Introducción
La leche es uno de los alimentos más completos; contiene gran cantidad de aminoácidos esenciales para la alimentación y por ello la FAO y la UNESCO la han recomendado como alimento indispensable para la nutrición humana, principalmente para los niños (Barrera y Sánchez, 2003).
La producción lechera nacional en 2015 fue de 11 millones 395 mil litros, con un valor de 66 970 millones de pesos. La producción de leche aporta 54 % del valor total de la producción pecuaria, siendo Jalisco el líder lechero, con una aportación de 16.8 % del valor nacional. El consumo de leche fluida en México es significativamente menor al de Estados Unidos; sin embargo, el consumo per cápita de leche descremada en polvo es dos o tres veces mayor, por lo que la producción nacional de leche no satisface la demanda interna. Este hecho se ve reflejado en las grandes importaciones de leche, que en 2015 alcanzaron un valor de 141 millones de litros (SIAP-SAGARPA, 2016). Esta situación genera efectos negativos en la balanza comercial y en la seguridad agroalimentaria mexicana (Mata y Sepúlveda, 2000). De acuerdo con Gottret y colaboradores (2000), la globalización y el libre comercio hicieron que los productores nacionales se enfrentaran a la competencia internacional, obligándolos a realizar ajustes tecnológicos necesarios para lograr su permanencia dentro del sector productivo. Aunado a ello, la productividad de las vacas nacionales se muestra muy por debajo de la correspondiente en los países vecinos del norte. Esa divergencia en productividad es el reflejo de desventajas que consisten principalmente en la diferencia en la estructura de costos y el grado de calidad genética con que están constituidos sus hatos ganaderos; así también, el tamaño de las unidades de producción y finalmente la organización para la comercialización, lo que permite a Estados Unidos y Canadá ser más eficientes.
Por otro lado, a nivel nacional hay grandes diferencias agroecológicas, socioeconómicas y tecnológicas entre sistemas que hacen la producción lechera bastante heterogénea (Hernández et al., 2013). La participación en producción lechera por tipo de sistema fue 50.6 % para el sistema especializado, 21.3 % para el semi-especializado, 18.3 % para el de doble propósito, y 9.8 % para el familiar (SIAP-SAGARPA, 2007).
Jalisco es el mayor productor de leche a nivel nacional y dentro de este la región de Los Altos aporta aproximadamente 19 % de la producción lechera nacional, por lo que es considerada una de las regiones lecheras más importantes del país (SIAP-SAGARPA, 2016), la cual se destaca por su producción de tipo familiar, ya que la mano de obra, la tierra, el agua y el capital provienen del hogar (Cervantes y Álvarez, 2001); sin embargo, a pesar de que la producción de leche es una actividad generalizada, solo los sistemas especializados y semi-especializados son competitivos, pero no así la lechería familiar, ya que no es competitiva, por la tendencia al cambio técnico para la mayor especialización, lo que implica un costo de producción más alto que se compensa con mejor precio del producto (Lara et al., 2003). En el estado la producción promedio en las empresas de tipo familiar es de 6.5 L/vaca/día. En la zona de Los Altos la producción promedio es de 10 L/vaca/día, el tamaño del hato oscila entre 10 y 45 vacas en producción, cuentan con una superficie que va desde 5 hasta 33 ha, y 46 % de los productores son muy rentables y 40 % está clasificado como no rentable (Cervantes y Álvarez, 2001).
En concordancia con opiniones vertidas por Cabrera y colaboradores (2004), aún dentro del sistema de producción familiar existe un alto grado de heterogeneidad entre explotaciones, lo que dificulta la toma de decisiones de carácter transversal. En este sentido se hace necesaria la tipificación de productores.
Los estudios de estratificación o tipología de productores buscan clasificar a las diferentes unidades de producción conforme a criterios preestablecidos para obtener indicadores tanto de orden cualitativo como cuantitativo, que permitan establecer los niveles de diferenciación de los productores (Fraire, 2006).
