Los agentes microbianos infecciosos de los animales comprenden los virus, hongos, bacterias y protozoarios (Soriano et al. 2006). Con base en los conceptos actuales de la interacción hospedero-patógeno propuestos por Casadevall y Pirofski (2000), líderes de opinión en patogenia microbiana, la infección es el establecimiento de dichos microorganismos en un hospedero que dependiendo del tipo y cantidad de daño a los tejidos ocasionan un cuadro clínico que recibe el nombre de enfermedad. El cuadro clínico puede ser de leve a severo, y en formas severas puede incluso ocasionar la muerte del hospedero. Dependiendo del estado inmune del hospedero y la capacidad relativa de ocasionar daño (virulencia) por Salgado-Miranda y Soriano-Vargas parte del agente infeccioso, un individuo infectado no necesariamente manifiesta una enfermedad (Soriano et al. 2006).
Las enfermedades infecciosas emergentes en los animales silvestres amenazan tanto a la biodiversidad como a la salud pública. Con base en los criterios epizootiológicos, estas enfermedades pueden ser clasificadas en tres grupos principales: 1) enfermedades diseminadas de los animales domésticos a poblaciones silvestres que viven en la proximidad, 2) enfermedades directamente relacionadas con intervención humana, por translocación de hospederos o microrganismos infecciosos, y 3) enfermedades sin participación manifiesta de las poblaciones domésticas ni de los humanos (Daszak et al. 2000; Ferreira-Junior et al. 2018). La salud y la enfermedad están estrechamente relacionadas con la integridad de los ecosistemas (Destoumieux-Garzón et al. 2018). La medicina de la conservación surge como un nuevo campo multie inter-disciplinario que se enfoca en los nexos entre la salud pública, salud animal y las condiciones ambientales (Alders 2009). La identificación de agentes infecciosos en las poblaciones animales silvestres y la compresión del posible resultado patológico es fundamental para la conservación de la biodiversidad.
La paloma doméstica (Columba livia) fue introducida de Europa a América del Norte a principios del siglo XVII, y junto con ella sus enfermedades infecciosas (Schorger 1952). Estudios previos reportan que las poblaciones de paloma doméstica tienen una alta tasa de infecciones con diversos tipos de parásitos, incluyendo coccidios (Ortúzar-Ferreira et al. 2020). De manera particular, la coccidiosis es ocasionada por parásitos intracelulares (coccidias) que se reproducen en las células epiteliales intestinales. Esto ocasionan generalmente la disrupción de la mucosa e inflamación del tracto digestivo, resultando en enfermedad entérica. Las coccidias, pertenecen a la familia Eimeriidae, donde se incluyen los géneros Eimeria e Isospora; los miembros de Eimeriidae suelen ser monoxenos (solo un hospedero). Sin embargo, se ha demostrado que algunas especies de Isospora poseen hospederos paraténicos (un hospedero intermediario) (Frenkel y Dubey 1972). En la paloma doméstica, los signos de infección por coccidias incluyen anorexia, diarrea verdosa, deshidratación marcada y emaciación (Cervantes et al. 2020). Un total de 5 especies de Eimeria han sido descritas en la paloma doméstica: E. columbarum (Nieschulz 1935), E. janovyi (Bandyopadhyay et al. 2006), E. labbeana (Labbé 1896, Pinto 1928), E. labbeana-like (Yang et al. 2016) y E. livialis (Alyousif et al. 2009). Estas especies han sido identificadas en Alemania, India, Francia, Australia y Arabia Saudita respectivamente.
Con el objetivo de identificar la(s) especie(s) del género Eimeria presente en palomas domésticas libres del parque público “Parque Alameda”, ubicado en el centro de la ciudad de Toluca, Estado de México, en el mes de febrero 2019 se procedió a la colecta de heces. Se colectaron 20 muestras fecales frescas de palomas domésticas, las heces se colocaron en viales de plástico de 1.5 ml. Posteriormente, a cada vial se adicionaron 1 ml aproximadamente de una solución al 2.5% de dicromato de potasio y se mantuvieron a temperatura ambiente (Duszynski y Wilber 1997). En 9 de las 20 muestras se observaron ooquistes no esporulados de coccidias. Las muestras positivas a coccidias se observaron diariamente hasta observar más del 70% de ooquistes esporulados, lo cual sucedió al segundo día. Los ooquistes esporulados (n = 30) fueron medidos en un microscopio Nikon Eclipse 80i acoplado a una cámara digital Nikon DS-Fi2.
