollo nacional. En palabras de Alfred North Whitehead (1957): "Todas las revoluciones intelectuales que alguna vez impulsaron a la humanidad a la grandeza han sido protestas apasionadas contra las ideas inertes" o, mejor aún, como escribió Rosario Castellanos (1950), nuestra Rosario: "La crítica, no obstante, es impracticable si no se tiene una base sólida, un punto seguro desde el cual partir. Y para establecer este punto no queda más remedio que recurrir a la propia tentativa, a la propia labor, al propio hallazgo" (Castellanos, 1950).

 

Literatura Citada

Academia Mexicana de las Ciencias. 2014. Estadísticas de la membresía recuperadas el 8 de noviembre de 2014 en el sitio: http://www.amc.unam.mx.         [ Links ]

ANUIES (Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior). 2012. Anuario Estadístico 2011-2012. México.         [ Links ]

Castellanos, Rosario. 1950. Sobre cultura femenina. Ediciones de América. Revista Antológica, México.         [ Links ]

Gobierno de la República. 2013. Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018. México.         [ Links ]

INEGI (Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática). 2014. Anuario estadístico y geográfico de los Estados Unidos Mexicanos, 2013. México.         [ Links ]

Sistema Nacional de Investigadores. 2014. Datos estadísticos recuperados el 9 de noviembre de 2014 en el sitio: http://www.conacyt.mx/index.php/el-conacyt/sistema-nacional-de-investigadores.         [ Links ]

SEP (Secretaría de Educación Pública). 2013. Programa Sectorial de Educación 2013-2018. México.         [ Links ]

Whitehead, Alfred. 1957. Los fines de la educación, Paidós, Buenos Aires.         [ Links ]

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