En conjunto con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Herrera (1998) elaboró una propuesta de trabajo denominada enfoque participativo, la cual busca la colaboración de los actores que permita un conocimiento muy claro en cuanto de las dificultades y los “cuellos de botella” que más afectan su capacidad competitiva. Se compone de tres etapas: 1) identificación de las actividades y actores; 2) tipificación de los actores o su clasificación en categorías homogéneas; y 3) cuantificación de las categorías con base en medidas e indicadores.
Cervantes (2001) estudió la modernización de la ganadería lechera familiar en Los Altos de Jalisco, estableciendo cuatro criterios principales para realizar la tipología de productores: uso o no de inseminación artificial, uso o no de alfalfa para la alimentación del ganado, tipo de ordeño y forma de organización para comercializar la leche. Estas cuatro variables de clasificación le permitieron definir seis categorías de productores.
García-Muñíz et al. (2007) señalan que en la caracterización de agroempresas de lechería familiar en México, la mayoría de los trabajos consideran principalmente el uso de los recursos, los costos de producción y el análisis de los factores que influyen en la competitividad y la rentabilidad de las empresas, de tal forma que las agroempresas de lechería familiar poseen variantes con características distintas dentro del sistema, por lo que pueden ser subdivididas de acuerdo con el nivel tecnológico que presenten (alto, medio y bajo).
Ovando y Córdova (2004) desarrollaron una propuesta metodológica para una política agropecuaria territorialmente diferenciada, la cual consiste en tres elementos principales: 1) tipología de la actividad agropecuaria; 2) análisis regional; y 3) estratos de productores. Esta tiene como finalidad esquematizar diversos escenarios sobre los cuales es posible formular políticas agrícolas de trato diferenciado para inducir su transformación a productores con una actividad agropecuaria competitiva.
Cabrera et al. (2004) propusieron una metodología para la caracterización y tipificación de sistemas ganaderos, basados en la problemática que genera la toma de decisiones de carácter transversal derivada del alto grado de heterogeneidad existente entre las explotaciones ganaderas.
Carrillo (2005) desarrolló una tipología campesina para la identificación de políticas e incentivos, misma que establece tres tipos de productores: de supervivencia, estacionario y excedentario. En ella se toman en cuenta aspectos, tales como la organización de productores, el factor migración, equipos e infraestructura con la que cuentan, superficie terrestre, número de animales, mano de obra, dominio tecnológico, mercados, colectividad en las compras y ventas, y acceso a créditos, entre otros.
En el diagnóstico de la cadena productiva de leche en el estado de Hidalgo, Cuevas et al. (2007) elaboraron una tipología de productores en la cual consideraron cuatro variables tecnológicas: reproducción, sanidad, método de ordeña y alimentación. Encontraron tres niveles tecnológicos: productores con tecnología baja, aquellos que ordeñan de forma manual, utilizan monta natural, no participan en campañas sanitarias y no dan ensilado; productores con tecnología media, aquellos que realizaron al menos una práctica tecnológica; y productores con alta tecnología, aquellos que inseminan, participan en campañas sanitarias, ordeñan de forma mecánica y proporcionan ensilado. También encontraron que el mayor porcentaje de productores de leche en el estado de Hidalgo contó con tecnología media.
Las formas de clasificar antes señaladas permiten diferenciar algunas particularidades que existen en los productores; sin embargo, se considera que para identificar productores con atributos similares y diferenciar grupos focales deben incluirse tanto conceptos de nivel educativo, tecnológico y productivos, por lo que el objetivo del trabajo fue estratificar productores de bovinos lecheros de Los Altos de Jalisco para conocer las características productivas de las agroempresas.
