Uno de los principales aportes que brinda un agremiado al campo de la Historia es la reconstrucción de hechos históricos y, si aunado a ello se aborda un estudio biográfico o “historia de vida”, el mérito es doble, tal como lo demuestra el libro de Gabriela Sofía González Mireles, Historia de un comerciante en una época de transición: 1797-1821. Tomás Murphy. La citada investigación tiene por objetivo reconstruir, a través de la geopolítica e historia económica, la vida y trayectoria del comerciante nacido en Málaga, pero de ascendencia irlandesa, Tomás Murphy Porro, personaje visionario en una época de coyuntura histórica, política y económica en Europa y América, escenarios donde tuvo una importante presencia comercial. Todo ello durante un periodo de transformaciones en la conformación de un nuevo orden mundial, el surgimiento de México como país y su ingreso en la economía internacional en las primeras décadas del siglo XIX.

En la introducción de su obra, la autora invita —de manera sutil y con la intención de adentrarnos en la lectura de los cuatro capítulos contenidos en la investigación— a conocer más de cerca la vida de un personaje que, tras su llegada a Veracruz en 1791, inició una brillante carrera como comerciante y agente de consorcios mercantiles internacionales, y que destacó asimismo en la política al fungir como diputado por la Provincia de México durante la consumación de la independencia en nuestro país, y como diplomático en Francia e Inglaterra. Los conocimientos adquiridos en el área financiera y sus relaciones sociales, tanto con las altas esferas del poder real en España como las virreinales en Nueva España, le hicieron un hombre conocido y referido por sus contemporáneos, como alguien destacado en la élite comercial y política novohispana, sobre todo por los negocios desarrollados en los últimos años de dominación española ante la implementación del “comercio neutral”.

Aunado a lo anterior, en el texto se indica que Tomás Murphy fue identificado y referido de manera escrita por personajes como Fray Servando Teresa de Mier, Lucas Alamán, Lorenzo de Zavala y José María Luis Mora, además de otros autores que brindaron pistas sobre algunos pasajes vividos por el comerciante y que fueron útiles, en su momento, para explicar el fenómeno de la crisis financiera española frente a las constantes guerras en Europa y los movimientos independentistas en la América española de inicios del siglo XIX. Aunque sin duda estos autores no debieron ser los únicos en hacer mención del mercader, González Mireles destaca la escasez de datos sobre el biografiado, representando ello un desafío al momento de rastrear la documentación que permitió develar la vida y obra del comerciante nacido en Málaga. A raíz de estos vacíos historiográficos, la autora logró reconstruir la vida y obra de Murphy con fuentes primarias impresas y manuscritas de la época, así como secundarias, tanto generales como especializadas, que dieron como resultado un estudio completo y de gran valor para la historiografía mexicana encaminada a la Historia Económica y la Geopolítica.

A lo largo del libro es posible apreciar que se trató de un personaje destacado, por lo cual la autora decidió, acertadamente, abordarlo como un caso particular que ameritó trabajarse de manera individual; elemento que nos permite, como lectores, concentrarnos en un sujeto que, como se observa en la investigación, gracias a sus antecedentes familiares dentro del sector mercantil y su formación desde muy joven en el gremio, logró expandir sus horizontes comerciales no solo en parte de España y Nueva España, sino también en Jamaica, el este de los Estados Unidos, Inglaterra y algunos países europeos. Igualmente, la autora sustenta en todo el estudio el protagonismo de Tomás Murphy Porro en una “guerra de intereses” donde supo aprovechar: “la debilidad de la monarquía y el contexto bélico, y que jugó un papel preponderante debido a su participación como monopolistas y especuladores financieros del gobierno español, cuyas estrategias y negocios sentaron el precedente de las relaciones de los empresarios con los gobiernos de las nuevas naciones americanas" (p. 14), elementos que, de acuerdo con González Mireles, determinaron el actuar del malagueño.

Es importante reconocer a la autora el incluir un breve pero conciso contexto histórico-económico en España, Inglaterra y Francia que envolvió el nacimiento y desarrollo de Murphy como un destacado comerciante, sin dejar de lado el surgimiento y extensión de las sólidas redes comerciales tejidas por él con comerciantes de otros países, cuidando el elemento geográfico que resulta de gran relevancia para estudiar los puntos donde tuvo presencia el negociante. Las relaciones sociales también fueron de suma importancia y, a pesar de que la autora las resume en algunos pasajes del libro, no profundiza en ellas, lo cual considero muy acertado, puesto que así no distrae la atención del lector, aunque debo sugerir que tan interesante tema se estudie en otra indagatoria.

