Introducción
La degradación constante de los humedales ha ocasionado efectos negativos sobre las especies que utilizan este hábitat (Ma et al. 2010). Para el caso de las aves playeras, sus poblaciones han disminuido alrededor de 37% en los últimos 70 años (Rosenberg et al. 2019, Warnock et al. 2021) y la protección de sus hábitats, en especial para aquellas migratorias, es punto clave para su conservación (Eberhart-Phillips y Colwell 2014).
El chorlo nevado (Charadrius nivosus) es una de las aves playeras menos numerosas de América (BirdLife International 2023), pues se estima que existen alrededor de 25,869 aves reproductoras (Thomas et al. 2012). La degradación paulatina del hábitat, así como la disminución rápida y constante de sus poblaciones (Andres et al. 2012, BirdLife International 2023) ha generado que esta especie se incluya dentro del listado de especies en riesgo (BirdLife International 2023).
En México, el chorlo nevado se distribuye en las costas del Pacífico y del Golfo (Page et al. 2020) y en escasos cuerpos de agua en el centro del país. La especie se ha reportado en Baja California (Palacios y Mellink 1995), Chihuahua (Moreno-Contreras et al. 2016), Colima, Guerrero, Jalisco (Mellink et al. 2009; Quintero-Félix et al. 2022), México (DeSucre et al. 2011), Nayarit (Mellink y Riojas-López 2005), Sinaloa (Cruz-López et al. 2017) y Zacatecas (Luévano et al. 2010). En estos sitios, el ave utiliza áreas con escasa vegetación y suelos arenosos-salinos (Page et al. 2020, BirdLife International 2023). Su hábitat ha sido históricamente amenazado por factores antropogénicos, como la actividad turística, ganadería y desarrollo urbano (Cruz-López et al. 2017; Ortega-Solís et al. 2022). Es por ello, que la obtención de nuevos registros de sitios de anidación representa una oportunidad para ampliar el conocimiento de su biología, al delimitar su área de distribución y promover el análisis de sus patrones ecológicos que puedan tener implicaciones en su conservación.
Descipción del registro
Sitio de estudio
Los registros se realizaron en un área con una extensión de 5 km2, en la Laguna de Santiaguillo (24º 50’14.91’’ N y 104º 51’34.63’’ O), con altitud: 2580 msnm, temperatura media anual de 17°C, y precipitación media anual de 426.5 mm. Este sitio se ubica en la porción central del estado de Durango, México (Fig. 1), tiene una extensión de 2,606 km2 y es reconocido como sitio RAMSAR #2046 (RAMSAR 2012). Conforme avanza la época de estiaje (marzo - junio), se reduce el espejo de agua en la Laguna de Santiaguillo y deja al descubierto el suelo salino, arenoso con áreas de piedras pequeñas, a las que se suman zonas lodosas.
Observación de los registros
El día 7 de mayo de 2022, durante un recorrido para observar aves playeras en la porción noroeste de la laguna, observamos chorlos nevados (C. nivosus) con plumaje reproductivo por primera vez. El punto se visitó durante dos meses (Cuadro 1) y permitió documentar la presencia de 24 adultos y 21 crías de C. nivosus.
Visita | Fecha | Aves observadas | Observación |
---|---|---|---|
1 | 7 mayo | 9 | Tres parejas y tres aves dispersas. |
2 | 11 mayo | 6 | Un grupo de tres parejas y tres pollos |
3 | 3 junio | 12 | Tres parejas con dos pollos cada una |
4 | 18 junio | 9 | Tres machos, acompañados de dos pollos cada uno |
Al no contener marcas individuales, no logramos determinar si alguno de ellos permaneció en el sitio durante las visitas. No obstante, el aspecto y distribución del color del plumaje permitió asignar el sexo y edad de las aves (Fig. 2), pues a diferencia de las hembras, los machos presentan plumaje marcado negro en la frente y en sus costados. Los pollos en cambio, son aves pequeñas de plumaje claro y esponjoso (Pyle 2008; Gómez del Ángel et al. 2015).
Discusión
Nuestras observaciones representan el primer registro de actividad reproductiva de C. nivosus en Durango, México. Conforme avanzó la temporada, registramos menos hembras y el dominio de machos en nuestras observaciones. El cuidado de los pollos de C. nivosus es muy flexible, y en ocasiones las hembras abandonan a las crías antes de tiempo y se vuelven a aparear (Kúpan et al. 2021). Esto genera que la proporción de hembras disminuya en los sitios de anidación.
Las observaciones los realizamos al final de la época de estiaje cuando esta descubierto el suelo salino, arenoso, que es hábitat reproductivo del chorlo nevado (Page et al. 2020). Las zonas lodosas también presentan sitios donde la especie pueden alimentarse. Por otro lado, la humedad residual que presenta la laguna al final de la sequía promueve el crecimiento de pasto y permite que los habitantes de las áreas aledañas las usen como potrero para el pastoreo de ganado bovino y equino. Esta situación es una amenaza para la reproducción de C. nivosus y otras aves playeras residentes, como C. vociferus y Recurvirostra americana, por la posible destrucción de nidos por pisoteo.
Nuestras observaciones las realizamos en un área pequeña, que sólo representa alrededor del 0.19% de la extensión total de la cuenca (RAMSAR 2012). Por lo tanto, consideramos que sea necesario implementar un programa de monitoreo adecuado (Székely et al. 2008), para definir las áreas de la laguna usadas por C. nivosus, así como el número de individuos, nidos y éxito reproductivo para esta nueva localidad en México. Esto proporcionará conocimiento sobre el uso del humedal RAMSAR por la especie, que facilitaría generar esfuerzos y acuerdos necesarios para su conservación.