Materiales y Métodos
Se consideró una muestra de 17 productores de leche de la región de Los Altos de Jalisco que contaban con información y que mantienen el registro digitalizado de sus unidades de producción dentro de la plataforma Chapingo-AGROPEC Star (Mariscal y Estrella, 2008).Para la estratificación se consideró la metodología utilizada por la FAO (2005), que consiste en la aplicación de una encuesta, la cual incluye modificaciones realizadas con base en un estudio sobre diagnóstico de la ganadería lechera en Oaxaca por López et al. (2007) y, además, ajustes de acuerdo con la región, tomando en cuenta el trabajo realizado con productores lecheros en la zona de los Altos por García et al. (2007). La encuesta incluyó variables cuantitativas y cualitativas agrupadas en cinco secciones que son: escolaridad, superficie equivalente de riego, bovinos equivalentes, nivel tecnológico y valor de los activos productivos. Se aplicaron ponderadores para cada variable y un ponderador tipo, que es el promedio de los anteriores, de acuerdo con los criterios establecidos y reconocidos por la FAO (2005) Con base en lo anterior se definieron tres estratos: empresarial, transición y de subsistencia.
Las características y ponderadores en las variables se describen a continuación:
Variables utilizadas
Escolaridad (ES): incide en la visión de los productores y de la asimilación de cambios técnicos.
Superficie equivalente de riego (SE): escala de operación del productor basado en la transformación de la superficie de la unidad de producción a hectáreas agrícolas de riego.
Bovinos equivalentes (BE): escala de operación del productor en relación con unidades animales bovinos.
Nivel tecnológico (NT): expresa el nivel de incorporación de elementos técnicos e innovaciones en el manejo de la actividad productiva.
Valor de los activos productivos (VA): magnitud económica del productor basada en el valor de la tierra y animales que posee.
Cálculo de ponderadores
Ponderador tipo
Este ponderador facilitó la homogeneización de productores en diferentes clases. La ecuación para estimar el ponderador tipo (PT) se muestra a continuación:
donde: PES, PSE, PBE, PNT y PVA son ponderadores para escolaridad, superficie equivalente de riego, bovinos equivalentes, nivel tecnológico y valor de los activos productivos, respectivamente. Cuando no se consideraron las especificaciones y los rangos definidos por López et al. (2007), sino los ajustes de acuerdo con la región; entonces los cálculos de los ponderadores se describen en el documento.
Ponderador de escolaridad (PES)
Se determinó considerando los datos de la encuesta aplicada a productores como se especifica en el Cuadro 1.
Ponderador de superficie equivalente de riego (PSE) y ponderador de bovinos equivalentes (PBE)
Las ponderaciones consideradas para el PSE y PBE fueron las utilizadas por López et al. (2007). De acuerdo con COTECOCA (2002), los agostaderos en la región de Los Altos están clasificados como de buena calidad por tener un coeficiente de agostadero de 8.26 ha/UA. Para PBE se incluyen los rangos de bovinos equivalentes y la ponderación correspondiente de acuerdo con las diferentes etapas de desarrollo o tipos de bovinos en unidades animales.
Ponderador de nivel tecnológico (PNT)
Para el nivel tecnológico se consideraron cinco aspectos principales y se le dio una ponderación diferente de acuerdo con su importancia relativa: 10 % índice calidad genética (ICG), 25 % índice de manejo alimenticio (IMA), 25 % índice de manejo reproductivo (IMR), 25 % índice de manejo sanitario (IMS), y 15 % índice de infraestructura y equipo (IIE). La fórmula utilizada para su cálculo fue:
El rango de niveles (0 a 1) para NT, tipos raciales para ICG (dos tipos) y las instalaciones y equipo con que contó cada productor para el IIE se determinaron con base en las especificaciones de López et al. (2007) para dichos índices.
Índice de fuentes de alimentación (IMA)
El IMA indica la fuente de alimentación del ganado bovino a la cual se le asoció un ponderador. Se consideró el nivel tecnológico más bajo, que es cuando el ganado se alimentó de pastos nativos o esquilmos agrícolas sin que se ofreciera suplemento, hasta el caso en que se ofreció alimentación balanceada para cada grupo de edades y estados fisiológicos de los bovinos, como se muestra en el Cuadro 2.
Índice de manejo reproductivo (IMR)
Se tomó en cuenta el método de cruzamiento y el control de eventos reproductivos importantes, como es el diagnóstico de gestación. La ponderación para estas características se muestra en el Cuadro 3.