La obra se conforma por un cuarteto de capítulos distribuidos de manera armónica que facilitan la lectura y comprensión de un tema de mucho interés, aunque al mismo tiempo complejo; la redacción ágil coadyuva a su entendimiento y captura la atención del lector. Así, el capítulo primero, que lleva por título “El tiempo y el espacio de Tomás Murphy”, nos conduce a través de un amplio contexto histórico en la Europa del siglo XVIII exponiendo, en un primer momento, las coyunturas históricas que darían pie a los cambios en la economía mundial y, por consiguiente, novohispana, siendo ellas la Revolución Francesa y la Revolución Industrial, eventos que considero totalmente acertados de incluir para comprender los sucesos que a la postre se desencadenarían a nivel mundial, tocando de manera directa a la Nueva España.

Un poco más adelante, la autora se adentra al proceso de apertura comercial española y la manera en que la familia Murphy resultó favorecida, lo cual abriría su camino al comercio internacional, cuya extensión se detalla en este capítulo, sin descuidar el contexto histórico en las poblaciones donde dicha estirpe estuvo presente, conformando pequeños cosmos de negocios que respondieron a los intereses mundiales de la época por lo que, como apunta la autora: “El universo de Murphy se ubicó en un espacio históricamente construido a partir de la explotación y conquista de los territorios circundantes al océano Atlántico” (p. 61), lo cual ocurrió en un momento histórico caracterizado por una intensa actividad mercantil y conflictos bélicos que definieron a nuevos países en vías de ingreso a la modernidad.

Con respecto al segundo capítulo, “El entramado mercantil en la Nueva España: socios y operaciones (1791-1805)”, González Mireles aporta información importante sobre la familia Murphy, misma que formó parte de una oligarquía comercial emergida de la unión de extranjeros y malagueños, descendiendo el protagonista del estudio de padre irlandés y de madre española. Aunado a ello, la obra presenta tanto la genealogía del comerciante como algunos datos familiares interesantes, entre ellos el destino deparado para sus hermanos y parientes cercanos, donde las relaciones sociales y comerciales imperaron. Los datos presentados permiten esclarecer de mejor manera la vida y obra del mercader malagueño, tema que se liga acertadamente a su arribo y asentamiento en Veracruz, donde fijó su centro de operaciones comerciales asociado con su tío, Pedro Porro, con quien, de acuerdo a lo señalado en el texto, inauguró la “Casa Porro y Murphy”, cuyo periodo de vida osciló entre 1795 y 1800. Con ello inició el “comercio neutral” con resultados muy positivos gracias a tres factores identificados por la autora: la red de negocios establecidos con sus parientes asentados en Estados Unidos, las licencias otorgadas por el virrey José de Azanza Alegría (concuño de Murphy) quien le apoyó en agilizar trámites, y la designación del mercader como comisionado de la Real Caja de Amortización.

Aparte de detallar y desmenuzar esta primera fase comercial de Murphy, donde la autora demuestra un actuar ventajoso que se mantendría durante toda la actividad mercantil del malagueño —pese a algunos incidentes ocurridos durante los viajes hechos por las embarcaciones de su propiedad—, dos temas llamaron mi atención y quedan abiertos a investigaciones posteriores, me refiero al “comercio neutral” y a los “rescates de presas”. El último tópico, en particular, resultó controversial durante el periodo estudiado por González Mireles, lo cual llevó a Tomás Murphy Porro a hacer favores al erario y obtener beneficios con ello, además de relacionarse socialmente con los altos mandos políticos metropolitanos y novohispanos, lo que permitió, como demuestra la autora, servir de intermediario entre la administración española y los nuevos socios internacionales, particularmente cuando había confusión en la aplicación de la legislación mercantil durante los primeros años de la apertura comercial hispana.

