Niña de siete años de edad de apariencia sana, que inicia su padecimiento posterior a practicar una rutina de ballet, manifiesta dolor en extremidad pélvica derecha de un mes de evolución que al inicio se focalizaba en la región inguinal y después con irradiación hacia el muslo, por lo general de predominio nocturno, intermitente, intensificándose con actividades físicas y mejoría parcial con la ingesta de analgésicos y reposo.
Acuden con médico ortopedista, quien solicita radiografía anteroposterior de pelvis (Figura 1), en donde se le da diagnóstico de lesión de origen tumoral vs fractura en la rama isquiopúbica derecha, por lo que se solicitan tomografía computarizada de pelvis (Figura 2) y resonancia magnética de pelvis (Figuras 3A y B). Se concluye diagnóstico de ostecondritis de la sincondrosis isquiopúbica.
Revisión
La sincondrosis isquiopúbica hace referencia a la unión cartilaginosa entre el isquion inferior y la rama pubiana durante el crecimiento, se considera como una articulación temporal y fisiológica en la infancia con osificación antes de la pubertad.1
Se considera un proceso asintomático, sin embargo, algunos pacientes manifiestan datos clínicos de dolor en cadera, región glútea y/o inguinal, que llega a representar una limitante en la marcha y en actividades físicas.
Las primeras descripciones pertenecen a Odelberg y Van Neck, quienes en 1924 observaron los cambios radiográficos de la zona de fusión isquiopúbica y la denominaron “osteocondritis isquiopúbica”.2
En la actualidad, la resonancia magnética es el estudio ideal para valorar los cambios en el crecimiento óseo por su alta sensibilidad y especificidad. El ensanchamiento en la morfología de la sincondrosis isquiopúbica, así como las modificaciones en la intensidad de señal en la medula ósea y tejidos adyacentes, se comportan como hipointensos en T1 e hiperintensos en T2, STIR y saturación grasa.3,4 La clave diagnóstica es la presencia de la línea hipointensa visualizada en todas las secuencias a nivel de la sincondrosis isquiopúbica, que hace referencia al puente óseo.5 El diagnóstico diferencial debe efectuarse con patologías principalmente de origen tumoral, osteomielitis y fractura de estrés.6