El cálculo de este índice se realiza con la siguiente ecuación:
Índice de manejo sanitario (IMS)
Se tomaron en cuenta actividades de manejo para la prevención de enfermedades y medidas generales de higiene en las instalaciones que se describen en el Cuadro 4.
El cálculo de este índice se realiza con la siguiente ecuación:
Una vez calculados los ponderadores generales, la asignación de clases contempló tres tipos de productores, como se presenta en el Cuadro 5.
La clasificación realizada propone tres tipos de productores los cuales se presentan en el Cuadro 6, donde se muestran los valores correspondientes a cada una de las variables utilizadas.
Para comparar los promedios de las variables estudiadas entre los tipos de productores encontrados se utilizó la prueba de t de Student, aproximando los grados de libertad mediante el método sugerido por Satterthwaite (1964, citado por Damon y Harvey, 1987).
Resultados y Discusión
Se encontró que 88 % del total (n=15) de los productores son de transición y 12 % (n=2), productores empresariales. A diferencia de una investigación realizada por García et al. (2007), en este trabajo no se encontraron productores de subsistencia. Sin embargo, es importante señalar que el propósito del estudio es la clasificación de los productores, pero de cierta manera se puede considerar como una tendencia el hecho de que no se identificaron productores de subsistencia, lo que coincide con lo reportado por Vázquez-Valencia y Aguilar-Benitez (2010) en la zona de los Altos Sur, y que además señalan que en el país el TLCAN tuvo un efecto negativo directo en el sector, debido a la entrada de leche en polvo y otros derivados lácteos a precios bajos con respecto a los nacionales, por lo que los productores pequeños sufren una fuerte presión competitiva debido a importaciones de leche en polvo, lo cual es un factor que influye en la desaparición de aquellas unidades de producción con nivel tecnológico de subsistencia (Dobson, 2003).
Ponderadores
En promedio, el valor del ponderador total obtenido por los productores en transición fue 0.66, mientras que para los de tipo empresarial fue 0.86, con variabilidad entre productores como se muestra en el Cuadro 7.
Variablez | Transición | Empresarial | ||||||
Prom. | Desv. est. | Mín. | Máx. | Prom. | Desv. est. | Mín. | Máx. | |
PES | 0.37 | 0.27 | 0.25 | 1.00 | 1.00 | 0.00 | 1.00 | 1.00 |
PSE | 0.47 | 0.25 | 0.25 | 1.00 | 0.38 | 0.18 | 0.25 | 0.50 |
PBE | 0.71 | 0.15 | 0.60 | 1.00 | 0.90 | 0.14 | 0.80 | 1.00 |
PNT | 0.77 | 0.10 | 0.60 | 1.00 | 1.00 | 0.00 | 1.00 | 1.00 |
PVA | 0.97 | 0.07 | 0.80 | 1.00 | 1.00 | 0.100 | 1.00 | 1.00 |
Promedio | 0.66 | 0.09 | 0.50 | 0.78 | 0.86 | 0.06 | 0.81 | 0.90 |
zPES: ponderador de escolaridad, PSE: ponderador de superficie equivalente de riego, PBE: ponderador de bovinos equivalentes, PNT: ponderador de nivel tecnológico, PVA: ponderador de valor de los activos productivos.
Al hacer la diferenciación del tipo de productores encontrados en la región de estudio se observó que el promedio de escolaridad de los productores en transición fue de siete años (secundaria), mientras que para los productores de tipo empresarial fue de 16 años, lo cual no coincide con lo reportado por SAGARPA-SDR (2005a) para los productores intermedios de Jalisco, pues identificaron que estos productores tienen una educación a nivel preparatoria. Lo anterior se puede deber a que el trabajo se realizó en una sola región (Los Altos), en tanto que la SAGARPA lo estableció para todo el estado. Allub (2001) menciona que un mayor nivel educativo del agricultor contribuye a reducir el nivel de incertidumbre asociado con la innovación, lo que se traduce en una reducción en el grado de aversión al riesgo, explicando así las diferencias en las tasas de adopción de tecnologías. Pacheco (2006) señala que el mayor nivel educativo puede hacer que un productor tenga mejor disposición para aplicar recomendaciones técnicas que requieren un cierto grado de instrucción. Lo anterior explica porque los productores empresariales tienen una mayor ponderación tecnológica y hacen mayor uso de tecnología.