Los ooquistes esporulados se observaron de forma subesférica, con pared de doble capa (1.3 µm), y dimensión promedio de 22.3 µm largo × 20.0 µm ancho (n = 30; Cuadro 1). No se observó residuo de ooquiste, pero sí gránulo polar (hasta 4). El esporoquiste se observó de forma elipsoidal, con dimensión promedio de 13.8 µm largo × 7.0 µm ancho (n = 30; Cuadro 1). En el interior del esporoquiste se observaron 4 esporozoítos vermiformes de 12.3 µm largo en promedio (Cuadro 1). Estos parámetros fueron comparados con los informados para las 5 especies de Eimeria descritos para la paloma doméstica y otros columbiformes (Cuadro 1). Las características morfométricas de los ooquistes esporulados observados en las 9 muestras positivas fueron identificados como Eimeria columbarum (Figura 1). En las muestras incluidas en el estudio no se identificaron ooquistes del género Isospora.
Especie | Eimeria columbarum | Eimeria columbarum Nieschulz, 1935 | Eimeria janovyi Bandyopadhyay, Bhakta y Shukla, 2006 | Eimeria labbeana Pinto, 1928 | Eimeria labbeana-like Yang, Brice, Elloit y Ryan, 2016 | Eimeria livialis Alyousif, Al-Shawa y Al-Asiri, 2009 |
Localidad | México | Alemania | India | Francia | Australia | Arabia Saudita |
Referencia | Este estudio | Nieschulz (1935) | Bandyopadhyay et al. (2006) | Labbé (1896), Pinto (1928), Nieschulz (1935) | Yang et al. (2016) | Alyousif et al. (2009) |
Ooquiste | ||||||
Forma | Subesférico | Subesférico a elipsoidal | Elipsoidal | Subesférico | Subesférico | Elipsoidal |
Pared | Doble capa (1.3) | Doble capa | Doble capa (1.08) | Doble capa | Doble capa (1.0) | Doble capa (1.2) |
Largo | 20.6−23.9 (22.3) | 19.0−21.0 (20.0) | (24.3) | 15.0–18.0 (16.7) | 18.9–22.0 (20.2) | 19.5–23.2 |
Ancho | 16.8−22.5 (20.0) | 17.5−20.0 (18.7) | (19.8) | 14.0–16.0 (15.3) | 15.7–18.9 (16.1) | 14.3–16.5 |
Gránulo polar | Presente, 1 a 4 | Presente, 4 | Presente, 1 | Presente, 1 | Presente, 1 | No |
Residuo de ooquiste | No | No | No | No | Presente | Presente |
Esporoquiste | ||||||
Forma | Elipsoidal | Piriforme | Elipsoidal | |||
Largo | 12.6−15.0 (13.8) | (12.0) | (12.4) | 12.5–14.5 (13.0) | 9.5–11.7 (10.6) | |
Ancho | 6.3−7.9 (7.0) | (10.1) | (6.4) | 5.5–7.0 (6.1) | 6.2–8.1 (6.7) | |
Cuerpo Stieda | Triangular | Grande | Sí | Sí | ||
Cuerpo Sub-Stieda | No | No | No | |||
Residuo | Granular | Granular | Granular | Granular | Granular | |
Esporozoito | ||||||
Forma | Vermiforme | Plátano | Plátano | Plátano | Elongados | |
Largo | 12.0−12.7 (12.3) | 11.8–13.0 (12.3) | ||||
Ancho | 3.3 | 3.3–3.6 (3.5) |
* Promedios entre paréntesis.
En el presente estudio, identificamos morfológicamente a la especie E. columbarum en la paloma doméstica por primera vez en México. De las 5 especies de Eimeria descritos para la paloma doméstica, E. labbeana se considera de menor tamaño que E. columbarum (Ortúzar-Ferreira et al 2020). Sin embargo, Duszynski et al. (1999) mencionan que las identificaciones y mediciones de Eimeria spp. en la paloma doméstica han sido confusas a lo largo de los años y que es muy posible que únicamente dos especies infecten a esta ave. Incluso, eventualmente se podría demostrar que una sola especie de Eimeria infecta a la paloma doméstica. Como mencionan otros autores (Yang et al. 2016), es necesaria la caracterización epidemiológica, morfológica, biológica y molecular de las especies de Eimeria que infectan a la paloma doméstica.