Una segunda parte del capítulo aborda la disolución de la sociedad establecida con su tío y la firma del convenio de corporación con Miguel de Cotarro, cuya respectiva casa comercial también rindió buenos dividendos, pese a inevitables conflictos sostenidos con la competencia que apoyaba el monopolio comercial y, por consiguiente, se mostraba reacia al naciente libre comercio. Aquí, es importante notar el impacto que tuvieron las guerras en el mundo del negocio, detalle que no deja escapar la autora, ayudando a comprender la situación a la que hicieron frente los comerciantes y la manera en que algunos de ellos, como el propio Murphy, lograron salir bien librados, lo cual dio al malagueño en particular, un impulso a su fortuna y prestigio. El bloque temático concluye con una preciosa imagen que plasma la vivienda de Tomás Murphy en Veracruz, misma que denota el poder económico que ostentaba.

“Un agente de negocios entre dos imperios (1806-1816)” abre la puerta al tercer capítulo, donde la autora retoma a grandes rasgos la situación histórica que prevalecía en España a inicios del siglo XIX, información que enlaza con el actuar de Murphy Porro y la apertura al comercio internacional gracias a la fundación (tras la disolución de la sociedad Cotarro-Murphy) de la “Casa Gordon y Murphy”. Asimismo, la autora muestra una etapa madura del mercader, al demostrar su habilidad para zafarse de algunas querellas judiciales y administrativas propias del gremio mercantil, aunado a las recurrentes confusiones en algunos procedimientos, problemas que fueron una constante a lo largo del periodo colonial. Un tema por demás interesante es el de las críticas y protestas contra la “Casa Gordon y Murphy” a raíz de los negocios forjados con Inglaterra, por lo que la autora ejemplifica tres casos sonados y engorrosos, entre los que destaca la expedición de El Pepe, cuya detallada explicación deja entrever la importancia de estudiar dicho fenómeno que trajo como consecuencia la disolución de las relaciones entre Murphy y Gordon.

El capítulo citado también se adentra en detalles interesantes y desconocidos como la incursión de Tomás Murphy Porro en el gremio minero, al adquirir yacimientos argentíferos en Real del Monte (actualmente en el Estado de Hidalgo), así como la oportunidad de comercializar la máquina de vapor para extraer agua de las minas novohispanas; no obstante, dicha iniciativa, por muy visionaria que fuera, no prosperó ante la negativa de Fernando VII. Paradójicamente, como menciona González Mireles, Juan Murphy, hermano del comerciante, presentó la propuesta y fue aceptada por la autoridad hispana.

Un aspecto más a resaltar es que nuestro protagonista se convirtió en el agente de Inglaterra en Nueva España, a pesar de que las relaciones diplomáticas anglo-españolas se deterioraron con el regreso al trono de Fernando VII tras la desocupación francesa en España. Así, la autora señala, atinadamente, que Tomás Murphy:

Fue uno de los comerciantes más influyentes en la monarquía española al representar los intereses de dos imperios en conflicto. Sus vínculos familiares y la cercanía cultural con el mundo anglosajón resultaron convenientes tanto para España como para Inglaterra, haciéndolo un interlocutor conveniente para los negocios que definieron un nuevo equilibrio de poderes en el mundo durante los años de guerra (p. 144).

Asimismo, el negociante: “apostó por la unidad de la monarquía, pero con espacios de autonomía que dieron continuidad a los intereses que se habían creado con la apertura del monopolio comercial español, postura que lo involucró al movimiento de independencia de México” (p. 144), evento que se relaciona con el siguiente capítulo.

El último bloque temático, intitulado “En el intrincado camino del México convulso (1810-1821)”, la autora retoma la influencia que el movimiento independentista tuvo en las estrategias a seguir por Murphy en un momento desfavorable (en teoría) para el comercio, debido a que ni siquiera el “comercio neutral” fue de gran ayuda. El ataque a la residencia del comerciante detonó en su mudanza a la Ciudad de México, dejando a su hermano atendiendo el negocio en la ciudad portuaria, aunado a complicaciones, reajustes y adaptación del comercio veracruzano durante el movimiento insurgente, cuyo panorama histórico es expuesto por la autora de manera reveladora y permite al lector comprender las circunstancias que llevaron a algunos agremiados como Murphy, a negociar con ambos bandos para salvaguardar sus intereses. De alguna manera, el malagueño supo capitalizar los productos requeridos para el conflicto bélico y sacó provecho de ellos al venderlos a quien los requiriera, como queda muy bien demostrado en este capítulo.