En cuanto a superficie equivalente de riego, 100 % de los productores posee tierras; de ellos, 73 % de los que están en transición contaron con superficie de uso agrícola o pradera de temporal, 13 % con superficie agrícola o pradera de riego, y 53 % con agostaderos de buena calidad; mientras que los empresariales solo tuvieron superficie agrícola o pradera de temporal y 50 % de ellos solo cuentan con superficie de agostadero. Galindo (2001) señala que en estudios realizados en México y en el extranjero se ha determinado que entre los factores que influyen positivamente en la adopción de innovaciones destaca la superficie cultivada. Cervantes et al. (2001) indican que en la región de Los Altos de Jalisco, 90 % de los productores de lechería familiar posee tierras de cultivo, las cuales se destinan principalmente a la producción de forrajes, lo que revela que la agricultura y la ganadería están estrechamente imbricadas en este sistema de producción. Lo anterior se ajusta a los productores de transición; sin embargo, los ranchos empresariales mantienen a sus animales confinados y utilizan básicamente alimento balanceado para la alimentación de sus animales; el agostadero se utiliza para la crianza de reemplazos, pero no para la alimentación de las vacas en producción. En el Cuadro 8 se presentan datos de escolaridad, superficie equivalente de riego y bovinos equivalentes por tipo de productor.
Variablez | Transicióny | Empresarialy | ||||||
Prom. | Desv. est. | Mín. | Máx. | Prom. | Desv. est. | Mín. | Máx. | |
ES (años) | 7a | 4 | 3 | 16 | 16b | 0 | 16 | 16 |
SER (ha) | 12a | 19 | 1 | 70 | 6b | 4 | 3 | 8 |
BE (cabezas) | 87a | 63 | 35 | 265 | 190b | 121 | 104 | 275 |
zES: escolaridad, SER: superficie equivalente de riego, BE: bovinos equivalentes. yPromedio en la misma hilera y efecto, con distinta literal son diferentes (p≤0.05).
Los productores empresariales fueron estadísticamente diferentes (p≤0.05) en escolaridad y cabezas de ganado, superando a los productores de transición; no así en cuanto a superficie de riego equivalente, pues en dicho caso los productores en transición sobresalieron con respecto a los productores empresariales.
Respecto a la constitución del hato ganadero, dentro de los productores en transición, 33 % contó con semental para ser usado en hembras que no quedan gestantes a través de inseminación artificial; otro 33 % contó con toretes para engorda y 13 % con novillos, en tanto que los productores de tipo empresarial venden lo más pronto posible las crías macho, conservando solo hembras para reemplazo. Estos resultados concuerdan con los presentados por Cervantes (2001), que señala que en la región de Los Altos de Jalisco se cuenta con poco ganado para carne, lo que refleja que los hatos de la región lo destinan principalmente para producción de leche.
Los productores empresariales tuvieron en promedio 123 cabezas totales más de ganado, 77 más vacas en producción, 13 más vaquillas y 39 más crías añojos que los productores en transición (p≤0.05).
Índices formadores del nivel tecnológico
El PNT estuvo formado por índices relacionados directamente con las innovaciones que adoptan los productores. En el Cuadro 9 se presentan los estadísticos descriptivos de los índices formadores del PNT.
