Masculino de 59 años, con antecedentes hereditarios de cardiopatía isquémica, hiperlipidemia mixta severa e hipertensión arterial ligera. Presentó cuadro de angor pectoris de tres minutos posterior a ejercicio, asociado con elevación ligera de troponina I de alta sensibilidad. Se le efectuó coronariografía vía radial que mostró: coronarias con irregularidades ateroscleróticas no significativas en la descendente anterior y coronaria derecha medias, detectándose una fístula coronaria pequeña con flujo del segmento vertical de la coronaria derecha a la aurícula derecha. El ecocardiograma sin repercusión hemodinámica, sin dilatación de cavidades derechas y PSAP 30 mmHg. Se muestra paso de contraste mencionado (video)https://www.medigraphic.com/videos/actmed/am193y1 y (Figura 1) y su localización (flecha).
Las fístulas coronarias (FC) presentan prevalencia estimada de 0.002% con incidencia en coronariografías del 0.15%; pueden ser únicas o múltiples, frecuentemente ubicadas en la coronaria derecha, descendente anterior y circunfleja. Los sitios más frecuentes de drenaje son: ventrículo derecho (41%); aurícula derecha (26%); arteria pulmonar (17%); seno coronario (7%); aurícula izquierda (5%); ventrículo izquierdo (3%) y vena cava superior (1%).1 Su evolución natural puede provocar sobrecarga de volumen e hipertensión arterial pulmonar con insuficiencia cardiaca e isquemia miocárdica (por robo coronario); otras pueden cerrarse espontáneamente. La mayoría son pequeñas y asintomáticas, las de mayor cortocircuito generan síntomas; pueden complicarse por endocarditis, ruptura, aneurisma o trombosis. La mayoría de los casos se encuentran asintomáticos. Sólo las FC de repercusión hemodinámica importante son tratadas vía percutánea con embolización y ocasionalmente cierre quirúrgico.2