Aunado a lo anterior, González Mireles alude nuevamente a las buenas relaciones sociales que tuvo Murphy con las esferas del poder en España, Inglaterra, Francia y el recién independizado México, dado que: “fue testigo y partícipe de la revolución independentista mexicana, su calidad de comerciante acaudalado y de agente de la nación británica, así como sus vínculos con los grupos de poder económico del virreinato, lo involucraron voluntaria o involuntariamente en los sucesos políticos” (p. 169). Además, la autora refiere que “Conforme la crisis fiscal y política se recrudeció, su apoyo a la independencia fue total, pero de forma negociada, manteniendo las estructuras y vínculos económicos con la metrópoli” (p. 169).

Un aspecto de interés, pero que la autora toca levemente, es la posible,—pero no comprobable— ayuda brindada por Murphy al bando insurgente, aunque se dibuja una delgada línea que presume una posible interacción con ellos, detalle que queda como un misterio difícil de develar. Murphy “se llevó el secreto a la tumba”, como suele decirse.

El “Epílogo” de la obra es fundamental, debido a que la autora expone lo ocurrido con el comerciante malagueño después de consumada la independencia en México y las actividades en el campo de la política, que desempeñó tanto en nuestro país como en Francia e Inglaterra hasta su muerte, el 13 de febrero de 1830.

En cuanto a las conclusiones a las que llegó en la investigación encontramos, por una parte, un proceso de ruptura de la monarquía española y, por la otra, al reino novohispano en el contexto de una “guerra de intereses” y reajuste geopolítico entre las potencias europeas, generando un cúmulo de cambios mundiales que permitieron a un México recién independizado integrarse a la economía mundial. Además, Gabriela González Mireles logró reconstruir el contexto en que se desarrollaron los negocios de Tomás Murphy, como parte de una lógica que se transformó política y económicamente durante un periodo convulso, donde sus orígenes hispano- irlandeses facilitaron su actividad gracias a los idiomas que dominaba y la religión que profesaba.

Fue un hombre que, como se aprecia en la lectura, tuvo todos los factores o elementos a su favor, mismos que supo capitalizar ampliando de manera sobresaliente sus negocios, destacando en Nueva España gracias a las tres casas comerciales mencionadas y al desempeño de una importante labor al ofertar servicios adicionales con barcos para el correo y los “rescates”, ambos temas de interés y que merecen estudios más a fondo.

Por otra parte, las fuentes consultadas, tanto en archivos mexicanos como españoles, periódicos de la época como El Sol, El Telégrafo Mexicano, La Gaceta del Gobierno de México . El Águila Mexicana, así como la bibliografía tanto general como especializada (antigua y actual) y algunas fuentes electrónicas, permitieron colmar lagunas de información en torno a la vida y obra de Tomás Murphy, coadyuvando a conocer más de cerca a tan visionario comerciante. Aunado a lo anterior, los mapas, gráficas, cuadros e imágenes que acompañan al texto son herramientas importantes de apoyo que aclaran cuestiones importantes como la genealogía de la familia Murphy, los puntos geográficos donde extendió su red comercial Tomás Murphy, algunas cuentas y listas de mercancías transaccionadas, así como la ilustración que plasma la vivienda del comerciante en Veracruz. Sin embargo, me pregunto si la autora ha logrado ubicar algún retrato del comerciante o alguna descripción física sobre su persona.

Debo expresar que la obra atrajo mi atención desde que comencé a leer la introducción, además que me permitió adentrarme en un tema fascinante y poco conocido que debe ser difundido, no solo en el gremio de los historiadores, sino también entre un público más general que tenga interés por conocer la vida y obra de un comerciante clave para comprender la evolución histórica de la economía mexicana e internacional, en una etapa de transición histórica que de un sistema económico monopolista, dio paso a uno de libre comercio, que sentaría las bases para una naciente economía mexicana que tuvo la oportunidad de abrir su horizontes.

Historia de un comerciante en una época de transición, es una valiosa herramienta para los estudiosos en el campo de la Historia Económica, ya que ofrece interesantes líneas de investigación y abre la puerta al desarrollo de nuevos temas que aporten al estudio de tan importante rama en el campo histórico. Asimismo, el estudio biográfico plasmado en la obra es un importante referente para que los estudiosos del periodo colonial nos adentremos en analizar la vida y obra de algún personaje novohispano, o de algún otro comerciante que haya quedado pendiente de rastrear o estudiar. El tema de las historias de vida, particularmente durante el virreinato, es por demás árido y requiere de nuevas y rigurosas investigaciones, pese a las limitantes en las fuentes de información disponible. La invitación está abierta.