Variablez | Transicióny | Empresarialy | ||||||
Prom. | Desv. est. | Mín. | Máx. | Prom. | Desv. est. | Mín. | Máx. | |
ICG | 0.72ª | 0.04 | 0.60 | 0.75 | 0.74ª | 0.00 | 0.74 | 0.74 |
IMA | 0.58ª | 0.15 | 0.25 | 0.75 | 0.88ª | 0.18 | 0.75 | 1.00 |
IMR | 0.84ª | 0.20 | 0.60 | 1.00 | 1.00b | 0.00 | 1.00 | 1.00 |
IMS | 0.71ª | 0.12 | 0.50 | 0.90 | 0.78ª | 0.18 | 0.65 | 0.90 |
IIE | 0.52ª | 0.18 | 0.23 | 0.83 | 0.64a | 0.11 | 0.56 | 0.71 |
zICG: índice de calidad genética, IMA: índice de manejo alimenticio, IMR: índice de manejo reproductivo, IMS: índice de manejo sanitario, IIE: índice de infraestructura y equipo. yPromedio en la misma fila y efecto, con distinta literal son diferentes (p≤0.05).
En cuanto a los componentes del nivel tecnológico, solo se encontraron diferencias estadísticas (p≤0.05) correspondientes al índice de manejo reproductivo, el cual fue menor en los productores de transición que en los de tipo empresarial.
Calidad genética
La composición genética del ganado perteneciente a productores de tipo empresarial estuvo constituida por 98 % de animales de raza Holstein y el resto fueron animales cruzados, en tanto que 33 % de los productores en transición tuvieron hatos ganaderos puros; los hatos del 67 % restante se constituyeron por 90 % de animales de raza Holstein y 10 % de animales cruzados. Las cruzas de animales prevalecientes en los ranchos de los productores entrevistados estuvieron constituidos por animales F1 de raza materna Holstein cruzadas con algunas de las siguientes razas paternas: Suizo Americano, Jersey, Belgian Blue, Cebú y Hereford. SAGARPA-SDRb (2005) reportan únicamente animales de raza Holstein en el municipio de Acatic.
Alimentación
Dentro de los productores en transición, 60 % tiene sistemas semiestabulados, de los cuales 7 % realizó el pastoreo de praderas cultivadas en tiempo de lluvias, proporcionando ensilado o henificado en tiempo de secas más suplementación mineral a lo largo del año; 53 % realizó pastoreo en agostadero, ofreciendo a su ganado forrajes ensilados o henificados, alimento balanceado y suplementación mineral en un sistema semiestabulado; y 40 %, con un sistema estabulado, ofreció a su ganado forraje de corte y alimento balanceado. La mitad de los productores empresariales ofreció a su ganado forraje de corte y alimento balanceado, y el resto una dieta integral balanceada por estado fisiológico y nivel de producción, todos ellos bajo un sistema completamente estabulado.
Manejo reproductivo
Los productores de tipo empresarial utilizaron inseminación artificial para el empadre; 33 % de los productores en transición también recuren a la inseminación artificial y los demás (67 %), además de este método, usaron un semental para monta de las hembras que no quedaron gestantes después de la inseminación artificial. SAGARPA-SDR (2005a) reportan que en el municipio de Acatic, Jalisco, 37.9 % de las empresas rurales realizan inseminación al 100 %. El plan de apareamientos es realizado por un técnico asesor de una empresa reconocida distribuidora de semen, en conjunto con el de cada unidad de producción. Los de la organización de productores son los encargados de realizar la inseminación y en algunos casos son los mismos productores quienes cumplen esa función. Ambos grupos realizaron el diagnóstico de gestación a través de palpación rectal.
Manejo sanitario
Las principales enfermedades que afectaron al ganado, según su orden de importancia, son mastitis, infecciones uterinas, gabarro, enfermedades respiratorias, diarreas, problemas de ojos, anaplasmosis, dermatitis interdigital y tuberculosis. Los encuestados mencionaron que las vacas en ordeña son dadas de baja debido a problemas de mastitis, reproductivos y baja producción; las vacas secas por abortos y problemas al parto; las vaquillas por problemas en el parto; y las becerras y novillonas por diarreas y neumonías. Con el fin de prevenir algunos de estos problemas, los productores realizaron actividades sanitarias como las que se muestran en el Cuadro 10.
De la desinfección de pezones referida en el cuadro anterior, 80 % de los productores en transición lo realiza con sello y presello; el 20 % restante lo hace solo con sello. Toda la población encuestada realiza desparasitación mixta y vacunación contra rinotraqueitis infecciosa bovina (IBR), parainfluenza tipo 3 (PI3), virus respiratorio sincitial bovino (BRSV), diarrea viral bovina (BVD) tipo 1 y 2, leptospira, carbunco sintomático, hemoglobinuria, edema maligno, ántrax, E. coli, etcétera.
Como se puede apreciar, la mastitis es el problema más importante en las agroempresas, lo cual coincide con Correa et al. (2002) y Rabello et al. (2005), quienes señalan que es una de las principales enfermedades presentes en el ganado lechero a nivel mundial que afecta a la industria lechera, pues ocasiona grandes pérdidas económicas a los productores y procesadores de la leche en el mundo, por lo que se considera la enfermedad más costosa en los establos lecheros. Rodríguez (2006) reportó que la mastitis puede causar una reducción en el potencial de producción de leche del ganado de alrededor de 23 %, y que además se podría llegar hasta el extremo de tener que eliminar al animal por baja producción debido al grave daño sufrido en la glándula mamaria. Se ha identificado que una rutina de ordeño adecuada servirá de mucho para prevenir la mastitis clínica y subclínica, ya que es uno de los factores a tomar en cuenta para tener una mayor rentabilidad del rancho.
Infraestructura y equipo
La infraestructura con que cuentan los productores en transición concuerda con el tipo de sistema de producción; 7 % pastoreo, 53 % semiestabulado y 40 % estabulado, así como los productores empresariales cuyos sistemas de producción son completamente estabulados. En su estratificación de productores agropecuarios, Cervantes et al. (2005) reportaron que las instalaciones que predominan en los ranchos ganaderos fueron corral de manejo y tanque para agua, en tanto que el equipo más prevaleciente fue termos para la inseminación y cercos eléctricos.
El Ponderador de Activos Productivos evitó que los productores de transición se incluyeran en un nivel tecnológico menor, pues a pesar de que su adopción de innovaciones fue baja, el valor de sus activos fue alto.
Principal problemática considerada por los productores
La visión general que los productores tienen acerca de los problemas que limitan el desarrollo de sus sistemas de producción se describe a continuación, de acuerdo con su orden de importancia: bajos precios de la leche, necesidad de capital de trabajo, falta de infraestructura y equipo, malas condiciones de los caminos, altos costos de los insumos y medicamentos, problemas de comercialización, contaminación del suelo y agua, insuficiencia de agua y forraje, problemas de administración, técnicas de manejo ineficientes, enfermedades recurrentes, erosión del suelo y pérdida de la vegetación. Como se puede apreciar, la mayoría de los problemas principales que los productores consideran no están relacionados con mayor capacitación para una mejor y eficiente forma de producción, pero sí están relacionados con amenazas que no pueden controlar, por lo que mejorar la productividad de sus empresas a través de un mejor manejo sería una opción relativamente más rápida y efectiva.
Conclusiones
En el grupo de productores participantes no se encontraron agroempresas de subsistencia, solo de transición y empresariales.
Los productores de tipo empresarial contaron con escolaridad a nivel profesional, a diferencia de los productores de transición, cuyo nivel educativo fue muy variable, alcanzando en promedio la primaria terminada.
En las empresas analizadas clasificadas como empresariales fue mayor su disponibilidad para la de adopción de innovaciones relacionadas con el manejo alimenticio, reproductivo y sanitario; asimismo, la cantidad y el valor de los activos productivos con los que cuentan dado por bovinos equivalentes fue más alta, y de manera implícita, por la infraestructura y equipo, mas no así para la superficie equivalente de riego.
En las agroempresas de transición, la mayoría cuenta con superficie para uso agrícola o pradera de temporal, por lo que se caracterizan por tener un sistema estabulado, realizan inseminación artificial, pero además dos tercios de estos cuentan con un toro para las hembras que no quedaron gestantes.
La metodología de estratificación fue adecuada, ya que los componentes considerados permitieron la identificación de los diferentes grupos mediante la valoración ponderada e integral de sus características productivas.